Este Mundo, a veces insólito

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Ciencia

El mapamundi perdido de Benedetto Cotrugli

El mapamundi perdido de Benedetto Cotrugli

Reencontrado en tres ocasiones

Benedikt Kotruljević

Estatua de Benedikt Kotruljević en Zagreb.

Benedikt Kotruljević (Dubrovnik, República de Ragusa (actual Croacia), 1416-L’Aquila, Reino de Nápoles, 1469), también conocido como Beno Kotruljević o Benedetto Cotrugli, fue un comerciante, economista, científico, diplomático y humanista italiano.

De (1447-1517) fue parte de la corte del Reino de Nápoles durante 15 años, donde mantuvo discusiones y pulió sus pensamientos sobre asuntos humanistas.

Un manuscrito del trabajo de Kotruljević, Libro de l’Arte de la Mercatura (Libro del arte del comercio), se encuentra en la Biblioteca Nacional de Malta y está fechado en 1475, aunque el original es de 1458.1​ El texto de este manuscrito contiene un apéndice con un inventario y varias anotaciones de un libro diario. Es el antecedente de la descripción realizada por Luca Pacioli del sistema de contabilidad por partida doble en su Summa de Arithmetica de 1494.

“Della Mercatura”, edición de 1573.

De Navigatione de Benedetto Cotrugli, compuesto en 1464-1465, es el manual europeo de navegación más antiguo que se conoce. Sobreviven dos manuscritos de la obra; en ambos se deja un espacio en blanco para un mapamundi aludido en el texto. Se identifican tres mapamundis, en diferentes obras, como provenientes o derivados del de Cotrugli. El primero es el mapamundi no estudiado que se añadió al principio (fol. 2v) de Biblioteca Apostólica Vaticana, MS Ottob. lat. 1417. El segundo es el único mapamundi en cualquiera de los manuscritos del Liber insularum archipelag de Cristoforo Buondelmonti (Staatsbibliothek zu Berlin–Preussischer Kulturbesitz, MS Hamilton 108, fol. 81r). El tercero es el mapamundi no estudiado en la Biblioteca Medicea Laurenziana, MS Ashburnham 1077, fol. 4v. Los dos últimos mapamundis son similares a los de MS. Ottob. lat. 1417, y se aducen razones para confirmar que fueron copiadas de mapamundi en manuscritos de la obra de Cotrugli. Se comparan los topónimos de los mapas del Vaticano y Berlín, y se exploran las implicaciones de estos mapamundis para el formato del manuscrito autógrafo de Cotrugli y la difusión de su obra.

Carta de al Mursi

Carta de al Mursi

La carta de al-Mursi de 1461, conservada en el Museo Naval de Estambul (Núm. 882), es la última de las cartas mediterráneas islámicas del siglo XV que se conocen.

Carta de al-Mursi. Museo Naval de Estambul (Núm. 882). 90 x 53 cm

Ibn Sabin al-Mursí

Abdalḥaqq b Ibrāhim Ibn Sab’īn (Murcia, 1217La Meca, 1270) fue un maestro sufí natural de al-Ándalus y filósofo neoplatónico.1​ Él mismo se autodenominaba Ibn Dāra. Cuando tenía unos 30 años, fue forzado a abandonar su tierra y se asentó en Ceuta. De este tiempo es su obra más conocida, las Cuestiones Sicilianas.2​ Debido a la suficiente fama que tenía en ese momento, el gobernador de Ceuta le encargó la respuesta de una serie de preguntas filosóficas que el emperador Federico II le había hecho al sultán almohade Abu Ala Al-Mamun “Abdul-Wahid II. Aunque este es el planteamiento que aparece en la introducción de las Cuestiones Sicilianas, parece ser realmente se trate de un manual de filosofía para estudiantes.3

Posteriormente, se vio de nuevo forzado a exiliarse, pasando por Bades (Peñón de Vélez de la Gomera), Bugía, Túnez, Gabès, El Cairo, hasta llegar a La Meca. Durantes este periplo, fue en Bugía donde conoció a su discípulo más fiel, el poeta y sufí de Guadix al-Shushtari.

Contribuyó a la creación, en el mundo islámico, de la leyenda negra de Averroes, andalusí como él y de una generación anterior a la suya.4​ Sobre el autor cordobés llegó a decir: “Está fascinado por Aristóteles y lo engrandece hasta casi imitarlo en los sentidos y en los primeros inteligibles. Si oyese al Sabio decir que uno está de pie a la vez que sentado, lo diría él también y lo creería”.

La inscripción de autoría dice que “este trabajo del médico (tahib) Ibrāhīm al-Mursī (Ibrahim de Murcia), se terminó en la ciudad de Trípoli el 5 del mes de Ramadán de 865”, es decir, el 23 de junio de 1461, y esto es lo único que se sabe del autor. La calificación de murciano se mantiene dos siglos después de que la taifa de Murcia cayera en manos cristianas, por lo que probablemente se refiere al origen de su ascendencia más que al lugar de su nacimiento. La ciudad de Trípoli (Tarabulus) puede ser la Tripoli de Libia o la de Siria medieval (actual Líbano). Algunos entienden que debe ser la primera por la clara influencia mallorquina, por la letra magrebí, por la supuesta precisión de los topónimos de la costa africana según Ettore Rossi, porque coincide con el meridiano central y porque, como dice Herrera, en los geógrafos magrebíes la segunda suele llamarse Tarabulus al-Sham (Trípoli de Siria). Otros, como Mercé Comes, creen que debe ser la de Siria, porque se sabe que había una colonia con personas procedentes de la región levantina de al-Andalus y porque en la carta está significada con un castillo con bandera. También lo cree así Kahlaoui, indicando que Trípoli de Siria, como el Cairo, donde gobernaba el soberano mameluco, está dignificada con la formula “Alá la proteja”.

Lo más intrigante es el calificativo de médico. Parece que debió ser más conocido por practicar algún tipo de medicina y que su actividad de cartógrafo era secundaria. Campbell (nota 347) lo califica de amateur, como el monje Bartolomeo de Pareto, aunque nada dice sobre su calidad. Kahlaoui estima que su amateurismo queda patente tanto en el trazado de las costas como en las ilustraciones. En fuentes turcas, sin embargo, se encuentran elogiosos comentarios, describiéndolo como científico y cartógrafo, autor de una carta náutica propia, no derivada de la cartografía europea, cuya precisión, muy cercana a la realidad, es superior a la producción europea, salvo imperfecciones en remotos lugares, como las islas Británicas y en las costas del mar de Azov. La carta fue dada a conocer por Doğan Uçar en 1981, en un breve estudio publicado en turco e inglés, donde analiza su perfección geográfica y cartográfica, comparándola con Dulceti, al-Tanji, Yehuda Ben Zara y Andrea Benincasa.

