Este Mundo, a veces insólito

Calendario
noviembre 2018
L M X J V S D
 1234
567891011
12131415161718
19202122232425
2627282930  

Archivo mensual: noviembre 2018

Acoplamiento automático de naves

Cosmos 186 y Cosmos 188

Sello soviético conmemorando el acoplamiento de Cosmos 186 y Cosmos 188.

Cosmos 186 fue una misión no tripulada de una nave Soyuz 7K-OK lanzada el 27 de octubre de 1967 desde el cosmódromo de Baikonur. Se acopló con la Soyuz de la misión Cosmos 188, también sin tripular, en el que fue el primer acoplamiento automático de dos naves en el espacio.

Cosmos 186

Índice COSPAR: 1967-105A

País: URSS

Cohete portador: Soyuz

Lugar de inicio: Bajkonur, SSR kazajo

Órbita (objetivo, inicial)

Perigeo: 172 [1] km

Apogeo: 212 [1] km

Periodo de circulación: 88.7 [1] min

Inclinación: 51.7 [1] °

Excentricidad: 0.00304 [1]

Duración

El comienzo de la misión: 27 de octubre de 1967 (9:30 UTC)

Regreso a la atmosfera: 31 de octubre de 1967

Dimensiones

Peso total: 6000 [1] kg

Kosmos 186 (ruso: Космос-186) – vuelo espacial no tripulado como parte del programa Soyuz.La misión Kosmos 186 se usó para probar la maniobra de atracar naves en órbita alrededor de la Tierra.

Las naves se acoplaron en el segundo intento. Las naves quedaron unidas, pero no se consiguió el acoplamiento total ni la conexión eléctrica entre ambas naves debido a un error en el alineamiento entre ambas.

Antes de la reentrada el seguidor estelar de la nave, produciendo una reentrada balística.

La misión fue programada para coincidir con las celebraciones del 50 aniversario de la Revolución de octubre.

Cosmos 186 incorporó un cuerpo de reentrada (cápsula) para aterrizar instrumentos científicos y objetos de prueba. El acoplamiento automático de satélites en órbita se llevó a cabo el 30 de octubre de 1967 por Cosmos 186 y Cosmos 188. La búsqueda mutua, el acercamiento, el amarre y el atraque se realizaron automáticamente. Después de 3.5 horas de vuelo conjunto, los satélites se separaron en una orden enviada desde la Tierra y continuaron orbitando por separado. El 31 de octubre de 1976, Cosmos 186 realizó un aterrizaje suave en una región predeterminada de la URSS.

Cosmos 188

Cosmos 188 (en ruso: Космос-188) fue una misión no tripulada de una nave Soyuz 7K-OK lanzada el 30 de octubre de 1967 desde el cosmódromo de Baikonur, tras un retraso de un día. Se acopló con la Soyuz de la misión Cosmos 186, también sin tripular, en el que fue el primer acoplamiento automático de dos naves en el espacio.

Las naves se acoplaron en el segundo intento. Las naves quedaron unidas, pero no se consiguió el acoplamiento total ni la conexión eléctrica entre ambas naves debido a un error en el alineamiento entre ambas.

Antes de la reentrada el sensor de actitud de la nave, un sensor de flujo de iones, falló produciendo que el encendido del motor se produjese en una dirección incorrecta y provocando una reentrada descontrolada y fuera de la trayectoria planeada. Cuando la nave detectó el desvío del curso previsto activó el sistema de autodestrucción, produciendo la explosión de la cápsula a una altura de entre 60 y 70 km sobre la ciudad de Irkutsk.

En octubre de 1967, un par de naves espaciales Soyuz no tripuladas, oficialmente identificadas como Kosmos-186 y Kosmos-188, lograron el primer acoplamiento totalmente robótico en órbita del mundo. Este logro de ingeniería verdaderamente notable proporcionó un gran estímulo moral para el programa espacial soviético que aún se tambaleaba por la pérdida de Vladimir Komarov. A largo plazo, el acoplamiento automático abrió la puerta a numerosos avances futuros en la exploración del espacio, incluidas las primeras misiones lunares y las primeras estaciones orbitales. El acoplamiento automático soviético se produjo después de que la tripulación de la nave espacial estadounidense Gemini-8 hiciera un acoplamiento controlado manualmente con un cohete Agena en marzo de 1966.

