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Naturaleza

Gran riada de Valencia

Gran riada de Valencia

Foto de la riada de Valencia

Víctimas: al menos 81 muertos[1][2]

Áreas afectadas: Costa de la provincia de Valencia y sur de la provincia de Castellón (cuenca del río Palancia y, en menor grado del río Mijares).

Se conoce como la gran riada de Valencia a la inundación que tuvo lugar el 14 de octubre de 1957, en la cuenca del río Turia, a su paso por la ciudad de Valencia, España, y que causó al menos 81 muertos,[1][2]​ además de cuantiosos daños materiales.

La gravedad de los daños que las inundaciones hicieron en la ciudad de Valencia motivó el desarrollo de varias obras hidráulicas de protección, incluyendo el Plan Sur que desvía el cauce del Turia alrededor de la ciudad inaugurado en 1961.

Antecedentes

Desde la época romana, la ciudad de Valencia ha sido testigo de numerosos desbordamientos del río Turia.[3]​ A lo largo de los siglos, la ciudad ha experimentado una expansión y ha implementado diversas medidas para defenderse de las fuertes inundaciones.

En los registros de los años transcurridos desde 1321 –los “Llibres de Consell” anteriores desaparecieron en un incendio– hasta 1957, se han contabilizado 25 episodios de riadas en Valencia, en los años 1321, 1328, 1340, 1358, 1406, 1427, 1475, 1517, 1540, 1581, 1589, 1590, 1610, 1651, 1672, 1731, 1776, 1783, 1845, 1860, 1864, 1870, 1897, 1949 y finalmente 1957.[4]

Siglo XVI

Durante los años 1589 y 1590, se produjeron inundaciones extremadamente severas que causaron daños irreparables:[5]

A 21 de octubre dit any [1589], a les tres hores apres mig jorn per les grans plujes que avia fet dos dies arreu, vingué lo Riu de Guadalaviar tan gros que sen portá tot lo pont de la Mar, que era de fusta, y derrocá molta part del pont del Real, y un tros de la muralla, ço es, lo llens que hia desde el portal vell del Real fins a la torre del Temple (…)

Extracto de Memorias de la ciudad al año 1589

Fray Josef Teixidor

El 21 de octubre del citado año [1589], a las tres horas después del mediodía, debido a las fuertes lluvias que habían caído durante dos días en toda la zona, llegó el río Guadalaviar tan crecido que se llevó todo el puente de la Mar, que era de madera, y derribó gran parte del puente del Real, y un trozo de la muralla, es decir, el lienzo que había desde el portal viejo del Real hasta la torre del Templo (…)

Traducción al castellano

Posteriormente a este evento, se fundó la Fàbrica Nova del Riu,[6]​ que amplió la ya existente Fàbrica de Murs e Valls,[7]​ encargada del mantenimiento de los desagües y de la muralla. Esta institución mejorada tuvo como objetivo la construcción de los pretiles que, en la actualidad, alinean el cauce del río a su paso por la ciudad.[6]

Además, se llevaron a cabo tres tipos de intervenciones en el lecho del río: el realineamiento de la corriente, el refuerzo de las orillas y el dragado del canal. Estas acciones buscaban rellenar y nivelar la parte interna de la obra, así como lograr un mejor drenaje del agua de las crecidas.[6]​ A pesar de la finalización de estas obras, el problema no se resolvió completamente y la ciudad de Valencia continúa sufriendo inundaciones constantes.[8]

La construcción de los pretiles no resolvió completamente el problema de las crecidas en el río Turia. Un análisis de las crónicas de las inundaciones ocurridas durante los siglos XVII, XVIII, XIX y XX revela que, a pesar de las obras realizadas, las crecidas continuaron afectando significativamente a la ciudad de Valencia.[9][10]

Siglo XVII

Entre 1610 y 1628, el río Turia experimentó once crecidas que afectaron diversos arcos de puente sin que el agua sobrepasara las orillas. En este período ya se habían construido pretiles en ambas márgenes entre los puentes de San José y el mar. Sin embargo, en 1651, según Mares (1681), una crecida de gran magnitud rompió los paredones de calicanto, permitiendo que el agua ingresara por el portal del Cid (Temple). Esto formó una gran rambla conocida como la Rambla de los Predicadores, que transformó la plaza en un extenso lago. Además, se abrió otra brecha en la orilla izquierda, alcanzando el camino de Morvedre.

Manuel Carboneres relata que en 1676 el agua arrebató contra los contrafuertes del Pont Nou (actual Puente de San José), destruyendo los conventos de la Saïdia, San Pere Nolasco, Santa Mónica y San Julián, y erosionando tierras en Campanar.[11]​ Para esta fecha, ya se había construido el pretil de la orilla de la ciudad entre Mislata y Valencia, pero el agua se desbordaba con mayor facilidad hacia la orilla izquierda, donde se encuentran Campanar y la Saïdia.[12]

Durante los años 1680, 1689 y 1695, se registraron nuevas crecidas que demostraron la insuficiencia de los pretiles para contener el caudal del río.[13]

Siglo XVIII

En 1731, con la obra de pretiles de la Fàbrica ya completada,[14]​ una crecida el 16 de septiembre provocó que el agua ingresara con fuerza por los escorredores de la ciudad, elevando los pozos en cinco o seis palmos. Cerca de la torre de Santa Catalina, el río rompió la muralla que lo contenía, inundando la parte baja del convento de Corpus Christi.[15]​ En la alquería de Barreters, las aguas arrasaron una plantación y una barraca, cubriendo sectores de arcilla, arena y piedras. Además, en la orilla izquierda, el río rompió la pared protectora del convento de la Saïdia y la defensa de la calle de Morvedre, inundando nuevamente la plaza de los Predicadores y destruyendo las viviendas adyacentes al convento del Remei.[16]

En 1766 se registró otra inundación significativa. En 1776, las crónicas describen un evento extraordinario que derrumbó sesenta palmos del pretil cercano al puente San José y el contrafuerte frente a la Saïdia, construido para frenar la entrada de agua. Cavanilles mencionó esta inundación, refiriéndose a Campanar y calificando al río Turia como el peor enemigo de esta población.[17]​ En 1783, la última avenida del siglo XVIII fue gravemente afectada, con inundaciones que perjudicaron la huerta, socavaron el muro de la Saïdia e inundaron el óvalo de la Alameda, además de afectar el área de Montolivet.

Siglo XIX

En el siglo XIX, las inundaciones continuaron afectando a Valencia en múltiples ocasiones: en los años 1800, 1845, 1855, 1857 y 1864.[13]​ En 1870, el río se desbordó en diversos puntos, siendo las zonas más perjudicadas el Grau, Natzaret y el caserío de Montolivet.[18]​ En 1876, se registró una nueva avenida.[18]​ El 1 de noviembre de 1897, una gran inundación no llegó a irrumpir en el casco urbano de Valencia, pero sí inundó Campanar y, en la desembocadura del Turia, se depositó una barra arenosa que obstruyó la evacuación del agua. El agua inundó la población del Grau con cotas de agua de hasta un metro y medio en algunos puntos. Días después, una nueva inundación mencionó aguas rojizas que se extendieron por la orilla izquierda del río, antes de llegar al puente de San José, irrumpiendo también en el camino de Burjassot y alcanzando una cota de altura de agua de 3,5 metros en algunos edificios de la zona. Las áreas más afectadas incluyeron Campanar, el barrio de Marxalenes, el Pla de la Saïdia y la Alameda. En la margen derecha, se destacaron inundaciones en las calles de Na Jordana, Llíria, Blanquerías y la plaza de Tetuán, así como en las zonas próximas al mar, afectando Montolivet, el Grau, el Cabanyal y Natzaret.[18]

La Riada de Valencia de 1957

La riada el 15 de octubre de 1957, vista del Patronato, actualmente Nuevo Centro.

Días previos

En los días previos a la inundación, la región mediterránea española se vio afectada por una perturbación atmosférica inusual. Una gota fría, fenómeno meteorológico caracterizado por una depresión aislada en niveles altos de la atmósfera, se estacionó sobre la zona, generando precipitaciones torrenciales. Desde el 11 de octubre, las lluvias comenzaron a intensificarse, registrándose acumulaciones extraordinarias que en algunos puntos superaron los 300 litros por metro cuadrado en menos de 24 horas.[19]

El período de precipitaciones comenzó el día 11 y concluyó el día 14. Aunque las lluvias de los días 11 y 12 no fueron muy intensas, contribuyeron a aumentar la escorrentía al dejar el terreno prácticamente saturado.[19]​ En la margen derecha del Turia, las precipitaciones se iniciaron a primera hora del día 13.[20]​ El régimen tormentoso en la parte alta se produjo durante la tarde y noche de ese mismo día, mientras que en la zona cercana a la costa, este se manifestó durante la mañana y las primeras horas de la tarde del día 14. Esta intensidad disminuyó durante la mañana del día 14 en la cuenca media; sin embargo, entre las 8 y las 18 horas, el régimen tormentoso se reprodujo, afectando a la cuenca baja.[20]

La cuenca hidrográfica del río Turia, ya saturada por las precipitaciones anteriores, no pudo absorber el volumen de agua. Los afluentes del Turia, como el río Chelva, así como otros ríos cercanos como el Magro, incrementaron su caudal de forma alarmante. La orografía de la región, con montañas que canalizan el agua hacia el valle, contribuyó a que el caudal del río aumentara de manera rápida e incontrolable.

Desarrollo de la inundación

La madrugada del 14 de octubre, Valencia aún dormía cuando el río Turia comenzó a desbordarse en sus tramos más cercanos a la ciudad. La primera avenida alcanzó un caudal estimado de 2.700 m³/s.[7]​ Aunque causó inundaciones en los barrios más próximos al cauce, la población no llegó a anticipar la gravedad de lo que estaba por suceder.

Hacia el mediodía, una segunda y más violenta crecida sorprendió a los habitantes. Esta vez, el caudal superó los 3.700 m³/s,[7]​ cifra que triplicaba la capacidad máxima del cauce urbano. El agua irrumpió con fuerza en las calles, arrastrando vehículos, mobiliario urbano y escombros. Edificios enteros colapsaron o quedaron seriamente dañados.

