Este Mundo, a veces insólito
Calendario
mayo 2018
L M X J V S D
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28293031  

Archivo diario: 11 mayo, 2018

Humancé

Humancé

Humancé (también humanzee, manpanzee o chuman) es un término usado para referirse a los híbridos hipotéticos entre humano y chimpancé y, particularmente, a un peculiar simio de nombre Oliver que fue popularizado en los años 1970 como un posible híbrido auténtico. Supuestamente, Oliver presentaba características excepcionales en un simio, como su costumbre de caminar siempre erguido como los humanos y su gran inteligencia. Esto hizo de Oliver un enigma para la ciencia y también, por desgracia, una sometida estrella del show business y del morbo del público.

Un episodio del programa Unsolved History, transmitido por Discovery Channel el 27 de marzo de 1998, se refirió a la historia de Oliver y mostró los videos que corroboraban su existencia real y su extraña conducta que lo hacía diferente de los chimpancés. Oliver ya no vive y se encontraba bajo el cuidado de la institución Primarily Primates de Texas.

Se trataba de un primate muy conocido en los años 1970 que, según se dice, fue capturado en África, específicamente en la región del Congo, y vendido como un chimpancé.

Supuestamente, Oliver presentaba una apariencia distinta a la de otros chimpancés: tenía menos pelo, un hocico menos pronunciado (le habían quitado los dientes incisivos), un cráneo más pequeño y redondo, y orejas puntiagudas (un rasgo poco frecuente tanto en chimpancés como en humanos). Algunas de estas características le daban un aspecto notablemente humano a Oliver, en comparación con el resto de los chimpancés. Pero estos atributos no eran los únicos que lo hacían especial. Oliver presentaba también comportamientos humanos, tales como caminar erguido (algo que los simios solo hacen durante cortos períodos de tiempo) o sentarse en sillas como los humanos. Supuestamente, también estaba dotado de una gran inteligencia en comparación a otros simios, con la cual podía recibir órdenes complejas y ejecutarlas. También tenía, según afirmaron algunas personas, un olor inusual, distinto al olor de los chimpancés y al de los seres humanos. Asimismo, Oliver disfrutaba más de la presencia de los humanos que de la de los chimpancés. Incluso se decía que era atraído sexualmente por las humanas y no por las hembras de chimpancés, como asegura Janet Berger, esposa del primer dueño de Oliver, quien asegura haber tenido que repeler sus avances constantemente. Además, los chimpancés rechazaban la presencia de Oliver, por lo cual nunca se logró su reproducción.

Se afirma que Oliver ayudaba en las tareas de la casa, pero cuando empezó a demostrar interés sexual por la esposa del dueño del circo fue vendido en 1976 a un abogado de Nueva York llamado Michael Molineroy. Al pasar los años fue vendido sucesivamente hasta llegar a un laboratorio de experimentación animal. Afortunadamente, quizás debido a un exceso de animales para experimentación, Oliver nunca fue requerido para probar los efectos de algún cosmético o medicamento, pero igualmente estuvo confinado por siete años en una pequeña jaula. Oliver fue nuevamente descubierto y por fin retirado del laboratorio en 1996, pero debido a la carencia de movimiento en cautiverio sus músculos se habían atrofiado. Luego de ser rescatado, fue enviado a un hogar de retiro para chimpancés. Allí, finalmente se le realizaron pruebas científicas más creíbles y fiables para tratar de despejar la discusión sobre las numerosas hipótesis sobre su origen.

Las pruebas genéticas realizadas a Oliver revelaron primeramente que tenía cuarenta y siete cromosomas (uno más que un ser humano y uno menos que un chimpancé). El número impar de cromosomas sugeriría fuertemente una hibridación de una cierta clase. Pero posteriormente, luego de varias pruebas que se contradecían entre sí, los análisis que se realizaron en la Universidad de Chicago concluyeron que, a pesar de la apariencia y conducta extraña de Oliver, se trataba de un chimpancé y no de un híbrido, ya que tenía el mismo número de cromosomas que los chimpancés normales. Así, estos estudios descartaron la hipótesis del híbrido pero no descartaron las hipótesis del simio mutante o de de la especie desconocida, así como tampoco descartaron que se tratase de un chimpancé común con alguna combinación casual de rasgos poco usuales. Posteriormente se realizaron dos estudios más específicos para conocer la naturaleza más específica de los padres de Oliver, a través de análisis del ADN mitocondrial (origen materno) y de Cromosoma Y (origen paterno), descubriendo una pequeña mutación en el ADN mitocondrial y concluyéndose que sus padres están relacionados con chimpancés de África central. Queda actualmente como interrogante la explicación sobre su particular bipedismo y morfología, además de otras características que se le atribuyeron a este chimpancé.

