Estrella Rub el hizb
La estrella de ocho puntas es una forma geométrica usada por varias culturas bajo distintos nombres y significados.
La Rub el hizb (en árabe: ربع الحزب ?) es una estrella de ocho puntas que se usa en el Corán para indicar el fin de un capítulo. En árabe, rub significa “cuarta” e hizb significa “parte” o “partido”, por lo que vendría a significar “cuarta parte”.
Parece ser que es una representación del paraíso, que según la creencia islámica está rodeado de ocho montañas. Algunos estados islámicos la usan en sus símbolos nacionales, como los escudos de Turkmenistán y Uzbekistán y en la bandera de Azerbaiyán. El símbolo rub al-hizb está presente en el alfabeto Unicode como dos cuadrados solapados con un lunar central: ۞. La signatura de este símbolo es U+06DE.
Una estrella de ocho puntas se utilizó como un símbolo de Tartessos, una civilización antigua con sede en Andalucía. A medida que la región fue gobernada por dinastías islámicas desde hace ocho siglos, esto puede sugerir un posible origen de la Hizb Rub el.
Rub el hizb.
Estrella tartésica
La estrella de ocho puntas es una forma geométrica usada por varias culturas bajo distintos nombres y significados.
Estrella de ocho puntas en la Iglesia románica del siglo XII de Santo Tomé (Zamora), España
También es conocida como Gadeiro, nombre dado por extensión de la denominación que Platón usaba para los habitantes de Gades (actual Cádiz), o estrella de Abderramán I, primer califa del al-Ándalus, quien la popularizó por todo el Mediterráneo, África y Europa.
La estrella de ocho puntas tiene su origen en la mitología y la religiosidad tartésica, ya que era el símbolo con el que el pueblo tartésico, desde tiempos remotos del Neolítico, adoraba al Sol y lo representaba con ocho rayos.
En la época tarteso-turdetana y durante los siglos de ocupación musulmana en la Península, se acuñan las primeras monedas con la estrella de ocho puntas como símbolo político y como elemento decorativo. Pero fue en el Reino de Granada donde alcanza su máximo esplendor pasando a la decoración de edificios, grabados, joyería, etc. Los mozárabes y mudéjares llevaron la estrella de ocho puntas por todo el norte de la Península y los musulmanes y moriscos la difundieron por el Magreb y el Oriente Medio. Actualmente puede verse en numerosos edificios como en la Alhambra.
Parece ser que el origen de la estrella de ocho puntas está en la mitología y la religiosidad tartésica adoradora del sol. Es el astro rey un símbolo definitorio de la Andalucía más antigua. Desde los remotos tiempos del neolítico los andaluces adoraban al sol y lo representaban con ocho rayos. Los andaluces turdetanos representaban esta estrella en sus monedas como un claro símbolo político, en una época de plena independencia andaluza. Los andaluces béticos, al no ser independientes, se limitaban a representar la estrella en la mayoría de sus mosaicos. Los andaluces que derrotaron a D. Rodrigo, escogieron la estrella de ocho puntas como símbolo político y lo pusieron en las primeras monedas que acuñaron. El califato independiente de Al-Andalus utilizó profusamente la estrella, incluso en algunas de sus monedas. También el reino nazarí lo incluyó en algunos pendones además de utilizarla profusamente en la decoración. Los mozárabes y mudéjares andaluces llevaron la estrella de ocho puntas por todo el norte de la Península y los musulmanes y moriscos andaluces la difundieron por el Magreb y el Oriente Medio. Nuestros albañiles han seguido poniendo la estrella en las iglesias y en los azulejos de nuestros pueblos. Hoy, período de libertad en Andalucía, además de usarse la estrella como símbolo decorativo, algunos partidos y asociaciones lo utilizan conscientemente como símbolo identificativo.
La estrella tartésica, símbolo con que el pueblo tartésico representaba el sol, es la icono de una estrella de ocho puntas resultado de la superposición dos cuadrados.
Los pueblos árabes que llegaron a la península la asimilaron a la idea de que el paraíso está rodeado de ocho montañas y de allí la difundieron por todo el Magreb y por Oriente.
Un ejemplo de ello son los símbolos oficiales de tres países musulmanes como el escudo de Turkmenistán, el de Uzbekistán o la bandera de Azerbaiyán.
En la Andalucía islámica abundan multitud de representaciones de la estrella, tanto en sentido decorativo como en sentido político-religioso.
