Misticismo
Árbol mítico del Japón
Según una antigua leyenda-cuento, en el Paraíso hay un árbol que tiene las raíces de plata, el tronco de oro, y por frutas joyas de piedras preciosas, unos dicen que crece en una isla o jardín llamado Tuba.
La historia de la Princesa Kaguya
Hace mucho tiempo vivía un anciano cuyo delicado sustento dependía de la cantidad de bambú que cortaba en el bosque día tras día. En una ocasión, mientras trabajaba en su labor habitual, encontró un extraño brote que resplandecía milagrosamente y, para su sorpresa, lo que encontró cuando lo cortó de un solo golpe fue el rostro de una bellísima niña de apenas diez centímetros. Asombrado y emocionado, se la llevó de vuelta a casa y se la mostró a su mujer, con la que no había podido tener hijos. Felices de su suerte, decidieron criarla con ellos para que acompañara sus grises días de soledad y la llamaron Kaguya (輝夜 “luz brillante”) en referencia a su belleza. Desde aquel afortunado día, cada vez que el cortador de bambú sesgaba los brotes del bosque encontraba numerosas monedas de oro, lo que le convirtió pronto en un hombre muy rico que pudo facilitar a su hija una educación digna de una princesa.
La pequeña creció extrañamente rápido hasta convertirse en una joven de extraordinaria hermosura que inflamaba los corazones de todos aquellos que la miraban. Pronto, su fama se extendió por todos los rincones del reino y numerosos aspirantes a su amor acudieron a su hogar para suplicar su mano, pero ella rechazaba a todos una y otra vez. Al final, cinco pretendientes de noble cuna fueron los únicos lo suficientemente obstinados como para soportar la espera e insistir continuamente a su anciano padre. Sin embargo, aunque él mismo deseaba un buen partido para su adorada hija, no podía más que explicarles que él nada podía hacer, pues Kaguya era dueña de sus propias decisiones y no aceptaría casarse con nadie cuyo corazón le resultara desconocido. Al final, tras muchas reprimendas e insistencias, ella acordó con su padre que aceptaría a aquél que demostrara poseer un corazón de gran pureza. Para ello, establecería cinco pruebas que cada uno de ellos debería cumplir.
Al primero de los aspirantes le encomendó la búsqueda de un cuenco de piedra que había sido propiedad de Buda y que se hallaba en la India. Al segundo, le encargó una rama de un místico árbol con raíces de plata, tronco de oro y frutos de jade. Al tercero, un abrigo hecho con la legendaria piel del ratón de fuego, mientras que el cuarto tendría que traer la joya irisada que se escondía en la cabeza de un dragón. Finalmente, el quinto debería contentarla con una preciosa concha que las golondrinas atesoraban. Estas misiones resultaban imposibles y peligrosas, por lo que los cinco pretendientes partieron desanimados.
Árbol Bodhi budista
El “AZVHATA”, árbol sagrado en la India, símbolo del conocimiento y del Ser Supremo y que luego se convertiría en al árbol “BO” de los antiguos budistas.
Si nos remontamos al lejano oriente, en la leyenda de Buda, cuando se coloca en el Punto Inmóvil bajo el Árbol de la Iluminación, el Creador de la Ilusión del Mundo, Karma-Mara (Deseo de la Vida y Temor a la Muerte), se acercó para amenazar su posición. Pero Buda tocó la tierra con los dedos de su mano derecha y entonces “la poderosa tierra atronó con cien, mil, cien miles rugidos diciendo: ¡te pongo por testigo! Y el demonio huyó” (Jataka). Entonces, alcanzó al Iluminación esa noche y permaneció absorto en éxtasis durante siete veces siete días en el transcurso de los cuales se levantó una terrible tempestad y un poderoso rey serpiente llamado Muchalinda, saliendo de su morada debajo de la tierra, envolvió con sus anillos el cuerpo del Buda siete veces y dijo “que ni el frío ni el calor, ni los mosquitos, ni las moscas, ni el viento, ni el sol, ni las criaturas que se arrastran se acerquen al Bendito” (Maha-vagga) Y cuando todo acabó, Muchalinda se desenroscó y tomando forma humana, puso sus manos en la frente y veneró al Buda.
