Precolombina
Rueda Moose Mountain
Subcategoría: Círculo y rayos de pìedra.
(49 ° 47 ‘102 ° 35’; Mapa hoja de E / 15). Moose Mountain se encuentra en el sureste de Saskatchewan en la autopista 9, a unos 15 km al norte de Carlyle. Se forma una meseta que cubre aproximadamente 13.000 km2. Su altura máxima es de 830 metros, a unos 200 metros por encima de la llanura circundante. Antes de la última Glaciación continental, las tierras altas se taparon por gravas de la Era Terciaria.
Designada como una reserva forestal en virtud de la Ley de Reservas Forestales de 1906, sus bosques fueron explotados bajo los principios de “silvicultura científica” y hoy en día es uno de los dos únicos bosques provinciales al sur del río Qu’Appelle. Como una isla boscosa en un ecosistema de pradera, montaña Moose alberga muchas especies de aves y animales, más comúnmente se encuentran en el bosque de hoja caduca o bosques de madera mixta del norte. También tiene un número de especies de plantas raras. El mismo ambiente que atrajo la fauna silvestre también hizo un llamamiento a las personas de las Primeras Naciones, que construyeron una gran rueda de la medicina en la meseta. La Reserva White Bear se estableció en la esquina sureste de los alces de la montaña bajo el Tratado 4 .
El más interesante de ellos es la Medicine Wheel de Moose Mountain, en las montañas del Saskatchewan, con un diámetro de 60 metros, está sobre una cumbre, al modo de un puesto de observación; todo lo que se sabe más ó menos a ciencia cierta es que debía ser utilizado aún hace 1.700 años para determinar las fechas exactas de los solsticios y de los equinoccios, según las posiciones relativas del Sol y de las estrellas Sirio, Rigel y Aldebarán, y que parece haber sido construido con el pie prehistórico de 360 mm. Estaba exactamente orientada (ver esquema), justamente hacia las tres estrellas más brillantes del cielo de verano.
La rueda de Moose Mountain no tiene más que cuatro grandes radios aparentes, terminados en unos pequeños cairns en forma de pozos, pero debía de tener seis en su origen.
Su eje central es un importante túmulo de piedra rodeado por un círculo de piedras.
El radio más largo está orientado hacia el Este y el solsticio de verano; otros radios indican el lugar de Sirio, de Rigel, o de Aldebarán, lo cual demuestra claramente el destino astronómico del monumento.
Ubicado en lo alto de la colina más alta alrededor con una asombrosa vista de 20 millas de las estribaciones y rolling prairie más allá de las tierras de cultivo plano a la izquierda después de Souris de lago glacial, rueda de medicina de montaña de alces tiene un gran cairn central de cinco pies de alto con un “nido” en el centro. Círculo de un solo anillo de piedras el cairn, y cinco radios de piedra, irradian hacia el exterior. Al final de cada uno hay un montículo más pequeño.
Alineaciones astrológicas de los cinco satélites cairns, todo el montículo central de Moose Mountain Medicine, rueda investigada por John A Eddy pH.d. National Geographic de enero de 1977.
Rocas hermosas, multicolores de cairn central, rueda de medicina de montaña de alces.
Rueda de Majorville
Subcategoría: Círculos y rayos de piedra.
La más antigua conocida, se encuentra en Alberta, Canadá -hoy en territorios de una reserva Pies Negros-.
En un lugar remoto al oeste de Brooks, Alberta, el científico Gordon Freeman descubrió un templo del sol de antes de la fecha de Stonehenge. De acuerdo con Freeman, que fue construido hace unos 5.000 años por el pueblo de Oxbow, y contiene un calendario solar como el nuestro, pero un poco más preciso. Afirma que el sitio también contiene un calendario lunar detallada. Durante el trabajo de campo en Inglaterra desde 1986 a 2006, Freeman encontrado similitudes sorprendentes entre las geometrías de la superficie de Stonehenge y este sitio, los resultados que tienen implicaciones de largo alcance histórico. Estos descubrimientos han sido cuidadosamente documentados e interpretados en el nuevo libro de Gordon Freeman, Stonehenge Canadá: Sorprendentes descubrimientos arqueológicos en Canadá, Inglaterra y Gales.
Freeman describe el sitio como un complejo de Alberta, el encaje-como el patrón de piedras que se extienden sobre un área de unos treinta kilómetros cuadrados. Los rancheros locales han llamado a la cima de la colina central Sunburst del sitio “el reloj de sol” en los últimos cien años, mientras que los arque
ólogos aplicar el término “rueda de la medicina” a esto y construcciones similares a través de las praderas. Las investigaciones de Gordon Freeman revelan mucho más.
Esta formada por un montículo central de 9 metros en el diámetro, rodeado por un círculo de 27 metros, 28 rayos ligan el círculo y el montículo central, en el centro de una vasta llanura sin árboles en Alberta. Se halla constituida por un círculo de piedras con radios que partes de un montón de piedras central, en el cual se han descubierto varios objetos que han permitido estimar su edad en más de cinco mil años. Los Rayos son: hay 7 en cada cuadrante del norte, y 5 en cada uno cuadrante del sur.
Nordeste de aspecto. La Luna, la media luna es 3 metros de ancho, el diámetro de la roca de Estrella de Mañana entre el Sol y Luna es 1 metro, y el diámetro de Mojón de Sol es 9 metros.
Medicine Wheel
Subcategoría: Círculo y rayos de piedra.