La carta se conserva en bastante buen estado, aunque hay algunas zonas borrosas por haberse guardado en condiciones de humedad. En el cuello del pergamino hay una rueda de calendario similar a la de al- Tanji con las fechas del año juliano en que se produce el periodo de influencia de cada una de las mansiones lunares. La estructura de la red de rumbos es diferente a la carta de al-Tanji, pues solo hay un centro, situado al sur de Salerno, del que parten 16 líneas hasta otros tantos puntos de una circunferencia, los cuales, a su vez, están unidos entre sí e irradian líneas hasta los extremos del mapa. Hay decoración en los bordes, con un trenzado de nudos infinitos que en los bordes norte y sur lleva insertas la inscripción de firma y la escala de millas.

Si en las otras cartas magrebíes se podía detectar una influencia mallorquina, aquí es predominante. Se muestra principalmente como una carta de tipo mallorquín, de lujo o semi-lujo, aunque también tiene elementos de influencia italiana e islámica.

Los autores han visto conexiones de esta carta con otros modelos que al-Mursi puede haber manejado. Dice Kahlaoui que las ciudades de Génova y Venecia son comparables a las cartas de Pere Rosell y ambas apuntan a Batista Beccari. El corte del cuello del pergamino en forma de alero también apunta a la carta de Beccari de 1426, seguida después por la de Valseca de 1439. Comes indica que la carta sigue el modelo mallorquín de Dulceti, pero con algunos rasgos de estilística italiana, de forma semejante a la que puede verse en las cartas posteriores de Canepa de 1480 y 1489. Herrera, en un trabajo de 2009,467 indicó que las ilustraciones del castillo de Segura (donde nacen los ríos Segura y Guadalquivir), de Barcelona y de las islas Lanzarote y Fuerteventura son casi idénticas a las de la carta que Bertran y Ripoll firmaron en Barcelona en 1456, lo que demuestra que al-Mursi copiaba, entre otros, de un modelo casi contemporáneo, hoy perdido, desconociéndose cómo pudo haber llegado a su poder. En su trabajo de 2010 (nota 463) añadió que también procede de este modelo la decoración de la mayoría de banderas de señalización urbana. En la figura 410 vemos el castillo de Segura en ambas cartas. Un detalle interesante es que en la carta de al-Mursi el cuartelado heráldico de la bandera de Castilla y León está reproducido a la inversa, como si estuviera reflejado en un espejo, aunque esto no quiere decir, en opinión de Herrera, que necesariamente se quisiera neutralizar su significado político.

 

Cartas de Bertran/Ripoll y de al-Mursi

 

 

 

 

 

 

 

Carta de al-Mursi. La Meca

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Escena de fauna salvaje norteafricana: al-Mursī, carta náutica (Trípoli, 1461) [Estambul, Deniz Müzesi: n. º 882].

 

Jean Mansel

Jean Mansel

Jean Mansel, nacido alrededor de 1400 probablemente en Hesdin en Artois, muerto alrededor de 1473 en la misma ciudad, fue un historiógrafo del siglo XV, que escribía en francés medio.

Vida y obra

Fue, siguiendo a su padre, administrador al servicio de los duques de Borgoña: receptor privado de ayudas de Artois a Hesdin; síndico general de la ciudad y castellanía de Hesdin en 1448. Fue relevado de sus funciones por Carlos el Temerario el 10 de agosto de 1470 por ” su vejez y la debilidad y debilitamiento de su persona“.

Sus deberes lo colocaron en el séquito del duque Felipe el Bueno. Para él compuso una recopilación titulada Histoires romaines1 , finalizada el 19 de noviembre de 1454. Es la historia de Roma desde sus orígenes hasta el reinado de Domiciano. Mansel partió de la traducción de Livy por Pierre Bersuire, que apenas reelaboró ​​y compendió (y de la que eliminó las innovaciones léxicas). Completó, según sus propias palabras en el prólogo, con material prestado de Pablo Orosio, Lucano , Salustio y Suetonio. Hizo un uso extensivo de la XIII Lucan  titulada Li Fet des Rommains recopilada por Saluste, Suetoine.

Jean Mansel también compuso una recopilación de historia universal titulada La Fleur des Histoires, cuyo relato se extiende desde la Creación del mundo hasta el reinado del rey de Francia Carlos VI. De hecho, este texto existe en dos versiones sucesivas: una primera edición organizada en tres libros que precedieron a las Histoires rommaines (datadas entre 1446 y 1451); una segunda redacción más larga en cuatro libros, cuya principal innovación consiste en reemplazar el segmento de historia romana del primero con el texto de las Historias romanas, como Libro II (con algunas reelaboraciones y la adición de un capítulo). El resto es una mezcla de relatos bíblicos y seculares, vidas de santos y crónicas de la historia de Francia. Explotó, entre otros, el trabajo de Jean Wauquelin (y da un compendio de Girart de Roussillon en prosa).

Las Histoires rommaines como texto independiente se conservan en dos manuscritos (París, Bibliothèque de l’Arsenal, Ms 5087-5088, la copia entregada a Philippe le Bon en 1454; Biblioteca Municipal de Besançon, Ms. 851-8522 ). De la Fleur des Histoires (ambas versiones) quedan cuarenta y nueve manuscritos, a veces lujosos, que atestiguan el gusto mostrado por la nobleza de finales del siglo XV por esta obra. Pero no se conoce ninguna edición impresa.

Jean Mansel es también el autor de una francés medio de la Vita Christi de Ludolphe le Chartreux .

Las 65 miniaturas fueron ejecutadas por Simon Marmion y otros iluminadores. Las ilustraciones, cada una de aproximadamente dos tercios de una página de tamaño y las dos columnas de texto debajo de ellas, están rodeadas por bordes anchos. Estos están llenos de follaje ornamental delicado y con celosía de filigrana.

Esta miniatura del folio 388r muestra escenas individuales de la vida del rey Luis IX, San Luis de Francia. Demuestra el elevado sentido del artista de la composición equilibrada y la coloración armónica, y su predilección por la riqueza de los detalles contemporáneos.

La Fleur des Histoires de Jean Mansel Valenciennes, 1459-63, MS. 9231, fol. 281v. Bruxelles, Bibliothèque Royale de Belgique. 5

Jean Mansel describió Europa, Asia y África

Dibujado por Jean Mansel entre 1459-1463, este mapa de T-O es una hermosa interpretación de Isidoro del pensamiento original de Sevilla en el siglo VII. El diseño es un modelo temprano de cómo los eruditos veían el mundo físico, dividido en tres partes, Europa, Asia y África, con cada una rodeada por agua y Jeruselum en el centro. Este mapa T-O en particular se derivó por primera vez en el libro de Jean Mansel, La Fleur des Histoires, una colección de trabajos que muestra los eventos históricos desde el tiempo de la Creación hasta la muerte del Rey Carlos VI en 1422.

Ms 9260, fol. I 1r. 38×28 cm.