Misión conjunta de Kosmos-186 y Kosmos-188 de un vistazo:

–                                    Kosmos-186                                          Kosmos-188

Designación de nave espacial                                                     Soyuz , 7K-OK -11F615 No. 6 activo     Soyuz , 7K-OK -P 11F615 No. 5 pasivo

Fecha de lanzamiento   1967 27 de octubre                               1967 30 de octubre

Sitio de lanzamiento     Sitio 31                                                  Sitio 1

Fecha de aterrizaje       1967 31 de octubre (descenso y aterrizaje balísticos)         1967 3 de noviembre (volado en el descenso)

Misión                          Encuentro activo y acoplamiento con el Vehículo n. ° 5    Encuentro pasivo y acoplamiento con el Vehículo n. ° 6

Tripulación                   Sin tripulación                                       Sin tripulación

 

 

 

 

 

 

La escritura en las hojas de palma

La escritura en las hojas de palma

Las misteriosas escrituras halladas en hojas de palma que nadie puede traducir

La información contenida sobre este soporte vegetal podría perderse para siempre

Dos ejemplos de los cuatro documentos que no se han podido traducir – GOVERNMENT ORIENTAL MANUSCRIPTS LIBRARY

ABC-09/07/2018 11:15h

Desde el nacimiento de la escritura en torno al año 3000 a.C., el desarrollo de la escritura ha sido distinto en función del territorio. Tanto, que día de hoy existen distintas lenguas que resultan imposibles de traducir. La biblioteca Oriental de Manuscritos del gobierno de Chennai, en el sur de la India, cuenta con una colección compuesta por más de 70.000 manuscritos de distinta procedencia. Entre estos se encuentran documentos escritos en una extraña escritura antigua que, hasta el momento, nadie ha sido capaz de descifrar.

«No tenemos esta escritura registrada. Está realizada en hojas de palma, y vino con el resto de la colección cuando nuestra biblioteca abrió, en 1869», explica en unas declaraciones recogidas por la «BBC» el bibliotecario Chandra Mohan. Mohan afirma que la institución guarda en la actualidad 50.180 manuscritos realizados sobre hojas de palama, 22.134 manuscritos en papel y 26.556 obras de referencia. Dentro de estas, 49.000 están escritas en sánscrito, mientras las escritas en tamil están en torno a las 16.000.

La mayoría de los manuscritos se escriben en hojas de palma, pero algunas también se escriben en láminas de cobre.

Muchos de estos documentos formaban parte de la colección privada del coronel Colin McKenzie, el primer topógrafo de la India. «Él hizo que parte de su personal viajara por todo el país, especialmente por el sur, para recolectar estas escrituras», relata Chandra Mohan en una entrevista al diario «The Hindu». La coleeción de McKenzie está conformada por obras de literatura, historia, medicina y naturaleza.

Mckenzie murió en 1821 y la compañía East India compró su colección.

Esta fue agrupada en tres partes y una de ellas fue enviada a Chennai, en el sur del país. Mientras, otros dos trabajadores de la compañía tenían su propia colección.

Fue un profesor de sánscrito de la Universidad Presidency de Calcuta quien jugó un rol crucial en reunir toda la colección bajo el mismo techo.

Fue uno de los académicos que visitó la biblioteca en 2008 quien se encontró con unas escrituras no identificadas e hizo una suposición. «Él creía que los manuscritos habían venido de Karnataka y que lo más probable era que pertenecieran a la época de Krishnadevaraya (un guerrero del siglo XVI)», recuerda Mohan. Ahora, esa escritura no identificada, que se extiende por cuatro páginas, se encuentra en la sala de exhibición de la biblioteca.

«En 1965 publicamos un anuncio en un periódico regional y convocamos a lingüistas y académicos a que nos ayudaran a identificar las escrituras, pero no obtuvimos ninguna respuesta», dice Mohan.

La biblioteca reúne esfuerzos actualmente para preservar tanto el manuscrito misterioso como el resto de los que la biblioteca atesora.

Una combinación de métodos químicos y manuales están siendo usados para evitar su deterioro.

“Cada tres meses usamos aceite de citronela para preservar las copias,” dice Mohan.

“También hemos incorporado tecnología moderna y hemos podido laminar varias escrituras, además de nuestros esfuerzos de digitalización y transcripción.”

Las autoridades del estado concedieron US$45.000 a la biblioteca para que pueda modernizar y digitalizar su contenido.

El remozamiento probablemente haga más entendibles las escrituras. Pero ¿podría esto llevar a su identificación?

“Quizás en algún momento en el futuro un académico será capaz de interpretar estas escrituras. Si no, toda esta información se perderá.”

La biblioteca preserva manuscritos en diversas lenguas, incluyendo el telugu.

Juan José Prieto Gutiérrez 19 de Septiembre de 2016

Los manuscritos realizados sobre hoja de palma son uno de los soportes de lectura más asombrosos jamás realizados. Es muy importante destacar que fueron uno de los primeros materiales de escritura comenzándose a grabar antes del siglo V antes de Cristo.

