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Kikomba o Apamandi

Kikomba o Apamandi.

Aunque su concepto suele intercambiarse con el Agogwe, se incluye en esta lista.

Agogwe=Kakundakari_And_Tokoloshe=Kikomba [CFZ Blog Posting-REPOST]

Al principio, dudaba de la identidad australopitecina de estos críptidos africanos. Ahora me parece que encaja muy bien (Huella para robustus, forma hipotética pero hecha en proporción a tamaños relativos) La forma robustus está en una escala comparable a un fósil europeo Neanderthal: de tamaño humano pero algo por debajo de la altura promedio, y muy por encima peso promedio.
Las pistas son pistas de Australopithecus de Laetoli y la robusta se transformó a un tamaño mayor; ambas formas de pistas se compararon con las pistas de Cryptid correspondientes, como lo ilustra Sanderson. La ilustración de Agogwe en el extremo izquierdo se toma de la publicación original y la ilustración de Kikomba (Apamandi) es de Heuvelmans. El gracil central y robustas figuras de Australopithecine son de Jay Maternes del Hombre primitivo del libro de Time Life y en mi humilde opinión nunca han sido mejorados.

La suposición de que estas criaturas son australopitecos proviene de los antropólogos que buscaban los fósiles de australopitecos: en varias ocasiones los trabajadores nativos dijeron a los cazadores de fósiles “Conocemos a ese animal” en el caso de los tipos robustos, los nativos especifican “Tenemos que animal con la cresta (cresta sagital) en la cabeza, pero es algo muy malo de lo que hablar”. Resulta que querían decir que el Tokoloshe y los hechiceros llaman a los espíritus de Tokoloshe para que hagan su trabajo para ellos. Durante varios años, mi mejor amigo y compañero de trabajo fue sudafricano y me contó muchas cosas sobre estas criaturas. Parece por la descripción que las criaturas FÍSICAS son de tipo humanoide-chimpancés, peludas y corpulentas, pero de altura humana inferior a la media. Eso correspondería a la especie robustus, la especie boisei es aún más grande a partir de sus fósiles.

He reimprimido este material del blog CFZ para el 13 de febrero de 2011 (y mi último blog habitual para el blog CFZ) porque existe la suposición de que la más grande de estas criaturas podría tener alguna conexión con los informes del “Dodu”. En el caso del Dodu, realmente creo que se trata de un fanático local que se usa como fachada para operaciones de caza furtiva, PERO en este punto creo que tanto los australopitecos más grandes como los más pequeños están en el área y alrededores del Congo, y son responsables de los informes en esas áreas. También hay evidentemente un “Wildman” más humano como responsable de algunos informes, pero ahora estoy pensando que no hay otros informes APE de África Central que sean algo más que algunos gorilas y chimpancés muy inusuales.

Las diversas descripciones de criaturas más grandes y más pequeñas también cubren las cinco categorías diferentes de “Mr X” en Kenia, excepto que algunas de esas categorías parecen describir ermitaños o parias individuales.


Una criatura paranthropoide más grande o Kikomba y debajo, el tipo Agogwe o Kakundakari más pequeño.

 

 

Gracile Australopithecus Above, Robusto “Paranthropus” a continuación

Kikomba, Pintura de un sitio de criptozoología francés arriba: bocetos del libro de Heuvelmans a continuación.

Bocetos del Congo Kakundakari, del libro de Heuvelman Las bestias humanas de África

Bipedal Hairy Pygmy (Agogwe, Kakundakari, Doku, Mau, Mberikimo, Chimanimani, Tokoleshe, Abonsei, Ijimere, Sehite)

Este animal, comúnmente conocido como agogwe, es un pequeño bípedo parecido a un mono que habita África Central entre los desiertos del Kalahari y el Sahara. Se dice que el agogwe mide de 2 a 4 pies de alto y sus huellas (con un dedo del pie oponible) son de apenas cinco pulgadas de largo. Las diferencias marcadas entre él y los simios conocidos incluyen una frente redondeada, caninos pequeños, pelo rojo largo y piel roja amarillenta. Curiosamente, forma lo que puede ser una relación simbiótica con los mandriles. Otros informes describen a las criaturas como habitantes de las cavernas. El animal fue un tema de discusión en la década de 1920, pero su popularidad ha disminuido posteriormente.


La teoría más común sobre los pigmeos es que son Australopitecinos. Las huellas tenían un dedo algo divergente (lejos de ser oponible) y la altura y la descripción general encajaban. Otros individuos han sugerido que son pigmeos humanos reales, pero extremadamente atávicos, o posiblemente incomprendidos.

Sin embargo, los informes ciertamente suenan como un Australopitecino, o posiblemente una forma enana de Homo erectus. El hecho de que estos animales no hayan sido reportados durante décadas es un problema significativo, y al igual que otras criaturas discutidas aquí, pueden haberse extinguido (suponiendo que existieran) antes de que se describieran. Alternativamente, la falta de una presencia colonial europea puede hacer que sea mucho más difícil que salgan los informes. Todavía parece dudoso que haya algo detrás de estos informes, pero si alguna vez hubo o hay, un antiguo homínido sería probablemente el mejor candidato.

Adapted from a column by “The Cryptozoologist”,

http://www.myspace.com/the_cryptozoologist/blog/349304425

Mi-teh

Mi-teh

Existen, según los habitantes del Himalaya, tres tipos de Yetis:

El pequeño yeti, llamado yeh-teh o mi-teh (mitre), es rechoncho y de la talla de un hombre, o algo menor, entre 1,4 y 1,7 metros.

El gran yeti, llamado dzu-teh (chuti) por los sherpas, mide entre 2 y 2,75 metros de altura.

Un tercer tipo de yeti, al que llaman nyalmo o mi-chen-po. Es un gigante carnívoro, antropófago, de 4 a 5 metros de altura.

El pequeño yeti, llamado yeh-teh o mi-teh (mitre) por los sherpas, es rechoncho y de la talla de un hombre, o algo menor, entre 1,4 y 1,7 metros. Su pelaje es espeso, de color rojizo; algunos pelos, analizados en el Museo de Historia Natural de París, han sido identificados como pertenecientes a un primate desconocido, emparentado con el orangután [Pongo pygmaeus]. Tiene las mejillas cubiertas de pelo marrón, la nariz chata, los labios anchos y los dientes largos. Las manos son grandes. Sus huellas, de aspecto humano, miden unos 25 centímetros de largo por 12 de ancho y tienen 4 ó 5 dedos. (Es posible que los dedos segundo y tercero estén unidos y en las huellas parezcan, como se ha dicho más arriba, un sólo dedo muy grueso.) Aunque generalmente es bípedo, cuando huye corre a cuatro patas.

