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Códigos famosos

En esta relación, mayoritariamente, se incluyen Escrituras y/o Códigos famosos (generalmente sin descifrar), en cualquier formato y soporte, y de cualquier época. Unos son escrituras, generalmente antiguas, otros son códigos que pueden tener origen desconocido o no. Algunos se han descifrado sólo en parte, o su descifrado ofrece dudas. Otros ya están descifrados, pero se incluyen debido a su fama.

Evidentemente debido al avance de la criptografía, cada día quedan menos códigos por descifrar.
Se ha huido de los mitos no comprobados, solo se incluyen si hay datos físicos palpables.

Liber Linteus Zagrabiensis

Liber Linteus Zagrabiensis

Fotografía del Liber Linteus Zagrabiensis.

El Liber Linteus Zagrabiensis (en latín: Libro de lino de Zagreb), también conocido como Liber Agramensis, es el texto más largo conocido escrito en lengua etrusca (se estima que sus 230 líneas contienen unas 13 000 palabras, aunque sólo unas 1 200 palabras son legibles, dado su estado de conservación) y el único libro existente escrito en lino.

Reproducción de parte del texto.

El documento, que ha sido datado de alrededor del siglo I a.C.,1​ se trata de un texto caligrafiado en tintas roja y negra en una docena de columna verticales sobre un trapo de lino dividido en veinte recuadros rectangulares, que fue utilizado en el período Ptolemaico para vendar la momia de una mujer. Fue encontrado en Egipto a mediados del siglo XIX. Se le llama “de Zagreb” por la ciudad de Zagreb, Croacia, en cuyo museo arqueológico se conserva actualmente y donde fue transportada la momia desde Egipto por Mihail de Brariæ. El texto, que parece un calendario ritual, fue estudiado solo a partir de finales del siglo XIX.

El Liber Linteus una momia con un misterioso mensaje

En 1798, el francés de Napoleón Bonaparte lanzó una campaña militar en Egipto. Junto con los soldados y personal militar, Napoleón trajo un gran número de estudiosos y científicos conocidos como sabios cuando invadió el país. La participación de estos eruditos en la guerra dio lugar a un interés europeo renovado en el antiguo Egipto, conocida como egiptomanía. 

Con el tiempo, artefactos egipcios, incluyendo estatuas, papiros e incluso momias estaban siendo enviados desde el valle del Nilo a los museos de toda Europa. Una momia particularmente interesante, y sus no menos famosas vendas de lino, conocido como el Liber Linteus (del latín ‘Lino libro’), finalmente encontraron su camino en el Museo Arqueológico de Zagreb, Croacia. En 1848, un oficial de Croacia en la Real Chancillería de Hungría con el nombre de Mihajlo Barić renunció a su cargo y decidió viajar un poco. Mientras estaba en Alejandría, Egipto, Barić decidió comprar un recuerdo, y compró un sarcófago que contiene una momia femenina. Cuando Barić regresó a su casa en Viena, mostró la momia por ponerla en la esquina de su sala de estar en una posición vertical. Barić retira la envoltura de lino forma su momia y se muestra en una vitrina aparte.

En 1859, Barić murió, y su hermano Ilija, un sacerdote que vivía en Eslavonia, heredó la momia. Como Ilija no tenía intereses en momias, decidió donar la momia y sus lienzos en el Instituto Estatal de Croacia, Eslavonia y Dalmacia (ahora conocido como el Museo Arqueológico de Zagreb) en 1867. Hasta ese punto del tiempo, nadie había dado cuenta de los escritos sobre envolturas de la momia. Sólo cuando la momia fue examinado por el egiptólogo alemán Heinrich Brugsch (en 1867) que los escritos se notaron. Considerando que son los jeroglíficos egipcios, sin embargo, Brugsch no investigaron más.  Una década más tarde, Brugsch tuvo una conversación casual con un amigo, el explorador británico Richard Burton. Hablaron sobre runas, resultando en Brugsch dando cuenta de que los escritos en vendas de lino de la momia no eran en realidad los jeroglíficos egipcios, pero otro guión. Aunque los dos hombres se dieron cuenta de que los escritos pueden haber sido importantes, ellos erróneamente concluyeron que se trataba de una transliteración del Libro Egipcio de los Muertos en árabe.

En 1891, los lienzos fueron enviados a Viena, y fueron examinados a fondo por un experto en la lengua copta, Jacob Krall. Inicialmente, Krall había esperado que el lenguaje del texto era copto, Caria, o Libia. Tras una inspección más cercana, sin embargo, Krall estableció que el texto fue escrito en etrusco. Mientras que él era capaz de volver a montar las tiras en el orden correcto, Krall fue incapaz de traducir el texto.

Incluso hoy en día, la lengua etrusca todavía no se entiende completamente, como muy poco de la antigua lengua ha sobrevivido. Sin embargo, ciertas palabras pueden ser recogidas a cabo para proporcionar una indicación de la Liber Linteus ‘material’. Basado en las fechas y los nombres de los dioses que se encuentran a lo largo del texto, se piensa que el Liber Linteus era un calendario religioso. Lo que era un libro etrusca de rituales que hacen en una momia egipcia? Una sugerencia es que el fallecido era etrusca rica que huyó a Egipto, tal vez en algún momento durante el siglo III antes de Cristo (el Liber Linteus ha sido datado en este período) o posterior, ya que los romanos fueron anexando territorio etrusco. Como era la norma con otros extranjeros ricos que murieron en Egipto, la joven fue embalsamado antes de su entierro. La presencia de la Liber Linteus puede explicarse como un monumento dejó para los muertos, como parte de la costumbre sepultar etrusca. Sin embargo, el mayor problema con esto es un pedazo de rollo de papiro que fue enterrado con la momia. El desplazamiento identifica el difunto como una mujer egipcia por el nombre de Nesi-Hensu, la esposa de un tebano “a medida divina ‘llamado Paher-Hensu. Por lo tanto, es probable que el Liber Linteus y Nesi-Hensu no estén conectados, y que era probablemente la única ropa de los embalsamadores podría tener en sus manos cuando se estaban preparando esta mujer egipcia para la otra vida. Como resultado de este “accidente” en la historia, el Liber Linteus es el conocido texto conservado más antiguo conservado en la lengua etrusca.

El nombre de la momia…. Nesi-Hensu.

El Liber Linteus Zagrabiensis

La escritura en las hojas de palma

La escritura en las hojas de palma

Las misteriosas escrituras halladas en hojas de palma que nadie puede traducir

La información contenida sobre este soporte vegetal podría perderse para siempre

Dos ejemplos de los cuatro documentos que no se han podido traducir – GOVERNMENT ORIENTAL MANUSCRIPTS LIBRARY

ABC-09/07/2018 11:15h

Desde el nacimiento de la escritura en torno al año 3000 a.C., el desarrollo de la escritura ha sido distinto en función del territorio. Tanto, que día de hoy existen distintas lenguas que resultan imposibles de traducir. La biblioteca Oriental de Manuscritos del gobierno de Chennai, en el sur de la India, cuenta con una colección compuesta por más de 70.000 manuscritos de distinta procedencia. Entre estos se encuentran documentos escritos en una extraña escritura antigua que, hasta el momento, nadie ha sido capaz de descifrar.

«No tenemos esta escritura registrada. Está realizada en hojas de palma, y vino con el resto de la colección cuando nuestra biblioteca abrió, en 1869», explica en unas declaraciones recogidas por la «BBC» el bibliotecario Chandra Mohan. Mohan afirma que la institución guarda en la actualidad 50.180 manuscritos realizados sobre hojas de palama, 22.134 manuscritos en papel y 26.556 obras de referencia. Dentro de estas, 49.000 están escritas en sánscrito, mientras las escritas en tamil están en torno a las 16.000.

La mayoría de los manuscritos se escriben en hojas de palma, pero algunas también se escriben en láminas de cobre.

Muchos de estos documentos formaban parte de la colección privada del coronel Colin McKenzie, el primer topógrafo de la India. «Él hizo que parte de su personal viajara por todo el país, especialmente por el sur, para recolectar estas escrituras», relata Chandra Mohan en una entrevista al diario «The Hindu». La coleeción de McKenzie está conformada por obras de literatura, historia, medicina y naturaleza.

Mckenzie murió en 1821 y la compañía East India compró su colección.

Esta fue agrupada en tres partes y una de ellas fue enviada a Chennai, en el sur del país. Mientras, otros dos trabajadores de la compañía tenían su propia colección.

Fue un profesor de sánscrito de la Universidad Presidency de Calcuta quien jugó un rol crucial en reunir toda la colección bajo el mismo techo.

Fue uno de los académicos que visitó la biblioteca en 2008 quien se encontró con unas escrituras no identificadas e hizo una suposición. «Él creía que los manuscritos habían venido de Karnataka y que lo más probable era que pertenecieran a la época de Krishnadevaraya (un guerrero del siglo XVI)», recuerda Mohan. Ahora, esa escritura no identificada, que se extiende por cuatro páginas, se encuentra en la sala de exhibición de la biblioteca.

«En 1965 publicamos un anuncio en un periódico regional y convocamos a lingüistas y académicos a que nos ayudaran a identificar las escrituras, pero no obtuvimos ninguna respuesta», dice Mohan.

