Este Mundo, a veces insólito
Calendario
marzo 2024
L M X J V S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031

Ciudades y Castros

En este apartado, se relacionan las ciudades, pueblos, castros, etc., en su día más o menos importantes, y que fueron abandonados por diversos motivos: destrucción por invasión, incendio, terremotos, etc. Algunos se encuentran sumergidos debido a que en su día las costas sufrieron un retroceso debido a que un cataclismo, o un cambio climático, elevaron el nivel del mar.

De la mayoría apenas se tenían datos hasta hace relativamente poco tiempo. De otras, debido a su estado y ha su escasa exploración, hasta se tienen dudas de que sean naturales o artificiales.
Castro

Un castro es un poblado fortificado celta por lo general prerromano, aunque existen ejemplos posteriores que perduraron hasta la Edad Media existentes en Europa y propios de finales de la Edad del Bronce y de la Edad del Hierro. Se encuentran con frecuencia en la península ibérica, en particular en el noroeste con la cultura castreña y en la meseta con la cultura de las cogotas.

La palabra castro proviene del latín castrum, que signfica “fortificación militar” (de ahí viene la palabra española castrense, “relativo a lo militar”).

Otro nombre con el que se conoce a los castros es oppidum (en plural oppida), en particular cuando son de gran tamaño.

El castro es un poblado fortificado que se empezó a habitar desde el siglo VI a. C., carente de calles que formen ángulos rectos y llenos de construcciones de planta casi siempre circular. Las casas más antiguas eran mayormente de paja-barro y las más recientes de mampostería. El techo era de ramaje y barro y después de varas largas. Fundamentalmente, eran estancias únicas. Se sitúan en lugares protegidos naturalmente (alturas, revueltas de ríos, pequeñas penínsulas), cerca de fuentes y terrenos cultivables y en el límite entre estos y zonas más altas de pastoreo.

Los castros estaban protegidos por uno o más fosos, parapetos y murallas que bordeaban el recinto habitado, pudiendo tener en sus accesos un torreón que controlaba las vías de entrada al mismo o en otro lugar estratégico.

En tiempo de conflictos, las gentes que vivían en campo abierto se trasladaban a estas construcciones, situadas en lugares estratégicos con el fin de garantizar su seguridad. Asimismo podían tener otras finalidades como la de control del territorio, vigilancia de sembrados, etc.

Gran Zimbabue

Subcategoría: Ciudad abandonada.Zimbabue8

El Gran Zimbabue es el nombre dado a las ruinas de una antigua ciudad situada en el sur de África, localizada en las coordenadas 20°16′S 30°54′E, en lo que hoy en día es Zimbabue. Esta ciudad fue el centro de una poderosa civilización conocida como el Imperio Monomotapa (o en su forma original Munhumutapa) que abarcaba zonas de Zimbabue y Mozambique. En aquella época esta civilización llegó a comerciar con otras partes de África a través de puertos como el de Sofala, al sur del delta del río Zambeze.Zimbabue1

El Gran Zimbabue está considerado como el santuario nacional del actual Zimbabue, en donde se halló el Pájaro de Zimbabue, el símbolo nacional del país. Actualmente es un lugar arqueológico de gran importancia.

Gran Zimbabue o “casas de piedra” es el nombre dado al conjunto de ruinas y construcciones en piedra esparcidas en un área de unos 150 km² en lo que es hoy el actual país de Zimbabue que, de hecho, es así nombrado por estas ruinas. El origen de la palabra Zimbabwe no se conoce a ciencia cierta pero hay al menos tres teorías al respecto.

En la primera teoría, la palabra Zimbabwe puede que se refiera a una forma corta de ziimba remabwe o ziimba rebwe, que es un término shona (dialecto: chiKaranga) que significa ‘gran casa [construida con bloques de] piedra’. En el dialecto karanga del idioma shona imba significa ‘casa, edificio’ y ziimba o zimba quiere decir ‘una casa o edificio enorme’. La palabra bwe o ibwe (en singular, mabwe en plural) significa en el dialecto karanga ‘[un bloque de] piedra’. Por lo tanto, según esta interpretación la palabra Zimbabwe claramente se infiere que el origen de la palabra se refiere a la antigua ciudad del Gran Zimbabue cuyos enormes edificios estaban construidos de grandes bloques de piedra. El pueblo shona de lengua karanga se encuentra actualmente viviendo alrededor de la zona del Gran Zimbabue en lo que es la actual provincia de Masvingo y se sabe que han habitado esa región desde la época de la construcción de la antigua ciudad.Zimbabue2

La segunda teoría dice que la palabra Zimbabwe es una contracción de dzimba woye que quiere decir ‘casas de veneración’ en el dialecto zezuru del idioma shona. Este término se reserva generalmente para las casas de los jefes o sus tumbas. Asimismo, se debe hacer notar que el pueblo shona de lengua zezuru se encuentra desperdigado a una distancia de 500 kilómetros en dirección noreste de lo que es el complejo del Gran Zimbabue.

La tercera teoría afirma que la palabra Zimbabwe procede del idioma shona con la forma dzimba dza mabwe que significa ‘casa de piedra’, lo que haría referencia a las ruinas del Gran Zimbabwe.

Las estructuras y edificios fueron construidos entre el siglo XI y el XV. Las ruinas de lo que es hoy el Gran Zimbabue están entre las más antiguas y de más grande estructura localizadas en el África Subsahariana. En su apogeo, se cree que el Gran Zimbabue albergaba a unos 18.000 habitantes. Las ruinas que han sobrevivido hasta nuestros días están construidas completamente en piedra. Las ruinas cubren un área de 7 km² a lo largo de una zona con un radio de 160 a 320 km.

Las ruinas se pueden dividir en tres grupos arquitectónicos distintos. Estos se conocen con los nombres de Conjunto de la colina (Hill Complex), Conjunto del valle (Valley Complex) y la famosa Gran cerca (Great Enclosure). Más de 300 estructuras se han localizado hasta el momento en la Gran cerca. Los distintos tipos de estructuras pétreas que se han encontrado en el sitio arqueológico dan una idea del estatus social al que pertenecía el recinto. Las estructuras más elaboradas probablemente se construyeron para los reyes, las cuales se encontraban más alejadas del centro de la ciudad. Se cree que esto es así con la intención de prevenir caer en la enfermedad del sueño.

Zimbabue4Zimbabue3Lo que los pocos datos existentes sugieren es que el Gran Zimbabue fue también un importante centro comercial. Según los restos encontrados, la ciudad pudo haber formado parte de una red de intercambios comerciales que pudo haberse extendido hasta China. Restos de alfarería china, monedas de Arabia, objetos de cristal tales como abalorios, y otras piezas foráneas han sido excavadas en la zona.

Nadie sabe a ciencia cierta porqué se abandonó este lugar. Quizás pudo deberse a sequías, enfermedades o incluso simplemente a que la disminución del comercio de oro forzase a la población que vivía en el Gran Zimbabue a buscar mejores emplazamientos.

Es bastante fácil llegar a las ruinas y recorrerlas ya que existen dos senderos que suben hasta ellas. Es de reseñar también que en el medio de las ruinas principales hay como una ermita de adoración.

Fueron los comerciZimbabue7antes portugueses los primeros europeos en visitar los restos de la ciudad antigua a comienzos del siglo XVI.

Exterior del muro de la Gran Cerca. Fotografía tomada por David Randall-MacIver en 1906.

En 1531, Vicente Pegado, capitán del escuadrón portugués de Sofala desde 1531 a 1538, describió Zimbabue de la siguiente manera:

Entre las minas de oro de las planicies del interior entre los ríos Limpopo y Zambeze hay una fortaleza construida a base de piedras de un enormZimbabue6e tamaño, y parece no haber argamasa uniéndolas… Este edificio está casi rodeado por colinas, sobre las que hay otros parecidos, con el mismo tipo de piedra y sin argamasa, y uno de ellos es una torre más alta de 12 brazas. Los nativos del país llaman a estos edificios Symbaoe, lo que de acuerdo con su idioma significa “palacio”.

En 1867 las ruinas fueron redescubiertas por Adam Renders mientras realizaba un viaje de cacería quien se las mostró a Karl Mauch en 1871. Las ruinas llegaron a ser muy conocidas por escritores ingleses desde la temporada que pasó en Zimbabue James Theodore Bent bajo el patrocinio de Cecil Rhodes.

Bent, cuya experiencia arqueológica se había circunscrito a Grecia y Asia Menor, declaró en su libro The Ruined Cities of Mashonaland publicado en 1891 que las ruinas mostraban que los constructores habían sido, bien los fenicios, o bien los árabes. Por otra parte Mauch favoreció la leyenda que afirmaba que los edificios fueron construidos como una réplica del palacio de la reina de Saba en Jerusalén.