Habitan bosques en las altitudes más bajas del Himalaya.

Kapre

Kapre

Kapre es una criatura mítica filipina que podría caracterizarse como un árbol gigante. Se describe como una criatura muscular alta, negra, peluda,[2] alta (7 a 9 pies). Los Kapres normalmente se describen como que tienen un fuerte olor que atraería la atención humana. El término kapre proviene del árabe “kafir“, [1] que significa un no creyente en el Islam. Los primeros árabes y los moros lo usaban para referirse a las personas no musulmanas. El término fue llevado luego a Filipinas por los españoles que tuvieron contacto previo con los moros. Algunos historiadores especulan que la leyenda fue propagada por los españoles para evitar que los filipinos ayudaran a los esclavos africanos que escapaban y que a veces importaban de América Latina. El propio Kapre tiene un cigarro grande, un artículo que se originó de los antiguos mayas de América Latina.[3] El color oscuro similar de la piel de los esclavos africanos escapados de Latinoamérica ha causado que el primero se equipare con el segundo. También se dice que es la versión filipina del Big Foot.

Hábitat natural y vestimenta

Se dice que los Kapres habitan en grandes árboles como acacias, mangos, bambú y banyan (conocido en las Filipinas como balete). También se ve mayormente sentado bajo esos árboles. Se dice que el Kapre usa el taparrabos indígena del norte de Filipinas conocido como bahag, y según algunos, a menudo usa un cinturón que le da al kapre la capacidad de ser invisible para los humanos. En algunas versiones, se supone que el kapre tiene una piedra blanca mágica, un poco más pequeña que un huevo de codorniz. Si alguna persona obtiene esta piedra, el kapre podría otorgar deseos.

Comportamiento

Se cree que los Kapres son nocturnos y omnívoros.[1] No son necesariamente considerados malvados. A diferencia del Aswang, no se come a los humanos ni a sus fetos por nacer.[4] Sin embargo, puede volverse vengativo cuando se tala el árbol que están habitando.[5]

Kapres puede ponerse en contacto con personas para ofrecerles amistad, o si se sienten atraídas por una mujer. Si un Kapre se hace amigo de cualquier ser humano, especialmente por amor, el Kapre seguirá consecuentemente su “interés amoroso” durante toda la vida. Además, si uno es amigo de Kapre, esa persona tendrá la capacidad de verlo y si se sentara en él, cualquier otra persona podría ver la gran entidad.

Se dice que Kapres, también llamado agtà, [6] hace bromas a la gente, [7] con frecuencia haciendo que los viajeros se desorienten y pierdan el rumbo en las montañas o en el bosque. También se cree que tienen la capacidad de confundir a las personas, incluso en su propio entorno familiar; por ejemplo, alguien que olvida que está en su propio jardín o en su hogar se dice que fue engañado por un Kapre. Los informes de experimentar el encantamiento Kapre incluyen el de presenciar ramas de árboles crujientes, incluso si el viento no es fuerte. Algunos ejemplos más serían escuchar una risa fuerte proveniente de un ser invisible, presenciar mucho humo desde lo alto de un árbol, ver grandes ojos rojos y deslumbrantes durante la noche desde un árbol, así como ver a un Kapre caminar en áreas boscosas. También se cree que las luciérnagas abundantes en las áreas leñosas son las brasas de la pipa de cigarros o tabaco encendida de Kapre.

Documental

En la serie documental de 2015, The Creatures of Philippine Mythology, se examina el origen, la historia y la evolución de Kapre. Comienza en las Filipinas prehispánicas, donde las creencias animistas crearon un gran espíritu negro que observaba a la gente desde los árboles, sigue la etimología del término “kapre” y descubre por qué la criatura siempre fuma cigarros.[8]

Moehau u Hombre de Coromandel

Moehau u Hombre de Coromandel

Monstruo fabuloso que supuestamente habita en los territorios más aislados e inaccesibles de Nueva Zelanda. Su ámbito principal se encuentra, según la tradición, en la península de Coromandel, al este de Auckland, en la Isla Norte del archipiélago.

Se dice que un homínido relicto existe en Nueva Zelanda. Se llama Moehau. Se dice que usan cuchillos de piedra, palos y hachas de mano. Moehaus mató a algunos blancos en las montañas Coramandel a finales de 1800. Antes de eso, Maoris dijo que Moehaus y otros tipos de reliquias a menudo mataban a Maoris y se los comían. Hay avistamientos recientes, que son contradictorios ya que no hay mamíferos placentarios nativos en la isla.

La leyenda del hombre Moehau de Coromandel

Hay leyendas e historias de enormes bosquimanos que abundan en todo el mundo.En América del Norte está el Sasquatch o Big Foot, Asia tiene el Yeti y Australia el Yowie.Y aunque están geográficamente separados, en algunos casos por grandes distancias y océanos, sus descripciones son siempre algo similares.

Nueva Zelanda tiene su propio bosquimano salvaje de leyenda.Conocida principalmente por las historias que se originan alrededor del área de Coromandel en la Isla Norte, la criatura es conocida como el Hombre Moehau, por la variedad de montañas de donde provienen muchos avistamientos.Al igual que las bestias altas y peludas de otros continentes, Moehau Man es grande, extremadamente peludo, un homínido con los brazos extendidos alrededor del área de la rodilla y con un olor característico.En algunos casos se dice que tiene dedos largos y exagerados, tal vez incluso garras o garras.

Las historias del hombre de Moehau se remontan a antes de que los colonos europeos se adentraran en el país.Siempre se supo que era una criatura muy peligrosa, que debía evitarse en todo momento.El nombre Moehau es el nombre maorí del pico más alto de la cordillera en la punta de la península de Coromandel.La mayoría de las leyendas maoríes surgen de las características geológicas del paisaje.Este pico es un lugar sagrado para los maoríes, y se teme como criaturas míticas viven aquí.La cadena montañosa es visible desde un amplio panorama en este lugar de Nueva Zelanda, y también ofrece a los visitantes excepcionales una vista dominante de los alrededores.