La biblioteca reúne esfuerzos actualmente para preservar tanto el manuscrito misterioso como el resto de los que la biblioteca atesora.

Una combinación de métodos químicos y manuales están siendo usados para evitar su deterioro.

“Cada tres meses usamos aceite de citronela para preservar las copias,” dice Mohan.

“También hemos incorporado tecnología moderna y hemos podido laminar varias escrituras, además de nuestros esfuerzos de digitalización y transcripción.”

Las autoridades del estado concedieron US$45.000 a la biblioteca para que pueda modernizar y digitalizar su contenido.

El remozamiento probablemente haga más entendibles las escrituras. Pero ¿podría esto llevar a su identificación?

“Quizás en algún momento en el futuro un académico será capaz de interpretar estas escrituras. Si no, toda esta información se perderá.”

La biblioteca preserva manuscritos en diversas lenguas, incluyendo el telugu.

Juan José Prieto Gutiérrez 19 de Septiembre de 2016

Los manuscritos realizados sobre hoja de palma son uno de los soportes de lectura más asombrosos jamás realizados. Es muy importante destacar que fueron uno de los primeros materiales de escritura comenzándose a grabar antes del siglo V antes de Cristo.

Originalmente se concentraron, en el Sur y en el Sudeste Asiático y fueron empleados durante más de dos mil años para transmitir el saber y el conocimiento de unas generaciones a otras. Concretamente las materias incluidas en los mismos abarcan desde las matemáticas, arte, astronomía, astrología, temas religiosos y medicina, entre otras.

Fueron un medio popular en donde se grababan, mediante una aguja o punzón metálico las letras, en las hojas secas de palma en donde posteriormente se aplicaba, para mejorar la legibilidad de la lectura, cenizas y aceites aromáticos.

En la actualidad, podemos ubicar los manuscritos de palma en varios países, siendo India el que más salvaguarda. Aunque muchos de ellos se sitúan, por falta de medios, en malas condiciones.

Libros de hojas de palmera

Hoy os vamos a hablar de un formato de libros muy curioso, que nos trae peripatus_capensis, nuestro vendedor de libros favorito de eBay. Se trata de los libros de hojas de palmera, un extraño formato de publicación.

Historia

En el sudeste asiático (India, Tailandia, Burma, Sri Lanka, e Indonesia) la forma tradicional de los libros manuscritos, desde el siglo V a.C., consistía en tiras de hojas de palmera (o de palma talipot -palmera de Ceilán-).

El tamaño de las hojas solía elegirse en función de su uso, y para los libros valiosos la medida aceptada era de dos palmos y cuatro dedos, con una anchura de 3-4 dedos, es decir aproximadamente 48 cm de largo por 4 cm de ancho.

Aunque en función del lugar de origen pueden ofrecer una gran variedad de tamaños, el promedio es la medida antes indicada. Las mayores o más pequeñas son raras.

Las tiras de hojas de palmera son más gruesas y rígidas que la de talipot, mientras que la de ésta son mas finas, flexibles y tienen una mejor perdurabilidad (más de 300 años). Para su uso, las hojas eran sometidas a un complicado proceso en el que eran tratadas con arena para su pulimento y también  hervidas en agua o leche para endurecerlas. Después se realizaban en las tiras uno, dos o tres orificios. Estas hojas preparadas para la escritura se denominaban ola (u olla).

Las hojas eran “escritas” mediante incisiones realizadas con instrumentos punzantes. Estas incisiones se ponen más oscuras que el resto de la hoja gracias a aplicaciones de extractos vegetales o aceites aromáticos, lo que las hace más legibles al tiempo que le proporciona un efecto repelente para los insectos. No es raro encontrar libros de hojas de palmera en los que se han realizado adiciones o enmiendas con lápiz o pluma con posterioridad.

Cuando el libro estaba concluido se les añadía “tapas” de madera “poth kammba” para una mejor conservación. Era frecuente que estas tapas tuvieran adornos en bronce, cobre, plata e incluso oro. Después se pasaban por los orificios un cordel para mantener unido y ordenado el conjunto.

El contenido de este tipo de manuscritos suele ser mitológico, crónicas históricas, tratados religiosos, salmos, prescripciones médicas, horóscopos, calendarios…

Se estima que en la actualidad, ni el 10% de los manuscritos han sido estudiados, y mucho menos transcritos o impresos.

Reparación

Los procedimientos de reparación de los manuscritos estropeados comprenden la limpieza con agua y glicerina, el “retintado”, la flexibilización con determinados aceites o polietilenglicol, la reparación de las láminas rotas, empleando por ejemplo acetato de polivinilo, y también la fumigación para prevenir las plagas de insectos y la sustitución del encordado por cordoncillo de seda.

Adquisición

El precio de adquisición de estos libros depende sobre todo de su antigüedad.

Se vienen realizando desde hace miles de años y en la actualidad se ha recuperado la tradición, vendiéndose en algunos países principalmente como artesanía para los turistas occidentales.

Un auténtico manuscrito antiguo puede tener un valor incalculable, superior con mucho a los 1000 euros. Los que tienen entre 80 y 160 años, la mayoría de los que pueden encontrarse actualmente que no sean nuevos, se cotizan en función de su conservación, tamaño y número de hojas, siendo los precios más usuales entre 100 y 600 euros.

Los de reciente creación, preparados como recuerdos de artesanía, suelen ser pequeños tanto en extensión como en dimensiones de la hoja de palmera, principalmente constan de dibujos que los hacen más atractivos y suele apreciarse que son trabajos nuevos. Su precio, dependiendo también de sus características puede oscilar entre los 30 y los 60 euros aproximadamente.

Desde luego, estos precios deben tomarse siempre de una forma relativa y cada cual debe ajustarse a sus gustos y decisiones.

Código Jötunvillur

Código Jötunvillur

Descifrado por un investigador noruego

De AncientPages.com

AncientPages.com – ¿Por qué los Vikingos crearon los códigos? Este largo rompecabezas sin respuesta ha desconcertado a los lingüistas e historiadores.

Los investigadores aún no lo saben con certeza.

Se han encontrado alrededor de 80 inscripciones con diferentes códigos de runas en Escandinavia y las Islas Británicas. Las inscripciones más antiguas se pueden remontar a los 800.

“El misterioso código Jötunvillur, que data de los siglos 12 o 13 de Escandinavia, ha sido descifrado por K Jonas Nordby de la Universidad de Oslo, después de estudiar un palo del siglo 13 en el que dos hombres, Sigurd y Lavrans, habían tallado su nombre tanto en código como en runas estándar. “.

“El código jötunvillur se encuentra en solo nueve inscripciones, de diferentes partes de Escandinavia, y nunca se ha interpretado antes.

Comúnmente se cree que los vikingos usaron la criptografía para ocultar mensajes secretos. Según Nordby, los vikingos usaron códigos para jugar, intercambiar mensajes diarios frecuentes y aprender las runas, en lugar de comunicarse.

Vikingos de la vida real y la gente nórdica medieval habían tallada códigos rúnicas en palos de madera, piedras y otros objetos. Comúnmente se cree que los vikingos usaron la criptografía para ocultar mensajes secretos. Según Nordby, los vikingos usaron códigos para jugar, intercambiar mensajes diarios frecuentes y aprender las runas, en lugar de comunicarse. Las cifras muestran también que los vikingos jugaron con escritura.

Un mensaje bastante directo escrito en código: “Kiss me” está grabado en una pieza de hueso hallada en Sigtuna en Suecia, que data del siglo XII o XIII. El código está en las runas de cifrado, el código más común conocido en la Escandinavia medieval. Esta variedad se llama runas de hielo. (Foto: Jonas Nordby)

Dos hombres, Sigurd y Lavrans, grabaron sus nombres en código y en runas estándar en este palo, que data del siglo XIII y se encontraron en el muelle de Bergen. Esto ayudó al investigador Jonas Nordby a descifrar el código jötunvillur. Foto: Aslak Liestøl / Museo de Historia Cultural, Universidad de Oslo

Hasta el momento, lo que él llama su “piedra Rosetta”, que se encontró en el muelle de Bergen, es el único lugar en el que es posible estar seguro de lo que dice el código jötunvillur, aunque cree que otra runa puede haber sido inscrita con el nombre Thorstein, y otro con el nombre Einar.

Luego se dio cuenta, continuó, que en jötunvillur, el signo de la runa se intercambia por el último sonido en el nombre de la runa, por lo que, por ejemplo, la runa “m”, maðr, se escribiría como la runa de “r”.

“Pensé ‘wow, este es el sistema, esta es la solución, ahora podemos leer este texto”, dijo Nordby. Pero el código resultó ser extremadamente confuso, porque muchas runas terminan en el mismo sonido, “por lo que debe decidir cuál elegir”.