La “Medicine-Wheel” en los montes Big Horn, del Estado de Wyoming, pudo haber sido usada en ritos chamánicos o visionarios
Este primer esquema corresponde a la que los indios Crow y Cheyennes denominaban Medicine Whell, en Wyoming. Aunque circular y trazada con piedras, no es un templo megalítico como Stonehenge, ya que las piedras son mucho más pequeñas. No es exactamente circular, sino que forma un semicírculo y una semielipse; está dividida en 28 sectores, de unos 13º cada uno. Esta división nos recuerda a Tiahuanaco, cuyo codo se dividía en 28 dedos, y donde el templo de Kalasasaya estaba dividido en 28 intervalos iguales. De la forma se deduce que sus constructores sabían que los astros se desplazan a velocidades y distancias variables sobre órbitas que parecían elípticas más que circulares, con lo que trazaron un semicírculo para observar al Sol, cuya diferencia de diámetro aparente es sólo de 1/60, y una semielipse para observar la Luna, cuya diferencia es de 1/18. Seguidamente habrían dividido la curva así obtenida en 28 partes iguales, para que cada una representara un día, pero ¿por qué?, cuando hay 365 ¼ días en el año solar y se necesitan 1.461 vueltas para hacerlos coincidir. Puede que lo que les interesaba sobre todo era predecir los eclipses, que pueden llegar cada 173 días; así, cien de estos ciclos corresponden a 619 vueltas. Por otra parte, 59 vueltas de la rueda mágica hacían 56 ciclos de 29 ½ salidas del Sol, y 57 vueltas hacían 56 ciclos de 28 1/2 salidas de la Luna. Hemos de reconocer que no está mal para unos rompedores de piedras que aún no habían inventado la carretilla.
Ahora bien, estos números de 56 y de 1.461 nos recuerdan el círculo de 56 agujeros Aubrey de Stonehenge, del famoso ciclo céltico de 56 años, que representa 59 años lunares y 118 ciclos de eclipse. Además, 56 vueltas completas al círculo también representan exactamente 35 ciclos de Venus. Y también coincide con el calendario egipcio de 1.461 años civiles de 365 días.
Otro dato sorprendente es notar que su emplazamiento está situado a 44º de latitud, donde la longitud de un grado de latitud es de 111,111 metros, es decir, 1/360 de la circunferencia polar terrestre, y la longitud de un minuto de latitud es exactamente la de una milla marina actual, e igual a 6.000 pies babilonios.
La Rueda de Medicina de Big Horn, formada con pedrejones en las montañas de Wyoming, también parece haber funcionado como observatorio astronómico.
Queneto
Subcategoría: Complejo megalítico.
Cerro Queneto (Cerro Queneto) es un/una montaña (class T – hipsográfica) en Departamento de La Libertad (La Libertad), Perú (South America) con un código de región de Americas/Western Europe. Se encuentra a una altitud de 402 metros sobre el nivel del mar.
Sus coordenadas son 8°19’60” S y 78°46’60” W en formato DMS (grados, minutes, segundos) o -8.33333 y -78.7833 (en grados decimales). Su posición UTM es QL47 y su referencia Joint Operation Graphics es SC17-04.
Queneto, fue descubierto en el curso del año de 1935, por el profesor Marcel Homet, que descubrió el circo de la Quebrada de Queneto, y para los arqueólogos les da la impresión, de constituir el conjunto de ruinas de más remoto origen hasta hoy conocidas en la Costa del Perú.
Queneto se caracteriza por sus menhires o piedras levantadas en medio de cuadriláteros de piedra a manera de cromlech europeos, además por sus petroglifos dispersos por la quebrada de Queneto.
Llegar hacia el Complejo Arqueológico de Queneto implica una larga caminata de aproximadamente 1 hora, en el trayecto se percibe la existencia de dos monolitos, los mismos que adoptan una forma poco peculiar, se sabe también que la posición de esta piedra tiene varias representaciones, destacando entre ellas la plazoleta principal que fue un lugar de comunicación astral y energético, ya que su ubicación coincide con la posición astral de los astros, además de servir como un reloj solar agrícola que permitía saber las estaciones para asegurar el ciclo agrícola del lugar y así obtener buenas cosechas.
Queneto, fue descubierto en el año 1935, y constituye sin género de duda el conjunto de ruinas más antiguas conocidas en la Costa del Perú. Situado a pocos kilómetros de la hacienda Tomabal, en el valle de Virú del departamento de La Libertad, y cerca de los primeros contrafuertes de la cordillera Occidental de los Andes. A escasa distancia de las parcelas cultivadas del valle se hallan tres menhires, situados a unos diez metros de distancia entre ellos, y que han sido tallados en otro lugar y transportados hasta el lugar.
Ruinas de Queneto y sus petroglifitos
Monolito 1
Consta de dos santuarios, también hay petroglifos en las lajas de la quebrada de San Juan. Correspondería a la época agraria incipiente tardía (400 a 300 años AC). Destacan los menhires de piedra a los cuales se les da varias representaciones, destacando ente ellas el que la plazoleta principal fue un lugar de comunicación astral y energético, ya que su ubicación coincide con la posición astral de los astros, además de servir como un reloj solar agrícola que permitía saber las estaciones para asegurar el ciclo agrícola del lugar y así obtener buenas cosechas.
Monolito 2
Este lugar, presenta un camino pre-hispánico de piedras el cual se comunica con el Alto de las Guitarras, en donde también se encuentran una gran variedad de petroglifos con influencia Chavín. Si bien los petroglifos de esta zona son diversos, la diferencia radica en que las representaciones Viruñeras se sitúan entre lo simbólico y lo ritual, destacando la presencia de los elementos propios de naturaleza, como son el cielo, la tierra , el agua y el fuego y toda la mitología que representa, y la cual se deposita en la visión cósmica del antiguo poblador viruñero.
Publicado por Fernando Neyra
Colibrí grabado en las rocas del Santuario de Queneto
Petroglíficos encontrado en las Ruinas de Queneto el cual representa una escena de caza – Virú
Saxogeólico grabado en las paredes de las rocas cercanas al santuario de Queneto
Petroglífico grabado en las rocas del santuario de Queneto
Qenqo
Subcategoría: Templo megalítico.
Qenqo -. Ubicado a un kilómetro de Sacsayhuaman, fue un centro ceremonial, como se muestra en el centro un monolito gigante, posiblemente el de un animal que era la deidad principal, rodeado de nichos en los que las ofrendas se colocaban.