Las historias de Moehau comenzaron a circular una vez que los colonos comenzaron a adentrarse en el campo de Coromandel.En primer lugar, en los años 1870 y 1880, estos eran los mineros del oro, que buscaban un lugar donde apostar sus reclamos.Hicieron su camino desde el área hasta los municipios de Thames y Waihi, y no pasó mucho tiempo antes de que las historias del gran y malvado hombre de las sabanas comenzaran a hacer las rondas.En primer lugar, informaron haber sido asustados por grandes criaturas similares a seres humanos en las profundidades del arbusto;entonces comenzaron a surgir historias más ominosas, las de los buscadores de oro asesinados y mutilados por Moehau Man.Incluso los maoríes locales les dijeron a los exploradores que no entraran solos en el bosquecillo.

Dos posteriores avistamientos principales de Moehau Man de los últimos 40 años están documentados por Nicola McCoy en su libro: New Zealand Mysteries: secretos, fantasmas, conspiraciones y estafadores (Whitcouls, 2005). En el primero, un turista australiano informó haber visto a la criatura mientras caminaba por la región en 1969. Ella lo describió como un gorila. En 1972, dos cazadores de cerdos realizaron otro avistamiento, y dijeron que vieron una criatura grande a unos 150 metros de distancia. Cuando llegaron al lugar donde había estado el animal, lo único que encontraron fueron huellas de tipo humano de 35 cm de largo.

Si hay algo en la historia, y una criatura corre de verdad por el bosque y los matorrales de Coromandel, ¿qué podría ser?Es increíblemente astuto, muy viejo o más que un solo macho o hembra de la especie.Como Nueva Zelanda estaba aislada del resto del mundo, y ninguna otra bestia salvaje de otros países es común, ¿cómo es que esta criatura ha estado oculta durante tanto tiempo?Una posible explicación es que, antes del momento de la cuarentena y las importaciones controladas de animales y vegetación, un gorila o un mono grande podría haber escapado de los confines de un barco visitante.Y si bien podría ser una explicación viable, no explica las leyendas e historias mucho antes de las visitas europeas, ni la extensión temporal de los informes de avistamiento.O era un simio increíblemente longevo, o debe haber habido suficientes escapados para formar una colonia.

Otra posible explicación entretenida es que el hombre de Moehau es solo una historia, y los avistamientos son una mera identidad equivocada.No hay mucha información verificable, ni un esqueleto o una piel han sido registrados como encontrados, por lo que todos saben.Pero eso no explica los informes de grandes huellas de homínidos… a menos que sean falsificaciones.Pero, ¿alguien se molestaría o se atrevería a viajar dentro del espeso matorral de Coromandel para plantar huellas falsas al azar con la esperanza de que alguien los “tropiece” a través de ellos a menos que ellos mismos sean los instigadores?¿Estarían tratando de ocultar algo como una plantación de drogas o similar?Parece exagerado para la mayoría.

Una cosa es segura, Moehau Man no es y probablemente nunca será tan famoso como sus posibles primos, el Sasquatch y Big Foot.Todavía historias perduran, especialmente a nivel local.Pero hasta que tengamos alguna prueba definitiva, por ahora Moehau sigue siendo solo una historia.

Desde entonces ha habido numerosos informes de avistamientos o pruebas del hombre Moehau en toda Nueva Zelanda, pero en su mayoría desde el área de Coromandel.

Los más importantes de estos fueron:

– grandes huellas humanas como incrustadas en el lodo a lo largo de un arroyo en 1903 por menores en el desfiladero de Karangaihake.

– 2 cazadores informaron haber visto brevemente a un hombre peludo corriendo por la pista en la península de Coromandel en febrero de 1952.

– una criatura parecida a un simio fue vista corriendo a lo largo de una plataforma de la península de Coromandel en 1963.

– Un turista australiano informó haber visto a una criatura “con forma de gorila”, mientras caminaba en la región de Coromandel en 1969.

– En 1970, se vio a un Moehau peludo en el Milford Wilderness que gritaba y arrojaba piedras a los campistas. Tenía 6.5 pies de altura. Por la misma época, en Fjordland, en Haast Pass y en el monte. Helen, los bushwackers encontraron grandes huellas de Moehau.

– En 1972, 2 hombres estaban cazando cerdos en las cordilleras Coromandel cuando vieron a un hombre desnudo de 6 pies cubierto de pelo oscuro que se movía a través del matorral, a unos 150 m de distancia. Cuando llegaron al punto se encontraron huellas de 35 cms de largo.

– Los alpinistas han visto muchas huellas enormes e incluso algunos avistamientos de Moehaus de 6.5-9 pies en la montaña Kaikura, que se eleva a más de 8,000 pies. En enero de 1983, un cazador encontró un rastro largo de enormes huellas de Moehau en la región del río Heaphy del Parque Forestal del Estado de Nelson del Noroeste.

– En 1991, los campistas en las Islas Cameron en el suroeste de Nueva Zelanda encontraron enormes huellas de Moehau de 17.5 pulgadas en el denso bosque. En 2001, hubo informes de enormes Moehaus en la cordillera de Urewera cerca de Waikaremoana al sur de Gisborne. Moehaus bien puede existir.

La familia Wenzlick se involucró con una historia. FW Wenzlick, hijo de Gregor J Wenzlick, informó la siguiente información;

El siguiente artículo es un artículo que se publicó en un periódico de Nueva Zelanda sobre un avistamiento de un extraño peludo similar a Yeti o Big Foot. El rumor supuestamente fue iniciado por los hermanos Wenzlick y otros residentes de la costa ;

© The Taranaki Daily News, martes 5 de febrero de 1952
Presione Assoc.Auckland, Nueva Zelanda

“Extraña criatura peluda informada en la costa este cree que algunos son gorilas”