“Estas runas fueron talladas por el hombre más rudimentario al oeste del mar”, se jactó el autor de este texto. La inscripción está en runas de cifrado y en runas regulares. Fue encontrado en una cámara funeraria de principios de la Edad de Piedra en la que los escandinavos irrumpieron en el 1100 en las Islas Orcadas. “Un grupo típico de adolescentes varones bromeaba y escribía cuentos sobre tesoros y su propia proeza sexual”, dice el runólogo Jonas Nordby. (Foto: Bengt A. Lundberg / Riksantikvarieämbetet)

Los palos en los que se ha escrito el código, dijo Nordby, son “objetos cotidianos, por lo que a menudo se encuentran nombres en ellos, ya sea porque los usaron para comunicar que era algo que querían conservar o vender, o para practicar la escritura, o porque estaban hablando de personas, por lo que los nombres aparecen con frecuencia”.

Una runa del muelle de Bergen es un testimonio de un uso travieso de la escritura rúnica. Las líneas en las barbas de estos hombres comprenden un mensaje, escrito en runas de cifrado. Foto: Aslak Liestøl / Museo de Historia Cultural, Universidad de Oslo

Muchas runas se han excavado en Escandinavia, datan de los años 1100 y 1200, dijo. Solo unos pocos códigos de uso e incluso menos usan el código jötunvillur. “Se usaban para comunicarse, como los SMS de la Edad Media: eran mensajes frecuentes que tenían validez en el aquí y el ahora”, dijo.

“Tal vez un mensaje a una esposa, o una transacción”.

El reciente descubrimiento “nos ayuda a comprender que había más códigos de los que conocíamos”. Cada inscripción rúnica que interpretamos aumenta nuestras esperanzas de poder leer más pronto. Este es un trabajo de detective puro y cada nuevo método mejora nuestras posibilidades “, dijo Henrik Williams, profesor del Departamento de Idiomas Escandinavos de la Universidad de Uppsala y experto sueco en runas.

Códigos del Gran Capitán

Código de las cartas del Rey Fernando el Católico a Gonzalo Fernández de Córdoba.

En la Campaña de Nápoles, principios del S. XVI, hubo una correspondencia entre el Rey Fernando el Católico, y el jefe de las operaciones Gonzalo Fernández de Córdoba “El Gran Capitán”.

En sus cartas más secretas, el Rey Católico mostró enérgicamente su disconformidad con algunas decisiones del Gran Capitán durante la campaña de Nápoles, en las que percibía un enorme riesgo para el futuro del reino y para su propio liderazgo. Este es uno de los primeros detalles palpables al desvelar un secreto que ha durado más de 500 años. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) acaba de desentrañar el que sin duda ha sido uno de los más importantes misterios de la Historia de España: el código de las comunicaciones secretas entre Fernando el Católico y Gonzalo Fernández de Córdoba, héroe militar cuya figura se agranda a la luz de las misivas.

Nadie había podido descifrarlas porque no se conservaba la tabla de sustitución múltiple que aplicaron a los textos. Los correos iban y venían continuamente entre la corte de los Reyes Católicos y el Reino de Nápoles sin que nadie pudiera leerlos más que el destinatario. Portaban órdenes, veladas amenazas, instrucciones contundentes y llamadas al orden. Hoy, ese misterio ha llegado a su fin. Los hallazgos realizados por los expertos del centro confirman la gran sofisticación del código empleado, muy por delante de su tiempo.

Dos cartas de 1502 y 1506

En 2015, el Museo del Ejército expuso un conjunto de cartas, procedentes del archivo de los duques de Maqueda, en una muestra dedicada al Gran Capitán y solicitó la ayuda de expertos del CNI para que intentaran dar con la clave, según confirma a ABC el coronel Jesús Anson desde la institución toledana.

En el CNI se lo tomaron como un desafío: abordar sistemas no convencionales sirve de entrenamiento y la historia de las comunicaciones secretas es un conocimiento útil. Pero además el trabajo sobre estas cartas que abren una nueva ventana a la historia incumbe a un centro que se considera «más servicio que secreto», en palabras de su director Félix Sanz Roldán.

El Museo del Ejército, presentó dos cartas al CNI, fechadas el 27 de mayo de 1502 y el 14 de abril de 1506. Es un momento hirviente de nuestra historia, justo antes de la segunda invasión francesa de Nápoles, la más importante. Al pie de una de ellas, por fortuna, el Gran Capitán había descifrado apresuradamente unas pocas frases. Era como tener en las manos un fragmento de la piedra Rosseta.

Aunque las cartas cifradas eran un sistema común en la Italia de la época, las tablas del Rey Católico estaban «muy bien pensadas», según los técnicos españoles de «sigint» (inteligencia de señales), a prueba de ojos indiscretos. Es un precursor del sistema Vigenère, pero bastante avanzado, tanto que no se hallará nada parecido hasta el siglo XVII.

Combinatoria realizada por el CNI sobre las cartas

Conviene explicar, primero, que las palabras cifradas no tienen separaciones para evitar detectar los finales y los principios. Existen símbolos sueltos, que corresponden a letras. Pero no siempre son los mismos. Las de más uso tienen cinco o seis correspondencias diferentes, con lo que no es posible detectar las repeticiones. Por otro lado, hay palabras que se transcriben como conjuntos de dos o tres letras y, como en el caso de los símbolos, las palabras que más veces aparecen pueden ser transcritas de cinco o seis maneras distintas.

Aplicaron los símbolos conocidos en el trozo de la carta «Rosetta» al texto de la otra carta y empezaron a extraer coincidencias. Uno de los primeros casos fue la F de Felipe, que correspondía con el símbolo 31. Así fueron desvelando pieza a pieza, como si fueran píxeles, una imagen oculta que permitía decodificar las cartas. Una y otra vez sometieron a nuevas combinatorias los textos de estas dos misivas y luego hicieron lo mismo con otras dos cartas cifradas, más largas, de 7 y 11 folios, disponibles en la misma colección. El castellano antiguo aportaba otra dificultad añadida al desafío. En total se han contabilizado 88 símbolos y 237 códigos de letras combinadas, y la tabla del «código Gran Capitán», en el momento inicial del imperio español, ha sido completada.

Uno de los primeros hallazgos: 31=F

De la primera transcripción se desprende que las cartas se corresponden con fragmentos de otras «en claro» que había en el mismo archivo, pero incluso en este caso se han podido descifrar cuatro párrafos que no figuraban en las copias y resultan reveladores.

Reproches del Rey

A la luz de este descubrimiento, estos primeros párrafos arrancados a un misterio de cinco siglos retratan al Rey Fernando reprochando al Gran Capitán, que también era su pariente, que hubiera escrito «al Rey de los romanos y al Rey y Archiduque mi fijo y han lo mirado algunos queriendo poner nota en vuestra limpieza». Esas dudas las expresa el Rey porque Fernández de Córdoba había escrito al archiduque con el fin de contratar mercenarios lansquenetes, una infantería profesional armada con picas que precisaba para completar sus formaciones. Pero Fernando se lo prohíbe: «No cureys de escrevirles cosa alguna y si algo vos escrivieren o movieren consultad conmigo sobrello y esperad mi rrespuesta antes de rrespondelles porque para todo cumpll fazerlo asi».

En el fragmento de la misiva que ahora conocemos tampoco le permite enviar emisario alguno «a negociar cosas dese reyno porque faze alli mucho danno a nuestros negocios fazerse mediante divisio apartamiento y si alguno allí teneys escrevidle que luego se bvelva para vos que ya otras vezes lo avemos escrito y en ninguna manera se dilate el rremedio».

En opinión de José Enrique Ruiz-Domènec, el mayor especialista en la figura de Gonzalo Fernández de Córdoba, estamos ante un hallazgo fundamental para revisar uno de los momentos más importantes de la historia de España. Fernando el Católico tiene muchas reservas «ante una campaña muy peligrosa en la que se jugaba mucho. Y las expresa de un modo diferente a lo que decía en documentos oficiales». El secreto de estas misivas ha durado 500 años. Ahora, los historiadores deberán aplicar la aportación del CNI al resto de cartas cifradas con los secretos del reinado que iba a fundar un imperio.

No obstante hay una controversia, ya que un historiador consiguió “casi” idénticos resultados, 150 años antes. Gustave Bergenroth planteó un siglo y medio antes con la ayuda de su compatriota Paul Friedmann, otro hispanista que deambulaba por el Archivo de Simancas en esa época. Se puede decir que de esta forma, los expertos españoles habrían completado ahora la misma línea que el aficionado y gran historiador.

Este historiador alemán buscaba información sobre las relaciones entre España e Inglaterra y encontró un montón de legajos. Un buen número de ellos estaba cifrado, así que Bergenroth tuvo que descifrarlos personalmente. Sus experiencias como criptoanalista pasaron a un conjunto de documentos llamados State Papers, y puede usted leer aquí algunas clave sobre cómo logró descifrarlos. No se trata de usar ordenadores sofisticados sino papel, lápiz y paciencia.

El descifrado del CNI, según el diario ABC, revela un total de 88 símbolos y 237 códigos de letras; yo he conseguido (bueno, Bergenroth consiguió) listar un total de 198 símbolos, de los cuales 89 tienen significado conocido. Por ejemplo, LUQ significa “Capitán”, TA representa “Turco” y UAE es “Papa”

Algunos articulistas hacen comentarios críticos, sobre el “procedimiento” y/u “olvido”. Aduciendo extensas razones sobre investigaciones, la falsa sofisticación de los documentos, etc.