El Imperio Incaico fue completamente destruido por las fuerzas europeas en el siglo 16. Muchos de sus grandes templos, fortalezas y ciudades quedaron en pie, pero sin ninguna pista en cuanto a su propósito. Qenqo templo, a quince minutos de Cusco es igual de misterioso y una cuenta oscura se ha formado en el vacío histórico.
En quechua, Qenqo significa laberinto o en zig-zag y el templo se llama así por el canal torcida cortado de la roca. Aunque es evidente el canal lleva a algún tipo de líquido, los investigadores han visto obligados a adivinar su propósito, y en qué líquido que transporta. Las hipótesis van desde el transporte de agua bendita, la chicha (cerveza de maíz), o de sangre. Los tres indican que Qenqo fue utilizado para rituales de la muerte, posiblemente para embalsamar cuerpos o detectar si una persona vivió una vida buena por el curso del líquido seguido.
Qenqo es un templo único en su construcción, así, después de haber sido totalmente tallada en un monolito gigantesco. Extendía a través de una colina, el templo está excavado en la roca y se casa con los túneles hechos por el hombre con cámaras naturales. Una de ellas cuenta con 19 cámaras de pequeños nichos, y se configura como un anfiteatro. Una vez más, el propósito del teatro se ha perdido con el tiempo, pero la mayoría está de acuerdo el área fue utilizada para algún tipo de sacrificio al sol, la luna y las estrellas, dioses que eran adorados en el sitio.
De la información disponible, parece Qenqo Templo era un lugar muy sagrado para los incas. Fueron juzgados los muertos y, posiblemente, embalsamado en los túneles sinuosos Qenqo, y los sacrificios de sangre fueron ofrecidas a los dioses celestiales. A pesar de los efectos probables macabro del templo, sus túneles tallados y las cámaras son un increíble trabajo de arquitectura antigua, y un viaje a Qenqo es seguro para girar las ruedas de misterio dentro de cada visitante.
Qenqo significa en quechua “laberinto o zig-zag”. Como ocurre con otros restos incas, el verdadero significado de este lugar de culto no ha sido descifrado en su totalidad. En el patio ceremonial en forma de anfiteatro semicircular alrededor de 4 m de altura, hay un monolito casi destruido, de un puma vertical. En las paredes que bordean la cancha, 19 repisas esculpidas en piedra sirven de asientos. En frente de la corte, alza una gran roca de cal cubiertas por los lamas, pumas, cóndores y otros símbolos.
Especialmente atractivo es un extendido coleando conducto, a través del cual el agua bendita, la chicha (cerveza de maíz) o de la sangre, el flujo en una cámara durante los rituales religiosos. La cámara podría haber sido utilizado para embalsamar a algunos nobles. Los sacerdotes eran capaces de decir si el hombre era bueno o malo al ver el curso en el que el líquido seguido.
Por lo tanto, se puede suponer que Qenqo era un templo donde los rituales de la muerte se llevaron a cabo. En este contexto, es importante saber que los incas tenían una visión muy clara y diferenciada del cosmos. En su religión, el universo se dividió en tres mundos: Pachas en quechua:
El mundo superior o Hanaqpacha, que es el nivel de lo divino, el mundo inferior o Ukhupacha, donde la Madre Tierra o Pachamama vivido y, finalmente, lo terrenal Kaypach
a, que está entre los otros dos mundos.
Los incas creían que la vida tenía un origen divino y que después de la muerte el alma volvería a la Hanaqpacha mientras que el cuerpo a la Ukhupacha. Así Qenqo podría haber sido el lugar en el que los sacerdotes a cabo la ceremonia de la separación de cuerpo y alma y los familiares les dan su último adiós a sus muertos.
Al noreste de la plaza de este centro arqueológico se encuentran restos de una fuente litúrgica que debió contener buena y abundante agua, desafortunadamente hoy está seca y semi-derruida después que el agua fuera canalizada y transportada a la cervecería de la ciudad que se jacta de producir cerveza “hecha con el agua de los Inkas”, es por esto el sabor agradable de la cerveza en nuestra ciudad.
Puerta de Aramu Muru
Subcategoría: Pared de piedra.
El Portal de Aramu Muru es un lugar histórico-mitológico ubicado cerca al municipio de Juli, no lejos del lago Titicaca. A 35 kilómetros de la atrayente ciudad de Puno en el Perú, en el denominado “Bosque de Piedra”, entre las montañas de Hayu Marca (Puerta de los Dioses) y el lago Titicaca.
El portal de Aramu Muru tiene la forma de un cuadrado de 7 metros de lado tallado en la roca. Hasta ahora no se ha realizado un serio estudio arqueológico que pueda revelar la fecha de cuando los primeros pobladores empezaron a considerar sagrado este lugar.
Las dimensiones de esta increíble «piedra» de una sola pieza sorprenden al visitante: siete metros de alto por otros tantos de ancho. Los pocos estudios arqueológicos realizados hasta el momento no han podido explicar convenientemente cómo se pudo llevar a cabo su construcción, ni cómo sus creadores lograron tal grado de homogeneidad en su superficie, completamente plana, al igual que el tallado de los bordes externos. Otra cuestión que se desconoce es si el bloque fue transportado desde otra zona o se encontraba ya en este punto.
En su base se distingue un «pórtico» tallado – en realidad es un vano ciego, pues no conduce a ninguna parte –, lo suficientemente amplio como para que quepa un ser humano.
Según cuenta la leyenda, hace unos 450 años, Aramu Muru un sacerdote del Imperio Inca, se escondió en las montañas, pasando por el Portal, para guardar de los conquistadores españoles un disco de oro Coricancha creado por los dioses con el fin de curar a los enfermos y para ayudar en la iniciación de los chamanes-sacerdotes. Hoy en día el portal es visitado por creyentes que siguen la teoría de la gran hermandad blanca.
Aparentemente el ingreso no conduce a ningún lugar, sin embargo ésta extraordinaria puerta es el ingreso para trasladarse hacia el futuro como también al pasado, únicamente se les abren a los Maestros Mayores y aquellas personas que se han preparado en los misterios conciénciales del mundo andino más profundo.
