Este Mundo, a veces insólito

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Piedra de Bat Creek

La Piedra de Bat Creek

De www.ancient-origins.net.

La Piedra de Bat Creek fue descubierta en un pequeño túmulo cercano a Knoxville, Tennessee (Estados Unidos) en el siglo XIX. Los arqueólogos que realizaron excavaciones en el lugar en el año 1889 encontraron allí una pequeña tablilla de piedra grabada con misteriosos caracteres alfabéticos.

La misteriosa y controvertida Piedra de Bat Creek. (Fotografía: Scott Wolter)

La inscripción fue descubierta por un equipo encabezado por el entomólogo Cyrus Thomas, de la Oficina Smithsoniana para la Etnología y el Estudio de los Túmulos. Ocho años más tarde, el Congreso de los Estados Unidos asignó al Instituto Smithsoniano la responsabilidad de reanudar estas excavaciones arqueológicas. El objetivo principal de la investigación era explorar los túmulos prehistóricos de la zona. A los pocos años de iniciarse los trabajos, los arqueólogos ya habían descubierto más de 40.000 piezas arqueológicas y redactado un informe de setecientas páginas acerca de sus hallazgos, que fue presentado en el año 1894.

Thomas se preguntaba si la inscripción de la tablilla podría estar escrita en un lenguaje precolombino. Estaba fascinado por la tablilla y los secretos que encerraba, aunque no poseía los conocimientos ni las herramientas necesarios para examinar el objeto de manera adecuada. En la actualidad, sus informes sobre las excavaciones no están considerados una fuente arqueológica seria. No obstante, este descubrimiento, conocido como la Piedra de Bat Creek, permitió a Thomas a dejar su huella en la historia.

Un extraño lenguaje

En un principio, Cyrus Thomas estaba convencido de que la inscripción estaba escrita en alfabeto Cheroqui. El alfabeto Cheroqui fue creado por Secuoya, un platero cheroqui. Su nombre anglosajón era George Gist (o Guess), y creó un silabario que permitía escribir en lengua cheroqui. El silabario fue adoptado en el año 1825 por la Nación Cheroqui, analfabeta hasta entonces. En un principio estaba constituido por logogramas, pero con el paso del tiempo Secuoya creó un sistema de 85 caracteres con los que poder escribir en lengua cheroqui. Los símbolos tienen una apariencia similar a los alfabetos griego, latino y cirílico.

Grabado de la inscripción publicado en la obra de Thomas ‘Los cheroqui en la época precolombina’ (1890) (Public Domain)

Unas siete décadas más tarde, en los años 60, otros dos investigadores, Henriette Mertz y Corey Ayoob, observaron que la inscripción se asemejaba a antiguas escrituras semíticas. La cosa no acababa ahí, ya que el especialista en lenguas semíticas Cyrus Gordon afirmó en los años 70 que el lenguaje identificado en el pasado como cheroqui era en realidad paleo-hebreo. Gordon dató la inscripción en los siglos I d. C. – II d. C., y propuso una lectura de los cinco caracteres de derecha a izquierda (tal y como se hace en lengua hebrea), transcribiéndolo como LYHWD, que significaría “para Judea.” Otras interpretaciones del texto sugieren que se leería LYHWD(M), “para los de Judea”, “sólo para Judea”, o “sólo para los de Judea”. Según esta hipótesis, el antiguo lenguaje hebreo utilizado en la inscripción estaría a mitad de camino entre la inscripción de Siloam y los manuscritos paleo-hebreos del Levítico hallados en Qumram.

Otra teoría sugiere que la inscripción podría estar escrita en lengua Coelbren galesa. Según Alan Wilson, Baram A. Blackett y Jim Michael, los caracteres grabados sobre la tablilla pertenecerían al antiguo alfabeto Coelbren galés. Estos investigadores interpretaron la inscripción como “él es Madoc (nuestro) soberano.” De ahí que dedujeran que en el túmulo de Bat Creek se encontraba la tumba del príncipe Madoc, que habría viajado a América en el año 1170, o del hermano del rey Arturo II, que lo habría hecho en el 562 d. C.

Ambas hipótesis han sido bien investigadas, sin obtenerse una respuesta clara a las incógnitas que plantean. Por esta razón, los científicos se han visto obligados a buscar teorías alternativas para explicar el origen de la tablilla.