Esta utilización aparece en todos los períodos, se observa en las arquetas y botes de la época así como en algunas monedas califales, también aparece en los reinos taifas, tanto en decoración de edificios, en telas, en grabados de coranes y en joyería (como la magnífica estrella de ocho puntas , de oro, expuesta en la exposición Al-Andalus de Granada.
En la construcción se ve por todas partes, sobre todo en las cenefas decorativas de azulejos.
La Junta de Andalucía ha escogido el símbolo de la estrella de ocho puntas sobre el fondo de la bandera andaluza para su flota de vehículos.
Actualmente es también usada por el nacionalismo andaluz como enseña identitaria.
Esvástica
Esvástica decorativa al estilo hindú.
La esvástica o suástica es una cruz cuyos brazos están doblados en ángulo recto. Puede aparecer de dos maneras:
• en sentido dextrógiro (o sea, cuyo brazo superior apunta hacia la derecha): 卐
• en sentido levógiro (o sea, cuyo brazo superior apunta hacia la izquierda): 卍.
Geométricamente, sus 20 lados hacen de ella un icoságono irregular.
Esvástica levógira (que apunta hacia la izquierda, en contra de las manecillas de reloj).
El término español «esvástica» proviene del idioma sánscrito suastíka (que en letra devanagari se escribe स्वस्तिक), que literalmente significa ‘muy auspicioso’, pero también puede significar:
• bien
• felizmente
• con éxito
• ¡que les vaya bien!»
• ¡salud!
• ¡adiós!
• ¡que así sea!
• forma de saludo (especialmente al comienzo de una carta).
• forma de aprobación o sanción.
• suastí: ‘bienestar, fortuna, suerte, éxito, prosperidad’.
o su: ‘muy’ y
o astí: ‘que existe’.
Según sir Alexander Cunningham (citado por sir Monier William) se trata de un monograma generado por la conjunción de las letras su astí en caracteres ashoka (anteriores a la escritura devanagari, que son las que desde hace varios siglos se utilizan en la escritura del sánscrito). Según algunos autores esto demuestra que el símbolo no fue creado en esta era, sino aproximadamente en el siglo V a. C., e incluso pudo haber sido anterior. Aunque los visnuistas dicen que la esvástica está eternamente dibujada en una de las cuatro manos del dios Visnú.
Este símbolo, que ha venido apareciendo repetidamente en la iconografía, el arte y el diseño producidos a lo largo de toda la historia de la humanidad, ha representado conceptos muy diversos. Entre estos se encuentran la suerte, el Brahman, el concepto hindú de samsara (reencarnación) o a Suria (dios del Sol), por citar solamente los más representativos. En principio la esvástica fue usada como símbolo entre los hindúes. Se menciona por primera vez en los Vedas (las escrituras sagradas del hinduismo más primitivo), pero su uso se traslada a otras religiones de la India, como el budismo y el yainismo.
Otros nombres en español
• Cruz gamada (en heráldica), ya que cada brazo se asemeja a una letra griega gamma mayúscula (Γ). Asimismo tenemos que en francés es croix gammée, en inglés fylfot, en alemán Winkelmaßkreuz, en holandés hakenkruis y en italiano croce uncinata. Asimismo se usa el término gammadion (de gamma, tercera letra del alfabeto griego).
• Cruz cramponada (en heráldica), ya que cada brazo se asemeja a una de las púas de un crampón (en francés: croix cramponnée, en inglés: cross cramponned, en alemán: Hakenkreuz, en italiano: croce uncinata, en holandés: weerhakenkruis, en húngaro: horogkereszt).
• Tetraskel se relaciona con el nombre griego tetraskelion (lit. «cuatro piernas»). Se han encontrado tetraskeles prerromanos (tétrascelas dextrógiros y levógiros) en Vizcaya, en las estelas encontradas en Arrieta, Fórua y Busturia.3 En
Busturia también se ha encontrado una esvástica levógira.
Otras lenguas
• Esvástica proviene del idioma sánscrito (hablado antiguamente en la India), concretamente de la palabra suasti, que significa «bienestar». El término se divide en el adverbio su («bueno» o «muy») y asti (tercera persona singular del verbo asti [‘ello es’]). Una traducción literal sería «conductivo al bien-estar».
• Wan, en chino, se le relaciona con el número 10.000 por analogía léxica. La esvástica es utilizada como un carácter chino más de las respectivas adaptaciones de wanzi (卍字). De Wan con el sufijo zi (que significa ‘grafía’) se deriva manji (卍) en japonés y manja (만자) en coreano.