Aunque la Valencia romana (Plaza de la Reina, Plaza de la Virgen, etc.) permaneció intacta, el agua alcanzó alturas significativas en otras zonas de la ciudad. Estas oscilaron entre los 40 centímetros en la Avenida Reino de Valencia y más de 5 metros en la calle Doctor Olóriz, pasando por 2,25 metros en la Plaza de Tetuán y la calle Sagunto, 2,70 metros en Pintor Sorolla y 3,20 metros en los jardines del Parterre.[21]

La falta de sistemas de alerta temprana y la limitada infraestructura de drenaje agravaron la situación. Las comunicaciones se interrumpieron, y muchas áreas quedaron incomunicadas. Las autoridades locales y los servicios de emergencia se vieron desbordados por la magnitud del desastre.

Tampoco es fácil precisar la cantidad de agua caída. El meteorólogo Víctor Alcober, basándose en un trabajo del Centro Meteorológico valenciano de 1958, calcula que equivale a la lluvia de tres años en Valencia o la de un año en Londres.

Consecuencias

Limpieza del barro en la calle Pintor Sorolla, 2 de noviembre de 1957.

El balance humano de la riada fue trágico. Las cifras oficiales hablaron de 81 fallecidos,[22]​ aunque se sospecha que el número real pudo ser mayor, llegando hasta 300 víctimas mortales.[22]

Hay consenso de que fueron más víctimas, pero ninguna certeza pese a que la cifra de 300 ha sido repetida como un eco (o fake news) de la época. Tras la Guerra Civil, en las entonces fértiles orillas del Turia, muchos represaliados, especialmente castellanos, levantaron infraviviendas en riberas. Los poblados chabolistas no solo ofrecieron menos resistencia a la crecida de 1957, sino que estaban habitados por población no censada. Ni se encontraron a todos los desaparecidos, ni todos los cadáveres contabilizados fueron identificados.

El método para identificar víctimas era crudo: en la puerta de los juzgados se exponían fotografías de los cadáveres y los familiares se acercaban a verlas. Lo cuenta el escritor, periodista y cronista de Valencia, Francisco Pérez Puche, que en sus investigaciones accedió al sumario judicial sobre la gran riada.

Los daños materiales fueron inmensos. Se estima que más de 1.700 personas vieron sus viviendas afectadas, muchas de ellas completamente destruidas.[23]​ El sector comercial sufrió pérdidas millonarias: negocios anegados, mercancías perdidas y fábricas inutilizadas. La infraestructura urbana quedó severamente dañada: puentes colapsados, carreteras destrozadas y redes de suministro de agua y electricidad interrumpidas.

El patrimonio cultural y artístico de Valencia también sufrió. Iglesias históricas, como la de San Esteban, sufrieron daños en su estructura y en obras de arte que albergaban. Archivos históricos y bibliotecas perdieron documentos y volúmenes de valor incalculable. La Catedral de Valencia y el Museo de Bellas Artes tuvieron que realizar labores de restauración para recuperar parte de sus colecciones.[24]

Respuesta y reconstrucción

La reacción ante la catástrofe fue inmediata. La población valenciana mostró una gran solidaridad, organizándose en grupos de voluntarios para rescatar a personas atrapadas, distribuir alimentos y brindar refugio a quienes lo habían perdido todo. Las autoridades locales declararon el estado de emergencia, solicitando ayuda al gobierno central y a otras regiones de España.[25]

El gobierno español, bajo la dirección del dictador Francisco Franco, visitó la zona afectada y prometió apoyo para la reconstrucción. Se implementaron medidas urgentes para restablecer los servicios básicos y se habilitaron escuelas y edificios públicos como refugios temporales.[25]

Meses después de la riada, ante la tardanza de las ayudas por parte del gobierno, el alcalde de Valencia, Tomás Trénor Azcárraga, se enfrentó al gobierno de Francisco Franco el cual le destituyó.[26]​ Sin embargo, el alcalde logró su objetivo ya que como consecuencia de sus críticas se agilizó la ayuda a la ciudad y el proyecto del Plan Sur.

Plan Sur

Uno de los proyectos más significativos que surgió a raíz de la riada fue el “Plan Sur“.[27]​ Este ambicioso plan de ingeniería civil, aprobado en 1958,[28]​ tenía como objetivo desviar el cauce del río Turia al sur de la ciudad para evitar futuras inundaciones. Las obras, que comenzaron en 1964, involucraron a miles de trabajadores y requirieron una inversión considerable. Inaugurado por Franco en 1969,[27]​ el nuevo cauce, de más de 11 kilómetros de longitud,[29]​ se completó en 1972, y desde entonces ha protegido a Valencia de posibles desbordamientos.[28]

Además del desvío del río, se emprendieron otras obras de mejora urbana. Se reconstruyeron y ampliaron puentes, se modernizaron las redes de alcantarillado y se planificaron nuevos barrios para realojar a los damnificados.[28]​ La riada actuó como catalizador para la modernización de la ciudad, impulsando cambios en la planificación urbana y en las infraestructuras.

 

Imagen de los daños en la ciudad de Valencia tras la riada del 14 de octubre de 1957Teodoro Naranjo

 

 

 

 

 

 

 

Imagen del cauce, desbordado en el día de la riada ABC

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La riada de Valencia de 1957: la ‘batalla contra el barro

 

 

 

 

 

 

 

 

Una mujer y un niño en uno los barrios afectados. EFE/Jaime Pato/ aa

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Calles de Valencia inundadas tras la riada de 1957 Ajuntament de València. Arxiu Històric

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El ministro secretario general del Movimiento, José Solís, da la mano a uno de los voluntarios que trabajan en la limpieza.

 

 

 

 

 

Vecinos de los barrios más afectados por la riada intentan limpiar de barro sus enseres y levantar sus casas. EFE/Jaime Pato/ aa

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mujeres limpian sus pertenencias en un charco en el barrio de Nazaret, uno de los más afectados por la riada

 

 

 

 

 

 

 

Coches cubiertos de agua en un garaje. Ajuntament de València. Arxiu Històric

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Vista del Turia tras la crecida de 1957. Ajuntament de València. Arxiu Històric

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El discurso prohibido del alcalde

Tanto Martí Domínguez como Tomás Trénor (a la sazón Marqués del Turia) eran monárquicos, juanistas, y, sin llegar a ser antifranquistas, no eran acérrimos del régimen. El periodista comenzó a publicar en Las Provincias una serie de artículos titulados ‘En caliente’ en los que sorteaba la censura para señalar la inacción.

Las fallas de 1958 actuaron como primer catalizador del descontento. Domínguez elevó su tono aprovechando el discurso de proclamación de la fallera mayor en el Teatre Principal, que fue retransmitido por radio: Valencia, la gran silenciada. Cuando enmudecen los hombres… ¡Hablan las piedras!

Comienzo del discurso de Martín Domínguez en la fallas de 1958.

Pero fue otra vez el agua la que desbordó los ánimos. En junio de 1958, una nueva riada inunda el marítimo. En el pleno municipal del 20 de junio, el alcalde Trénor pronuncia una queja directa: “¿Por qué no pudo hacer también el Estado una cosa ágil, como nosotros, para atender lo que era tan urgente y necesario?”.

El entonces gobernador provincial de Valencia era Jesús Posada Cacho (padre del ministro del PP y expresidente del Congreso, Jesús Posada), que maniobró para que el discurso de Trénor permaneciese en las sombras. Sin embargo, Domínguez hace una reseña del discurso. “Es más dura, más breve y más atómica que el propio discurso. Y Joaquín Maldonado, otro monárquico, presidente del Ateneo mercantil, lo edita y se vende como churros entre los socios del Ateneo”. Alrededor de 1.000 ejemplares circulan entre la burguesía y estudiantes, como “una forma de hacer vida política cuando la vida política no existe”, define el cronista.

El dinero acaba llegando, aunque los protagonistas del enfrentamiento son sancionados. Al marqués del Turia le destituyen como alcalde el 8 de octubre, a punto de cumplirse el aniversario de la riada. “No le dan opción de llevar la senyera el 9 de octubre y dar un discurso a los pies de la estatua del rey Don Jaime”. El ostracismo es profesional, que no social, para un miembro de una familia de la alta burguesía. “Se va a su fábrica de cerveza en el Turia y preside poco después la Casa América de Valencia”.

A Las Provincias le recortan el cupo de papel. Con menos páginas, el periódico sufre el castigo, empieza a padecer económicamente, y el propio Martí Domínguez decide irse para fundar su propio diario centrado en la agricultura. Silenciado, pero no olvidado.

Monumento de Valencia, a las víctimas de la Riada de 1957.

De la Gran Riada de 1957, se desprendieron dos grandes hechos. Por un lado realizar “algo” que mitigara futuras inundaciones en la ciudad de Valencia y alrededores. El resultado fue El Plan Sur, consistente en realizar un nuevo cauce alejado y que bordeara la ciudad. Y luego qué hacer con el antiguo cauce del río Turia. Después de varios proyectos, afortunadamente se tradujo en el denominado Jardín del Turia, que se transformó en el parque urbano más extenso de Europa.

Lección aprendida

El cauce nuevo del Turia es una muestra de las lecciones que se pueden aprender de estas grandes tragedias meteorológicas que cada cierto tiempo parecen inevitables. La riuà o riada de 1957, con al menos 81 muertos y pérdidas que se cifraron en torno a 5.000 millones de pesetas, fue el punto de inflexión, pero las crecidas e inundaciones del río en la capital valenciana era algo que se repetía cíclicamente.

Para diseñar y ejecutar lo que se bautizó como Plan Sur -por el trazado elegido de los tres analizados- el papel del Estado fue fundamental. El Régimen de Franco aprobó en 1958 el plan provisional, aunque no sería hasta finales de 1961 cuando con el rango de Ley se diese el visto bueno definitivo, incluyendo todas las medidas para llevarlo a cabo y, sobre todo, hasta el más mínimo detalle para financiar durante diez años las obras necesarias. Las actuaciones planificadas se cifraron en cerca de 3.800 millones de pesetas y para garantizar poder afrontar esa auténtica fortuna en la época se establecieron varias fórmulas.

Por un lado, el Gobierno se comprometió a aportar el 75% del total mediante una cantidad fija durante 10 años. Además el Ayuntamiento tuvo que asumir el 20% y la Diputación el otro 5% de los fondos. Eso supuso que una parte del esfuerzo económico recayó en Valencia y los municipios vecinos, lo que entonces se denominaba el Gran Valencia, donde la expropiación forzosa de cientos de parcelas no hizo muy popular el faraónico proyecto. Entre 1962 y 1971 se fijó que una proporción de varios impuestos municipales y especiales, como el 10 % del arbitrio sobre la riqueza urbana y el 15% sobre la rústica, se destinaran a esta infraestructura considerada vital.