Los mapas más elaborados suelen encontrarse en obras literarias que los incorporan como ilustraciones, pero se alejan de la representación cartográfica. El mapa de la figura se encuentra en un manuscrito de hacia 1460 con una versión corta de la obra de Jean Mansel La fleur de las histoires. Se conserva en la Bibliotheque Royale de Belgique (Ms. 9260). El libro es una especie de historia universal y el mapa ilustra el capítulo dedicado a las provincias del mundo. Adán, Eva y la serpiente están en el Paraíso, del que manan sus cuatro ríos que dan vida a la Tierra. Jean Mansel describe el Paraíso como un lugar maravilloso, rodeado de fuego y en una montaña que alcanza la Luna. Jerusalen se sitúa en el centro, junto a un dibujo del Calvario. Otras imágenes son la Torre de Babel y el mítico árbol oráculo del Sol y de la Luna (v. nota 272). El mundo se divide en varias provincias o regiones con una forma más artística que geográfica, representadas por edificios con numerosas torres. Algunas tienen nombre, como Babilonia y Roma. Destaca la representación del mar Rojo, con Alejandría y su faro. En el océano circundante se dibujan seis monstruos, con sus nombres: serpentes, pagassus, luphanes, gorgato, pisses y un dragón alado con la leyenda Hic sunt dragones (aquí hay dragones). También se dibujan en el océano una serie de islas con nombres exóticos (lapides presiosa, habundans terra, illa deserta, illa arcana…), claramente inventadas por el cartógrafo, que parece haber dado rienda suelta a su imaginación sin tener en cuenta el contenido del libro, que sí menciona las islas Británicas, las islas Afortunadas, Taprobane, Thule e Islandia.

Mapamundi de Fra Mauro

Mapamundi de Fra Mauro

El mapa de Fra Mauro (1459) en Venecia (invertido, el Sur está arriba). El mapa muestra Asia, África y Europa.

El mapa de Fra Mauro, «considerado el mejor memorial de la cartografía medieval» según Roberto Almagià,1​ fue dibujado entre 1457 y 1459 por el monje italiano Fra Mauro. Es un planisferio circular dibujado sobre pergamino, montado sobre un bastidor de madera y tiene unos dos metros de diámetro. El mapa original fue comisionado por el rey Alfonso V de Portugal y fue obra de Fra Mauro y de su asistente Andrea Bianco, marino y cartógrafo. El mapa fue completado el 24 de abril de 1459, y enviado a Portugal, pero hoy en día se encuentra perdido. Fray Mauro murió a los dos años después, mientras hacía una copia del mapa para la Signoría de Venecia, copia que fue acabada por Andrea Bianco.

Esta copia fue descubierta en el monasterio de Murano, y se encuentra hoy en día expuesta en la escalinata de la Biblioteca Nazionale Marciana de Venecia, pero es visible al entrar al Museo Correr, desde donde se puede acceder por la sala que se encuentra más al este si se solicita a los guardas del museo. Una edición crítica del mapa fue publicada en 2006 por Piero Falchetta.

Mapamundi

El mapamundi de Fra Mauro es poco frecuente debido a que su orientación está invertida, con el sur en la parte superior del mapa, lo que era frecuente en los mapas musulmanes, en oposición al ptolomeico, en el que el norte está en la parte superior. Fra Mauro sabía de la existencia del mapa de Ptolomeo, y comentaría que resultaba insuficiente para muchas regiones del mundo:

No considero que derogue la validez de Ptolomeo por no seguir los dictados de su Cosmografía, ya que de haber observado sus meridianos, paralelos y grados, resultaría necesario para establecer las partes conocidas de la circunferencia, dejar fuera del mapa muchas provincias no mencionadas por Ptolomeo. Pero principalmente en la latitud, es decir de sur a norte, tiene mucha “terra incognita”, ya que en sus tiempos eran desconocidas estas tierras.

Texto del Mapa de Fray Mauro

Reconoció la extensión hacia el Este que había dado Ptolomeo, suprimiendo al hacerlo la posición central que había ocupado la ciudad de Jerusalén en mapas anteriores:

Jerusalén es ciertamente el centro del mundo habitado por su latitud, pero longitudinalmente se encuentra algo al oeste, ya que al ser la porción del este más altamente poblada al ser parte de Europa, es por esta razón que Jerusalén se encuentra en el centro longitudinalmente si miramos no el espacio vacío sino la densidad de la población.

Texto del Mapa de Fray Mauro

Fray Mauro vio el mundo como una esfera, y aunque empleara la convención de describir los continentes rodeados por agua con la forma de un disco, no sabía con certitud las dimensiones de la Tierra:

De la misma forma he encontrado variadas opiniones sobre su circunferencia, pero no resulta posible verificarlas. Se dice que es de 22.500 a 24.000 millas más o menos, dependiendo de las consideraciones y opiniones, pero no tienen mucha autenticidad ya que no han sido probadas.

África

África en el Mapamundi de Fra Mauro. El sur está arriba, con el “Cabo de Diab” marcando el punto más meridional.

La descripción de África es sorprendentemente precisa, en especial si se toma en consideración que los exploradores portugueses no habían pasado de los 12 grados Norte en esas fechas. Fra Mauro puso la siguiente inscripción en el extremo sur del continente Africano, con el nombre de “Cabo de Diab”, describiendo la exploración hecha por un barco desde el Este cerca del año 1420:

Cerca del año de Nuestro Señor 1420 un barco de los que llaman en Asia junco (lit. “Zoncho de India”), al atravesar el mar de la India hacia la “Isla de Hombres y Mujeres”, fue arrastrado más allá del “Cabo de Diab” (mostrado como el Cabo de Buena Esperanza en el mapa), atravesó las “Islas Verdes” (lit. “isole uerde”, Islas de Cabo Verde), se adentró en el “Mar de Oscuridad” (Océano Atlántico) en una ruta oeste suroeste. Solo vieron durante cuarenta días aire y agua y según sus cálculos navegaron 2.000 millas abandonados por la fortuna. Cuando la violencia de la tormenta amainó tardaron en regresar al llamado “Cabo de Diab” 70 días y al acercarse la nave a la orilla para abastecerse según sus necesidades, los marineros vieron el huevo del llamado Pájaro Roc, que pone huevos tan grandes como una ánfora.

El “Junco Asiático” descrito fue probablemente el de una expedición árabe, que fue la fuente en la que Fra Mauro se inspiró para describir el extremo sur de África, o también pudo ser parte de la expedición china de 1421 del almirante Zheng He, como se sugiere en la Hipótesis de 1421. La descripción de los juncos realmente sugiere que se trataba de un barco de construcción china:

Imagen de un junco chino, una nave atlántica y un barco del Mediterráneo en el mapamundi de Fra Mauro.

Los barcos llamados juncos (lit. “Zonchi”) que navegan estos mares tienen cuatro y más mástiles, ciertos de los cuales pueden ser izados o bajados, y tienen de 40 a 60 cabinas para los mercaderes y solo un timón. Pueden navegar sin brújula, ya que llevan un astrólogo, que de pie en cubierta con un astrolabio en las manos da las órdenes al navegante.

Fra Mauro explicó que obtuvo la información de una “fuente fidedigna” que viajó en la expedición, posiblemente el explorador Veneciano Niccolo Da Conti que se encontraba en Calicut (hoy Calcuta), India, en el momento que zarpó la expedición.