Informes persistentes de la península de Coromandel dicen que una extraña criatura peluda que algunos consideran un gorila acecha en la parte posterior del Waiaro, en el país salvaje de los montes Moehau. Cuando el Dr. Roy Norman de Waikawau, y el Sr. Douglas Taiwahana de North Auckland, estaban cazando cerdos en el área, dijeron que vieron fugazmente a un hombre peludo o un posible gorila corriendo por un sendero arbustivo. El Sr. FW Wenzlick de Amadeo Bay, dijo esta noche que hace unos 30 años había un barco en la bahía de Waiaro que tenía un gorila joven como mascota.El animal abandonó el barco y llegó a tierra.Desde entonces, se han repetido rumores de extraños sucesos en las colinas.Las historias tratan sobre las intrusiones nocturnas en los campamentos, los perros erizados y gruñendo debido a una presencia extraña y misteriosas caídas de pies en el monte.Un cazador, el Sr. H. Beazley ha encontrado una cueva con evidencia de un hombre o una bestia que viven en condiciones primitivas que contenían huesos de animales presumiblemente comidos crudos y colecciones de conchas.Era posible, pero muy improbable, que el “extraño ser peludo” que se cree acecha en las cordilleras Moehau fuera un gorila o, de hecho, cualquier especie de la familia de los simios, dijo el director, RW Roach, del zoológico de Auckland esta noche.Si la extraña criatura existió, era más probablemente un miembro de la familia de los mandriles.Consideraría la historia como más factible si alguien hubiera descubierto huellas o anidado en las copas de los árboles mucho más grandes que las hechas por cualquier ave conocida.El Sr. Roach descartó por completo cualquier sugerencia de que la cueva que había sido descubierta por Beazley era probablemente la casa de la criatura.Todos los miembros de las familias de monos vivían en nidos construidos en las copas de los árboles, aunque pasaban la mayor parte del tiempo en el suelo, dijo.

Los muchachos de Wenzlick (los hijos de Gregor y Maria Wenzlick) de la costa del Támesis eran conocidos por ser grandes contadores de historias, especialmente a los huéspedes en el bar del Royal Oak Hotel en Tapu.

Hay que recordar que en ese momento, muchos buscadores de oro vagabundeaban por las colinas en busca del próximo gran hallazgo, y también de comida: los jabalíes.Existe la teoría de que el “avistamiento” del Hombre Moehau fue fabricado para tratar de disuadir a las personas de entrar en propiedades privadas y también el descubrimiento de destilerías ilegales de licores en el monte.Lamentablemente, ninguno de esta generación está vivo para contar o confirmar dicha acción.

Flecha de Lanzarote

Flecha de Lanzarote

El fenómeno de los crop circles o círculos de las cosechas, como son conocidos en España,  son unos extraños grabados que aparecen en tierras de cultivo o en descampados cuya precisión geométrica es impactante. Muchos de ellos responden a geoglifos o a representaciones realizadas por el hombre antiguo con un alto grado simbólico donde entran en juego las creencias del pueblo que los realiza.

La complejidad de realización de muchos de estos geoglifos hace que surjan diversas teorías sobre la autoría de éstos. Para los escépticos, los geoglifos están realizados de forma artificial pero su procedencia es humana, atendiendo a dispositivos GPS que ayudan a la realización de las figuras en los campos con relativa rapidez. Esto queda patente en multitud de actos publicitarios, en los que se decide realizar uno de estos grabados en el suelo con símbolos concretos que vengan a significar un producto o un fin definidos.

La mayoría de estas representaciones han aparecido en países como Reino Unido o Australia, pero en los demás países existen demostraciones de un misterio moderno  el cual guarda varias interrogantes. Y cómo no, en España existen varios ejemplos claros sobre supuestos crop circles y geoglifos que aparecen de vez en cuando creando polémica en muchos casos, produciendo el asombro de los creyentes y provocando la risa a los escépticos y negacionistas. Y eso queda patente en un geoglifo de la isla canaria de Lanzarote, donde una misteriosa flecha, ha sembrado la duda de muchas personas e investigadores que han conocido la historia.

En los agrestes paisajes de Lanzarote, donde su origen volcánico parece que estuviésemos andando por la superficie lunar,  una extraña figura dibujada en esos restos de lava solidificada llama la atención a todo aquel que observe la isla desde el aire.

Este enigmático dibujo se encuentra entre el Barranco de la Casita y el Barranco del Higueral, en el Parque Monumental de Los Ajaches, perteneciente al municipio de Yaika, situado en la zona sur de la isla de Lanzarote.

La figura de la flecha tiene 97 metros de largo, así  como una anchura de 17,55 metros que permite que ésta sea observable desde el aire, como así lo refleja Google Earth en los mapas que ofrece en Internet.

La Flecha de Lanzarote, como su propio nombre indica, tiene forma de flecha acabada en una punta similar a un corazón, sin olvidar multitud de símbolos que adornan todo el conjunto de la sagita. Se puede identificar de manera clara una estrella y lo que puede asemejarse a un péndulo, sin olvidar lo que se parece a la empuñadura de una espada.

El acceso a la Flecha es complicado, ya que la dificultad del terreno impide llegar con facilidad. Está realizada gracias al alisado del terreno y los bordes de la figura recubiertos con piedras que posibilitan su visualización desde el aire. Además, también se recurre al amontonamiento de piedras en detalles determinados de la composición como si fueran de vital importancia, como si se tuvieran que ver más desde el aire que otros.

“La Flecha de Lanzarote” se hizo popular en abril de 2009 cuando Milenio 3 dedicó en su programa unos minutos para tratar la aparición de dicho geoglifo, apuntando que llevaba ya tiempo situado allí.

Tras el programa, las voces tanto a favor como en contra de la autenticidad de la Flecha comenzaron a oírse.

Los creyentes en el fenómeno ufológico comenzaron a hablar de que se trataba de una representación plasmada por una inteligencia de origen extraterrestre, ya que en esa zona del sur de Lanzarote se han concentrado gran número de avistamientos OVNI. También se apoyaban en que la zona es de difícil acceso al tratarse de un Parque Monumental con cierta vigilancia a la acción humana. Por si fuera poco, algunos se atrevieron a decir que representaba a la constelación Saggita, conocida como “La Flecha”, y que la punta del geoglifo apuntaba directamente a un lugar concreto: las pirámides de Giza.

Los más incrédulos hacia la supuesta procedencia extraterrestre de la “Flecha de Lanzarote” hablaban de que aquel dibujo fue realizado de manera artificial, pero que sus creadores eran de la Tierra, y que la explicación no se encontraba mirando a las estrellas o más allá de ellas. Para este grupo se trataría de una creación humana para engañar a la gente y que pensasen que era un geoglifo creado por las tribus canarias que habitaban las islas antes de la llegada de los españoles en un intento por comunicarse con esa divinidad que viviría en las estrellas. Algo que fuera similar a un “Nazca canario”. Razón no les faltaba, ya que muchos de estas creaciones han sido desmontadas a lo largo del mundo, considerándose como auténticos fraudes.