También una historia más reciente relata como en 1974 gran parte de los integrantes de una banda de música lograron “atravesar” la Puerta no volviendo a salir, historia dada a conocer por el resto de la banda que no llegó a atravesar la Puerta.
Los habitantes del lugar dicen que es la entrada al “Templo de la Iluminación de los Dioses Merú” o “Hayu Marca”, y cuentan extrañas historias sobre esta puerta, como que algunas tardes se hace semi-transparente dejando entrever una ciudad iluminada.
También cuentan que al tocar con ambas manos los lados interiores del marco de la puerta de piedra y apoyando la cabeza en una hendidura que hay en esta, se pueden percibir extrañas sensaciones tales como la visión de fuego, melodías musicales e incluso la visión de túneles que atraviesan la montaña.
Aunque de los cientos de personas que han intentado percibir estos fenómenos, sólo unas pocas consiguieron notar alguna de las sensaciones anteriormente descritas.
Comos sea, Aramu Muru, Meru o “Azur-Mah”, es un personaje real que habría existido físicamente hace miles de años atrás. Una leyenda lo conecta con la Puerta de Hayumarca: Se afirma que el sacerdote de Lemuria “desapareció” en la Puerta para esconder de los españoles el disco de oro de su civilización. Pero esta historia involucra entredichos. Por una parte, la conquista fue hace 500 años, no en tiempos post Lemurianos. Y por otro lado, hay sólidas informaciones que señalan el Qoricancha del Cusco y la huida al Antisuyo en el Siglo XVI como la vía de escape del Disco Solar a Paititi. Además, varios escritores esotéricos confunden Mu y Lemuria. Hay que decir que ambos son dos mundos distintos. El primero, evoca un presunto continente desaparecido en el Pacífico, la Kasskara de los indios Hopi, cuyos posibles restos se amparan en la isla de Pascua, Tahití, Samoa, las islas Cook, las Tongas, las Marshall, las Kiribati, las Carolinas, las Marianas, Hawai y las islas Marquesas (entre otras). De allí provendría Aramu Muru. Y, por otro lado, “Lemuria” fueron vastas tierras que, en una época remota de nuestro mundo, se hallaban unidas a África y Madagascar, cuna del ser humano, en el actual océano Índico.
Pueblo Bonito
Subcategoría: Ciudad abandonada.
Pueblo Bonito fue un antiguo complejo habitacional que albergó a los antiguos indios pueblo, portadores de la cultura anasazi. Pueblo Bonito es la estructura más grande conocida en el Cañón del Chaco (Chaco Culture National Historical Park), en la parte norte de Nuevo México. Esta estructura fue ocupada entre 828 a 1126. El nombre le fue dado por los exploradores españoles al ver la magnificencia de sus ruinas, aunque el nombre original no se sabe.
En enero de 1941 la pared denominada “Threatening Rock” (Roca Amenazadora), una sección del Cañón del Chaco conocida también como tse biyaa anii’ahí (espacio de la roca inclinada) en idioma navajo, se colapsó, destruyendo parte de la estructura trasera de la construcción de pueblo bonito, llevándose consigo varios cuartos.
Los constructores de Pueblo Bonito sabían de esta amenaza, aunque de todos modos, decidieron construirlo debajo de la gran roca, que se alzaba unos 30 metros del piso, pesando aproximadamente 30 000 toneladas, lo cual compensaron construyendo un refuerzo estructural para el bloque.
La civilización de pueblo bonito floreció entre los años 800 a 1200, esta civilización fue un importante centro comercial de Turquesas, siendo la Cultura tolteca su principal aliado en Mesoamérica para la comercialización de dicha gema, extendiéndose después en todo México y Centroamérica.
Las turquesas eran intercambiadas por guacamayas, campanas de cobre y otras artesanías, de las miles de cerámicas y piezas encontradas en excavaciones se pueden notar en su mayoría piezas de origen (indígena) Méxicano, pronto al hacerse la turquesa tan común esta cultura comenzó a menguar en sus exportaciones, llegando casi a la extinción, dedicándose estos primero pobladores de América a otras actividades y emigrando a otros lugares de Nevada y Nuevo México, la cultura Anasazi fue principalmente cosechadora de maíz; El comercio de estas piedras preciosas a pesar de haber desaparecido en la memoria de los pueblos mexicanos, si quedarían leyendas que en parte contribuirían al llegar los españoles con las leyendas de “las siete ciudades doradas”, motivándolos a buscar esas ciudades llenas de oro más al norte.
Sería un grupo de exploradores españoles, del cual no se tienen nombres los primeros en redescubrir este gran edificio de más de 800 habitaciones, quienes llevarían las noticias. Más tarde los primeros exploradores de nuevo México en busca de las siete ciudades de oro serían Fray Marcos de Niza, Álvar Núñez Cabeza de Vaca, Esteban el Moro, y Francisco Vázquez de Coronado, que buscarían incesantemente las míticas ciudades encontrando dos de ellas Cíbola y Quivira pero sin oro alguno.
Sería hasta 1774 en que Don Bernardo de Miera y Pacheco identificaran el Cañón del Chaco poniendo la palabra “Chaca” en un mapa, la cual fue una transliteración al castellano para una palabra de origen navajo, para “Chacra Mesa” y “Chaco”.
En 1849 el teniente del U.S. army James H. Simpson acompañado de un guía del Pueblo de San Juan (San Juan Pueblo) de apellido Carravahal (Carbajal), en una expedición militar llegaron al Cañón del Chaco, los cuales examinaron 8 ruinas entre ellas las de Pueblo Bonito, siendo estos los nombres que Carbajal dio en español como eran conocidos esos pueblos, en su reporte militar dio una breve descripción del Cañón chaco, con dibujos de R. H. Kern. Richard Wetherill, George H. un estudiante de historia natural, comenzaron las excavaciones de Pueblo Bonito en 1896 las cuales terminaron en 1900. Estas excavaciones fueron financiadas por B. Talbot Hyde y Frederick E. Hyde, Jr. de la ciudad de New York, quienes eran filántropos y coleccionistas.