En la tradición y la leyenda de Buda, la idea de liberación de la muerte recibió una interpretación psicológica nueva, que si embargo, no cambia el espíritu de la representación mítica anterior. Los viejos temas se elevan a un plano superior y se les da una nueva inmediatez a través de su asociación con un personaje histórico verdadero, que había ilustrado su significación a través de su vida. Así, en esta leyenda, en el árbol cósmico, predomina una atmósfera de acuerdo sustancial en donde la diosa y su esposo la serpiente ayudan a su benemérito hijo en la búsqueda de la liberación respecto de las limitaciones innatas, la enfermedad, la vejez y la muerte.
Para los Budistas el BO ó Bodhi es un árbol sagrado ya que Gautama Buddha meditaba sentado bajo sus ramas cuando descubrió el nirvana, y el árbol Bayan es adorado por los Hindúes que creen que Bahma se transformó en él, como un árbol cósmico, igual que el Boddhi, bajo el cual Buda alcanzó la plena iluminación, por lo que desde entonces representa al mismo Buda en la iconografía primitiva.
Árbol Asherah asirio
Árbol de la vida asirio, “Asherah”, esta palabra es la traducida en la Biblia en el sentido de la arboleda, y se haya 30 veces. “Asherah era un árbol sagrado, símbolo del principio reproductivo de la naturaleza, característica muy prominente en los cultos a la fertilidad en el Oriente.
Se le denomina ídolo y “Amachah”, abuela de Asa, rey de Jerusalén, por causa de haber labrado para si misma un ídolo tal que era un linghan, por espacio de siglos este fue un escrito religioso de Judea, pero el “Asherah” original era una columna con 7 ramas, en cada lado rematada en una flor globular con 3 rayos salientes y no una piedra fálica como hicieron de ellos los judíos, sino un símbolo metafísico y misericordioso que resucita a los muertos a la vida.
El misericordioso, no era el Dios personal de los judíos que de su cautiverio llevaron a la arboleda, ni ningún dios extra cósmico, sino la tríada superior del hombre que es simbolizada por la flor globular de sus 3 rayos.
Ashera era la principal divinidad femenina Canaanita esposa de ÉL (primer Diós Cananeo, padre de los Dioses y de los hombres que representaba la omnipotencia ), aunque también era representada como la Diosa Athirat (Señora del mar ) o como Astarté (Es el complemento de Inanna en la mitología sumeria , de Ishtar en los mitos babilónicos y asirios ).El nombre de Astarté suele encontrarse en los primeros libros del Antiguo Testamento.
Según el Antiguo Testamento, los Canaanitas, adoradores de la Diosa madre Asherah (Asherah puede ser traducido como bosque, arboleda, árbol) y su consorte Baal, celebraban su culto en cimas de montañas y colinas, donde se disponían altares a Baal y columnas talladas que representan a Asherah. Cuando los israelitas quisieron imponer el culto monoteísta a Yahvé, debieron destruir todos los lugares donde las naciones a las cuales deben desposeer sirvan a sus dioses, sobre las altas montañas y sobre las colinas y bajo cualquier árbol verde; deberán destruir sus altares y partir en pedazos sus pilares y prender fuego a sus Asherim. (Deuteronomio 12:2)
A Asherah se la menciona en la Bíblia en:
– Levítico (18-21)”No darás hijo tuyo para ser ofrendado a Moloc, no profanarás el nombre de tu Diós”.
-1 Reyes (11-5)”Y se fue Salomón tras de Astarté, Diosa de los sidonios y tras de Milcom, abominación de los amonitas”.
-2 Paralipómenos (28-3)”Ajaz rey de Judah hizo imágenes de Baal y quemó perfumes en valle de los hijos de Hinnón y pasó a sus hijos por el fuego, según las abominaciones de las gentes que Yavhé había arrojado ante los hijos de Israel”.
Asherah era adorada en forma de un árbol con muchos pechos femeninos tallados en el tronco, y estos árboles constituían el centro de un bosque donde el culto se llevaba a cabo. Se podía invocar o aplacar a la diosa para adquirir fertilidad para sí mismo, la tribu o el clan.
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