Algunas de las islas de la región sur de África llevan nombres árabes e indios: Negila (“celebración” en árabe), o Mangula (“afortunado” en sánscrito).

Si la historia del huevo del ave Roc no es una fábula de viajeros, podría haberse tratado de un huevo de Aepyornis, un ave enorme que no podía volar y que aún podía existir en Madagascar o que acababa de extinguirse.

Fra Mauro también comenta que el relato de esta expedición, junto con la relación de Estrabón de los viajes de Eudoxus de Cyzicus desde Arabia hasta Gibraltar atravesando el Mar del Sur de la Antigüedad, le llevó a pensar que el Océano Índico no era un mar cerrado y que África podía ser circunnavegada por su extremo sur.4​ Este conocimiento, junto con el mapamundi que ilustraba el continente africano, fue el que probablemente llevaría a los portugueses a intensificar sus esfuerzos para llegar al Cabo de Buena Esperanza y descubrir el océano Índico.

Japón

La primera mención del Japón en un mapa occidental.

El Mapamundi de Fra Mauro es uno de los primeros mapas occidentales en los que se representan las islas del Japón (posiblemente basándose en el Mapamundi De Virga). Una parte de Japón, probablemente Kyūshū, aparece debajo de la isla de Java, con la leyenda “Isola de Cimpagu” (o de Cipango).

Orígenes

Un mapa más temprano, el llamado Mapamundi De Virga (1411-1415), también plasma en una forma similar el mundo antiguo y pudo haber sido la base de este. Fra Mauro también se basó probablemente en fuentes árabes, y también chinas como describe Giovanni Battista Ramusio, un contemporáneo de Fra Mauro que dice que el Mapamundi de Fra Mauro es “una copia mejorada del que el trajo de Catay, que era de Marco Polo.

Comparación entre el Mapamundi de Fra Mauro map (1457) y el Mapamundi de Kangnido (1402).

El Mapamundi de Fra Mauro muestra muchas similitudes con el Mapamundi de Kangnido, dibujado en 1402 en Corea, que se basa en mapas de origen chino más primitivos, hoy en día perdidos. Estos mapas ofrecen la misma forma de ver el Mundo Antiguo en su estructura general, aunque las proporciones relativas de los países y continentes están invertidos con Europa y África, agrandados en especial en el Mapamundi de Fra Mauro, así como China y en especial Corea están principalmente representadas en el Kangnido.

Comparación entre los mapas de Fra Mauro (izquierda) y Kangnido (derecha)

Estos mapas fueron dibujados antes de los viajes europeos de exploración y antes que los europeos traspasaran el Cabo de Buena Esperanza en 1488. Se ha sugerido que los conocimientos geográficos del Mapamundi de Kangnido demuestran que fue trazado por navegantes musulmanes, indios o chinos (la expedición del almirante chino Zheng He), y más tarde llegó de alguna forma hasta Occidente, posiblemente a través de mercaderes musulmanes o indios, o traído por viajeros occidentales del siglo XV como el veneciano Niccolo Da Conti. El Mapamundi de Fra Mauro ha sido citado en multitud de obras antiguas; el estudio más reciente es el de 1806 de Placido Zurla, Il mappamondo di Fra Mauro.

Una novela actual relata la epopeya de Fra mauro y de su mapamundi: El sueño del hacedor de mapas (viaje espiritual de Fra Mauro, cartógrafo de la corte de Venecia) (1996) de James Cowan.

Otras áreas

Parte de China

España, Portugal y el norte de África

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Europa

Oriente medio

 

 

Detalle del mapa de Fra Mauro: El Océano Índico como mar abierto. Se aprecian los numerosos rótulos que complementan la información gráfica.

 

 

 

 

 

 

 

Detalle del mapa de Fra Mauro. La Península ibérica con el sur en la parte superior del dibujo.

 

Mar Caspio

La ciudad de Delhi, en la India

 

Notas

El mapa fue un encargo del rey de Portugal Alfonso V (antecesor de Juan II). Fra Mauro lo dibujó sin salir de su monasterio, con ayuda de Andrea Bianco, un navegante y cartógrafo también italiano (que había publicado un atlas en 1436 donde incluía su propio mapamundi), que fueron componiendo este gran mapa del mundo a partir de los comentarios y aportaciones de numerosos viajeros que le narraban como eran las tierras que habían visitado, y con importantes informaciones de exploraciones que navegantes chinos y árabes realizaban por el mar índico. Estos en sus exploraciones habían llegado hasta el océano pacífico (ya que aparece parte de Japón dibujado en el mapa) y hasta el océano Atlántico, ya que aparece representado el cabo de Buena Esperanza y la isla de Madagascar. Aquí se puede apuntar que este mapa es anterior a las cartas náuticas portuguesas donde aparece representada la punta de África, ya que los portugueses no rebasaron el cabo de Buena Esperanza hasta la expedición de Bartolomé Diaz en 1488. La costa occidental de África en cambio está peor delimitada que la oriental, representando un río entrante a la altura del golfo de Guinea. Este facsímil está elaborado a partir de una copia que el propio Fra Mauro estaba realizando del original que envió a Portugal (hoy en día está desaparecido), cuando murió y que fue terminado por su ayudante Andrea Bianco

Fra Mauro es un personaje con una biografía bastante desconocida. Debió nacer alrededor del año 1400 y parece que falleció en 1460. En su juventud viajó y conoció mundo como comerciante y soldado, especializándose en la confección de mapas. En un momento impreciso decidió profesar su fe como monje laico en el monasterio de San Michelle de Murano, una de las islas de la laguna veneciana. Allí sería el encargado de gestionar el patrimonio del convento y destacaría por la realización de planos y mapas alcanzando reconocimiento como cartógrafo. Como consecuencia de ello, recibió el encargo del rey Alfonso V de Portugal para dibujar un gran mapa del mundo conocido hasta aquel momento. Se especula que el motivo del encargo podría haber sido el registro de los territorios que los marinos portugueses habían ido descubriendo, con Enrique el Navegante (tío del rey luso) como gran impulsor.

El resultado fue un gran planisferio de dos metros de diámetro dibujado sobre pergamino. Lo primero que llama la atención (para nuestra mirada actual) es su sorpresiva  orientación, ya que sitúa el sur en la parte superior, siguiendo la tradición de la cartografía árabe de la época y en contra de la costumbre occidental de ubicar el norte en esa posición.

La erudición y precisión mostrada por el plano lo convertiría en una referencia para la cartografía posterior. El gran mapamundi adquiriría pronto una aureola mítica por su particular forma de realización que, además, lo ha convertido en un auténtico pionero de los mapas colaborativos actuales, que están revolucionando la disciplina cartográfica y que son elaborados a partir de las aportaciones de numerosos contribuyentes, apoyándose en los avances de las nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación.

El Mapamundi de Fra Mauro invertido, con el norte en su parte superior. Una visión más cercana a la mirada actual.

