Este Mundo, a veces insólito

Calendario
noviembre 2025
L M X J V S D
 12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930

Muralla abaluartada de Cádiz

Rate this post

Muralla abaluartada de Cádiz

Recinto abaluartado de Cádiz

Referencia: CA-CAS-036
Comunidad: Andalucía
Provincia: Cádiz
Municipio: Cádiz
Localidad: Cádiz

Muralla o recinto abaluartado

Situación

Las murallas de Cádiz, o recinto abaluartado de Cádiz, se encuentran en la localidad del mismo nombre, rodeando literalmente toda la isla sobre la que se asienta el casco histórico de la ciudad.

Historia

La ciudad de Cádiz fue tradicionalmente lugar de asedios y combates. Ante sus murallas se situaron las fuerzas inglesas, holandesas y francesas. Por ello, desde fechas muy tempranas Cádiz tuvo que ser fortificada, creándose una serie de amurallamientos que han terminado dando a la ciudad una imagen muy característica.

Inicialmente, la Cádiz medieval ya era una ciudad completamente fortificada que el rey Alfonso X el Sabio había ordenado reconstruir dada su importancia estratégica. El recinto amurallado medieval sólo tenía tres lienzos de muralla puesto que la defensa del cuarto lado la aseguraba el acantilado que daba al mar.

Desbordada la ciudad medieval, Cádiz también quedó paulatinamente cercada durante los siglos XVI, XVII y XVIII por un potente muro perimetral que defendía los nuevos barrios que iban creciendo a extramuros y que remarcaba aún más el sentido de isla. El castillo de San Sebastián y el castillo de Santa Catalina rematan la gran fortificación inexpugnable en la que se convierte la plaza de Cádiz.

La ciudad histórica queda separada así del istmo que la une a la isla de San Fernando por el frente de Tierra, comúnmente llamado Puertatierra. Esta parte de las murallas fue la que mayor número de intervenciones y reformas tuvo, quedando su configuración fijada a mediados del siglo XVIII con dos semibaluartes, llamados de San Roque y Santa Elena o Benavides, unidos por un lienzo de muralla con la puerta de la ciudad, la puerta de Tierra y anteriormente la puerta del Muro (actualmente cegada), y un pesado torreón defensivo sobre ella.

Desde este punto la muralla se extiende envolviendo toda la isla gaditana. Hacia la derecha se despliega el frente Portuario, que incluye los baluartes de Santiago y de los Negros, la puerta del Mar, la plataforma de La Cruz o de Santa Cruz, la puerta de Sevilla, el baluarte y puerta de San Antonio, el baluarte y puerta de San Carlo, y la Batería de San Felipe. De este frente se mantienen los extremos: el Baluarte de Santiago de un lado, y del otro la Batería de San Felipe y dos de los tres lados del baluarte o murallas de San Carlos.

Desde San Carlos (las murallas de San Carlos), cuya construcción fue concluida en el año 1784, arranca toda la zona oeste del cinturón amurado, es decir, el frente Marítimo o de Poniente que protegía la entrada al puerto y que estaba constituido por diversos tramos dominados por baluartes de entre los que destaca el mayor y más adelantado respecto a la línea de muralla, el de Candelaria. Le antecede el de la Escalerilla y le siguen el de La Soledad o La Bomba (actualmente paseo de Santa Bárbara; se sitúa en él un aparcamiento subterráneo en el que puede verse un tramo del lado interior de la muralla del baluarte) y el del Bonete, originariamente de San Agustín (junto a la explanada conocida como Campo de las Balas); de éste último sólo quedan algunos restos. Luego, en el frente de La Caleta de Santa Catalina (La Caleta), las plataformas de San Pablo y San Pedro, el baluarte del Orejón y la puerta de La Caleta.