Además hay otros símbolos que tienen cierto parecido con la esvástica, como el triskel o trinacria (del griego triskelion) usado como emblema de la isla de Man o de Sicilia y recurrente motivo celta. Posteriormente el lauburu vasco, de brazos curvos, reanimación moderna lábaro cántabro, será también visualmente reminiscente de la esvástica.
La esvástica es un motivo bastante común en la cultura Romana y el arte de la India de nuestros días, así como en la arquitectura del pasado, habiendo sido representada en mosaicos, frisos y otras obras del mundo antiguo.
Se encuentra en casi todas las religiones y culturas: Hinduismo, Budismo, Jainismo, Cristianismo, Judaísmo, en Japón, etc. En la Europa del siglo XX. En Sudamérica. En Estados Unidos: Para muchas de las tribus nativas norteamericanas, especialmente para los hopi de Arizona, la esvástica simboliza la migración, realizada en oportunidad de la llegada de los hombres al cuarto mundo a través del sipapu o la ‘vagina de la tierra’. La migración o diáspora es simbolizada por la esvástica dextrógira (gira en el sentido de las agujas del reloj). Por el contrario, la reunificación de las razas es simbolizada por la rotación levógira (en contra).
Para muchos occidentales, la esvástica se asocia primordialmente con el nazismo en particular y con el fascismo en general.
Los nazis adoptaron la esvástica en 1920 pero ésta ya estaba en pleno uso como símbolo entre los movimientos nacionalistas alemanes völkisch, los cuales poseían ciertas veleidades místico-esotéricas. Por este motivo, lo vieron apropiado para adoptarlo como símbolo de la «raza aria». El uso de la esvástica como símbolo de la «raza aria» se remonta de nuevo a escritos de Émile Burnouf. Tras muchos otros escritores, el poeta nacionalista alemán Guido von List lo consideró para ser un símbolo únicamente ario. Hitler se refirió a la esvástica como el símbolo de la «lucha por la victoria del hombre ario» (en el libro Mein Kampf).
Los nazis utilizaron la esvástica negra (o Hakenkreuz) dentro de un círculo blanco sobre fondo rojo, siendo el negro, el blanco y el rojo los colores de la antigua bandera del Imperio alemán. Los nazis también usaron la esvástica desprovista de tales círculos y fondo. Adolf Hitler escribió también en su libro que el diseño final le fue sugerido por un gran número de correligionarios nazis.
Se encuentran con frecuencia dos versiones de la esvástica nazi. Una de ellas es levógira. La otra es su imagen especular dextrógira. Aunque los nazis no parecen haber atribuido distinciones simbólicas a ambas variedades, la última es de uso más común. En ambas la cruz aparece girada 45°.
En nuestros días, el simbolismo de la esvástica ha sido adoptado por los neonazis. Consecuentemente, el empleo de la esvástica fuera de un contexto histórico se considera tabú en casi todo el mundo. En la actualidad, la legislación alemana prohíbe y sanciona el uso en público de la cruz gamada y otros símbolos nazis.
Para centenares de millones de personas, la esvástica se asocia con conceptos y prácticas que nada tienen que ver con el nazismo y por eso es de uso corriente principalmente en países no occidentales.
La frecuencia con que es usada la esvástica se explica por el hecho de que es un símbolo sencillo y atractivo que puede aparecer sin dificultad en cualquier civilización que haya desarrollado la cestería (aunque no necesariamente, puede aparecer de otros modos), y de ahí expandirse con facilidad, debido a los contactos entre unos pueblos y otros. La esvástica sería un diseño muy repetido, creado por los bordes de las cañas o juncos usados para fabricar una cesta de base cuadrangular.
Fasces
Las fasces (o haz de lictores), palabras provenientes del latín fascis, eran una unión de 30 varas (una por cada curia de la antigua Roma) atadas de manera ritual con una cinta de cuero rojo formando un cilindro; a su alrededor había un hacha común o un labrys.
Originalmente era el emblema de los reyes etruscos, adoptado igualmente por los monarcas romanos y perviviendo durante la república y parte del imperio. Las fasces eran transportadas al hombro por un número variable de lictores, fasces lictoriae, que acompañaban a los magistrados curules como símbolo de la autoridad de su imperium y su capacidad para ejercer la justicia.