Según otras teorías seguidas por colonos blancos y académicos, producto de la visión eurocéntrica de la época, afirmaban que las edificaciones no habían podido ser construZimbabue10idas por gentes de raza negra sino por algún pueblo mediterráneo o norteafricano. En el siglo XIX las culturas africanas eran vistas por las potencias coloniales europeas como desprovistas de todo sustrato de civilización. La idea contraria, de un Gran Zimbabue erigido originalmente por alguna cultura africana ha ido en contra de la visión racista de antaño.

La primera excavación arqueológica verdaderamente científica la llevó a cabo David Randall-MacIver entre 1905 y 1906. Escribió en su libro titulado Medieval Rhodesia que había encontrado objetos con un origen eminentemente africano. En 1929, Gertrude Caton-Thompson fue la primera arqueóloga que, de manera concluyente, aseveró que aquellas ruinas había sido levantadas por africanos.Zimbabue9

Actualmente se ha probado, mediante dataciones de radiocarbono, que los restos más antiguos se remontan al siglo XIII. Hoy en día los arqueólogos están de acuerdo en que probablemente los constructores serían de alguna etnia de habla shona. Los lemba, una tribu de lengua shona que afirman ser descendientes de los antiguos judíos, y que viven a lo largo de la frontera entre Zimbabue y Sudáfrica, reclaman el Gran Zimbabue y las otras ciudades de piedra del este de África como parte de su legado. Ciertas características de la arquitectura swahili en la costa este recuerdan aquellas de Zimbabue, en particular la gran torre.

A pesar de las evidencias, la línea oficial seguida por los gobiernos coloniales de Rodesia iba encaminada a negar la autoría de todos los restos por parte de africanos nativos.

Para los grupos negros anticolonialistas el Gran Zimbabue representó un símbolo importante de los logros africanos. Reivindicar la propia historia fue uno de los principales objetivos de quienes luchaban por la independencia. En 1980 el nuevo país independiente fue rebautizado en honor a este legado, y su famosa escultura del pájaro se convirtió en símbolo nacional, incluyéndose en la bandera.

Guardar

Oppidum d’Enserune

Subcategoría: Poblado en colina.Oppidum1

Category: Heritage in Languedoc Roussillon

Department: Hérault (34)

Location: 10 km west of Béziers

Road access: A9 exit 36 D609 or d11

En el siglo VI a.C., las tribus indígenas del sur de la Galia se agruparon en grandes comunidades situadas en altos llamadas «oppida»

El Oppidum d’Ensérune es una antigua colina de la ciudad (o oppidum) cerca del pueblo de Nissan-lez-Enserune, Francia, situado entre Béziers y Narbona cerca de la D609 (antes RN9) y del Canal du Midi.

Fechas de ocupación de la tarde Edad del Bronce y la temprana Edad de Hierro (8 y 9 de siglos antes de Cristo), que eran los pOppidum3eríodos de cambio en las formas de vida de las poblaciones proto-histórica de lo que hoy es el sur de Francia. En su primera fase consistió en chozas hechas de materiales perecederos dispuestas sin orden aparente. El asentamiento de personas en grandes sitios elevados conocidos como oppida, siguió un largo período de semi-nomadismo.

El asentamiento fue ocupado sin interrupción desde el siglo sexto antes de Cristo y el 1 de siglo, su ubicación de ser elegido probablemente porque se trataba de una colina con buenas vistas sOppidum2obre la llanura costera, estar cerca de la calzada romana Via Domitia, el lago Montady, y de tierras agrícolas fértiles a continuación.

El asentamiento colina fortificada prehistórica (oppidum) en Ensérune es uno de los más importantes sitios de pre-romanas en Europa. El sitio arqueológico aquí es famoso por su valor científico, específicamente el tamaño del sitio y el número de artículos encontrados allí.

Hay un museo en el sitio que ofrece una muestOppidum5ra de algunos de los hallazgos en el sitio, así como dar más información acerca de la fortaleza y el sistema de campo.

Desde el punto más alto del sitio, hay una vista panorámica de la Montady laguna (o laguna de Montady)Oppidum4

A continuación el Oppidum fue el pantano de Montady, (centrado en 43 ° 19’12 “N 3 ° 07’24” E ), que ahora está en forma de cuña los campos separados por acequias que confluyen en el centro. En el siglo 13, el pantano fue drenado; las zanjas deseados que el agua fluya hacia el centro de la depresión circular, de la que se transmite a través de tuberías subterráneas de varios kilómetros hacia el sur. El drenaje es todavía funcional y se mantiene en uso.

Muy conocida por los habitantes del Hérault, pero ignorada por la mayoría de los franceses, la rueda de Enserune es, probablemente, el único geoglifo? de Francia.

Vista desde un avión o desde el miradoOppidum6r situado sobre una colina antigua, se presenta como una inmensa y perfecta rueda, cuyos veinte radios se reúnen en el centro.

De hecho, los radios de la rueda, cuyo diámetro debe de aproximarse a los cuatro o cinco kilómetros, son unos fosos de drenaje separando los viñedos y los campos de diversos propietarios.

El conjunto, llamado rueda de Enserune o de Montady, se extiende a unos seis kilómetros de Béziers, entre las carreteras que van, de una parte a Capestan y de otra parte a Narbona.

 

Guardar

Derinkuyu

Derinkuyu (Ciudad subterránea)

Coordenadas: 38°22′27″N 34°44′01″E

Localización de Derinkuyu en Turquía

PaísTurquía

Región: Anatolia Central

Provincia: Nevşehir

Distrito: Derinkuyu

Patrimonio de la Humanidad de la Unesco

Puerta circular de piedra que bloquea un pasillo en la ciudad subterránea de Derinkuyu.

Derinkuyu (en griego: Μαλακοπή) es una ciudad y distrito de la provincia de Nevşehir en Anatolia central, Turquía. En el censo de 2000, la población del distrito era de 24 631 habitantes, de ellos 11 092 correspondían a la ciudad de Derinkuyu. El distrito posee un área de 445 km², y la elevación media es de 1300 m, con el monte Ertaş de 1988 m como punto más alto.

Localizada en la región de Capadocia, Derinkuyu es conocida por ser la de mayor atracción turística de las 37 ciudades subterráneas abandonadas de esta región.

Derinkuyu se encuentra 29 km al sur de Nevşehir, y su nombre significa ‘pozo profundo’. Antiguamente llamada Melengübü, se cree que el lugar fue ocupado desde el siglo VII, aunque algunos arqueólogos especulan que es más antigua que Kaymaklı, otra famosa ciudad subterránea de la zona; ya que el primer nivel pudo haber sido excavado por los hititas alrededor del año 1400 a. C.

La ciudad subterránea de Derinkuyu y su vecina Kaymaklı forman parte del conjunto Parque Nacional de Göreme y sitios rupestres de Capadocia elegido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en el año 1985.1

Historia

El militar e historiador griego Jenofonte, menciona las ciudades subterráneas de Capadocia en la Anábasis. En ese relato de la expedición de diez mil mercenarios en el Imperio Persa, en 399 a. C., explica que los habitantes de Anatolia habían excavado sus casas bajo tierra y vivían en alojamientos lo suficientemente grandes como para albergar una familia, sus animales domésticos y los suministros de alimentos que éstos almacenaban.2

La facilidad de excavar el suelo volcánico de la zona, llevó a los moradores de Derinkuyu a crear una ciudad de varios niveles subterráneos, que fue utilizada como refugio de las frecuentes invasiones a Capadocia, en las diversas épocas de su ocupación.

Las excavaciones arqueológicas modernas comenzaron en 1963, y han llegado a los cuarenta metros de profundidad, revelando la existencia de entre 18 a 20 niveles subterráneos, aunque solamente es posible visitar los ocho niveles superiores. El resto está parcialmente obstruido, o reservado para la investigación arqueológica y antropológica. Fue abierta a los visitantes en 1969 y hasta la fecha [¿cuándo?] sólo el diez por ciento de la ciudad subterránea es accesible para los turistas.

En el interior de la ciudad, pueden observarse establos, comedores, salas para el culto, cocinas (aún ennegrecidas por el hollín de los hogares), prensas para el vino, bodegas, cisternas de agua y áreas habitacionales. La ciudad cuenta con pozos de agua y galerías de comunicación.

En total, se han detectado 52 pozos de ventilación. Se calcula que estas instalaciones eran suficientes para dar refugio a diez mil personas. El laberinto de corredores cuenta además con tres puntos estratégicamente seleccionados, cuyo acceso podía ser bloqueado, desplazando las rocas adyacentes; impidiendo así la entrada de intrusos. Además, la ciudad tiene un túnel de casi 8 km de largo, que se cree la conectaba con la vecina ciudad subterránea de Kaymaklı.