Pero lo que muchos valencianos aún recuerdan del Plan Sur fue el sello especial de 25 céntimos con el que se gravaron los envíos postales desde Valencia durante esos años como una de las medidas para costear la actuación.

Más que seguridad

El nuevo cauce ha mostrado su eficacia en episodios como el del 29 de octubre para evitar daños humanos y materiales, su finalidad fundamental. Pero esta infraestructura con cerca de 200 metros de ancho en el tramo de 12 kilómetros que va de Quart de Poblet al mar ha marcado por completo el mapa de Valencia en los últimos 60 años. Su planificación sirvió para desarrollar la red de comunicaciones y saneamiento de la ciudad, con grandes ejes como la V-30, que discurre a ambos lados del curso actual.

Esa carretera es la vía de acceso al puerto de Valencia, donde desembocaba el antiguo río, y que en estas décadas se ha convertido en el mayor por tráfico de contenedores de España. La nueva desembocadura también sirvió para marcar el límite de crecimiento de los muelles portuarios hacia el sur.

La otra gran herencia fue la liberación del espacio que ocupaba el antiguo lecho del río. Esos cerca de 8 kilómetros de trazado, que originalmente quedaron en manos del Estado, se cedieron al Ayuntamiento. Tras años de proyectos y polémicas sobre su destino, finalmente el apoyo popular impuso la creación de un gran parque lineal que aún necesitó de varias fases. De hecho, aún sigue pendiente su conexión final con la fachada marítima de la ciudad.

El Jardín del Turia se ha convertido en uno de los mayores activos de la capital valenciana. En el antiguo cauce del río se han desarrollado espacios como la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el Palau de la Música y equipamientos deportivos y de ocio que han transformado la imagen de la ciudad y le han dado parte de su atractivo actual.

El cauce del Plan Sur

Plano de Valencia, con el Plan Sur y el Jardín del Turia.

Así es el jardín urbano más grande de España que recomienda visitar «The New York Times»

El antiguo cauce del Turia alberga un pulmón verde de nueve kilómetros y 110 hectáreas en Valencia

El «Central Park» español está en Valencia. El Jardín del Turia es el parque urbano más extenso de nuestro país, con una superficie superior a las cien hectáreas que abarca nueve kilómetros.

El Jardín del Turia se gestó tras las riada de 1957. El desbordamiento del río provocó la muerte de más de un centenar de personas y causó pérdidas millonarias. El Consejo de Ministros del 22 de julio de 1958 dio luz verde a la construcción del nuevo cauce de la desembocadura del Turia, una obra que supuso un coste de 6.000 millones de las antiguas pesetas y que arrancó en el año 1965. Como dejó escrito el maestro Francisco Pérez Puche en las páginas de «Las Provincias», el Estado pagó el 75% del coste de las obras de desviación del río Turia, el Ayuntamiento corrió con el 20% del gasto y la Diputación con el cinco por ciento restantes. Los sellos puestos en circulación para nutrir la aportación municipal apenas tuvieron un valor facial de 248,9 millones.

El 22 de diciembre de 1969 s e celebró el acto que daba por finalizadas las obras de forma oficial, aunque el agua del Turia no comenzó a discurrir por el nuevo cauce hasta cuatro años más tarde, en 1973.

El Jardín del Turia fue inaugurado oficialmente trece años más tarde y ha sido objeto de sucesivas actuaciones en las que han participados arquitectos como Ricardo Bofill, Santiago Calatrava o el equipo «Vetges Tú – Mediterrania».

En la actualidad, el viejo cauce en el que se sembró una de las mayores tragedias de la historia de la ciudad constituye el principal pulmón verde de Valencia y uno de sus focos deportivos, turísticos y culturales.

Además, a su paso se pueden contemplar los puentes que permitían cruzar de parte a parte de la ciudad por el antiguo cauce como el de la Mar, construido en el año 1591, los de San José o Serranos, lo que llevan la firma de Calatrava (Exposición, Assut d’Or y Nou d’Octubre).

El pulmón verde es, asimismo, uno de los principales contenedores de la actividad cultural de Valencia, desde los conjuntos que forman parte de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (el Oceanográfico, el Hemisférico, el Museo Príncipe Felipe, el Ágora y el Palau de les Arts) hasta el Palau de la Música.

Un carril bici permite recorrer todo el parque desde la antigua desembocadura del río hasta el inicio del parque fluvial del Turia, en lo que supone el final de trayecto en el Bioparc, uno de los principales zoológicos españoles ya que alberga a más de 800 animales de 116 especies del continente africano en grandes espacios que reproducen el hábitat de cada animal.

Las instalaciones deportivas (desde pistas de atletismo a campos de fútbol) se combinan con las destinadas al ocio infantil, entre las que sobresale el gigantesco Gulliver, una zona de juegos que recrea al personaje de Viaje a Liliput. El parque fue encargado por el Ayuntamiento de Valencia en 1990 pal arquitecto Rafael Rivera y al artista fallero Manolo Martín con un diseño de Sento Llobell. Se accede a través del Puente del Ángel Custodio.

 

Inundación del Mar del Norte de 1953

Inundación del Mar del Norte de 1953

Fotografía aérea de Oude-Tonge tomada por un helicóptero del Ejército de los Estados Unidos.

La Inundación del Mar del Norte de 1953 (en neerlandés: Watersnood van 1953, en inglés: North Sea flood of 1953), conocido como «el desastre» en los Países Bajos y Bélgica, fue una gran inundación causada por una tormenta ocurrida entre el 31 de enero y 1 de febrero de 1953.

La inundación afectó a las costas de los Países Bajos, Bélgica y el Reino Unido. Las consecuencias a causas del aumento del nivel de mar fueron desastrosas: más de 2500 muertos (1800 de ellos eran neerlandeses), 160.000 hectáreas de tierra inundadas, miles de cabezas de ganado ahogadas y cientos de edificios destruidos o dañados. Es considerada la mayor inundación ocurrida en el Mar del Norte durante el siglo XX.

El desastre provocó la implementación de grandes sistemas de protección contra el mar en los países afectados. Los Países Bajos Implementaron el Plan Delta, Bélgica el Plan Sigma, Reino Unido la barrera del Támesis y la barrera del Hull.

Circunstancias climatológicas

Independientemente del mal estado de los diques en la zona del Delta (una amplia zona que comprende las desembocaduras del Rin, el Mosa y el Escalda), la inundación se debió principalmente a una trágica combinación de diversas circunstancias climatológicas adversas.

Una borrasca formada al sur de Islandia el 30 de enero se desplaza en dirección a Escocia, aumentando en fuerza hasta adquirir características de huracán al día siguiente, 31 de enero. Impulsada por un frente tormentoso se dirige sobre el mar del Norte hacia la costa holandesa, en ese momento en plena marea alta. La combinación de tormenta huracanada con la pleamar provoca que en algunos puntos de la costa el agua fluya hacia tierra firme por encima de los diques.

Trayectoria de la tormenta que provocó la inundación.

En la tarde del 31 de enero la tormenta sigue reforzándose, con vientos de fuerza 11 (en la costa holandesa se miden vientos de fuerza 10). En el suroeste de Holanda se miden vientos sostenidos de fuerza 9 durante 20 horas. La fuerza de la tormenta es tal que impide al mar retirarse siguiendo su ciclo normal, por lo que no se produce una verdadera bajamar.

Poco después de la media noche se produce el mayor efecto de la tormenta sobre el nivel del mar: 3,10 metros de elevación sobre el nivel normal. Tres horas más tarde se produce una marea viva, que combinada con la fuerza del viento, produce el nivel más alto del agua: 4,55 metros por encima del nivel del mar.

Los diques no están preparados para estas condiciones, y hacia las 3 de la madrugada se producen las primeras roturas. Los refuerzos de los diques, efectuados en la parte externa (donde se esperaba que el mar pudiera causar mayores daños), no sirven: el agua fluye por encima de los diques, socavándolos por la parte interior, hasta que la fuerza del mar los rompe. 187 kilómetros de diques resultaron dañados, y un total de 89 diques cedieron.

La fortuna quiso que los vientos más potentes soplasen tres horas antes de la marea viva, y no al mismo tiempo, en cuyo caso los daños habrían sido aún mayores.

La fuerza destructora del mar

La inundación también afectó a otros países. La imagen muestra una brecha en una barrera costera en el Reino Unido.

Muchas personas se despiertan en mitad de una noche de terror por causa del agua. Encerrados en sus propias casas, no pueden contar con ayuda externa. Muchas casas son derribadas por la fuerza del agua y la poderosa tormenta. Los enlaces telefónicos y por radio se cortan.

Un testigo relata cómo se despierta al oír un ruido en la planta baja, y al bajar por las escaleras, con la luna llena, ve con horror cómo el agua alcanza la altura del centro de las ventanas. Mientras sube rápidamente a despertar a su mujer, el agua rompe las ventanas y entra en la casa con furia.

La mañana del 1 de febrero llega por fin la marea baja, y el nivel del agua baja moderadamente. Algunas personas aprovechan la oportunidad para huir a zonas más elevadas, o para subirse al tejado. Se desarrollan algunas acciones de salvamento individuales con botes, llevando gente a zonas más seguras. La catástrofe es aún desconocida fuera de la zona, debido a la destrucción de los sistemas de comunicaciones.

La situación empeora de nuevo en las primeras horas de la tarde del 1 de febrero, con la siguiente pleamar. Esta marea es la que se cobró más vidas: los diques ya rotos no pueden contener el agua, que alcanza una altura aún mayor. Muchas casas que habían resistido el primer embate, se derrumban ahora. Personas y ganado son arrastrados por la enorme masa de agua. Testigos subidos al tejado de sus casas narran cómo algún familiar cae al agua y es arrastrado, sin poder hacer nada. Los que sobreviven en el agua se agarran a cualquier objeto flotante, con la esperanza de ser rescatados o alcanzar alguna zona segura. Para muchos la ayuda no llegará a tiempo, y para otros llega una noche fría y aterradora.

Acciones de salvamento

Áreas inundadas.

Groenendijk

Tras la rotura de múltiples diques en la zona del delta, la situación se tornó crítica en Holanda Meridional, en torno al río IJssel Holandés. El dique de este río era lo único que protegía de la furia del mar y la tormenta a más de tres millones de habitantes de las dos provincias holandesas.