Las varas unidas significan que “La unión hace la fuerza”, puesto que es más fácil quebrar una vara sola que quebrar un haz de varas.
Dentro del pomerium, el límite sagrado de Roma, las fasces no podían llevar hachas, indicando que dentro de la ciudad los magistrados curules tenían derecho para castigar, pero no para ejecutar. Tan sólo le estaba permitida al dictador la inserción de las hachas.
Las fasces las llevaba el rey de la antigua Roma. El cargo de rey no era hereditario, aunque sí vitalicio. El rey llevaba un manto púrpura, cetro de marfil y corona de oro y era precedido en las calles por doce auxiliares o lictores que llevaban las famosas fasces o varas entrelazadas de las que salía una hoja de hacha, como símbolo de su autoridad.
Simbología actual
El Imperio romano fue muy rico en símbolos, algunos de los cuales han llegado hasta nuestros días, por ejemplo:
• Figura en el escudo de Francia desde que ha adoptado la forma de Estado republicano.
• Benito Mussolini, en sus iconos fascistas italianos.
• La policía de Noruega y Suecia.
• Forma parte del emblema de la Guardia Civil española, indicando su capacidad de vigilancia y de salvaguardia, muy similar al de los lictores romanos.
• Aparece en el Congreso de los Estados Unidos, flanqueando la tribuna del orador y a los lados de la frase In God We Trust (“Confiamos en Dios”).
• Fue usado como símbolo de las revoluciones de Latinoamérica.
• Se utiliza en el escudo del departamento colombiano de Norte de Santander.
• Fue adoptado por el Congreso de Cúcuta para el escudo de la Gran Colombia.
• Figura en el escudo de Ecuador desde 1830.
• Se encuentra en la fachada del Palacio de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, capital de la República Argentina.
• Se encuentra en la fachada del Palacio de los Tribunales de Justicia de Valparaíso, en Chile.
• Aparece en el escudo de la Policía Metropolitana en Montevideo, capital de Uruguay.
• Figura en el escudo del Partido Nacional, partido político uruguayo.
• Este símbolo forma parte del escudo del Cuerpo Jurídico Militar de las Fuerzas Armadas Españolas, rodeado por una corona de hojas de roble.
El término “fascismo” proviene de la palabra “fascio”, que significa “haz”, hierbas, espigas o cualquier otro tipo de objetos ligados entre sí. Pero de manera más concreta, la palabra alude a las “fasces” (“haces”), símbolo romano de poder.
Escudo de la Guardia Civil española.
Flor de lis
La palabra lis es un galicismo que significa lirio. La flor de lis es una representación de la flor de lirio. En la heráldica francesa es un mueble muy difundido. El diseño se remonta a una época muy antigua de la historia de esta ciencia. Se conoce como flor de lis o amacayo. Es una de las cuatro figuras más populares de la heráldica, junto con la cruz, el águila y el león.
Se suele representar en color amarillo sobre un fondo azul. Tradicionalmente, se ha representado un campo de flores de lis, dispuestas de forma ordenada. Desde la Edad Media es considerada un símbolo de la realeza francesa.
Uno de los primeros usos de un símbolo similar al de la flor de lis parece darse en la decoración de la Puerta de Istar en Mesopotamia, construida por Nabucodonosor II en el año 575 a.C. También hay quienes asocian determinados símbolos de la antigua Teotihuacán al origen del simbolismo de la flor.
El primer uso oficial de la flor de lis en occidente se remonta al siglo V junto a la expansión de la Iglesia Católica. Los manuscritos antiguos fueron traducidos al latín vulgar por San Jerónimo de Estridón por encargo de San Dámaso I para difundir el cristianismo a la plebe. Esta traducción se la conocería como Vulgata, donde se aprecia el emblema de la flor de lis dibujada en su portada.
Otro uso conocido de la flor de lis como emblema se remonta al siglo XII, con el rey Luis VII, quien fuera el primer soberano en incorporarla a su escudo. A partir del siglo XIV, aparece también como emblema de la casa de Lancaster (dinastía real inglesa), para enfatizar su reivindicación al trono francés. El escudo de la casa de Lancaster incluye tres flores de lis y tres leopardos pasantes. Catalina de Lancáster (nieta de Pedro I de Castilla y abuela de Isabel la Católica) fue la patrocinadora del monasterio de Santa María la Real de Nieva en la provincia de Segovia, por eso puede verse allí su escudo con las tres flores de lis.