Más enigmas sin resolver de la inscripción de Bat Creek

La datación de la tablilla también se convirtió en objeto de polémica. El carbono-14 sugiere que fue creada entre los años 32 d. C. y 769 d. C., o como alternativa, entre el 45 a. C. y el 200 d. C. Estas dataciones se realizaron a partir de fragmentos de objetos hallados junto a la tablilla. Es imposible obtener resultados satisfactorios de una eventual datación de carbono-14 de la propia tablilla, ya que tras su descubrimiento ha sido manipulada por demasiada gente y afectada por numerosas sustancias que podrían alterar los resultados.

En la actualidad, la Piedra de Bat Creek pertenece a la Institución Smithsoniana, y forma parte de la colección del Departamento de Antropología de esta organización. Ha sido cedida al Museo de los Indios Cheroqui situado en Cherokee (Alabama) y también estuvo expuesta durante un tiempo en el Museo Frank H. McClung de la Universidad de Tennessee que se encuentra en Knoxville.

Transcripción de un artista masón de la frase bíblica QDSh LYHWH en escritura paleo-hebrea (Macoy 1868: 134). (Public Domain)

El túmulo en el que fue descubierta la tablilla fue arado hasta quedar completamente plano, por lo que su localización se perdió. Sólo nos han llegado descripciones de él. Según las notas escritas por los arqueólogos del siglo XIX, el Túmulo de Bat Creek albergaba nueve enterramientos. El propietario del terreno taló los árboles que habían crecido sobre el túmulo 40 años antes de que dieran comienzo las excavaciones. Fue entonces cuando descubrió que parecía haber algo interesante en sus tierras. Años más tarde, los arqueólogos descubrieron que estaba en lo cierto. Las raíces de los árboles habían alcanzado las tumbas y casi tocaban los esqueletos.

Antiguos viajeros a América

Las leyendas sobre antiguos viajes a América no han sido aceptadas por la historia oficial, aparte de las expediciones medievales de noruegos, polinesios, japoneses y otros pueblos que supuestamente llegaron a América antes que Colón. Se ha llegado incluso a plantear la posibilidad de que los fenicios navegaran en la antigüedad hasta las lejanas tierras del que se conocería en el futuro como “Nuevo Mundo”. Esta civilización podría haber transportado a individuos de otras culturas semíticas en sus barcos, en lo que sería una posible explicación de la inscripción de la tablilla de Bat Creek.

No todos los investigadores están convencidos  de la antigüedad de la tablilla de Bat Creek. Según algunos podría tratarse de un fraude creado en el siglo XIX. Existen numerosas razones que sustentan esta posibilidad. Hay quien cree incluso que su existencia podría deberse a la creciente influencia de los masones en la época.

Aparte de esto, numerosas interpretaciones relacionadas con la tablilla de Bat Creek sugieren que su objetivo era confirmar ciertas teorías sobre los orígenes de los antiguos habitantes de América. Según los defensores de esta hipótesis, los europeos querían demostrar que las tierras que estaban colonizando les habían pertenecido también en épocas remotas. La creación de una tablilla falsa para justificar esta idea es una posibilidad. Desgraciadamente, al haberse perdido la localización del túmulo y no disponer de más pruebas, todo apunta a que el enigma de la inscripción de Bat Creek continuará siendo un misterio sin resolver en el futuro.

Autor: Natalia Klimczak

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La Piedra de Bat Creek fue descubierta en 1889, supuestamente en un montículo indio de Loudon County (Tennessee). La piedra tiene algunos toscos grabados que algunos interpretan como “paleo-hebreo” pero previamente habían sido considerados como una forma primitiva de Cherokee o completamente falsos. La inscripción en la piedra es casi idéntica al texto paleo-hebreo que aparece en un libro de referencia masón de 1870, como reportó American Antiquity (2004). La clave del misterio es que el dibujo de 1870 era la impresión de un artista del paleo-hebreo, no un texto verdadero. Los eruditos en hebreo descubrieron que la inscripción de Bat Creek era inconsistente con el paleo-hebreo o cualquier otra versión histórica del lenguaje. Aun los pseudohistoriadores no se ponen de acuerdo en cómo traducir la inscripción. Algunos dicen que es “Por Judá” pero el dibujo del que parece haber sido copiada significa “Santidad a Jehová” (Éxo 39:30).