Se pueden seguir estos, a principios de 2018, en los diarios de tirada nacional.

Ejemplo:

Código del Gran Capitán descifrado por Bergenroth. Los símbolos resultados en amarillo que se corresponden casi idénticamente con los del CNI porque es el mismo código.

Más adelante, en su segundo viaje en 1867 explica: “Cuando regresé a Simancas inicié una nueva búsqueda de claves para descifrar los documentos encriptados que me permitió romper un código completo y el fragmento de otros dos El primero era el que más se había usado en la extensa correspondencia entre el doctor De Puebla [Pedro de Ayala, el embajador de los Reyes Católicos en Inglaterra] con el gobierno español”. De los otros dos fragmentos a los que se refiere el historiador alemán, uno sería el utilizado por el Gran Capitán con Fernando el Católico, el que custodia la BNE copiado por Nemesio Alday.

La pista de Gustave Bergenroth la ha proporcionado el profesor de Física la Universidad de Granada, Arturo Quirantes, que ya había publicado parte de los hallazgos del historiador y quien ha explicado a El Confidencial que “ambos descubrimientos son el mismo código, porque el documento original con la clave completa no se ha descubierto, pero corresponde a la misma cifra”. Quirantes basa su explicación precisamente en el documento que se encuentra en la BNE -legajo MSS 20.211.52-. “Para algunas letras el documento del siglo XIX descifra más símbolos, para otras algunos menos”. En total, “el CNI descifra ahora a partir de otros textos un total de 88 símbolos .

Tablas de Gradeshnitsa

Tablas de Gradeshnitsa

Las dos caras de las tablas de Gradeshnitsa

Principios de la escritura Vinca.

Las Tablas de Gradeshnitsa (en búlgaro: Плочката от Градешница), desenterradas en 1969 en el noroeste de Bulgaria, en la localidad de Gradeshnitsa, provincia de Vratsa, son, junto a las Tablas de Tărtăria, un importante testimonio de la posible proto-escritura neolítica conocida como escritura Vinča. Las tablas están fechadas en el quinto milenio antes de Cristo y en la actualidad se conservan en el Museo Arqueológico Vratsa de Bulgaria.1​ En 2006, estas tablas fueron objeto de atención en los medios de comunicación búlgaros, debido a las alegaciones formuladas por Stephen Guide, quien afirmó que había descifrado los símbolos.234

La investigación ha demostrado que, a partir del VII milenio a.C., la Península de los Balcanes era una puerta de entrada o pasillo por donde la cultura neolítica, incluyendo la agricultura y la ganadería, se extendió desde Anatolia y el Oriente Próximo.

Las tabletas datan del 4º milenio a. C. Fueron encontrados a unos 400 kilómetros al oeste de Lake Town. Hay varias docenas de ellos. Algo está presumiblemente escrito en su parte superior. En su parte posterior parece haber un símbolo que se asemeja a una rueda de sol. ¿Podría ser esto un ejemplo de un símbolo de esvástica? ¿Quién y cuándo podrá descifrar estas tabletas?

A partir del V milenio a.C., las poblaciones humanas del centro y este de los Balcanes comenzaron a desarrollar tecnologías para el tratamiento de los metales, especialmente el de cobre, con una industria relativamente a gran escala por primera vez en la historia. Las minas de cobre más antiguas del mundo, por ejemplo, fueron encontradas por los arqueólogos cerca de Rudna Glava, en Serbia, y en Mechikladenets/Ai bunar, cerca de Stara Zagora, en Bulgaria.

Además, escriben Boyadzhiev et. al.: La evidencia arqueológica muestra que en el V milenio a.C., estas culturas prehistóricas disfrutaron de un aumento constante de la población y de la riqueza, y experimentaron una estratificación social debido al intenso comercio con productos de metal, sal y otros bienes, con el resto de los pueblos de Europa y Asia.

Estas culturas balcánicas de la Edad del Cobre tenían todas las características de las primeras civilizaciones, entre ellas: los primeros asentamientos urbanos en Europa (Tell Yunatsite, Durankulak y Provadia, en Bulgaria), densas redes de asentamientos, proporción “industrial” de producción de bienes, en especial productos de metal y sal, el desarrollo del comercio, distinción social y estratificación profesional, pictogramas y caracteres interpretados por algunos investigadores como la escritura más antiguo del mundo (las tablas de Gradeshnitsa), por ejemplo, se remonta hasta el VI o principios del V milenio a.C.), así como preciosos artefactos hechos de oro, cerámica, hueso y piedra (el tesoro de oro más antiguo del mundo fue encontrado en la necrópolis de Varna correspondiente a la Edad del Cobre)”.

Esta primera civilización en Europa fue pre-indoeuropea y emergió durante no más de un milenio, cubriendo gran parte de los Balcanes, noroeste de Anatolia y Europa oriental. Se derrumbó a finales del V milenio a. C., debido a la presión de drásticos cambios climáticos y a la invasión de los primeros indo-europeos.

Losa de Maikop

Losa de Maikop

Losa de Maikop.

La losa de Maikop es un resto arqueológico que contiene símbolos sin descifrar, posiblemente una escritura de tipo jeroglífica. Su factura ha sido atribuida a la cultura de Maikop o una cultura más antigua.

Descubrimiento

La losa de piedra fue encontrada por casualidad en 1960, en el territorio de la colonia Koeschevskogo.1

La primera publicación fue en la revista soviética “Техника — молодежи” № 11, de 1964,1​ siendo con posterioridad investigada también por E. Krupnov I.2​ y G. F. Turchaninov,3​ quienes realizaron las primeras tentativas de descifrado.45

La losa con la inscripción tiene forma triangular y está almacenada en el Museo de Etnografía de San Petersburgo.6

Datación

La pieza está databa como contemporánea de la cultura de Maikop (ca. 37002500 a. C.).

La losa de Maikop es la creación material más antigua de estas características de los pueblos aborígenes de la antigua Unión Soviética, y por lo tanto de Rusia.1

En 1960, se encontró una piedra con signos misteriosos en una de las granjas cercanas a Maykop (Adygea)… La piedra habría estado en la bóveda con una gran cantidad de otros materiales arqueológicos, si a principios de 1963 el etnógrafo L. no se había reunido con él. I. Lavrov, un conocido experto en la epigrafía del Cáucaso. Lo condujo a Leningrado y mostró a los principales expertos soviéticos en escritos antiguos…

El profesor G.F. se encargó de descifrar el texto en la placa de Maikop. Turchaninov de la sucursal de Leningrado del Instituto de Lingüística de la Academia de Ciencias de la URSS. Lo comparó con la carta pseudo-jeroglífica bíblica y encontró en ella algunos elementos que le recordaban a los jeroglíficos hititas. De acuerdo con las características paleográficas, él fechó la inscripción 13-12 siglos antes de Cristo. y lo consideró una obra de Kolkhs que alguna vez vivió en estos lugares.

Pero lo más sorprendente fue que, según Turchaninov, la inscripción era fácil de leer en abjasio. Y parecía ser sobre la ciudad de Ayia, que pertenecía a un gobernante local y se construyó en algún lugar en las estribaciones. Según Turchaninov, la inscripción dice:

“Esta ciudad, a quien pertenece, es el rey, nuestro gran rey, el Moran”. La ciudad de Aya es su pericia, y el gobernante del X-3 la construyó en el año 21 en las afueras de las montañas”. Más tarde, Turchaninov revisó este texto: “Este Azeg rey del Gran Marna es un descendiente (hijo)”. La fortaleza de Aya es de su propiedad. La pava de Hiza llegó aquí a principios de mes para sembrar en el año 21, construyó esta fortaleza en el país de las rocas, en una tierra de oro, en el valle de Pahu”.

Turchaninov vio en esta inscripción una lista con el mito de los Argonautas. Escribió sobre los posibles contactos de los antiguos abjasios con los fenicios y los hititas, e incluso está listo para identificar a los Sind que vivieron en la antigüedad en Taman con los abjasios. En cuanto a la antigua ciudad mencionada en la inscripción, supuso que una vez estuvo en el valle del río. Blanco, es decir en el territorio de Adygea. (Turchaninov, 1965a, 1966, 1971. C 11-33).

El erudito y arqueólogo Adyghe N. G. Lovpache reveló su versión de la traducción sobre la base de la letra jeroglífica hitita en el antiguo idioma Adigah: “El gran sacerdote Hebatu, el virrey del dios Kasutawa, el marido de 51 años, había venido a los jardines y construyó la ciudad para el vástago de la casa real Sapule. El hermano de Arnuwada, el gobernante, el matala y el hagar trajeron un gobernante a la ciudad. En el año 25 del hatham (prosperidad?), el gobernante consagró la fortaleza del palacio de Mae con un sacrificio de 21 ovejas a la deidad del grano Hayama, arando “.

Cultura de Maikop

Extensión de las culturas Maikop y Yamna.

