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Dólmen de Lácara

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Dólmen de Lácara

El Dólmen de Lácara es del tipo de corredor. Tiene una longitud de 19,90 metros, con un largo corredor, una gran cámara y el túmulo. La cámara tiene forma poligonal de 5,10 metros de diámetro y está formada por ocho grandes losas de más de 5 metros de altura sobre el nivel del suelo.

Sin duda, las medidas son impresionantes y lo hacen merecedor de una visita, porque además en sus alrededores se podrán encontrar varias sepulturas labradas en la roca granítica, del tamaño de una persona y de 0,5 metros de profundidad.

El dolmen de Lácara es un monumento megalítico tipo sepulcro de corredor, verdadera joya arquitectónica del Calcolítico (3000-4000 años antes de Cristo) en buen estado de conservación.

¿Como llegar?

Coordenadas geográficas: Latitud: 39º 2′ 59.28″ N Longitud: 6º 25′ 14.95″ W

Desde Mérida tomamos la A-66 en dirección Cáceres hasta Aljucén, donde nos desviamos por la Ex-214 en sentido La Nava de Santiago. Recorridos unos ocho kilómetros, en la parte izquierda de la calzada encontraremos un cartel indicador del dolmen. Podemos dejar nuestro vehículo en la explanada adyacente. Para llegar hasta el túmulo debemos traspasar la portilla metálica que se abre en la valla (no tomar la pista de tierra de la derecha) y una vez dentro de la finca, seguiremos durante unos 300 metros pegados a la mencionada valla, que dejaremos permanente a nuestra derecha. En 5 minutos alcanzaremos el dolmen de Lácara, visible por sus grandes bloques de piedra que se alzan por encima de una pequeña elevación del terreno.

Dólmen de Lácara, La Nava de Santiago (Badajoz). Foto Emilio

¿Donde se encuentra?

A unos 20 kilómetros al oeste de Mérida y cerca de la ribera de Lácara, afluente por la margen derecha del Guadiana, se encuentra el que posiblemente sea el monumento megalítico más espectacular de la región Extremeña, el dolmen de Lácara. El prehistoriador D. Martín Almagro, en 1959, describía así el paisaje donde este se encuentra:

“el monumento se encuentra enclavado en medio de un típico paisaje extremeño, con suaves ondulaciones cubiertas por una abundante vegetación arbórea de monte, formada principalmente por encinas y alcornoques.

El suelo se halla cubierto por un rico manto de césped, aprovechado intensamente por la ganadería. El subsuelo es principalmente una formación granítica, que aflora en muchos sitios. La forma que generalmente presentan las rocas graníticas es redondeada, debido a la erosión. Esta clase de roca ha sido el material empleado por los constructores del dolmen, hoy en estado grande de destrucción. Fue erigido en una suave colina que domina la formación de arrastres diluviales, que se conoce con el nombre de Prado de Lácara, varios arroyos, que han creado con sus arrastres una rica zona agrícola que siempre ha sido explotada por su abundancia de agua y apropiada formación del terreno”.

El Dolmen de Lácara se encuentra junto a la carretera de la Autovía de la Plata a La Nava de Santiago, a unos 25 kilómetros de Mérida. Fue declarado monumento nacional en 1931. Dentro de su categoría, es el mayor que existe en España (en la península solo hay uno más grande en la localidad portuguesa de Évora) y un emblema de una corriente cultural común a los pueblos de la vertiente atlántica desde Irlanda hasta la Península Ibérica.

El monumento, que tenía un uso religioso, se divide en tres partes: un atrio o vestíbulo, la antecámara y la cámara principal, que cuenta con cinco metros de diámetro y otros tantos de altura. El túmulo, monte de origen artificial que soporta el peso de las piedras, tiene un diámetro de 40 metros. Su construcción se remonta al cuarto milenio antes de Cristo.

El dolmen está formado por un largo corredor cubierto, de casi 20 m de longitud, que da acceso a la cámara mortuoria. Un pasillo adintelado conduce a una cámara mortuoria que originalmente debió de alcanzar los 5 metros de altura, y que estaba cubierta de un manto de tierra que ocultaba a la vista dicha cámara. En su interior se ha encontrado ajuar funerario formado por cuchillos, puntas de flecha, y placas de pizarra, resultado de las tareas de excavación más importantes que han tenido lugar en el dolmen (años 50 del siglo XX), por el prestigioso arqueólogo Martín Almagro Basch. Además de los restos de ajuar funerario, anteriormente descritos, Almagro encontró un fragmento de cerámica de un vaso campaniforme. El corredor y la cámara fueron repetidamente saqueadas, seguro desde época romana y en etapas posteriores.