Hipótesis

Se propusieron distintas hipótesis para explicar las peculiaridades de Oliver:

  • Oliver como híbrido: Los chimpancés y humanos se encuentran muy estrechamente relacionados (presentando un 98,4% de su ADN en común). Esto permite especular con la posibilidad de individuos híbridos, a pesar de que el número de cromosomas difiere entre ambas especies. Ejemplos reales de hibridaciones entre especies de mamíferos son la mula y los ligres (la descendencia híbrida de un león y un tigre). En este último incluso un ligre hembra puede ser fecundo, a pesar de que los leones y tigres son considerados especies separadas. Según la hipótesis del híbrido, Oliver habría sido producto de una relación zoofílica o el resultado de un experimento.
  • Oliver como simio mutante: Oliver sería un chimpancé nacido con una mutación espontánea que le otorgaba similitudes con los seres humanos, lo cual podría ayudar a explicar la evolución del hombre.
  • Oliver como miembro de una especie nueva: Oliver habría sido un espécimen capturado que correspondería a una nueva subespecie de chimpancé o especie de primate. Incluso algunos criptozoólogos postulan que puede ser el eslabón perdido de los humanos y el origen de las muchas leyendas de hombres monos en África.
  • Oliver como chimpancé: los rasgos físicos de Oliver no parecen estar fuera del rango normal de variación de la especie Pan troglodytes. Los rasgos de comportamiento y su inteligencia, por otra parte, podrían haber sido exagerados (algunos, directamente inventados) por quienes lo exhibían, lo visitaban o le hacían reportajes. Hoy en día se conocen, de todas formas, bastantes casos de chimpancés muy inteligentes. En cuanto a la bipedestación, es una capacidad natural de todos los chimpancés (aunque se cansan con facilidad) y lo utilizan con relativa frecuencia los bonobos. Se dijo que Oliver siempre utilizaba esta forma de locomoción, aunque la veracidad de esta afirmación es difícilmente comprobable. Podría haber sido entrenado para caminar de pie o quizá fue el fruto de un aprendizaje espontáneo.

Investigación científica

En la prensa de los Estados Unidos circularon rumores acerca de supuestas pruebas genéticas realizadas a Oliver; las mismas habrían determinado que tenía cuarenta y siete cromosomas (uno más que un ser humano y uno menos que un chimpancé). Este número impar de cromosomas apoyaría la hipótesis de algún tipo de hibridación de una cierta clase. Sin embargo, estos rumores nunca fueron confirmados y los análisis que se realizaron en la Universidad de Chicago concluyeron que, a pesar de la apariencia y conducta extraña de Oliver, se trataba de un chimpancé y no de un híbrido, ya que tenía el mismo número de cromosomas que los chimpancés normales.2​ Así, estos estudios descartaron la hipótesis del híbrido pero no descartaron las hipótesis del simio mutante o de la especie desconocida, así como tampoco descartaron que se tratase de un chimpancé común con alguna combinación casual de rasgos poco usuales.3​ Posteriormente se realizaron dos estudios más específicos para conocer la naturaleza más específica de los padres de Oliver, a través de análisis del ADN mitocondrial (origen materno) y del cromosoma Y (origen paterno), descubriendo una pequeña mutación en el ADN mitocondrial y concluyéndose que sus padres están relacionados con chimpancés de África central.4​ Queda actualmente como interrogante la explicación sobre su particular bipedismo y morfología, además de otras características que se le atribuyeron a este chimpancé.

¿Otros humancés?

A pesar de ello, a lo largo de los siglos ha habido presuntos informes y rumores sobre posibles humancés.

San Pedro Damián, en el siglo XI, en De bono religiosi status et variorum animatium tropologia[cita requerida], relata el caso del Conde Gulielmus, quien tenía un querido mono que se convirtió en amante de su esposa. Un día el mono se puso “enfadado de celos” al ver que el conde se quedaba con su esposa y por ello lo atacó fatalmente. Damián afirmó que le fue narrado este incidente por el papa Alejandro II y se le mostró una criatura nombrada “Maimo”, que, según ellos, era la descendencia de la condesa y el mono.

Existen también rumores y leyendas urbanas sobre humancés. Una historia es sobre un chimpancé común que se impregnó con esperma humano en un laboratorio en China, pero fue muerto antes de ocurrir el nacimiento, producto de una revuelta.[cita requerida]

Se dice [¿por quién?] que en los años 1920, el biólogo soviético Ilya Ivanovich Ivanov llevó a cabo una serie de experimentos para crear un híbrido. Trabajando al principio con esperma humano y hembras de chimpancé, ninguno de sus esfuerzos logró terminar en un embarazo. En 1929 organizó un conjunto de experimentos que involucraban esperma del mono y voluntarias humanas, que fue retardado producto de la muerte de su último orangután.[cita requerida]

Una historia similar, informada por Dr. Gordon Gallup, psicólogo de la Universidad de Albany, declaró que un híbrido humano-chimpancé había sido engendrado con éxito y nacido en el viejo Yerkes National Primate Research Center en el Orange Park, Florida (Estados Unidos), pero fue destruido poco después por los científicos.[cita requerida]