El dique consiguió aguantar la mayor parte del tiempo, aunque en una sección conocida como Groenendijk la situación era crítica, ya que no estaba reforzada con piedra, y amenazaba con romperse ante la enorme presión del agua. Hacia las 5:30 de la mañana del 1 de febrero, el dique cedió.

El agua del mar entraba a raudales en las extremadamente bajas tierras de Holanda Meridional. En una última acción desesperada, el alcalde de Nieuwerkerk ordenó al propietario del barco De Twee Gebroeders que lo llevase hasta el agujero en el dique. El plan funcionó, y el barco quedó atrapado taponando la rotura del dique.

Asistencia humanitaria

El lunes 2 de febrero, usando helicópteros de reconocimiento, se hace evidente la gravedad de la situación y se pone en marcha la ayuda para las zonas afectadas a gran escala. Se usan helicópteros para lanzar artículos de primera necesidad y sacos de arena. Otros países ofrecen ayuda: Bélgica, el Reino Unido, los Estados Unidos, Canadá, Dinamarca y Francia envían ayuda material y efectivos militares. Comienzan las primeras evacuaciones.

El 3 de febrero hay ya 12 000 hombres trabajando para paliar los daños, y por la tarde se puede dar el desastre (no así sus efectos) por finalizado: la tormenta amaina y la cuenta de víctimas mortales se detiene. Aún quedan personas atrapadas en algunas zonas, pero son rescatadas en poco tiempo. En pocos días se completan las evacuaciones de las zonas inundadas o peligrosas, y dan comienzo las labores de restauración de las zonas dañadas y de los diques.

Tanto del extranjero como desde los propios Países Bajos se reciben cantidades ingentes de bienes para ayudar a las víctimas, hasta el punto de que en pocos días los almacenes destinados a ellos se saturan. El 4 de febrero la Cruz Roja emite un comunicado pidiendo a la población que deje de enviar ropa y muebles.

Consecuencias

Las consecuencias de la catástrofe fueron enormes. 1835 personas perdieron la vida durante la inundación (864 en Zelanda, 247 en Brabante Septentrional, 677 en Holanda Meridional y 7 en Holanda Septentrional). Otras 40 personas murieron más adelante como consecuencia del desastre.

200 000 cabezas de ganado bovino, porcino y caballar (entre otras) perdieron la vida, y casi 200 000 hectáreas resultaron inundadas.

A consecuencia del agua salada del mar, las tierras cultivables quedaron inutilizadas por largo tiempo. 3000 viviendas y 300 granjas fueron destruidas, y otras 40 000 casas y 3000 granjas resultaron dañadas, a menudo por restos de madera flotantes. 72 000 personas se vieron obligadas a abandonar sus casas y fueron evacuadas a áreas seguras.

Otros países afectados

Reino Unido

La tormenta provocó también cuantiosos daños en la costa oriental de Reino Unido. Las defensas costeras resultaron dañadas o rotas a lo largo de 1600 km, y más de 1000 km² resultaron inundados, por lo que fue necesario evacuar a unas 30 000 personas. Más de 24 000 casas resultaron dañadas. Se estima que murieron 307 personas, entre las que se cuentan las víctimas del naufragio del transbordador Princess Victoria, que se hundió esa noche causando la pérdida de 133 vidas.

En azul, las zonas inundadas en Gran Bretaña.

Bélgica

En Bélgica se registraron menos daños: unas 4400 hectáreas resultaron inundadas, gran parte en el interior, en las cercanías de Amberes. 28 personas perdieron la vida en el país.1

El Plan Delta

Veinte días después del desastre se creó la Comisión del Delta, con la misión de estudiar un plan de infraestructuras para el delta del Rin que garantizase la seguridad en el futuro. Una condición del plan es que se debía limitar y proteger la apertura al mar de los puertos de Róterdam y Amberes.

Los trabajos del Delta duraron más de cuarenta años, y se consideraron concluidos en 1997.

 

 

Área afectada por la Inundación de 1953 Fuente:http://www.watersnoodmuseum.nl

Las inundaciones de 1953

La tragedia que marcó a un país

Las inundaciones de 1953, también conocidas como la Inundación del Mar del Norte, fueron un desastre natural que dejó una profunda cicatriz en la historia de los Países Bajos. Sucedió durante la noche del 31 de enero al 1 de febrero, cuando una combinación de fuertes vientos del noroeste y una marea excepcionalmente alta provocó el desbordamiento de diques y defensas costeras en varias partes del país. La furia del mar arrasó con todo a su paso, causando la muerte de más de 1,800 personas y dejando a miles sin hogar.

Una respuesta ingeniosa

Pero de la tragedia surgió la determinación de protegerse contra futuras inundaciones. Así nació el ambicioso Plan Delta, una respuesta ingeniosa y audaz ante la amenaza del agua. Este proyecto de ingeniería hidráulica, concebido en la década de 1950, buscaba fortalecer las defensas costeras y garantizar la seguridad del país frente a eventos similares en el futuro. El Plan Delta incluyó la construcción de una serie de obras impresionantes, como diques, esclusas y barreras contra marejadas, que transformaron para siempre el paisaje de los Países Bajos.

El legado del Plan Delta

Hoy en día, el legado del Plan Delta es evidente en todo el país. Uno de los puntos destacados es el Oosterscheldekering, una imponente barrera contra marejadas considerada la mayor del mundo. Esta majestuosa estructura, que se extiende a lo largo de varios kilómetros, es un símbolo del ingenio y la ingeniería holandeses. Además, el Grevelingenmeer, un lago salado creado como parte del proyecto, ofrece oportunidades para disfrutar de actividades acuáticas y admirar la belleza natural de la región.

Resurgiendo de las Aguas

Zeelanda, la provincia más afectada por las inundaciones de 1953, ha experimentado una notable transformación en las décadas posteriores. Hoy en día, esta región costera es un destino turístico vibrante, con playas interminables, encantadores pueblos pesqueros y una rica cultura marítima. Explorar Zeelanda es descubrir la resiliencia y el espíritu indomable de su gente, que ha superado adversidades y emergido más fuerte que nunca.

Cuando visites Holanda, tómate un momento para apreciar el ingenio humano frente a la adversidad. El Plan Delta es más que un sistema de defensa contra el agua; es un símbolo de resiliencia y determinación. Desde majestuosas obras de ingeniería hasta pintorescos paisajes costeros, hay mucho por explorar en este país lleno de historia y encanto.

 

 

 

 

 

 

 

Las inundaciones de 1953

Watersnoodramp 1953

En la noche del sábado 31 de enero al domingo 1 de febrero de 1953, se desató una tormenta del noroeste similar a un huracán que envió el agua al embudo del Mar del Norte entre Inglaterra y los Países Bajos. A lo largo de la costa holandesa, las dunas y diques fueron atacados por grandes olas y en muchos lugares, especialmente en el archipiélago suroeste, los diques se rompieron. Los pólders bajos se inundaron y el agua agitada destruyó granjas y casas con enorme fuerza. Las carreteras desaparecieron bajo el agua, los cables telefónicos y telegráficos se rompieron, el suministro de agua potable se estancó por completo.

 

Dijkdoorbraak 1953

Las personas que vivían cerca del dique intentaron pasar y se apresuraron a llevar solo algo de equipaje de mano. Pero para muchos ancianos y enfermos esta era una tarea imposible. Huyeron a áticos o casas e iglesias situadas un poco más arriba en los centros de las aldeas.

 

Watersnood 1953

Los supervisores del pólder, los escluseros y los pescadores iban ocasionalmente al puerto o cerca del dique para ver cómo era la situación. A las cinco de la tarde, el agua estaba a unos pocos decímetros en la zona del puerto de Bruinisse. Esto en sí mismo no era preocupante porque esto sucedía a menudo durante la marea alta. Pero a las 11 p.m., durante la marea baja, había tanta agua como de costumbre durante la marea alta. Y luego vino la nueva inundación a eso. En casi todos los lugares, la gente estaba ocupada colocando las tablas de inundación en las denominaciones e instalando mamparos adicionales hasta altas horas de la noche.

 

Dijkdoorbraak in 1953

Casi todos los diques podrían soportar un nivel de agua de dos a dos metros y medio por encima del nivel normal de inundación. Pero el nivel más alto de agua esa noche se elevó más de tres metros por encima de la marea alta más alta normal. La mayoría de los peligrosos ataques de tormentas procedían casi siempre del noroeste y, por tanto, los diques de los lados norte y oeste eran más pesados que los de los lados sur y este de las islas. Sin embargo, ahora el mar estaba tan alto que el agua se derramaba sobre la cresta del dique, especialmente en el lado bajo, y excavaba los diques desde el interior. El mapa de arriba con brechas de diques en 1953 muestra que la mayoría de las brechas tuvieron lugar en el lado sur de las islas. En muchos lugares, los avances en los puertos fueron causados por el colapso de las denominaciones. En la mayoría de los casos, directamente detrás de las denominaciones había una aldea o un centro de asentamiento, por lo que un gran avance tuvo graves consecuencias. El primer ataque nocturno por el mar provocó avances en muchos lugares y después de un reflujo el domingo por la tarde, que también fue más alta que la marea alta normal en la mayoría de los lugares, el agua volvió a subir.

Grote doorbraak in dijk

 

En la mayoría de los casos no había sido posible cerrar a tiempo los agujeros que ya se habían formado en los diques; simplemente había demasiados y, debido a la falla de los medios de comunicación, no tenían una visión general de la magnitud del desastre. Las carreteras de acceso a los diques algo más remotos también se habían vuelto prácticamente intransitables. La segunda inundación de la tarde del domingo ensanchó y profundizó las brechas y volvieron a fluir grandes cantidades de agua hacia los pólders. El nivel del agua en la zona inundada subió muy rápidamente. Mucha gente creyó erróneamente que lo peor ya había pasado, lo que resultó en la mayor cantidad de víctimas esa tarde.

Overal water

Ese mismo día se lanzó inmediatamente una ayuda masiva. Los barcos iban y venían para salvar a la gente, los radioaficionados ayudaban con la comunicación. Los pescadores con sus barcos de todos los Países Bajos ofrecieron ayuda, los estudiantes ayudaron a fortalecer los diques. El gobierno desplegó soldados para ayudar con la evacuación y el refuerzo del dique. También llegó ayuda del exterior. Las reparaciones comenzaron inmediatamente después del desastre. Estas actividades se pueden dividir en tres etapas. La recuperación de las primeras semanas, en las que con sacos de arena, embarcaciones navegaban hacia diques, hundimiento de estructuras de madera de arroz, presas ataúd y similares se intentó salvar lo que se podía salvar. Con la ayuda de embarcaciones anfibias y helicópteros, se arrojaron miles de sacos de arena y se transportaron personas y material.