Mapamundi genovés en forma de un ojo

Mapamundi genovés en forma de un ojo

Mapa mundial en forma de un ojo, logia secreta de Génova 1457

El llamado mapamundi genovés de 1457: ¿un trampolín hacia la cartografía moderna?

Por Gerda Brunnlechner

Peregrinaciones: Revista de la Sociedad Internacional para el Estudio de las Artes de las Peregrinaciones,

Alrededor de la época del nacimiento de Cristóbal Colón, encontramos en las orillas del mar Mediterráneo, especialmente en el norte de Italia, una variedad de personas particularmente interesadas en problemas de geografía y cartografía. Los círculos humanísticos se reunían para debates, intercambiaban ideas y, en la mayoría de los casos, meditaban sobre mapas. Los cartógrafos se trasladaron de puerto en puerto, encontraron compradores y comerciantes interesados ​​en invertir en libros y mapas. En los concilios de Constanza (1414-18) y Florencia (1431-45), los tratados geográficos cambiaron de manos, mientras se discutían los mapas y la geografía de las regiones extranjeras. Hasta cierto punto, estas personas pudieron encontrar la información que buscaban en los mapa mundi medievales, que, con sus imágenes e historias, constituyen una historiografía del mundo (incluido su fin de los tiempos). Los humanistas buscaron información geográfica en la antigüedad, y la de Ptolomeo Geografía, 1409 traducida al latín por el florentino Jacopo Angeli, fue el centro de mucha atención. Además, las noticias de viajeros y comerciantes sobre tierras extranjeras y personas obtenidas de sus viajes también se abrieron paso en estas discusiones. Las cartas portulanas, mapas del Mediterráneo y del Mar Negro con, para el ojo moderno, sus representaciones casi naturales de las costas, habían estado en uso por parte de los marineros durante al menos 150 años y llegaron a ser de creciente interés en estos círculos académicos. Estos gráficos proporcionaron a muchos una descripción nueva y desconocida del mundo, que contrastaba marcadamente con la visión presentada por mappae mundi.

Estos diferentes hilos de información se fusionarían en los llamados mapas de transición o híbridos del período. El llamado Mapamundi genovés de 1457, mapa de transición y objeto de este artículo, presenta interrogantes preliminares sobre las concepciones del espacio. Fusionando mappae mundi medievales con cartas portulanas y datos de Ptolomeo con la información recopilada por los viajeros contemporáneos, el mapamundi genovés se ve con frecuencia como un paso hacia la cartografía moderna, que, en parte, se define por una concepción homogénea del espacio. Su clasificación como transicional enfatiza el desarrollo progresivo y consciente hacia una nueva etapa. Pero, ¿realmente este período de transición en la historia de la cartografía representa un desarrollo natural e inevitable hacia la modernidad? ¿O podría ser que este concepto simplemente interfiere con una visión de continuidades, como la persistencia de varias dimensiones de significado en estos mapas, continuidades que insinúan la continuidad de concepciones heterogéneas del espacio?

El Mapa del Mundo de 1457 de los genoveses era una versión moderna del mapa de Fra Mauro de 1450. Este último se basaba en gran medida en la exploración del mercader italiano Niccolo Da Conti para mostrar la ruta desde Europa alrededor de África y hacia la India, algo que la versión moderna ilustra con monstruos marinos. Aunque el artista es desconocido, los historiadores creen que tenían cierto gusto por las maravillas exóticas, un interés científico común en esa época. Curiosamente, la forma ovalada del mundo no es inusual para la época. El escritor Hugo de San Víctor dijo una vez que el mundo tenía la forma del Arca de Noé.

Es el primero en el que predominan los elementos modernos sobre los medievales, y el primero que contiene una explicita declaración del cartógrafo de su pretensión de componer un mapa preciso. Se le llama mapa Genovés porque en la parte izquierda lleva la bandera genovesa y el escudo de armas de los Spínola, una prominente familia mercantil de Génova.

Una característica peculiar del mapa es su formato ovalado (79,5 x 39,5 cm). Es el único de su tiempo creado con este formato, aunque no era desconocido en siglos anteriores.

Mapa Genovés. Europa

Mapa Genovés. Criaturas fantásticas en el Índico

Bartolomeo Pareto

Bartolomeo Pareto

Gráfico 1455 de Pareto.

Bartolomeo Pareto fue un sacerdote y medieval cartógrafo de Génova que es mejor conocido por su único trabajo sobreviviente, una carta náutica de 1455 del mundo conocido.[1] El mapa está muy ornamentado y se destaca por su representación de Antillia, una isla fantasma que se dice que existe en el Océano Atlántico. Se cree que se perdió a mediados del siglo XIX, el geógrafo italiano Pietro Amat di San Filippo informó haberlo localizado en un almacén de la biblioteca del Colegio Romano en 1877.[2]

De: Blog Cátedra de Historia y Patrimonio Naval

Mapa de Bartolomeo Pareto, 1455, con la isla Antillia

Detalles

La magnífica carta náutica del siglo XV, que se caracteriza por un gran refinamiento estético y calidad técnica. Se enmarca en el periodo prerrenacentista, dentro de la nueva idea de cartografiar el mundo conocido, y de hacerlo lo más preciso y documentado posible. Su autor fue B. Pareto. La denominación de «carta de marear» se debe a que así eran conocidas durante los siglos XV y XVI.

Bartolomeo Pareto era quien suministraba las cartas al Papa Nicolás V. Su trabajo más conocido, y también el más antiguo hasta la fecha, es esta carta náutica del siglo XV dedicada inicialmente al pontífice, tal y como aparece en el texto.

Se caracteriza por la presencia de numerosos elementos decorativos y nombres de lugares. Está muy cerca de los modelos cartográficos de su predecesor, el genovés Battista Beccari.

Se tiene constancia de que regentaba un taller cartográfico en su ciudad natal, Génova, y conforme avanzan las investigaciones se van encontrando muestras de sus obras, como un enorme mapa de Italia, que en siglos posteriores se utilizó como cubierta para encuadernar unos protocolos notariales, o el fragmento aparecido en el Museo turco de Topkapi, que representa el sector norte del continente asiático en un gran globo.

 

 

El emperador alemán a caballo

 

 

 

 

 

 

 

 

La península Ibérica y parte del norte de África (Berbería)

 

 

 

 

 

 

Una representación del rey de los Tártaros

Uno de los elementos más interesantes del documento de 1455 es que extiende la representación del área, tradicionalmente incluida en los mapas medievales, hacia el este, llegando a la parte occidental del mar Caspio hasta el Golfo Pérsico y el Mar Arábigo.

 

 

 

 

 

El mar Negro

Mantiene características propias de las cartas de su género, como la inclusión de multitud de nombres en las costas, dibujos de algunos de los gobernantes más relevantes (aquí se puede apreciar en las imágenes superiores la representación del emperador alemán y del gran Tártaro), así como las ciudades más conocidas (abajo aparecen Génova, la patria del cartógrafo, y Venecia).