Nada más se habló de la “Flecha de Lanzarote”. Cayó en ese ostracismo al que te relega en muchas ocasiones el olvido. Nunca se llegó a demostrar que fuera un fraude, pero tampoco se llegó a demostrar que fuera una auténtica demostración de que sus autores fueran de un origen exterior a la Tierra. Pero la “Flecha de Lanzarote” sigue ahí, en mitad de un paraíso de difícil acceso como son Los Ajaches, esperando a que alguien meta las coordenadas  28º53’59.70N 13º44’51.35W en Google Earth y comience una investigación con el único objetivo de llegar a un preciado tesoro que muy poca gente, por no decir nadie, ha alcanzado: la Verdad.

Como unos 300 metros antes de llegar a la Plaza del Pozo ya podremos distinguir, a nuestra derecha, La Flecha. Cabe que en un primer momento cueste distinguirla pues a nivel del suelo se confunde con el mismo. Y mucho más según va pasando el tiempo, pues el viento, la lluvia y la propia acción de los que visitan el lugar están provocando que La Flecha vaya quedando, poco a poco, más desdibujada.

Hay una forma de localizarla con facilidad: en el punto indicado (a 300 metros de la Playa), el camino sube, por la izquierda, camino de Playa Quemada. Pues justo en el punto en que el camino empieza a subir, justo enfrente (a nuestra derecha), está la Flecha. Un estrecho y corto sendero, apenas distinguible, llega hasta ella. Hay que tener en cuenta que está realizada rastrillando la tierra,

A lo largo de todo su trazado tiene dibujados seis símbolos, más otros dos exteriores a la misma, uno de los cuales ha sido destruido y modificado por alguna persona recientemente.

Vista desde que se llega a ella por el el sendero, los símbolos son: una punta de flecha de la que salen unos rayos por su parte más ancha (1); una base sobre la que cabalgan dos semicírculos, uno a cada lado del eje central, de los que también salen rayos (2); un círculo con la forma del timón de un barco unido al símbolo anterior por cuatro líneas (3); un trazado con forma de perla o lágrima, con la parte más fina hacia arriba (4); otro círculo (5) y, finalmente, una punta de flecha de, aproximadamente, una cuarta parte del tamaño de la primera y bastante más fina que ella (6).

Fuera del dibujo principal y entre los dos primeros símbolos, en el lado derecho, había originalmente una estrella de seis puntas. Dicho dibujo ha desaparecido actualmente y, en su lugar, alguien ha creado una tosca flecha (7) apuntando hacia abajo que carece de la perfección del resto del trazado.

En la parte superior, entre los símbolos 4 y 5, también a la derecha de los mismos, otro círculo perfecto con un hueco en el medio (8).

Se ha podido comprobar a través del rastreo de fotos aéreas del SIGPAC (Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas) que la flecha no existía en las del año 2000 y que, posiblemente, fue realizada en 2002 o 2003.

 Posición N28.90º W13.7477º referidas a su centro. Entre el Barranco de La Higuera y el Barranco de La Casita.

Jucumari

Jucumari

El Jucumari es una criatura mitológica parte del folklore andino, específicamente de la mitología quechua en el departamento de Chuquisaca Bolivia En criptozoología se lo considera como un posible críptido de alguna especie de homínido extinta.

Su apariencia se asemeja a las descripciones del Pie grande norteamericano, solo que de menor tamaño (1,80 de altura) y más esbelto.

En la época Incaica, los Incas poseían un fuerte en las inmediaciones de la actual Samaipata (Bolivia), lo utilizaban para frenar los ataques guaraníes, desde entonces los “vigías” de dicho fuerte se han familiarizado con la criatura, que supuestamente los “ayudaba”, alertándoles con gritos y aullidos que los guaraníes se acercaban, desde entonces formó parte de la cultura Incaica.

En Argentina, el Jucumari es conocido como Ucumar, o simplemente Ucu, y se asocia a la serranía selvática conocida como El Chorro, en las zonas fronterizas entre este país y Bolivia. En Brasil, en la zona comprendida entre el Departamento Autónomo del Beni y el Mato Grosso, los nativos describen a una criatura similar a la que llaman Maricoxi.

No confundir con: El oso de anteojos (Tremarctos ornatus), también conocido como oso frontino, oso andino, oso sudamericano, ucumari y jukumari, es una especie de mamífero de la familia Ursidae.2​ Es la única especie viviente de su género.2

Mohán

Mohán

El Mohán es uno de los mitos folclóricos más generalizados en Colombia. Se conoce a éste como un varón generalmente, aunque son escasas las historias de mohanas, que vive en las montañas, peñascos, playas de los ríos, rocas cercanas a quebradas, lagunas y ríos colombianos. Según habitantes de la ciudad de Santa Marta, el Mohán se ha colado en la vida normal, usando el seudónimo de José René Meléndez.1​ Se hacen varias descripciones:

  • Algunos lo describen como un ser musgoso, cubierto todo en pelo, con larga y abundante cabellera, ojos brillantes y uñas largas y afiladas.
  • Se cree que los mohanes son varones que viven en las cavernas a orillas de los ríos donde fumaban tabaco y se robaban a las mujeres que más les gustaban cuando éstas a lavaban la ropa en la quebrada, razón por la cual las debía acompañar un varón.
  • Se le describe como un ser humanoide, muy corpulento, con una abundante y descuidada cabellera que utiliza para cubrir gran parte de su cuerpo. Su cara es tosca y de miedoso aspecto, sus frecuentes griterías y risotadas han sido el terror de los hombres que trabajan en el agua, como pescadores, bogas y las lavanderas de ríos.

Características regionales

El mito del Mohán es conocido a lo largo de toda Colombia, sin embargo sus características varían según la región:

Córdoba

En un cerro ubicado en el municipio de Momil (Colombia), de altura a orillas de la ciénaga grande donde en la era precolombina existieron culturas sinúes, fueron encontrados enterrados varios utensilios hechos de barro; según la tradición se le atribuye vida, personalidad propia y poderes sobrenaturales, de ahí frases como “pero el gran Mohán no me deja”.

Cundinamarca

En este departamento, especialmente en el municipio de La Mesa, el Mohán es conocido como el mismo Juan Díaz (inicial propietario de las tierras), y es reconocido como una deidad de las aguas, ríos, quebradas y riachuelos.