 

Ondergelopen polders in 1953

En la segunda fase, los diques de tamaño medio fueron reparados por empresas contratistas profesionales. De los 67 hoyos de flujo en total (hoyos que eran tan profundos que el agua del pólder inundado también estaba conectada al agua exterior durante la marea baja), 58 se cerraron en los primeros tres meses después del desastre. En la tercera fase se cerraron los diques aún presentes en la zona. El primer cierre importante de un cajón fue el 28 de febrero de 1953 cerca de Oudenhoorn a lo largo del Haringvliet. El lado sur de Zuid-Beveland sufrió graves daños, siendo el agujero más grande el gran avance en el puerto de ferry de Kruiningse. Este agujero se cerró el 24 de julio con un enorme cajón. Después de eso, se repararon las últimas brechas de diques y el 7 de noviembre se pudo izar la bandera holandesa porque todos los diques estaban cerrados. Un total de 1.835 murieron. Después de este gran desastre, el gobierno holandés elaboró un plan llamado Delta Works . En última instancia, las obras de Delta no se completaron hasta casi 45 años después con la apertura de Maeslantkering en 1997 en Nieuwe Waterweg en Rotterdam .

Zeeland 195

Plan Delta

Los diques del Plan Delta

 

El Plan Delta (en neerlandés: Deltaplan y Deltawerken) es el proyecto de defensa contra el mar más grande del mundo. Este se ubica en el delta del Rin-Mosa-Escalda, en las costas de los Países Bajos. El proyecto consiste en una serie compuertas, esclusas, diques y barreras que fueron construidas entre 1954 y 1997.1

La construcción del Plan Delta llevó varios años. El plan inicial se terminó en 4 de octubre de 1986, siendo inaugurado oficialmente por la reina Beatriz, pero a este se le agregó una nueva fase conocida como Europoortkering, que fue terminada en 1997. Además el levantamiento de todos los diques, cumpliendo con el estándar neerlandés, llevó 13 años más, terminando finalmente en 2010. Su construcción ha favorecido a la navegación, protegiendo el activo puerto de Róterdam. Además controla el nivel de mar y sirve de barrera contras las tormentas del mar del Norte.

El Plan Delta, junto al Plan Zuiderzee, ha sido declarado una de las siete maravillas del mundo moderno por la Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles.

Antecedentes

Plan Zuiderzee

El Plan Zuiderzee (en neerlandés: Zuiderzeewerken) fue un proyecto de drenaje y creación de pólderes en el Zuiderzee. Este se compone de una serie de represas y diques. Su principal propósito es proteger a los Países Bajos contra las inundaciones y ganar tierra al mar para la agricultura.

El proyecto del drenar el Zuiderzee fue propuesto en 1667 por Hendrik Stevin, pero fue a finales del siglo XIX cuando tomó fuerza. Cornelis Lely construyó en 1891 una gran presa que unía el norte de Holanda Septentrional con la costa occidental de Frisia, esta fue la base para el Plan Zuiderzee. En 1913 Lely consiguió el apoyo de la reina Guillermina, desarrollando planes para encerrar la bahía y poder obtener el control de ella. Además la escasez de alimentos durante la Primera Guerra Mundial atrajo la atención de los neerlandeses, que brindaron su apoyo al proyecto.

Es considerado el proyecto de ingeniería hidráulica más importante hecho en los Países Bajos en el siglo XX.

 

Terremoto de Alaska de 1964

Terremoto de Alaska de 1964

Coordenadas: 61°01′N 147°39′O

Terremoto de Alaska de 1964

9.2 en potencia de Magnitud de Momento (MW)

9.2 en escala de Richter (ML)

 

Epicentro del terremoto

 

 

 

 

 

Una calle de Anchorage destruida tras el terremoto.

 

 

 

 

Parámetros

Fecha y hora: 27 de marzo de 1964, 17:36 (AKST)

Tipo: Megaterremoto por subducción

Profundidad: 23 km

Duración: 4 min

 

Consecuencias

Zonas afectadas: AlaskaHawáiCanadá

Mercalli: XI (Extremo)

Shindo: AMJ 7

Víctimas: 190 muertos (60 muertos del terremoto y 130 muertos del posterior tsunami)

El terremoto de Alaska de 1964, también llamado el Gran Terremoto de Alaska o Terremoto de Viernes Santo, fue un sismo ocurrido el 27 de marzo de 1964 a las 17:36 hora local (28 de marzo de 1964 a las 3:36 UTC). Su epicentro se localizó a 10 km al este del fiordo College, es decir, a 90 km al oeste de Valdez y a 120 km al este de Anchorage. Tuvo una magnitud de 9,2 MW y una duración de unos 4 minutos.1Es considerado el terremoto más poderoso registrado en Norteamérica, y el tercero más fuerte en la historia de la humanidad.1​ Generó el segundo tsunami más devastador de la historia; la altura de ola máxima registrada fue de 67 metros en la ensenada de Valdez.2

Este gran terremoto y posterior tsunami causaron la muerte de 190 personas (130 tsunami, terremoto 60),23​ y causó alrededor de $ 311 millones en pérdidas materiales.2​ Este gran terremoto se sintió en una amplia área de Alaska y en partes del oeste del territorio Yukón y Columbia Británica (Canadá).

Los efectos del terremoto fueron graves en muchas ciudades, incluyendo Anchorage, Chitina, Glennallen, Homero, Esperanza, Kasilof, Kenai, Kodiak, Moose Pass, Portage, Seldovia, Seward, Sterling, Valdez, Wasilla, y Whittier.

Geología

A las 17:36 (hora de Alaska) (3:36 a. m. UTC) del 27 de marzo de 1964, una falla entre la Placa del Pacífico y la Placa Norteamericana se rompió cerca del fiordo College. El epicentro del terremoto se localizó unos 20 km al norte de Prince William Sound, 125 km al este de Anchorage y 65 km al oeste de Valdez. El hipocentro se situó a unos 25 km de profundidad. El desplazamiento del fondo oceánico generó un gran tsunamis (con olas de hasta 67 m metros de altura), que fue responsable de la mayoría de las víctimas y de los daños materiales.4​ Se produjeron también grandes corrimientos de tierra que causaron muchos daños. Se produjo un desplazamiento vertical de 11,5 m que afectaron a unos 250 000 km². La aceleración sísmica se estimó entre 0,14 y 0,18 g.5

El megaterremoto de Alaska se produjo en una zona de subducción causada porque una placa oceánica (Placa del Pacífico) se hunde bajo una continental (Placa Norteamericana). La responsable es la falla de Alaska-Aleutianas, una falla inversa causada por fuerzas de compresión.

Daños

Anchorage, a unos 120 kilómetros al noroeste del epicentro, sufrió los daños materiales más graves. Alrededor de 30 bloques de viviendas y edificios comerciales fueron dañados o destruidos en el centro de la ciudad. El edificio de la compañía JC Penny fue dañado sin posibilidad de reparación, el edificio Four Seasons, una nueva estructura de seis pisos, se derrumbó, y muchos otros edificios de varios pisos sufrieron grave deterioro. La mayoría de las escuelas fueron también devastadas. Los deslizamientos de tierra también causaron graves daños.

Girdwood y Portage, localizadas a unos 60 km al sureste del centro de Anchorage, sufrieron subsidencia y fueron inundados por la posterior acción de las mareas. Girdwood se trasladó hacia el interior y Portage fue abandonado. Cerca de 32 km de la carretera de Seward se hundieron por debajo de la línea de pleamar.

Este terremoto generó un tsunami que devastó muchas ciudades a lo largo del golfo de Alaska, de Canadá, a lo largo de la costa oeste de los Estados Unidos (15 muertos) y en Hawái. Se registró también en los mareógrafos en Cuba y Puerto Rico.

El terremoto de magnitud 8,2 apenas causó daños y ofrece a los científicos la oportunidad de asomarse a las entrañas del planeta.

A unos 611 kilómetros al oeste, en la costa de la península de Alaska, un terremoto de magnitud 8,2 acababa de sacudir esta parte del planeta, el mayor seísmo que ha vivido Estados Unidos en más de 50 años. El fenómeno, ocurrido poco después de las 10 de la noche del 28 de julio en hora local, sacudió las costas cercanas y causó deslizamientos de tierra que se precipitaron por las escarpadas montañas costeras.

Por suerte, el terremoto apenas causó daños. Se produjo lejos de centros de población densos y solo hizo que se agitaran los mares. Pero en cualquier otra parte, un fenómeno tan fuerte habría sido devastador. Un terremoto de magnitud 8,2 en la escala de richter es casi tan fuerte como el mayor terremoto considerado posible a lo largo de la falla de San Andrés.

«El “grande” del que hablamos en el sur de California, es así», afirma Wendy Bohon, geóloga de terremotos de las Instituciones de Investigación Incorporadas para Sismología (IRIS, por sus siglas en inglés), un conjunto de universidades de investigación que recaba, organiza y distribuye datos sísmicos en EE. UU.

Este temblor intenso se había reducido a un suave balanceo para cuando llegó a Aderhold, sismóloga de terremotos también de IRIS. Levantó la vista y observó que su lámpara de cristal colgante —un vestigio de los antiguos dueños de la casa— oscilaba lentamente de un lado a otro «como un péndulo», dice.

Ahora, el seísmo sirve para recordarnos la agitación de la superficie de nuestro planeta y presenta una oportunidad emocionante para observar los mecanismos internos de nuestro planeta. El fenómeno fue tan intenso que sus ondas sísmicas encendieron detectores de todo el mundo e incluso perturbaron los niveles de agua subterránea del condado de Washington, en Maryland (Estados Unidos), en la Costa Este del continente y a más de 7000 kilómetros de distancia.

Como las ondas se desplazan de forma diferente a través de rocas a temperaturas y composiciones diferentes, los científicos pueden utilizar estos temblores sísmicos como rayos X planetarios para cartografiar las entrañas de la Tierra. Asimismo, comparar este seísmo con fenómenos pasados puede ayudar a los científicos a entender mejor el potencial de la región para producir temblores futuros.

«Cada terremoto que registramos nos enseñará algo nuevo», afirma Aderhold. «Es emocionante ver esos datos».

