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Ciudad

Tell Brak

Tell Brak

Coordenadas: 36°40′00″N 41°03′30″E

País: Siria

Tell Brak (antiguamente conocida como Nagar o Nauar) fue un importante asentamiento urbano de las culturas del III y II milenio a. C. en el noreste de Siria.1​ La ciudad floreció especialmente en la época acadia y más tarde la hurrita, así como durante el Imperio de Mitanni. Sus restos constituyen un tell ubicado en la región del Alto Jabur, cerca del moderno pueblo de Tell Brak, a 50 kilómetros al noreste de la ciudad de Hasaka, en la gobernación de Hasaka.

Su antiguo nombre fue identificado como Nagar basado en unas tablillas cuneiformes en sumerio de la segunda mitad del III milenio a. C. Más tarde, sería conocida como Nauar. Tell Brak está considerado como uno de los asentamientos más antiguos del mundo con estructuras urbanas que datan de principios del IV milenio a. C.

Tell Brak ya durante el IV milenio a. C. se convirtió en una de las ciudades más grandes de la Alta Mesopotamia e interactuó con las culturas del sur de Mesopotamia. La ciudad se redujo de tamaño a principios del III milenio a. C. con el final del período de Uruk, antes de expandirse nuevamente alrededor de c. 2600 a. C., cuando fue conocida como Nagar, siendo la capital de un reino regional que controlaba el valle del río Jabur. Nagar fue destruida alrededor de c. 2300 a. C., y quedó bajo el dominio del Imperio acadio, seguido de un período de independencia como ciudad-estado hurrita, antes de contraerse de nuevo a principios del segundo milenio a. C. Nagar volvió a prosperar en el siglo XIX a. C. y quedó bajo el dominio de diferentes potencias regionales. En c. 1500 a. C., Tell Brak era un centro del reino de Mitanni antes de ser destruida por el Imperio asirio en c. 1300 a. C. La ciudad ya nunca recuperó su importancia anterior, permaneciendo como un pequeño asentamiento y siendo abandonada en algunos momentos de su historia, hasta que desapareció de los registros durante la era abasí temprana.

La ciudad fue habitada por diferentes pueblos, incluyendo los halafienses, semitas o hurritas. Tell Brak fue un importante centro religioso desde sus primeros períodos. Su famoso “Templo de los Mil Ojos” es único en la Media Luna Fértil y su deidad principal, Belet-Nagar, fue venerada en toda la región del Jabur, lo que convirtió a la ciudad en un lugar de peregrinaje. La cultura de Tell Brak fue definida por las diferentes civilizaciones que la habitaron, y es reconocida por su arte glíptico, los équidos y el vidrio. Cuando era independiente, la ciudad era gobernada por una asamblea local o por un monarca. Tell Brak era un centro comercial debido a su ubicación estratégica entre Anatolia, el Levante mediterráneo y el sur de Mesopotamia. El tell fue excavado por Max Mallowan en 1937 y luego, regularmente, por diferentes equipos entre 1979 y 2011, cuando los trabajos fueron interrumpidos por la Guerra Civil Siria.

Nombre

Se desconoce el nombre primitivo de la ciudad;2​ Tell Brak es el nombre actual del tell.3​ Al este se encuentra un lago seco llamado ‘Jatuniah’ que fue registrado como ‘Lacus Beberaci’ (Lago de Brak) en el mapa romano de la Tabula Peutingeriana.4​ El lago probablemente recibió su nombre de Brak, que era el campamento más cercano en el área.5​ Así, el nombre ‘Brak’ podría ser un recuerdo del nombre más antiguo.4

Durante el III milenio a. C., la ciudad fue conocida como ‘Nagar’, que podría ser de origen semítico y significar un ‘lugar cultivado’.6​ Este nombre dejó de aparecer en los registros después del período babilónico antiguo.78​ Sin embargo, la ciudad continuó existiendo, ahora como Nauar (Nawar), bajo el control del estado hurrita de Mitanni.910​ Los reyes hurritas de Urkesh tomaron el título de ‘Rey de Urkesh y Nauar’ en el III milenio a. C. Aunque existe una opinión generalizada de que la Nauar del III milenio a. C. es la Nagar anterior,11​ algunos estudiosos, como Jesper Eidem, lo ponen en duda, optando por una ciudad más cercana a Urkesh, que también se llamaba Nauala/Nabula.12

Historia

Asentamiento temprano

El período más antiguo denominado A, se remonta a la cultura proto Halaf en c. 6500 a. C., cuando existía un pequeño asentamiento.13​ Se han descubierto muchos objetos que datan de ese período, incluida cerámica Halaf.14​ Hacia c. 5000 a. C.,15​ la cultura Halaf se transformó en la llamada cultura de El Obeid Norte,16​ encontrándose muchos restos de El Obeid en Tell Brak.17​ Las excavaciones y el estudio de la superficie del yacimiento y sus alrededores, han desenterrado una gran plataforma de ladrillos patzen de diferentes tamaños que data de finales de El Obeid,18​ y han revelado que Tell Brak se desarrolló como un centro urbano un poco antes que las ciudades más conocidas del sur de Mesopotamia, como sería el caso de Uruk.1920

La primera ciudad

En el sur de Mesopotamia, la cultura de El Obeid original evolucionó al período Uruk.21​ Los pueblos del período meridional de Uruk utilizaron medios militares y comerciales para expandir su civilización.22​ En el norte de Mesopotamia, el período posterior a El Obeid se designa como período del Calcolítico Tardío/Uruk del Norte,23​ durante el que Tell Brak comenzó a expandirse.17

El período Brak E fue testigo de la construcción de las murallas de la ciudad,24​ y la expansión de Tell Brak más allá del montículo original para formar una ciudad baja.17​ A finales del V milenio a. C., Tell Brak alcanzó el tamaño de c. 55 hectáreas.25​ El área TW del tell (los arqueólogos dividieron Tell Brak en áreas designadas con letras alfabéticas.26​ Véase el mapa de las áreas establecidas) reveló los restos de un edificio monumental con paredes de dos metros de espesor y un umbral de basalto.27​ Frente a este edificio se descubrió una calle pavimentada que conducía a la entrada norte de la ciudad.27

La ciudad continuó expandiéndose durante el período F y alcanzó el tamaño de 130 hectáreas.28​ Cuatro fosas comunes que datan de c. 3800-3600 a. C. fueron descubiertas en otro montículo, Tell Majnuna, al norte del tell principal, que sugieren que el proceso de urbanización estuvo acompañado por un conflicto social interno y un aumento en la organización de la guerra.29​ La primera mitad del período F (designado LC3), vio la erección del Templo de los Mil Ojos, que recibió su nombre por los miles de pequeñas estatuillas de alabastro ‘ídolos oculados’ descubiertas en él.3031

El templo tiene varios niveles, los dos primeros se denominan niveles rojo y gris,30​ y datan del LC3.32​ El tercer nivel, denominado blanco, está datado en el período LC5 (c. 3200-3000 a. C.),3033​ mientras que el cuarto y actualmente visible es denominado el ‘Último de Yemdet Nasr‘, y también data de finales del IV milenio a. C. (LC5).34​ Las excavaciones han revelado dos reconstrucciones posteriores del edificio ‘Último de Yemdet Nasr’, que datan del período Dinástico Temprano I.3435

Períodos de Tell Brak.

Las interacciones con el sur de Mesopotamia se incrementaron durante la segunda mitad del período F (designado LC4) c. 3600 a. C.,37​ estableciéndose una colonia urukeana en la ciudad.3839​ Con el final de la cultura de Uruk c. 3000 a. C., la colonia urukeana de Tell Brak fue abandonada y deliberadamente arrasada por sus ocupantes.4041​ Tell Brak se contrajo durante los siguientes períodos H y J, y se limitó al montículo.42​ Existe evidencia de una interacción con el sur de Mesopotamia durante el período H, representada por la existencia de materiales similares a los producidos durante el período de Yemdet Nasr del sur.43​ La ciudad siguió siendo un pequeño asentamiento durante el período ninivita 5, con un pequeño templo y actividades de sellado asociadas. Este templo está ubicado en el área TC, adyacente al edificio denominado ‘Oval Brak’.44​ Datado en el Ninivita 5,45​ período J de c. 2700 a. C.,46​ el templo constaba de una sola sala con un altar de ladrillos de adobe,45​ donde se ha encontrado un escondrijo con más de 500 sellos.4742

Figurillas de ojos del Templo de los Mil Ojos.

Esos ídolos también se encontraron en el área TW.36

Reino de Nagar

Alrededor de c. 2600 a. C., se construyó un gran edificio administrativo y la ciudad se expandió otra vez fuera de lo que es el tell.42​ Su renacimiento está relacionado con la civilización de Kish,48​ y la ciudad fue denominada ‘Nagar’.49​ Entre los edificios importantes que datan del reino, se encuentra un edificio administrativo o templo llamado ‘Oval Brak’,50​ ubicado en el área TC.51​ El edificio tiene una pared exterior curvada que recuerda al ‘Templo Oval’ de Jafayá en la Mesopotamia central.52​ Sin embargo, aparte del muro, la comparación entre los dos edificios en términos de arquitectura es difícil, ya que cada edificio sigue una planta diferente.53

Las referencias más antiguas de Nagar provienen de la ciudad de Mari y de tablillas descubiertas en Nabada.54​ Sin embargo, la fuente más importante sobre Nagar proviene de los archivos de Ebla.55​ La mayoría de los textos registran al gobernante de Nagar usando el título de ‘En’, sin mencionar ningún nombre.5455​ Sin embargo, un texto de Ebla menciona a Mara-Il como rey de Nagar.54​ Es el único gobernante conocido por el nombre de Nagar pre-acadio y gobernó poco más de una generación antes de la destrucción del reino.56

En su apogeo, Nagar abarcó la mayor parte de la mitad suroeste de la cuenca del Jabur,56​ y fue un igual diplomático y político a los estados de Ebla y Mari.57​ El reino incluía al menos 17 ciudades subordinadas,58​ como Hazna,59​ y la más importante, Nabada, una ciudad-estado anexionada por Nagar,60​ y que sirvió como capital provincial.61​ Nagar estuvo involucrada en la amplia red diplomática de Ebla,48​ y las relaciones entre los dos reinos implicaron tanto enfrentamientos como alianzas.55​ Un texto de Ebla menciona una victoria del rey de Ebla (quizás Irkab-Damu) sobre Nagar.55​ Sin embargo, unos años más tarde, se concluyó un tratado y las relaciones progresaron con un matrimonio dinástico entre la princesa Tagrish-Damu de Ebla y el príncipe Ultum-Huhu, el hijo del monarca de Nagar.655

Nagar fue derrotado por Mari en el séptimo año del mandato del visir eblaita Ibrium, lo que provocó el bloqueo de las rutas comerciales entre Ebla y el sur de Mesopotamia a través de la Alta Mesopotamia.62​ Más tarde, el rey de Ebla, Isar-Damu, concluyó una alianza con Nagar y Kish contra Mari,63​ y la campaña fue encabezada por el visir eblaíta Ibbi-Sipish, quien condujo a los ejércitos combinados a la victoria en una batalla cerca de Terqa.64​ Posteriormente, la alianza atacó a la rebelde ciudad vasalla eblaíta de Armi.65​ Ebla fue destruida aproximadamente tres años después de la batalla de Terqa,66​ y poco después, Nagar la siguió en c. 2300 a. C.67​ Gran parte de la ciudad fue quemada, un acto atribuido a Mari,68​ o a Sargón de Acad.67

Período acadio

Restos del palacio de Naram-Sin.

Después de su destrucción, Nagar fue reconstruida por el Imperio acadio, para formar un centro de la administración provincial.69​ La ciudad incluía todo el tell y una ciudad baja en el extremo sur del montículo.49​ Se construyeron dos edificios públicos durante los primeros períodos acadios, un complejo en el área SS,69​ y otro en el área FS.70​ El edificio del área FS incluía su propio templo y podría haber servido como caravasar, ya que estaba ubicado cerca de la puerta norte de la ciudad.71​ Cuando los primeros monarcas acadios estaban ocupados con conflictos internos,72​ Tell Brak fue temporalmente abandonado por Acad en algún momento anterior al reinado de Naram-Sin. La naturaleza del período temprano acadio es ambigua ya que los textos locales no reflejan el reinado de Sargón o sus sucesores.73​ Dos cuencos con la inscripción del rey Rimush fueron descubiertos en el palacio de su sobrino Naram-Sin, aunque podrían haber sido obsequios diplomáticos a un gobernante local.74​|group=note}}75​ Finalmente, el abandono podría estar relacionado con un cambio climático, que provocó la desertificación de la región.75

La destrucción del reino de Nagar creó un vacío de poder en el Alto Jabur.76​ Los hurritas, anteriormente concentrados en Urkesh,77​ aprovecharon la situación para controlar la región a partir de los últimos años de Sargón.76​ Tell Brak era conocido como ‘Nauar’ por los hurritas,78​ y los reyes de Urkesh tomaron el título de ‘Rey de Urkesh y Nauar’, atestiguado por primera vez en el sello del rey Atal-Shen de Urkesh.1179

El uso del título continuó durante los reinados de los sucesores de Atal-Shen, Tupkish y Tish-Atal,7780​ que gobernaron solo en Urkesh.78​ Los acadios bajo Naram-Sin incorporaron firmemente a Nagar a su imperio.81​ El edificio acadio más importante de la ciudad se denomina ‘Palacio de Naram-Sin’ porque algunos de los ladrillos del edificio tenían estampado el nombre de Naram-Sin.8181​ El palacio tenía partes construidas sobre el Templo de los Mil Ojos.8283​ A pesar de su nombre, el palacio está más cerca de una fortaleza,81​ o un depósito fortificado para el almacenamiento de tributos recaudados, que el de una sede residencial.8485​ El palacio fue quemado durante el reinado de Naram-Sin, quizás por un ataque de los lullubi,67​ y la ciudad fue incendiada hacia el final del período acadio c. 2193 a. C., probablemente por los guti.67

Reino post-acadio

El período acadio fue seguido por el período N,86​ durante el que Nagar fue el centro de una dinastía hurrita independiente,87​ evidenciado por el descubrimiento de un sello, con el nombre del rey Talpus-Atili de Nagar,88​ que gobernó durante o poco después del reinado del hijo de Naram-Sin, Sharkalisharri.89​ Aunque se rechaza la opinión de que Tell Brak quedó bajo el control de Ur III, existe evidencia de una reconstrucción hurrita del palacio de Naram-Sin, atribuida erróneamente por Max Mallowan a Ur-Nammu de Ur.90​ El período N vio una reducción en el tamaño de la ciudad, con el abandono de los edificios públicos y la evacuación de la ciudad baja.91​ Se construyeron unas pocas casas de corta vida en el área CH durante el período N,91​ y aunque su tamaño era muy reducido, la arqueología ha proporcionado la evidencia de la ocupación continua de la ciudad, en lugar del abandono total.92​|group=note}}93

Dominio extranjero y períodos posteriores

Restos del palacio de los mitanni.

Durante el período P, Nagar estuvo densamente poblada en las estribaciones norte del tell.94​ La ciudad quedó bajo el dominio de Mari,95​ y fue el lugar de una victoria decisiva de Yahdun-Lim de Mari sobre Shamshiadad I de Asiria.96​ Nagar perdió su importancia y quedó bajo el dominio de Kahat en el siglo XVIII a. C.8

Durante el período Q, Tell Brak fue una importante ciudad comercial en el estado de Mitanni.97​ Se construyó entonces un palacio de dos pisos en c. 1500 a. C. en la sección norte del tell,9498​ además de un templo asociado.99​ Sin embargo, el resto del tell no estaba ocupado, y una ciudad baja se extendía hacia el norte, aunque ahora está casi destruido por la agricultura moderna.100​ Se recuperaron de la ciudad dos documentos legales de Mitanni, con los nombres de los reyes Artashumara y Tushratta,101​ que fue destruida entre el 1300 y el 1275 a. C.,100​ en dos oleadas, primero a manos del rey asirio Adad-nirari I, y luego por su sucesor Salmanasar I.102

Existe poca evidencia de una ocupación en el tell después de la destrucción de la ciudad mitannia, aunque existieron varias pequeñas aldeas en la ciudad baja durante los períodos asirios.103​ Los restos de un asentamiento helenístico fueron descubiertos en un tell cercano, en el borde noroeste del tell principal.103​ Sin embargo, las excavaciones no recuperaron cerámicas de los períodos partoromano o bizantinosasánida, aunque se observan fragmentos que datan de esos períodos.103​ A mediados del I milenio, se erigió un edificio fortificado en la ciudad baja del noreste.103​ El edificio fue datado por Antoine Poidebard en la época de Justiniano (siglo VI), basándose en su arquitectura.103​ La última ocupación fue durante el período del califato abasí temprano,104​ cuando se construyó un canal para proporcionar a la ciudad agua del cercano río Jaghjagh.103

Religión

Los hallazgos en el Templo de los Mil Ojos indican que Tell Brak se encuentra entre los primeros lugares organizados de religión en el norte de Mesopotamia.105​ Se desconoce a ciencia cierta a qué deidad se dedicó este templo,2​ y las figurillas de ‘ojos’ parecen ser ofrendas votivas a esa deidad desconocida.30​ El templo probablemente en algún momento se dedicase a la diosa sumeria Inanna o la semítica Ishtar. Michel Meslin planteó la hipótesis de que las figurillas de ‘ojos’ fueran una representación de una deidad femenina que todo lo ve.106

Durante la era del reino pre-acadio, Hazna, un antiguo centro de culto del norte de Siria, sirvió como centro de peregrinación para Nagar.107​ El Templo de los Mil Ojos permaneció en uso,108​ pero como un pequeño santuario,109​ mientras que la diosa Belet-Nagar se convirtió en la deidad suprema del reino, donde Belet es la forma femenina de Bel, el título semítico oriental de un señor dios.110​ Belet-Nagar se traduciría como la señora de Nagar.111108​ El templo de Belet-Nagar no se ha podido identificar, aunque probablemente yace bajo el palacio de los mitanni.94

La deidad eblaíta Kura también fue venerada en Nagar,112​ y está atestiguado que los monarcas visitaban el templo del dios semítico Dagón en Tuttul.55​ Durante el período acadio, el templo en el área FS se dedicó al dios sumerio Shakkan, patrón de los animales y del campo.71113114​ Tell Brak también fue un importante centro religioso hurrita,115​ y el templo de Belet-Nagar conservó la importancia de culto en toda la región hasta principios del II milenio a. C. El culto a Belet-Nagar se extendió por amplias zonas, y durante el año 8º del reinado de Amar-Sin, se erigió un templo dedicado a ella en Ur.1166

Palacio de Naram-Sin (2340-2180 a.C) en Tell Brak, Siria. Naram-Sin, nieto de Sargón de Akkad.

Plano del Palacio de Naram Sin

Excavaciones

Distintas áreas de excavación en Tell Brak

Tell Brak fue excavado por el arqueólogo británico sir Max Mallowan, esposo de Agatha Christie, en 1937 y 1938.117​ Los artefactos de las excavaciones de Mallowan se conservan ahora en el Museo Ashmolean, el Museo Nacional de Alepo y el Museo Británico.118​ Este último contiene la denominada Cabeza de Tell Brak que data de c. 3500-3300 a. C.119120

Un equipo del Instituto de Arqueología de la Universidad de Londres, dirigido por David y Joan Oates, trabajó en el tell durante 14 temporadas entre 1976 y 1993.67​ Después de 1993, varios directores de campo realizaron excavaciones bajo la dirección general de David (hasta 2004) y Joan Oates.67​ Entre esos directores estaban Roger Matthews (en 1994-1996), del McDonald Institute for Archaeological Research de la Universidad de Cambridge; Geoff Emberling (en 1998-2002) y Helen McDonald (en 2000-2004), por el Instituto Británico para el Estudio de Irak y el Museo Metropolitano de Arte.67​ En 2006, Augusta McMahon se convirtió en directora de campo, también patrocinada por el Instituto Británico para el Estudio de Irak.67​ Henry T. Wright (en 2002-2005) supervisó un estudio de campo arqueológico regional en un radio de 20 km alrededor de Brak.121​ Muchos de los hallazgos de las excavaciones en Tell Brak se exhiben en el Museo de Deir ez-Zor.122​ Las excavaciones más recientes tuvieron lugar en la primavera de 2011, pero el trabajo arqueológico está actualmente suspendido debido a la Guerra Civil Siria.123

Guerra Civil Siria

Según las autoridades sirias, el campamento de arqueólogos fue saqueado, junto con las herramientas y cerámicas que se guardaban en él.124​ El yacimiento cambió de manos entre diferentes combatientes, principalmente las Unidades de Protección Popular kurdas y el Estado Islámico de Irak y el Levante.125​ A principios de 2015, Tell Brak fue tomada por las fuerzas kurdas después de un combate con el Estado Islámico.126

Tell Brak, Área TW desde el Oeste.

Excavaciones recientes en el Área HH-G, debajo de casas del segundo milenio antes de Cristo, evidencia recuperada de la ocupación post-acadia en la cresta alto norte también.

La estructura no residencial identificada más antigua en Tell Brak es lo que debe haber sido un edificio enorme, aunque solo se ha excavado una pequeña parte de la habitación. Este edificio tiene una entrada maciza con un umbral de basalto y torres a ambos lados. El edificio tiene paredes de ladrillos de barro rojo que tienen 1,85 metros (6 pies) de espesor y aún hoy miden 1,5 m (5 pies) de altura. Las fechas de radiocarbono han colocado esta estructura de forma segura entre 4400 y 3900 a.

En Tell Brak se ha identificado un taller de actividades artesanales (trabajo de pedernal, molienda de basalto, incrustaciones de conchas de moluscos), al igual que un gran edificio que contenía cuencos producidos en masa y un cáliz único de obsidiana y mármol blanco unido con betún . Aquí también se recuperó una gran colección de sellos de sellos y las llamadas ‘balas de honda’. Un ‘salón de banquetes’ en Tell Brak contiene varios hogares muy grandes y una cantidad de platos producidos en masa.

Alrededor del tell hay una extensa zona de asentamientos que cubre un área de unas 300 hectáreas, con evidencia de uso entre el período Ubaid de Mesopotamia hasta los períodos islámicos de mediados del primer milenio d.C.

Paredes de adobe en Tell Brak

Tell Brak está conectado por similitudes cerámicas y arquitectónicas con otros sitios en el norte de Mesopotamia, como Tepe Gawra y Hamoukar.

palacio naram sin en tell brak

 

 

Los edificios del Área FS también incluyen un templo, quizás al dios Shakkan y otras oficinas administrativas y grandes patios. En los patios, hay evidencia de agujeros de estacas y estiércol de herbívoros. Esta institución parece haber estado asociada con el cuidado y cría de équidos, incluido el híbrido onagro-burro que precedió el caballo en esta zona como el animal apropiado para tirar de los carros de dioses y reyes.