La antigua ciudad subterránea de Derinkuyu: una red de túneles para 20.000 personas levantada hace miles de años

A Derinkuyu la rescató del olvido la casualidad, el mismo e imprevisible azar que ha acompañado otros grandes descubrimientos a lo largo de la historia. Se cuenta que en 1963 un vecino que vivía en una de las “casas-cueva” de la zona, en la región de Capadocia, actual Turquía, se dio cuenta de que estaba perdiendo gallinas de una forma misteriosa: se esfumaban tras colarse por una pequeña grieta abierta durante una reforma. Al indagar descubrió que se colaban por un pasadizo, pasadizo que conectaba a su vez con otro corredor, corredor que enlazaba con una ciudad subterránea.

Había dado con la amplia y antiquísima metrópoli soterrada de Elengubu (Derinkuyu).

Hoy aquel golpe de suerte, cuya historia relatan todavía los guías a los incrédulos viajeros que se desplazan hasta la zona para conocerla en persona, se ha convertido en una de las grandes atracciones de la región. Y una de las construcciones más fascinantes del país.

Derinkuyu es una maravilla milenaria, una enorme metrópolis subterránea que, se calcula, podía acoger hasta 20.000 personas durante meses. Los expertos calculan que la también conocida como antigua ciudad de Elengubu se extiende a más de 85 metros bajo tierra igual que un rascacielos con 18 niveles de galerías. Un tamaño extraordinario del que solo se puede conocer una parte. Suena a fantasía, una ciudad creada por los morlocks, pero Derinkuyu fue una realidad durante siglos.

Un refugio… a lo grande

Expertos como A. Bertiniprecisa la BBC— creen que pudieron excavar los primeros niveles en la roca cuando fueron atacados por los frigios, hacia el 1.200 a.C. En la metrópolis se han encontrado de hecho objetos atribuidos a los hititas. Buena parte de la construcción se asocia también con los frigios. A su labor habría contribuido la propia geología de la región, maleable y con suelos secos.

Las construcciones se mantuvieron durante siglos, pasando, entre otros, por los persas y los cristianos de la era bizantina, hasta quedar abandonadas en la década de 1920 tras la guerra greco-turca. Con el tiempo la construcción adoptó dimensiones de auténtica urbe, con viviendas, espacios para almacenar alimentos y bebida, aulas, capilla y pasadizos con su propio sistema de seguridad.

En la imagen se aprecia cómo la puerta circular de piedra cerraba el pasillo, aislando a los habitantes del subsuelo.

Sus responsables llegaron a fabricar enormes rocas circulares y media tonelada de peso para desplazarlas hacia los accesos de los túneles y cegarlos ante el avance de sus enemigos.

Los investigadores creen que pudo servir en un principio al almacenamiento, si bien su uso principal sería el de refugio, un espacio temporal para resguardarse del acecho de los invasores.

“La sucesión de imperios y su impacto en los paisajes de Anatolia explican que se usasen refugios subterráneos como Derinkuyu”, comenta a la BBC el profesor Andrea de Giorgi, de la Universidad Estatal de Florida. Su apogeo se habría alcanzado de hecho hacia el VII, durante las incursiones islámicas. Para facilitar su ocupación disponía de un sistema de ventilación y un pozo protegido.

Aunque Derinkuyu resulta fascinante por sus características, no es la única ciudad subterránea de Capadocia, región por la que se distribuyen otras construcciones similares. Durante los trabajos de limpieza de una ladera en Nevsehir, Turquía, se descubrió de hecho una amplia ciudad soterrada que, se calculaba en 2014, podría extenderse a lo largo de 450.000 metros cuadrados.

Uno de los detalles más interesantes es el que Derinkuyu fue sufiendo dramáticos cambios a lo largo de su historia. Sobretodo en la era Bizantina, en la cual se agregaron unas considerables puertas de piedra para cerrarla desde dentro e impedir el acceso exterior. Detalle que indica el conocimiento de la ciudad por parte de los persecutores y posibles intentos de invasión. Sorprendentemente, gracias a sus fuentes y depósitos internos de comida, la ciudad podía acomodar cómodamente a 3 mil personas; pero si una crisis se desataba en el exterior, se cree que podía llegar a ser ocupada por 50 mil.

La ciudad fue utilizada como refugio por miles de personas que vivían en el subsuelo para protegerse de las frecuentes invasiones que sufrió Capadocia, en las diversas épocas de su ocupación, y también por los primeros cristianos.

Los enemigos, conscientes del peligro que encerraba introducirse en el interior de la ciudad, por lo general intentaban que la población saliera a la superficie envenenando los pozos.

El interior es asombroso: las galerías subterráneas de Derinkuyu (en las que hay espacio para, al menos, 10.000 personas) podían bloquearse en tres puntos estratégicos desplazando puertas circulares de piedra. Estas pesadas rocas que cerraban el pasillo impedían la entrada de los enemigos. Tenían de 1 a 1,5 metros de altura, unos 50 centímetros de ancho y un peso de hasta 500 Kilos.

Además, Derinkuyu tiene un túnel de casi 8 kilómetros de largo que conduce a otra ciudad subterránea de Capadocia, Kaymakli.

Capadocia es una región de la Anatolia Central, en Turquía. Fotografía de Nevit Dilmen

En los niveles recuperados se han localizado establos, comedores, una iglesia (de planta cruciforme de 20 por 9 metros, con un techo de más de tres metros de altura), cocinas (todavía ennegrecidas por el hollín de las hogueras que se encendían para cocinar), prensas para el vino y para el aceite, bodegas, tiendas de alimentación, una escuela, numerosas habitaciones e, incluso, un bar.

La ciudad se beneficiaba de la existencia de un río subterráneo; tenía pozos de agua y un magnífico sistema de ventilación (se han descubierto 52 pozos de ventilación) que asombra a los ingenieros de la actualidad.

Meses bajo tierra

Pequeños agujeros perfectamente redondos en el centro de estas fuertes puertas habrían permitido a los residentes atacar a los invasores mientras mantenían un perímetro seguro.

“La vida bajo tierra probablemente fue muy difícil”, agregó mi guía Suleman.

“Los residentes hacían sus necesidades en vasijas de barro selladas, vivían a la luz de las antorchas y se deshacían de los cadáveres en áreas designadas”.

Cada nivel de la ciudad fue cuidadosamente diseñado para usos específicos.

El ganado se mantenía en los establos más cercanos a la superficie para reducir el olor y los gases tóxicos producidos por el ganado, así como para proporcionar una capa cálida de aislamiento vivo para los meses fríos.

Las capas internas de la ciudad contenían viviendas, sótanos, escuelas y espacios de reunión.

Identificable por sus techos abovedados de cañón únicos, una escuela misionera bizantina tradicional, completa con salas adyacentes para el estudio, se encuentra en el segundo piso.

Según De Giorgi, “la evidencia de la elaboración del vino se basa en la presencia de bodegas, cubas para prensar uvas y ánforas [tinajas altas de dos asas y cuello estrecho]”.

Estas habitaciones especializadas indican que los habitantes de Derinkuyu estaban preparados para pasar meses bajo la superficie.

Fuente de la imagen, Getty Images

Derinkuyu tenía muchas entradas, incluidas más de 600 que se encuentran dentro de casas privadas.

Ilustración vía Reddit

Más secretos por excavar

Pero lo más impresionante es un complejo sistema de ventilación y un pozo protegido que habría abastecido a toda la ciudad con aire fresco y agua limpia.

De hecho, se cree que la construcción temprana de Derinkuyu se centró en estos dos elementos esenciales.

Más de 50 pozos de ventilación, que permitían el flujo de aire natural entre las muchas viviendas y pasillos de la ciudad, se distribuyeron por toda la ciudad para evitar un ataque potencialmente fatal a su suministro de aire.

El pozo fue excavado a más de 55 metros de profundidad y los habitantes de la ciudad podían cortarlo acceder a él fácilmente desde abajo.

Si bien la construcción de Derinkuyu fue realmente ingeniosa, no es la única ciudad subterránea en Capadocia.

Con 445 kilómetros cuadrados, es simplemente la más grande de las al menos 200 ciudades subterráneas debajo de las llanuras de Anatolia.????

Más de 40 de estas ciudades más pequeñas se encuentran a tres o más niveles de profundidad bajo la superficie.

Muchas están conectadas a Derinkuyu a través de túneles excavados cuidadosamente, algunos de los cuales se extienden hasta 9 kms.

Todos ellos están equipados con vías de escape de emergencia en caso de que fuera necesario un retorno inmediato a la superficie.

Pero no todos los secretos subterráneos de Capadocia han sido excavados.

En 2014, se descubrió una ciudad subterránea nueva y potencialmente incluso más grande debajo de la región de Nevsehir.

La historia viviente de Derinkuyu llegó a su fin en 1923 cuando los griegos de Capadocia evacuaron.

Más de 2.000 años después de la probable creación de la ciudad, Derinkuyu fue abandonada por última vez.