En estas primeras excavaciones dos hombres encontraron 190 cuartos del total de 800, los cuales fotografiaron e hicieron un mapeo de la estructuras mayores del cañón (otras poblaciones), los artefactos encontrados fueron puestos a disposición del American Museum of Natural History. Después de estas excavaciones, Richard Wetherill busco tener control del cañón para sus propias ganancias personales, incluyendo además de Pueblo Bonito, a Chetro Ketl y Pueblo Del Arroyo.
Una reconstrucción digital de Pueblo bonito.
Él busco unas leyes de protección para sí mismo sobre las ruinas, las cuales fueron invalidadas por la General Land Office en 1904 fue así como el gobierno federal estadounidense toma posesión formal de esas tierras, pidiéndole a Wetherill que parara con toda excavación asta esa fecha, el cual continuo corriendo un establecimiento comercial asta su muerte en 1910.
En la parte de atrás en Pueblo Bonito hay una serie de Petroglifos dibujando unos pies con seis dedos, un elemento encontrado en otros artes rupestres de la cultura pueblo.
Estas imágenes fueron hechas alrededor del 900 o 1000 d. C.
Pueblo Bonito es la mayor construcción de las trece ‘grandes’ casas en el cañón del chaco y esta dividido en dos secciones por un muro precisamente alineado, el cual corre de norte a sur a través de la plaza central, dándole forma de una D, con medidas de 1,4 ha o 4 acres. Unas “Gran Kiva” se encuentran puestas en cada lado del muro, creando un patrón simétrico común en la mayoría de las Grandes casas. En adición de las gran kivas, otras treinta kivas (estructuras ceremoniales) han sido encontradas, las más grandes medían 22 metros (66 pies) las cuales se encuentran asociadas con el Gran patio central. El interior de las habitaciones era un poco mayor de la norma común para los Antiguos Pueblos.
El área de pueblo bonito cubre aproximadamente dos hectáreas o 4 acres, y la parte antigua fue construida entre 825 a 950 (la primer parte) la cual contó con cerca de 800 habitaciones, cifras conservadoras lo sitúan alrededor de 650, para el 1200. Esta estructura escalonada fue de cuatro y cinco niveles de alto. Cada cuarto media cerca de 2 pies 8 pulgadas y 5×4 metros (16 x 13 pies). En la última fase de su construcción, algunos lugares de la planta baja fueron rellenados con escombros para soporte de los pisos más altos. La apariencia de centro en la arquitectura y su construcción de múltiples niveles produjo paredes tan gruesas como de tres pies (1 metro).
La Kiva principal.
Las estimaciones arqueológicas para este gran asentamiento humano varían, los cuales sitúan cada cuarto para una pareja, o hasta una familia de cuatro.
A principios del siglo pasado, las estructuras eran vistas como pequeñas ciudades, acomodando muchas personas en un cuarto, así desde esta perspectiva en el tiempo de mayor auge en Pueblo Bonito, pudieron haber sido varios miles de personas viviendo en este emporio comercial.
Aunque análisis recientes han bajado la población a 800, datos primariamente tomados debido al pequeño número de chimeneas usables en las ruinas, por lo regular estas eran colocadas en la planta baja, cerca de la Plaza central; las cuales se encuentran asociadas en sus entradas a una serie de cuartos según se avanza en la estructura.
Estos cuartos se conectaban entre sí por varias entradas interiores, algunas de ellas con forma de T. Así de estos análisis una familia completa pudo haber habitado de entre 3 a 4 cuartos, estos a su vez contenían pequeños espacios usados para almacenamiento. Prácticamente no había forma externa de acceso a los cuartos del edificio más que los que conducían del patio o jardín central.
Una puerta de entrada a Pueblo Bonito.
Aunque la capacidad de Pueblo bonito pudo albergar a una gran población, es posible que no haya sido ni una ciudad o aldea, debido al entorno o el medio ambiente impropio para sostener una gran población. Las excavaciones en el lugar no han revelado un número significativo de Køkkenmøddings de basura lo cual indicarían un área residencial.
Una sugerencia común entre los arqueólogos es que Pueblo bonito pudo haber sido un centro espiritual de reunión entre las diferentes tribus pueblo, debido a la presencia de las Kivas las cuales han sido comúnmente usadas para funciones rituales al igual que los otros lugares dentro del Cañón chaco.
Pueblo Bonito al igual que las demás Grandes casas permite al explorador comprender el grado de desarrollo y entendimiento que los Anasazi/Los Antiguos pueblos tenía de los ciclos solares y lunares, los cuales se encuentran marcados en los petroglifos que rodean el área del acantilado, al igual que la posición de Pueblo bonito en sí mismo con estos ciclos.
La Piramide Circular de Cuicuilco
Subcategoría: Pirámide.
El sitio se ubica en el suroeste de la cuenca de México en un antiguo delta del río formado por las corrientes que bajaban del Zacatépetl y el actual bosque de Tlalpan. Al parecer, su nombre significa “Lugar de Oración” o “Lugar del Arcoiris” (también es conocido como lugar donde se hacen cantos y danzas o lugar de colores y cantos). Se afirma que el desarrollo del lugar, desde época temprana, se debe a su posición estratégica, ya que el occidente de la cuenca se conecta con la entrada al valle de Toluca. Asimismo, se considera que el declive de Cuicuilco se generó entre 100 a.C.-1 d.C., y aunque hubo una ligera recuperación durante 1-150 d.C., la presencia de deidades del fuego, y ceniza volcánica en los pisos, sugiere fuerte actividad volcánica en la cuenca de México.