En esta región el Mohán es descrito nuevamente como un hombre de abundante cabellera, sin embargo existen aspectos en los que su apariencia es diferente. En Cundinamarca, es descrito como un hombre gigantesco, de ojos brillantes y rojizos con apariencia de llamas de fuego, boca grande, dientes de oro y tez quemada. Al momento de su aparición es juguetón, enamorado y serenatero, y se dedica a perseguir las jóvenes lavanderas. Algunos campesinos de la región dicen haberlo visto por el río Magdalena tocando guitarra o flauta.2​ Describen al mohán con barba espesa y larga como la de un patriarca terrible que infunde autoridad y a la vez una sensación de malicia diabólica; afirman que para el mohan las cuevas de oro son sagradas porque las considera su hogar y refugio.

Tolima

En esta región el Mohán es descrito como un hombre de piel y cabellera oscura, esta última siempre abundante. En algunos municipios se dice que es de baja estatura, musculoso, de ojos y mirada vivaz y abundante pelo. A causa de esta última característica algunos habitantes se refieren a este como un oso negro. En cuanto a su temperamento es reconocido por ser huraño, huidizo, traicionero y receloso.

Leyenda de El Mohán

Este personaje es el más legendario, conocido y respetado en el Tolima. Se puede decir que es el personaje más importante en la mitología tolimense. Se le llama, también, el Poira. Es un ser de forma humana, con la cara quemada por el sol, de cabello largo, ojos penetrantes y picarescos La gente dice que es un gran perseguidor de mujeres.

El Poira es el Mohán travieso y enamorado. Les roba la tranquilidad a las jóvenes, las idiotiza, las emboba y las atrae hacia él con artificios. Sus hazañas son muy conocidas y, hasta hace poco tiempo, no se podía poner en duda su existencia ante las versiones de los campesinos.

Cuentan que el Mohán vivía en los charcos más profundos y peligrosos de algunos ríos y quebradas donde tenía cuevas o cavernas internas que sólo él conocía y consideraba como propios. Son muchas las muchachas que ha raptado, formando así un sin fin de leyendas a cual más fabulosas, irreales y novelescas.

El Mohán aparece por diferentes ríos y quebradas fumando un grueso tabaco para espantar a los insectos. Encanta y enamora a las mujeres que suelen ir a lavar la ropa a estos lugares para luego llevárselas.

La leyenda, que permanece indeleble al paso del tiempo, recorre los pueblos tolimenses y los une alrededor de aquel brujo del agua que también es capaz de regular las crecientes, enredar las atarrayas de los pescadores, voltear canoas y sumergir a los navegantes.

El diamante en el desierto

El diamante en el desierto

La Eyre Highway, llamada así en honor del explorador inglés John Eyre, es la principal vía de comunicación en la costa sur australiana. Recorre más de mil seiscientos kilómetros desde Port Augusta, en Australia El diamante en el desiertoMeridional, hasta Norseman, en Australia Occidental, atravesando el Outback, el desierto que forma la mayor parte del territorio australiano. El único pueblo digno de ese nombre que se puede encontrar en la carretera es Ceduna, con poco más de dos mil habitantes. Está a cuatrocientos kilómetros de Port Augusta. Desde allí hasta el final de la carretera en Norseman lo único que hay son cuatro pequeñas áreas de servicio, cada una a más de doscientos kilómetros de la más cercana. En toda la carretera sólo hay tres gasolineras abiertas las veinticuatro horas del día. Una cada 550 kilómetros. Como para quedarse sin gasolina, sí.

Cartel en la Eyre Highway. “La recta de noventa millas. La recta más larga de Australia”

Una de estas tres estaciones de servicio es el Motel John Eyre, en Caiguna. Aunque decir que el motel está en el pueblo es inexacto. El motel es el pueblo. Está a 145 kilómetros en línea recta de Balladonia, la gasolinera más cercana. La Eyre Highway no tiene ni una sola curva entre los dos pueblos, lo que la convierte en una de las más largas del mundo, digna, quizá, de entrar en el Libro Guiness.

Pero si Caiguna está hoy aquí no es por esa hipotética marca, sino porque está muy cera de algo que, efectivamente, sí que figura en el libro de los récords. 13 kilómetros al noroeste del área de servicio, en mitad de la más absoluta de las nadas, se encuentra el mayor logotipo comercial del planeta, junto con las letras más grandes del mundo. Helo aquí:

Logotipo de Readymix en el desierto australiano. Imagen tomada de Google Maps.

Un enorme diamante con la palabra Readymix en su interior. Como algunos habrán adivinado, Readymix fue la compañía a la que el gobierno australiano encargó construir la Eyre Highway. El rombo de la imagen tiene dos millas de ancho y una de alto (3,2 y 1,6 kilómetros, respectivamente) y, por lo tanto, algo más de cinco km2 de superficie. En la medida estándar de superficie en los telediarios españoles, serían quinientos camposdefútbol. Cada lado del rombo tiene 1800 metros de largo. Las letras miden 240 metros de alto y 180 de ancho. El logotipo no está pintado, ni formado por placas de hormigón, ni nada por el estilo. Está tallado en el suelo de la llanura de Nullarbor (en latín, literalmente, sin árboles), levantando la superficie arenosa de la llanura para dejar a la vista la blanca piedra caliza de debajo.

Existen varias versiones sobre el origen de semejante logotipo. Una de ellas afirma que fue dibujado por unos empleados de la compañía que se aburrían en sus ratos libres. Otra que se trata de una cuádruple pista de aterrizaje (por tamaño, desde luego, podría serlo). Pero la realidad es que, simplemente, en 1965 algún directivo de la compañía tuvo la idea de dejar para la posteridad un recuerdo en la zona, y como escribir “Readymix estuvo aquí” en la puerta del lavabo del motel no le parecía suficiente, sugirió la construcción de la gigantesca imagen de marca. Lamentablemente, olvidó pedirle permiso a los propietarios del terreno, una familia de ganaderos, que se dieron cuenta mucho tiempo después de lo que los obreros de Readymix habían hecho en su propiedad.

La cosa causó cierta polémica en su momento. Caiguna, además de una gasolinera, también era, en tiempos, una estación de radio que los aviones entre Perth y Adelaida utilizaban para orientarse, por lo que los vuelos diarios entre ambas ciudades hacían perfectamente visible el diamante. Uno de los pasajeros que lo vio era directivo de la Mobil en Australia, y solicitó a las autoridades el permiso para construir, en la misma zona, un logotipo gigante de su empresa. El gobierno se negó, temiéndose que la llanura acabara convertida en un tablón de anuncios, y la Mobil preguntó entonces cómo había obtenido la Readymix para plantar su logotipo. Cosa que el gobierno procedió a preguntarse también. Un funcionario gubernamental inquirió a la compañía por los permisos, y desde aquella le respondieron que el rombo, en realidad, era una pista de aterrizaje de emergencias para sus trabajadores. De ahí que, erróneamente, en muchos lugares se mencionara el diamante como una cuádruple pista de aterrizaje, aunque en las cartas aéreas nunca figuró así, sino simplemente como punto de orientación.