Scott Wolter (el mismo que intenta legitimar la Piedra Runa de Kensington) miró la piedra bajo un microscopio en 2010 y concluyó que porque los bordes de las letras grabadas eran redondeados y no contenían limo, es porque habían estado expuestos a la intemperie y “tenían que haber sido hechas antes de la excavación del montículo por John Emmert”. No sé porque la falta de un limo de color naranja en los grabados es prueba de que estuvieron enterrados en un montículo de arcilla roja durante cientos de años. Este argumento parece más bien respaldar la teoría de que la piedra es un grabado reciente.

Wolter se contradice a sí mismo al decir que la piedra había sido lustrada antes de ser depositada en el montículo. La explicación más sencilla es que el hombre que falsificó la piedra la lustró para hacerla lucir más vieja antes de enterrarla. Esto es parcialmente confirmado por el análisis de Wolter de que sólo un lado de la inscripción está lustrado.

En 1991, los arqueólogos Robert C. Mainfort Jr. y Mary L. Kwas, escribiendo para el Tennessee Anthropologist 16 (1) declararon que el falsificador detrás de la Piedra de Bat Creek es John Emmert, el asistente que afirmó haberla encontrado. Cyrus Thomas (un etnólogo que trabajaba para el Instituto Smithsoniano) tenía dudas sobre las habilidades de Emmert, creyendo que su juicio era perjudicado por su problema con la bebida que eventualmente llevó a su despido. Tras una serie de cartas implorantes a Thomas, Emmert fue reinstalado en 1888, prometiendo darle “mayor satisfacción de la que le había dado antes” y concordando con la hipótesis de Thomas de que los Cherokee eran los constructores de los montículos. Emmert ciertamente tenía el motivo para producir un hallazgo espectacular y a pesar de que Cyrus Gordon identificara el escrito como hebreo, datándolo del 100 d. de C., también ha sido identificado con el silabario Cherokee. Pero el silabario Cherokee fue inventado en 1819 por el platero indio Secuoya (alrededor de 1767-1843, también conocido como George Gist/Guess/Guest).

Durante mucho tiempo, fue muy popular en Inglaterra, Gales y las colonias norteamericanas la idea de que el príncipe galés Madoc ap Owain Gwynedd había descubierto y colonizado las Américas en el siglo XII?

Esta teoría fue establecida por el anticuario Humphrey Llwyd (1527-68), quien escribió la primera historia de Gales en inglés (que básicamente era la traducción de una crónica en galés), detallando las vidas y obras de reyes galeses desde el siglo VII hasta el 1282. Aunque el manuscrito original estuvo inédito hasta 2002, inspiró a varios autores de la época que deseaban encontrar formas de justificar la colonización inglesa del Nuevo Mundo.

¿Qué tiene que ver la Piedra de Bat Creek con el príncipe Madoc?

Pues que en una conferencia de prensa de 28 de agosto de 2002, “los expertos en historia antigua británica“, Alan Wilson y Baram A. Blackett, anunciaron que habían descubiertos “pruebas del príncipe Madoc en América alrededor de 560“. Sí, cambiaron la fecha del siglo XII al siglo VI. De acuerdo a Wilson, los historiadores convencionales “a menudo dan una falsa fecha de 1170 y esta leyenda ha reemplazado los hechos. En este momento, hay un pequeño grupo de saboteadores tratando de robar nuestra investigación y promover esta errata…” Parece que no les llegó el memo de que esta historia había sido refutada por el químico e historiador aficionado Thomas Stephens (1821-1875) en 1858 cuando notó que en ninguna fuente medieval hay mención alguna de Madoc (los nacionalista galeses intentaron encubrir el ensayo de Stephens).

El Madoc que intentan identificar como el “descubridor” europeo de America es un Madog ap Meurig. Los autores dicen que el suyo es el nombre escrito en la Piedra de Bat Creek. Wilson y Blackett identifican la escritura como Coelbren, que describen como “un antiguo alfabeto británico conocido y registrado por historiadores y bardos del inicio de las épocas“. De acuerdo a su traducción, la inscripción dice “Madoc el gobernante es“. El Coelbren consiste de veintiuna letras básicas y diez consonantes mutadas.