La cultura de Maykop o cultura de Maikop (ca. 37002500 a. C.) fue una importante cultura arqueológica situada en Rusia meridional, desde la península de Tamán en el estrecho de Kerch hasta la frontera moderna de la república de Daguestán, y por lo tanto centrada en la actual Adigueya, cuya capital es Maikop, en el valle del río Kubán. La cultura toma su nombre de una tumba real encontrada en esa localidad. El Carro de Maikop, extremadamente rico en artefactos de oro y plata, fue descubierto en 1897.

Es aproximadamente contemporánea y está aparentemente influenciada por la cultura Kura-Araxes (35002200 a. C.) que se asentaba sobre el Cáucaso y se extendía a la Anatolia oriental. Hacia el norte y el oeste se extendía la contemporánea cultura Yamna, e inmediatamente al norte se encontraba la cultura Novotitorovka (3300-2700 a. C.), que la solapa en su extensión territorial.

Es conocida principalmente por sus prácticas funerarias, enterrando típicamente en un hoyo, a veces rodeado de piedra, coronado por un kurgán o túmulo. En las inhumaciones más tardías los kurganes son sustituidos por cairns de piedra.

La cultura es notable por la gran cantidad de artefactos de bronce bien decorados asociados a ella, sin paralelo en su tiempo. También se han encontrado objetos de oro y plata.

Inscripciones chinas Shang

Inscripciones oraculares chinas Shang

La dinastía Shang (chino: 商, Wade-Giles: Shang1, pinyin: Shāng) (1766a.c1122a.c), 商 quiere decir “comercio”, por lo tanto, quiere decir “la dinastía comercial”. También conocida como dinastía Yin (殷), (殷 también quiere decir ardiente o apasionado) es la segunda dinastía en la historia de China y la primera cuya existencia histórica está documentada. Su extensión territorial abarcaba el valle del río Amarillo.

Hasta el siglo XX muchos expertos dudaban de la existencia real de la dinastía Shang, dado que no se disponía de evidencias al respecto; todas las menciones a los reyes Shang aparecían en obras chinas escritas muchos siglos después, durante la época Zhou. Sin embargo, numerosos descubrimientos arqueológicos realizados a lo largo del siglo XX confirmaron la existencia de esta dinastía y por tanto la fiabilidad de los textos del periodo Zhou.

Los principales hallazgos arqueológicos en el valle del río Amarillo que han confirmado la existencia de los reyes Shang son los objetos rituales de bronce y, muy en especial, los huesos oraculares, caparazones de tortuga (plastrones) y grandes omóplatos de animales (en su mayor parte de ganado bovino) sobre los que se realizaban y escribían predicciones oraculares basadas en la piromancia.

Estas inscripciones tenían típicamente tres secciones: una pregunta para el oráculo, la contestación del oráculo, y el resultado que reflejaba si el oráculo tenía razón. Estos textos escritos en los huesos oraculares son la forma más antigua que se ha conservado de la escritura china y han desempeñado un papel fundamental en las investigaciones recientes sobre el origen y desarrollo de los caracteres chinos. La información proporcionada por los huesos oraculares provee una visión privilegiada de las primeras etapas de la civilización china sobre variados aspectos, como política, economía, cultura, religión, geografía, astronomía, calendario, arte y medicina.

Yinxü y Las inscripciones sobre caparazones de tortugas

La existencia de la civilización china se ha registrado durante el transcurso de miles de años, y ha podido ser comprobada en los tiempos actuales de muy rica sobre todo en reservas subterráneas. A partir del siglo 20 en que se introdujo en China la arqueología contemporánea, se han producido muchos e importantes descubrimientos arqueológicos.

En el municipio An´yang de la provincia de Henán, en el centro de nuestro país, existe una ruina metropolitana de 24 kilómetros cuadrados de superficie, mundialmente reconocida como la ruina Yinxü. Conforme a los registros históricos, en el siglo 14 antes de nuestra era, el rey de la dinastía Shang, Pan Geng, trasladó hasta allí la capital desde Qüfu, provincia de Shandong. En los 300 años posteriores ese lugar resultó el centro político, cultural y económico de la dinastía.En el año 1046 a.n.e., el rey Wu de la dinastía Zhou, derrotó al último rey Zhou de la dinastía Shang, de modo que este lugar fue convertido  en una ruina. Como la dinastía Shang se nombraba Yin, y la palbra ruina se pronuncia en chino como Xü, de ahí se derivó el nombre de Yinxü, el que mantiene desde entonces.

(foto: Yinxü)

La exploración y descubrimiento de Yinxü, ha sido el logro arqueológico más importante del siglo 20. Se han desenterrado gran cantidad de reliquias, incluidas las inscripciones sobre caparazones de tortugas, objetos de bronce, entre otros. El primer descubrimiento ha sido clasificado como uno de los grandes eventos en la historia arqueológica del mundo.

(foto: las inscripciones sobre caparazones de tortugas)

Esas inscripciones son letras antiguas inscritas en las cubiertas y los huesos de los animales. Para lograr tal hecho, primeramente se  extraía la sangre y la carne de los huesos y se cortaban, luego eran  grabados con alguna herramienta de corte, en la parte interior del caparazón o la parte exterior del hueso del animal. Los grabados se realizan por medio de ordenanzas. Los divinatorios, o sea, los encantadores, esculpen su nombre, la fecha de adivinación y las preguntas a plantear en el caparazón o hueso. Queman luego las grabaduras, que al ser calentadas, se agrietan y esas aberturas son llamadas “zhao”. Los encantadores analizan las direcciones de esas grietas y dan finalmente un resultado. Esculpen también las envolturas o los esqueletos de ser exactos los resultados de la adivinación. Finalmente esos caparazones o huesos con toda grabadura son conservados como archivos oficiales.

En Yinxu, se han desenterrado hasta la fecha más de 16,000 pedazos de caparazones y huesos, algunos completos, y otros, pedazos sin escrituras. Según estadísticas realizadas, los diversos tipos de caracteres grabados en ellos, totalizan más de 4,000, y aproximadamente 3,000 han sido estudiados e investigados por los eruditos, los que mediante sus explicaciones han planteado que solamente han identificado mil de esos caracteres, pues los restantes no se encuentran legibles, presentando grandes divergencias por parte de los eruditos. A pesar de esto, a través de estos mil caracteres, la gente ha podido conocer en general la política, economía, cultura, entre otros, de la dinastía Shang.

Además de las inscripciones realizadas en la dinastía Shang, últimamente se han descubierto otros idénticos grabados de más temprana edad, pertenecientes a la dinastía Zhou del Oeste. Pero no  catalogados de tanta importancia como los de la dinastía Shang, por su poco contenido y cantidad.

El significado más importante del desenterramiento en Yinxü, no reside sólo en las letras en los caparazones y los huesos, ya que los arqueólogos han descubierto allí más de 50 ruinas de palacios, templos y otras construcciones, 12 tumbas de emperadores, miles de cementerios de aristócratas y plebes, mil fosas de sacrificio, cinco talleres de artesanía, más de 30 hoyas de carretas y caballos, así como gran cantidad de objetos de bronce, jade, cerámica, hueso, todo lo cual ha ofrecido una representación e imagen de la sociedad antigua de nuestro país.

Algunos descubrimientos arqueológicos se correlacionan poco con relatos escritos acerca de la dinastía Shang, que gobernó desde la caída de la dinastía Xia hasta la época de la Dinastía Zhou de alrededor de 700 años, hasta alrededor de 1000 a.C. La fecha es sólo aproximada porque los historiadores no están de acuerdo en la datación. Los principales relatos antiguos están en las Actas del Gran Historiador que fueron escritos entre aproximadamente 109 a.C y 91 a.C por Sima Qian y otro texto que se llama los Anales de bambú (竹 书 纪年) que era un texto que se dice que fue enterrado con el rey de Wei, que murió en el 296 a.C y fue redescubierto en el 281 d.C, durante la dinastía Jin. El texto fue escrito en piezas planas de bambú, y es por eso que se llama los Anales de bambú. Sin embargo, al igual que las historias acerca de la dinastía Xia, las historias sobre Shang puede ser mitos o fábulas simplemente que estaban vigentes en la época de los Reinos Combatientes. A diferencia de la dinastía Xia, en la dinastía Shang había registros escritos en forma de inscripciones sobre huesos y objetos de bronce. El Imperio Shang tenía una jerarquía gobernante, un alto nivel de la artesanía de bronce, y un sistema de escritura jeroglífica.

Los Antiguos Registros Escritos

Está escrito que el rey Tang de la tribu Shang (1675-1646) vio caer al ultimo gobernante Xia. El último rey Xia, Jie, fue nombrado, y vivía en el lujo y la decadencia, y además él era opresivo. Así que empezó a atacar el pueblo de Xia, Tang empleó hombres sabios para que lo ayudaran. Hubo una rebelión, y Tang Shang conquistó a los Xia en el año 1600 antes de Cristo. El propio pueblo de Jie se puso del lado de los Shang. Se dice que él gobernó bien, porque bajó los impuestos y las tribus periféricas se convirtieron en vasallos. Su territorio se incrementó de manera que incluyó territorios mucho más al sur y llegó hasta el mar.