Durante varios años el dueño de la estación de servicio de Balladonia se encargó de mantener el diamante visible, con el permiso de la familia propietaria del terreno. Pero en 1980 la propiedad fue vallada, y se retiró el permiso para acceder al rombo. Desde entonces hasta ahora el diamante ha ido cayendo lentamente en el olvido. Las mejoras en la navegación aérea posibilitaron que los aviones se alejaran de tierra, por lo que ninguna ruta aérea pasa actualmente sobre la zona. El Libro Guiness, que había mencionado el logotipo en varias de sus ediciones, dejó de publicitarlo en 1991, al retirar la categoría de “las letras más grandes”. El polvo y la arena del desierto van cubriendo poco a poco el gigantesco diamante, y dentro de no mucho desaparecerá de nuestra vista. Mientras tanto, los dueños del motel John Eyre seguirán organizando excursiones aéreas sobre la llanura para dejar perplejos a los viajeros.

Humancé

Humancé

Humancé (también humanzee, manpanzee o chuman) es un término usado para referirse a los híbridos hipotéticos entre humano y chimpancé y, particularmente, a un peculiar simio de nombre Oliver que fue popularizado en los años 1970 como un posible híbrido auténtico. Supuestamente, Oliver presentaba características excepcionales en un simio, como su costumbre de caminar siempre erguido como los humanos y su gran inteligencia. Esto hizo de Oliver un enigma para la ciencia y también, por desgracia, una sometida estrella del show business y del morbo del público.

Un episodio del programa Unsolved History, transmitido por Discovery Channel el 27 de marzo de 1998, se refirió a la historia de Oliver y mostró los videos que corroboraban su existencia real y su extraña conducta que lo hacía diferente de los chimpancés. Oliver ya no vive y se encontraba bajo el cuidado de la institución Primarily Primates de Texas.

Se trataba de un primate muy conocido en los años 1970 que, según se dice, fue capturado en África, específicamente en la región del Congo, y vendido como un chimpancé.

Supuestamente, Oliver presentaba una apariencia distinta a la de otros chimpancés: tenía menos pelo, un hocico menos pronunciado (le habían quitado los dientes incisivos), un cráneo más pequeño y redondo, y orejas puntiagudas (un rasgo poco frecuente tanto en chimpancés como en humanos). Algunas de estas características le daban un aspecto notablemente humano a Oliver, en comparación con el resto de los chimpancés. Pero estos atributos no eran los únicos que lo hacían especial. Oliver presentaba también comportamientos humanos, tales como caminar erguido (algo que los simios solo hacen durante cortos períodos de tiempo) o sentarse en sillas como los humanos. Supuestamente, también estaba dotado de una gran inteligencia en comparación a otros simios, con la cual podía recibir órdenes complejas y ejecutarlas. También tenía, según afirmaron algunas personas, un olor inusual, distinto al olor de los chimpancés y al de los seres humanos. Asimismo, Oliver disfrutaba más de la presencia de los humanos que de la de los chimpancés. Incluso se decía que era atraído sexualmente por las humanas y no por las hembras de chimpancés, como asegura Janet Berger, esposa del primer dueño de Oliver, quien asegura haber tenido que repeler sus avances constantemente. Además, los chimpancés rechazaban la presencia de Oliver, por lo cual nunca se logró su reproducción.

Se afirma que Oliver ayudaba en las tareas de la casa, pero cuando empezó a demostrar interés sexual por la esposa del dueño del circo fue vendido en 1976 a un abogado de Nueva York llamado Michael Molineroy. Al pasar los años fue vendido sucesivamente hasta llegar a un laboratorio de experimentación animal. Afortunadamente, quizás debido a un exceso de animales para experimentación, Oliver nunca fue requerido para probar los efectos de algún cosmético o medicamento, pero igualmente estuvo confinado por siete años en una pequeña jaula. Oliver fue nuevamente descubierto y por fin retirado del laboratorio en 1996, pero debido a la carencia de movimiento en cautiverio sus músculos se habían atrofiado. Luego de ser rescatado, fue enviado a un hogar de retiro para chimpancés. Allí, finalmente se le realizaron pruebas científicas más creíbles y fiables para tratar de despejar la discusión sobre las numerosas hipótesis sobre su origen.

Las pruebas genéticas realizadas a Oliver revelaron primeramente que tenía cuarenta y siete cromosomas (uno más que un ser humano y uno menos que un chimpancé). El número impar de cromosomas sugeriría fuertemente una hibridación de una cierta clase. Pero posteriormente, luego de varias pruebas que se contradecían entre sí, los análisis que se realizaron en la Universidad de Chicago concluyeron que, a pesar de la apariencia y conducta extraña de Oliver, se trataba de un chimpancé y no de un híbrido, ya que tenía el mismo número de cromosomas que los chimpancés normales. Así, estos estudios descartaron la hipótesis del híbrido pero no descartaron las hipótesis del simio mutante o de de la especie desconocida, así como tampoco descartaron que se tratase de un chimpancé común con alguna combinación casual de rasgos poco usuales. Posteriormente se realizaron dos estudios más específicos para conocer la naturaleza más específica de los padres de Oliver, a través de análisis del ADN mitocondrial (origen materno) y de Cromosoma Y (origen paterno), descubriendo una pequeña mutación en el ADN mitocondrial y concluyéndose que sus padres están relacionados con chimpancés de África central. Queda actualmente como interrogante la explicación sobre su particular bipedismo y morfología, además de otras características que se le atribuyeron a este chimpancé.