El último tramo de la muralla es el correspondiente a la parte sur y recibe el nombre de murallas del Vendaval o del Campo del Sur o murallas de San Miguel y San Rafael. Si la presencia del mar siempre suponía un reto para las obras, esta zona es la que mayores problemas generó. Tras numerosos derrumbes, su amurallamiento había quedado paralizado a finales del siglo XVII. En 1719 se realizan nuevos intentos que quedan paralizados en 1723, intentándose en 1747 nuevas reparaciones. Pero el gran interés por cerrar esta parte de la isla llegó a raíz del temporal acaecido en 1765. Como consecuencia del mismo se suceden intervenciones de los ingenieros militares Juan Caballero, Silvestre Abarca, Luis Huet, Juan Martín Cermeño. Pero fue Tomás Muñoz el encargado en 1788 de llevar a cabo el proyecto de reconstrucción que se extendió hasta 1791, abarcando la zona comprendida entre el flanco del Matadero y el flanco de Capuchinos. Su idea era crear una playa artificial tras la cual un batidero daría paso a la muralla. Tomás Muñoz consiguió cerrarla, pero en 1792 ocurrieron nuevos derrumbamientos por la fuerza del mar. Durante el siglo XIX las fracturas continuaron, casi siempre en la misma zona, pero el trazado ya estaba realizado definitivamente. Éste comprendía los baluartes de los Mártires y Capuchinos y los flancos de Capuchinos, San Rafael/Puerto Chico, San Miguel, San Nicolás y del Matadero (este último apenas reconocible). Desde este punto enlaza la muralla con el frente de Tierra dándose por cerrado el cinturón amurado de Cádiz.

Para fortificar aún más su defensa por tierra, se complementó el recinto murado con la construcción de un gran conjunto fortificado independiente ante el foso del frente de Tierra, constituido por la llamada obra coronada, un segundo foso, los glacis y el glacis avanzado o ante-glacis. Todo este conjunto se conoce genéricamente como los glacis de Puerta Tierra.

Pero aún en el siglo XIX, y debido a la invasión francesa, se hizo necesario extender más el perímetro amurado, construyendo en la zona actualmente conocida como de Cortadura las murallas de la Cortadura de San Fernando, que aún existen y cierran el acceso de la ciudad contemporánea.

Descripción

La estructura de las Murallas de Cádiz responde al sistema, ideado por Vauban, de fuegos cruzados mediante castillos y baluartes. Desde el frente de Tierra y en sentido antihorario, los elementos del recinto fortificado de Cádiz son los siguientes:

Frente de Tierra o Baluarte de Puerta de Tierra:

Frente Portuario:

Frente Marítimo o de Poniente:

La Caleta:

Muralla del Vendaval o Campo del Sur:

Elementos destacables son las puertas de Tierra, el lienzo de Murallas de San Carlos, el Baluarte de La Candelaria y La Caleta.

Estado de conservación

Se encuentra en buen estado de conservación. En la actualidad de todo el recinto amurado sobrevive buena parte y en muy buen estado. El frente de Tierra permaneció intacto hasta que en la década de los cuarenta del siglo pasado fue horadado por dos amplios arcos que permitían la comunicación viaria con la tercera zona de expansión de la ciudad. Con el mismo sentido se derribó parte del Baluarte de San Roque. Del resto tan sólo ha desaparecido el tramo central del frente portuario, del que se mantienen el Baluarte de Santiago (como aparcamiento al aire libre), un fragmento de la plataforma de La Cruz (en un aparcamiento subterráneo), la Batería de San Felipe y parte del Baluarte de San Carlos (las Murallas de San Carlos), incluyendo éste último en su interior cinco manzanas de viviendas particulares y cuya muralla fue también perforada por sendos arcos que facilitan el tránsito viario.

Protección

Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.

Fuentes y otras webs de interés

Elementos singulares

Fortificaciones próximas

CastillosNet agradece la colaboración de Luis Carlos Gargallo Martínez.

En la espléndida Maqueta de Cádiz, del siglo XVIII, conservada en el Museo de las Cortes de Cádiz, podemos apreciar perfectamente cómo era la ciudad en esa época.

Murallas de Cádiz

Murallas de San Carlos. En primer plano garita, uno de los elementos característicos de las murallas gaditanas

Murallas de la Alameda. Al fondo, el baluarte de la Candelaria

Murallas de Puertas de Tierra desde el foso.

Las defensas gaditanas se completaban con los glacis de Puertas de Tierra, un conjunto fortificado situado frente a ella, tras el foso, que dificultaban el acceso, siguiendo el sistema defensivo del ingeniero militar francés Vauvan, y las galerías subterráneas conocidas popularmente como Cuevas de María Moco, consistentes en un conjunto de túneles subterráneos, minas y contraminas que discurrían por debajo de esta zona de la ciudad, construidas para refugio o para una posible huida ante hipotéticos asaltos enemigos, pero que fueron utilizadas, sobre todo, para otras prácticas, como el contrabando.