 

 

Plano del edificio del Área FS del Nivel 5 en Tell Brak, que incluye un templo (salas 41, 42) y grandes patios asociados con la cría y el comercio de équidos híbridos, que se cree que son un cruce de burro y onagro.

Plano del edificio FS Nivel 5

Se recuperaron tablillas cuneiformes y ampollas selladas de Areas SS y FS, algunos de los cuales registraron la entrega o despacho de Híbridos burro-onagro.

Ambos edificios fueron ritualmente ‘cerrados’ y llenados después de una posible catástrofe ambiental llevó a su breve abandono, en algún momento antes o, a más tardar, a principios del reinado de Naram-Sin. Estas los rituales de clausura involucraban tesoros de joyas y objetos de metal y sacrificios de perros saluki y équidos.

Fachada del Área SS.

Plano Área SS.

FS Nivel 2 ‘tienda’ Sala 27.


Plano del edificio FS Nivel 2.

 

 

 

 

 

 

 

 

Expedientes de arcilla sellados con inscripciones cuneiformes que registran la entrega o despacho de los híbridos burro-onagro.

Joyas valiosas (como abajo) y objetos de metal (como arriba) también fueron colocados en el edificio como ofrendas de ‘cierre’.

Metalistería: destaca encontrar electro. Hay orfebrería sobre todo en plata, oro y electro.

 

Saluki y sacrificios de burros asociados con el cierre ritual del Edificio Zona FS.

Tell Brak siguió ocupado en el polémico “Post Período acadio (principios de Jezirah V), en el que se redujo el tamaño de los sitios y muchos sitios abandonados en el Alto Khabur. Su tamaño era reducido a c 10-15 ha como máximo, y muchas de las áreas de edificios públicos fueron convertidos a uso privado. Una gran casa Post-Akkadian fue expuesta en Área FS (Nivel 2); su característica más inusual es la pequeña “tienda”, entrado desde una calle, con grandes vasijas de cerámica cortadas por la mitad para hacer contenedores en el “mostrador” de la tienda.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sigilografía: es muy importante aunque no data tan bien como la cerámica. Pero aparecen inscripciones y la iconografía nos permite establecer estilos culturales y cronológicos. En el área SS se halla un sello del escriba con más de 20 impresiones. El tema es Acadio. Lucha de divinidades que es muy típica.

León o bisonte hallado en un espació de época acadia. Aunque debía de estar en un templo o altar. Incrustaciones en marfil en lugar de en concha. Faltaría el iris de lapislázuli con perforación para la pupila, algo poco común. Tiene algo parecido en el cementerio real de Ur. Deriva de prototipos sumerios y hay algo similar en Ebla. “Kussarikku” asociada a Shamash.

Pucará de Quitor

Pucará de Quitor

Pucará de Quitor

Monumento Histórico de Chile

Vista del Pucará de Quitor

Coordenadas: 22°53′27″S 68°12′52″O

Localización administrativa: Chile

División: Antofagasta

Subdivisión: El Loa

Comuna: San Pedro de Atacama

Época: Preincaica

Fecha construcción: 1300

El pucará de Quitor es una construcción preincaica ubicada a 3 km al norte de San Pedro de Atacama, Provincia de El Loa (Región de Antofagasta) que data del siglo xii. Está hecha de piedras que trepan un cerro a modo de fortaleza con un muro defensivo perimetral, actualmente es considerada un monumento nacional de la República de Chile.1

Su localización está en un recodo de la quebrada por cuyo cauce fluyen las aguas del río San Pedro o río Grande y sobre un plano inclinado de fuerte pendiente, se encuentran las ruinas de Pukara de Quitor. Toma su nombre de la agrupación agraria prehispánica, el “Ayllu” de Quitor”, cuyos campos de cultivo nacen al pie del Pucará Quitor, fortaleza erigida en el transcurso del siglo XII, como una respuesta a los designios expansionistas de los vecinos aymaras. En Quitor, todas las construcciones son de piedra, generalmente sin cantear y extraída del banco de liparita, sobre el cual está sentado.

Las viviendas y su pequeño silo adjunto, los recintos defensivos que se advierten en la periferia y adscritos al mismo muro defensivo, los recintos que almacenan granos y las atalayas, cubren en número de 160 y en una superficie de 2,9 ha. Buena parte de la ladera descrita tiene desde su base contigua a los campos de cultivo hasta su punto culminante, una altura de 80 m.

Las techumbres son siempre de una sola agua, planas o de muy poca inclinación: las mismas técnicas han sido usadas tanto en Quitor como en Lasana: vigas de chañar o algarrobo, ramas, paja de Ichu, cubiertas de barro.

Sobre el cerro de Quitor se encuentra el Pukará (Fuerte) de Quitor, construido por el Pueblo Atacameño para defenderse de otros pueblos que habitaban Sudamérica principalmente de los Aimara, se encuentra una gran ciudad defensiva de las pocas que tenemos en Chile de un pueblo indígena como lo es el Atacameño.

Mantenía una población estable, con actividades de subsistencia, como la recolección de chañar (fruto dulce del árbol de mismo nombre) y de algarrobo, con agricultura y pastoreo. Además se realizaban actividades como cerámica, metalurgia en cobre, textiles, cestería, artesanía en madera y piedra, lo que muestra un alto nivel técnico y una organización social y económica avanzada para la época.

El Pukará de Quitor era principalmente de defensa, ante eventuales asedios bélicos, con una labor económica subsidiaria, para proteger las rutas comerciales, por lo que su situación era importante. Este pukará se sitúa en la ladera sur de la quebrada en la Cordillera de la Sal, por la que fluye el río San Pedro. Está construido en una piedra rojiza, que con el sol y la arena se ve hasta blanquecina. En época de paz los pukarás eran utilizados por los caudillos Atacameños para imponer su autoridad sobre las aldeas circundantes.

La altura máxima del cerro en el que se ubica alcanza 80 metros, desde esta altura se podía controlar el avance de los enemigos, y el espacio en el que se distribuyen las construcciones abarca unos 24.000 m². El pukará está rodeado por un muro serpenteante, que servía de primera línea defensiva.

El pukará se extiende por el cerro a modo de terrazas, sirviendo las empinadas laderas de defensa adicional.

Las construcciones, circulares o cuadradas, constaban generalmente de un solo ambiente, aunque en algunos casos estaban divididas en dos, y en la mayoría había una estructura más pequeña, que se cree que era utilizada como silo, donde almacenaban maíz, madera y otras provisiones. Se han registrado alrededor de 200 estructuras que forman conjuntos arquitectónicos separados por vías de acceso y espacios entre los recintos. Las estructuras de mayores dimensiones probablemente eran plazas, espacios de uso comunal o corrales.

La Pukará de Quitor es una antigua ciudadela utilizada como fortaleza indígena, la cual data de más de 700 años siendo declarado Monumento Nacional por Chile en 1982.

Descripción

En San Pedro de Atacama habitaron comunidades, respaldadas por vestigios que afirman haber sido cultura agroalfarera y a la ganadería.

En su interior, el pucará posee distintas subdivisiones que habrían servido como viviendas, refugio de animales y bodegas, todas ellas conectadas por laberínticos pasillos con escaleras. Tanto los muros externos, como internos de la fortaleza están construidos en piedra rojiza extraída del mismo sitio. Además, se conservan restos de vigas elaboradas en madera de chañar, así como muros hechos en paja y cubierta de barro o adobe.

Esta construcción preincaica fue declarada Monumento Nacional en 1982 por constituir un testimonio clave en el desarrollo y la evolución de las comunidades indígenas en la región de Antofagasta.

Historia

Esta cultura se dedica al cultivo de maíz, papa y quínoa, y a la actividad ganadera de auquénidos. Además destacan por la elaboración de artesanía en cerámica telar y cobre. Si bien esta cultura es parte del conjunto de pueblos atacameños, cada uno desarrollo su historia y cultura independiente, manteniendo en común el uso del idioma Kunza. Luego en el siglo XV se le incorporan nuevo elementos a su cultura, tras ser conquistados por los incas. Los pucará fueron construcciones que cumplían funciones de protección de aldeas, como un fuerte. Se construían en piedra y en sus interiores daban cabida a viviendas, acopio y otras funciones. El Pucará de Quitor se construye en una pendiente que alcanza los 180 m. de altura. Esta compuesto por una serie de murallas organizadas en terrazas circulares o cuadradas, desde las que se alcanza a obtener una vista panorámica del valle. Todas las subdivisiones internas están conectadas por pasillos con escaleras. Se construye de piedra rojiza, muros de paja y cubierta de barro o adobe y maderas elaboradas de chañar, que aun se conservan algunas.

Situación Actual

Por sus valores históricos y arqueológicos, muestra de la construcción preincaica, es que el inmueble fue declarado Monumento histórico el 7 de enero de 1982, según Decreto N° 36. Ese monumento forma parte de la Ruta Patrimonial Nº14 denominada “San Pedro y Chiu Chiu – Lasana”, y es el Hito N° 2 del recorrido.

Ubicación y alrededores

El Pucará de Quitor se ubica a unos 3 km. al norte de la localidad de San Pedro de Atacama. Se puede acceder a esta localidad desde Calama mediante la Ruta N°23.

Tastil

Tastil

Entidad subnacional

Coordenadas: 24°27′08″S 65°57′26″O

Entidad: Estado desaparecido y Patrimonio

País:  Argentina

Las Ruinas de Tastil forman parte del Qhapaq Ñan -sistema vial andino-, inscripto en el año 2014 como bien cultural N.º 1459 de la UNESCO.1

Las Ruinas de Tastil, o simplemente Tastil declarado Monumento Histórico Nacional por Decreto N.º 114 del mes de diciembre de 1997,2fue la ciudad precolombina más grande ubicada en el actual territorio argentino.

Se estima que en sus momentos de apogeo, a fines del siglo XV, la población de Tastil superaba los 2000 habitantes.3

Se ubica a los 3200 msnm en el Departamento Rosario de Lerma, Provincia de Salta, norte de la República Argentina; más precisamente en la quebrada del Toro por la que trascurre el río Toro, antes de la cuesta y abra de Muñano donde se entra a la puna propiamente dicha, en la zona de contacto occidental de la Puna de Atacama con los valles Calchaquíes (o zona de la pre-puna). Se ubica a la vera de la RN51, que une la ciudad de Salta con Chile por el Paso de Sico.

La superficie se halla cubierta por núcleos habitacionales, como 440 viviendas que fueron construidas con lajas de piedras sin argamasa, cementerios, recintos diversos y calles sobreelevadas y sinuosas que conducen a espacios en los que tenían lugar las actividades comunales y públicas tendiendo a converger en una suerte de plaza central, así como sitios de molienda de granos (quinoa, maíz), corrales de llamas y plazas secundarias. En la plaza principal se encuentra la piedra sagrada (wanka) donde se realizaban las prácticas rituales.

Tastil, ciudad que fue habitada por la etnia de los atacameños, atacamas o lickan antai fue abandonada antes de la llegada de los españoles. Los estudios indican que tal abandono se debió a la invasión incaica iniciada precisamente durante el siglo de apogeo de la ciudad. No parece haberse producido ningún abandono voluntario por parte de los pobladores originales sino que estos fueron reducidos a la categoría de mitmakuna (mitimaes) y según las conveniencias de explotación territorial del Tahuantinsuyu, diferentes de las de los lickan antai, la población fue desarraigada y forzada a emprender formas de cultivo y distribución territorial que beneficiaban a los incas.

El señorío de Tastil no se limitaba a la ciudad, sino que abarcaba un área de influencia en el que se supone vivían unas 3000 personas. Los sitios de producción agrícola se ubicaban en el pie del Nevado de Acay, pie del Paño y Potrero. Estos centros abastecían de productos agrícolas a Tastil y a las poblaciones subordinadas de Puerta Tastil y Morohuasi. El sitio de Tinti (situado en el valle de Lerma) parece que también dependía del señorío de Tastil.

Las ruinas de Tastil fueron redescubiertas por el sueco Eric Boman en 1903 y reconstruidas en parte en 1967 por un equipo encabezado por el profesor Mario Cicliano de la Universidad Nacional de La Plata.

Iglesia de Santa Rosa de Tastil.

El pequeño pueblo de Santa Rosa de Tastil, ubicado muy cercano a las ruinas (2500 m por debajo de las ruinas) cuenta actualmente con una pequeña escuela, puesto sanitario, correo, una iglesia, un puesto policial y un museo.

Pueblo tastil

En el municipio de Campo Quijano, Departamento Rosario de Lerma de la Provincia de Salta, se hallan 10 comunidades del pueblo tastil que afirman descender de los antiguos habitantes de Tastil. La mayoría de ellas se hallan en la quebrada del Toro y comenzaron a organizarse en 2000 restableciendo su identidad cultural diferenciándose del pueblo kolla.4

Frente del Museo de Sitio Tastil en Santa Rosa de Tastil, Salta. En su exterior hay dispuestos ejemplares de piedras sonoras que ilustran y dan el nombre de Tastil (lit. “piedra que suena”)

Ruinas de Tastil.

 

 

 

 

 

 

Mortero. Museo de Sitio Tastil. Salta.

 

 

 

 

 

 

 

Sitio Arqueológico Tastil

La antigua ciudad prehispánica de 12 hectáreas que asombra al viajero y constituye sin lugar a dudas uno de los monumentos más importantes de la arqueología argentina.

Las Ruinas de Tastil en Salta

En Santa Rosa de Tastil se encuentra el sitio arqueológico preincaico más grande del país. El antiguo poblado existió en el lugar entre los siglos XIV y XV. Este asombroso lugar está ubicado en un predio de 12 hectáreas y cuenta con 1.160 recintos de piedra, calzadas sobreelevadas, plazas y arquitectura funeraria.

A 3.200 metros sobre el nivel del mar (msnm) y en la entrada a la puna de Salta, alberga el sitio arqueológico preincaico más grande del país y con la mayor concentración de pinturas rupestres que lo convierte en un gran atractivo turístico.

Al llegar a la cima del cerro sobre el cual se recuesta el pueblo aparecen restos de la ciudad de los primeros habitantes del lugar, y ya en la cumbre se puede ver que también cubren toda la ladera norte y se extienden hasta el valle de Tastil.

Son unas 12 hectáreas cubiertas de paredes bajas de piedras apiladas sin argamasa pero con gran solidez -que las mantuvo erguidas durante siglos- que se elevan cerca de un metro del suelo y forman recintos de diversos tamaños cuyos pisos están por debajo de ese nivel.

El nombre “Tastil” procede de la unión de las palabras quechuas “taski” (doncella virgen) e “illay” (fulgurar o resplandecer), resultando Taskill o Tastil (doncella resplandeciente).

Casi invisible y protegido por su estratégica ubicación, con núcleos habitacionales, cementerios, recintos diversos y calles sobreelevadas que conducen a espacios en los que tenían lugar las actividades comunales y públicas, como sitios de molienda de granos (quinoa, maíz), corrales de llamas y plazas.

En la plaza principal se encuentra la piedra sagrada (wanka) donde se realizaban las prácticas rituales. Las ruinas que ahora se pueden ver son construcciones de piedra. Los techos eran de cuero y tejidos de lana de oveja y llama. La amplitud de esta primitiva urbe que albergaba unas 3.000 personas entre los años 1000 a 1400 impacta tanto como la quietud de esas alturas, donde el frío viento seco puneño parece quemar tanto como el sol.

La ciudad se encuentra en el Camino del Inca, o Qhapaq Ñam Sistema Vial Andino, ya que su población original fue conquistada y obligada a desplazarse fuera de sus límites y trabajar para el imperio del Cusco.

Este poblado preincaico fue descubierto en 1903 por el arqueólogo sueco Eric Boman; en diciembre de 1997, fue declarado Monumento Histórico Nacional y, el año pasado, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura declaró Patrimonio Mundial al Camino del Inca, incluido el sitio arqueológico.

“Es poco lo que se sabe”, afirma Christian Vitry, arqueólogo salteño y Director del Qhapaq Ñan Salta (Camino del Inca) que trabaja para desentrañar los misterios en el propio territorio. “Lo único que quedan son las manifestaciones de arte rupestre y las ruinas”, sostiene. Como si fueran detectives, él con su equipo deben “decodificar” la escena y presentar hechos y sucesos.

Las ruinas de Tastil, recuerdan a Machu Pichu, ambos tienen la misma categorización para la Unesco: por las ruinas salteñas pasa el Camino del Inca.

“La política cultural no le presta atención a esta historia prehispánica, faltan recursos para poner a Tastil al menos al 10% de Machu Pichu”, confiesa Vitry.

Él reconoce que ambas ciudades comparten la misma importancia arqueológica, aunque a diferencia del sitio peruano, falta mucho aún por conocer de la cultura tastileña. “Es una historia viva, los descendientes de los Tastiles están vivos, son únicos”, asegura. Sin embargo, en el país faltan políticas que alienten la preservación y la investigación de la diversidad de nuestro origen.

¿Cómo es Tastil, qué secretos guarda y quiénes eran los tastiles? Desde la base y hasta la cima de un cerro, a un costado de la ruta 51, en una superficie de 12 hectáreas se presentan 1114 recintos, y entre 400 y 500 viviendas hechas de lajas de piedra, sin argamasa, que se elevan un metro desde el suelo. “Fue una ciudad muy organizada”, afirma Vitry.

Tuvo calles principales, y secundarias, plazas, enterratorios, sectores de corrales, de cultivo y depósito, molienda de granos y sitios dedicados a ceremonias. “Tuvieron metalurgia, actividad textil y un calendario”, describe Vitry.

Los tastiles dejaron una gran herencia pictórica en cientos de petroglifos, que son las únicas señales de su desarrollo cultural. Entre lo que se encontró se destaca un calendario. “Es claramente lunar, porque tiene 28 compartimentos”, afirma Vitry.

Luego existen otros de siete y de 11 que tiene que ver con los meses de gestación de la llama, principal medio de transporte de cargas y alimenticio. “Un calendario de nueve compartimentos se relaciona con la gestación humana”, sostiene.

La religión o la cosmogonía son un misterio, aunque a través de los petroglifos y en lo hallado en los enterratorios pueden atarse cabos. “Podemos advertir un gran culto a la tierra”, confirma Vitry.

Pero también a las serpientes, relacionadas con la fertilidad y con los avestruces o suris, “los anunciadores de lluvia”. Para Vitry tuvieron una religión muy anímica. “Todos los elementos de la naturaleza tenían un camaquen, un principio vital, que da vida a las cosas”, sostiene. Aún hoy estas creencias se pueden ver en el culto a la pachamama de los habitantes de la Quebrada, los valles y la Puna.

“Creemos que fueron sometidos por los incas”, acuerda Vitry acerca del fin abrupto que tuvieron los habitantes de Tastil. Que concuerda, además, con el apogeo del imperio incaico. “No se tiene la certeza absoluta de su origen”, agrega.

Las investigaciones que ha llevado a cabo el doctor en ciencias naturales de la Universidad de La Plata Eduardo Cigliano en los 60 y 70, y también la de Vitry, conducen a algunas conclusiones: eran diaguitas atacameños y calchaquíes, que hablaban las lenguas kunza y kakan, con una fonética similar. “Tastil fue una ciudad cosmopolita”, aclara Vitry.

Vista desde un drone de Las Ruinas de Tastil Ricardo Pristupluk – La Nacion

Las Ruinas de Tastil están en el Departamento de Rosario de Lerma Ricardo Pristupluk – La Nación

Existen dataciones carbónicas que nos permiten afirmar que entre el 900 y el 1400 DC estuvo habitada la ciudad. Primero vivieron en la base del cerro para tener acceso directo al agua y luego se elevaron para tener dominio del entorno en la altura. Por los petroglifos es posible determinar que hubo influencia de la cultura “Aguada”, que existió entre el 600 y el 900 DC, en la región del lago Titicaca, Bolivia. “También vemos influencia incaica y colonial”, afirma Vitry.

“Tastil fue una zona franca”, sostiene el arqueólogo, para usar términos actuales. En toda la región de la Puna y los Valles Calchaquíes había muchos grupos étnicos que estaban en disputa. Los caravaneros que venían de Atacama [Chile], los del este [Chaco] traían además de productos (por ejemplo semillas) lo más preciado en aquel entonces: información, y podían quedarse en Tastil, sin problemas. “Con información se podían hacer estrategias de poder”, sostiene Vitry. De aquí la importancia de este enclave.

¿Cómo fue que una ciudad con miles de habitantes, con capacidad de generar una cultura espiritual, social y productiva tan inmensa, desapareció? Los incas parecen ser la respuesta.

Por aquí pasa el Qhapaq Ñan. Este sistema vial unió Colombia con el norte de Mendoza, conectando los principales centros poblaciones y productivos del imperio incaico. Tuvo una extensión de 40.000 kilómetros y por allí transitaban los chasquihuasis, los corredores que iban llevando mensajes de una punta a la otra. “El camino del Inca fue el primer ferrocarril e internet que tuvo Sudamérica”, señala Vitry.

Se estima que en sus momentos de apogeo, a fines del siglo XV, la población de Tastil superaba los 2000 habitantes Ricardo Pristupluk – La Nacion

“Tastil debió haber sido una amenaza para ellos”, afirma. A inicios del siglo XIV se produjo la invasión de los incas en toda la región. “Sometieron a las poblaciones locales, obligándolas a entrar en el sistema tributario estatal”, explica Vitry.

El colapso de Tastil se podría explicar por esta teoría: sus habitantes debieron abandonar la ciudad para dedicarse a la producción para mantener el imperio incaico, quebrándose todo su sistema sociopolítico. Otras dos teorías: sobreexplotación de sus recursos, o algún acontecimiento natural.

Las Ruinas de Tastil tiene entre 400 y 500 viviendas hechas de lajas de piedra, sin argamasa, que se elevan un metro desde el suelo Ricardo Pristupluk – La Nacion

“Existe el Consejo del pueblo de Tastil”, afirma Vitry, conformado por 14 comunidades de la Quebrado del Toro, que se autoproclaman descendientes de los tastiles.

“Siguen tomando decisiones”, sostiene Carlos Stengurt, referente en turismo comunitario en Salta, que trabajó en el territorio. “No la ven como ruinas, para ellos Tastil sigue viva, están cuidando su territorio”, afirma.

Algo curioso sucede: el espíritu de apertura de los tastiles se trasladó en el tiempo. “Campesinos y comunidades indígenas conviven aunque se identifiquen diferentes”, agrega Stengurt.