Hipótesis

Se propusieron distintas hipótesis para explicar las peculiaridades de Oliver:

  • Oliver como híbrido: Los chimpancés y humanos se encuentran muy estrechamente relacionados (presentando un 98,4% de su ADN en común). Esto permite especular con la posibilidad de individuos híbridos, a pesar de que el número de cromosomas difiere entre ambas especies. Ejemplos reales de hibridaciones entre especies de mamíferos son la mula y los ligres (la descendencia híbrida de un león y un tigre). En este último incluso un ligre hembra puede ser fecundo, a pesar de que los leones y tigres son considerados especies separadas. Según la hipótesis del híbrido, Oliver habría sido producto de una relación zoofílica o el resultado de un experimento.
  • Oliver como simio mutante: Oliver sería un chimpancé nacido con una mutación espontánea que le otorgaba similitudes con los seres humanos, lo cual podría ayudar a explicar la evolución del hombre.
  • Oliver como miembro de una especie nueva: Oliver habría sido un espécimen capturado que correspondería a una nueva subespecie de chimpancé o especie de primate. Incluso algunos criptozoólogos postulan que puede ser el eslabón perdido de los humanos y el origen de las muchas leyendas de hombres monos en África.
  • Oliver como chimpancé: los rasgos físicos de Oliver no parecen estar fuera del rango normal de variación de la especie Pan troglodytes. Los rasgos de comportamiento y su inteligencia, por otra parte, podrían haber sido exagerados (algunos, directamente inventados) por quienes lo exhibían, lo visitaban o le hacían reportajes. Hoy en día se conocen, de todas formas, bastantes casos de chimpancés muy inteligentes. En cuanto a la bipedestación, es una capacidad natural de todos los chimpancés (aunque se cansan con facilidad) y lo utilizan con relativa frecuencia los bonobos. Se dijo que Oliver siempre utilizaba esta forma de locomoción, aunque la veracidad de esta afirmación es difícilmente comprobable. Podría haber sido entrenado para caminar de pie o quizá fue el fruto de un aprendizaje espontáneo.

Investigación científica

En la prensa de los Estados Unidos circularon rumores acerca de supuestas pruebas genéticas realizadas a Oliver; las mismas habrían determinado que tenía cuarenta y siete cromosomas (uno más que un ser humano y uno menos que un chimpancé). Este número impar de cromosomas apoyaría la hipótesis de algún tipo de hibridación de una cierta clase. Sin embargo, estos rumores nunca fueron confirmados y los análisis que se realizaron en la Universidad de Chicago concluyeron que, a pesar de la apariencia y conducta extraña de Oliver, se trataba de un chimpancé y no de un híbrido, ya que tenía el mismo número de cromosomas que los chimpancés normales.2​ Así, estos estudios descartaron la hipótesis del híbrido pero no descartaron las hipótesis del simio mutante o de la especie desconocida, así como tampoco descartaron que se tratase de un chimpancé común con alguna combinación casual de rasgos poco usuales.3​ Posteriormente se realizaron dos estudios más específicos para conocer la naturaleza más específica de los padres de Oliver, a través de análisis del ADN mitocondrial (origen materno) y del cromosoma Y (origen paterno), descubriendo una pequeña mutación en el ADN mitocondrial y concluyéndose que sus padres están relacionados con chimpancés de África central.4​ Queda actualmente como interrogante la explicación sobre su particular bipedismo y morfología, además de otras características que se le atribuyeron a este chimpancé.

¿Otros humancés?

A pesar de ello, a lo largo de los siglos ha habido presuntos informes y rumores sobre posibles humancés.

San Pedro Damián, en el siglo XI, en De bono religiosi status et variorum animatium tropologia[cita requerida], relata el caso del Conde Gulielmus, quien tenía un querido mono que se convirtió en amante de su esposa. Un día el mono se puso “enfadado de celos” al ver que el conde se quedaba con su esposa y por ello lo atacó fatalmente. Damián afirmó que le fue narrado este incidente por el papa Alejandro II y se le mostró una criatura nombrada “Maimo”, que, según ellos, era la descendencia de la condesa y el mono.

Existen también rumores y leyendas urbanas sobre humancés. Una historia es sobre un chimpancé común que se impregnó con esperma humano en un laboratorio en China, pero fue muerto antes de ocurrir el nacimiento, producto de una revuelta.[cita requerida]

Se dice [¿por quién?] que en los años 1920, el biólogo soviético Ilya Ivanovich Ivanov llevó a cabo una serie de experimentos para crear un híbrido. Trabajando al principio con esperma humano y hembras de chimpancé, ninguno de sus esfuerzos logró terminar en un embarazo. En 1929 organizó un conjunto de experimentos que involucraban esperma del mono y voluntarias humanas, que fue retardado producto de la muerte de su último orangután.[cita requerida]

Una historia similar, informada por Dr. Gordon Gallup, psicólogo de la Universidad de Albany, declaró que un híbrido humano-chimpancé había sido engendrado con éxito y nacido en el viejo Yerkes National Primate Research Center en el Orange Park, Florida (Estados Unidos), pero fue destruido poco después por los científicos.[cita requerida]

Momo rei

Momo rei

El monstruo de Missouri

La leyenda arranca en el caluroso verano de 1972, en un pueblecito de Missouri llamado Louisiana, cuando tres niños de una misma familia, de 15, 8 y 5 años, aseguran haber visto mientras jugaban en el bosque a un extraño ser peludo, de algo más de dos metros de altura, aproximarse a ellos de forma misteriosa, portando –aseguraron- una especie de animalillo entre los brazos.

Aspecto posible del monstruo de Missouri según la web FORTEANA

El encuentro fue seguido por otros muchos en la localidad a lo largo de los días siguientes, acompañados siempre por algunas de las características que habían denunciado los niños –un fuerte mal olor, aspecto del monstruo muy parecido al de una persona, quizá un simio– junto a otros fenómenos como extrañas huellas, agujeros, muerte de animales domésticos y un extraño aullido que parecía provenir de lo más profundo del bosque, siempre en plena noche.

Pese a las batidas, y las numerosas operaciones de búsqueda que se pusieron en marcha aquellos días por parte de familiares, vecinos e incluso investigadores, el monstruo no volvió a ser visto, sólo a través de los indicios que sus perseguidores iban encontrando a su paso –de nuevo el mal olor, las huellas, el rastro entre las ramas del bosque– y aquel sonido que, durante muchos días, siguió escuchándose en el lugar.

Retrato robot del presunto monstruo realizado por los testigos.

Cuentan que, allá donde estos signos aparecían, los perros se resistían a entrar, como si temieran al monstruo.

También que la última prueba que se encontró de él fueron unas extrañas pisadas en mitad de un jardín, varios días después del primer avistamiento.

En la actualidad, el paso de los años ha hecho olvidar a muchos esta leyenda, que sin embargo sigue viva entre los habitantes de Louisiana. Muchos, todavía hoy, viajan a lo largo de la carretera que bordea el río Missouri, próximo a la localidad, esperando encontrarse al monstruo…