En el siglo XVI, era símbolo de la dinastía Valois y emblema de la familia Farnesio que utiliza seis flores en el escudo.
Los alquimistas, a partir del Renacimiento, segunda mitad del siglo XV, la flor de lis se tomó como símbolo de su bien hacer y lo unían a sus blasones cuando lograban alcanzar gran iluminación (la piedra filosofal). La flor de lis simboliza el árbol de la vida, la perfección, la luz, la resurrección y la gracia del dios que ilumina… primero, Thot – Hermes es el dios mago que aparece junto a Isis cuando ésta quiere devolverle la vida a Osiris. Él vino a enseñar la grandiosa doctrina secreta de la luz interna a los sacerdotes de los templos. Les enseñó que la luz era universal y que esa luz era dios, quien mora en todos los hombres. El segundo es Hermes Trimegisto, un famoso legislador, sacerdote y filósofo egipcio, que vivió hacia el año 2.630 a. C. Hermes enseñó a los hombres la escritura, la música, la medicina, la astronomía, el ceremonial para el culto de los dioses, y también enseñó a ciertos discípulos las ciencias secretas (la magia, la alquimia, la astrología).
Durante el siglo XX el símbolo fue adoptado por el Movimiento Scout Mundial, organización presente en todo el mundo.
Hexagrama
Un hexagrama es una figura en forma de estrella con seis puntas, {6/2} o 2{3}, que resulta de componer dos triángulos equiláteros. La intersección resulta ser un hexágono regular.
Aunque generalmente se lo reconoce como un símbolo de identidad judía, también es utilizado en otros contextos históricos, religiosos y culturales, por ejemplo en el Islam, y en religiones orientales como también en el Ocultismo.
Al igual que otras formas geométricas simples como el triángulo, el círculo o el cuadrado, es posible que el hexagrama haya sido creado o descubierto por diferentes personas o pueblos sin conexión entre ellos.
El hexagrama es un símbolo mandala llamado satkona yantra o sadkona yantra que se puede observar en antiguos templos hindúes del sur de la India, construidos hace miles de años.1 2 3 Simboliza el nara-narayana, o estado de meditación con un balance perfecto entre el hombre y la divinidad, el cual si se mantiene, da lugar al “moksha,” o “nirvana” (liberación de las ataduras del mundo terrenal y sus vínculos materiales).
Es posible observar en papiros antiguos figuras de pentagramas, junto con estrellas y otros signos, también se los puede encontrar en amuletos junto con los nombres judíos de Dios, y son usados para protegerse contra la fiebre y enfermedades. Curiosamente entre estos signos no se encuentra el hexagrama. Curiosamente en el gran papiro mágico (Wessely, l.c. pp. 31, 112) en París y Londres aunque hay veintidós signos encolumnados, y un círculo con doce signos, no se observa ni un pentagrama ni un hexagrama.
Es uno de los símbolos más potentes usados en los poderes de las tinieblas. Usado en los trabajos de magia. Se confunde con la estrella de David, sin embargo ésta estrella está dentro de un círculo.
Grial
Jesucristo durante la Última Cena con el Grial, por Juan de Juanes (1570).
El Santo Grial es el plato o copa usado por Jesucristo en la Última Cena. La relación entre el Grial, el Cáliz y José de Arimatea procede de la obra de Robert de Boron Joseph d’Arimathie, publicada en el siglo XII. Según este relato, Jesús, ya resucitado, se aparece a José para entregarle el Grial y ordenarle que lo lleve a la isla de Britania. Siguiendo esta tradición, autores posteriores cuentan que el mismo José usó el cáliz para recoger la sangre de Cristo y que, más tarde en Britania, estableció una dinastía de guardianes para mantenerlo a salvo y escondido. La búsqueda del Santo Grial es un importante elemento en las historias relacionadas con el Rey Arturo (el Ciclo Artúrico o Materia de Bretaña) donde se combinan la tradición cristiana con antiguos mitos celtas referidos a un caldero divino.
Otras leyendas acerca del Grial se entrecruzan con las relativas a las distintas copas antiguas que se consideran el Santo Cáliz.
El primer autor en mencionar al Grial es, entre 1181 y 1191, el poeta Chrétien de Troyes en su narración Perceval —también llamada Le Conte du Graal—. La obra, presentada como tomada de un libro antiguo, habla de la visita de Perceval —quien aspira a ser caballero del Rey Arturo— al castillo del Rey Pescador, en el cual le es mostrado un grial. Dentro del mismo hay una especie de oblea que, milagrosamente, alimenta al herido padre del Rey. Perceval no pregunta por el significado de este objeto, lo cual le es reprochado más tarde.