Si la enorme pirámide de Cuicuilco es expresión de este incremento, entonces ello significa que este nivel de desarrollo se alcanzó entre 800-600 a.C., ya que es la fecha en que se construyó. En caso de ser cierto, el carácter protourbano, característico de este nivel, podría haberse extendido, también, por el Preclásico Tardío hasta el debilitamiento de Cuicuilco entre 100 a.C. y 1 d.C. En este momento comenzó el desarrollo de Teotihuacan.
La famosa “pirámide”, la primera pirámide de piedra de México, suele datarse de alrededor del año 500 a.C. La base del monumento es una plataforma circular de alrededor de 122 metros de diámetro, que contiene una rampa que una vez llevó al altar en la cúspide a 27 metros de altura sobre el nivel del suelo. Fue construida de roca bastas y revestida con una cobertura de arcilla. Curiosamente, el término “pirámide” aplicado a esta estructura resulta particularmente inadecuado, ya que desde el punto de vista geométrico no se trata en modo alguno de una pirámide, pues su forma es cónica.
Se presenta como una pirámide troncocónica de planta circular de grandes dimensiones, formada por cuatro conos truncados superpuestos y unidos mediante escaleras y rampas. Su fachada principal está orientada hacia el este, con templos y galerías que soportan extraordinarias columnas de piedra aglomerada.
Este edificio fue construido con piedra sin labrar de 30 Kg. y rellenado los espacios con tierra, con lo cual se formó un núcleo muy compacto en cada una de las cuatro etapas constructivas, que concluyó con un altar en la parte superior central de la pirámide. A su plataforma superior, donde había un altar, se llegaba por una rampa situada al oriente, que sorprendentemente estaba orientada hacia el equinoccio, para constituir un reloj cósmico de gran precisión, lo que evidencia al nivel científico de los constructores.
Los arqueólogos prefieren olvidarse de Cuicuilco, la gran mole circular que surge del medio de un antiquísimo campo de lava al sur de la Ciudad de Mejico. Las ruinas, según algunos, constituyen “una bofetada en la cara de la historia”. Aún hoy en día, muchos académicos asisten tácitamente a la destrucción del monumento, que se encuentra rodeado de un número cada vez mayor de centros comerciales, viaductos, polígonos industriales y unidades de vivienda. La contaminación atmosférica – uno de los males más grandes que enfrenta la ciudad de México – junto con la amenaza de la “lluvia ácida”, seguramente acabarán con esta “oveja negra”, estorbo a la arqueología, si no llegan a tomarse medidas.
No obstante, todos los expertos están de acuerdo en que Cuicuilco es la estructura más vieja en el valle del Anahuac, que aloja a la moderna Ciudad de Méjico, y es la primera construcción monumental en el continente americano. Aunque la información oficial indica que las estructuras de Cuicuilco no datan mas allá del 600 a.C., los textos revisionistas alegan que la pirámide fue construida hace unos 8.000 o 10.000 años, haciéndola casi tan viejas como el “hombre de Tepexpan”, el morador prehistórico más antiguo en Mesoamérica, cuyos restos fueron hallados junto con los de un mamut.
Cuicuilco mide 17 metros de alto y cuenta con un diámetro de 115 metros; una variedad de rampas ofrecen acceso a su nivel más alto, que alojó en su tiempo un templo con la estatua de Huehueteotl – el “dios viejo del fuego”, la primera deidad adorada en las Américas. La majestuosa pirámide circular se encuentra rodeada de estructuras pequeñas y edificios rectangulares con pisos bien terminados que pudieron haber sido casas.
Vista desde la carretera, o desde la posición ventajosa ofrecida por el centro comercial Perisur, el visitante puede creer que está viendo una fortificación del tipo construido por los celtas.
De acuerdo con el historiador Stuart J. Fiedel, entre 5.000 y 10.000 habitantes ocuparon Cuicuilco durante el Primer Periodo Intermedio 2 (650 – 300 A.C.) y que la región aledaña contaba con unos 75.000 habitantes.
Es un hecho que Cuicuilco llegó a su fin con la erupción del volcán Xitle, que derramó un torrente de lava que destruyó primero la cercana localidad de Copilco, y luego engulló a la misma Cuicuilco, dejando un extenso campo conocido como “El Pedregal”. Al parecer, los habitantes del lugar pudieron huir antes de que ocurriera el desastre. El campo de lava del Pedregal es considerado un típico flujo de lava de finales del período pleistoceno, que concluyó hace aproximadamente 10.000 años. Uno de los lados de la pirámide se halla cubierto por el campo de lava, lo que indica sin lugar a dudas que su construcción precedió a la erupción.
La primera excavación exhaustiva del lugar fue realizada en 1922 por un equipo de la Universidad de Arizona, dirigido por el Dr. Byron Cummings. A partir de los datos obtenidos en el lugar, el Dr. Cummings estimó que el flujo de lava ocasionado por la erupción del Xitle se había producido entre el año 6550 y el 28050 a.C.
Existen otros detalles inquietantes. El médico español Hernández, enviado a México por Felipe II, relató a su soberano el descubrimiento en el lugar de esqueletos de grandes bestias, y de hombres de 5 metros de altura. Los habitantes del lugar creían que la estructura había sido construida por gigantes.
¿Cómo es posible que una pirámide construida en el año 600 a.C. haya sido parcialmente cubierta por un flujo de lava ocurrido varios milenios antes? La más elemental lógica indica que la construcción del monumento debió preceder al evento que ocasionó su destrucción y abandono, y no al revés. Incapaz de resolver esta paradoja de acuerdo al dogma establecido de la historia de Mesoamérica, la arqueología oficial ha resuelto ignorarla.