 

 

 

 

 

 

 

Toprak-Kala

Toprak-Kala

Ruinas de Toprak-Kala

Nombre alternativo: Tierra-Kala

Ubicación: Karakalpakstán , Uzbekistán

Coordenadas: 41°55′37.9″N 60°49′19.8″E

 

Estado: Asentamiento

Historia

Períodos: parto , sasánida

 

Notas del sitio

Fechas de excavación: 1938

Condición: Arruinado

Toprak-Kala, en la actual Karakalpakstán , Uzbekistán , fue una antigua ciudad palaciega y la capital de Chorasmia en el siglo II/III EC, donde se descubrieron pinturas murales, monedas y archivos.[1] [2] Su historia abarca un período del siglo I al V d.C [1] Es parte del “oasis de las Cincuenta fortalezas” en el actual Uzbekistán.[1]

Ciudad palatina de Toprak-Kala

Toprak-Kala parece haber sido construido por Artav (Artabanos), gobernante de Khwarezm , en el siglo I o II EC. [3] El establecimiento de Toprak-Kala probablemente siguió al abandono de Akchakhan-Kala , 14 km al suroeste. [4]

Artav (Artabanos), gobernante de Khwarezm y fundador de Toprak-Kala. Leyenda griega equivocada “ΙΥΙΥΕΩΙΕ ΜΕΛΥΙ ΕΙΛΥΙΛΥ” Nike coronando el busto del gobernante. Alrededor del siglo I-II d.C.

Las ruinas de la ciudad fueron exploradas por la Expedición Chorasmian bajo la guía de Sergey Tolstov en 1938.[1] La fecha del palacio ha sido determinada por el descubrimiento de monedas de los del Imperio Kushan gobernantes Vima Kadphises y Kanishka , así como monedas del rey Khwarazmian Artav (Artabanus),[5] pinturas murales que representan deidades zoroástricas En el palacio se descubrieron.  [1]

Toprak-kala y toda Chorasmia parecen haber estado bajo el control del Imperio Kushan durante algún tiempo durante el siglo II d. C., ya que se encontraron monedas de Vima Kadphises y Kanishka , interrumpiendo una serie de monedas de gobernantes chorasmianos antes y después de ellos.[6] [7] Otros han analizado la evidencia de acuñación como indicando que Kushan no controlaba Khwarezm.[8] [9]

Varios altorrelieves de figuras de pie envueltas en túnicas de estilo helenístico , que se cree derivan del estilo del arte greco-budista de Gandhara , que refleja la influencia del Imperio Kushan En las ruinas de Toprak-Kala se descubrieron.[4] Este abundante trabajo escultórico también puede haber sido realizado por artesanos de la cercana Bactria , donde una tradición helenística permaneció activa desde la época del reino greco-bactriano .[4] Las estatuas se encuentran ahora en el Museo del Hermitage en San Petersburgo .[4]

Sergey Tolstov dibujó una reconstrucción de la ciudad antigua.[10]

 

Ruinas de Toprak Kala

 

 

 

Ruinas de Toprak Kala (área de palacio y revistas)

 

 

 

Ruinas de Toprak Kala

 

 

Pintura mural encontrada en Toprak-Kala (siglos II-III d.C.)

 

 

 

 

Sitios relacionados

Toprak-Kala está algo relacionado con otro sitio arqueológico 30 km al sureste, Koi Krylgan Kala , otro componente importante del “oasis de las cincuenta fortalezas”. [1] Otro sitio relacionado es Ayaz-Kala .

La ubicación de la capital de Chorasmian se cambió a Kyat (actual Beruniy ), en la época de la dinastía Afrighid en algún momento después del 305 EC, pero la ciudad de Toprak-Kala continuó prosperando hasta el siglo VI EC.[6]

Referencias

Oasis de Chorasmian, ubicación de Toprak-Kala y la fortaleza de Kyzyl-Kala en relación con otras fortalezas principales.

Estancia en la tierra

Toprak-kala (siglos I-VI dC) se encuentra varios kilómetros al sur de la cordillera del Sultán Uvays Dag. Los científicos sugieren que fue utilizado como residencia de un monarca de la antigua Khorezm durante el período de la antigüedad antes de que la dinastía Afrigids llegara al poder. La ubicación actual y la forma del monumento le dan su nombre actual. La palabra toprak se puede traducir como “gran colina de tierra”.

El Complejo Toprak-kala consta del Asentamiento, el Palacio Alto y el Complejo del Norte.

El Asentamiento tiene una superficie de 175.000 metros cuadrados (500 × 350 metros). De forma rectangular, está rodeada de murallas de 8 a 9 metros de altura con varias torres cuadrangulares. La entrada al asentamiento es una estructura compleja situada antes de las puertas de la fortaleza. Una calle central (de 9 metros de ancho) que atravesaba toda la ciudad conectaba la entrada con la ciudadela. Un nicho de hogar que se encuentra en el templo de los adoradores del fuego estaba lleno de cenizas y cenizas puras. Durante las excavaciones, en otro edificio se encontraron varios adornos, incluidos brazaletes con rizos en forma de cuernos de carnero, vasijas de vidrio, fragmentos de estatuas de yeso y piezas de pan de oro.

El Palacio Alto. La parte principal del palacio tiene forma de pirámide truncada y está construida con ladrillos de tierra. Sus fachadas estaban decoradas con varios retranqueos verticales y hornacinas. Aproximadamente 100 habitaciones se conservaron parcialmente a lo largo de los siglos. Fueron utilizados como lugares de ablución, cancillería y armería. Arriba había santuarios con altares y nichos para el culto fúnebre.

La mayor parte del palacio contenía un complejo de salas ceremoniales y santuarios. Algunas paredes estaban decoradas con pinturas, mientras que las otras en cinco salas estaban adornadas con bajorrelieves de arcilla con colores policromados. Sólo una pequeña parte de las antiguas decoraciones ha llegado hasta nuestros días. En el santuario del Salón del Rey, una llama ardía detrás de grandes esculturas de 23 Khorezm Shahs. El “Salón de la Victoria” estaba adornado con bajorrelieves de shas que se sentaban solemnemente en el trono y un par de diosas altísimas. Representaron un momento en que los gobernantes recibieron una insignia de dignidad imperial. Un “Salón de los Guerreros Negros” tenía un bajorrelieve de shahs en nichos. Pequeñas figuras de guerreros negros tocaban la trompeta y alababan las hazañas de los reyes. Un “Salón de los Ciervos” estaba decorado con figuras de estos graciosos animales y una cornisa de grifos encima de ellos. Se cree que el adorno transmitió un ciclo de vida en el reino de las plantas y los animales. Una “Sala de Máscaras Danzantes” diseñada para realizar misterios tiene imágenes parcialmente conservadas de hombres y mujeres bailando en sus paredes. El nicho principal aparentemente tenía una representación de la gran diosa con una bestia depredadora. Los otros dos grandes nichos pueden haber contenido a los dioses compañeros. En el centro de la sala había un podio de altar.

Los hallazgos más importantes fueron documentos antiguos de Khorezmian. Los recibos de varios artículos y productos alimenticios se escribieron en rollos de cuero. Algunos de ellos tenían fechas precisas, los últimos son 188 y 252 años de la era Khorezmian (principios del siglo I dC). Los documentos en placas de madera enumeraban hombres físicamente (o sin discapacidad) (tanto libres como esclavos) que formaban parte de varias familias Khorezm.

El Complejo del Norte es un grupo de edificios ubicados fuera del asentamiento de Toprak-kala, aproximadamente a 100 metros al norte del Palacio. La superficie del Complejo es de unas 12 hectáreas. Uno de sus edificios consta de 50 habitaciones con pinturas multicolores en forma de adornos sobre un fondo blanco y negro, rosetones grandes y pequeños, flores, así como restos de esculturas que representan la parte inferior de las piernas y el dobladillo de un vestido. Aquí se encontraron varias monedas de Kushan que datan del gobierno de Vima-Kadfiz y Khuvishka y una cabeza dorada de un león y una forma de alabastro para fabricar bajorrelieves.

Chilpik

Sultán Uvays Dag Gyaur-Kala

Jampik-kala

Kizil-kala

estancia en la tierra

Akshakakhan-kala

escarchado

El Gran Kirk-Kiz-kala

El pequeño Kirk-Kiz-kala

kurgashin-kala

Bazar-kala

Djanbas-kala

Koi-Krilgan-kala

Números

Eres-kala

el gran guldursun

pil kala

Mizdahkán

Mausoleo de Mazlumkhan-sulu

beléuli

Kurgancha (Davletgirey)

Narindjan-baba

Sultán Uvays-Padre

Toprak-Kala o “Ciudad de la Tierra” es uno de los monumentos más valiosos y majestuosos de la antigua Khorezm. Se encuentra en el territorio de la región de Ellikkala de la República de Karakalpakstán, a 12 km. del pueblo de Buston.

Sin embargo, Toprak-Kala es famoso no solo por su arquitectura inusual, sino también por hallazgos únicos en el antiguo idioma Khorezmian, descubiertos en cuatro edificios en la parte sureste del palacio. Los arqueólogos encontraron 116 documentos escritos con tinta negra en placas de madera y en rollos de cuero. Dieciocho documentos de madera permanecieron en muy buen estado. Aunque los documentos aún no se han leído por completo, su naturaleza ya está definida. Estos son documentos económicos del archivo del palacio. Tres de los documentos encontrados tenían fechas precisas: 207, 231 y 232 d.C.

Junto al archivo, también despiertan interés la escultura y la pintura. No es sin razón que Toprak-Kala sea nombrado museo de las bellas artes de la antigua Khorezm . Es el único monumento completamente excavado de la arquitectura de Khoresm. Los tamaños y la genialidad de un diseño arquitectónico hacen de Toprak-Kala uno de los monumentos más singulares de Khoresm.

El monumento, como muchos otros monumentos de la antigua civilización de Khorezm, fue descubierto por un destacado arqueólogo e historiador, Sergei Pavlovich Tolstov. Sucedió en 1938 durante los trabajos de exploración. El área del asentamiento es de 120 hectáreas y, como resulta más tarde, una vez hubo una ciudad en toda regla y un magnífico castillo-palacio, rodeado por una imponente muralla defensiva y torres cuadradas.

El otrora magnífico castillo fue el núcleo de la antigua ciudad y fue la residencia de los reyes de Khorezm de los siglos II y III d.C. Aquí, detrás de la muralla defensiva, había galerías defensivas de los ataques enemigos, se ubicaron numerosas calles y galerías comerciales, y una amplia calle frontal discurría en el centro. La ciudad antigua era tan grande que su territorio incluía 10 barrios, con alrededor de 200 locales residenciales y de servicios públicos. Cada barrio tenía sus propios minicentros, que albergaban santuarios y salas de artesanía. Más de 2,5 mil personas vivían en la ciudad, la mitad de ellas trabajaban en la residencia del palacio.

El palacio merece especial atención. No será difícil imaginar lo majestuoso y lujoso que era, pues su altura podía alcanzar los 40 metros y constaba de un palacio de 150 habitaciones decoradas con esculturas y pinturas. Durante las excavaciones, los científicos notaron un detalle interesante de Toprak-Kala: se usaron pinturas de arte en estilo helenístico para decorar las instalaciones no solo del palacio, sino también de las casas de la gente común, lo que habla de la alta cultura de la ciudad antigua.

El castillo constaba de tres plantas. En sus habitaciones se encontraron una gran cantidad de reliquias: desde restos de comida (huesos, semillas) hasta fragmentos y partes enteras de vasijas, platos varios, decoraciones, esculturas (una de las esculturas más famosas es la Estatua del Sacerdote), pinturas y incluso textos antiguos de Khorezmian.

El centro del lujoso palacio, por supuesto, era la sala del trono, decorada con pinturas murales monumentales y adornos antiguos. En el “salón de los reyes” se encontraron esculturas del arte helenístico tardío, varios retratos y estatuas con rostros muy realistas.

Las excavaciones del castillo de Toprak-Kala se convirtieron en una sensación y arrojaron una gran cantidad de material interesante, lo que permitió concluir que en el siglo III la ciudad fue la capital progresiva de la antigua Khorezm, la cultura antigua floreció en esta tierra y el las calles y los locales estaban tan bien diseñados que Toprak -kala puede llamarse- el reino de la geometría.

 

Complejo palaciego de Toprak Kala

Redibujado por Timothy M Ciccone siguiendo Rapoport y notas/fotografías en el sitio.

Ubicación del suelo Kala

La ubicación aproximada del sitio es 41.928532′ N, 60.820759′ E (dato del mapa WGS 84).

Koi Krylgan Kala

Koi Krylgan Kala, Uzbekistán

Koi Krylgan Kala (uzbeko: qal’a Qo’yqirilgan; ruso: Кой-Крылган-Кала) es un sitio arqueológico ubicado fuera del pueblo de Taza-Kel’timinar en el Ellikqal’a Distrito (uzbeko: Ellikqal’a Tumani; ruso: Элликкалинский район) en la República de Karakalpakstan, una república autónoma de Uzbekistán.

Koi Krylgan Kala es un sitio arqueológico, situado fuera de la localidad de Taza-Kel’timinar en Uzbekistán. Se trata de un complejo de templos pertenecientes a la dinastía Chorasmian, un pueblo iraniano que gobernó la zona de Khwarezm.

En la antigüedad, estaba ubicado a lo largo de un canal en la región del delta del Oxus.

Ubicación de Koi Krylgan Kala

Existe cierta relación entre Koi Krylgan Kala y Toprak Kala, a 30 km al noroeste.[1] Es un complejo de templos de la dinastía Chorasmian, un pueblo iraní que gobernó el área de Khwarezm. Fue construido c. 400 a. C. La tribu Apa-Saka lo destruyó c. 200 a. C., pero más tarde fue reconstruido en un asentamiento, que duró hasta c. 400 CE. [2] Fue descubierto en 1938 por Sergey Pavlovitch Tolstov, líder de la Expedición Arqueológico-Etnológica Chorasmian. Contenía un templo de fuego de Mazdian y estaba decorado con frescos de consumo de vino.

Vista aérea de Koi Krylgan Kala

 

Ruinas de miles de fortalezas se diseminan en espacios abiertos de las estepas Khorezm, pero los restos de Koy-Krylgan-kala son únicos por la forma de esta antigua construcción, sin precedentes hasta entonces en Khoresm: la poderosa ciudadela no era cuadrada o rectangular como era habitual en ese entonces, sino redonda.

La ciudadela se ubica en el centro exacto de una fortificación defensiva en forma de círculo perfecto, con nueve torres perimetrales. El espacio entre el edificio central y el “anillo” fue hallado completamente construido.

Plano de planta y boceto de Koi Krylgan Kala

La fortaleza forma dos círculos asombrosos y perfectamente concéntricos, con 42 metros de diámetro en el caso del edificio central, y 87 metros el muro defensivo.

Entre las paredes interiores y exteriores se extienden radialmente las habitaciones de los criados y los artesanos.

Miles de fragmentos de magnífica cerámica han sido hallados alrededor de la fortaleza y entre sus ruinas. Junto con otros hallazgos, en particular las puntas de bronce de las flechas, se utilizaron para identificar su edad – los arqueólogos descubrieron que era el más antiguo de todos los monumentos del antiguo estado de Khorezmian.

Fue construido cerca del 400 AEC, poco después que Khorezm hubiera ganado su independencia de Persia. Hacia el 200 AEC fue destruido por la tribu Apa-Saka, para luego volver a ser reconstruido como un asentamiento, el que duró hasta el año 400 aprox.

La ciudadela interior forma un tambor de unos 10 metros de altura que cubre un patio central y seis habitaciones laterales. Originalmente era utilizada como cementerio para gobernantes korezmianos, para ritos de culto e incluso para observaciones astronómicas.

 

Restos actuales de Koi Krylgan Kala

 

Los korezmianos estaban familiarizados con los eclipses, tenían un calendario preciso y sabían la hora exacta de las estaciones, vital para el manejo de su economía agrícola.

 

 

 

 

 

Dibujo/reconstrucción de Koi Krylgan Kala. Imagen: asiecentrale.net

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El sitio fue descubierto en 1938 por Sergey Pavlovich Tolstov, líder de la expedición arqueológica. “Qoy Qırılg’an qala” es un nombre dado por los locales durante los últimos siglos y que se traduce generalmente como “fortaleza de la oveja muerta”, sin embargo, el significado exacto de “Qırılg’an” no es “muerto” sino “frágil”. El monumento fue estudiado sistemáticamente en 1951-1957, cuando fue excavado por completo.

La población de la fortaleza consistió en Zoroastrianos, adoradores de Anakhita, la diosa del agua y de los ríos, y Siyavus, el dios del sol. Su parte occidental fue construida en honor de la diosa Anakhita, y las partes del este y del sur se orientaron hacia el sol saliente en honor del dios del Siyavush. En la antigüedad la fortaleza estaba ubicada a lo largo de un canal en la región Oxus (Gozan bíblico).

Vista aérea de Koi Krylgan Kala

Esta fortaleza sigue siendo un rompecabezas histórico hasta ahora, destacándose por su diseño circular, único entre otras fortalezas del antiguo Khorezm, y que nos recuerda a Arkaim.

 

Estatua de un hombre-osario de Koi Krylgan Kala, primeros siglos AD, Museo del Hermitage

 

La estructura es un edificio cilíndrico de dos pisos con un diámetro de 44 metros, alrededor del cual se levantaron muros de la fortaleza a una distancia de 14 metros; El espacio entre la estructura central y los muros se construyó con edificios residenciales. Presumiblemente, la estructura central se utilizó como la tumba de los reyes Khorezm y como un templo zoroastriano. Además, está decorado con frescos. También es posible que un observatorio astronómico funcionara en la fortaleza.

 

Vista aérea de Koi Krylgan Kala

 

El Argar

El Argar

El Argar

Coordenadas: 37°15′08″N 1°55′03″O

Localización administrativa

País: España

División: Andalucía

Subdivisión: Almería

Localidad: Antas

Historia del sitio

Tipo: Yacimiento arqueológico

Uso original: Hábitat y necrópolis

Época: Edad del Bronce

Cultura: Cultura argárica

 

Eventos históricos

Abandono o destrucción: mediados del II milenio a. C.

Ocupantes: unos 500 en su apogeo

 

Hallazgos y descubrimiento

Descubrimiento: finales del siglo XIX

Arqueólogos: Enrique y Luis Siret

Dimensiones del sitio

Superficie: 16 000 m²

El Argar es un yacimiento arqueológico situado en el municipio de Antas, Almería, España. Se encuentra sobre una meseta con abruptas pendientes en su lado occidental, 35 m sobre el río Antas y laderas más suaves en el resto, extendiéndose por parte de estas últimas también.1​ Forma parte de la zona arqueológica de El Argar y La Gerundia, constituyendo un poblado prehistórico de la Edad del Bronce del sudeste ibérico que da nombre a la cultura argárica.

Fue excavado inicialmente por los hermanos Enrique y Luis Siret que publicaron sus resultados en castellano bajo el título de Las primeras edades del metal en el sudeste de España en 1890. Los materiales recogidos en este y otros yacimientos similares constituyeron el corpus básico para singularizar este grupo cultural, siendo estudiados una y otra vez por investigadores como B. Blance o H. Schubart.2

El espectacular desarrollo de esta cultura hizo pensar a sus excavadores que no mantenía ninguna relación con las fases anteriores, buscando su origen en influencias mediterráneas. Pero ahora se sabe que hay una clara continuidad con la época previa de Los Millares (Edad del Cobre).

Cronología

Basándose en las estructuras y ajuares funerarios excavados en el poblado, B. Blance estableció una secuencia dividida en dos periodos, A y B,3​ que, posteriormente, fue revisada y ampliada gracias a otros yacimientos:

  • Argar I o inicial (Argar A según la primera sistematización), con cistas y algunas fosas, así como elementos campaniformes y alabardas tipo Argar;
  • Argar II o antiguo (Argar A también), similar a la anterior en lo material, pero con una evolución hacia los rituales argáricos;
  • Argar III o pleno (Argar B), con predominancia de los pithoi y ajuares compuestos por puñales, hachas, espadas, alabardas tipo Montejícar y adornos personales.
  • Argar IV o tardío (Argar C, un complemento posterior), con elementos de Cogotas I.4

Yacimiento

El Argar. Ajuar funerario.

El Argar es considerado un asentamiento de nueva fundación, sin antecedentes calcolíticos.5​ Con una superficie de 16 000 m² y una población estimada de unos 500 habitantes, es uno de los poblados conocidos más grandes pertenecientes al grupo epónimo. En el interior de las propias viviendas se han encontrado más de mil sepulturas. Estaba estratégicamente situado sobre un cabezo amesetado y protegido también por una muralla, en cuyo interior se han excavado viviendas rectangulares de 8-10 m por 2,5 m, así como otras de planta irregular o circular. Las paredes se construían con madera y barro, levantados sobre un zócalo de piedra.6​ El techo era de cañas o ramas y barro. Tiene un urbanismo complejo que se caracteriza por la creación artificial de terrazas, con una acrópolis situada en lo más alto del yacimiento.

Economía

El Argar era un poblado dedicado a la agricultura y la ganadería, complementadas por la metalurgia, las manufacturas textiles, la caza y la pesca.6​ Debido a la existencia de enterramientos con ricos ajuares, se cree que constituía un lugar central de la cuenca de Vera,7​ similar a La Bastida de Totana o El Oficio.

Enterramiento en tinaja típico de la segunda fase de El Argar

La agricultura jugaría un papel importante, ya que se han encontrado más de quinientos artefactos relacionados con esta actividad, desde piezas de hoz hasta molinos. El cultivo principal era la cebada, seguido a bastante distancia por el trigo, el lino, las habas y las hortalizas.89​ Respecto a la ganadería, no hay elementos suficientes para calibrar su importancia, aunque hay excrementos de cabra10​ y alguna especie nueva como el caballo, el cual, probablemente, no se criaba para el consumo. Se cazaba el jabalí.11

La metalurgia parece que se desarrolló en un único espacio, donde se encontraron todos los elementos propios del proceso: un posible horno, crisoles y moldes para fabricar hachas, cuchillos, punzones o brazaletes. No hay presencia de escorias pero sí buena cantidad de mazos, picos y percutores. La mayoría de los objetos metálicos estaban fabricados en cobre, así como unos pocos en bronce. Entre los ajuares se hallaron dos espadas.12​ Hay presencia creciente de adornos de plata y oro en los ajuares funerarios de mayor prestigio; correspondiendo al final del periodo argárico las primeras aleaciones de bronce.

La producción de pesas de telar debía estar centralizada también, ya que se han encontrado en un mismo espacio 600 pesas en proceso de cocción. Hay muchos artefactos fabricados en materia ósea, como espátulas, punzones o agujas.12

Necrópolis

Hay excavadas un total de 1034 tumbas, de las cuales el 50 % contenían, además de la cerámica, elementos metálicos en sus ajuares. Basándose en la relación del sexo con su ajuar se determinó la correspondencia de los enterramientos femeninos con un punzón y los masculinos con hacha-alabarda-espada.3​ Hay varias tumbas de individuos infantiles masculinos con ajuares significativos, lo que sugiere la existencia de rangos hereditarios.13

El patrón funerario se basa en sepulturas individuales, en las que, a veces, aparecen dos o tres individuos. Están ubicadas bajo las casas, no existiendo una necrópolis como tal. El ritual y los ajuares reflejan una marcada desigualdad social, por lo que se ha propuesto que la sociedad argárica estaría muy estratificada, aunque hay opiniones diversas.