Tramo de muralla entre los baluartes de Capuchinos y de los Mártires, en el Campo del Sur. Bloques de hormigón para combatir la acción del mar, rompiendo la estética del lugar.

Cañones en las murallas de San Carlos, encontrados durantelas obras de ampliación del parking subterráneo de Canalejas

El fuerte de la Cortadura fue la última fortificación construída en Cádiz, que se levantó en esa fecha para proteger el único acceso terrestre a Cádiz e impedir el paso de las tropas napoleónicas, algo que no llegó a suceder pues éstas no lograron pasar de San Fernando.

 

Vista de Cádiz del siglo XVII, con parte de sus murallas

Maqueta de Cádiz. 1.777. En primer término, los glacis de Puerta  Tierra. Museo de las Cortes de Cádiz

 

 

 

Antiguo puente del torreón

Se trata del antiguo puente que existía en el lienzo principal del frente de tierra. Este puente principalmente se realizo de madera, pero con el paso de los años se requería una plataforma que pudiera soportar más peso, por lo que se construyo un puente de piedra ostionera. En su parte inferior disponía de unos pasos abovedados para el paso de un lado al otro del foso. Estos pasos a medida que pasó el tiempo se aprovecharon como locales, almacenes e incluso vivienda.

Cuando se realizo el relleno parcial de los fosos a mediados del siglo XX este puente se quedo enterrado y sus pasos cegados. Con el paso de los años se decidió construir una fuente frente al torreón, para ello se utilizaron dos de las 7 bóvedas de cañón del antiguo puente para la instalación de la maquinaria de bombeo, esta fuente tuvo una modificación respetando su base principal y la maquinaria de la fuente existente en aquella época.

Los glacis

Más adelante se proyectaría la llamada ‘obra coronada’, conjunto formado por un baluarte adelantado flanqueado por dos semibaluartes, enlazados por sendas cortinas, y se construirían las contraguardias, los caminos cubiertos, el segundo foso y los glacis -que hoy vendrían a quedar a la altura de la calle Santa Cruz de Tenerife- y, por último, el glacis avanzado o ante-glacis que en suave declive iba a morir junto a la hondonada del Instituto Hidrográfico y a los jardines del chalet del general Varela. En esta zona se construyó en el año 1911 la denominada ‘barriada obrera’.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En el año 1932, como medida para combatir el paro obrero, el gobierno de la República autorizó el derribo de las instalaciones militares de Puerta de Tierra, poniendo con ello fin a una muestra paradigmática de fortificación Vauban, obra consagrada de la poliocértica de los mejores tiempos.

El mismo año, como precaución tras la sublevación del general Sanjurjo (acaecida el 10 de agosto), un tábor de Regulares traído desde el norte de África permaneció acampado en los glacis durante algún tiempo. Fue el último cometido castrense de estas instalaciones.