Aunque posee un claro simbolismo cristiano, Chrétien no explica en qué consiste el grial, y la obra se interrumpe bruscamente. El autor no lo denomina «santo», ni lo designa como «el grial», sino simplemente como «un grial» y considera más importante su contenido —la hostia consagrada del catolicismo— que el recipiente. De hecho, teniendo en cuenta la etimología de la palabra, es muy posible que Chrétien aludiera a una sencilla bandeja.
En la antigua sala capitular, hoy Capilla del Santo Cáliz de la Catedral de Valencia, se conserva un cáliz que la tradición aragonesa identifica con el Santo Grial. Consta de una copa de calcedonia (piedra semipreciosa) de 7 cm de altura y 9,5 de diámetro, y un pie con asas añadido posteriormente. El arqueólogo Antonio Beltrán ha fechado la copa superior en torno al cambio de era (siglo I), labrada en un taller oriental de Egipto, de Siria o de la propia Palestina, por lo que pudo estar en la mesa de la Santa Cena. Los dos Papas que han visitado la ciudad de Valencia (Juan Pablo II y Benedicto XVI), han usado este cáliz en las Eucaristías multitudinarias de sus visitas. Algunos consideran por ello que la Iglesia es favorable a la autenticidad de esta reliquia, aunque jamás ha sido formulado un comentario oficial.
Indalo
El indalo es una figura de origen ancestral que se encuentra en la cueva de los Letreros, situada en la falda del Maimón, en el municipio de Vélez-Blanco (Almería, Andalucía), España. Se trata de una pintura rupestre del Neolítico tardío o Edad del Cobre. Representa a una figura humana con los brazos extendidos y un arco sobre sus manos, si bien su significado no ha sido aún esclarecido de forma definitiva existiendo también varias teorías que apuntan a cierta divinidad en el dibujo. Actualmente es un símbolo de Almería.
La Cueva de los Letreros, y más concretamente el indalo, fueron descubiertos hacia 1868 por el almeriense Manuel de Góngora y Martínez. Dicha cueva, que da cobijo al Indalo, fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1924 y posteriormente Patrimonio de la Humanidad.
Durante siglos, antes de la catalogación del indalo por parte de los estudiosos, fue símbolo de buena suerte y considerado un tótem en el norte y levante de la provincia de Almería, especialmente en Mojácar, donde lo pintaban con almagre para proteger las casas de las tormentas y el mal de ojo. Se le llamaba el «muñequillo mojaquero».
A mediados del siglo XX fue tomado como símbolo y bandera de un movimiento intelectual y pictórico encabezado por Jesús de Perceval, discípulo un poco anarco de la visión (véase noucentista) mediterránea del filósofo Eugenio d’Ors. Por su parte, Perceval reivindicaba la postura vital, la cosmovisión de lo almeriense y la esencialidad de las culturas anteriores desde la antigüedad, en un renacer constante del clasicismo considerado como movimiento eterno que se renueva cíclicamente.
Tan fuerte fue el simbolismo del Indalo para esos artistas e intelectuales que pusieron a su grupo el nombre de movimiento indaliano. Los indalianos veían en su enseña un hombre ancestral sosteniendo un arcoiris y simbolizando un pacto entre el hombre y los dioses para evitar futuros diluvios. El estudio del dibujo muestra que la figura no representa otra cosa que un arquero apuntando hacia el ave que vuela sobre él. La palabra indalo podría tener su origen en la lengua de los íberos: indal eccius, ‘mensajero de los dioses’; sin embargo es más reconocido el origen del nombre en homenaje al patrón de la ciudad de Almería, San Indalecio.
El dibujo que da forma al indalo se puede encontrar no sólo en muchos de los abrigos de la Comarca de los Vélez, sino que además, hay constancia de figuras muy similares fuera de la geografía española. Un famoso ejemplo es el dibujo situado en el Templo de Ramsés II en Abydos.
En las últimas décadas, el indalo se ha convertido en el símbolo más representativo de Almería y lo almeriense. De hecho, es típico entre los turistas llevarse un indalo de recuerdo.
El indalo está presente en muchos logotipos, nombres de empresas o tiendas. El ejemplo más conocido es el escudo de la UD Almería, que está basado en un indalo.