Originalmente se concentraron, en el Sur y en el Sudeste Asiático y fueron empleados durante más de dos mil años para transmitir el saber y el conocimiento de unas generaciones a otras. Concretamente las materias incluidas en los mismos abarcan desde las matemáticas, arte, astronomía, astrología, temas religiosos y medicina, entre otras.

Fueron un medio popular en donde se grababan, mediante una aguja o punzón metálico las letras, en las hojas secas de palma en donde posteriormente se aplicaba, para mejorar la legibilidad de la lectura, cenizas y aceites aromáticos.

En la actualidad, podemos ubicar los manuscritos de palma en varios países, siendo India el que más salvaguarda. Aunque muchos de ellos se sitúan, por falta de medios, en malas condiciones.

Libros de hojas de palmera

Hoy os vamos a hablar de un formato de libros muy curioso, que nos trae peripatus_capensis, nuestro vendedor de libros favorito de eBay. Se trata de los libros de hojas de palmera, un extraño formato de publicación.

Historia

En el sudeste asiático (India, Tailandia, Burma, Sri Lanka, e Indonesia) la forma tradicional de los libros manuscritos, desde el siglo V a.C., consistía en tiras de hojas de palmera (o de palma talipot -palmera de Ceilán-).

El tamaño de las hojas solía elegirse en función de su uso, y para los libros valiosos la medida aceptada era de dos palmos y cuatro dedos, con una anchura de 3-4 dedos, es decir aproximadamente 48 cm de largo por 4 cm de ancho.

Aunque en función del lugar de origen pueden ofrecer una gran variedad de tamaños, el promedio es la medida antes indicada. Las mayores o más pequeñas son raras.

Las tiras de hojas de palmera son más gruesas y rígidas que la de talipot, mientras que la de ésta son mas finas, flexibles y tienen una mejor perdurabilidad (más de 300 años). Para su uso, las hojas eran sometidas a un complicado proceso en el que eran tratadas con arena para su pulimento y también  hervidas en agua o leche para endurecerlas. Después se realizaban en las tiras uno, dos o tres orificios. Estas hojas preparadas para la escritura se denominaban ola (u olla).

Las hojas eran “escritas” mediante incisiones realizadas con instrumentos punzantes. Estas incisiones se ponen más oscuras que el resto de la hoja gracias a aplicaciones de extractos vegetales o aceites aromáticos, lo que las hace más legibles al tiempo que le proporciona un efecto repelente para los insectos. No es raro encontrar libros de hojas de palmera en los que se han realizado adiciones o enmiendas con lápiz o pluma con posterioridad.

Cuando el libro estaba concluido se les añadía “tapas” de madera “poth kammba” para una mejor conservación. Era frecuente que estas tapas tuvieran adornos en bronce, cobre, plata e incluso oro. Después se pasaban por los orificios un cordel para mantener unido y ordenado el conjunto.

El contenido de este tipo de manuscritos suele ser mitológico, crónicas históricas, tratados religiosos, salmos, prescripciones médicas, horóscopos, calendarios…

Se estima que en la actualidad, ni el 10% de los manuscritos han sido estudiados, y mucho menos transcritos o impresos.

Reparación

Los procedimientos de reparación de los manuscritos estropeados comprenden la limpieza con agua y glicerina, el “retintado”, la flexibilización con determinados aceites o polietilenglicol, la reparación de las láminas rotas, empleando por ejemplo acetato de polivinilo, y también la fumigación para prevenir las plagas de insectos y la sustitución del encordado por cordoncillo de seda.

Adquisición

El precio de adquisición de estos libros depende sobre todo de su antigüedad.

Se vienen realizando desde hace miles de años y en la actualidad se ha recuperado la tradición, vendiéndose en algunos países principalmente como artesanía para los turistas occidentales.

Un auténtico manuscrito antiguo puede tener un valor incalculable, superior con mucho a los 1000 euros. Los que tienen entre 80 y 160 años, la mayoría de los que pueden encontrarse actualmente que no sean nuevos, se cotizan en función de su conservación, tamaño y número de hojas, siendo los precios más usuales entre 100 y 600 euros.

Los de reciente creación, preparados como recuerdos de artesanía, suelen ser pequeños tanto en extensión como en dimensiones de la hoja de palmera, principalmente constan de dibujos que los hacen más atractivos y suele apreciarse que son trabajos nuevos. Su precio, dependiendo también de sus características puede oscilar entre los 30 y los 60 euros aproximadamente.

Desde luego, estos precios deben tomarse siempre de una forma relativa y cada cual debe ajustarse a sus gustos y decisiones.

Código Jötunvillur

Código Jötunvillur

Descifrado por un investigador noruego

De AncientPages.com

AncientPages.com – ¿Por qué los Vikingos crearon los códigos? Este largo rompecabezas sin respuesta ha desconcertado a los lingüistas e historiadores.