Fotografía de Nevit Dilmen

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las otras teorías

A Andrew Collins, un experto en misterios de civilizaciones desaparecidas, Demir le había hecho ver algo: que algunas de las zonas más antiguas de ese entramado eran más altas que las modernas. Como si hubiesen sido acondicionadas para personas de mayor estatura. Él creía que podía remontar su antigüedad al Paleolítico. «Collins me propuso una explicación», recuerda Demir. «Cree que, hacia el noveno milenio antes de Cristo, Turquía sufrió una breve era glacial que duró 500 años. Y que los habitantes de estas regiones, más altos que nosotros, decidieron refugiarse del frío y la nieve del exterior excavando ciudades en las que la temperatura era constante. Como aquí, que nunca baja de los 10 ó 12 grados».

Andrew Collins, junto a autores bien conocidos en los países anglosajones como Graham Hancock, Rand Flem-Ath o Colin Wilson, defiende que existieron civilizaciones desarrolladas, mucho antes de Mesopotamia o Egipto, que se esfumaron tras la llegada de la última glaciación. Para todos ellos, aquel cambio climático de hace 11 ó 12.000 años colapsó el curso de la Historia y dio pie a leyendas como las del Diluvio -extendida entre todas las culturas del planeta- o la del hundimiento de la Atlántida. ¿Era, pues, Derinkuyu un vestigio de alguna de esas civilizaciones prehistóricas? ¿Era casualidad que en la región del planeta en la que nos encontrábamos hubiera florecido el mito de Shambalah, un mítico reino subterráneo cuyos tentáculos se extienden supuestamente bajo todo el continente de Asia?

Capadocia sigue alimentando el asombro con las chimeneas de Hadas de Göreme. Estas extrañas elevaciones puntiagudas son como altas columnas modeladas por la erosión y provistas de una roca superior, como sombrero. El nombre actual Göreme significa “no dejes de ver”, dicho por los nativos a los forasteros.

 

 

 

Guardar

Ciudad en Canarias

Subcategoría: Ciudad sumergidaCanarias

El ingeniero aeronáutico inglés Bernie Bamford, mientras estaba estudiando las imágenes por satélite de los océanos del mundo, se encontró con esta impresionante imagen.

Parece ser que se trata de una ciudad sumergida a 1.000 metros de profundidad, cerca de la costa oeste de África, tocando a las Islas Canarias. La foto del satélite detalla un plano simétrico de líneas paralelas y perpendiculares, semejante a un mapa de una enorme ciudad, informó el diario inglés The Sun.

El descubridor de esta imagen afirma que las líneas parecen estar hechas por el hombre, y que tal ciudad podría tener las dimensiones de la ciudad de Gales.

“The Sun” afirma que, a juzgar por la imagen de Google Ocean, la supuesta civilización, de la Atlántida, hundida hace casi 12.000 años -según el relato de Platón- se encontraría en el océano Atlántico a unos 965 kilómetros al oeste de las islas Canarias, a una profundidad de unos 5,6 kilómetros.

Sin embargo, la empresa Google se ha apresurado a aclarar que lo captado por su buscador -en el mismo sitio, aproximadamente, en que debería hallarse la antigua metrópolis-, son las trazas dejadas por barcos mientras recogen datos de sónar para elaborar un mapa del fondo oceánico.Canarias1

“Lo que están viendo los usuarios son artefactos del proceso de recolección de datos”, explicó una portavoz de la compañía, en declaraciones recogidas por la agencia británica PA.

“Los datos batimétricos (del fondo del mar) se recogen a menudo desde embarcaciones que utilizan el sónar para tomar medidas del suelo marítimo”, prosiguió.

Las líneas que se ven en la fotografía captada por el Google Ocean -que combina imágenes de satélite con estudios marítimos-, “reflejan el trazo de los barcos a medida que recogen los datos”, añadió.

Investigaciones geológicas muestran que hace unos 11.000 años, durante el fin de la última glaciación, Lanzarote, Fuerteventura y otros islotes conformaban una sola isla de más de 200 km de longitud y una superficie superior a los 5000 km2, orientada paralelamente a la costa africana y donde pudo desarrollarse una desconocida civilización. el hallazgo durante los últimos tiempos de numerosas estructuras artificiales sumergidas cerca de las costas canarias constituiría una prueba de la existencia de ese deCanarias2sconocido pueblo…

El hallazgo de las estructuras submarinas en febrero de 1981 en Lanzarote se debió exclusivamente a la casualidad, según ha mantenido siempre el veterano submarinista y documentalista Pippo Cappellano. Por aquellas fechas, él y sus compañeros se encontraban enfrascados en una investigación en el Triángulo de las Bermudas, con la expedición Alyan-Mondo Sommerso. En una parada técnica en Lanzarote, decidieron que intentarían batir el récord de submarinismo en la gruta volcánica conocida curiosamente como Túnel de la Atlántida, en Los Jameos del Agua, de modo que se quedaron en la isla unos días más, realizando inmersiones en diferentes puntos de la costa.

Inesperadamente, a unos 22 metros de profundidad y a varias decenas de metros de la línea de costa, en la inmediaciones de la zona conocida como La Pechiguera, se dieron de bruces con un espectáculo inesperado. «Decidimos bucear en un punto elegido al azar –recordaba Cappellano en una entrevista con el investigador Adriano Forgione–. Justo ahí, debajo del agua, había una serie de paredes formadas por la superposición de bloques que tenían formas triangulares y regulares. Formas perfectas que sólo podían haber sido trabajadas por el hombre. Éstas eran estructuras que no tenían nada en común con los restos arqueológicos que se atribuyen a los guanches (aborígenes de Canarias). Las construcciones contaban con una regularidad absoluta. Se trataba de los restos de edificios divididos en habitaciones»… (Continúa en AÑO/CERO 287).

 

 

 

Guardar

Castros

Subcategoría: Poblado

Un castro es un poblado fortificado, por lo general prerromano aunque existen ejemplos posteriores que perduraron hasta la Edad Media, existentes en Europa y propios de fines de la Edad del Bronce y de la Edad del Hierro. Antiguas investigaciones los asociaron a la de la cultura céltica, pero en la actualidad se ponen en duda dichos resultados. Se encuentran con frecuencia en la Península Ibérica, en particular en el noroeste con la cultura castreña y en la meseta con la cultura de las cogotas.castro2

La palabra castro proviene del latín castrum, que signfica “fortificación militar” (de ahí viene la palabra española castrense, “relativo a lo militar”).

El castro es un poblado fortificado que se empezó a habitar desde el siglo VI a. C., carente de calles que formen ángulos rectos y llenos de construcciones de planta casi siempre circular. Las casas más antiguas eran mayormente de pajabarro y las más recientes de mampostería. El techo era de ramaje y barro castro3y después de varas largas. Fundamentalmente, eran estancias únicas. Se sitúan en lugares protegidos naturalmente (alturas, revueltas de ríos, pequeñas penínsulas), cerca de fuentes y terrenos cultivables y en el límite entre estos y zonas más altas de pastoreo.

Los castros estaban protegidos por uno o más fosos, parapetos y murallas que bordeaban el recinto habitado, pudiendo tener en sus accesos un torreón que controlaba las vías de entrada al mismo o en otro lugar estratégico.

En tiempo de conflictos, las gentes que vivían en campo abierto se trasladaban a estas construcciones, situadas en lugares estratégicos con el fin de garantizar su seguridad. Asimismo podían tener otras finalidades como la de control del territorio, vigilancia de sembrados, etc.castro4

Su situación en el territorio respecto a otros castros hace pensar que existía una estrategia definida a la hora de elegir su localización, permitiendo la comunicación por señales entre ellos a modo de red defensiva.

Los castros eran recintos fortificados, rodeados de fosos y murallas. En su interior las viviendas de piedra, con planta circular y techos de paja, se distribuían en barrios, separados por calles y plazas. Otras construcciones más alargadas funcionaban como espacios de reunión o de culto, y algunos poblados incluso tenían baños de vapor. El Castro de Coaña, en Asturias, y el de Santa Tecla en la localidad gallega de A Guarda (Pontevedra), son dos ejemplos representativos, pero hay más.

Los castros son poblados fortificados, recintos rodeados de obras defensivas. Presentan por lo general una planta oval o circular.

Son muy numerosos, calculándose unoscastro5 2000 o 2500. Su distribución, sin embargo, no es uniforme, sino que se agrupan preferentemente en la costa y en la media montaña (buscando siempre lugares de fácil defensa).

En general sus dimensiones son modestas (70 por 100 m.) y su fisionomía queda determinada por una serie de elementos defensivos: terraplenes, murallas, fosos y torres; los habitantes de los castros poseían una destacada técnica de fortificación.

El emplazamiento de castros en lugares elevados, en muchas ocasiones con desniveles pronunciados, hizo necesario el empleo de escaleras de acceso y de muros de contención de tierras para habilitar terrazas donde asentar las viviendas.