De acuerdo a su declaración de prensa, las autoridades públicas en el RU han “fallado en comprometerse con este vital esfuerzo de investigación… están asustados de que un grupo independiente tal como el nuestro haya hecho tal progreso. Prefieren ignorar la antigua historia británica en vez de lidiar con ella. El pueblo galés ha sufrido, y la oportunidad de impulsar la economía, brindar miles de empleos a Glamorgan y Gwent, donde Madoc y su hermano Arturo II gobernaron, no ha sido explotada“. La acusación de que el trabajo está siendo ignorado y, peor, causando sufrimiento es una típica treta pseudocientífica.

Wilson y Blackett han identificado el montículo principal en Bat Creek como la tumba de Madoc que, recordemos, murió en 562 d. de C.

También hablaron de que iban a solicitar que se hicieron análisis de ADN, algo acerca de lo que no hay más información.

Pero ellos tienen problemas mucho mayores que el desinterés de las autoridades en su trabajo:

  1. No existe ninguna mención de este Madog ap Meurig en ninguna genealogía ni crónica medieval.
  2. La datación por radiocarbono del material en dicho montículo sitúa la fecha en el 1605 ± 170 a.p. (409 ± 174 d. de C.), lo cual lo vuelve demasiado antiguo como para estar relacionado con este Madoc.
  3. El Coelbren es una invención moderna, publicado por vez primera en 1791 por Edward Williams (1747-1826, más conocido como Iolo Morganwg), un falsificador serial. Aunque se han hecho afirmaciones de un origen anterior (tal como las “runas galesas” atribuidas al erudito Nennius o Nemnivus, se dice que él las inventó después de ser provocado por un inglés con que los galeses no tenían sistema de escritura), nada como el Coelbren es conocido antes de la época de Edward Williams. Otra prueba contra el Coelbren es que incluye consonantes mutadas y estas no se conocían en la ortografía galesa antes del siglo XII.

¿Por qué dicen estas cosas?

Pues porque Wilson y Blackett son entusiastas promotores de la arqueología arturiana alternativa, que usa evidencia muy pobre que no soporta el mínimo escrutinio crítico. En realidad, se sospecha que mucha de la evidencia que usan es fraudulenta. A este Madog ap Meurig le hacen pasar por el hermano de Athrwys ap Meurig ap Tewdrig, gobernante del siglo VI de Morgannwg (Glamorgan), el cual es su candidato para el “verdadero” rey Arturo. Por lo tanto, revivir la vieja historia del príncipe Madoc colonizando Norteamérica sólo es un truco para darle más atractivo a sus afirmaciones (“¡Wow! ¡El rey Arturo conocía las Américas antes que Colón!”).

Sus quejas frecuentes de que no son tomados en serio por los académicos es típica de los pseudoarqueólogos: cuentan a sus lectores de que las razones para ser ignorados son celos profesionales, una incapacidad para ver más allá de las ideas aceptadas y hasta oscuras conspiraciones políticas. Como tantos otros pseudoarqueólogos parecen ser incapaces de reconocer que la verdadera razón por la que los arqueólogos profesionales no les dan el reconocimiento que creen que merecen es porque sus ideas están pobremente elaboradas, apoyadas por evidencia inadmisible y, finalmente, basura.

https://en.wikipedia.org/wiki/Bat_Creek_inscription

Posible presencia fenicia en América: la misteriosa inscripción de Bat Creek

Una piedra misteriosa tallada con letras de un alfabeto desconocido fue excavada en Bat Creek, Tennessee, a finales del siglo XIX.

Un informe, con la reproducción de la inscripción, fue enviado a la «Smithsonian Institution» de Washington atribuyendo su origen a la tribu cherokee.

Sin embargo, después de cincuenta años de misterio sobre lo que significaba, Joseph Maker, de Georgia, declaró, después de observar la piedra “Esta boca abajo. Vuelvanla hacia arriba. Esta en hebreo canaanita.» Resultó que decía: «Año primero de la Edad de Oro de los Judíos resolviendo asi un misterio y planteando otro. Un mensaje del antiguo Israel? En Bat Creek, Tennessee?

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