Murallas de Sacsayhuamán
Sacsayhuamán (en quechua Saqsaywaman, de saqsay, lugar de saciarse, y waman, halcón, es decir, “Lugar donde se sacia el halcón”) es una “fortaleza ceremonial” inca ubicada dos kilómetros al norte de la ciudad del Cuzco. Se comenzó a construir durante el gobierno de Pachacútec, en el siglo XV; sin embargo, fue Huayna Cápac quien le dio el toque final en el siglo XVI. Con el aniquilamiento de la nobleza inca desaparecieron de la memoria humana las técnicas que permitieron la construcción de esta monumental fortaleza o santuario; el cual produjo la admiración de Pizarro y sus hombres. Pedro Sancho, secretario de Pizarro, deja una primera descripción del edificio; pero la más detallada es la del Inca Garcilaso de l
a Vega (Cronista mestizo). La “fortaleza ceremonial” de Sacsayhuamán es con sus muros megalíticos, la mayor obra arquitectónica que realizaron los incas durante su apogeo. Desde la fortaleza se observa una singular vista panorámica de los entornos, incluyendo la ciudad del Cuzco.
Plano de Sacsayhuamán.
La “construcción ceremonial” de Sacsayhuamán está ubicada a 2 km del Cuzco, capital del antiguo Imperio inca; se encuentra a una altura de 3.700 msnm y abarca una extensión de 3’093 hectáreas. El valle se encuentra cercado por las montañas Ausangate, Pachatusán y Cinca, y esta bañado por el río Tullumayo. Esta zona posee un paisaje de gran belleza, flora y fauna abundantes, entre la que destacan las llamas y los halcones.
La zona donde se encuentra esta fortaleza corresponde a la cabeza del animal sagrado, y una de las traducciones que tiene esta palabra es, precisamente, cabeza de puma. Pachacútec Inca Yupanqui, el noveno Inca, rediseñó la ciudad y le dio forma de puma acostado (el puma es el guardián de las cosas terrenas).
El espacio que abarcan sus construcciones es particularmente grande; lo que más llama la atención son los tres muros de piedra que sugieren la figura de la fortaleza.
La construcción es típica de la arquitectura inca, aunque es el lugar donde esta técnica se usó a mayor escala. La roca se cortaba en la cantera de forma tosca con la forma aproximada requerida. Luego era arrastrada con cuerdas por cientos de hombres hasta el lugar de construcción, donde se le daba el tallado definitivo. Las cuerdas usadas eran tan impresionantes que fueron mencionadas por el conquistador español Diego de Trujillo en 1571 tras inspeccionar una habitación llena de material de construcción.
La suavidad aterciopelada de la piedra resalta en estas formaciones. Hay figuras diseñadas en las piedras y rocas, entradas a túneles subterráneos o chicanas, anfiteatros, construcciones de carácter ritual, probablemente relacionadas con el culto al agua. Este sitio desempeñó un importante rol en las actividades rituales incaicas.
Se piensa que correspondió a una fortaleza militar, en donde se entrenaba a los guerreros. Hay dudas al respecto, ya que, de acuerdo a su arquitectura, podría haber tenido un fin religioso y haber sido construido como un gran templo al Dios Sol. Sin embargo, durante la época de la conquista, mostró su eficacia como fortaleza para defender la ciudad. Su principal característica es la forma en que fue construida; cuenta con grandes bloques de piedra, alcanzando los más altos los 9 m. Se asevera que su construcción demoró 50 años aproximadamente, iniciándose en el período del Inca Túpac Yupanqui. Fue construida por 20.000 hombres.
Dentro de la fortaleza, había grandes almacenes de alimentos y armas, y también canales para la distribución del agua. El trono del Inca, ubicado junto a la fortaleza, consistía de una gran roca tallada y pulida en varios niveles, desde donde el soberano presidía las fiestas, celebraciones, desfiles y daba órdenes.
En la actualidad, quedan vestigios de las tres murallas escalonadas edificadas de piedra caliza de origen sedimentario y formación fasilífera.
Sacsayhuamán está dividida en diferentes sectores: Sacsayhuaman, Rodadero, Trono del Inca, Warmi K’ajchana, Baño del Inca, Anfiteatros, Chincana y Bases de Torreones, entre otros.
Hubo tres torreones ubicados en la parte superior de la fortaleza: Muyucmarca, Sallacmarca y Paucamarca. El primero tenía una forma cilíndrica con una altura equivalente a unos cuatro pisos y un diámetro de unos 22 metros. Se encontraba en el centro. El segundo tuvo forma cuadrangular. Desde allí se divisaba toda la ciudad del Cuzco. El tercero, también de forma cuadrada, estaba ubicado al otro extremo del Sallacmarca.
La fortaleza fue el escenario donde los Incas adoraban al sol en este templo para ceremonias religiosas. Se piensa que decenas de miles de personas se movilizaban en las fiestas especiales y hacían ofrendas y cierto tipo de peregrinaciones.
El tan reconocido método de datación llamado carbono 14 funciona sólo cuando hay material orgánico, pero no es capaz de datar el período en el cual se construyó un monumento.
Por ejemplo, el dato sobre la cultura Killke, ofrecido por un equipo de arqueólogos en el 2008, contrasta con la información clásica etno-histórica que reconocía a los Incas como los constructores de Sacsayhuamán a partir de 1438 d.C., durante el reino de Pachacutec.
El monumento, que para algunos es la representación de la cabeza de un puma, para otros una fortaleza para defender a Cusco y para otros un centro ceremonial, está compuesto por tres muros de aproximadamente 400 metros de largo y 6 de alto. Se calculó que algunas piedras pesan hasta 200 toneladas, mientras que el volumen total de los tres muros es de unos 6000 metros cúbicos.
En la zona al sur de los muros están las bases de lo que fueron probablemente tres grandes torres: Muyucmarca, Sallacmarca y Paucarmarca. Mientras que la primera tiene base circular, las últimas dos la tienen rectangular.
La Muyucmarca tenía unos 12 metros de altura y una base con un diámetro de 22 metros. En sus Comentarios Reales, el Inca Garcilaso de la Vega describe a Muyucmarca como una torre que servía como depósito de agua y que estaba conectada a las otras dos por túneles subterráneos.
Se narra que en la batalla de Sacsayhuamán, acaecida en 1536, el Inca Cahuide se lanzó al vacío desde la Muyucmarca, con el fin de no entregarse a los españoles.