 A los habitantes de los castros les preocupaba mucho la humedad y para ello usaron el enlosado, normalmente de piedra pequeña, en sus calles. No podemos hablar con propiedad de un auténtico urbanismo dentro de los castros.castro6

 Lo primero que llama la atención es la tendencia a aislar las edificaciones unas de otras. Este hecho guarda relación con el carácter individualista de sus habitantes. En algunos casos se llega a definir “barrios”, conjuntos de varias casas que corresponderían a una sola familia, rodeados de un muro de poca altura. La organización de estos poblados muestra, dentro de su evidente primitivismo, la existencia de una incipiente urbanización.

La tipología de la casa castreña más abundante presenta planta circular, a la que se le puede añadir un vestíbulo; también hallamos construcciones de forma cuadrangular (sobre todo en la época romana, aunque no se puede establecer con ello una secuencia cronológica). La casa presenta unas dimensiones reducidas, llegando incluso a plantear problemas por su extrema pequeñez (las viviendas circulares tienen una media de 4 o 5 m. de diámetro, las plantas alargadas son de un tamantilde; o algo mayor).

Es muy raro encontrar divisiones dentro de la vivienda ya que lo más habitual es que aparezca una sola estancia. La cubierta de la vivienda sería cónica en las de planta circular, y a dos aguas en las de planta cuadrangular, como material de cubrimiento se utilizaban ramas y paja, recubiertas de barro (a medida que avanzó la romanización se cambió el sistema con el empleo de teja, “tegula”). El pavimento más cotidiano es simple: a base de tierra pisada. En la gran mayoría de las habitaciones castreñas se encendía fuego directamente en el suelo, poniendo piedras alrededor para evitar la dispersión de brasas y para mantener los pucheros. En otros castros había lugares especiales para el fuego, los hogares. Su tipología es variada, pero no parece haber evolucionado. Muchas veces se sitúan en el centro de las hbitaciones, aunque no es raro verlos también junto a la pared o incluso fuera de la vivienda.

Puede haber hornos para hacer pan, fundición de metal o de cerámica. Su presencia está poco atestiguada, aunque conocemos algunos hornos rudimentarios para hacer el pan. Suelen aparecer en los vestíbulos. La escasez de hornos contrasta con la abundancia de molinos, lo que nos hace pensar que los hornos fueran de uso comunitario.

En la organización de cualquier poblado es muy importante el abastecimiento de agua. En algunos castros aprovecharían los ríos o arroyos cercanos, pero en otros se recurriría ya a fuentes emplazadas en el interior de las murallas.

El monte Santa Tecla, de 341 m. de altura, está situado en la desembocadura del río Miño, dentro del término municipal de A Guarda, constituyendo por si mismo un espacio geográfico de excepcional belleza.

A partir de los 200 m. de altura se configura un gran poblado amurallado, de construcciones circulares en su gran mayoría, con vestíbulos y dependencias anejas cuyos orígenes se remontan a la Edad de Bronce, 1900 anos A. de C. y que alcanza su esplendor en los primeros años del período Galaico-Romano, decayendo y pasando al olvido a partir del siglo II de nuestra era.

Paralelamente al comienzo de las excavaciones, la sociedad Pro Monte funda el Museo Arqueológico de Santa Tecla en 1914, recogiéndose en el mismo, desde entonces, innumerables piezas de todo tipo que forman un conjunto de incalculable valor.castro1

La colección de Esvásticas es, probablemente, una de las más importantes conocidas.

Castro de Santa Tecla, castro celta, (Galicia, España)

Guardar

Guardar

Camino en las costas de Florida

Subcategoría: Construcciones sumergidas.

En el año 1967, el Submarino “Aluminaut” descubrió casualmente, a una profundidad de 900 mts.,  frente a las costas de la Florida,  una carretera que se extenflorida1día  en línea recta por más de 24 km y se halflorida3laba pavimentada con un compuesto formado por alúmina, sílice, cal, óxido de hierro y óxido de magnesio (uno de los componentes actuales del cemento).

El submarino, forjada en 80 toneladas de puro aluminio, la nave de inmersión contaba con cuatro equipos sonar, un sistema de barrido lateral y la capacidad de albergar 6000 libras de equipamiento científico, entre otras tantas de sus prestaciones técnicas.

Exploraciones posteriores encontraron, al final de la misma, una serie de construcciones parecidas a edificios.florida2

El segundo encuentro interesante, tuvo lugar en el 1969. La tripulación del submarino estadounidense Aluminaut, descubrió casualmente, en el fondo de la Florida, a 900 metros de profundidad, otra calle de 20 kilómetros compuesta de aluminio, sílice y óxido de magnesio. Aún hoy no se sabe si la misteriosa vía submarina sea obra de una civilización desarrollada o simplemente una broma de la naturaleza.

Por supuesto, y como todo enigma que se precie de tal, hasta el momento las discusiones

florida4

continúan. Lo único claro es que la ruta data de unos 10.000 años de antigüedad.

Guardar

Cahokia

Subcategoría: Ciudadcahokia

Cahokia es un yacimiento arqueológico amerindio situado cerca de Collinsville (Illinois), en la llanura del río Mississippi en el suroeste de dicho estado, cerca de la ciudad de San Luis (Missouri). Está formado por una serie de montículos o túmulos artificiales de tierra.

Cahokia es el mayor yacimiento relacionado con la cultura Mississippiana, que desarrolló una avanzada sociedad en el este de América del Norte antes de la llegada de los europeos.

Se estima que Cahokia fue fundada cuatro siglos antes de la llegada de Cristóbal Colón a América.

Los túmulos de Cahokia fueron designados catalogados como hito histórico nacional (National Historic Landmark) el 19 de julio de 1964, e inscritos en el Registro Nacional de Lugares Históricos (National Register of Historic Places) de Estados Unidos el 15 de octubre de 1966. El Sitio Histórico Estatal de los Túmulos de Cahokia fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1982. El parque protege 8,9 km², y es un importante foco de investigaciones arqueológicas.

La región en la que se encuentra Cahokia fue territorio de pueblos nómadas que vivían del forrajeo. El modo en que Cahokia surgió y desapareció es materia de discusión entre los especialistas. De acuerdo con algunos de ellos, la ciudad pudo haber nacido de un consenso colectivo o bien, por iniciativa de un pequeño grupo muy poderoso. El período de florecimiento de Cahokia y otras ciudades misisipianas corresponde a los siglos X-XIII de la era cristiana. Durante esa época se construyeron los túmulos de Cahokia, que son grandes aglomeraciones de tierra que fue extraída de las inmediaciones de la ciudad.

La situación en la que ocurrió el declive de Cahokia no es clara. En general se han propuesto hipótesis que no son respaldadas por evidencia contundente. Algunos investigadores opinan que el valle del Misisipi estuvo sometido a una larga sequía que ocasionó menores rendimientos en los cultivos. Otros proponen que la ciudad estuvo envuelta en una serie de conflictos políticos externos o internos.

Los habitantes no dejaron registros escritos, y no se conoce el nombre original del lugar. “Cahokia” es el nombre de una tribu de los illiniwek que vivía en la región cuando los primeros exploradores franceses llegaron, en el siglo XVII, mucho después del abandono de Cahokia. No se sabe con certeza qué grupos nativos actuales pueden ser los descendientes de los pobladores de Cahokia, pero los osage se consideran a sí mismos descendientes de los caahokianos.

El Túmulo del Monje (Monk’s Mound) es la pieza central de este gran centro ceremonial. Es el mayor túmulo artificial de Norteamérica, y está formado por cuatro terrazas sucesivas. Orientado hacia el sur, se eleva 30,5 metros sobre una base de 316 metros de largo por 241 de ancho.

Las excavaciones en la cima del túmulo han revelado vestigios de un gran edificio de unos treinta metros de largo, catorce de ancho y quince metros de alto.

Al oeste había un círculo de postes de madera dedicado a la observación astronómica, al que se ha bautizado con el nombre de Woodhenge; las excavaciones mostraron que la estructura fue reconstruida varias veces a lo largo de 300 años.

Una plaza de 19 hectáreas se extiende al sur del Túmulo del Monje. En un principio se pensó que esta plaza era natural, pero los estudios realizados en el suelo han mostrado que el terreno, originalmente ondulado, fue nivelado artificialmente, lo que la convierte en la mayor plaza de tierra del mundo. Otras tres grandes plazas, aunque de menor tamaño, rodean el Túmulo del Monje por los otros lados.

Una empalizada de madera con atalayas situadas a intervalos regulares formaba un cerramiento de tres kilómetros de perímetro alrededor del Túmulo del Monje y la Gran Plaza. Se han encontrado vestigios arqueológicos que indican que esta empalizada fue reconstruida varias veces. Parece ser que servía para separar el recinto ceremonial principal de Cahokia del resto de la ciudad.