Los investigadores aún no lo saben con certeza.

Se han encontrado alrededor de 80 inscripciones con diferentes códigos de runas en Escandinavia y las Islas Británicas. Las inscripciones más antiguas se pueden remontar a los 800.

“El misterioso código Jötunvillur, que data de los siglos 12 o 13 de Escandinavia, ha sido descifrado por K Jonas Nordby de la Universidad de Oslo, después de estudiar un palo del siglo 13 en el que dos hombres, Sigurd y Lavrans, habían tallado su nombre tanto en código como en runas estándar. “.

“El código jötunvillur se encuentra en solo nueve inscripciones, de diferentes partes de Escandinavia, y nunca se ha interpretado antes.

Comúnmente se cree que los vikingos usaron la criptografía para ocultar mensajes secretos. Según Nordby, los vikingos usaron códigos para jugar, intercambiar mensajes diarios frecuentes y aprender las runas, en lugar de comunicarse.

Vikingos de la vida real y la gente nórdica medieval habían tallada códigos rúnicas en palos de madera, piedras y otros objetos. Comúnmente se cree que los vikingos usaron la criptografía para ocultar mensajes secretos. Según Nordby, los vikingos usaron códigos para jugar, intercambiar mensajes diarios frecuentes y aprender las runas, en lugar de comunicarse. Las cifras muestran también que los vikingos jugaron con escritura.

Un mensaje bastante directo escrito en código: “Kiss me” está grabado en una pieza de hueso hallada en Sigtuna en Suecia, que data del siglo XII o XIII. El código está en las runas de cifrado, el código más común conocido en la Escandinavia medieval. Esta variedad se llama runas de hielo. (Foto: Jonas Nordby)

Dos hombres, Sigurd y Lavrans, grabaron sus nombres en código y en runas estándar en este palo, que data del siglo XIII y se encontraron en el muelle de Bergen. Esto ayudó al investigador Jonas Nordby a descifrar el código jötunvillur. Foto: Aslak Liestøl / Museo de Historia Cultural, Universidad de Oslo

Hasta el momento, lo que él llama su “piedra Rosetta”, que se encontró en el muelle de Bergen, es el único lugar en el que es posible estar seguro de lo que dice el código jötunvillur, aunque cree que otra runa puede haber sido inscrita con el nombre Thorstein, y otro con el nombre Einar.

Luego se dio cuenta, continuó, que en jötunvillur, el signo de la runa se intercambia por el último sonido en el nombre de la runa, por lo que, por ejemplo, la runa “m”, maðr, se escribiría como la runa de “r”.

“Pensé ‘wow, este es el sistema, esta es la solución, ahora podemos leer este texto”, dijo Nordby. Pero el código resultó ser extremadamente confuso, porque muchas runas terminan en el mismo sonido, “por lo que debe decidir cuál elegir”.

“Estas runas fueron talladas por el hombre más rudimentario al oeste del mar”, se jactó el autor de este texto. La inscripción está en runas de cifrado y en runas regulares. Fue encontrado en una cámara funeraria de principios de la Edad de Piedra en la que los escandinavos irrumpieron en el 1100 en las Islas Orcadas. “Un grupo típico de adolescentes varones bromeaba y escribía cuentos sobre tesoros y su propia proeza sexual”, dice el runólogo Jonas Nordby. (Foto: Bengt A. Lundberg / Riksantikvarieämbetet)

Los palos en los que se ha escrito el código, dijo Nordby, son “objetos cotidianos, por lo que a menudo se encuentran nombres en ellos, ya sea porque los usaron para comunicar que era algo que querían conservar o vender, o para practicar la escritura, o porque estaban hablando de personas, por lo que los nombres aparecen con frecuencia”.

Una runa del muelle de Bergen es un testimonio de un uso travieso de la escritura rúnica. Las líneas en las barbas de estos hombres comprenden un mensaje, escrito en runas de cifrado. Foto: Aslak Liestøl / Museo de Historia Cultural, Universidad de Oslo

Muchas runas se han excavado en Escandinavia, datan de los años 1100 y 1200, dijo. Solo unos pocos códigos de uso e incluso menos usan el código jötunvillur. “Se usaban para comunicarse, como los SMS de la Edad Media: eran mensajes frecuentes que tenían validez en el aquí y el ahora”, dijo.

“Tal vez un mensaje a una esposa, o una transacción”.

El reciente descubrimiento “nos ayuda a comprender que había más códigos de los que conocíamos”. Cada inscripción rúnica que interpretamos aumenta nuestras esperanzas de poder leer más pronto. Este es un trabajo de detective puro y cada nuevo método mejora nuestras posibilidades “, dijo Henrik Williams, profesor del Departamento de Idiomas Escandinavos de la Universidad de Uppsala y experto sueco en runas.