Una historia temblorosa

El potente terremoto se produjo en la costa sur de Perryville, en la península de Alaska. Aquí, la tierra sobresale de Norteamérica en una punta curva y delgada que se estrecha en una serie de islas, como cuentas caídas de un hilo. Esta extensión de tierra y el reciente terremoto que la ha sacudido tienen el mismo origen: una batalla subterránea entre placas tectónicas.

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La placa del Pacífico está hundiéndose lentamente bajo de la placa norteamericana, desplazándose hacia el norte unos seis centímetros cada año en la zona donde se produjo el nuevo terremoto. Este proceso, conocido como subducción, puede levantar montañas y es responsable de los volcanes que construyeron las islas Aleutianas. Pero estas dos placas tectónicas no se deslizan suavemente la una junto a la otra y cada desplazamiento acumula tensiones a lo largo de la falla hasta que alcanza un límite y la tierra se desplaza de repente, causando un terremoto que hace temblar el suelo.

Se produjo un fenómeno de este tipo durante el temblor de la noche del 28 de julio, que los científicos creen que se fracturó justo en la unión subterránea entre las placas del Pacífico y de Norteamérica.

Esta batalla tectónica significa que los terremotos de Alaska no son una gran sorpresa. De media, un seísmo retumba en los detectores del Alaskan Earthquake Center cada 15 minutos, lo que se traduce en decenas de miles de temblores cada año.

La última vez que se produjo un terremoto más intenso en Estados Unidos fue también en Alaska, cuando se produjo un seísmo de magnitud 8,7 cerca de la isla de las Ratas, en las Aleutianas, en 1965. Esto ocurrió un año después de que un fuerte seísmo de magnitud 9,2 sacudiera la región, el segundo mayor terremoto registrado en el mundo.

Curiosidades sísmicas

Este último fenómeno resulta particularmente intrigante para los científicos porque se produjo a solo decenas de kilómetros al este de dos grandes seísmos que sacudieron la región en 2020: uno de magnitud 7,8 el 22 de julio y otro de magnitud 7,6 el 19 de octubre.

Aunque las diferencias numéricas parezcan pequeñas, se traducen en enormes cantidades de energía. Bohon lo explica con pasta: si un espagueti es la energía liberada por un terremoto de magnitud 5, entonces 900 espaguetis representarían una magnitud 7, y 25 000, una magnitud 8.

Es probable que la posición de estos tres grandes fenómenos no sea una coincidencia: aunque un terremoto libere tensiones en una zona, puede acumularlas en zonas cercanas, aumentando el potencial de futuros terremotos.

«Cada terremoto aumenta la probabilidad de que se produzcan otros», afirma Bohon. El último terremoto se produjo a menos de 40 kilómetros de otro de magnitud 8,2 que sacudió la región en noviembre de 1938. Los científicos aún están analizando el suceso, pero es posible que la zona donde se abrieron paso estos dos seísmos en el subsuelo se superponga.

Ambos seísmos son adyacentes a una zona curiosa conocida como brecha de Shumagin. Esta denominada brecha sísmica es un área a lo largo de la zona de subducción que no ha tenido un gran terremoto en un periodo relativamente largo; la brecha de Shumagin ha permanecido tranquila en gran medida durante el último siglo. El temblor de julio de 2020 rompió parte de la brecha, lo que sorprendió a algunos científicos, ya que pensaban que las placas de esta región se deslizaban lentamente la una junto a la otra y no acumulaban suficiente tensión para causar un gran terremoto.

Este último seísmo no parece haber llegado a la zona tranquila, pero podría proporcionar más pistas sobre las fuerzas subterráneas involucradas. Quedan muchas incógnitas sobre la brecha de Shumagin y los motivos podrían diferir de otros tramos de la costa de Alaska.

«¿Tiene algo que ver con cómo se acumulan el estrés y la presión? ¿Tiene algo que ver con las propiedades de las rocas en la brecha de Shumagin?», se pregunta Bohon.

«Conforme tengamos más y más terremotos, podremos averiguar cómo se comporta la placa a lo largo del tiempo», añade.

Temblores grandes, ondas pequeñas

La liberación de grandes sacudidas tectónicas podría desatar otra fuerza devastadora: tsunamis. Mientras la placa del Pacífico se abre paso bajo la costa de Alaska, la placa norteamericana suprayacente se frunce. Pero cuando una falla desencadena un terremoto, la tierra se desplaza de repente y la placa superior retrocede, empujando las aguas marinas cercanas, como el mecanismo de las piscinas de olas.

Justo después del terremoto del 28 de julio, los sistemas de alerta enviaron avisos de tsunami a lugares tan lejanos como las islas hawaianas y empezaron a chocar más olas de lo normal en las costas cercanas, pero no se materializó en una muralla de agua.

Esto se debe a la profundidad de este último terremoto, que empieza a al menos 32 kilómetros bajo tierra. Los mayores movimientos a lo largo de una placa ocurren en la zona subterránea donde comienza, conocida como hipocentro. Así que, si un terremoto comienza cerca de la superficie, esto se traduce en mucho movimiento en el océano. Pero si el terremoto es profundo, como el de magnitud 8,2, ese movimiento se disipa para cuando el temblor alcanza las partes menos profundas de la placa.

Por ahora, el riesgo de tsunami ha pasado y, aunque las réplicas seguirán sacudiendo la región, es probable que sean pequeñas. Las probabilidades de que ocurra un seísmo de magnitud 7 o más en esta parte de Alaska en la próxima semana son inferiores al 4 por ciento, según el Servicio Geológico estadounidense.

Inmediatamente después del sismo, el mar de la costa cerca al epicentro comenzó a alejarse dramáticamente, indicando la posibilidad de un tsunami.

El tsunami arrasaró con localidades enteras a lo largo de la costa. La ola más grande ocurrió una hora después del sismo y alcanzó los 67 metros de altura en Shoup Bay, borrando al pueblo de Chenega y a 68 de sus habitantes del mapa.

Los científicos estudiaron los efectos desde el aire, en tierra y a lo largo de las costas. Ellos se sorprendieron al encontrar que la superficie se vio interrumpida por un área más grande que California – 185.000 millas cuadradas. Algunas áreas descendieron hasta 8 pies y otras se levantaron cerca de 38 pies… percebes a dos metros por debajo de la superficie del océano fueron repentinamente lanzados varios pies más arriba.

El mapeo de estos levantamientos y elevaciones se convirtió en crucial para entender lo que pasó. Pero, sin defectos visibles en la superficie de explicarlo, incluso con meses de cuidadosa observación y trabajo de campo la causa del temblor seguía siendo un misterio.

El terremoto de 1964 fue el primer mega terremoto de subducción correctamente interpretado como tal. Como resultado de ello, en esencia, cada dos terremotos en una gran zona de subducción en todo el mundo una especie de queda en la sombra de lo que hemos aprendido desde el terremoto de 1964″.

 

 

Chenega, un pequeño pueblo en Prince William Sound, perdió 23 personas – un tercio de su población.

Hoy en día los científicos utilizan la cartografía sonar el fondo del océano para identificar depósitos de deslizamientos submarinos del pasado. El trabajo adicional es la extracción de muestras y fechar estas diapositivas lo que ayuda a perfeccionar la comprensión de los riesgos de tsunami y con qué frecuencia ocurren estos sismos.

 Mapa de intensidades macrosísmicas del sismo del 28 de marzo de 1964, Alaska. Fuente: https://earthquake.usgs.gov/earthquakes/eventpage/iscgem869809/shakemap/intensity

 

Daños caudados por el tsunami a lo largo de la costa de Kodiak, Alaska. Fuente: https://earthquake.usgs.gov/earthquakes/events/alaska1964/1964pics.php

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Propagación del tsunami de Alaska de 1964

 

 

 

 

 

Inundaciones en China 1931

Inundaciones en China 1931

Las inundaciones de China de 1931 , o inundaciones de los ríos YangtzeHuai de 1931, ocurrieron de junio a agosto de 1931 en China, afectaron a ciudades importantes como Wuhan, Nanjing y más allá, y finalmente culminaron con la rotura de un dique a lo largo del lago Gaoyou el 25 de agosto de 1931.

1931 inundaciones en China

Ayuntamiento de Hankou durante la inundación de 1931

Fecha: Julio-noviembre de 1931 (según el río)

Ubicación: China central y oriental

Fallecidos: 422.499–4.000.000 [1]

Las estimaciones de mortalidad varían ampliamente. Un estudio de campo realizado por la Universidad de Nanking dirigido por John Lossing Buck inmediatamente después de la inundación encontró que “150.000 personas se habían ahogado , y que este número representaba menos de una cuarta parte de todas las muertes durante los primeros 100 días de la inundación”.[2] El informe oficial cifra 140.000 personas ahogadas[3] y afirma que “2 millones de personas murieron durante la inundación, ahogadas o por falta de alimentos“.[4] Una epidemia de cólera en el año siguiente, a partir de mayo de 1932, se informó oficialmente que tuvo 31.974 muertes y 100.666 casos.[5] Si bien aparece con frecuencia en la lista de desastres en China por número de muertos, una estimación popular de alto nivel de 3,7 a 4,0 millones de muertes es fundamental para “ayudar a que la inundación de 1931 asegure su posición en las listas sensacionalistas de los desastres más mortíferos del mundo“.[1]

Causas meteorológicas y consecuencias físicas.

De 1928 a 1930, China sufrió una larga sequía.[6] El invierno posterior de 1930-1931 fue particularmente duro y creó grandes depósitos de nieve y hielo en las zonas montañosas. A principios de 1931, la nieve y el hielo derretidos fluyeron río abajo y llegaron al curso medio del Yangtze durante un período de fuertes lluvias primaverales. Normalmente, la región experimentó tres períodos de inundaciones durante la primavera, el verano y el otoño, respectivamente; sin embargo, a principios de 1931 hubo un único diluvio continuo. En junio, quienes vivían en zonas bajas ya se habían visto obligados a abandonar sus hogares.[7] El verano también se caracterizó por una actividad de fenómenos ciclónicos extremos. Sólo en julio de ese año, nueve ciclones azotaron la región, cifra muy superior a la media de dos por año.[8] Cuatro estaciones meteorológicas a lo largo del río Yangtze informaron de lluvias por un total de más de 600 mm (24 pulgadas) durante el mes.[8] El agua que fluye a través del Yangtze alcanzó su nivel más alto desde que se comenzaron a llevar registros a mediados del siglo XIX.[7] Ese otoño, nuevas lluvias intensas agravaron el problema y algunos ríos no volvieron a su curso normal hasta noviembre.