Además del Túmulo del Monje, se han localizado 108 túmulos de diferentes formas, de los que 68 se encuentran dentro del parque.

Durante la excavación del túmulo 72, un túmulo puntiagudo situado al sur del Túmulo del Monje, se encontraron los restos de un hombre de unos cuarenta años, probablemente un gobernante importante. El cuerpo yacía en un lecho formado por más de veinte mil abalorios de concha en forma de disco, distribuidos formando la figura de un halcón, con la cabeza bajo la cabeza del hombre, las alas bajo los brazos y la cola bajo las piernas. El guerrero-halcón es un motivo muy repetido en la iconografía de la cultura misisipiense.

Cerca de la tumba se encontró un grupo de puntas de flecha, separado en cuatro tipos originarios de cuatro regiones diferentes, lo que demuestra los extensos lazos comerciales de Cahokia.

En el Túmulo 72 se han encontrado más de doscientos cincuenta esqueletos, algunos sin cabeza ni manos, lo que sugiere que se realizaban sacrificios humanos. La relación de estos enterramientos con la tumba central no está clara, y es posible que ni siquiera se realizaran al mismo tiempo. Varios fragmentos de madera encontrados en el túmulo se han datado entre los años 950 y 1000.

Cahokia fue abandonada un siglo antes de que los europeos llegaran a Norteamérica en el siglo XVI. Factores ambientales como la caza excesiva y la deforestación pueden explicarnos el porqué de su decadencia. Otra posible causa es una posible invasión de un pueblo bárbaro del Oeste pero la única evidencia de conflicto encontrada son unas astillas y restos de armas de madera hallados en el recinto principal de Cahokia. Fuera de ser otra evidencia de conflicto, la empalizada parece haber tenido un uso más ritual que militar. Quizá enfermedades propiciadas por la densa población urbana, podrían ser otra causa de la decadencia. Además, algunas pruebas recientes sugieren que un caos político pudo ser la causa del abandono de Cahokia.

Ilustración que intenta recrear la ciudad en su esplendor. (CC)

Nuevas pruebas

Nuevas pruebas pueden resolver el misterio de la enorme ciudad antigua de Estados Unidos

Las inundaciones del Mississippi configuraron el ascenso y la caída de la metrópolis prehistórica conocida como Cahokia.

Los investigadores han debatido durante mucho tiempo las razones detrás del rápido ascenso y la rápida desaparición de Cahokia, una antigua ciudad-estado en expansión cerca de la moderna ciudad de St. Louis. Ahora, un análisis de los núcleos de sedimentos revela que los altibajos de la ciudad corresponden al momento de las mega inundaciones del río Mississippi, según un estudio reciente.

Los datos arqueológicos muestran que los asentamientos agrícolas aparecieron por primera vez en el área alrededor del año 400 d. C. Alrededor del año 1050 d. C. hubo un verdadero auge en Cahokia, que se convirtió en un importante centro político y cultural con una población de decenas de miles. Pero para 1350, un lapso de solo tres siglos, Cahokia se había ido.

Para descubrir pistas sobre el destino de la ciudad, un equipo de investigación dirigido por los geógrafos de la Universidad de Wisconsin-Madison, Samuel Muñoz y Jack Williams, realizó un análisis de tamaño de partículas por difracción láser en muestras de sedimentos del lago Horseshoe, un lago cerca de Cahokia. Las muestras arrojaron evidencia de ocho eventos de inundación separados en los últimos 2.000 años.

Los investigadores descubrieron que los cambios en la magnitud y frecuencia de las inundaciones recientemente identificadas se corresponden con evidencia arqueológica de cambios en la población, el uso de la tierra y los asentamientos a lo largo de la historia completa de Cahokia.

Un período libre de inundaciones comienza alrededor del año 600 d. C., un momento en que los asentamientos se trasladaron desde las laderas más altas a lo largo de los bordes de la llanura de inundación de Mississippi hasta la llanura de inundación propiamente dicha. Los cultivos se cultivaron más intensamente y la población comenzó a crecer. Con el tiempo, Cahokia se convertiría en el asentamiento prehistórico más grande de los Estados Unidos.

Entonces, ¿qué causó la caída de la ciudad? La sequía, la sobreexplotación de recursos y los conflictos humanos se han propuesto como razones detrás del fin de Cahokia. Pero un estudio anterior de sedimentos del lago Horseshoe sugirió que se habían producido grandes inundaciones en el área alrededor de 1200.

Muñoz y su equipo analizaron sedimentos de otro lago oxbow a 120 millas (190 km) aguas abajo del lago Horseshoe y encontraron evidencia confirmadora de la inundación catastrófica. El río Mississippi se elevó más de 33 pies (10 metros) y jugó un papel crítico en el abandono total de Cahokia en 150 años.

Muñoz, cuya investigación fue financiada en parte por una beca Young Explorers Grant de la National Geographic Society, espera que los hallazgos alienten a los arqueólogos a agregar registros prehistóricos de inundaciones, cuando estén disponibles, a su conjunto de herramientas. “Siempre es genial cuando podemos integrar la geoarqueología en la arqueología tradicional”, dice.

Las últimas excavaciones descubrieron evidencia de más de 500 casas con techo de paja. En su apogeo, la ciudad habría sido el hogar de 100,000 nativos americanos.

Ilustración del Túmulo del Monje realizada en 1887 por William McAdams.

 

Cahokia, la gigantesca metrópoli de EEUU que desapareció sin dejar rastro

A simple vista, puede parecer una simple acumulación de pequeñas montañas, pero debajo de ellas se encuentra uno de los grandes misterios de la historia precolombina

Cuando en el siglo XVII los exploradores franceses llegaron a la zona donde actualmente se encuentra la ciudad de San Louis (Misuri), se encontraron con algo que nunca antes habían visto. Se trataba de un conjunto de montículos que ocultaban los restos de una sociedad que desapareció siglos antes. Los galos, despreocupadamente, dieron el nombre de Cahokia a la ciudad perdida a partir del nombre de la tribu india que ocupaba la zona, sin que les importase demasiado que no tuviesen nada que ver con sus habitantes originales.

Hoy en día se engloba a estos vecinos primigenios de los túmulos de Cahokia en la cultura misisipiana, que se extendió alrededor del río Misisipi en el período que correspondería a la Edad Media europea. A lo largo de los últimos siglos se ha investigado mucho acerca de esta ciudad que fue declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1982 y que se considera pudo llegar a albergar 40.000 personas (alrededor de la quinta parte de una ciudad como Móstoles). El complejo estaba formado por 120 montículos de distintas formas y tamaños que se extienden alrededor de 16 kilómetros cuadrados.

En el año 1050 era la gran urbe de la región, centro de todas las peregrinaciones religiosas, pero para 1400 ya casi había desaparecido

La última de las excavaciones acaba de ser retratada por Annalee Newitz en ‘Ars Technica‘, en un extenso reportaje que recoge las principales claves para entender este mundo perdido y del que muy poco se sabe. Sobre todo, qué fue lo que provocó que pasase de ser en el año 1050 la gran urbe de la región, centro de todas las peregrinaciones religiosas, a haber desaparecido casi por completo para el año 1400.

Una historia de creencias

Las ciudades formadas por túmulos han sido una constante en la cultura norteamericana. La más antigua se encuentra en Watson Brake (Luisiana) y tiene 5.500 años de antigüedad. En la misma categoría se encuentra Poverty Point (también en Luisiana), dos milenios más joven. Cahokia probablemente sea una hija aventajada de estas construcciones, al haber sido configurada a imagen y semejanza de aquellas, eso sí, cientos de años después.

Su gran período de esplendor tuvo lugar a partir del siglo X. Fue entonces cuando la mal llamada Cahokia se convirtió en la capital de la cultura misisipiana, quizá gracias a su posición privilegiada, cercana a la confluencia de los ríos Misisipi, Misuri e Illinois. La población se disparó desde los 1.000 habitantes hasta, quizá, los 40.000 (cada nueva investigación multiplica la demografía de la zona). Ninguna otra localidad norteamericana superó ese número hasta finales del siglo XVIII, con el ‘boom’ demográfico de Filadelfia.

La explicación que proporciona el profesor de la Universidad de Illinois Timothy Pauketat es que este crecimiento repentino coincidió con un ‘revival’ religioso probablemente ocasionado por la supernova de 1054, que iluminó los cielos durante un mes entero. Las excavaciones realizadas durante los últimos años han mostrado que la mayor parte de la población estaba formada por grupos de inmigrantes que acudían a la ciudad en peregrinaje religioso y terminaban por instalarse en ella y sus aledaños. En ocasiones, muy lejos del centro de la ciudad que marca el conocido como Monks Mound o Túmulo de los Monjes.