Interpretación

Restos de un cráneo de la sepultura 62 de El Argar, con diadema de plata: «Las alhajas consisten en una diadema de plata, pendientes de oreja, de cobre y de plata, y collar, de hueso y de serpentina».14

La primera fase de ocupación del poblado refleja una comunidad campesina autosuficiente que se iniciaba en la metalurgia y se enterraba predominantemente en fosas, con ajuares muy similares. En una segunda fase se produjo un importante aumento de la demografía y de las actividades metalúrgicas, enterrándose mayoritariamente en cistas, con ajuares ya diferenciados (aparecen en algunos pendientes y anillos metálicos). En la tercera existían claras diferencias socio-económicas entre los habitantes del poblado y predominaban las urnas cerámicas, en cuyos ajuares más ricos se encuentran diademas y espadas (elementos de alto contenido ideológico), mientras que muchos enterramientos carecen de cualquier tipo de ofrenda.15

La ideología dominante era aristocrática y guerrera. Esto se refleja en la fortificación de los poblados, la gran importancia de las armas y la presencia de éstas en los ajuares funerarios.

La sociedad argárica desapareció hacia el 1500 a. C.

Museos ‘argáricos’

Saber más en: http://www.elargar.com/inicio/

                        https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_arg%C3%A1rica

El Argar, el gran enigma de la civilización que se desvaneció misteriosamente

Surgida hace 4.000 años, fue la primera sociedad dividida en clases de la península Ibérica y la que creó el primer Parlamento del mundo, pero se desvaneció en el 1550 antes de Cristo

Recreación en 3D de La Bastida, cerca de la actual Totana (Murcia), uno de los principales asentamientos de la cultura argárica. Dani Méndez-REVIVES

Es uno de los grandes enigmas de la arqueología. Una cultura, la de El Argar, que aparece en el 2200 antes de nuestra era y que desaparece en el año 1550 antes de Cristo. ¿Las causas? Los expertos se debaten entre un agotamiento de los recursos naturales que la sustentaban ―lo que provocó la huida de la población o la muerte por inanición de más de la mitad de los recién nacidos― o una gigantesca revolución popular que arrasó todas sus ciudades a causa del insoportable yugo de la clase dirigente, la tenedora del armamento, de los recursos y de las vidas.

Sea como sea, la cultura argárica, “la primera sociedad divida en clases de la península Ibérica”, como la define la Universidad Autónoma de Barcelona, la que creó el primer Parlamento del que se tiene constancia en el mundo, la que enterraba a sus aristócratas con bellísimos ajuares de oro y plata, se volatilizó literalmente hasta que un arqueólogo llamado Rogelio de Inchaurrandieta (1836-1915) se topó con ella en Murcia en 1869 y comenzó a hacerse preguntas.

Más información

El rapto de la princesa argárica de Murcia

Inchaurrandieta expuso su gran hallazgo en el Congreso Internacional de Arqueología de Copenhague (1866-1912). Habló de una ignota civilización de la Edad del Bronce que había hallado en un cerro abrupto del municipio de Totana (Murcia), con ajuares increíbles y que incluía una gran ciudad fortificada que carecía de cualquier tipo de conexión con las sociedades históricas conocidas. Nadie le creyó.

Ajuar argárico encontado en la tumba 38 del yacimiento de La Almoloya. Universidad Autónoma de Barcelona

Pero en 1877, los hermanos belgas Luis y Enrique Siret llegaron a Murcia buscando explotaciones mineras y terminaron confirmando la existencia de esta desconocida sociedad, de grandes centros urbanos, que se extendió 35.000 kilómetros cuadrados por el sureste de la Península, que surgió hace 4.000 años y que desapareció sin que nadie supiera las causas. Esta cultura, llamada de El Argar (Antas, Almería), por ser ese yacimiento el primero excavado metódicamente, dominaba la agricultura, los metales y creaba fabulosas piezas de orfebrería. Hasta se conservan los restos de una de sus princesas.

Señala el estudio El Argar: la formación de una sociedad de clases, de los arqueólogos Vicente Lull, Rafael Micó, Roberto Risch y Cristina Rihuete Herrada, de la Universidad Autónoma de Barcelona (UBA), que El Argar “es una de las culturas emblemáticas de los inicios de la Edad del Bronce en Europa. La constatación de grandes asentamientos en sus cerros, la abundancia de contextos funerarios bien preservados en el subsuelo de los poblados, así como la cantidad, variedad y singularidad del repertorio artefactual, han atraído desde entonces la atención de numerosos investigadores”.

La mayoría de los núcleos de población argáricos ocupaban altozanos situados en las estribaciones de las sierras, separados de los llanos o vegas, pero con un amplio control visual sobre estos. Las viviendas argáricas eran de planta absidal, trapezoidal o rectangular y se disponían sobre terrazas artificiales. Por lo general, “los enclaves ocupaban una superficie de entre una y tres hectáreas, aunque el desarrollo posterior de algunos, como Lorca y La Bastida, los llevó a superar esa extensión (hasta 10 hectáreas)”.

Vista aérea del yacimiento argárico de La Almoloya, en 2015.Universidad Autónoma de Barcelona

Vicente Lull, catedrático de Prehistoria en la Universidad Autónoma de Barcelona y uno de los expertos mundiales más reconocidos sobre esta sociedad, admite que lo argárico “está de moda”. “Vienen especialistas de todo el mundo a interesarse por esta civilización única, contemporánea de la minoica, pero totalmente olvidada”. “Es una civilización sin parangón”, continúa, “con un desarrollo tecnológico de primer orden, que no dejó nada a su paso, pero que lo adelantó todo. Es como la búsqueda de la civilización perdida”.

Los expertos coinciden en que el descubrimiento de El Argar supuso una ruptura con respecto al periodo calcolítico precedente en aspectos como el desarrollo tecnológico, las relaciones económicas, los patrones urbanísticos y de organización territorial y los ritos funerarios. “La orientación de la producción hacia la obtención de excedentes centralizados en un contexto de marcada explotación social supuso el surgimiento de uno de los primeros Estados de Europa occidental”, afirma la UAB.

Los Siret, a finales del siglo XIX, excavaron 10 yacimientos argáricos y abrieron más de mil tumbas en Antas, con el consiguiente destrozo de los restos. No obstante, dibujaron de forma precisa todo lo que iban encontrando. “La cultura de El Argar es la primera sociedad clasista de la península Ibérica. Los asentamientos centrales acumulaban una parte importante de los excedentes de producción y la fuerza de trabajo. Los efectos de dicho control se manifiestan en la normalización de los productos cerámicos y metalúrgicos y en la circulación y uso restringidos, sobre todo, de los productos metálicos”, aseveran los expertos de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Diademas de plata, recipientes, adornos y calavera encontrados en una tumba de El Argar y dibujados por los hermanos Siret.

Pero no todos los habitantes de estas ciudades acumulaban riqueza en igual medida, tal y como demuestran los ajuares funerarios exhumados de la clase dominante. En 1984, Vicente Lull y Jordi Estévez distinguieron tres estratos sociales. La clase más poderosa, formada por el 10% de la población, que “gozaría de todos los privilegios y que disponía de los ajuares más ricos, incluidas armas como alabardas y espadas”; un 50% de individuos con derechos político-sociales reconocidos, y un 40% de personas dedicadas a la servidumbre o a la esclavitud. “Una de las características de esta sociedad es que estaba encerrada en sí misma. Sus defensas no servían solo como protección, sino que creaban una sociedad enclaustrada dominada por una opresiva clase dirigente”, recuerda Lull. Precisamente, esa opresión aristocrática pudo desencadenar el fin de esta civilización.

La cultura argárica se extendió unos 700 años (2200 a 1550 a. C), fue escasamente permeable y se basaba en relaciones de parentesco y un sistema de transmisión hereditaria. El Argar comenzó entre las cuencas de Vera y Guadalentín (Murcia) y se extendió por la Meseta, la Comunidad Valenciana, Almería y Granada.

Los argáricos solían enterrar a sus difuntos en el interior de las viviendas. “Las prácticas funerarias muestran una remarcable uniformidad a lo largo de todo el territorio. Las comunidades inhumaban a sus difuntos bajo el piso del área habitada en sepulturas individuales, a veces dobles y, en pocas ocasiones, múltiples. El cadáver era depositado en posición flexionada y, generalmente, en decúbito lateral o en posición sedente con la cabeza orientada hacia el sur o el oeste”, recuerdan los expertos de la UAB.

Posición de dos cuerpos enterrados en La Almoloya y localización de los elementos del ajuar con que fueron enterrados.Celdrán Beltrán

El final de las manifestaciones argáricas se sitúa hacia 1550 a. C., dando paso al Bronce Tardío del sudeste peninsular. Las causas del colapso de la sociedad argárica parecen haber sido un conjunto de factores socioeconómicos y ecológicos. Posiblemente, la sobreexplotación del medio condujo a una degradación ecológica que hizo inviable la reproducción económica y social. El final de El Argar está caracterizado por el agotamiento de los recursos naturales, los instrumentos de trabajo y la fuerza de trabajo, este último en forma de una alta mortalidad infantil y el desarrollo de patologías. Quizás esta situación llevó a un estallido social sin precedentes que supuso la desaparición completa de esta civilización, como demuestra el hecho de que numerosas de las edificaciones desenterradas muestran signos de haber ardido por los cuatro costados.

Tapones de oro de lóbulo de oreja de la tumba 38 de La Almoloya. J.A. Soldevilla / Universidad Autónoma de Barcelona

Según los expertos, tras la destrucción vino el completo silencio, solo roto por la permanencia en Alicante y Granada de algunos pequeños grupos argáricos que sobrevivieron un siglo más y que pudieron ser poblados por las clases dirigentes huidas.

De los centenares de tumbas argáricas estudiadas destaca una que los arqueólogos llaman de la princesa de La Almoloya, una joven que murió en el año 1635 antes de Cristo en el actual término de Pliego (Murcia). La enterraron en la cabecera de un edificio singular con su ajuar, que incluía una diadema de plata y una treintena de valiosos objetos de oro, plata, ámbar, piedras semipreciosas, cobre y cerámica. Bajo ella, se halló el cuerpo de un hombre que había fallecido años antes.

A unos 100 kilómetros de Pliego, en Antas, se encontraba el centro económico y político de esta cultura encerrada en sí misma, donde se ha hallado un edificio que incluía una gran sala de gobierno de unos 80 metros cuadrados, con bancos para sentarse y presidida por un hogar y un podio. Estaba preparada para acoger a unas 50 personas. Los investigadores suponen que era una especie de Parlamento, quizás el primero del mundo. “Nunca sabremos qué se debatía allí”, indica Lull, “porque los argáricos, sorprendentemente, y a pesar de su desarrollo, no dominaban la escritura. Es un misterio sobre un misterio”.

De Vicente G. Olaya

Casarabe

Casarabe

Descubren una civilización prehispánica “perdida” en lo profundo del Amazonas, en la región de Los Llanos de Mojos, Cotoca en Bolivia.

15 siglos atrás, crearon carreteras, canales y embalses y erigieron pirámides cónicas de hasta 22 metros de altura.

26·05·22

En la actual Bolivia, una civilización prácticamente desconocida se desarrolló por más de 4.500 kilómetros cuadrados en la profundidad del Amazonas y creó una cultura capaz de convivir armónicamente con su entorno por más de 900 años.

Millones de láseres disparados desde un helicóptero que volaba sobre la cuenca del Amazonas han revelado evidencia de asentamientos desconocidos construidos por una civilización prehispánica “perdida”: los hallazgos indican que el misterioso pueblo Casarabe, que vivió en la región de los Llanos de Mojos de la cuenca del Amazonas entre los años 500 y 1.400 después de Cristo, era mucho más numeroso de lo que se pensaba anteriormente y que había desarrollado una civilización rica y extensa.

Captura de pantalla de una animación 3D del sitio de Cotoca, en Bolivia, donde se descubrieron las huellas de la civilización perdida. Crédito: H. Prümers / Instituto Arqueológico Alemán.

De acuerdo a un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Nature, los investigadores del Instituto Arqueológico Alemán descubrieron varios asentamientos desconocidos dentro de una red de carreteras, calzadas, embalses y canales que se centraba en dos asentamientos de gran magnitud de la cultura Casarabe, ahora llamados Cotoca y Landívar en la actual Bolivia.

Una civilización interconectada y avanzada en medio del Amazonas

Según explican los especialistas en un artículo publicado en Live Science, el sistema de comunicación creado permitía llegar de un asentamiento a otro en alrededor de una hora de caminata. Los descubrimientos indican que esta región del Amazonas estuvo muy densamente poblada en la época prehispánica, a diferencia de lo que se creía hasta hoy.

Estudios previos habían informado la existencia de restos arqueológicos y núcleos urbanos basados en la agricultura y localizados en áreas de bosques tropicales en el sudeste asiático, Sri Lanka y América Central, pero no existían evidencias sobre antiguas comunidades similares en esta zona de América del Sur, más allá de algunos grandes asentamientos interconectados en el sur de la Amazonia. En consecuencia, los sitios identificados pertenecientes a la cultura Casarabe obligan a poner en duda los modelos científicos al respecto.

La región de los Llanos de Mojos es una sabana tropical de tierras bajas, en el suroeste de la cuenca del Amazonas. Presenta estaciones húmedas y secas: en los meses más secos casi no llueve, pero durante la temporada de lluvias, entre noviembre y abril, gran parte del área se inunda durante meses. Los misioneros españoles en el siglo XVI solo encontraron comunidades aisladas viviendo en esa zona: debido a esto, los científicos supusieron que la población prehispánica del área había tenido las mismas características.

A pesar de esto, algunos investigadores comenzaron a dudar de la precisión de esta teoría e iniciaron estudios. Es así que se encontraron movimientos de tierra en la década de 1960, pero muchos científicos cuestionaron si realmente eran ruinas o solamente características naturales. Sin embargo, los últimos estudios confirmaron que los asentamientos más pequeños de Casarabe podrían haber sido el hogar de miles de personas: ya se conocen 24 núcleos urbanos, nueve de los cuales se descubrieron en el actual estudio, liderado por el arqueólogo Heiko Prümers.

Un nuevo tipo de urbanismo tropical

En sus conclusiones, los científicos describen que los sitios pertenecientes a la cultura Casarabe conformaron un denso sistema de asentamientos en cuatro niveles, en un área que abarcó aproximadamente un total de 4.500 kilómetros cuadrados. Cada uno de los núcleos más importantes controlaba un área de aproximadamente 500 kilómetros cuadrados. Los mismos estaban comunicados por una compleja red de caminos y carreteras.

La arquitectura cívico-ceremonial de estos grandes asentamientos incluye andenes escalonados, sobre los cuales se erigen estructuras en forma de U, formaciones rectangulares y pirámides cónicas de hasta 22 metros de altura. Aún se desconoce qué sentido tenían en el marco de la cosmovisión y las creencias de estos pueblos prehispánicos.

En tanto, la enorme infraestructura de gestión del agua, compuesta por canales y embalses, completa el sistema de asentamientos en un paisaje modificado por el ser humano, pero que al mismo tiempo mantenía una armonía con el exuberante entorno natural circundante. Los resultados del estudio indican que el patrón de asentamiento de la cultura Casarabe representa un tipo de urbanismo tropical que no había sido identificado hasta el momento en esa parte de América del Sur.

Una RED de antiguas ciudades, perdidas en el Amazonas, que han permanecido escondidas bajo el espeso dosel del bosque durante siglos ha sido revelada por escaneo láser.

Por Ian Randall

El conjunto de “asentamientos intrincados” fue detectado en el bosque de sabana de los Llanos de Mojos en Bolivia por el arqueólogo profesor José Iriarte de la Universidad de Exeter y sus colegas. Las ciudades, que fueron construidas por las comunidades de Casarabe entre los años 500 y 1400 d. C., presentan una serie de estructuras elaboradas muy diferentes a las descubiertas anteriormente en la región. Incluyen terrazas de 16 pies de altura que abarcan unas 22 hectáreas, el equivalente a 30 campos de fútbol, ​​estructuras cívico-ceremoniales construidas en forma de U y pirámides cónicas cada una de alrededor de 69 pies de altura. Los investigadores también detectaron rastros de una vasta red de embalses, calzadas y puntos de control que se extendían por muchos kilómetros.

Para mirar a través del dosel del bosque tropical, el equipo de investigación utilizó un método de detección remota basado en láser conocido como LiDAR, o “Detección y rango de luz”.

LiDAR funciona un poco como un sonar, enviando haces de luz y cronometrando el tiempo que tarda la luz reflejada en regresar al receptor para crear un mapa 3D del área objetivo.

Según los arqueólogos, la escala de la planificación y el trabajo que habría sido necesario para construir los asentamientos no tiene precedentes conocidos en la Amazonía y, en cambio, solo es comparable con los estados arcaicos de los Andes centrales.

Una red de ciudades perdidas en el Amazonas ha sido revelada por escaneo láser. Foto: Cotoca (Imagen: H. Prümers / DAI)

Anteriormente, los arqueólogos solo conocían 14 asentamientos de Casarabe. El estudio agrega dos asentamientos grandes junto con 24 más pequeños al registro.

A medida que se construyeron las ciudades, agregaron los investigadores, las comunidades casarabe de los Llanos de Mojos transformaron las sabanas amazónicas inundadas estacionalmente del tamaño de Inglaterra en paisajes agrícolas y acuícolas productivos.

La variedad de ‘intrincados asentamientos’ se detectó en el bosque de sabana de los Llanos de Mojos en Bolivia (Imagen: H. Prümers / DAI)

El profesor Iriarte dijo: “Durante mucho tiempo sospechamos que las sociedades precolombinas más complejas de toda la cuenca se desarrollaron en esta parte de la Amazonía boliviana, pero la evidencia está oculta bajo el dosel del bosque y es difícil visitarla en persona.

“Nuestro sistema Lidar ha revelado terrazas construidas, calzadas rectas, recintos con puntos de control y depósitos de agua.

“Hay estructuras monumentales [cada una] a solo una milla de distancia, conectadas por 600 millas de canales: largas calzadas elevadas que conectan sitios, embalses y lagos.

“La tecnología LIDAR combinada con una extensa investigación arqueológica revela que los pueblos indígenas no solo administraron los paisajes boscosos, sino que también crearon paisajes urbanos, lo que puede contribuir significativamente a las perspectivas de conservación de la Amazonía.

“Esta región fue una de las primeras ocupadas por humanos en la Amazonía, donde la gente comenzó a domesticar cultivos de importancia mundial como la mandioca y el arroz.

“Pero se sabe poco sobre la vida cotidiana y las primeras ciudades construidas durante este período”.

: un mapa LiDAR del sitio de Landívar (Imagen: H. Prümers / DAI)

Los descubrimientos, dijeron los investigadores, desafían la visión de la Amazonía como un paisaje históricamente “prístino”.

Los hallazgos lo posicionan como el hogar de una forma temprana de urbanismo creado y administrado por la población indígena durante miles de años.

Además, agregaron, estas ciudades antiguas se construyeron y administraron no en contra de la naturaleza, sino junto a ella.

La cultura Casarabe parece haber empleado con éxito estrategias de subsistencia sostenibles que promovieron el conservacionismo y mantuvieron la rica biodiversidad del paisaje.

El coautor del artículo y arqueólogo ambiental, el Dr. Mark Robinson, de la Universidad de Exeter, dijo: “Estas ciudades antiguas eran los centros principales de una red de asentamientos regionales conectados por calzadas rectas y aún visibles que irradian desde estos sitios hacia el paisaje durante varios kilómetros. El acceso a los sitios puede haber sido restringido y controlado.

“Nuestros resultados descartan los argumentos de que la Amazonía occidental estaba escasamente poblada en la época prehispánica. La disposición arquitectónica de los grandes asentamientos de la cultura Casarabe indica que los habitantes de esta región crearon un nuevo paisaje social y público.

“La escala, la monumentalidad y el trabajo involucrado en la construcción de la arquitectura cívico-ceremonial, la infraestructura de gestión del agua y la extensión espacial de la dispersión de los asentamientos se comparan favorablemente con las culturas andinas y tienen una escala mucho más allá de los asentamientos sofisticados e interconectados del sur de la Amazonía. ”

Los hallazgos completos del estudio se publicaron en la revista Nature .

Saber más en: https://www.nature.com/articles/s41586-022-04780-4

Lidar revela urbanismo prehispánico de baja densidad en la Amazonía boliviana

Higo. 1: Mapa del sureste de los Llanos de Mojos.

La cobertura Lidar está marcada por las áreas grises (A–F). Los triángulos negros representan sitios de asentamiento de la cultura Casarabe que tienen arquitectura de montículos de plataformas. La capa topográfica se basa en datos TanDEM-X DEM de 12 m.

Fig. 2: El sitio de Cotoca (núm. 185).

a, Ocupación del área lidar de Cotoca. b, Sitios y características arqueológicas principales reveladas por lidar en el área de Cotoca. c , imagen Lidar del sitio de asentamiento grande Cotoca con secciones transversales A–B y C–D. msnm, metros sobre el nivel del mar.

Fig. 3: Mapas de dos grandes sitios de asentamiento.

Las líneas rojas indican los recintos poligonales y las calzadas rectas que irradian desde los sitios. Las capas topográficas se basan en datos TanDEM-X DEM de 12 m. a, sitio de Landívar (núm. 168). b, sitio de Cotoca (núm. 185).

Grandes sitios de asentamiento

Los asentamientos que, con más de 100 ha de tamaño, superan muchas veces a la mayoría de los otros asentamientos de la misma cultura, son un fenómeno muy temprano y mundial.

Ambos grandes sitios de asentamiento están rodeados por tres estructuras defensivas concéntricas que consisten en un foso y una muralla (Datos ampliados Fig. 1), algunas de las cuales están constituidas por muros dobles (Datos ampliados Fig. 9a). En el sitio de Cotoca, las estructuras defensivas internas solo se conservan en algunas secciones (Datos ampliados Fig. 1), lo que puede sugerir que cuando el sitio creció, las murallas se adaptaron en consecuencia.

Conclusiones

Nuestros resultados descartan los argumentos de que la Amazonía occidental estuvo escasamente poblada en la época prehispánica 28 . La disposición arquitectónica de los grandes asentamientos de la cultura Casarabe indica que los habitantes de esta región crearon un nuevo paisaje social y público a través de la monumentalidad. Proponemos que el sistema de asentamiento de la cultura Casarabe es una forma singular de urbanismo tropical agrario de baja densidad 2 —hasta donde sabemos, el primer caso conocido para toda la zona tropical de las tierras bajas de América del Sur 29 , 30 . La escala, la monumentalidad, el trabajo involucrado en la construcción de la arquitectura cívico-ceremonial y la infraestructura de gestión del agua, y la extensión espacial de la dispersión de los asentamientos se comparan favorablemente con las culturas andinas y tienen una escala mucho mayor que los asentamientos sofisticados e interconectados del sur de la Amazonía 31 , que carecen de arquitectura cívico-ceremonial monumental. Como tal, los datos contribuyen a la discusión sobre la riqueza global de la diversidad urbana temprana y ayudarán a redefinir las categorías utilizadas para las sociedades amazónicas pasadas y presentes.