Lábaro cántabro
Lábaro cántabro (lábaru cántabru en montañés) es el nombre que recibe la interpretación moderna de un antiguo estandarte militar conocido por los romanos como cantabrum. Consiste en un pendón de tela de color púrpura sobre el cual está bordado un círculo rodeado de una decoración geométrica con cuatro crecientes lunares enfrentados dos a dos.
El origen del nombre y del diseño se encuentra en la teoría defendida por diversos autores de una posible relación entre la génesis del labarum y el estandarte militar denominado cantabrum, con la consiguiente identificación de ambos como una misma cosa; y a la supuesta relación que el Codex Theodosianus establece entre el labarum y los cantabrarii, colegio de soldados romanos encargados de portar el cantabrum.
Su significado etimológico, el que habla, hace referencia a su uso como estandarte utilizado para enviar órdenes o señales a la tropa durante la batalla.
Los relatos de Tertuliano y Minucio Félix no establecen relación alguna entre el cantabrum y el labarum, dejando únicamente clara la veneración que las tropas romanas hacían de sus cruces, cubiertas por las telas de los cantabra y vexilia:
Así también, en los cantabra y en los vexilia, que defiende la milicia con no menor devoción, aquellos velos son las vestiduras sagradas de las cruces.
Según estas teorías, el cantabrum es el estandarte que Constantino I el Grande tras su conversión al cristianismo transforma en el labarum al incluir el crismón, anagrama que representa a Cristo, consistente en las grafías mayúsculas en griego de las dos primeras letras de su nombre, una “X” sobre la que se superpone una “P”.
Se justifica también la relación en la etimología celta del término lábaro procedente de (p) lab- hablar, de donde se ha derivado el adjetivo labaros, orador, ampliamente representado en las lenguas celtas. Galés: llafar, habla, idioma, voz, orador; antiguo córnico y bretón: lavar palabra; antiguo irlandés: labar charlatán, labrad habla, lenguaje; irlandés: labhar locuaz, en voz alta y labhairt palabra, habla < célt. (p) labro-. En latín Labarum.
Asimismo, el antropónimo Labaro ya existía entre los antiguos cántabros, habiendo sido recogido en lápidas funerarias.
Estela cántabra de Barros (Cantabria), alrededor del siglo II a. C.
El diseño actual, siguiendo igualmente la teoría de ser el labarum lo mismo que el cantabrum, establece para el lábaro cántabro el color magenta del labarum.
El tetrasquel dorado representa las cuatro crecientes lunares que aparecen representadas en varias estelas cántabras discoideas gigantes. Siendo un símbolo que se ha constatado que usaban los cántabros frecuentemente, como se observa en caetras representadas en monedas acuñadas tras las Guerras Cántabras.
Además este tipo de estandartes y sus variantes estaban bastante extendidos entre los pueblos célticos, como lo demuestran los relieves del arco de triunfo de Orange. Su diseño entronca con antiguos símbolos celtas como el trisquel y su simbolismo, de tipo religioso, se relaciona con el culto al Sol y a la Luna.
La interpretación moderna del lábaro cántabro y su posible uso como símbolo oficial o cooficial de la Cantabria actual ha surgido como debate en el seno de esta Comunidad Autónoma, desatando un conjunto de enraizadas disputas dialécticas difundidas en muchos casos a través de los medios de comunicación. El arco de las reflexiones pasa desde el fervor popular por el lábaro a la descalificación de los que se oponen a tal propuesta.
En este diálogo mediático las posturas que más voz ostentan provienen de la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC), por un lado, y de investigadores que intervinieron en la creación de los símbolos de la actual Comunidad Autónoma enmarcados dentro del Centro de Estudios Montañeses, por el otro.
Actualmente, y desde ciertos colectivos cántabros tanto sociales como políticos, se reivindica el uso oficial del estandarte aureomagenta como bandera de Cantabria, como representación del legítimo cantabrum, en sustitución de la actual, o al menos otorgándole la misma oficialidad. Algunos ayuntamientos, caso del de Comillas, aceptaron la propuesta del CNC de utilizar dicha bandera y colocarla en el balcón de la Casa Consistorial durante la celebración de fiestas locales y regionales. Asimismo, el lábaro ondea en el Ayuntamiento de Colindres durante la semana en la que se celebra el festival de música cántabra Sauga Folk y se procede anualmente a su izado solemne en acontecimientos de la talla del Día´l Pueblu Cántabru de Novales o el Día Infantil de Cantabria, cuya celebración tiene lugar en la península de la Magdalena de Santander.