El último rey Shang se llamó Shang Zhou. Una tribu vecina se llamaba Zhou. Al igual que el rey Jie de la Dinastía Xia, fue derrotado por los gobernantes Zhou debido a esto su propia gente se rebeló. Sus propias tropas y los esclavos se unieron a los Zhou en la última batalla. El nuevo gobernador Zhou fue llamado Zhou Wu. Él permitió que el hijo de Shang Zhou gobernase el pueblo Shang como vasallos. Los gobernantes Zhou también desterraron a personas destacadas de los Shang a otros lugares.

Descubrimientos Arqueológicos de la Era de Cultura Shang

Se han encontrado ciudades de la era Shang alrededor de todo el río Amarillo y al sur, cerca del río Yangtze. Estos pueblos, aparentemente compartían una cultura similar. Las ciudades tenían murallas para su defensa. Se cree que la ciudad Yin de la dinastía Shang fue nombrada capital. Se encontró cerca de Anyang. El sitio se llama las Ruinas de Yin. Las tumbas Yin y lugares rituales contenían armas y los restos de los seres humanos y los animales sacrificados. El pueblo Shang practicaba el sacrificio humano. Fueron encontrados miles de huesos del oráculo con inscripciones. Los huesos de oráculo son los huesos en los que las personas inscribían jeroglíficos. Se cree que estos huesos fueron utilizados para la adivinación o la magia. Los jeroglíficos muestran que las personas tenían un lenguaje escrito.

En 1976, los arqueólogos abrieron una tumba sin saquear llamada Tumba 5. Era la tumba de Lady Fu Hao. Ella tuvo una carrera militar, y un historiador llamado Robert Thorp dijo que la variedad de armas en su tumba se correlacionan con las inscripciones de huesos del oráculo. Las vasijas de bronce y herramientas demostraron que la gente Shang tenía un alto nivel de tecnología de la metalurgia del bronce. Ellos fueron capaces de producir grandes ollas.

De acuerdo a los relatos históricos, la civilización en la región se desarrolló alrededor del río Amarillo bajo el reinado de las dinastías Xia, Shang y Zhou. No hay mención de ningún otro reino avanzado en la región. Sin embargo, los arqueólogos han descubierto otras culturas la Edad del Bronce que desmienten la idea de que la civilización de los pueblos de la región sólo se desarrolló a lo largo del río Amarillo.

Sanxingdui (2000-1250 a.C)

La más importante de las civilizaciones la Edad del Bronce que existieron contemporáneamente con la cultura Shang que se llama la cultura de Sanxingdui. Fue descubierta hace unos 25 años. La tecnología del bronce de este reino era diferente a la del pueblo Shang y tal vez más avanzada. Esta cultura también construyó grandes ciudades amuralladas. Sin embargo, la cultura era muy diferente. Arqueólogos chinos descubrieron esta civilización en el año 1986. El sitio arqueológico se encuentra en la provincia de Sichuan unos 40 kilómetros al noreste de Chengdu. Análisis de plomo y otros metales en las piezas fundidas de bronce indica que algunos de los metales se obtienen de los mismos lugares que las personas Shang obtuvieron su metal. Al parecer, hubo un contacto entre los dos pueblos, pero la gente Sanxingdui no se menciona en los relatos antiguos, como los Anales de bambú. Esto contradice la historicidad de los antiguos registros escritos.

La civilización tuvo la alta tecnología de fundición de bronce, y fueron capaces de hacer objetos de bronce inusualmente grandes y finamente diseñados, mediante la adición de plomo para hacer la aleación de bronce. No hay textos o no se han encontrado inscripciones, y no hay ninguna mención de esta cultura en los registros de otras culturas. Esta cultura sigue siendo intrigante y misteriosa. Lea más en Sanxingdui.

Desarrollo de Escritura china en Dinastía Shang

Los escritos en la zona se remontan a los jeroglíficos que se usaron en la dinastía Shang. No se sabe mucho acerca de la dinastía Shang, o su escritura. No se han encontrado documentos, apenas sólo unos miles de jeroglíficos escritos en objetos de bronce y los huesos del oráculo. Los primeros textos que se han descubierto datan de la dinastía Zhou (1045-256 a.C), que conquistó la dinastía Shang. El sistema de escritura jeroglífica más tarde evolucionó en los caracteres chinos ideográficos y parcialmente fonéticos que se utilizan hoy en día. Lea más sobre la escritura china.

Profecías chinas

Las inscripciones tienen más de 3.000 años de antigüedad. (Museo Nacional de Escritura China)

El Museo Nacional de Escritura China de Anyang, en la provincia de Henan, solicita ayuda. Lleva ya años estancado con unas escrituras de más de 3.000 años de antigüedad. Tienen miles de caracteres tallados en huesos y conchas, quizá los primeros registros de la civilización china, esperando a ser traducidos, pero no hay manera. A estas alturas, se les hace bola, nadie en el departamento sabe qué significan y, por eso, el museo ha difundido un SOS global en busca de auxilio y ha ofrecido una jugosa recompensa para aquellos que resuelvan el misterio: nada menos que 100.000 yuanes, alrededor de 13.000 euros, por cada símbolo descifrado.

Aunque las inscripciones, que se remontan a los tiempos de la dinastía Shang (reinó desde el 1766 a.C. hasta el 1122 a.C.), se parecen a los caracteres de la escritura china moderna, llevan siendo un enigma durante siglos. Aquí no hay piedra Rosetta ni nada que se le parezca. No obstante, los investigadores ya han logrado descifrar alrededor de 2.000 caracteres, y son los 3.000 restantes los que se les atascan. Se cree que los símbolos fueros esculpidos en conchas de tortuga y omóplatos de bueyes por adivinos y que registran predicciones de todo tipo, desde el clima o los impuestos de la época hasta el paso de un cometa o un eclipse.

Si traducimos un sustantivo o verbo, el hallazgo puede resucitar el estudio de otras escrituras y ayudarnos a entender la historia

El museo espera que los 13.000 euros de recompensa sean incentivo suficiente para que los expertos emerjan. Asimismo, ofrece 50.000 yuanes, unos 6.300 euros, para cualquiera que proporcione una explicación definitiva para uno de los caracteres en disputa. En este sentido, las autoridades chinas alientan a estos futuros investigadores a utilizar, junto con los métodos más tradicionales, las técnicas que la tecnología ofrece (como los big data y la nube), para comprender y compartir los progresos que se vayan produciendo. Aquellos que soliciten la recompensa tendrán que escribir un informe que debe ser recomendado al menos por dos especialistas de alto nivel antes de su presentación.

Quedan más de 3.000 símbolos por descifrar. (Museo Nacional de Escritura China)

Nombres de personas o lugares

La teoría principal hasta ahora asegura que la mayoría de los caracteres que quedan por traducir hacen referencia a nombres de personas o lugares. “Los textos se escribieron hace miles de años y muchos lugares han cambiado sus nombres, por eso es difícil verificarlos”, señala Liu Fenghua, especialista de la Universidad de Zhenghou, en el diario ‘Chengdu Economic Daily’.

Se cree que los símbolos fueros esculpidos por adivinos y que registran predicciones sobre el clima o los impuestos de la época

Dada la expectación que gira en torno a los extraños símbolos, dar significado a uno de ellos sería un logro considerable en la carrera de cualquier científico. “Si interpretamos un sustantivo o un verbo, el hallazgo puede resucitar la investigación de muchas escrituras de este tipo y nos puede ayudar a entender mejor la historia antigua”, asegura Zhu Yanmin, profesor de historia de la Unviersidad de Nankai, en el ‘Beijin Youth Daily’. Sin embargo, el proceso está durando más de la cuenta y, como señala Fenghua, “muchos investigadores han cambiado su foco de investigación a otros temas por razones económicas”.

Una nueva era de la arqueología

El misterio pervive no solo desde que se inició la investigación, sino que se conoce desde hace siglos, cuando los huesos fueron desenterrados por unos granjeros de la provincia de Henan. Muchos de ellos se vendieron en los mercados de medicina tradicional y no fue hasta 1899 cuando el anticuario chino Wang Yirong hizo públicas las inscripciones talladas en lo que se creía que eran “huesos de dragón”.

Entrada del museo. (Museo Nacional de Escritura China)

El descubrimiento provocó un gran interés entre los coleccionistas ricos, a muchos de los cuales se les dio gato por liebre y terminaron comprando falsificaciones. El misterio se adormeció hasta 1920, cuando la Academia de las Ciencia de China descubrió más huesos que se remontan al comienzo de la Edad de Bronce y, en concreto, a la dinastía Shang. Desde entonces, se han desenterrado cerca de 200.000 fragmentos óseos y cerca de un cuarto de ellos tienen inscripciones.

De superar el punto muerto en el que se encuentra la investigación ahora, se iniciaría así una nueva era en la que gracias a las nuevas tecnologías y la ayuda de personas fuera de los círculos habituales del museo o académicos se podría encontrar solución a los enigmas que aún plantean los artefactos de la antigüedad.

Inscripción de Behistún

Inscripción de Behistún

La inscripción de Behistún, grabada en la pared de un acantilado, contiene el mismo texto en tres idiomas, donde se explica la historia de las conquistas del rey Darío I, y está ilustrada con imágenes talladas del soberano con otros personajes presentes.