Las inundaciones inundaron aproximadamente 180.000 kilómetros cuadrados (69.000 millas cuadradas), un área equivalente en tamaño a Inglaterra y la mitad de Escocia, o los estados de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut combinados.[9] La marea alta registrada el 19 de agosto en Hankou en Wuhan mostró niveles de agua 16 m (53 pies) por encima del promedio, un promedio de 1,7 m (5,6 pies) por encima del Bund de Shanghai.[8] [10]En chino, este evento se conoce comúnmente como 江淮水灾, que se traduce aproximadamente como “Desastre de inundación del Yangtze-Huai”. Este nombre, sin embargo, no capta la magnitud masiva de las inundaciones. Los cursos de agua de gran parte del país quedaron inundados, en particular el río Amarillo y el Gran Canal. Las ocho provincias más gravemente afectadas fueron Anhui, Hubei, Hunan, Jiangsu, Zhejiang, Jiangxi, Henan y Shandong. Más allá de la zona central de inundación, también se inundaron áreas tan al sur como Guangdong, tan al norte como Manchuria y tan al oeste como Sichuan . [11][12]

Número de muertos y daños

Víctimas de las inundaciones de agosto de 1931

Esta inundación aparece con frecuencia en la lista de desastres en China por número de muertos, y a veces encabeza las listas de los desastres más mortíferos del mundo.[1]

En ese momento, el gobierno estimó que 25 millones de personas habían sido afectadas por la inundación.[13] Desde entonces, los historiadores han sugerido que el número real puede haber sido de hasta 53 millones.[14] Las cifras estimadas de muertes también varían ampliamente. Estudios contemporáneos realizados por John Lossing Buck alegan que al menos 150.000 personas se ahogaron en los primeros meses de la inundación, y cientos de miles más murieron de hambre y enfermedades durante el año siguiente. Utilizando informes de los medios de comunicación contemporáneos, los historiadores chinos dirigidos por Li Wenhai han calculado el número de muertos en 422.420.[11] Algunas fuentes occidentales alegan que el número de muertos fue de entre 3,7 y 4 millones de personas basándose en sus propias afirmaciones de hambruna y enfermedades.[15] [6] El pueblo Tanka, que tradicionalmente vive en barcos a lo largo del Yangtze, sufrió mucho por las inundaciones.[dieciséis]

Ciudadanos de Hankow desplazados por las inundaciones del río Yang-tsé-Kiang en 1931.

Aunque la cifra de 4 millones es inmensa, la realidad podría superarla. Se ha calculado que unas 150 mil personas fallecieron durante los primeros meses, directamente a causa de las inundaciones. Pero no está claro cuántas murieron después por motivos relacionados con las crecidas. Las números varían entre 420 mil y 25 millones, de acuerdo con el sitio: Wheater.com

La inundación destruyó enormes cantidades de viviendas y tierras de cultivo. En todo el valle del Yangtze, alrededor del 15% de los cultivos de trigo y arroz fueron destruidos, siendo la proporción mucho mayor en las zonas afectadas por las inundaciones.[17] El desastre también causó un shock económico con el rápido aumento del precio de productos básicos vitales. Los impactos ecológicos y económicos combinados del desastre provocaron que muchas zonas cayesen en la hambruna. Sin comida, la gente se vio obligada a comer corteza de árbol, malas hierbas y tierra. Algunos vendieron a sus hijos para sobrevivir, mientras que otros recurrieron al canibalismo.[8] [18]El efecto más letal de la inundación fueron las enfermedades que azotaron a la población de refugiados debido al desplazamiento, el hacinamiento y la falta de saneamiento. Entre ellos se encontraban el cólera, el sarampión, la malaria, la disentería y la esquistosomiasis.[19]

Gran parte del desastre podría haberse evitado si se hubieran seguido estrictamente las medidas de control de inundaciones. El Yangtze transporta grandes cantidades de sedimentos, que se acumulan en determinadas zonas del río y deben limpiarse periódicamente. Sin embargo, como gran parte de los recursos de la zona se dedicaban a la guerra civil en ese momento, el río quedó descuidado.

Además de inundar zonas rurales, la inundación causó una destrucción generalizada en varias ciudades. Los refugiados habían estado llegando a la ciudad de Wuhan desde finales de la primavera. Cuando la ciudad misma se inundó a principios del verano y después de la catastrófica falla del dique justo antes de las 6:00 a.m. del 27 de julio,[20] : 270,  alrededor de 782.189 ciudadanos urbanos y refugiados rurales quedaron sin hogar. La inundación cubrió un área de 83 kilómetros cuadrados (32 millas cuadradas) y la ciudad quedó inundada bajo muchos pies de agua durante casi tres meses.[20] : 269–270  Un gran número de personas se reunieron en islas inundadas por toda la ciudad, y 30.000 se refugiaron en un terraplén del ferrocarril en el centro de Hankou. Con poca comida y un completo fracaso en el saneamiento, miles de personas pronto comenzaron a sucumbir a las enfermedades.[19]

No hubo ninguna advertencia, sólo un repentino gran muro de agua. La mayoría de los edificios de Wuhan en aquellos días tenían sólo un piso de altura, y para muchas personas no hubo escapatoria: murieron decenas de miles. … Estaba saliendo de mi turno en la oficina principal de la compañía, un edificio bastante nuevo de tres pisos cerca del centro de la ciudad… Cuando escuché el terrible ruido y vi venir la pared de agua, corrí al piso superior. del edificio. … Estaba en uno de los edificios más altos y fuertes que quedan en pie. En ese momento nadie sabía si el agua bajaría o subiría aún más.

—  Jin Shilong, ingeniero senior de la Agencia de Prevención de Inundaciones de Hubei,[20] : 270 

La ciudad de Nanjing, entonces capital de la China republicana, también resultó gravemente afectada por el desastre.[8] Uno de los eventos más desastrosos durante la inundación ocurrió el 25 de agosto de 1931, cuando el agua que corría por el Gran Canal arrasó los diques cerca del lago Gaoyou. Sólo en el condado de Gaoyou, 18.000 personas se ahogaron y 58.000 murieron debido al hambre y las enfermedades al año siguiente.[21]

Reconstrucción de diques en el lago Gaoyou

Thomas Harnsberger , un misionero de la Iglesia Presbiteriana en Taizhou, Jiangsu, fue una de las dos figuras centrales (junto al general Wang Shuxiang,[22] doctor en hidráulica) que supervisó la reconstrucción de los diques en el lago Gaoyou, así como la seguridad los fondos para ello.[23] [24] [25] Sin embargo, la inundación sigue siendo ampliamente desconocida para los chinos. Steve Harnsberger, nieto de Thomas Harnsberger, escribió en 2007: “La inundación de 1931 mató a 15 veces el número de personas perdidas en los tsunamis de Indonesia de diciembre de 2004., y sin embargo apenas se ha escrito una palabra sobre ello. En cambio, la historia se centró en otros desastres ese año. La atención de China estaba puesta en una guerra civil entre comunistas y nacionalistas y los japoneses estaban invadiendo el Norte, mientras el mundo estaba sumido en la Gran Depresión.”[26]

Reacciones del gobierno

Era republicana (décadas de 1930 a 1940)

La inundación de 1931 fue una de las primeras pruebas importantes para el gobierno del Kuomintang. Cuando la magnitud del desastre se hizo evidente, el gobierno estableció la Comisión Nacional de Alivio de Inundaciones bajo los auspicios de TV Soong, un destacado político del Kuomintang y cuñado de Chiang Kai-shek.[27] La ​​comisión empleó a una variedad de expertos chinos y extranjeros, incluidas figuras como el famoso epidemiólogo Wu Liande, el ministro de salud Liu Ruiheng, el trabajador de salud pública John Grant y el ingeniero hidráulico Oliver Todd. También consiguió la asistencia de la Sociedad de Naciones. Incluso los famosos aviadores Charles Lindbergh y su esposaAnne Lindbergh se involucró, ya que se les encargó realizar un reconocimiento aéreo de la zona de inundación. Aunque Song Ziwen siguió siendo el jefe de la comisión, la gestión diaria de las tareas de ayuda se confió a John Hope Simpson, un experto británico en refugiados. La caridad llegó para ayudar con los esfuerzos de socorro desde todo el mundo, siendo particularmente generosas las comunidades chinas de ultramar en el Sudeste Asiático. En Estados Unidos, la célebre autora Pearl Buck escribió cuentos para fomentar las donaciones caritativas. El esfuerzo de ayuda se hizo mucho más difícil tras la invasión japonesa de Manchuria en el otoño de 1931, que provocó que el mercado de bonos chino colapsara. Finalmente, el gobierno logró obtener un gran préstamo de trigo y harina de Estados Unidos.[28] A raíz del desastre, el gobierno creó organizaciones como la Comisión de Conservación del Río Huai para abordar los problemas de inundaciones.[8] Sin embargo, debido a la falta de financiación y al caos de la Segunda Guerra Chino-Japonesa y la posterior Guerra Civil China, las distintas comisiones sólo pudieron construir pequeñas presas a lo largo del río Yangtze. [29]

Como parte de una campaña antisuperstición del gobierno del Kuomintang, poco antes de la inundación se demolió un templo del Rey Dragón en Wuhan . Esta coincidencia provocó un descontento generalizado después, ya que muchos lugareños vincularon el desastre con la ira del Rey Dragón, una deidad que hace llover. Como respuesta, funcionarios prominentes, entre ellos He Baohua, alcalde de Wuhan, y Xia Douyin, entonces comandante de la guarnición local y más tarde gobernador de la provincia de Hubei, celebraron ceremonias rituales y se postraron ante la deidad. Mientras tanto, muchos creían que los esfuerzos de evacuación se veían obstaculizados por la superstición. Según un informe contemporáneo, miles de personas “están convencidas de que Hankowestá condenado y se niega a ayudarse a sí mismo o a ser ayudado. Se sientan estoicamente esperando la muerte.”[30]

Era comunista (1949-presente)

En 1953, después del final de la Guerra Civil China, el líder del Partido Comunista Chino, Mao Zedong, viajó a zonas vecinas al río Yangtze para promover el proyecto de control de inundaciones de la presa de las Tres Gargantas . “El proyecto socialista de la presa de las Tres Gargantas debería superar a otros grandes proyectos de la historia china, como la Gran Muralla de Qin Shi Huang y el Gran Canal de Sui Yang Di “, afirmó.[29]

Los científicos y funcionarios que plantearon dudas, como Chen Mingshu, fueron perseguidos como derechistas. Li Siguang, destacado científico y ministro de recursos geológicos, dijo a Mao que se suicidaría si no podía detener la construcción de la presa.[29] El proyecto no pasó de la etapa de planificación en la época de Mao, debido a la falta de recursos, las crecientes tensiones chino-soviéticas y las interrupciones del Gran Salto Adelante.[29] El proyecto se reinició en la década de 1980 y la presa hidroeléctrica de las Tres Gargantas comenzó a funcionar plenamente en 2012, convirtiéndose en la central eléctrica más grande del mundo., en términos de capacidad instalada.[31] [32]

Desastre de Seveso

Desastre de Seveso

Bosque de los Robles – Bosco delle Querce, construido después del desastre.