La cúpula se cubrió con una gran losa, de la que, a priori, no quedan vestigios a primera vista. La estructura de cámara y corredor estaba cubierta con piedras y tierra, hasta formar un gran túmulo. El túmulo era reforzado por bloques de piedra que ejercieron el papel de contrafuertes para evitar que la estructura se viniese abajo, pues la presión de las piedras que forman la cámara mortuoria es enorme. Estas lajas formaban un círculo alrededor del perímetro del dolmen.

La estructura del Dolmen de Lácara es la típica de un sepulcro de corredor:

El dolmen ha sido utilizado durante muchos años como vivienda y resguardo para el ganado, y a pesar del aceptable estado de conservación, se encuentra así debido a las cargas de dinamita que se utilizaron para extraer los bloques de granito  que forman la edificación. El hallazgo por Almagro Basch de tégulas (pequeñas tejas) y cerámica de origen romano y medieval atestigua el uso doméstico del monumento. Se consiguió barrenar el monumento, pero los restos de lajas esparcidos por los alrededores, demuestran que fuese quien fuese quien realizó tal desaguisado, no se llevó demasiados restos de la obra mortuoria. El mismo Almagro informa en su memoria de la excavación que algunas de las piedras de la cubierta del corredor y todas las de la cámara poligonal fueron intencionadamente desmontadas, barrenadas y destruidas.

Vista del Dólmen de Lácara en 360º

La excavación más importante en el monumento tuvo lugar a finales de los 50 del pasado siglo. En aquella intervención se localizó elementos de ajuar, cerámicas, cuentas de collar y más de cien puntas de flecha. Pero hoy aún se desconocen muchos datos sobre el dolmen. Con su compra por parte de la administración regional y su puesta a punto se podrá profundizar en su investigación al tiempo que se facilitará su explotación como recurso turístico.

Vista del corredor. Al fondo la cámara mortuoria

Y la cámara es un verdadero prodigio. De las grandes piedras que se elevaban hacia el cielo (la cúpula estaría a unos 5 metros) sólo queda una intacta, que da idea de la grandiosidad de la construcción. Las demás aparecen partidas. Pero en la base se puede apreciar la precisión con la que fueron colocadas.

Toda la estructura estaba cubierta con piedras y tierra, hasta formar un gran túmulo.

Para reforzar y sujetar el túmulo se colocaban grandes piedras en la base, a modo de contrafuertes, a lo largo de un anillo exterior. Estas piedras son visibles en el perímetro del dolmen de Lácara.

Los dólmenes eran construcciones sagradas, utilizadas para enterrar a los miembros de la comunidad. La construcción de un monumento de este tipo suponía un esfuerzo enorme y necesitaba de la colaboración de muchas personas.

Sólo visitándolo se puede comprobar la majestuosidad de esta verdadera obra de ingeniería.

Cámara mortuoria

Bloques de granito que formaban parte del dolmen

Una de las joyas del patrimonio monumental de Mérida luce nueva imagen. La Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura ultima los trabajos de adecuación del entorno del Dolmen de Lácara, una construcción megalítica única en el país que fue adquirida a finales de 2009 por la administración regional.

Cultura ha destinado a esta actuación cerca de 59.000 euros con cargo al proyecto Vía Plata II, dentro del programa Alba Plata de recuperación de esta milenaria línea de comunicación a su paso por Extremadura. La empresa cacereña Atrium CRBC ha llevado a cabo los trabajos, denominados ‘Excavación y consolidación de las estructuras del Dolmen de Lácara’.

La actuación ha consistido fundamentalmente en consolidar y limpiar el entorno del monumento, sin llegar a intervenir de forma directa en el dolmen. De ese modo, si antes se encontraba cubierto por vegetación y material de relleno, ahora luce en medio de un montículo pelado, como debió de mostrarse en sus primeros años de existencia y funcionamiento.

Vista lateral del dolmen. El túmulo cubría originalmente toda la estructura.

Junto a esto, se ha adecuado un camino desde el inicio de la finca donde se encuentra el monumento, para lo que se ha ocupado una franja de suelo que formó parte de la compra realizada por Cultura en 2009. Hasta entonces, los propietarios de los terrenos permitían el acceso para realizar visitas al dolmen, pero se encontraba en un espacio privado. Ahora se puede entrar con un vehículo y aparcar junto a la entrada, tras lo que se debe recorrer a pie el sendero que lleva a la construcción megalítica.

Esta actuación contribuirá a mejorar el conocimiento científico del dolmen y a difundir una joya de la arqueología emeritense, extremeña y española.

Foto Emilio

Un monumento único

http://www.360cities.net/image/dolmen-de-lacara-europe#16.00,16.80,70.0

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