Coordenadas:  34°23′26″N 47°26′09″E

País:  Irán

N.° identificación: 1222

La inscripción de Behistún (en persa: بیستون ) es una inscripción monumental en piedra de la época del imperio aqueménida (s. VI a.C.). Está inscrita sobre la pared de un acantilado en la provincia de Kermanshah, al oeste de Irán, a unos 100 metros de altura. Fue ordenada inscribir por Darío I de Persia en algún momento posterior a su accesión al trono del imperio persa en 522 a.C. y antes de su muerte en 486 a.C.

La inscripción incluye tres versiones del mismo texto, en tres lenguajes diferentes, empleando escritura cuneiforme: persa antiguo, elamita y babilonio. Un oficial del ejército británico, Sir Henry Rawlinson, transcribió la inscripción en dos momentos, en 1835 y 1843. Rawlinson pudo traducir el texto cuneiforme en antiguo persa en 1838, y los textos elamitas y babilonios fueron traducidos por Rawlinson y otros después de 1843. Está inscripción es a la escritura cuneiforme lo que la Piedra de Rosetta a los jeroglíficos egipcios: el documento clave para el desciframiento de una escritura antigua desconocida que muestra el mismo texto en otro idioma conocido. El lenguaje babilonio era una forma tardía del acadio; ambas son lenguas semíticas. La inscripción de Behistún fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2006. Abarca una zona de protección de 187 ha y una zona de respeto de 361 ha.

La inscripción

El texto de la inscripción es una proclamación de las hazañas de Darío I de Persia previas a su acceso al trono. Los tres textos, que presentan básicamente el mismo contenido, están escritos en tres lenguas distintas, usando para cada uno una adaptación de la escritura cuneiforme. El panel inmediatamente bajo el friso está escrito en persa antiguo, una lengua indoeuropea. Los otros dos textos fueron escritos en elamita y babilonio, ambas lenguas semíticas. Darío gobernó el Imperio Persa desde el año 521 a. C. hasta el 486 a. C. En algún momento hacia el 515 a. C. ordenó la creación de esta inscripción, que describiera un largo relato de su ascenso frente al usurpador Gaumata y las subsecuentes guerras victoriosas de Darío y el sofocamiento final de la rebelión, para ser así inscritas en un acantilado cercano a la moderna ciudad de Bisistun, en las colinas de los Montes Zagros de Irán, en el punto donde se yerguen desde el llano de Kermanshah.

La inscripción mide aproximadamente 15 metros de alto por 25 de ancho, y se halla 100 metros por encima de un acantilado al lado de un antiguo camino que unía las capitales de Mesopotamia y Media (Babilonia y Ecbatana). Su acceso es muy complicado, ya que, después de su finalización, las laderas fueron eliminadas para hacer la inscripción más perdurable.

Columna 1 (DB I 1-15), boceto de Fr. Spiegel (1881).

El texto en persa antiguo contiene 414 líneas en cinco columnas; el texto elamita incluye 593 líneas en ocho columnas y el babilonio tiene sólo 112 líneas. La inscripción fue ilustrada con un bajorrelieve de la vida de Darío, dos sirvientes y diez figuras de un metro de altura, que representan los diferentes pueblos conquistados; el dios Ahura Mazda, representado como Faravahar, se muestra flotando sobre el conjunto de figuras mientras bendice al rey. Una figura parece haber sido agregada después de que las otras estuvieran acabadas, al igual que la barba de Darío, que es un bloque de piedra separado unido a la figura con pernos de hierro y plomo, un hecho realmente excepcional.

En la historia antigua

La primera referencia histórica de que se tiene noticia sobre la inscripción es a través del autor griego Ctesias de Cnido, quien conoció su existencia sobre el 400 a. C. Tácito asimismo la menciona e incluye una descripción de algunos de los antiguos monumentos auxiliares en la base del acantilado, donde había un manantial. Lo que se ha podido recuperar de ellos es coherente con la descripción de Tácito. Diodoro de Sicilia también escribe sobre el “Bagistanon” y sostiene que fue inscrito por la reina Semíramis de Babilonia.

Tras la caída del Imperio Persa y los reinos herederos (el imperio macedonio, el imperio parto y el imperio sasánida), y después de que la escritura cuneiforme cayera en desuso, la naturaleza de la inscripción fue olvidada, y se le atribuyó un origen cuando menos fantasioso o mítico. Durante siglos, en vez de ser atribuida a Darío (uno de los primeros reyes persas), se creyó que procedía del reino de Cosroes II de Persia (uno de los últimos). Una leyenda narraba que había sido creada por Farhad, amante de la esposa de Cosroes, Shirin. Exiliado por su transgresión, se encomendó a Farhad la tarea de horadar la montaña para encontrar agua; si tenía éxito, le darían autorización para casarse con Shirin. Tras muchos años y ya con media montaña suprimida, Farhad encontró agua, pero Cosroes le informó que Shirin había muerto. Se volvió loco, y se lanzó desde lo alto del acantilado. Naturalmente, Shirin no había muerto, y se ahorcó al enterarse de la noticia.

Descubrimiento

Textos cuneiformes de la inscripción de Behistún.

No fue hasta 1598, cuando el inglés Robert Sherley la vio durante una misión diplomática en Persia en nombre de Austria, que la inscripción atrajo por primera vez la atención de los eruditos de Europa Occidental, quienes llegaron a la conclusión de que era un relato de la ascensión de Jesús. Las interpretaciones bíblicas erróneas por parte de los europeos fueron abundantes en los dos siglos siguientes, incluyendo teorías tales como que se trataba de Cristo y sus apóstoles, las tribus de Israel o Salmanasar I de Asiria.

En 1835, Sir Henry Rawlinson, un oficial del ejército británico que entrenaba al ejército del Sah de Persia, empezó a estudiar seriamente la inscripción. Como en esa época el nombre de la ciudad de Bisistun se había anglicizado en “Behistun”, el monumento empezó a ser conocido como la “inscripción de Behistun”. A pesar de su inaccesibilidad, Rawlinson consiguió escalar el acantilado y copiar la inscripción en persa antiguo. La versión en lengua elamita se encontraba al borde de un abismo, y la versión en lengua babilonia estaba cuatro metros más abajo; ambas estaban lejos de ser fácilmente alcanzables y se dejaron para ulteriores intentos.

Pertrechado con el texto persa, y con una tercera parte de un silabario puesto a su disposición por el experto en escritura cuneiforme Georg Friedrich Grotefend, Rawlinson empezó a trabajar para descifrar el texto. Afortunadamente, la primera sección del texto contenía una lista de reyes persas idéntica a la descrita por Heródoto. Emparejando los nombres y los caracteres, Rawlinson pudo descifrar en 1838 la forma cuneiforme usada por el persa antiguo.

Vinieron luego los dos textos restantes. Después de una prolongación de su servicio en Afganistán, Rawlinson volvió a estudiar la inscripción en 1843. Con unos tablones cruzó el espacio existente entre el texto en persa antiguo y el elamita, y lo copió. Entonces encontró a un resuelto chico de la zona que escaló por una grieta del acantilado con cuerdas y aparejos hasta el texto babilonio, de manera que se pudieran tomar moldes en papel maché. Rawlinson tradujo el texto y el lenguaje babilonios, independientemente de Edward Hincks, Julius Oppert y William Henry Fox Talbot, quienes también contribuyeron al descifrado. Edwin Norris y otros fueron los primeros que hicieron lo mismo con el elamita. Conociendo tres de los lenguajes primarios de Mesopotamia, y tres variaciones de la escritura cuneiforme, estos descifrados fueron una de las claves para situar la Asiriología en una situación de modernidad.

La figura inferior muestra los estilos de escritura de tres grandes sistemas cuneiformes: babilónico, ugarítico y asirio.

Se cree que Darío quiso situar la inscripción en un lugar inaccesible para mantenerla a salvo de modificaciones. Su legibilidad jugó un papel secundario, pues el texto es completamente ilegible desde el nivel del suelo. El monumento sufrió algunos daños en la Segunda Guerra Mundial porque los soldados británicos lo usaban para prácticas de tiro. El rostro de Ahura Mazda está completamente destrozado.

http://www.proel.org/index.php?pagina=alfabetos/sumerio

https://reydekish.com/2016/06/10/el-redescubrimiento-de-las-lenguas-ancestrales/

Se conocen signos más o menos desde 3.400-3.200

Piedras de Okinawa

Piedra de Okinawa

Durante siglos se ha dado por sentado que las civilizaciones más antiguas habían nacido en Mesopotamia, pero no es ningún secreto que hay vestigios que muchas personas consideran mucho más longevos: se trata de las ruinas sumergidas de Yonaguni. La isla de Yonaguni (archipiélago de Ryūkū), de 29 km2, está situada a 100 km de Taiwan, a 480 al suroeste de Okinawa y a 2.000 km de Tokyo.

En las costas cercanas de la isla Yonaguni se han encontrado unas tablillas de piedra las cuales están grabadas con dibujos, símbolos y una escritura de tipo jeroglífica que para algunos se trata de un lenguaje paleo-sánscrito.