Harappa

Harappa

Mapa esquemático de la zona ocupada por la civilización del valle del Indo (entre el 2500 y el 1700 a. C., mostrando la ubicación de la ciudad de Harappa.

Mapa de la zona ocupada por la posterior cultura del Cementerio H (entre el 1900 y el 1300 a. C.) y la cultura del río Swat (entre el 1600 y el 500 a. C.) en la época de composición del Rig-veda (el texto más antiguo de la India, de mediados del II milenio a. C.). La ciudadela de Harappa (que aparece en el centro de la parte inferior de la imagen) ya había sido abandonada y olvidada.

Puente de botes sobre el río Ravi, a pocos kilómetros de la antigua Harappa; fotografía de 1895 aproximadamente.

Harappa es un yacimiento neolítico muy importante en el Punyaba (provincia del noreste de Pakistán) que perteneció a la cultura del valle del Indo. Está situado 8 kilómetros al sur del río Indo (aunque posiblemente hace tres mil años el río pasaba a pocos metros de la ciudad), a 35 km al suroeste de Sahiwal, a 185 km al suroeste de Lahore y a unos 1000 km al noreste de Karachi (en la costa del mar Arábigo).

La pequeña ciudad actual de Harappa está construida a unos 7 km al sureste de las ruinas de la antigua ciudad fortificada.

El 30 de enero de 2004 el «Sitio arqueológico de Harappa» fue inscrito en la Lista Indicativa de Pakistán —paso previo a ser declarado Patrimonio de la Humanidad—, en la categoría de bien cultura (n.º ref 1878).1

A mediados del siglo XIX las ruinas fueron expoliadas, desapareciendo los restos visibles de la antigua ciudad. Entre 1872 y 1873, la ciudadela fue excavada por el equipo de arqueólogos de sir Alexander Cunningham.

En 1920, el equipo de Rai Bahadur Daya Ram Sahni inició una excavación más exhaustiva. Su trabajo y el de sus contemporáneos, tanto en Harappa como en la antiquísima ciudad de Mohenjo-Daro (también en Pakistán), permitieron conocer al mundo esta olvidada civilización.

En los años 1930 y 1940, otros arqueólogos continuaron la excavación, hasta que en 1946 sir Mortimer Wheeler encontró los restos de la muralla de la ciudad.

Los arqueólogos estiman que la antigua ciudad de Harappa era un asentamiento urbano que dominaba la zona norte de la región del río Indo.

Fue un hallazgo equiparable al descubrimiento de la tumba de Tutankamón: uno de los primeros asentamientos de la historia de la humanidad, que abruptamente fue abandonado.

La ciudad de Harappa tiene cuatro milenios, fue construida 2.600 años antes de Cristo y mantiene todavía un buen estado de conservación, persistiendo los vestigios de una civilización que surgió en el valle del río Indo, con sus muros, casas o calles. Según las estimaciones de los arqueólogos, se trataba de un asentamiento urbano que dominaba la zona norte de la región del río Indo, y fue a mediados del siglo XIX cuando las ruinas fueron expoliadas. En 1826, un viajero británico llamado Charles Masson se encontró con unos extraños montículos de ladrillos y pensó que eran castillos viejos. No fue hasta 30 años después que unos ingenieros que construían un ferrocarril encontraron más ladrillos: la primera evidencia de la ciudad perdida de Harappa.

Sir Alexander Cunningham fue el primero en comenzar a excavarla entre 1872 y 1873, después en 1920 se inició una excavación más exhaustiva en Harappa y Mohenjo-Daro. Así fue como se dio a conocer al mundo esta civilización olvidada, y la excavación continuó durante los años 30 y 40, hasta que en el 46 sir Mortimer Wheeler encontró los restos de la muralla de la ciudad. A día de hoy, los turistas visitan la zona para descubrir sus secretos y disfrutar de la calma del lugar. Su antigüedad y algunos de los daños sufridos hacen difícil saber algunas cosas sobre ella, ¿por qué fue abandonada hace 2.800 años?

Parece que en ese tiempo, los habitantes decidieron abandonar las ciudades para migrar a pequeños pueblos en las faldas del Himalaya. Nadie ha sido capaz de resolver el misterio. La civilización era muy avanzada en muchos aspectos, por ejemplo, tenían una red de abastecimiento de agua impresionante y se beneficiaban del clima cuando el monzón no era muy fuerte, para así poder dedicarse a la cultura de regadío.

Las variables

Se detuvo el comercio. Alrededor de la época en la que las ciudades del Indo comenzaron a colapsar, Mesopotamia atravesaba problemas políticos, y era su principal socio comercial. Algunos historiadores apuntan que ese podría haber sido el motivo de la migración, que se produjo especialmente en la ciudad y no tanto en las aldeas.

¿Hubo una guerra? Otros historiadores creían que la civilización del Indo fue destruida en una gran guerra, debido a que los poemas hindúes llamados RigVeda (de alrededor del 1.500 a.C) describen a los invasores del norte que conquistaron las ciudades del Valle del Indo. En la década de los 40, Mortimer Wheeler descubrió 39 esqueletos humanos en la ciudad de Mohenjo-Daro, y pensó que eran personas que habían sido asesinadas por invasores. No obstante, a día de hoy esta teoría no tiene mucha fuerza pues no hay evidencia de guerra o asesinatos.

Alrededor de la época en la que las ciudades del Indo comenzaron a colapsar, Mesopotamia atravesaba problemas políticos, y era su principal socio comercial

¿Se movió el río? Muchos historiadores creen que la civilización se derrumbó debido a cambios en la geografía y el clima de la zona. Los movimientos en la corteza terrestre (la capa exterior), podrían haber causado que se hundiese el río y cambiase de dirección. Las principales ciudades estaban estrechamente vinculadas al río, por lo que los cambios en su caudal habrían tenido un efecto terrible en ellas. Las inundaciones repetidas podrían haber provocado una acumulación de sal en el suelo, lo que dificulta el cultivo.

Se creía que, al mismo tiempo, el Ghaggar-Hakra (otro río de la zona) se secó. La gente se vio obligada a abandonar muchas de las ciudades ubicadas a lo largo de sus orillas, como Kalibangan y Banawali. Quizá la gente comenzó a enfermar y a pasar hambre, y se habría propagado el caos. Esta teoría, sin embargo, también fue negada por un estudio publicado en ‘Nature Communications‘: ese gran río del Himalaya no fluyó al mismo tiempo que el desarrollo de los asentamientos urbanos de la Civilización de Indo. La investigación muestra cómo los antiguos centros urbanos no necesitaron necesariamente un sistema fluvial activo para prosperar.

“No hacían arte, ni grandes ciudades, ni escribían… pero subsistieron durante otro milenio gracias al secano”

Analizando los sedimentos de la zona, un equipo de científicos ha llegado a la conclusión de que el monzón durante el invierno se incrementó, mientras que el del verano se redujo, lo que les habría hecho migrar de esa zona a las del Himalaya, cambiando su cultura de regadío por la de secano. “No hacían arte, ni grandes ciudades, ni escribían… pero subsistieron durante otro milenio gracias al secano”, señalan fuentes del propio estudio en ‘BBC‘. Aunque por ahora son teorías, parece que los arqueólogos están cada vez más cerca de conocer la verdad. Pero aún queda por saber si no fueron un cúmulo de sucesos los que terminaron abruptamente con una de las civilizaciones más antiguas de la historia de la humanidad.

El origen de la Civilización del Indo y la Cultura Harappa

Hace 4.500 años, esta región jugó un papel fundamental en el desarrollo de una antigua y avanzada cultura, la Civilización del Indo también conocida cómo cultura Harappa. Perduró dos milenios y fue la más extensa de las grandes civilizaciones fluviales de la Edad de Bronce, que surgieron al amparo de grandes ríos como el Indo, el Tigris y el Éufrates, el Nilo y los ríos Huang He y Yangsté en China.

Harappa (pronunciación punjabi:  [ɦəɽəppaː]; urdu/punjabi: ہڑپّہ) es un sitio arqueológico en Punjab, Pakistán, a unos 24 km (15 millas) al oeste de Sahiwal. El sitio toma su nombre de un pueblo moderno ubicado cerca del antiguo curso del río Ravi, que ahora corre 8 km (5,0 millas) al norte. El pueblo actual de Harappa está a menos de 1 km (0,62 millas) del sitio antiguo. Aunque la moderna Harappa tiene una estación de tren heredada del período del Raj británico, en la actualidad es una pequeña ciudad encrucijada de 15.000 habitantes.

Civilización harappa ہڑپّہ (en urdu)

Una vista del granero y el gran salón de Harappa

Localización: Distrito de Sahiwal , Punjab, Pakistán

Tipo: Asentamiento

Área: 150 ha (370 acres)

 

Historia

Periodos: Harappa 1 a Harappa 5

Culturas: Civilización del valle del Indo

Notas del sitio

Sitio web: www .harappa .com

El sitio de la antigua ciudad contiene las ruinas de una edad de bronce fortificada de la ciudad, que era parte de la civilización del Indo centrados en Sindh y el Punjab, y luego la cultura del cementerio H.[1] Se cree que la ciudad tuvo hasta 23.500 residentes y ocupó alrededor de 150 hectáreas (370 acres) con casas de ladrillos de arcilla en su mayor extensión durante la fase madura de Harappa (2600 a. C. – 1900 a. C.), que se considera grande para su época.[2] [3] Según la convención arqueológica de nombrar una civilización previamente desconocida por su primer sitio excavado, la Civilización del Valle del Indo también se llama Civilización Harappa.

La antigua ciudad de Harappa sufrió graves daños bajo el dominio británico, cuando los ladrillos de las ruinas se utilizaron como lastre de las vías en la construcción del ferrocarril Lahore-Multan. En 2005, un controvertido esquema de parque de atracciones en el sitio fue abandonado cuando los constructores desenterraron muchos artefactos arqueológicos durante las primeras etapas del trabajo de construcción.[4]

Historia

Mapa que muestra los sitios y la extensión de la civilización del valle del Indo. Harappa fue el centro de una de las regiones centrales de la civilización del valle del Indo, ubicada en el centro de Punjab. La arquitectura de Harappa y la civilización de Harappa fue una de las más desarrolladas en la antigua Edad del Bronce.

La civilización Harappa tiene sus raíces más tempranas en culturas como la de Mehrgarh, aproximadamente 6000 aC. Las dos ciudades más importantes, Mohenjo-daro y Harappa, surgieron alrededor del 2600 a. C. a lo largo del valle del río Indo en Punjab y Sindh.[5] La civilización, con un posible sistema de escritura, centros urbanos y un sistema social y económico diversificado , fue redescubierta en la década de 1920 también después de excavaciones en Mohenjo-daro en Sindh cerca de Larkana , y Harappa, en el oeste de Punjab al sur de Lahore . También se han descubierto y estudiado varios otros sitios que se extienden desde las estribaciones del Himalaya en el este de Punjab, India en el norte, hasta Gujarat en el sur y el este, y hasta el Baluchistán paquistaní en el oeste. Aunque el sitio arqueológico de Harappa fue dañado en 1857 [6] cuando los ingenieros que construían el ferrocarril Lahore – Multan utilizaron ladrillos de las ruinas de Harappa para lastre de las vías, se han encontrado una gran cantidad de artefactos.[7] Debido a la reducción del nivel del mar, ciertas regiones a finales del período Harappa fueron abandonadas.[8] Hacia el final, la civilización Harappa perdió características como la escritura y la ingeniería hidráulica.[9] Como resultado, el asentamiento del valle del Ganges ganó prominencia y se desarrollaron las ciudades del Ganges.[10]

Cultura y economía

La civilización del valle del Indo era básicamente una cultura urbana sustentada por el excedente de producción agrícola y el comercio, este último incluido el comercio con Elam y Sumer en el sur de Mesopotamia. Tanto Mohenjo-Daro como Harappa se caracterizan generalmente por tener “viviendas diferenciadas, casas de ladrillo con techo plano y centros administrativos o religiosos fortificados”.[11] Aunque tales similitudes han dado lugar a argumentos a favor de la existencia de un sistema estandarizado de diseño y planificación urbana, las similitudes se deben en gran medida a la presencia de un tipo semi-ortogonal de diseño cívico y una comparación de los diseños de Mohenjo. -Daro y Harappa muestran que, de hecho, están dispuestos de una manera bastante diferente.

Los pesos y medidas de la civilización del valle del Indo, por otro lado, estaban altamente estandarizados y se ajustan a una escala establecida de gradaciones. Los sellos distintivos se utilizaron, entre otras aplicaciones, quizás para la identificación de bienes y el envío de mercancías. Aunque se utilizaba cobre y bronce, todavía no se utilizaba hierro. “Cotton fue tejido y teñido para la ropa; fueron trigo, arroz, y una variedad de vegetales y frutas cultivada, y un número de animales, incluyendo el toro joroba, fue domesticado,”[11], así como “aves de corral para la lucha”.[12] La alfarería hecha con ruedas —algunas de ellas adornadas con motivos animales y geométricos— se ha encontrado en abundancia en todos los principales sitios del Indo. De la uniformidad cultural revelada se ha inferido una administración centralizada para cada ciudad, aunque no para toda la civilización; sin embargo, sigue siendo incierto si la autoridad recaía en una oligarquía comercial. Los harappans tenían muchas rutas comerciales a lo largo del río Indo que llegaban hasta el golfo Pérsico, Mesopotamia y Egipto. Algunas de las cosas más valiosas comercializadas fueron cornalina y lapislázuli.[13]

Lo que está claro es que la sociedad de Harappa no era del todo pacífica, y los restos óseos humanos demostraron algunas de las tasas más altas de lesiones (15,5%) encontradas en la prehistoria del sur de Asia.[14] El análisis paleopatológico demostró que la lepra y la tuberculosis estaban presentes en Harappa, con la mayor prevalencia de enfermedades y traumatismos presentes en los esqueletos del Área G (un osario ubicado al sureste de las murallas de la ciudad).[15] Además, las tasas de trauma e infección craneofacial aumentaron con el tiempo, lo que demuestra que la civilización se derrumbó en medio de enfermedades y lesiones. Los bioarqueólogos que examinaron los restos han sugerido que la evidencia combinada de las diferencias en el tratamiento mortuorio y la epidemiología indica que algunas personas y comunidades en Harappa fueron excluidas del acceso a recursos básicos como la salud y la seguridad.

Comercio

Los harappanos habían comerciado con la antigua Mesopotamia, especialmente con Elam, entre otras áreas. Los textiles de algodón y los productos agrícolas fueron los principales objetos comerciales. Los comerciantes de Harappa también tenían colonias de adquisiciones en Mesopotamia que también servían como centros comerciales.[dieciséis]

Arqueología

Imágenes votivas en miniatura o modelos de juguetes de Harappa, ca. 2500. Figuras de terracota modeladas a mano con policromía.

Los excavadores del sitio han propuesto la siguiente cronología de la ocupación de Harappa:[3]

  1. Aspecto Ravi de la fase Hakra , c. 3300-2800 AC.
  2. Fase Kot Dijian (Harappa temprano), c. 2800 – 2600 antes de Cristo.
  3. Fase de Harappa, c. 2600-1900 antes de Cristo.
  4. Fase de transición, c. 1900 – 1800 antes de Cristo.
  5. Fase de Harappa tardía, c. 1800-1300 antes de Cristo.

Con mucho, los artefactos más exquisitos y oscuros desenterrados hasta la fecha son los pequeños sellos cuadrados de esteatita (esteatita) grabados con motivos humanos o animales. Se ha encontrado una gran cantidad de focas en sitios como Mohenjo-Daro y Harappa. Muchos llevan inscripciones pictográficas que generalmente se cree que son una forma de escritura o escritura.[cita requerida] A pesar de los esfuerzos de los filólogos de todas partes del mundo, ya pesar del uso del análisis criptográfico moderno, los signos permanecen sin descifrar. También se desconoce si reflejan proto- Dravidian u otro (s) lenguaje (s) no védico (s). La atribución de la iconografía y la epigrafía de la civilización del valle del Indo a culturas históricamente conocidas es extremadamente problemática, en parte debido a la evidencia arqueológica bastante tenue de tales afirmaciones, así como a la proyección de preocupaciones políticas modernas del sur de Asia en el registro arqueológico del área. Esto es especialmente evidente en las interpretaciones radicalmente variables de la cultura material de Harappa según lo visto tanto por los académicos con sede en Pakistán como en la India.[investigación original?] [cita requerida]

En febrero de 2006, un maestro de escuela en la aldea de Sembian-Kandiyur en Tamil Nadu descubrió un hacha de piedra (herramienta) con una inscripción que se estima tiene hasta 3.500 años de antigüedad.[17][18] El epigrafista indio Iravatham Mahadevan postuló que los cuatro signos estaban en la escritura del Indo y llamó al hallazgo “el mayor descubrimiento arqueológico de un siglo en Tamil Nadu”.[17] Con base en esta evidencia, continúa sugiriendo que el idioma utilizado en el valle del Indo era de origen dravídico . Sin embargo, la ausencia de una Edad de Bronce en el sur de la India, en contraste con el conocimiento de las técnicas de fabricación de bronce en las culturas del Valle del Indo, cuestiona la validez de esta hipótesis.

El área del período Harappa tardío consistió en áreas de las regiones de Daimabad, Maharashtra y Badakshan de Afganistán. El área cubierta por esta civilización habría sido muy grande con una distancia de alrededor de 2.400 kilómetros (1.500 millas)[19]

Los primeros símbolos similares a la escritura del Indo

Tablas de arcilla y piedra desenterradas en Harappa, que fueron datadas por carbono del 3300-3200 a. C., contienen marcas en forma de tridente y en forma de plantas. “Es una gran pregunta si podemos llamar a lo que hemos encontrado escritura verdadera, pero hemos encontrado símbolos que tienen similitudes con lo que se convirtió en escritura Indus”, dijo el Dr. Richard Meadow de la Universidad de Harvard, Director del Proyecto de Investigación Arqueológica de Harappa.[20] Esta escritura primitiva se sitúa un poco antes que las escrituras primitivas de los sumerios de Mesopotamia, fechadas hacia el 3100 a. C.[20] Estas marcas tienen similitudes con lo que más tarde se convirtió en Indus Script . [20]

Notas

Harappa. Fragmento de vasija grande y profunda, alrededor del 2500 aC Cerámica roja con decoración pintada en rojo y negro, 4 15/16 × 6 1/8 pulg. (12,5 × 15,5 cm). Museo de Brooklyn

Estatuillas de Harappa

El controvertido torso masculino de Harappa (izquierda). El descubridor, Madho Sarup Vats, reclamó una fecha de Harappa, pero Marshall fechó la estatuilla en el período de Gupta.[21] Otra estatuilla famosa del sitio es el bailarín de piedra gris Harappa (derecha).

  • La datación por radiocarbono más antigua mencionada en la web es 2725 ± 185 a.C. (sin calibrar) o 3338, 3213, 3203 a.C. calibrada, dando un punto medio de 3251 a.C. Kenoyer, Jonathan Mark (1991) Proceso urbano en la tradición del Indo: un informe preliminar. En Excavaciones de Harappa, 1986–1990: Un enfoque multidisciplinario del urbanismo del Segundo Milenio, editado por Richard H. Meadow: 29–59. Monografías de arqueología mundial No 3. Prensa de la prehistoria, Madison Wisconsin.
  • Los períodos 4 y 5 no están fechados en Harappa. La terminación de la tradición de Harappa en Harappa cae entre 1900 y 1500 a. C.
  • Mohenjo-Daro es otra ciudad importante del mismo período, ubicada en la provincia de Sindh en Pakistán. Una de sus estructuras más conocidas es el Gran Baño de Mohenjo-Daro.

Saber más en: https://hmong.es/wiki/Indus_Valley_Civilisation

 

 

Foto: Calle de un asentamiento del sitio arqueológico de Harappa (2.500-2.000 a.C.), en Pakistán. / EDGAR KNOBLOCH / WERNER FORMAN / GTRES.

Arquitectura de Harappan

La Arquitectura de Harapase o la Civilización del Valle del Indo La arquitectura es la arquitectura de los pueblos antiguos que vivieron en el Valle del Indo aproximadamente desde el 3300 aC hasta el 1300 aC. Los Harapas estaban bastante avanzados para su tiempo, especialmente en arquitectura. La Civilización del Valle del Indo (QLI) fue una civilización de la Edad del Bronce (3300-1300 aC, período de 2600 a 1900 aC), principalmente en la parte noroccidental del sur de Asia, que se extiende desde lo que hoy es el norte de Afganistán hasta Pakistán y el noroeste de India. Junto con el Antiguo Egipto y Mesopotamus, fue una de las primeras tres civilizaciones antiguas del Viejo Mundo y una de las tres más extendidas. La desertificación de esta región durante el milenio aC pudo haber sido el estímulo inicial para la urbanización asociada con la civilización, pero también redujo el suministro de agua lo suficiente como para causar el desplazamiento de su población hacia el este. En su apogeo, la civilización del valle del Indo puede haber tenido una población de más de cinco millones de personas. Los antiguos residentes pulmonares de Indus desarrollaron nueva tecnología en artesanías (productos de cornalina, sellos grabados) y metalurgia (cobre, bronce, plomo y pálido). Las ciudades del Indo son conocidas por su planificación urbana, casas de ladrillo, sistemas de dragado elaborados, sistemas de suministro de agua y grandes montones de edificios no residenciales. La civilización del Valle del Indo también se conoce como Harapas Civilization, según Harapas, el primer sitio excavado en el sitio de esta civilización en la década de 1920, conocida como la provincia de Punjab en Gran Bretaña y que ahora se encuentra en Pakistán. El descubrimiento de Harapa y poco después, Mohenjo-daros, fue la coronación de la obra iniciada en 1861 con el establecimiento de la Encuesta arqueológica de la India en la India británica. La excavación de los sitios de Harapa ha continuado desde 1920, con importantes descubrimientos hasta 1999. Culturas anteriores y posteriores, a menudo denominadas culturas burguesas primitivas y culturas burguesas tardías, en la misma área de la Civilización Harapas. La Civilización de Harapas a veces se ha llamado Cultura de Madurez de Harapase para distinguirla de estas culturas. En 1999, más de 1.056 ciudades y asentamientos fueron excavados, principalmente en la región de Indus y Ghaggar-Hakra y sus ramas más pequeñas. Entre los asentamientos se encuentran los principales centros urbanos de Harapas, Mohenjo-daros (Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO), Dholavira, Ganeriwala en Cholistan y Rakhigarhi. El lenguaje del arpa no se prueba directamente y su relación familiar no está clara ya que la escritura de Indus todavía no está codificada. Algunos estudiosos favorecen una relación con la familia de las lenguas Dravidian o El-Dravidian.