  • Las murallas de Cádiz van rodeando literalmente toda la isla sobre la que se asienta el casco histórico de la ciudad.
  • La ciudad de Cádiz fue tradicionalmente lugar de asedios y combates. Ante sus murallas se situaron las fuerzas inglesas, holandesas y francesas. Por ello, desde fechas muy tempranas Cádiz tuvo que ser fortificada, creándose una serie de amurallamientos que han terminado dando a la ciudad una imagen muy característica.
  • Inicialmente, la Cádiz medieval ya era una ciudad completamente fortificada que el rey Alfonso X el Sabio había ordenado reconstruir dada su importancia estratégica. El recinto amurallado medieval sólo tenía tres lienzos de muralla puesto que la defensa del cuarto lado la aseguraba el acantilado que daba al mar.
  • Desbordada la ciudad medieval, Cádiz también quedó paulatinamente cercada durante los siglos XVI, XVII y XVIII por un potente muro perimetral que defendía los nuevos barrios que iban creciendo a extramuros y que remarcaba aún más el sentido de isla. El Castillo de San Sebastián y el Castillo de Santa Catalina rematan la gran fortificación inexpugnable en la que se convierte la plaza de Cádiz.
  • La ciudad histórica queda separada así del istmo que la une a la Isla de San Fernando por el frente de Tierra, comúnmente llamado Puertatierra. Esta parte de las murallas fue la que mayor número de intervenciones y reformas tuvo, quedando su configuración fijada a mediados del siglo XVIII con dos semibaluartes, llamados de San Roque y Santa Elena o Benavides, unidos por un lienzo de muralla con la puerta de la ciudad, la puerta de Tierra y anteriormente la puerta del Muro (actualmente cegada), y un pesado torreón defensivo sobre ella.
  • Desde este punto la muralla se extiende envolviendo toda la isla gaditana. Hacia la derecha se despliega el frente Portuario, que incluye los baluartes de Santiago y de los Negros, la puerta del Mar, la plataforma de La Cruz o de Santa Cruz, la puerta de Sevilla, el baluarte y puerta de San Antonio, el baluarte y puerta de San Carlo, y la Batería de San Felipe. De este frente se mantienen los extremos: el Baluarte de Santiago de un lado, y del otro la Batería de San Felipe y dos de los tres lados del baluarte o murallas de San Carlos.
  • Desde San Carlos (Murallas de San Carlos), cuya construcción fue concluida en el año 1784, arranca toda la zona oeste del cinturón amurado, es decir, el frente Marítimo o de Poniente que protegía la entrada al puerto y que estaba constituido por diversos tramos dominados por baluartes de entre los que destaca el mayor y más adelantado respecto a la línea de muralla, el de Candelaria. Le antecede el de la Escalerilla y le siguen el de La Soledad o La Bomba (actualmente paseo de Santa Bárbara; se sitúa en él un aparcamiento subterráneo en el que puede verse un tramo del lado interior de la muralla del baluarte) y el del Bonete, originariamente de San Agustín (junto a la explanada conocida como Campo de las Balas); de éste último sólo quedan algunos restos. Luego, en el frente de La Caleta de Santa Catalina (La Caleta), las plataformas de San Pablo y San Pedro, el baluarte del Orejón y la puerta de La Caleta.
  • El último tramo de la muralla es el correspondiente a la parte sur y recibe el nombre de Murallas del Vendaval o del Campo del Sur o murallas de San Miguel y San Rafael. Si la presencia del mar siempre suponía un reto para las obras, esta zona es la que mayores problemas generó. Tras numerosos derrumbes, su amurallamiento había quedado paralizado a finales del siglo XVII. En 1719 se realizan nuevos intentos que quedan paralizados en 1723, intentándose en 1747 nuevas reparaciones. Pero el gran interés por cerrar esta parte de la isla llegó a raíz del temporal acaecido en 1765. Como consecuencia del mismo se suceden intervenciones de los ingenieros militares Juan Caballero, Silvestre Abarca, Luis Huet, Juan Martín Cermeño. Pero fue Tomás Muñoz el encargado en 1788 de llevar a cabo el proyecto de reconstrucción que se extendió hasta 1791, abarcando la zona comprendida entre el flanco del Matadero y el flanco de Capuchinos. Su idea era crear una playa artificial tras la cual un batidero daría paso a la muralla. Tomás Muñoz consiguió cerrarla, pero en 1792 ocurrieron nuevos derrumbamientos por la fuerza del mar. Durante el siglo XIX las fracturas continuaron, casi siempre en la misma zona, pero el trazado ya estaba realizado definitivamente. Éste comprendía los baluartes de los Mártires y Capuchinos y los flancos de Capuchinos, San Rafael/Puerto Chico, San Miguel, San Nicolás y del Matadero (este último apenas reconocible). Desde este punto enlaza la muralla con el frente de Tierra dándose por cerrado el cinturón amurado de Cádiz.
  • Para fortificar aún más su defensa por tierra, se complementó el recinto murado con la construcción de un gran conjunto fortificado independiente ante el foso del frente de Tierra, constituido por la llamada obra coronada, un segundo foso, los glacis y el glacis avanzado o ante-glacis. Todo este conjunto se conoce genéricamente como los glacis de Puerta Tierra.
  • Pero aún en el siglo XIX, y debido a la invasión francesa, se hizo necesario extender más el perímetro amurado, construyendo en la zona actualmente conocida como de Cortadura las murallas de la Cortadura de San Fernando, que aún existen y cierran el acceso de la ciudad contemporánea.
  • La estructura de las Murallas de Cádiz responde al sistema, ideado por Vauban, de fuegos cruzados mediante castillos y baluartes.

 

 

 

 

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.