 

Génova y Venecia, dos de las ciudades más importantes de ese momento histórico

 

Como otros portulanos representa los lugares santos de las religiones imperantes (Jerusalén y la Meca). Igualmente aparecen animales en algunos territorios, como es el caso del elefante que incluimos abajo, en el que se puede apreciar claramente que el autor nunca vio ninguno, sino que ha tomado de referencia otros dibujos previos para su alzado.

 

 

 

Representación de un elefante en el norte de África

 

Un barco en el océano Índico

En la carta aparece una nave tipo junco dedicada al transporte, con tres palos fijos y velas que se plegaban. En esos momentos ya se había descubierto que la navegación con los monzones era más rápida. También había naciones que preferían hacer la ruta marítima para llevar mercancías antes que la terrestre, ya que ésta se estaba volviendo muy peligrosa con las invasiones de los sucesivos pueblos de las estepas.

Junco asiático

Particularidades

En el centro de la carta, entre el mar Adriático y el mar Egeo, se encuentra la toponimia Scandrebeco, el sobrenombre de George Castriot (1405-1468), el héroe nacional albanés. Es un caso extraordinario, donde el nombre de un territorio se identifica con el de una figura, que cuando se levantó la carta estaba todavía viva.

 

 

 

El nombre con el que era conocido el héroe nacional albanés, Scandrebeco, aparece situado en los Balcanes (verticalmente) como una denominación geográfica.

Mapa de Olomouc

Mapa de Olomouc

Este mapa se encontraba en la Studienbibliothek de Olmutz (actualmente Olomouc, en la República Checa). Era el mapa más antiguo que tenía (Ms. g/9/155), pero desapareció tras la Segunda Guerra Mundial y se desconoce su paradero. Se conserva una reproducción efectuada en 1932 por Anton Mayer.137 Es un mapa de pequeño tamaño (15 cm de diámetro), hecho en papel y tiene una marca que permite datarlo a mitad del siglo XV. Estaba unido a un volumen de escritos religiosos con los que no parece tener conexión alguna y se ignora cual pudo ser su propósito. Nada se sabe sobre su autor, su origen o su contexto. Solo puede decirse que de algunos topónimos del mapa se deduce que debió ser del sur de Germania.

Este mapa presenta la rareza de estar orientado al oeste, con el estrecho de Gibraltar en la parte superior, lo cual es excepcional. Existen razones para que las distintas culturas hayan adoptado la orientación norte, sur o este de sus mapas, pero no hay razón convincente para la orientación oeste, y e conocen muy pocos casos aislados.139 Scott Westrem sugiere que puede ser una reorientación de un original con otra orientación.140 Salvo esta peculiaridad, parece un mapamundi de configuración medieval, sin incorporación de elementos modernos. Es, por tanto, un raro ejemplo de confección de un mapa medieval en tiempos renacentistas, salvo que sea una copia de un mapa anterior.

Dibuja las zonas climáticas mediante líneas paralelas, como en los mapas macrobianos, pero en número no convencional, pues según las notas a los lados hay nueve climas, desde Meroe en el sur hasta el noveno en el norte, en donde una leyenda indica que es inhabitable por el frío. Aún más curioso es que las líneas de los climas tienen una forma curvada que parece reflejar la redondez de la Tierra, aunque, inexplicablemente, se deforman en la parte norte de Asia.

El mundo es circular y centrado en Jerusalén, en una región de Palestina sobredimensionada, incluyendo el mar de Galilea y sobre todo el mar Muerto, cuya leyenda indica que hay cinco ciudades sumergidas, que es una referencia a la destrucción de Sodoma y Gomorra, anegadas por las aguas. El Paraíso (escrito padiso) se encuentra en el este, del que surgen sus cuatro ríos con sus nombres clásicos.

Riegan el mundo conectando con los mares interiores, pero en forma no convencional, pues el Éufrates desemboca con dos ramales en el Mediterráneo, el Tigris en el mar Muerto, el Gión en el mar Rojo, y el Phison se divide también en dos ramales: uno desemboca en el Índico, en India, y el otro se alarga hasta conectar con el Nilo, discurriendo absurdamente entre el mar Rojo y el océano Índico. La hidrografía de Europa también es disparatada. Hay una cordillera central, denominada alpes alemanie, y en su extremo un macizo montañoso del que parten cinco grandes ríos en diferentes direcciones, entre ellos, el Rhin, el Ródano y el Danuvio.

El mar Rojo, única masa de agua pintada en rojo, es un mar interior, que no conecta con el Índico, y se encuentra inexplicablemente alejado del Mediterráneo. En su interior hay una leyenda que dice: Mar Rojo, que los hijos de Israel cruzaron con los pies secos (sicis pedibus), es decir, sin mojarse porque se retiraron las aguas. No hay ilustraciones en el mapa, aunque sí hay referencias a algunas razas monstruosas. Gog y Magog están indicados dos veces, una en el norte de Asia y otra en India. En Asia, la leyenda dice: aquí, entre los montes Caspio, Alejandro encerró a Gog y Magog, gentes impuras (inmundas). En India la leyenda se limita a decir: Gog y Magog. Esta extraña circunstancia es lo que ha hecho pensar a Westrem que se trata de un error procedente de haber reorientado un original con otra orientación, copiando por duplicado inadvertidamente la misma referencia, pues no hay precedente ni tradición cartográfica que ofrezca una mejor explicación.

Ksar Draa

Ksar Draa

 Timimoun, Argelia

¿Qué es un ksar?

Ksar de Timimoud

En primer lugar, ¿qué significa la palabra “ksar”? Un ksar (forma plural: ksour) es un término regional para “pueblo fortificado”. Otras connotaciones de la palabra sugieren “palacio” o “castillo”.

Puede encontrar ksour en toda Argelia, Marruecos, Túnez y otros países del norte de África.

Los ksour parecen un grupo de casas separadas unidas, construidas principalmente con piedra de adobe, arcilla y yeso. De naturaleza polivalente, albergan viviendas, almacenes e incluso mezquitas. Sus altos y largos muros fueron diseñados para defender a los ocupantes del interior.

Timimoun (lenguas bereberes: Timoun, árabe: Taymoun) es una ciudad y comuna en la provincia de Adrar , en el centro-sur de Argelia. Según el censo de 2008, tiene una población de 33.060 habitantes. Timimoun es conocido por el color rojo ocre de sus edificios.

Coordenadas: 29°15′46′′N 0°14′20′′W

Geografía

La ciudad de Timimoun se encuentra a una altura de alrededor de 288 metros (945 pies) en la región de Gourara en el norte de la provincia de Adrar. Está ubicado en el lado sureste de un oasis que sustenta a la población de la ciudad. Más al noroeste se encuentra un sebkha (lago salado), mientras que al sureste se eleva la meseta de Tademaït .

La región y su historia.

Ksar Draa se encuentra en el centro de Argelia, concretamente en el desierto de Touat. Esta región albergaba una red de importantes oasis para los viajeros que se aventuraban más en el duro Sahara. Los ksour se construyeron deliberadamente alrededor de estos oasis.