Existe una serie de expertos como Joaquín González Echegaray, José Luis Casado Soto o Ramón Teja que defienden la legitimidad histórica de la actual bandera de Cantabria frente al lábaro, al argumentar que el pendón blanquirrojo es el que llevaban los barcos cántabros desde, al menos, el siglo XVIII. Según estos académicos, aunque en los textos antiguos hay alguna referencia a un estandarte denominado cantabrum, en ningún caso las fuentes clásicas dan una descripción exacta de la forma, colores o símbolos del mismo, siendo aventurado reconstruirlo sin más elementos de juicio.
Frente a tergiversaciones publicadas en determinados medios críticos con el lábaro, González Echegaray en su estudio Acerca del llamado “Lábaro Cántabro” se limita a afirmar sobre el lábaro moderno: «Se trata de una creación nueva, que solo puede decirse que se halla vagamente sugerida por algunos de los elementos históricos que de aquí hemos hablado», si bien su opinión respecto a adoptar el lábaro como bandera es negativa.
Para Casado Soto, más crítico, el lábaro no sería sino un invento del regionalismo cántabro, cuya antigüedad no va más allá del periodo preautonómico, y el actual debate en torno a los símbolos regionales sería un intento de destruir el consenso que se alcanzó en el Estatuto de Autonomía.
Estela de Barros
Ichthys
IXΘΥΣ: Iota I=Jesús, Ji X=Christos, Theta Θ=Theou (de Dios), Ípsilon Υ=Uios (Hijo), Sigma Σ=Soter (Salvador)
El ichtus o ichthys (ΙΧΘΥΣ, [‘ix.θys]) es un símbolo que consiste en dos arcos que se intersecan de forma que parece el perfil de un pez, y que fue empleado por los primeros cristianos como un símbolo secreto.
A menudo el símbolo del pez aparece en el ámbito paleocristiano hasta fines del siglo IV. La palabra del idioma griego ichthys significa pez, pero también es un acrónimo que proviene de las iniciales de
• ΙΗΣΟΥΣ: Jesús
• ΧΡΙΣΤΟΣ: Cristo
• ΘΕΟΥ: De Dios
• ΥΙΟΣ: Hijo
• ΣΩΤΗΡ”: Salvador
Todo esto significa: Iēsoûs Christós Theoû hYiós Sōtér; “Jesucristo, Hijo de Dios, Redentor”.
El uso del ichtus como símbolo secreto pudo haber sido el siguiente: una persona dibujaba unas líneas rectas y curvas en la arena de forma aparentemente aleatoria, de las que una de ellas era un arco circular (medio ichtus). Si otra persona dibujaba más líneas en el suelo y completaba la figura, los dos sabrían que ambos eran cristianos.
También era usado secretamente cuando dos personas que no se conocían muy bien se veían nuevamente, una de ellas le hacía la mitad del símbolo del pez en la palma de la mano a uno al saludarlo y el otro respondía haciendo la otra mitad si también era ferviente Cristiano, si no pasaba como una cosquilla o accidente, pero la mayoría de las veces se tomaban muchas precauciones, como el de investigar a la otra personas de antemano.
Antes del Edicto de Milán los cristianos no podían revelar abiertamente su fe, ya que corrían el riesgo de ser perseguidos o ejecutados.
El pez también se interpreta desde la psicología arquetípica como símbolo de la verdad profunda (bajo el agua) que se oculta para ser atrapada y, a continuación, salir a la luz. Que brilla en secreto en un primer momento, y el pescador debe obtenerlo para alimentarse. En la Biblia aparece Pedro como pescador, y Jesús simbólicamente representaría como el guía a la verdad.
Puede haberse establecido un vínculo entre Jesús y el pez a partir del baño en el baptisterio (piscina, que literalmente significa estanque de peces) y la parábola de los pescadores de hombres que refería a los apóstoles. El pez era un símbolo de buena suerte.
Otra interpretación deriva de las condiciones astrológicas de la “Era de Piscis” ya que la conjunción aúrea de Júpiter y Saturno tuvo lugar en el año 7 a.C. (el año del presunto nacimiento de Cristo) tres veces en el signo de Piscis en el zodíaco. Se interpretó que Jesús era la primera deidad cósmica de los peces. Y se designaba a los recién convertidos como “pisciculi” (pececillos) y el pez se convirtió, junto con el pan en símbolo de la eucaristía.
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