Las excavaciones muestran que el túmulo fue construido rápidamente, quizá en respuesta a la rápida migración a la ciudad

Se trata de un monte de 100 metros de altura y 5,6 hectáreas que se alza en el centro de la ciudad, el más grande conocido al norte de México. ¿Por qué Túmulo de los Monjes? Simplemente, por la comunidad trapense que allí vivió durante un tiempo siglos después de sus moradores originales. Sin embargo, en la época de esplendor de Cahokia, se trataba del marcador del centro urbano, al erigirse sobre la Gran Plaza donde se llevaban a cabo los juegos y rituales públicos, como el juego del ‘chunkey‘. Las excavaciones muestran que el túmulo fue construido rápidamente, quizá en respuesta a la rápida migración a la ciudad.

No es que esta mantuviese su forma definitiva a lo largo de los siglos. Durante la fase Lohmann (1050-1100), las viviendas se organizaban en forma de patios cuadrados. Más adelante, en la fase Stirling (1100-1200), se comenzó a adoptar una orientación norte-sur en forma de cuadrícula. Al final del esplendor de Cahokia, durante la fase Moorehead (1200-1350), se retomó la construcción en patios. Sin embargo, este análisis a través de la orientación de los edificios permitió, durante los años 60, descubrir uno de los grandes misterios de la ciudad.

El enigma del Túmulo 72

No hay ciudad perdida sin sus rituales misteriosos. En este caso, se encuentran en el conocido como Túmulo 72, el único construido durante la época clásica de la ciudad que no estaba orientado en la dirección norte-sur, sino 30º fuera del eje este-oeste, alineado con los solsticios de verano e invierno. Aquí hay chicha, pensó el excavador Melvin Fowler (conocido como el “decano” de los arqueólogos de Cahokia). Y tenía razón.

Túmulo 72. (Carptrash/CC)

Encontraron oro arqueológico en forma de dos cadáveres humanos yacientes sobre un lecho de abalorios que formaban la imagen de un halcón, lo que condujo a que el superior pasase a ser llamado el hombre pájaro. Que a su alrededor hubiese infinidad de conchas, artilugios de caza y restos de otros cadáveres (muchos de ellos sin cabeza) indicaba, sin ninguna duda, que se trataba de un entierro ritual. En el resto del túmulo había otros 250 esqueletos, e incluía dos cámaras: una de ellas contenía los cuerpos de 50 mujeres de una edad cercana a los 21 años y la otra alrededor de 40 cuerpos que habían sido asesinados violentamente.

Un estudio publicado este mismo año ha señalado que los dos cuerpos pertenecían a un hombre y una mujer y que probablemente se trataba de un ritual de fertilidad. Nada de grandes guerreros o héroes: con casi total seguridad era el resultado de un ritual sacrificial organizado por las élites de la ciudad para mostrar su poder político y espiritual. Los autores no creen que se trate de un ajusticiamiento, sino de la recreación de un relato mítico que concluía con un sacrificio humano.

¿Por qué se van?

Los vestigios tan solo dejan atisbar de qué manera podía organizarse la sociedad de Cahokia. En el artículo de ‘Ars Technica’ se discute sobre la hipotética jerarquía política, y una de las excavadoras defiende que se trataba de una heterarquía, es decir, un poder dividido en varios centros y que se gobernaban a sí mismos, donde muy probablemente no hubiese un único líder. Sin embargo, hay motivos para pensar que no era exactamente así, o que al menos estos poderes se establecían alrededor del centro; hacia finales del siglo XI, se construyó una empalizada de madera que aislaba al Túmulo de los Monjes del resto de la ciudad. Probablemente, en apenas de un siglo, este centro de la ciudad terminó desapareciendo.

Su gigantesco tamaño provocó el derrumbe del sistema central y, con él, del pegamento que mantenía unida esta vasta sociedad

Fue el principio del fin de Cahokia. En su fase de decadencia, más de la mitad de la población empezó a abandonar la ciudad y a instalarse en otras regiones de la cuenca del Mississippi, o se quedaron en sus propios “barrios” llevando a cabo sus rituales privados. Los factores que explican esta rápida huida probablemente sean medioambientales, aunque también señalan a una posible invasión por parte de pueblos vecinos, a pesar de que apenas haya ningún vestigio de que se hubiesen producido guerras en la zona. Otras teorías apuntan a un posible declive político ocasionado por las conquistas extranjeras.

En sus estertores, los últimos habitantes de la urbe se volvieron a entregar a las prácticas religiosas descentralizadas, y a extender estas a lo largo y ancho de la zona, donde empezaron a brotar túmulos como setas. Es posible que la gente huyese por una gigantesca y destructiva inundación ocasionada por el río Misisipi, o por todo lo contrario, una larga serie de sequías que provocaron que la ciudad no pudiese abastecer a todos sus habitantes. Probablemente, lo mismo que la convirtió en una urbe legendaria fue también lo que contribuyó a su fin: su gigantesco tamaño provocó el derrumbe del sistema central y, con él, del pegamento que mantenía unida esta vasta sociedad

 

Guardar

Buritaca-200 o Ciudad Perdida

Subcategoría: Ciudad.

Buritaca-200 o Ciudad Perdida es uno de los más de 250 poblados antiguos de las cuatros grupos indigenas existentes en la sierra nevada de Santa Marta, que han sido encontrados en la cara norte y suroeste de la Sierra Nevada de Santa Marta en el departamento del Magdalena al norte de Colombia.buritaca1

Buritaca fue descubierta en 1976 por un equipo de arqueólogos del Instituto Colombiano de Antropología encabezado por Gilberto Cadavid y Luisa Fernada Herrera y restaurado casi en su totalidad.

Recientes (2006) investigaciones arqueológicas en el sitio indican que este poblado fue fundado alrededor del 660 D.C. y abandonado en algún momento entre los años 1550 y 1600 D.C. En sus alrededores fueron detectados otros 26 poblados, y en algunos de estos sitios se han realizado excavaciones arqueológicas.

Viburitaca2sta de la zona central de la ciudad. Estructuras de madera una vez estuvieron en las plataformas de piedra.

Se levanta entre los 900 y los 1.200 metros de altura sobre las estribaciones del Cerro Correa en la zona norte de la Sierra Nevada de Santa Marta sobre la margen derecha del Río Buritaca. Es conocido como Teyuna por los indígenas de la zona y por ende su nombre compuesto: Parque Arqueológico Ciudad Perdida-Teyuna, aunque dentro de la nomenclatura de sitios arqueológicos para la Sierra Nevada de Santa Marta también se le conoce como Buritaca-200.buritaca3

El lugar comprende un complejo sistema de construcciones, caminos empedrados, escaleras y muros intercomunicados por una serie de terrazas y plataformas sobre las cuales se construyeron los centros ceremoniales, casas y sitios de almacenamiento de víveres. Las estructuras descubiertas hasta ahora ocupan un área deburitaca4 aproximadamente 35 hectáreas. Desde su descubrimiento ha sido administrado por el Instituto Colombiano de Antropología como Parque Arqueológico Nacional.

En 2007 la Ciudad Perdida o (Teyuna) obtuvo la 5 posición como una de las 7 Maravillas de Colombia, mediante votación con más de 14.000 votos.

La Ciudad Perdida estaba conformada por más de 250 terrazas distribuidas en ocho “barrios” cuyo espacio servía para vivir, trabajar y realizar las ceremonias religiosas. Los sectores de la ciudad estaban comunicados a través de una red de caminos empedrados y escaleras ubicadas en las laderas que garantizaban el acceso a los campos de cultivos.

El éxito de la arquitectura Tayrona consistió en evitar la erosión causada por las lluvias en las pendientes de las laderas, gracias a una red de distribución de lluvias que permitían un eficaz conburitaca6trol de las aguas. Para esto tambburitaca5ién, los indígenas construyeron muros de doce metros de altura que sostenían los múltiples caminos que atravesaban la ciudad.

Cuando los tayronas vivían, los diversos pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta se comunicaban por medio de caminos de piedra. Habitaban bohíos circulares sin ventanas y con techos de palma sobre terrazas de piedra.

Lo sorprendente de la Ciudad Perdida es la complejidad de su arquitectura, que contempló un sistema de canales para transportar el agua lluvia por la población y las terrazas para conservar la fertilidad del suelo. También hay pinturas rupestres y petroglifos (dibujos grabados en piedra), entre los cuales la Piedra de Donama se destaca por las múltiples interpretaciones de sus tallas.

La cultura que habitó la Sierra Nevada, antes de la llegada de los españoles y la Colonia, fue la Tayrona. Con la conquista, su población de alrededor un millón de personas disminuyó hasta desaparecer. Hburitaca7oy, sobreviven cuatro comunidades indígenas que conservan diversas tradiciones ancestrales y que suman alrededor de 30 mil personas entre los Koguis, los Arhuacos, los Wiwas y los Kankuamo.