Cronología

El Período de Madurez de la Civilización de Harapas duró aproximadamente desde 2600 hasta 1900 aC Con la inclusión del precursor y culturas posteriores, la cultura Harapase Temprana y Tardía, respectivamente, se puede considerar que la totalidad de la Civilización del Valle del Indo abarca desde el siglo XXXII hasta la del de XIV aC Las primeras culturas de Harapase están precedidas por la cultura Mehrgarh (alrededor de 7.000 a 3.300 aC) en Balukistán paquistaní. Para la periodización de QLI (Civilization of the Indus Valley) se usan dos términos: Phase y Epoka. Las Etapas Tempranas, la Maduración y el Harapase Tardío también se denominan Épocas de Regionalización, Integración y Localización, respectivamente, con la era de la Regionalización que alcanza el II Período Neolítico de Mehrgarh.

7000-5500 aC Mehrgarh I (Neolítico ya de cerámica)
5500-3300 aC Mehrgarh II-VI (Cerámica neolítica) La era de la regionalización
3300-2800 aC Harapase temprano Harapan 1 (fase Ravi)
2800-2600 aC Harapan 2 (fase Kot Diji, Nausharo I, Mehrgarh VII)
2600-2450 aC de la madurez de Harapase (Puerta del Indo) Harapan 3A (Nausharo II) La era de la integración
2450-2200 aC Harapan 3B
2200-1900 aC Harapan 3C
1900-1700 aC Harapase tardío (cementerio H); Cerámica pintada con ocre. Harapan 4 Edad de localización
1700-1300 aC Harapan 5
1300-300 aC Post-Harapan Cerámica gris pintada, cerámica negra, vidriada (edad de hierro), tradición indogangética. Período védico, «Segunda urbanización» (500-200 aC).

La primera civilización Harapas

Early Phase Harapase Ravi, llamado así por el cercano río Ravi, duró de 3300 aC a 2800 aC. Está asociado con la Etapa de Hakra, identificada con el valle del río Ghaggar-Hakra al oeste y antes que la Fase Kot Diji (2800-2600 aC, Harapas 2), llamada así por un sitio en el norte de Sindh en Pakistán cerca de Mohenjo Daro-s. Los primeros ejemplos de la escritura del Indo se remontan al III milenio del BCE. La temprana edad de la cultura rural temprana estuvo representada por Rehman Dheri y Amri en Pakistán. Kot Diji representa la etapa que conduce al Período de Maduración Harapase, con la fortaleza que representa la autoridad centralizada y un aumento en la calidad de vida. Otra ciudad de esta fase se encontró en Kalibangan en la India en el río Hakra. La red comercial vinculó esta cultura a culturas regionales cercanas y fuentes remotas de materia prima, incluyendo lapislázuli y otros productos botánicos. Para entonces, los aldeanos usaban numerosos productos vegetales, como peras, semillas de sésamo, frutas de palma y algodón, así como animales, incluido el búfalo de agua. Las comunidades tempranas de Harapase regresaron a los principales centros urbanos alrededor del 2600 aC, donde comenzó la fase de maduración de Harapase. Las investigaciones recientes muestran que la gente del Valle del Indo se mudó de las aldeas a las ciudades.

Periodo de madurez de Harapase

Alrededor del 2600 a. C., las comunidades tempranas de Harapase regresaron a los principales centros urbanos. Estos centros urbanos incluyen Harapan, Ganeriwala /, Mohenjo-daron en el Pakistán actual y Dholaviran, Kalibangan, Rakhigarh, Rupar y Lothal en la India actual. En total, se han encontrado más de 1.052 ciudades y asentamientos, principalmente en la región general del río Indo y sus sucursales.

La caída tardía de la cultura del arbusto tardío

Alrededor de 1800 aC, comenzaron a aparecer signos de un declive gradual y alrededor del 1700 aC, la mayoría de las ciudades fueron abandonadas. En 1953, Sir Mortimer Wheeler propuso que el colapso de QLI fue causado por las invasiones de una tribu indoeuropea de Asia Central llamada «Arjanë». Como evidencia, menciona un grupo de 37 esqueletos encontrados en varias partes de Mohenjo-Daro y pasajes de los Vedas citados como batallas y fortalezas. Sin embargo, los investigadores pronto comenzaron a rechazar la teoría de Wheeler, ya que los esqueletos pertenecían a un período posterior al abandono de la ciudad y no se encontraron ninguno cerca de la Acrópolis. Otros exámenes esquemáticos de Kenneth AR Kennedy en 1994 mostraron que las marcas de cráneo fueron causadas por la erosión y no por ningún ataque violento. Hoy en día, muchos estudiosos creen que el colapso de Qyt en Lug of Indus fue causado por la sequía y el colapso del comercio con Egipto y Mesopotamia. Las últimas revisiones de esqueletos humanos del sitio de Harapa demuestran que el fin de la civilización del Indo estuvo asociado con un aumento de la violencia interpersonal y enfermedades infecciosas como la lepra y la turbotomía. También se ha sugerido que la emigración de nuevos pueblos, la deforestación, las inundaciones o los cambios en los caudales de los ríos pueden haber contribuido al colapso de Qyt. a Lug. de Indus. La cultura del cementerio fue una manifestación de la cultura tardía de Harapase en una gran área del sur y de la cultura de la cerámica ocre, sucesora. Anteriormente, se creía que el colapso de la civilización Harapas llevó a la demolición de la vida urbana en el subcontinente indio. Sin embargo, el Lug del Valle del Indo no desapareció inesperadamente y muchos de sus elementos se pueden encontrar en culturas posteriores que se han encontrado. David Gordon White menciona a otros tres pensadores prevalecientes que «han demostrado con vigor» que la fe védica se ha filtrado en parte del Qyt del Lug of Indus. Los datos actuales sugieren que la cultura material clasificada como la cultura posterior de Harapase puede haber continuado al menos hasta el 1000-900 a. C. y fue parcialmente contemporánea con la cultura de la cerámica gris. El arqueólogo de Harvard, Richard Meadow, muestra el asentamiento tardío de Piratas en Harapas, que floreció constantemente desde 1800 a. C. hasta el momento de la invasión de Alejandro el Grande en el 325 a. Recientes excavaciones arqueológicas prueban que la caída de Harapa llevó a residentes del este. Después de 1900 a. C., el número de sitios en India aumenta de 218 a 853. Las excavaciones llanas de Gangetics indican que los asentamientos urbanos comenzaron alrededor de 1200 aC, solo unos pocos siglos después de la caída de Harapa y mucho antes de lo que se pensaba. Los arqueólogos han enfatizado que, al igual que en la mayoría de las áreas del mundo, hubo una serie continua de desarrollo cultural. Estos vinculan «las llamadas dos etapas principales de la urbanización en el sur de Asia». Como resultado del colapso de QLI, surgieron culturas regionales, que muestran grados variables de influencia de Qyt. y Lug. de Indus. En la antigua gran ciudad de Harapas, se descubrió que las tumbas que se encontraron coincidían con una cultura regional llamada Cementerio Cultura. Al mismo tiempo, la Cultura de Cerámica de color roble se extendía desde Rajastán hasta la Banda de la Meseta. La cultura del cementerio tiene la evidencia más antigua de cremación; una práctica predominante en el hinduismo actual.

Tecnología

Gente de Qyt. a Lug. de Indus logró una gran precisión en la medición de longitud, masa y tiempo. Fueron de los primeros en desarrollar un sistema uniforme de peso y masa. Una comparación de objetos disponibles muestra un gran grado de variación en todo el territorio del Indo. Su división más pequeña, que se anotó en una regla de marfil encontrada en Lothal of Gujarat, fue de aproximadamente 1,704 mm, la división más pequeña jamás registrada en una hilandera de la Edad de Bronce. Los ingenieros de QLI siguieron los decimales de las medidas para todos los propósitos prácticos, incluida la medición de la masa, como lo demuestran sus alturas hexagonales. Estos pesos estaban en la relación 5: 2: 1 con pesos de 0.05, 0.1, 0.2, 0.5, 1, 2, 5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500 unidades, cada uno con un peso aproximado de 28 gramos y objetos más pequeños pesados un mismo informe con unidades 0.871. Sin embargo, como en otras culturas, los pesos no fueron uniformes en toda el área. Los pesos y las medidas utilizados más adelante en Arthashastra de Kautilya (siglo IV aC) son los mismos que los utilizados en Lothal. Harapasses mejoró algunas de las nuevas tecnologías metalúrgicas y produjo cobre, bronce, plomo y estaño. Las habilidades del arnés de la hoja fueron sobresalientes, especialmente en la construcción de patios navales. Se encontró una pieza de prueba con cintas de oro en Banawali, que probablemente se usó para pruebas de pureza de oro (una técnica que todavía se usa en algunas partes de la India).

Ingeniería hidráulica de Indus QL

La antigua civilización del valle del Indo en el sur de Asia, incluidos Pakistán y el noroeste de la India, fue notable en ingeniería hidráulica y suministro de agua, así como en herramientas de saneamiento y sanidad que fueron las primeras de su tipo. Entre otras cosas, tienen el primer sistema de baño de agua corriente conocido del mundo. Estos existían en muchos hogares y estaban vinculados a un sistema común de alcantarillado de alcantarillado. La mayoría de los hogares también tenían pozos de agua privados. Las murallas de la ciudad funcionaban como una barrera contra la inundación de las aguas. Las áreas urbanas de Qyt Lug of Indus proporcionaron baños públicos y privados, los canales de descarga se ubicaron en tuberías subterráneas construidas con azulejos de ladrillo y un sofisticado sistema de administración de agua con múltiples reservorios. En el sistema de drenaje, el alcantarillado de las viviendas estaba vinculado a un alcantarillado público más grande. Lothal era un puerto en el Mar Arábigo que tenía un astillero.

Comercio y transporte

La economía de Qyt. a Lug. Indus parece depender significativamente del comercio, que fue facilitado por los principales avances en la tecnología del transporte. QLI podría haber sido la primera civilización en usar sillas de ruedas. Estos avances pueden haber incluido barras de acelerador y barcos. La mayoría de estos barcos probablemente sean pequeños, con un fondo plano, tal vez movidos por los velos; sin embargo, hay evidencia secundaria para los barcos de vela. Los arqueólogos han descubierto un canal excavado masivo y lo que consideran como una conveniencia en la forma de un astillero en la ciudad costera de Lothal en el oeste de la India (estado de Gujarati). Una red de canal larga, utilizada para el riego, fue encontrada por H.-P. Francfort. Durante el período de 4300-3200 aC BC, el Qyt. y Lug. Indus muestra similitudes en la alfarería con el sur de Turkmenistán y el norte de Irán, lo que sugiere una considerable capacidad de recuperación y comercio. Durante el Período Temprano de Harapase (alrededor de 3200-2600 aC), las similitudes en cerámica, sellos, estatuillas, adornos, etc. Documentan caravanas comerciales intensivas con Asia Central y la meseta iraní. A juzgar por la distribución de los artefactos de QLI, las redes comerciales, integradas económicamente en un área invaluable, que incluye partes de Afganistán, las regiones costeras de Persia, el norte y el oeste de la India y Mesopotamia. Las cirugías dentales realizadas por personas enterradas en Harapa sugieren que algunos residentes habían emigrado a la ciudad a través del valle del Indo. Hay evidencia de que los contactos comerciales se extendieron a Creta y probablemente en Egipto. Tenía una gran red de comercio naval que operaba entre las civilizaciones del Indo y Mesopotamia desde la fase del bajo medio, con una gran parte del comercio en poder de la «clase media Dilmun» (Bahréin y el moderno Failaka situado en la bahía persa). Este comercio marítimo de larga distancia fue posible gracias al desarrollo innovador de embarcaciones flotantes construidas con tablas, equipadas con un único mástil central que transportaba un velo o prenda de vestir tejida. Muchos asentamientos costeros como Sotkagen-dor (río Dasht, al norte de Jiwan), Sokhta Koh (río Shadi, al norte de Pas-ni) y Balakot (cerca de Sonmiani) en Pakistán junto con Lothal en India, países occidentales, dan testimonio de su papel como facilitación del comercio de QLI Las costas poco profundas que se encuentran en los deltas de los ríos permitieron el comercio de ganado con las ciudades mesopotámicas.

Ciudades

Una cultura sofisticada y tecnológicamente avanzada es evidente en Qyt Lug of Indus, convirtiéndolos en los primeros centros urbanos de la región. La calidad de la planificación urbana de las ciudades sugiere el dominio de la planificación urbana y la qetita de gobiernos eficientes que dan una alta prioridad a la higiene o el acceso a los rituales religiosos. Como se vio en Harapa, Mohenjo-Daro y recientemente excavado en Rakhigarhi, esta planificación urbana incluyó los primeros sistemas de saneamiento del mundo para la higiene pública. Dentro de la ciudad, casas separadas o grupos de casas estaban sacando agua de los pozos. Desde una habitación que parecía estar reservada para el lavado, el agua residual se dirigía a canales de drenaje drenados que se extendían por las calles principales. Las casas solo estaban abiertas a patios interiores y callejones más pequeños. La construcción de casas en algunas aldeas de la región todavía se parece a los aspectos de Harapase. Los antiguos sistemas de alcantarillado y drenaje que se desarrollaron y utilizaron en las ciudades de la región del Indo fueron más avanzados que cualquier otro que se encuentre en los sitios urbanos contemporáneos en el Medio Oriente. La arquitectura avanzada de Harapase ha sido mostrada por patios navales, graneros, almacenes, plataformas de azulejos y muros de protección. Las enormes murallas de las ciudades del Indo tenían más probabilidades de proteger las mordeduras de las inundaciones y podrían haber evitado conflictos militares. El propósito de las fortalezas sigue siendo debatido. En un cambio profundo con las civilizaciones contemporáneas, como la de Mesopotamia y el antiguo Egipto, no se construyeron grandes estructuras monumentales. No hay información concluyente sobre la presencia de palacios o templos, o reyes, ejércitos y sacerdotes. Se cree que algunas estructuras han sido punteadas. Se ha encontrado un gran balneario bien construido («El Gran Baño de Mohenjo-daro») en una ciudad, que puede haber sido un baño público. Aunque las fortalezas de la ciudad estaban amuralladas, no fue posible aclarar si estas estructuras eran defensivas o no. Pueden haber sido construidos para evitar derrames de agua. La mayoría de los residentes de la ciudad parecen ser comerciantes o artesanos que vivían con otros siguiendo la misma profesión en lugares bien definidos. Los materiales de regiones remotas se usaron para crear sellos, sellos y otros objetos. Aunque algunas casas eran más grandes que las otras, las ciudades QLI fueron notables por su aparente, aunque relativamente relativa igualdad. Todas las casas tenían acceso a instalaciones de agua y alcantarillado y drenaje. Esto da la impresión de una sociedad relativamente menos rica, aunque vista como adornos personales a diferentes niveles. La prehistoria de las regiones fronterizas indo-iraníes muestra un aumento constante a lo largo del tiempo y la densidad de los asentamientos. La población creció en las llanuras del Indo debido a la caza y recolección de frutas y plantas.

Mohenjo-daro

Mohenjo-daro (Sindhi: موئن جو دڑو, urdu: موئن جو دڑو), literalmente la colina de los muertos; es un sitio arqueológico en la provincia de Sindh, Pakistán. Construido alrededor del 2500 aC, fue uno de los asentamientos más grandes de Qyt. a Lug. Indus y una de las primeras áreas urbanas principales del mundo, contemporánea con las civilizaciones del Antiguo Egipto, Mesopotamia, la Civilización de Minorías Cretense y Qyt. Norte Chico. Mohenjo-dare fue abandonado en el siglo XX. del siglo XIX aC después de la caída de Qyt. a Lug. Indus y el sitio no se descubrieron hasta la década de 1920. Desde entonces, se han llevado a cabo importantes excavaciones y el sitio de la ciudad ha sido proclamado patrimonio mundial por la UNESCO en 1980. Actualmente, el sitio está amenazado por la erosión y las restauraciones inmanejables. El sitio de Mohenjo-daro aparece en el billete de 20 páginas rumano pakistaní. Mohenjo-daro, el nombre moderno del sitio, ha sido interpretado de varias maneras como «El Charco de los Muertos» en Sindhs y como «Pirgu de Mahoma» (donde Mohan es Krishna). El origen del nombre es desconocido. Basado en el análisis del sello de Mohenjo-daro, Iravatham Mahadevan asumió que el antiguo nombre de la ciudad podría haber sido Kukkutarma («la ciudad [-rma] de rosas»]. El rugir de la guerra pudo haber tenido un significado ritual y religioso para la ciudad, con pollos ahumados para fines sagrados en lugar de como fuente de alimentos. Mohenjo-daro puede haber sido un punto de distribución para la mitigación general de las aves de corral.

Harapa

Harapa (pronunciación de Panjabi: ɦəɽəppaː; urdu: ہڑپہا) es un sitio arqueológico en Punjab, Pakistán, a unos 24 km al oeste de Sahiwal. El sitio lleva el nombre de la aldea moderna situada cerca del antiguo río Ravi. La aldea actual de Harapa se encuentra a 6 km del sitio antiguo. Aunque la moderna Harapa tiene una estación de ferrocarril heredada del período del dominio británico, hoy en día es solo una pequeña ciudad en el cruce de 15,000 asientos. El sitio de la antigua ciudad contiene ruinas de una ciudad fortificada de la Edad del Bronce, que formaba parte de la Cultura del Cementerio H y Qyt. a Lug. Indus, centrado en la región de Sindh y Punjab. Se cree que la ciudad tuvo hasta 23,500 residentes y ocupó aproximadamente 150 hectáreas con casas fangosas en su mayor extensión durante la fase de Harapase Maturian (2600-1900 aC), que se consideró grande para su tiempo. Como una convención arqueológica de nombrar a una civilización antigua desconocida desde su primer sitio excavado, la Civilización del Valle del Indo también se llama Civilización Harapas. La antigua ciudad de Harapa fue severamente dañada durante el gobierno británico cuando los ladrillos de las ruinas se usaron como polea para la construcción del Ferrocarril Lahore-Multan. En 2005, un esquema de patio de recreo controversial fue abandonado cuando los constructores tiraron en muchos artefactos arqueológicos durante las primeras etapas de las obras. Una oración del arqueólogo pakistaní Ahmad Hasan Dani al Ministerio de Cultura de Pakistán llevó a la reconsideración del sitio.

Çatalhöyük

Çatalhöyük

Coordenadas: 37°40′03″N 32°49′42″E

Çatalhöyük, también conocido como Çatal Höyük, Çatal Hüyük o Catal Hüyük (del turco çatal: ‘tenedor’, y höyük: ‘túmulo’), es un antiguo asentamiento de los períodos Neolítico y Calcolítico, siendo el conjunto urbano más grande y mejor preservado de la época neolítica en el Oriente Próximo. En su apogeo este asentamiento llegó a cubrir 13 hectáreas.

Çatalhöyük está ubicado al sur de la península de Anatolia, en la planicie de Konya, cerca de la actual ciudad de Konya (antigua Iconium) y aproximadamente a 140 km del volcán Hasan Dağ, en Turquía.

Situada a 11 kilómetros de la ciudad de Konya Çumra Çatalhöyük es considerado como uno de los primeros asentamientos de la humanidad con densa población de ocho mil personas.

Un canal del río Çarşamba fluía antiguamente entre los dos montículos que forman el yacimiento, levantado sobre terrenos de arcilla aluvial que pudieron ser favorables para una precoz agricultura. El que está situado hacia el este pudo llegar a alcanzar unos 20 metros de altura sobre la llanura en los últimos momentos de ocupación del Neolítico. El del oeste forma una elevación menor y hay también un yacimiento bizantino a unos cientos de metros hacia el este. Los asentamientos de época prehistórica fueron abandonados antes de la Edad del Bronce. En sus capas inferiores (y más antiguas) el yacimiento data de hacia mediados del VIII milenio a. C. y las más recientes hacia el 5700 a. C. Aunque, según la «Escuela de Lyon», pertenece a los períodos 4 y 5 de la prehistoria del Oriente Próximo (6600-5600 a. C.)1

El desarrollo de esta civilización se interrumpió bruscamente hacia el 5700 a. C. por un gran incendio, que coció el adobe y permitió que paredes de hasta tres metros quedaran en pie. La mayor parte del asentamiento fue destruido o abandonado.

En 2012, la Unesco lo incluyó dentro de la lista del Patrimonio de la Humanidad.2

Descubrimiento

Mapa del Creciente Fértil asiático, con los principales centros de desarrollo cultural conocidos, entre los cuales se encuentra Çatalhöyük.

Descubierto inicialmente en 1958, el sitio de Çatalhöyük no atrajo la atención mundial hasta las excavaciones de James Mellaart, llevadas a cabo entre 1961 y 1965,3​ las cuales revelaron que esta región de Anatolia era un foco de cultura avanzada durante el período Neolítico. Pero Mellaart fue expulsado de Turquía debido a su implicación en el asunto Dorak, al haber publicado los dibujos de unos artefactos de la Edad del Bronce supuestamente importantes, que luego desaparecieron (ver Pearson y Connor, más abajo).

Después del escándalo, el yacimiento permaneció inactivo hasta el 12 de septiembre de 1993, cuando comenzaron las investigaciones dirigidas por Ian Hodder, entonces en la Universidad de Cambridge. Dichos trabajos están entre los más ambiciosos proyectos de excavación actualmente en marcha, de acuerdo con, entre otros, Colin Renfrew. Además del uso extensivo del método arqueológico, se buscan también interpretaciones psicológicas y artísticas del simbolismo de las pinturas murales. Hodder, un antiguo discípulo de Mellaart, escogió el lugar como el primer ensayo real a nivel mundial de su entonces controvertida teoría académica de la arqueología postprocesual. El éxito de la excavación ha validado el método postprocesual como un nuevo enfoque que ha creado escuela.4

El yacimiento

Vivienda restaurada (interior).

Según unos autores todo el asentamiento de Çatalhöyük estaría formado por edificios de uso residencial, sin que se pueda establecer la existencia de edificios públicos de manera irrefutable. Para otros, el hecho de que las mejores y más exuberantes pinturas murales estén en los locales más grandes, les lleva a definir éstos como lugares rituales. Pero el propósito de estas habitaciones profusamente decoradas no resulta claro.3

La población de la colina este ha sido estimada por encima de las 10 000 personas, pero la población total probablemente variaría a lo largo de la historia del poblado. Un promedio de entre 5000 y 8000 habitantes sería una estimación razonable. Estos vivían en casas rectangulares construidas con adobe, adosadas, sin calles ni pasajes entre ellas, apiñadas como si formaran un panal de abejas. El acceso a las viviendas se hacía por los techos, caminando sobre ellos como si de calles se tratara, utilizando escaleras, interiores y exteriores, para comunicar los diversos niveles. Los muros también eran de adobe y para conformar la cubierta utilizaron vigas de madera y barro apisonado sobre esteras vegetales. Las aberturas de los techos servían también como la única fuente de ventilación, proporcionando aire fresco y permitiendo salir el humo producido por cocinas y hogares abiertos.

Al estar las casas en medianera, se configuraba una especie de muralla defensiva hacia el exterior, sin aberturas. Esto debió resultar suficiente para salvaguardar a sus habitantes de ataques, pues no se han encontrado signos de luchas en el yacimiento.