Recientemente, ha estado circulando en Internet una imagen espectacular de una estructura parecida a un castillo en medio de un mar de dunas. En lo profundo del interior de Argelia, este antiguo edificio llamado Ksar Draa desconcierta por su falta de información. Nadie sabe quién lo construyó, ni por qué ni cuándo.

Un pasado perdido

Las fuentes que cubren el tema enumeran estos detalles: Ksar Draa se encuentra cerca de la ciudad de Timimoun en la provincia de Adrar. Tiene un doble muro circular de dos metros de altura, con tres niveles, múltiples habitaciones, sin ventanas, sin escaleras y un patio debajo. También se eleva por encima de las dunas de arena.

Las principales suposiciones sobre su función varían: un caravasar (una especie de posada para las caravanas que viajaban por el desierto), un castillo fortificado, una prisión, un granero o un puesto comercial. La mayoría de las fuentes sugieren que podría ser de origen judío debido a la presencia de un único símbolo judío en una pared. Y eso es prácticamente todo.

Los lugareños tampoco saben cómo surgió esta estructura. Supuestamente, un equipo estadounidense lo visitó en la década de 1980 para resolver este enigma, pero este autor no ha encontrado ninguno de sus informes. Otro callejón sin salida. ¿Qué tiene este castillo-fortaleza que sigue eludiéndonos?

Un parapente divisa el Ksar Draa. Foto: Othmani Kamel/Inside Africa/Facebook

Según fuentes medievales árabes y europeas, los judíos viven en el Touat desde el siglo I d.C. Al principio huían de la persecución del emperador romano Trajano. La mayoría procedía de Cirenaica, en lo que hoy es el este de Libia.

A pesar de sus comienzos traumáticos, los judíos de Touat se volvieron bastante influyentes y estaban “bajo la protección de varios gobernantes” y “disfrutaban de una posición social muy segura”, según el comerciante genovés Antonio Malfante, quien informó sobre el comercio transahariano en la década de 1440.

Los registros muestran que el éxito económico convirtió a esta comunidad judía en casi un reino en miniatura dentro de la región. Se especializaban en oro y joyas saharianas. La capital, Tamentit, creció hasta convertirse en un gran centro comercial y cultural. Podrías encontrar cientos de joyeros, herreros, eruditos, escuelas religiosas y sinagogas. Los judíos también parecieron llevarse bien con los musulmanes de la zona durante un tiempo, a pesar de incidentes hostiles ocasionales.

Luego, en 1492, un enojado fanático de Marruecos llamado al-Maghili alentó el sentimiento antijudío entre los musulmanes. Se levantaron contra sus vecinos judíos, provocando un baño de sangre y la destrucción de la ciudad. Los que sobrevivieron se dispersaron y huyeron para salvar sus vidas.

Teorías 

Con estos antecedentes históricos, podemos comenzar a ver cómo se desarrolla una imagen de la región. La arquitectura de Ksar Draa tiene elementos de defensa. La doble pared indica seguridad adicional y puede dificultar la entrada de fuerzas externas a las instalaciones. Su diseño circular permite la vigilancia de las dunas desde todos los ángulos. El edificio se encuentra sobre una duna a una altura que hace que sea mucho más fácil ver a los enemigos desde lejos.

Disposición del Ksar Draa desde el aire. Foto: Othmani Kamel/Inside Africa/Facebook

La falta de escaleras para llegar a las pequeñas aberturas de las habitaciones podría haber mantenido alejados a los enemigos. Probablemente se utilizaban escaleras extraíbles para subir y bajar. Además, la ausencia de ventanas significaba que los ocupantes no querían ser vistos o facilitaba la entrada segura a las viviendas.

Parece que el complejo tenía en mente la seguridad. Entonces, los judíos expulsados ​​de Cirenaica podrían haberlo construido para mantenerse a salvo, y podría haber albergado a los judíos que huyeron del baño de sangre de Tamentit en 1492.

Si fuera una parada para las caravanas que se adentraban más en el Sahara, los viajeros habrían tenido habitaciones donde alojarse y un lugar para reponer sus suministros antes de su largo viaje. Sin embargo, no tener algo tan simple como una escalera habría hecho la estancia un poco incómoda.

O tal vez era una fortaleza y un puesto comercial combinados. El edificio podría proporcionar alojamiento a los viajeros y proteger a los judíos que vivían allí.

Conclusión

Es sorprendente que no quede ninguna explicación segura para la existencia de Ksar Draa. Los judíos, por supuesto, soportaron más persecución a lo largo de los siglos, que culminó después de la Segunda Guerra Mundial en un éxodo masivo a Israel. Esto puede haber influido en la pérdida de información. Las tradiciones orales o las historias generacionales pueden haber muerto con los perseguidos.

Si bien no ha habido ninguna actividad arqueológica reciente en Ksar Draa, podemos decir con seguridad que quien lo construyó quería mantener a alguien o algo fuera.

El misterioso y enigmático “Ksar Draa”, a unos cincuenta kilómetros de la ciudad roja de Timimoun, en pleno Sahara argelino.

(Ksar en bereber o árabe significa pueblo fortificado o fuerte).

Este ksar sigue siendo un enigma histórico.

Construido en medio de un océano de dunas de arena, en medio de la nada, nunca ha revelado sus secretos.

Algunos arqueólogos e historiadores argelinos han investigado su historia, al igual que muchos arqueólogos extranjeros, pero sus piedras y su suelo han permanecido en silencio.

¿Durante qué siglo o año fue construido? ¿Quién lo construyó? ¿Cuál fue su utilidad?

No hay respuestas comprobadas, sólo suposiciones vagas.

Incluso en los escritos antiguos de los pueblos indígenas de la región no hay ninguna referencia histórica a este ksar. Y entre los ancianos nativos, algunos dicen que pertenecía a judíos. Lo que refuerza aún más su enigma.

Quizás algún día los argelinos sepan mucho más sobre este ksar que se sienta en medio del desierto, como un rey solitario.

Mapamundi de Vercelli

Mapamundi de Vercelli

El Mapamundi Vercelli es un mapa cohesivo muy singular y sorprendente que cubre no solo el conocimiento espacial y geográfico del área en ese momento, sino que también integra creencias religiosas históricas en el trabajo, similar a otros mapas del mismo tipo. Como puede ver, este mapa del siglo XIII se ajusta al estilo general del estilo “T y O” del mappaemundi clásico. El mapa TO es muy simbólico en su capacidad de incorporar la geografía y la religión de una manera que es fácil de entender y digerir. Con Europa a la izquierda, África a la derecha y Oriente Medio y el “centro” del mapa (Jerusalén) en la parte superior del mapa, muestra una comprensión desconocida en dirección al conocimiento occidental popular. Las direcciones están todas cambiadas, por lo que se requiere un poco de imaginación y destrucción del pensamiento previo para repensar este mundo diferente. Como todos los demás mapas TO, muestra el Mediterráneo como la principal masa de agua que separa Europa y África, y el río Nilo y los ríos Don que separan Oriente Medio de África y Europa (Don separando Europa, Nilo separando África).