 

 

 

Guardar

El misterio de Bimini

Subcategoría: Construcciones sumergidas.bimini1

La muralla de Bimini también conocida como el Camino de Bimini, es una estructura subacuática que se extiende durante unos 800 metros cerca de las islas Bimini y las Bahamas. Su estructura completa está formada por bloques de piedra caliza rectangularebimini2s que se parecen bastante a los caminos antiguos o a las viejas murallas. Los científicos intuyen que esta extraña disposición de rocas fue causada por millones de años de concentración de conchas marinas y arena, lo cual resulta una explicación bastante trivial para semejante suceso natural.

La Historia del descubrimiento

El 2 de septiembre de 1969, El Dr. J. Manson Valentine, guardián honorario en Museo de la ciencia de Miami encontró un extenso pavimento rectangular y poligonal de piedras planas de gran tamaño a unos seis metros de profundidad, mientras realizaba una inmersión en al aguas de la costa del noroeste de Bimini.

Los bordes de los bloques de piedra habían sido redondeados por la erosión de las aguas durante años. La mayoría eran de aspecto rectangular y otras cuadradas y el tamaño de las mismas variaba entre 2 y 15 pies de longitud.

Las Bimini: Caminos profundosbimini3

“Un extenso pbimini4avimento de piedras lisas, rectangulares y poligonales de diverso tamaño y grosor que, obviamente, habían sido diseñadas y alineadas para formar una estructura muy armoniosa. Era obvio, también, que estas piedras habían permanecido sumergidas durante un largo período, a juzgar por los bordes de las más grandes, que se habían alisado y les daban una apariencia de almohadones o trozos de pan gigantescos”. De tal manera describiría el Dr. Manson Valentine al “Bimini Road” en 1968 cuando, con asistencia de los buzos profesionales Harold Climo, Jacques Mayol y Robert Angove, descubriera en las profundidades de las Bahamas, una de las formaciones más llamativas encontradas en el fondo del mar.

Consideradas por algunos como una de las pruebas más fuertes de la existencia de la mítica “Atlántida” en las actuales Bahamas, las formaciones de roca en el fondo de las Bimini adoptan el particular esquema de una “V”.

Las rocas que componen la muralla del “Bimini Road” son básicamente bloques de piedra caliza de distinto tamaño, generalmente de base rectangular, dispuestos en forma más o menos irregular según el tamaño, pero alineados muy llamativamente según sus bordes y según el patrón de “ruta” que hace suponer un origen “no natural”.

De cualquier forma, aunque geólogos especulan que la media milla de camino de Bimini sea una estructura natural, muchos también adjudican al conjunto de bloques como parte de una muralla, un muelle, una plataforma o, simplemente, un camino. Probablemente esta hipótesis no sea tan descabellada, si se toma en cuenta el descubrimiento reciente de un segundo nivel de profundidad de la estructura.bimini5

Muchos investigadores reconocidos, tales como Gavin Menzies (descubridor de la antigua llegada de los chinos a las costas americanas) creen que las rocas del camino de las Bimini formaron, bimini7en algún momento, parte de la costa, ya se de manera natural o como parte de alguna construcción. Esta teoría se encuentra respaldada por exámenes químicos, y datarían los bloques en una antigüedad entre 2.000 y 4.000 años.

El camino de Bimini y la Atlántida

Algunos antropólogos y oceanógrafos creen que podría tratarse una mega-construcción realizada por el hombre. Pero la idea de una antigua civilización nos llevaría a pensar inmediatamente, por la localización de las piedras de Bimini y su supuesto hundimiento en la legendaria Atlántida.

El clarividente Edgar Cayce dijo en 1940 que Poseidia, (mejor conocida como la primera porción de la Atlantida) se descubriría entre 1968 y 1969. J. Manson Valentine descubriría en el año 1969, un gigantesco “camino o muro” formado por bloques o lajas de piedra a 6m de profundidad cerca de las islas Bimini al norte de las Bahamas. J. M. Valentine lo describiría como un enigma arqueológico.

Lo más destacable de la muralla es el tamaño gigantesco de los bloques, lo que dificulta su manipulación manual, sin ningún tipo de maquinaria, además se asemejan extrañamente a las construcciones pétreas de Perú, a las columnas de Stonehenge y a las murallas ciclópeas de la Grecia de Minos.

Sin embargo, las observaciones más recientes, en aguas bimini6ligeramente más profundas, han confirmado la existencia de una construcción compleja y de múltiples ramificaciones, por lo menos ebimini8n una zona de las murallas. En los vuelos de exploración en la zona, se han divisado construcciones, como una de 55 x 42 metros, y que podría ser la parte superior de una pirámide. También se han descubierto estructuras en forma de una gran flecha, una de ellas de 30 metros de larga y se hallaba entre los cayos de North Cat y South Cat, en las Bimini, hay otra al sureste de South Caicos, apuntando en dicha dirección y siguiendo otra línea recta en el fondo, que aún no ha sido explorada.

En 1978, el departamento de Geología de la Universidad de Miami procedió a datar con el método del carbono 14 algunos elementos orgánicos presentes en los bloques de Bimini, como restos de moluscos en conchas, llegando a la conclusión de que tienen 3500 años de antigüedad, remontándose, por tanto, al 1500 antes de Cristo. No obstante, este método de datación no ayudó a dilucidar si los bloques de Bimini son formaciones naturales o verdaderos muros construidos por el hombre en el pasado.

 

 

Guardar

Guardar

Badbury Anillos

Las zanjas y murallas a la entrada de los anillos Badburybradbury1

Anillos Badbury es una edad de hierro de los castros en el este de Dorset, Inglaterra, que data del año 800 aC y en uso hasta que el romano de ocupación del 43 AD. Se encuentra 327 pies (100 m) sobre el nivel del mar. Hay dos fases principales de la construcción: la primera cubre 7,3 hectáreas (18 acres) y se defienden por las zanjas múltiples, mientras que el segundo fue más del doble del tamaño, que abarca 16,6 hectáreas (41 acres) y defendida por un foso y una sola muralla. Cuatro Edad del Bronce, alrededor de los túmulos indican una ocupación anterior. La fortaleza está situada en el cruce de dos calzadas romanas, entre Dorchester, Old Sarum (Salisbury), babradbury2ño y Hamworthy (Poole).

Contenida dentro de los predios considerable de Kingston Lacy Casa es este castro de la Edad de Hierro, rodeada por tres fosos concéntricos y las murallas. Las zanjas se cavaron a una profundidad de casi 20 metros, y los escombros de la excavación apilados en la parte interior de la zanja, creando una muralla de tierra alta. Es probablbradbury3e que una pallisade de madera que han superado las murallas, ofreciendo cobertura a los defensores. La entrada principal (hay dos) está flanqueada por tres túmulos, llamados localmente los “Reyes Magos”.

El sitio no ha sido objeto de una excavación, pero hay indicios de que chozas circulares se construyeron en el interior de la fortaleza. Los habitantes más probables de los anillos Badbury eran la tribu Durotriges, que también fueron responsables de Castillo de soltera . Esa fortaleza se redujo a un asalto de las legiones romanas de Vespasiano en 43AD, y parece probable que Badbury sufrió el mismo destino. La vía romana de Old Sarum en Dorchester funciona justo al oeste de la fortaleza y hay rumores – aunque ninguna evidencia – que los romanos construyeron un pueblo llamado Vindocladia a las afueras de la fortaleza. Los restos de una villa romana se han encontrado en las afueras de la aldea de Shapwick una milla de distancia.bradbury4

Se ha conjeturado que Badbury es el sitio de Mons Badonicus (Monte Badon) – la gran batalla en la que el Rey Arturo derrotado a las tribus germánicas avance de anglos, sajones, jutos y finales del siglo sexto quinto o principios. Aunque no hay evidencia firme de que se Badbury Badon (o incluso que la batalla nunca tuvo lugar), la similitud en los nombres sugiere tal posibilidad.bradbury5

Fuera de la trinchera es una serie de túmulos Edad de Bronce, lo que sugiere un cementerio o lugar tradicional de entierro. Vistas desde la cima de la colina 330 pies son bastante buenos, con la oportunidad de avistar la Isla de Wight en un día claro.

Dorset cayó al sajones al final de la invasión sajona de Inglaterra, que se celebra por Bokerley Dyke en la calzada romana de Old Sarum. El historiador local Roy Carr (2001) ha sugerido que los sajones se llevaron a cabo fuera por la amenaza de un ejército en el oeste, tal vez estacionados en los anillos Badbury. Carr ha sugerido que tal fuerza podría ser una de las fuentes de las leyendas del rey Arturo , y que Badbury podría ser el “Badon” de la leyenda de la batalla de Mons Badonicus .

El sitio, en la ladera de inmersión Cranborne Chase, ahora es parte de la Kingston Lacy bienes propiedad del National Trust, con acceso gratuito.bradbury6

El sitio también se utiliza para la popular carrera de punto a punto por la Portman caza .

Guardar

Guardar