Todos los interiores de las casas están enyesados con un acabado muy suave y se caracterizan por la ausencia de ángulos rectos. Constan generalmente de una habitación común de 20 a 25 m² y algunas estancias anexas. La pieza principal dispone de bancos y plataformas para sentarse y dormir, de un hogar rectangular elevado del suelo y de un horno para hacer pan, sirviendo para un amplio abanico de actividades domésticas. Las habitaciones auxiliares se usaban como almacenes y se accedía a ellas desde la sala principal por unas aberturas bajas.3

Las habitaciones se mantenían escrupulosamente limpias: los arqueólogos han identificado muy poca basura o desechos en el interior de los edificios, pero los montones de desperdicios que hay en el exterior de las ruinas contienen aguas residuales y restos de comida, así como significativas cantidades de ceniza vegetal. Posiblemente, cuando hacía buen tiempo muchas de las actividades diarias se realizarían en las terrazas, que así podrían haber formado un espacio abierto similar a una plaza. Al parecer, en época tardía en las terrazas se construyeron grandes hornos comunales. En el transcurso de los siglos las casas se fueron renovando mediante demoliciones parciales y reconstrucciones sobre unos cimientos formados por escombros, lo cual provocó el crecimiento de la colina. Se han descubierto hasta 18 niveles de asentamientos.

Cultura y rituales

Reconstrucción de una habitación de Çatalhöyük con las posiciones originales de los bucráneos y la figura humana en relieve.

Los pobladores de Çatalhöyük enterraban a sus muertos dentro de la aldea: han sido encontrados restos humanos en hoyos debajo de los suelos de las estancias, especialmente bajo los hogares, las plataformas de las habitaciones principales y las camas. Los cuerpos eran plegados al máximo y, a menudo, introducidos en cestos o envueltos en esterillas rojas. Los huesos desarticulados de algunas tumbas sugieren que los cuerpos pudieron ser expuestos al aire libre durante un tiempo, antes de ser recogidos y enterrados. En ciertos casos, las tumbas han sido removidas y las cabezas de los individuos separadas del esqueleto, pudiendo haber sido usadas dichas calaveras de manera ritual, ya que algunas han sido encontradas en otras zonas de la comunidad. Varios cráneos fueron emplastados y pintados con ocre para recrear la cara humana, una costumbre más característica de los sitios neolíticos de Siria y de Jericó, que de yacimientos más cercanos.

Se han hallado restos de hasta cuarenta edificios (repartidos entre nueve de los niveles de la población) que parecen dedicados a sepulcros y santuarios. En los muros de estos santuarios se encontraron frescos que mostraban escenas de caza, danzas rituales, hombres con penes erectos, representaciones en rojo de los ahora extintos uros (Bos primigenius o toro salvaje) y ciervos, así como buitres precipitándose sobre figuras descabezadas. Un fresco que aparentaría ser la aldea con los dos picos gemelos del Hasan Daği al fondo se cita frecuentemente como el “mapa más antiguo del mundo” y la primera pintura paisajística.3​ Pero algunos arqueólogos cuestionan tal interpretación: Stephanie Meece, por su parte, argumenta que el fresco es más parecido a la piel de un leopardo que a un volcán, a un diseño geométrico decorativo que a un mapa.5

Modelados en relieve, en los muros de estos “santuarios” hay personajes femeninos (mujeres en posición de dar a luz y la figura de la «Diosa Madre» dominando animales), cabezas de animales, como leopardos, cabras, osos y, destacando entre todos ellos, los bucráneos de arcilla provistos de verdaderos cuernos de toros (abajo, a la izquierda). Las características figurillas de mujer hechas de arcilla o piedra, y descubiertas por todo el asentamiento, dentro y fuera de sus muros, incluso en el interior de recipientes para conservar el grano, pertenecen a los niveles superiores del yacimiento (los más recientes).

Aunque según algunos investigadores, no se han encontrado aún templos claramente identificables, es indiscutible que las tumbas, los murales y las figurillas sugieren que la población de Çatalhöyük poseía una religión compleja, rica en simbología y que se reunían en ciertas salas, abundantes en tales hallazgos, que serían capillas o zonas de encuentro.3

Economía y sociedad

Cabezas de toro de Çatalhöyük.

Al parecer, los pobladores de Çatalhöyük vivían de manera relativamente igualitaria, sin que tengamos constancia de que existieran clases sociales, ya que no se han encontrado hasta ahora casas con características diferenciadas (que pertenecieran a la realeza o a la jerarquía religiosa, por ejemplo). Las investigaciones más recientes también revelan poca diferenciación social basada en el género, recibiendo una alimentación equivalente tanto hombres como mujeres y, aparentemente, teniendo un estatus social similar relativo, hecho establecido como propio de las culturas paleolíticas.6789

Las enfermedades más corrientes entre la población del asentamiento fueron la anemia, la artritis y la malaria, endémica en la región debido a unos pantanos cercanos. La esperanza de vida sería de unos 34 años para los hombres y de 29 para las mujeres, aunque algunos individuos pudieron llegar a los 60.

En los niveles superiores del sitio resulta evidente que los habitantes de Çatalhöyük fueron ganando conocimientos en la agricultura y en la domesticación de animales. Se cultivaban cereales tales como el trigo y la cebada, así como guisantes, garbanzos, lentejas y lino, mientras que de los árboles de las colinas circundantes se recogían frutos como almendras, pistachos y manzanas. Se extraían aceites vegetales de plantas y semillas, lo mismo que una especie de cerveza. Aunque la mayoría de las proteínas animales procedían de la pesca y de la caza (ciervo, jabalí y onagro), la oveja ya había sido domesticada y las evidencias sugieren que los bóvidos comenzaban a estarlo también.

La elaboración de cerámica y la fabricación de utensilios de obsidiana (obtenida en el volcán Hasan Daği) eran unas industrias florecientes, lo cual les permitía mantener relaciones comerciales con puntos distantes de la península anatólica, obteniendo a cambio conchas del Mediterráneo y sílex de Siria. También trabajaban la madera y el cobre, siendo los artesanos de Çatalhöyük expertos en su fundición, lo cual supondría el ejemplo más antiguo de actividad metalúrgica en el Oriente Próximo. La lista de productos que manufacturaban estos artesanos incluiría puntas de flecha, lanzas y puñales de obsidiana o de sílex, mazas de piedra, figurillas en piedra y arcilla cocida, prendas textiles, cuencos y otros recipientes de madera o cerámica, y joyería hecha con perlas o cobre.

Gracias al clima seco de esta zona se han conservado restos de tejidos de excelente calidad. También se han encontrado sellos de arcilla para estampar los trajes con diversos dibujos, cuyo diseño guarda muchas semejanzas con los de las alfombras turcas actuales.

Religión

Mujer sentada de Çatalhöyük, la figura femenina aparece sentada en un trono flanqueado por dos felinos.

Un rasgo distintivo de Çatalhöyük son sus estatuillas femeninas: Mellaart sostenía que estas figurillas realizadas esmeradamente en materiales tan diversos como mármol, calizas azules y pardas, esquisto, calcita, basalto, alabastro y arcilla, representaban una deidad femenina del tipo Diosa Madre. Aunque existía también un dios masculino, el número de las figurillas femeninas era muy superior y este dios no aparece realmente hasta después del nivel VI, habiéndose identificado, hasta la fecha, 18 niveles. Las figurillas fueron encontradas ante todo en zonas que Mellaart consideraba que fueron capillas. La imponente diosa sentada en un trono flanqueado por dos felinos (ilustración de la derecha) fue hallada dentro de un recipiente usado para almacenar el grano, lo que le sugirió a Mellaart que era una deidad que aseguraría la cosecha o protegería las provisiones almacenadas.10

Mientras Mellaart excavó cerca de doscientos edificios en cuatro temporadas, actualmente, Ian Hodder dedica una temporada entera a excavar un único edificio.11​ Durante 2004 y 2005 Hodder y su equipo comenzaron a creer que el modelo propuesto por Mellaart de una cultura de signo matriarcal era falso. Habiendo encontrado solamente una figurilla similar al modelo de Diosa Madre que Mellaart propugnaba, entre la gran cantidad de ellas desenterradas, Hodder decidió que el yacimiento no ofrecía suficientes indicios como para establecer si era una cultura matriarcal o patriarcal, sino que apuntaba más bien hacia una sociedad relativamente igualitaria.121314

El catedrático Lynn Meskell expone, en apoyo de esta teoría, que mientras en las excavaciones iniciales se encontraron sólo 200 estatuillas, los nuevos trabajos han desenterrado 2000, de las cuales muchas son de animales, siendo únicamente un 5 % de las figurillas de mujeres.14

Montículos este y oeste

Los montículos están formados por la acumulación de destrucción como resultado de destrucciones como terremotos y guerras. Por esta razón, constituyen un asentamiento arqueológico de varias etapas y un sitio reliquia que pertenece a diferentes historias.

Los montículos orientales y occidentales en Çatalhöyük están ubicados en dos colinas diferentes a diferentes altitudes. El montículo oriental, la edad neolítica y el montículo occidental se usaron como área de asentamiento en la edad calcolítica. Las excavaciones del montículo Este a Çatalhöyük se hace entre el primero descubierto por el arqueólogo británico James Mellaart y su equipo en 1961-1965 y situado al lado de uno al otro como 18 casas de adobe fueron descubiertos capa de asentamiento neolítico. En las capas fechadas entre 7400 y 6200 aC, se han alcanzado muchas reliquias y conocimientos que se han establecido y se han creado importantes archivos que contienen obras arquitectónicas y artísticas.

El höyük occidental está fechado entre 6200 y 5200 aC y tiene características que pertenecen a la Edad Calcolítica. El montículo revela que la estructura cultural vista en el primer período del montículo oriental se mantuvo. Además, los restos de cerámica y cerámica de los Períodos bizantino y helenístico y los fosos de enterramiento pertenecientes al Período Bizantino se encontraron en los niveles superiores del montículo occidental.

Los montículos, distribuidos en un área de aproximadamente 14 hectáreas, se han utilizado como área de asentamiento durante más de 2000 años sin interrupción. El hecho de que las capas expuestas muestren las etapas de transición del pueblo a la ciudad diferencia a la ciudad neolítica de Çatalhöyük de otros asentamientos neolíticos.

Casas agrupadas

Çatalhöyük tiene una luz importante sobre la historia arquitectónica de la humanidad con la primera arquitectura de la casa datada del 5500 aC El tamaño y el diseño de las casas en la ciudad muestran un ejemplo temprano de urbanismo basado en ideales sociales e igualitarios.

Las casas de una sola planta están hechas de ladrillos de barro y madera. Los techos planos están cubiertos con juncos y arcilla compacta, que se forman con vigas procedentes de los árboles plantados entre las paredes. Las casas generalmente consisten en dos habitaciones. En las habitaciones, hay plataformas elevadas y almacenes para facilitar la vida doméstica.

Las paredes interiores de las casas están enlucidas con un yeso blanco para lograr suavidad. Los tallos de las plantas y los fragmentos de hojas se agregaron a las grietas de las parcelas que se encontraron enterradas 160 veces. Las paredes estaban decoradas con figuras geométricas, patrones kilim, círculos, estrellas, motivos florales, representaciones de caza y danza. En las paredes de la casa, además de los dibujos y pinturas, también hay cabezas reales de toro, ciervo y carnero con escayola. Además, se encontraron relieves humanos y animales como decoración de paredes.

Las tumbas de la casa también se usaron como tumbas. Las excavaciones encontraron entierros, especialmente en el fondo de la estufa, en las plataformas dentro de las habitaciones principales y debajo de las camas.

Sin calle y sin desperdicio

No hay una calle en la ciudad neolítica de Çatalhöyük debido al orden secuencial de las casas. Los techos estaban funcionando en la calle y, por lo tanto, el transporte se realizó sobre los techos. Se cree que las presas se han construido sobre los techos de muchas actividades que se llevan a cabo en la vida diaria y se usan en tiempos especiales porque se usan como calles. Históricamente se encontraron capas más cercanas en hogares colocados en las presas. Esta situación sugiere que actividades como comer y beber en conjunto, especialmente en clima favorable, también se realizan en el techo.

Se ha tenido mucho cuidado con el cuidado y la limpieza de las casas. Durante las excavaciones, se encontraron muy pocas cuevas en las casas. Los montones de cenizas afuera de las casas muestran que la basura, los alimentos y las aguas residuales se recolectan y queman. La ventilación de las casas es proporcionada por las ventanas que emergen de las diferencias de altura de las paredes que ocurren con las casas adyacentes debido a la inclinación de la tierra.

Transición y comercio

Como resultado de las excavaciones, los primeros pobladores de Çatalhöyük fueron una comunidad de cazadores-recolectores; se ha entendido que han pasado a la sociedad agrícola desde la sexta capa revelada. El hecho de que una rama del río Çarşamba hubiera fluido a través de los montículos orientales y occidentales en ese momento creó la estructura de suelo aluvial adecuada para la agricultura. El trigo, la cebada y los guisantes son las primeras plantas en ser cultivadas. Se cree que las estatuas en las cajas que cultivan se guardan en cajas para fertilidad y protección. Tanto la ganadería como la agricultura han sido tratadas, el ganado y las ovejas comenzaron a domesticarse.

La comunidad que vive en Çatalhöyük no solo ha comenzado a dedicarse a la agricultura y la cría de animales, sino también a la producción de sal, tejidos, alfarería, joyería, cestería, herramientas y mano de obra de madera. Habiendo sido encontrados en excavaciones hechas de conchas de mar que se cree que vinieron de la costa mediterránea, demuestra que están comerciando con comunidades que viven en diferentes lugares.

No hay clase social

Çatalhöyük es un asentamiento que experimentó la fase de urbanización. Esta característica la separa de otros asentamientos neolíticos. La población que excedió los ocho ha causado que el asentamiento se expandiera espacialmente y resultó en una fuerte tradición de cultura.

Se cree que la colonia no fue fundada por inmigrantes de otras regiones sino por una pequeña comunidad indígena, y que creció con el tiempo debido al crecimiento de la población. Las casas en los primeros niveles son menores que las de los niveles superiores. El número de casas aumenta a medida que sube las capas superiores. Este hallazgo demuestra que la ciudad creció con el tiempo.

No hay construcciones como palacios, templos, edificios públicos que se separen de las casas de la ciudad. No hay distinción de clase social en la vida social. Además, las mujeres y los hombres tienen el mismo estatus social.

Primeros santuarios?

No hay templos en Çatalhöyük. Sin embargo, se cree que tienen una rica dinastía, como se entiende a partir de las pequeñas estatuillas hechas de la tierra y las pinturas murales en la era prehistórica donde se da el nombre de la estatuilla. Se estima que estos tipos de hallazgos son intensos y que las salas que son más grandes que otras son áreas religiosas públicamente abiertas.

Las paredes de estas habitaciones, que se cree que son lugares religiosos, incluyen adornos relacionados con la caza y la abundancia, así como representaciones de eventos de la naturaleza que han tenido lugar. En el höyük oriental, muchos edificios con estas características fueron descubiertos. Si estas habitaciones se usaron para fines religiosos como se pensaba, son las estructuras sagradas más antiguas que se encuentran en Anatolia.

Estatua de la diosa madre

Numerosas esculturas de la Diosa Madre se encontraron en excavaciones en el höyük oriental. La longitud de las esculturas hechas de tiza cocida, mármol o piedra caliza varía entre 5 y 15 centímetros. Algunas de estas figurillas con formas elaboradas, llamadas figurillas, representan la abundancia, y algunas de ellas representan el mal y la muerte.

Aquellos que tienen la forma de una cara quebrada, grasa, pecho grande y caderas grandes simbolizan la vida, la abundancia y la abundancia. Algunas de estas figurillas se representan como dar a luz, y el énfasis de la abundancia se esclarece aún más. Vista fea y fertilidad figuras que tienen la reversión simboliza la vida, mientras que los figurines encontraron un ave de presa en las manos simboliza el vínculo con la madre diosa de los muertos.

Como resultado de la datación de estos hallazgos, se considera que uno de los centros más antiguos de la Diosa Madre en Anatolia es Çatalhöyük.

El primer mapa del mundo

Se encontró un mapa en las paredes norte y este de una habitación que se creía sagrada en las primeras excavaciones en 1963. El mapa, que se entiende que es el plano de la ciudad de Çatalhöyük, data de hace unos 8200 años. Las pruebas de carbono realizadas indican 6200 aC con más o menos 97 años de desviación. El mapa, que mide aproximadamente 3 metros de largo y 90 centímetros de alto, es el primer mapa conocido del mundo. Todavía se exhibe en el Museo de las Civilizaciones de Ankara Anatolia.

Último estado en excavaciones

Todos los restos arqueológicos descubiertos por investigaciones y excavaciones de Çatalhöyük, que habían sido abandonados antes de la Edad del Bronce en aproximadamente 5700 aC, han sido documentados y bien conservados.

Los hallazgos de excavación se encuentran en el Museo de Arqueología de Konya. Algunos de ellos fueron exhibidos y otros fueron protegidos en almacenamiento.

Las excavaciones están dirigidas por Ian Hodder en la Universidad de Cambridge; Gran Bretaña, Turquía, Grecia y llevado a cabo por un equipo mixto de investigadores de Estados Unidos. El trabajo de excavación continuará hasta 2018. Después de esta fecha, se iniciarán los trabajos de protección y restauración para finalizar el trabajo de excavación.

La autoría de las fotografías son de:

Fotoğraf: Elelicht Ev içi canlandırma

Fotoğraf: Stipich Béla

Fotoğraf: catalhoyuk.com

Fotoğraf: Dr. Colleen Morgan

Fotoğraf: Omar Hoftun

Fotoğraf: Roweromaniak

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mohenjo-Daro

Mohenjo-Daro

Ruinas de Mohenjo-Daro.

Localización: Distrito de Larkana, Sindh, Pakistán

Tipo: Asentamiento

Área: 250 ha (620 acres) [1]

Historia

Fundado: 26-25 siglo a. C.

Abandonado: Siglo XIX a. C.

Culturas: Civilización del valle del Indo

Efigie de piedra de un rey sacerdote, encontrada en Mohenjo-Daro (fotografía de Mamoon Mengal).

Fotografía del libro Mohenjo Daro and the Indus Civilization (del arqueólogo británico sir John Marshall; Londres, 1931) que muestra un sello de esteatita del 1500 a. C. Se puede ver la imagen de una persona sentada sobre una mesa baja. Marshall creyó que podría ser el dios indio Shivá sentado en meditación, por lo que afirmó que el yoga había sido creado en el II milenio a. C.

Mohenjo-Daro y Harappa, son las dos ciudades más importantes de la denominada Cultura Harappa, de la Civilización del valle del Indo.

Mapa de la zona ocupada por la cultura del valle del Indo, mostrando la ubicación de Mohenjo-Daro.

Puerta de entrada al complejo Mohenjo-Daro.

Mohenjo-Daro (sindhi: موئن جو دڙو, AFI: [moˑin ʥoˑ d̪əɽoˑ]) fue una ciudad de la antigua cultura del valle del Indo. Sus ruinas se encuentran en territorio del actual Pakistán. Se desconoce su nombre antiguo. El actual nombre Mohenjo Daro significa literalmente ‘montículo de la muerte’. Fue habitada durante el tercer milenio antes de nuestra era (entre el 2600 a. C. y el 1800 a. C.) a orillas del río Indo.

Fue uno de los primeros y más importantes asentamientos urbanos del mundo, existente al mismo tiempo que las civilizaciones de Mesopotamia, Caral, el Antiguo Egipto, y Creta. Probablemente un cambio en el curso del río provocó el abandono de la ciudad.

Descubrimiento

En 1920, el arqueólogo británico John Marshall descubrió estas ruinas urbanas y describió por primera vez la cultura del valle del Indo. Sus estudios fueron completados por otros investigadores como Wheeler, Marshall Mackay y Sahni, además de arqueólogos indios y pakistaníes a partir de 1960. Las ruinas de Mohenjo-Daro están algo mejor preservadas que las de Harappa, la otra gran ciudad de la cultura del valle del Indo, por lo cual constituyen una mejor fuente de información acerca de esta cultura. En 1980 la Unesco declaró las ruinas de Mohenjo-Daro como Patrimonio de la Humanidad.

Significación histórica

Mohenjo-Daro fue muy probablemente una de las mayores ciudades de la antigua cultura del valle del Indo, también conocida como cultura Harappa, por la ciudad de Harappa, otra importante localización del valle del Indo, ubicada a 570 km al noreste de Mohenjo-Daro en el Panyab (Pakistán).1

La cultura prehistórica del Indo dio origen a la civilización del valle del Indo alrededor del 3000 a. C. La civilización se extendió por Pakistán y la India del Norte, pero de repente empezó a declinar alrededor del 1900 a. C. Los asentamientos de la civilización del Indo se extendían por el oeste hasta la frontera con Irán, con un puesto avanzado en Bactria, y por el sur hasta la costa del Mar Arábigo en la India Occidental, en Gujarat. Entre los principales asentamientos urbanos se encuentran Harappa, Mohenjo-Daro y Lothal.

En su apogeo, Mohenjo-Daro fue la ciudad más desarrollada y avanzada del sur de Asia, mostrando una ingeniería (con pozos, avanzados sistemas de desagüe y baños en las casas) y planificación urbana muy sofisticados para su época.2

Algunos estudiosos opinan que los sumerios, establecidos en Mesopotamia ―que inventaron la rueda en el 3500 a. C. y la escritura en el 3300 a. C.―, no tendrían un origen completamente autóctono, sino que tendrían influencias de la cultura Harappa, representada por enclaves como Mohenjo-Daro (que alcanzó su apogeo entre el 2600 a. C. y el 1800 a. C.).3​ Los escasos registros genéticos de los sumerios (“cabezas negras”) obtenidos hasta la fecha apuntan también en ese sentido, una proveniencia nor-india.

Sitio arqueológico

Se estima que en su momento de mayor ocupación, Mohenjo-Daro contaba con 35000 habitantes. La ciudad se encontraba cercada por murallas defensivas de ladrillo cocido. Abarcaba un kilómetro cuadrado de extensión, y comprendía dos zonas: la ciudadela, sobre un montículo, en donde se encontraba el centro administrativo y quizás religioso; y la “ciudad baja”, donde se agrupaban los barrios de artesanos, zonas residenciales, graneros y almacenes. Esta organización parece que es el resultado de una planificación urbana.

La ciudadela

La ciudadela está elevada sobre un montículo artificial. Este monte fue estudiado por Marshall, quien llegó a la conclusión de que hubo habitantes sobre el período Harappa inicial que construyeron el muro que encontramos bajo estas estructuras. Después este muro fue rellenado de tierra y trozos de ladrillo y sirvió de base para la construcción de las diferentes estructuras que encontramos en ella. La entrada a este monte está curiosamente en la parte trasera u oeste y contiene unas escaleras de unos siete metros de ancho. Después hay una pequeña puerta en la esquina sudoeste. Como estructuras significativas en la ciudadela tenemos tres edificios: el Gran Baño, el Granero y la Casa de los Sacerdotes.