Sobre el origen de Sacsayhuamán fueron escritas decenas de libros y se propusieron las teorías más extrañas para explicar cómo se llevó a cabo su construcción, hecho que hasta ahora está envuelto en el misterio.
Chankillo
Subcategoría: Observatorio solar.
Observatorio Solar en Chankillo, Perú
Los viajeros han notado las 13 torres de piedra que se elevan sobre el desierto costero de Perú desde al menos el siglo diecinueve. Pero los investigadores sólo el año pasado descubrieron el objetivo de las estructuras: ellos arreglan un observatorio solar sofisticado, uno de los más tempranos conocidos en las Américas.
El Iván Ghezzi del Instituto Nacional de Perú de la Cultura y Clive Ruggles de la Universidad de Leicester mostró que el arco de las 13 Torres de Chankillo, construido por una cultura todavía sin nombre, corresponde casi exactamente a la rebelión y ajuste de la variedad del sol del movimiento más de un año. En el solsticio del 15 de diciembre, por ejemplo, el sol se habría elevado directamente sobre la torre meridional, cuando visto del Oeste. Los dinteles de madera empotrados en las torres pasan de moda a aproximadamente 300 a. de J.C.
El rastreo del progreso del sol habría ayudado al tiempo de constructores de Chankillo la plantación de sus cosechas. Pero también se destinó probablemente que las torres expresaran el parentesco místico de las reglas con el sol, y su capacidad de influir en su movimiento. Según estos autores existen evidencias de lo que sería el observatorio solar más antiguo de America: “Las torres de Chankillo nos proporcionan una prueba de las primeras observaciones solares y de la existencia de avanzados cultos al Sol, los cuales precedieron casi 2.000 años a los del Cuzco incaico”, afirman los arqueólogos.
Chankillo fue construido en el periodo que se corresponde arqueológicamente con el colapso de uno de los mayores centros religiosos de los Andes, el de Chavín de Huántar, entre el año 200 y el 300 a.C.
Los restos arqueológicos están ubicados a unos 15 kms al sur de Casma, (a 400 kms. de Lima, Perú), Chankillo está compuesto por una fortaleza estratégicamente ubicada en lo alto de un cerro, de tres gruesas murallas de piedra ovoides, concéntricas, (con cinco, cuatro y tres entradas respectivamente desde la exterior hasta la interior). Estos accesos nivelados dan paso a unos elaborados corredores, cuyos techos están hechos con gruesas maderas de algarrobo.
“Desde el siglo XIX se especulaba que la fila de 13 torres podría ser una referencia a la luna, pero nadie decidió seguir esa pista”, dijo Ghezzi. “Miles de personas podrían haberse reunido para observar impresionantes eventos solares. Estos amaneceres y atardeceres podrían haber sido utilizados en función a una agenda política”, comenta el investigador Ivan Ghezzi. “Por ejemplo, durante la época del solsticio de verano en junio (el día más largo del año) el sol sale justo a la izquierda de la torre más septentrional”.
Según un último estudio publicado hoy en Science, llevado a cabo por los arqueólogos Iván Ghezzi, de la Universidad Católica de Perú, y Charles Ruggles, de la Universidad de Leicester, del Reino Unido, existen evidencias de lo que sería el observatorio solar conocido más antiguo del mundo: “Las torres de Chankillo nos proporcionan una prueba de las primeras observaciones solares y de la existencia de avanzados cultos al Sol, los cuales precedieron casi 2.000 años a los del Cuzco incaico”, afirman los arqueólogos.
Hasta ahora, en base a los relatos de los primeros cronistas, se creía que los primeros observatorios solares estaban en la región de Coricancha, cerca de Cuzco, o habían sido construidos por la cultura Moche, 600 años después de Chankillo.
Chankillo Ubicado a unos 15 kms al sur de Casma, a unos 400 kms., de Lima (Perú), Chankillo está compuesto por una fortaleza estratégicamente ubicada en lo alto de un cerro, de tres gruesas murallas de piedra ovoides, concéntricas, (con cinco, cuatro y tres entradas respectivamente desde la exterior hasta la interior). Estos accesos nivelados dan paso a unos elaborados corredores, cuyos techos están hechos con gruesas maderas de algarrobo que todavía soportan el peso de la muralla que corre por encima. Rodeados por estos círculos concéntricos se hayan dos estructuras redondas y una circular. Tomando como referencia la madera de algarrobo encontrada, mediante análisis con el C14 se estima la antigüedad en unos 2300 años.
Frente a esta fortaleza y formando un conjunto de construcciones cúbicas se encuentran las 13 torres, que se levantan en linea de norte a sur sobre la cima del monte Chankillo e indican con precisión el desplazamiento anual del Sol, así como los solsticios y los equinoccios.
Cada una de las torres mide entre dos y seis metros de diámetro y están separadas por 4,7 y 5,1 metros. Todas están alineadas en el filo de la colina. Cada una de las estructuras tiene dos escaleras, en los lados norte y sur, que llevan a la parte más alta de la torre. Durante mucho tiempo nadie había entendido la presencia de esta hilera de torres con forma de espinas en la espalda de un dragón…
La clave vino con el descubrimiento de dos puntos de observación, situados a unos 200 metros cada uno de los extremos de la retahíla de torres, ambas adornadas con reliquias conocidas de materiales de sacrificio. Al seguir el movimiento del Sol desde ambos puntos, los arqueólogos notaron que la distribución de las torres, construidas a intervalos regulares, se ajustaba a la trayectoria de la estrella; es decir, si hoy la posición del amanecer coincidiera con la ubicación de la tercera torre, después de un tiempo coincidiría con la cuarta, luego con la quinta hasta completar el ciclo marcado por la estructura.
La situada más al este estaba en muy mal estado de conservación, pero la del oeste conservaba buena parte de su estructura y permitió a los científicos determinar de forma concluyente su función: los dos puntos de observación estaban posicionados de tal forma que en los solsticios de verano e invierno el sol se levanta y se pone por encima de las torres, formando una línea que delimita claramente el año solar.
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