Este mapa es hermoso en su complejidad y en su complejidad amplia pero dura. Es probablemente uno de los mappamundi más complejos que se crearon durante esta era medieval temprana, ya que la T y la O del mapa no son tan fácilmente reconocibles como en otros mapas. Uno puede ver la gran semejanza de este mapa y el igualmente complejo mapa de Hereford. Parece que a medida que pasaba el tiempo, estos Mappamundi parecían estar cada vez más repletos de detalles cada vez más pequeños. Incorpora vistas clásicas de un mapa TO, como el Mar Rojo que se encuentra en la parte superior derecha, y varias otras cogniciones que se estaban agregando a la ya gran cantidad de información en el mapa; A veces se desvió del enfoque clásico, ya que el Paraíso terrenal, Jerusalén no se encuentra directamente en el centro del mapa.

Este mapa también es notablemente mucho más pequeño que sus contrapartes, los mapas de Ebstorf, Cornwall y Hereford con 84 X 72 cm. Actualmente se desconoce el autor de este mapa, ya que se encontró dañado en la era bastante tardía del siglo XX en Vercelli, Italia. Se puede encontrar en Archivo Capitular, Vercelli, Italia.

El Mapa Vercelli, uno de los mapas más grandes que se conservan de la Edad Media, no ha recibido la atención que merece. Esto es probablemente el resultado de su muy mal estado de conservación, que ha sido un tema constante en lo poco que se ha publicado sobre él. Hay varios estudios que hacen una breve mención del mapa, y algunos estudios se centraron en él. La publicación más importante es el volumen de 1976 de Carlo E Capello, Il mappamondo medioevale di Vercelli, 11911218, que incluye una transcripción de sus inscripciones por región y un diccionario geográfico alfabético de topónimos. En esencia, el Mapa de Vercelli se ha notado en una serie de estudios de geografía y cartografía medievales, pero no ha habido discusiones sostenidas al respecto desde el ensayo de Anna-Dorothee von den Brincken de 1990. El descuido académico de Vercelli Maps y las transformaciones conceptuales sustanciales en la historia de la cartografía desde la década de 1990 hacen que este mapa esté listo para una reevaluación; afortunadamente, los desarrollos tecnológicos recientes hacen que esté disponible para su examen.

Parciales

El Mapamundi Estense

El Mapamundi Estense 1450-60

Primer y único mapamundi circular de la escuela mallorquina. Con 115cm de diámetro, esta confeccionado sobre una hoja de pergamino. Destacan las banderas o escudos que identifican reinos y ciudades. Es un anónimo que combina hechos empíricos del Mediterráneo con fuentes literarias (por ejemplo en las narraciones de Marco Polo en el trazado de China), y datos de las recientes exploraciones portuguesas en Cabo Verde. Los monarcas africanos están representados en sus tiendas. Con una clara influencia del Atlas Catalán de 1375, algunos lo atribuyen a Pere Rosell, el cartógrafo mallorquín más importante de la segunda mitad del S XV. El original se conserva en la Biblioteca Estense de Módena.

Foto: Scala, Firenze

Recoge las características de un portulano: las líneas loxodrómicas y las banderas o escudos que identifican reinos y ciudades.

El elemento religioso también está presente en este mapa, no sólo por su forma circular, sino por el dibujo del Paraíso, representado en África del este y no en Asia como era habitual. La característica geográfica más curiosa es la forma de África: en el límite del Golfo de Guinea, un río o estrecho conecta el océano Atlántico con el Índico, y una gran masa terrestre surge para completar la base del mapa. No aparece ningún nombre del lugar, y no está claro si se considera como parte de África u otro continente. Destacan la serie de retratos de los amos del desierto en sus tiendas, algunos son sultanes reales, otros, personajes legendarios. Son los primeros mapas europeos que reconocen y plasman la presencia del poder islámico en el Mediterráneo.

Esta síntesis de portulano y mapamundi es una de las más bellas creaciones de la escuela cartográfica mallorquina

Los mapas de la escuela cartográfica mallorquina destacan por la abundancia de ilustraciones y notas de carácter histórico o literario y por los efectos estilísticos y de color aplicados en determinados puntos. Aquí, el mar Rojo aparece encarnado; la cordillera del Atlas se dibuja como una palmera, y el Tajo tiene forma de báculo

Conservado en la Biblioteca Estense de Módena, este mapa del mundo es el primer ejemplo conocido de utilización de un formato circular por parte de la escuela cartográfica catalano-mallorquina.

Mantiene las características estilísticas y formales de los portulanos: las costas y puertos del Mediterráneo están delineados con gran detalle y se indican las escalas gráficas y líneas de rumbo. Estas últimas parten de los 16 vértices de un polígono regular con centro en la legendaria tierra del Preste Juan, el mítico gobernador cristiano de Etiopía, representado en una tienda como el resto de monarcas musulmanes de tierras africanas.

Mediante la disposición circular, el mapa combina la información práctica para navegantes propia de las cartas náuticas con la tradición erudita de representación del mundo en época medieval. Destaca la magnitud del continente africano, que ocupa la mitad inferior del mapa y se integra con las regiones inexploradas de la Tierra Austral, continente mítico dibujado en forma de arco. En las costas occidentales se observa la información obtenida en los viajes portugueses a la península de Cabo Verde, descubierta por Dinis Dias en 1444, factor que resultó relevante para la datación del mapa.

La enciclopédica recopilación de datos queda patente en sus 52 leyendas, escritas en catalán y combinadas con escenas de elevado valor artístico. Algunas imágenes se vinculan al Bestiario toscano y a los libros de viajes de Marco Polo o Juan de Mandeville, aunque sin duda la principal influencia es el famoso Atlas catalán de Abraham Cresques, realizado hacia 1375.

El mapa Estense es el único de formato redondo que se conoce, al menos completo, porque en el Museo Topkapi (Estambul) hay un fragmento (Ms H 1828), descrito por Marcel Destombes (nota 92), de un gran mapamundi circular de origen mallorquín que debió medir unos dos metros de diámetro y ocupar dos pergaminos. Lo que no se sabe es si el mapa Estense fue en su origen un pergamino completo, que fue recortado con posterioridad, perdiéndose el contenido externo, o si fue cortado en forma circular de origen por el cartógrafo. El diámetro del mapa que suelen citar los autores, incluyendo el borde azul de 1 cm, es de 113 cm, pero ese es el diámetro este-oeste, porque de norte a sur mide 112,05 cm, es decir, no es perfectamente circular, probablemente por limitaciones técnicas de la época.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mapa Estense.Paraíso

 

 

 

 

 

 

Mapa Estense. Sirenas en el océano Índico

 

 

 

 

 

Mapa Estense. Reyes de Melli, de Organa, de Nubia y el Preste Juan

 

 

 

 

 

 

Mapa Estense. Ilustraciones en el norte de Asia