Los Grandes Baños son un tanque rectangular que mide unos 12 metros de largo por 7 m de ancho y 2,4 m de profundidad. Alrededor de este tanque se encuentra una serie de columnas que se abren desde el sur, por lo tanto se puede situar la entrada en el sur del edificio. Además del tanque y la columnata hay un carril que parece ser público que rodea la estructura. Así pues la estructura del edificio se divide en tres zonas concéntricas que sirven para rodear el tanque.

Según Marshall, el agua provendría de un pozo que tiene una estructura concéntrica, dentro de una pequeña habitación lateral y saldría por un desagüe que está en la esquina sudoeste del baño. El agua pasaría por una galería bien elaborada, cubierta con un arco y con un tamaño suficiente para que un hombre pudiese caminar por ella. Posiblemente el tamaño de la galería fuese así para permitir la limpieza de esta y, en ocasiones, sería una buena vía de escape secreta; esto último, es solo una hipótesis.

Al oeste del gran baño está el Granero (según Wheeler). Es una gran construcción hecha en su mayor parte de madera y con un fuerte y grueso techado plano. Se aprecia que fue arreglado varias veces. Su construcción no es muy elaborada y su peso indica que necesitaba bastantes soportes.

Originalmente medía 50 metros por 27 y tenía 1350 metros cuadrados. Consiste en una plataforma hecha a base de ladrillos puestos unos sobre otros hasta llegar a la altura de 6 metros y en la parte superior encontramos unos canales de ventilación. Esto era simplemente la base de la construcción, después, se hacía el edificio de madera. Al norte encontramos una plataforma de carga.

La casa de los sacerdotes, actualmente, es un conjunto de muros difícil de entender. Algunas hipótesis hablan de la residencia de un posible alto sacerdote o bien de una institución religiosa. Mide aproximadamente 70 metros de largo por 24 m de ancho y ha ido sufriendo diversos cambios en su estructura interior. Al norte y al sur de la estructura se encuentran grandes habitaciones y hacia el centro son más pequeñas. Parece tener una puerta en el muro oeste y hay una sección que se asemeja a la construcción del muro norte del gran baño, con ventanas interiores.

La ciudad baja

Mohenjo-Daro se distingue por haber sido una ciudad en la que no existían grandes desigualdades sociales. En la ciudad baja, las casas más grandes, que eran una minoría, podían contar con más de 200 metros cuadrados y veinte habitaciones, dispuestas alrededor de uno o más patios abiertos con escaleras que conducían a un piso superior o techo plano. La mayor parte de la población moraba en viviendas de entre 50 y 100 metros cuadrados y una sola habitación (de entre 5 × 10 m y 5 × 20 m); estas viviendas constituían la mitad del total. La otra mitad, exceptuando las pocas casas de gran superficie que se han mencionado, estaba formada por casas de entre 100 y 150 metros cuadrados (de entre 5 × 20 m y 5 × 30 m). El principal material de construcción era el adobe (ladrillo de tierra sin cocer). Muchas calles y pasajes tenían alcantarillado conformado con ladrillos y con aberturas para inspecciones periódicas. Las casas individuales tenían baños y retretes con agua corriente. Estos últimos se vaciaban en un receptáculo o, a través de un tubo de bajada hecho de arcilla, al alcantarillado público. Todo un sorprendente sistema de saneamiento en una cultura que floreció hace 4500 años.

Algunas de las construcciones más destacables de la ciudad baja se encuentran en la calle principal. Esta vía mide unos 9,5 metros de ancho, atraviesa la ciudad de norte a sur y está provista de alcantarillado; además estaba pavimentada con una argamasa de trozos de ladrillo y mortero, lo que no era muy común en las demás calles. Esta pavimentación hizo pensar a los arqueólogos que transitaban carros por esta calle y por eso se necesitó pavimentarla, sobre todo cuando el tiempo era lluvioso; no obstante no se han encontrado marcas de ruedas.

También es interesante la casa VIII del bloque 10 dentro del área HR. Esta casa está situada en la parte norte de la excavación y consiste básicamente en un patio central con una distribución de diferentes habitaciones alrededor. Toda ella mide 29,5 metros, sus muros tienen un espesor de aproximadamente 1,5 metros y tiene dos puertas exteriores, una delante y otra detrás, pero ninguna ventana, algo que es típico de la cultura de Harappa.

En la ciudad baja también encontramos talleres de alfareros, tintoreros, herreros, artesanos de conchas y de cuentas (abalorios). Algunos de estos artículos artesanales se fabricaban con materiales importados, mientras que otros pueden haberse destinado exclusivamente para la exportación. Por lo anterior se sabe que sus actividades incluían la agricultura, la manufactura y el comercio.

Según el escritor estadounidense Will Durant, las monedas que se han encontrado en Mohenjo-Daro datan del año 2900 a. C.:

En Mohenjo-Daro, en la India [sic, por “en Pakistán”], se han hallado monedas del año 2900 a. C., más antiguas que las monedas lidias de Creso (570-546 a. C.). […] Senaquerib (hacia el 700 a. C.) acuñó monedas de medio siclo.

Will Durant4

Fortificaciones

La excavación de la ciudad reveló pozos muy altos (izquierda), que parece que se construyeron continuamente a medida que las inundaciones y la reconstrucción aumentaron la elevación del nivel de la calle. [21]

Mohenjo-daro no tenía una serie de murallas, pero estaba fortificado con torres de vigilancia al oeste del asentamiento principal y fortificaciones defensivas al sur. Considerando estas fortificaciones y la estructura de otras ciudades importantes del valle del Indo como Harappa, se postula que Mohenjo-daro era un centro administrativo. Tanto Harappa como Mohenjo-daro comparten relativamente el mismo diseño arquitectónico y, por lo general, no estaban fuertemente fortificados como otros sitios del valle del Indo. Es obvio a partir de los diseños idénticos de la ciudad de todos los sitios del Indo que hubo algún tipo de centralidad política o administrativa, pero la extensión y el funcionamiento de un centro administrativo sigue sin estar claro.

Más en: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/cultura-valle-indo_8008

Artefactos notables

Barco con búsqueda de aves para encontrar tierra. [32] Modelo del sello Mohenjo-Daro, 2500-1750 a. C.

Numerosos objetos encontrados en la excavación incluyen figuras sentadas y de pie, herramientas de cobre y piedra, sellos tallados, balanzas y pesas, joyas de oro y jaspe y juguetes para niños. [33] Se han recuperado del lugar muchas piezas de bronce y cobre, como figurillas y cuencos, lo que demuestra que los habitantes de Mohenjo-daro sabían cómo utilizar la técnica de la cera perdida.[34] Se cree que los hornos encontrados en el sitio se utilizaron para trabajos de cobre y fundición de metales en lugar de fundición. Incluso parece haber una sección completa de la ciudad dedicada al trabajo de conchas, ubicada en la parte noreste del sitio.[35] Algunas de las obras de cobre más destacadas recuperadas del sitio son las tablillas de cobre que tienen ejemplos de la escritura e iconografía del Indo sin traducir.[36] Si bien el guión aún no se ha descifrado, muchas de las imágenes de las tabletas coinciden con otra tableta y ambas tienen el mismo título en el idioma indio, y el ejemplo que se muestra tres tabletas con la imagen de una cabra montesa y la inscripción en el reverso se leen las mismas letras para las tres tabletas.[37]

Se han recuperado tiestos de cerámica y terracota del sitio, y muchas de las ollas tienen depósitos de ceniza, lo que lleva a los arqueólogos a creer que se usaron para contener las cenizas de una persona o como una forma de calentar una casa ubicada en el sitio.[38] Estos calentadores, o braseros, eran formas de calentar la casa al mismo tiempo que se podían utilizar para cocinar o filtrar, mientras que otros creen que se usaron únicamente para calentar.[38]

Los hallazgos de Mohenjo-daro se depositaron inicialmente en el Museo de Lahore, pero luego se trasladaron a la sede de ASI en Nueva Delhi, donde se estaba planificando un nuevo “Museo Imperial Central” para la nueva capital del Raj británico, en el que al menos un se mostraría la selección. Se hizo evidente que se acercaba la independencia de la India, pero la Partición de la India no se anticipó hasta el final del proceso. Las nuevas autoridades paquistaníes solicitaron la devolución de las piezas de Harappan excavadas en su territorio, pero las autoridades indias se negaron. Finalmente se llegó a un acuerdo, por el cual los hallazgos, por un total de unos 12.000 objetos (la mayoría de los tiestos de cerámica), se dividieron en partes iguales entre los países; en algunos casos esto se tomó muy literalmente, con algunos collares y fajas cuyas cuentas se separaron en dos pilas. En el caso de las “dos figuras esculpidas más célebres”, Pakistán pidió y recibió al Sacerdote-rey , mientras que India retuvo a la Dancing Girl , mucho más pequeña,[39] y también el sello Pashupati.

La mayoría de los objetos de Mohenjo-daro retenidos por India están en el Museo Nacional de India en Nueva Delhi y los devueltos a Pakistán en el Museo Nacional de Pakistán en Karachi, y muchos también en el museo ahora establecido en Mohenjo-daro. En 1939, un pequeño grupo representativo de artefactos excavados en el sitio fue transferido al Museo Británico por el Director General del Estudio Arqueológico de la India.[40]

Ídolo de la diosa madre

Descubierto por John Marshall en 1931, el ídolo parece imitar ciertas características que coinciden con la creencia de la Diosa Madre común en muchas civilizaciones tempranas del Cercano Oriente.[41] Se han observado esculturas y estatuillas que representan a mujeres como parte de la cultura y religión de Harappa, ya que se recuperaron múltiples piezas femeninas de las excavaciones arqueológicas de Marshall. [41] Estas cifras no se categorizaron correctamente, según Marshall, lo que significa que no está claro dónde se recuperaron del sitio. Una de dichas figuras, que se muestra a continuación, mide 18,7 cm de alto y se encuentra actualmente en exhibición en el Museo Nacional de Pakistán, en Karachi.[41] Los aspectos de fertilidad y maternidad que se exhiben en los ídolos están representados por los genitales femeninos que se presentan en un estilo casi exagerado como lo afirma Marshall, y él infiere que tales figurillas son ofrendas a la diosa, a diferencia del entendimiento típico de ellos siendo ídolos que representan la semejanza de la diosa.[41] Debido a que las figuras son únicas en términos de peinados, proporciones corporales, así como tocados y joyas, existen teorías sobre a quién representan estas figuras.[41] Shereen Ratnagar teoriza que debido a su singularidad y descubrimiento disperso por todo el sitio, podrían ser figurillas de mujeres domésticas comunes, que encargaron que estas piezas se usaran en rituales o ceremonias de curación para ayudar a las mujeres mencionadas anteriormente.[41]

Bailarina

En 1926, se encontró una estatuilla de bronce apodada la “Dancing Girl”, de 10,5 centímetros (4,1 pulgadas) de alto [42] y de unos 4.500 años de antigüedad, en la “zona de HR” de Mohenjo-daro; ahora se encuentra en el Museo Nacional de Nueva Delhi.[42] En 1973, el arqueólogo británico Mortimer Wheeler describió el artículo como su estatuilla favorita:

Creo que tiene unos quince años, no más, pero está parada allí con brazaletes hasta el brazo y nada más. Una chica perfectamente, por el momento, perfectamente segura de sí misma y del mundo. Creo que no hay nada como ella en el mundo.

John Marshall, otro arqueólogo de Mohenjo-daro, describió la figura como “una niña, con la mano en la cadera en una postura medio imprudente y las piernas ligeramente adelantadas mientras marca el ritmo de la música con las piernas y los pies”.[43] El arqueólogo Gregory Possehl dijo de la estatuilla: “Puede que no estemos seguros de que fuera una bailarina, pero era buena en lo que hacía y lo sabía”. La estatua condujo a dos descubrimientos importantes sobre la civilización: primero, que conocían la mezcla de metales, fundición y otros métodos sofisticados de trabajar con minerales, y segundo, que el entretenimiento, especialmente la danza, era parte de la cultura. [42]

Sacerdote-Rey

En 1927, se encontró una figura masculina de esteatita sentada en un edificio con ladrillos inusualmente ornamentales y un nicho en la pared. Aunque no hay evidencia de que sacerdotes o monarcas gobernaran Mohenjo-daro, los arqueólogos llamaron a esta figura digna un “Sacerdote-Rey”. La escultura mide 17,5 centímetros (6,9 pulgadas) de alto y muestra a un hombre pulcramente barbudo con perforaciones en los lóbulos de las orejas y un filete alrededor de la cabeza, posiblemente todo lo que queda de un peinado o tocado que alguna vez fue elaborado; su cabello está peinado hacia atrás. Lleva un brazalete y una capa con motivos de trébol perforado, círculo simple y círculo doble, que muestran rastros de rojo. Sus ojos podrían haber sido originalmente incrustados.[44]

Sello pashupati

Una fosa descubierta en el sitio tiene la imagen de una figura sentada, con las piernas cruzadas y posiblemente itifálica rodeada de animales. La figura ha sido interpretada por algunos eruditos como un yogui, y por otros como un “proto- Shiva ” de tres cabezas como “Señor de los animales”.

Collar de siete hebras

Sir Mortimer Wheeler estaba especialmente fascinado con este artefacto, que creía que tenía al menos 4.500 años. El collar tiene un broche en forma de S con siete hebras, cada una de más de 4 pies de largo, de pepitas de bronce y metal en forma de cuentas que conectan cada brazo de la “S” en filigrana. Cada hebra tiene entre 220 y 230 de las pepitas multifacéticas, y hay alrededor de 1,600 pepitas en total. El collar pesa alrededor de 250 gramos en total y actualmente se encuentra en una colección privada en la India.[cita requerida]

Decadencia

Se cree que Mohenjo-Daro fue atacada en la mitad del segundo milenio a.C. La identidad de los atacantes es incierta. No obstante, la ciudad ya se encontraba en una etapa de decadencia antes de que fuera destruida. Fuertes inundaciones habían dejado bajo el agua, en más de una vez, a grandes zonas.

Conservación y estado actual

Un acuerdo inicial para financiar la restauración se acordó a través de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en París el 27 de mayo de 1980.

El trabajo de conservación de Mohenjo-daro se suspendió en diciembre de 1996 después de que se interrumpiera la financiación del gobierno paquistaní y de organizaciones internacionales. El trabajo de conservación del sitio se reanudó en abril de 1997, utilizando fondos puestos a disposición por la UNESCO. El plan de financiación de 20 años proporcionó $ 10 millones para proteger el sitio y las estructuras en pie de las inundaciones. En 2011, la responsabilidad de la preservación del sitio se transfirió al gobierno de Sindh.[45]

Actualmente, el sitio está amenazado por la salinidad del agua subterránea y una restauración inadecuada. Muchos muros ya se han derrumbado, mientras que otros se están derrumbando desde cero. En 2012, los arqueólogos paquistaníes advirtieron que, sin mejores medidas de conservación, el sitio podría desaparecer para el 2030. [5] [46]

Las ruinas del gran baño en la ciudadela de Mohenjo-Daro, en el actual territorio de Pakistan. Las ruinas de Mohenjo Daro son Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO.

Mohenjo-Daro, la gran sorpresa

El hallazgo de Mohenjo-Daro, en el valle del Indo, puso al descubierto una civilización tan grandiosa como ignorada.

María Domínguez: 13/09/2019

La arqueología británica vivía momentos de euforia a comienzos del siglo XX. Estaba redescubriendo las primeras civilizaciones de la historia gracias a los hallazgos de sir Arthur Evans en Creta y a los de varios equipos en Egipto y Mesopotamia. En esta coyuntura, exactamente en 1922 (el mismo año en que el Valle de los Reyes asombró al mundo con los tesoros de Tutankhamón), un monje budista condujo a un oficial del Servicio Arqueológico de la India hasta un convento. El edificio se alzaba en lo alto de un montículo junto a una stupa.

Pronto se supo que el túmulo no escondía reliquias de Buda. Era mucho más antiguo, dos milenios anterior. La gente de la región, a duras penas bañada por el río Indo, llamaba al lugar el Montículo de la Muerte, en lengua sind Mohenjo-Daro, por la desolación que lo rodeaba. Sin embargo, bajo ese enclave desértico no tardaron en surgir vestigios de una época mejor, plena de vida. De cuando, como en el Nilo, el Indo se desbordaba cada primavera, alimentado por la nieve derretida del Himalaya, y dejaba su cuenca cubierta por un limo muy fecundo tras el paso de las aguas de camino hacia el mar de Arabia. Este fenómeno, junto al sol radiante de Asia meridional, había permitido el florecimiento, en el remoto III milenio a. C., de una cultura agrícola y urbana tan próspera, organizada y avanzada como desconocida en el Valle del Indo.

Similitudes con Harappa

Rakhaldas Banerji, el oficial guiado por el religioso, comprendió al instante la relevancia del sitio en cuanto lo tanteó. La zona que excavó en torno a la stupa reveló los primeros indicios de una ciudad arcaica que, según se vería en las décadas siguientes, abarcó 1,5 km2 durante su apogeo, entre 2600 y 1900 a. C. Lo cierto es que el estudioso no había apostado a ciegas por este yacimiento.

Se tenían vagas nociones de lo que se conocería como la civilización del río Indo desde mediados del siglo XIX, cuando el Servicio Arqueológico de la India se topó con restos de Harappa, la otra gran metrópolis de esta cultura, buscando reminiscencias de peregrinaciones chinas en tiempos de Buda. No obstante, nadie imaginó entonces la antigüedad real de las evidencias localizadas. Eso ocurrió luego, coincidiendo con la Primera Guerra Mundial y con la investidura como caballero de un nuevo director de la entidad, John Marshall.

Se tenían nociones de lo que se conocería como la civilización del río Indo desde mediados del siglo XIX, cuando el Servicio Arqueológico de la India se topó con restos de Harappa, la otra gran metrópolis de esta cultura.

Este flamante sir impulsó una investigación a fondo de Harappa, que siete años después se materializó en un desenterramiento sistemático del lugar. Luego se comprobó que algunos de los hallazgos correspondían al período Calcolítico, a la transición del Neolítico a la Edad del Bronce. De ahí el entusiasmo que embargó a sir John cuando le llegó la noticia de que su empleado Banerji, sin haber presenciado los descubrimientos protohistóricos de Harappa, había encontrado en paralelo en Mohenjo-Daro sellos de barro de una antigüedad similar.

Mohenjo-Daro está a 590 km de distancia de su coetánea, lo que significa que el ámbito geográfico de influencia de la cultura que empezaba a asomar había sido amplio. Con respecto a su antigüedad, cualquier duda se disipó gracias a la aportación de un tercer arqueólogo. Se trataba de Ernest MacKay, un catedrático de la Universidad de Chicago especializado en Mesopotamia que un día vio en una publicación la fotografía de un sello hallado en Mohenjo-Daro. Para su sorpresa, era exactamente igual a uno que él había recuperado en Sumeria. Se había cerrado el ciclo descubridor. En el río Indo había existido una civilización asombrosa, capaz de comerciar con la lejana región del Tigris y el Éufrates, e ignorada durante milenios.

El rescate de la Unesco

Las excavaciones en Mohenjo-Daro adquirieron un ritmo incesante a partir de ese momento. Durante los años veinte y treinta trabajaron en el yacimiento Marshall y MacKay. Y en los cuarenta y cincuenta, otra estrella de la arqueología anglosajona, sir Mortimer Wheeler, descubridor de un presunto granero en la localidad. Unos y otros, con ayuda de colegas indios y pakistaníes, sacaron a la luz hasta un tercio de la vieja capital. Mientras, la supervisión del lo que ocurría en el Valle del Indo pasaba del gobierno colonial británico al de la India independiente y luego al de Pakistán, tras la secesión de este país.

No obstante, a mediados de los sesenta, finalizada una última campaña a gran escala emprendida por la Universidad de Pennsylvania, hubo que detener las obras ante la fragilidad del yacimiento. Este reposaba sobre capas tectónicas inestables que, al reacomodarse o ser removidas, hacían aflorar agua salada. El salitre erosionaba el principal material de construcción empleado en Mohenjo-Daro, los ladrillos de adobe, que se resquebrajaban al mojarse con la sal y calentarse por el fuerte sol de la zona.

En los sesenta se comprobó que el salitre de las aguas subterráneas resquebrajaba los ladrillos de adobe, y la Unesco tomó cartas en el asunto.

La amenaza era tan grave que la Unesco tomó cartas en el asunto. Por un lado, inició un proyecto de colaboración con las autoridades pakistaníes para bombear y desviar el agua subterránea del yacimiento. Por otro, declaró a Mohenjo-Daro Patrimonio de la Humanidad, con la protección global que ello implica.

¿Aún más antiguos?

En el sitio, mientras tanto, el cese de las excavaciones en profundidad dejó lugar a tareas de conservación y documentación y también a prospecciones superficiales. Especialmente dinámicas desde los años ochenta, estas actividades, internacionalizadas desde la intervención de la Unesco, han deparado grandes avances en el conocimiento de la civilización del Indo. Hoy se saben muchos detalles de ella gracias a estudiosos como el alemán Michael Jansen, el italiano Maurizio Tosi o los norteamericanos Gregory Possehl y Jonathan Kenoyer. Por ejemplo, que su área de influencia abarcaba el equivalente a tres veces el tamaño de España, que el grueso de su sociedad urbana lo formaba una próspera burguesía de mercaderes y artesanos y que en las ciudades había un alcantarillado muy moderno, similar al romano, pero dos milenios anterior.

En las ciudades había un alcantarillado muy moderno, similar al romano, pero dos milenios anterior.

Los arqueólogos locales también han contribuido de forma notable a aportar más datos sobre esta cultura asombrosa. Es el caso de los indios Braj Basi Lal y Shikaripur Ranganatha Rao y, hace tan solo tres meses, del pakistaní Ghulam Mustafá Shar, quien, al frente de una veintena de colegas, descubrió en enero de 2009 el sitio de Lakhian Jo Daro no lejos de Mohenjo-Daro. Pese a que aún se investiga, se podría cifrar la fecha de inicio de esta civilización en 9.000 años de antigüedad, en vez de los 5.500 que se creía hasta ahora. Así permite aventurarlo el hallazgo de un taller de cerámica vidriada datado en el V milenio a. C.

Mientras se despeja esta incógnita –u otras como la lengua, la poca belicosidad y la misteriosa desaparición de este pueblo–, la primitiva civilización del Indo continúa teniendo en Mohenjo-Daro su recuerdo arqueológico por excelencia. Tanto por ser la más antigua de las dos metrópolis que edificaron como por tratarse de la mejor conservada, a pesar del destructivo salitre contra el que se sigue luchando.

Este artículo se publicó en el número 493 de la revista Historia y Vida. Si tienes algo que aportar, escríbenos a redaccionhyv@historiayvida.com.