Algunos pretenciosamente la denominan “La Piedra Rosseta de Okinawa”, y describe la historia de un legislador pacifista que vive en un Castillo, que finalmente se sumerge bajo el Mar. Esta piedra es distinta de la Piedra Rosseta encontrada por Champollion en el delta del Nilo. Su historia, induce a creer que se trataba de inscripciones realizadas en Lemuria.

Parece ser que la Piedra Rosetta de Okinawa se encuentra en el Museo de la Prefectura de Okinawa.

Piedras de Yonaguni

Hay una serie de teorías sobre la civilización temprana en esta área, especialmente en la isla más al sur de Yonaguni, donde algunos creen que hay un asentamiento submarino abandonado que es evidencia de una civilización perdida. Graham Hancock et al …

Es bastante posible. Depende de lo que llames avanzado. Ciertamente, el sitio de Yonaguni es intrigante, pero no es imposible que la formación tenga un origen totalmente geológico.

Esta piedra es una de un número encontrado en la isla de Okinawa en 1952 (?). El personal del museo afirmó que su significado y fecha de origen son desconocidos. Estos objetos podrían ser antiguos o podrían ser más recientes. En la parte continental de Japón hay una serie de textos sintoístas supuestamente antiguos que utilizan sistemas de escritura únicos que son, de hecho, recientes de reciente invención. Dichos textos se utilizan para apoyar la idea de que la cultura japonesa estaba bien alfabetizada antes de la llegada de los sistemas de escritura chinos desde el continente y, por lo tanto, Japón es verdaderamente la tierra de los dioses. Bla, bla, bla.

La imagen incisa que se puede considerar que dibujaron un barco, un Takakura y herramientas de cultivo en una paleta de pizarra como una tabla de roca natural, o los que se consideran un signo o un personaje, están picados. Se llama la Piedra de Rosetta de Okinawa “, en honor a la” Piedra de Rosetta “que llevó a formar la base de la egiptología después de romper el hierógrafo escrito allí más tarde con una paleta de pizarra que se encontró en el alimentador del río Nilo debido a caracteres indescifrables o su forma.  Hay 12 paletas de pizarra en este tipo de paleta de pizarra que se encontró en Kadena-cho y Hokutan-cho ahora, pero se dice que el Dr. Yamasaki Seidou, quien era jefe de la universidad de Kumamoto Medical University y el Sr. Shimabukuro Gen-Ichiro recolectó por ahí, una paleta de piedra encontrada por primera vez en el octavo año de la era Showa, cuando visitaron la tumba del Sr. Noguni Sokan. Después de eso, las mismas paletas de pizarra que se encontraron a través de la preguerra y la posguerra, los datos se trataron a medias porque la situación encontrada no estaba clara, pero recientemente está atrayendo la atención de las personas como una clave para resolver la historia en la era Sin personajes en Okinawa. Hay algunos aspectos de una paleta de pizarra, pero como ejemplo representativo, se cree que (1) los datos de la herramienta agrícola moderna, (2) los caracteres antiguos en Ryukyu vistos en el “Jisoushi”, y (3) el que La escena del puerto fue dibujada, pero no hay una teoría aceptada y es una paleta de pizarra muy misteriosa.

¿Podría estar ocurriendo algo similar aquí? ¿Estas piedras datan de un período anterior a la llegada de la cultura china? ¿Alguien tiene una broma arqueológica? Ni idea. Ciertamente son seductores.

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Calendario europeo

Calendario europeo

El calendario europeo más antiguo conocido está basado en la constelación de Orión – 19 Julio, 2016

A finales de los años 70 del siglo XX, durante la construcción de un refugio atómico, fue descubierta una antigua vasija hecha pedazos entre los escombros. Los arqueólogos de entonces quedaron muy perplejos ante los extraños dibujos geométricos que se observaban en esta pieza cerámica, datada en torno al año 2600 a. C., hasta que el Dr. Aleksandar Durman finalmente descifró su código: se trataba de un calendario. Aunque, a diferencia de los calendarios egipcios o sumerios de la misma época, este calendario europeo no estaba basado en el sol o en la luna, sino más bien en las estrellas. En el centro de las constelaciones trazadas sobre su superficie se encontraba la que recibe el nombre del noble cazador de la mitología griega: Orión.

Esta pieza cerámica fue desenterrada el 21 de marzo del año 1978, en el transcurso de la construcción del que es ahora el Hotel Slavonija de Vinkovci, Croacia. Los arqueólogos reconocieron rápidamente el hallazgo como perteneciente a la antigua cultura Vučedol, que se desarrolló en las márgenes occidentales del Danubio entre los años 3000 a. C. y 2200 a. C. Sin embargo, aunque los investigadores sabían que la pieza pertenecía al pueblo Vučedol, sus dibujos no fueron descifrados hasta décadas más tarde.

La cultura Vučedol era contemporánea de la incipiente Troya, el Imperio Antiguo de Egipto y el imperio sumerio de Mesopotamia. A diferencia de estas civilizaciones, los Vučedol eran de origen indoeuropeo, y por lo tanto no adoraban a la luna. Era el sol el astro al que los Vučedol rendían culto, aunque no pudiera ayudarles a comprender las estaciones siendo un pueblo que vivía en el paralelo 45. Como muchos ya sabrán, en el hemisferio norte el sol no nace y se pone en el mismo lugar a lo largo del año, como ocurre en el Ecuador. De este modo, los Vučedol tomaron como referencia en su lugar los precisos movimientos de las estrellas.

Mapa del área de influencia de la cultura Vučedol. (Public Domain)

De suma importancia era Orión, una constelación fácilmente reconocible por el ‘cinturón’ del mítico cazador, constituido por tres brillantes estrellas que forman una línea recta. En la región en que vivían los Vučedol, Orión se ocultaba en el horizonte cierto día del año para desaparecer durante todo el verano.

“En la época de la cultura Vučedol, el cinturón de Orión, que es la constelación invernal dominante, se ocultaba en el horizonte exactamente el 21 de marzo, marcando de este modo el equinoccio de primavera,” afirma el Dr. Aleksandar Durman. Los Vučedol observaron que Orión indicaba el comienzo de un nuevo año. A partir de esta sencilla constatación, fueron capaces de construir un calendario completo para todo el año.

Este calendario Vučedol puede observarse en la vasija hallada en el año 1978. Sus dibujos decorativos están divididos en cuatro hileras, una para cada estación. La hilera inferior, cercana al fondo de la vasija, representa la primavera. La pieza cerámica está rota, de modo que no pueden verse todos los cuadrantes de cada una de las hileras, pero los dibujos que se conservan de la primera franja representan al sol y al cinturón de Orión.

La segunda hilera representa el verano. En los cuadrantes de esta franja aparecen las constelaciones de las Pléyades, el Cisne y Casiopea: constelaciones igualmente importantes que fueron también utilizadas por los griegos para determinar los movimientos celestes. Casiopea en particular resulta útil para llevar la cuenta del paso del tiempo a lo largo del año. Durante el verano, sus cinco estrellas forman una ‘W’. A medida que el año progresa, la W gira hasta que, cuando llega el invierno, las cinco estrellas adoptan la posición de una ‘M’. En la leyenda griega, Casiopea está encadenada a su trono y condenada a girar eternamente en el cielo porque había afirmado que su hija era más bella que las Nereidas.

La constelación de Orión a simple vista (CC BY-SA 3.0)

La tercera franja representa el otoño. Los cuadrantes de esta hilera nos muestran las Pléyades, Géminis y Pegaso/Piscis. Finalmente, la franja superior es la del invierno. Aquí podemos observar el símbolo de Casiopea girado 180 grados, así como a Pegaso/Piscis, las Pléyades, Géminis y el regreso de la constelación dominante de invierno, Orión.

Aunque no podemos estar seguros de cuáles eran algunos de los dibujos de la vasija, al encontrarse incompleta, los investigadores creen que cada hilera tenía en un principio 12 cuadrantes, lo que podría corresponderse con el número de semanas de cada estación.

La sociedad Vučedol estaba muy jerarquizada. Se han hallado evidencias de personajes de esta cultura, que aparentemente gozaban de una alta consideración, enterrados con joyas de oro. En un principio ganaderos, los Vučedol alcanzaron la maestría en la fundición del cobre hacia el año 3000 a. C. El trabajo con el cobre no solo aportaba beneficios económicos, sino que también estaba considerado poderosamente mágico. El escalafón superior de la cultura Vučedol era por tanto el de los artesanos del cobre, una casta dominada por los chamanes. Se creía antiguamente que estos chamanes-artesanos podían alcanzar el corazón de la tierra y extraer de él su esencia vital: el cobre.

Además, el chamán artesano era capaz de manipular el mineral por medio de procesos naturales a fin de alterar su naturaleza para que prestara un mejor servicio al ser humano. Debemos tener en mente que la fundición del cobre no es tarea fácil. El chamán-artesano sabía cómo evitar las emanaciones de gas venenoso, arsénico, inherentes a la fundición del cobre. Con el tiempo, el chamán-artesano acababa perdiendo su capacidad de coordinar los movimientos corporales, ya que el arsénico, cuya inhalación nunca podían evitar por completo, le mataba lentamente. En la cultura Vučedol, cada individuo nacía con una casta y una profesión que le acompañaba hasta su muerte.

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