El desastre de Seveso fue un incendio industrial que ocurrió a las 12:37, del 10 de julio de 1976, en una pequeña planta química en el municipio de Seveso, 25 km al norte de Milán, en la región de Lombardía, en Italia. El accidente produjo la liberación al medio ambiente de cantidades de la dioxina TCDD y que ésta llegara a zonas de población, causando diversos efectos. Según los que pretenden quitarle importancia al desastre, el efecto causado por este fue principalmente pánico. Se le conoce en Italia como “el Hiroshima de Italia”, lo que es totalmente exagerado a juicio de los que trivializan las consecuencias, pues ningún ser humano perdió la vida en este accidente,1​ incluidos bebés, pese a que todos continuaron viviendo allí durante más de quince días. Las mascotas y otros animales domésticos murieron a los pocos días de ser abandonadas sin agua ni alimentos[cita requerida], por la población aterrorizada. Según la opinión los que pretenden quitarle importancia al accidente, este es el mejor ejemplo de que el pánico puede causar mucho más daño que el hecho en sí que genera ese temor descontrolado. Los bebés en gestación que continuaron en los vientres maternos no presentaron deformaciones atribuibles al accidente.[cita requerida]

Las investigaciones científicas hasta el año 2009 muestran incrementos en la tasa de incidencia de cáncer en la provincia.2

Las normas de seguridad industriales de la Unión Europea se conocen como la Directiva Seveso II.3

Situación

La planta industrial pertenecía a ICMESA (Industrie Chimiche Meda Società), una subsidiaria de Givaudan, la cual era a su vez, una subsidiaria de Hoffmann-La Roche. La fábrica se había construido hacía mucho tiempo [cita requerida] y la población no la consideraba una fuente de peligro[cita requerida].

Sin embargo en la fábrica se producía, como subproducto, la sustancia 2,3,7,8-tetraclorodibenzo-p-dioxina, o TCDD, que está considerada una de las dioxinas más letales que se conocen. Por ejemplo 6 millonésimas de gramo de 2,3,7,8-TCDD, puede matar a una rata[cita requerida], y es conocida por ser uno de los componentes del agente Naranja, producto químico desfoliante para limpiar la densa vegetación de la selva vietnamita, utilizada por Estados Unidos en la Guerra de Vietnam.4

Incendio

El incendio ocurrió en uno de los edificios de la fábrica, donde estaba siendo producido el herbicida de nombre 2,4,5-T. Debido a un error humano, alrededor de mediodía del sábado, se produce una reacción incontrolada que supera el disco de seguridad.56​ Se forma una nube en forma de aerosol que contiene, entre otras sustancias tóxicas, TCDD (entre unos pocos cientos de gramos y hasta unos pocos kilogramos), hidróxido de sodio (sosa cáustica), glicol (HO-CH2CH2-OH), triclorofenato de sodio y que se extendió por una zona de 18 km² alrededor de la fábrica.7

Zonas afectadas

Las zonas afectadas se dividieron en tres zonas, de acuerdo con la concentración en el suelo de TCDD. La zona A se dividió en otras 7 subzonas. A la población local se le recomendó no tocar o comer vegetales o frutas locales.8

  • Zona A: concentración de TCDD en el suelo de > 50 microgramos por metro (µg/m²), tenía 736 residentes
  • Zona B: concentración de TCDD en el suelo entre 5 y 50 µg/m², tenía alrededor de 4.700 residentes
  • Zona R: concentración de TCDD en el suelo menor de 5 µg/m², tenía alrededor de 31.800 residentes.

Consecuencias

  • Varios bebés nacidos unos meses después del accidente presentaban deformidades. No obstante se identificó que los bebés que llevaban poco tiempo de gestación, que son los más vulnerables, nacieron meses más tarde sin deformaciones.9
  • 1.600 personas fueron examinadas, y 417 tuvieron la enfermedad cutánea cloracné, causada por la dioxina.10
  • Cinco trabajadores de descontaminación contrajeron una enfermedad del hígado, a pesar de trabajar solo jornadas cortas y de usar protección, en algunos casos considerada como inadecuada.10
  • 400 mujeres embarazadas de “alto riesgo” fueron sometidas a abortos, ilegales en Italia pero autorizados en circunstancias especiales y debido según unos al riesgo de malformaciones congénitas y según otros al pánico que se apoderó de la población.
  • El gobierno italiano hizo un préstamo especial de 40 billones de liras, que en junio de 1978 creció a 115 billones.11
  • Paolo Paoletti, Director de Producción en Icmesa, fue asesinado el 2 de febrero de 1980 en Monza por la organización radical izquierdista Prima Línea.
  • La mayor parte de las compensaciones individuales se resolvieron individualmente.
  • El 19 de diciembre de 1980 representantes de la Región de Lombardía y de la República Italiana, e Icmesa firmaron un acuerdo compensatorio, con la presencia del primer ministro de Italia, Arnaldo Forlani. El total de indemnizaciones fue de 20 billones de liras (10,3 millones €).
  • 3 300 animales que habían sido abandonados fueron encontrados muertos, la mayor parte conejos y aves de corral que intentaron sobrevivir alimentándose de vegetales contaminados.
  • Para evitar que la toxina entrara en la cadena alimentaria, 80 000 animales fueron sacrificados.
  • 15 niños fueron inmediatamente hospitalizados por inflamación de la piel.
  • Herwig von Zwehl, director técnico de Icmesa, y el doctor Paolo Paoletti – director de producción en Icmesa, fueron arrestados. Se hicieron dos comisiones del gobierno para establecer un plan para poner en cuarentena y descontaminar la zona.

El tratamiento del suelo afectado fue tan completo que el nivel de dioxina en 2008 es aún menor que el normalmente encontrado.

Caso criminal

En septiembre la Corte criminal de Monza sentenció a cinco antiguos empleados de ICMESA y a la empresa Givaudan, a sentencias de dos años y medio a cinco años. Todos apelaron.

En mayo de 1985, la Corte de apelaciones de Milán encontró a tres de los cinco acusados no culpables. Los otros dos apelaron a la Corte Suprema de Roma.

El 23 de mayo de 1986 el Tribunal Supremo de Roma confirmó la pena a los dos restantes, los cuales fueron condenados a 1 año y medio y a 2 años de prisión condicional

Directiva y normativa de Séveso

Los entonces diez países miembros de la Comunidad Europea acordaron nuevas reglas de seguridad para las plantas industriales que utilizaran elementos peligrosos en 1982, mediante la llamada Directiva 82/501/EEC o “Directiva Seveso12​ que imponía duras regulaciones industriales. En 1996, esta norma se actualizó dando lugar a la Directiva 96/82/CE relativa al control de riesgos inherentes a los accidentes graves en los que intervengan sustancias peligrosas. La directiva fue actualizada en 1999 y revisada en 2001. Posteriormente en 2003: directiva 2003/105/CE del 31 de diciembre.13

España

En España en el año 2005 se propugnó el RD 119/2005 de 4 de febrero, por el que se modifica el Real Decreto 1254/1999, de 16 de julio, por el que se aprueban medidas de control de los riesgos inherentes a los accidentes graves en los que intervengan sustancias peligrosas, conocido como SEVESO III.

Esta norma se entiende implícitamente derogada por el Real Decreto 840/2015, de 21 de septiembre, por el que se aprueban medidas de control de los riesgos inherentes a los accidentes graves en los que intervengan sustancias peligrosas.

Conclusiones

Las operaciones de seguridad por parte de los directores de la compañía y del gobierno local fueron mal coordinadas, y hasta algún extremo, incompetentes. Se tardó una semana en decir que la dioxina había sido emitida, y otra semana hasta que empezó la evacuación. Muy pocos estudios científicos habían demostrado el peligro de la dioxina hasta el momento, y apenas había regulaciones industriales. La población local no supo qué hacer y se sintió asustada, siendo una experiencia traumática para esas pequeñas comunidades rurales. Algunas consecuencias a largo plazo (traducido del artículo de Wikipedia en italiano): En la época del desastre, muchos científicos habían sostenido la posibilidad de una verdadera y concreta “epidemia” en el área. Hoy día, algunas investigaciones científicas dicen que el número de muertes por cáncer se ha mantenido relativamente en la misma media de la Brianza (subregión de la provincia de Monza y Brianza, que incluye a Seveso); pero tales investigaciones son contestadas por algunos comités cívicos.

Se hizo el documental alemán Gambit sobre Joerg Sambeth, el director técnico de Icmesa, que fue sentenciado a cinco años en el primer juicio, posteriormente a dos y salió en libertad condicional14

En la cultura popular

El tema Suffocation del álbum de música electrónica de 1980 See You Later del músico griego Vangelis, hace referencia al desastre de Seveso, ocurrido cuatro años antes.

Descripción del accidente

La tarde anterior al accidente, el reactor se cargó con 2.000 kg de triclorobenceno (TCB), 1.050 kg de hidróxido de sodio, 3.300 kg de etilenglicol y 600 kg de xileno. La reacción no terminó esa tarde, dejando el final para la mañana siguiente, cerrando el vapor y parando la agitación en el reactor. A la mañana siguiente, se produjo una reacción exotérmica incontrolada del tipo runaway, lo que generó un aumento de presión en el reactor y la apertura del disco de ruptura. El resultado fue la emisión de una nube tóxica que contenía TCDD en una concentración aproximada de 3.500 ppm y con aproximadamente entre 0,45 y 3 kg de TCDD. El área cubierta por la nube fue de aproximadamente 1.800 hectáreas y produjo numerosos daños a las personas (730 en el área).

Las lesiones fueron principalmente dérmicas, así como daños al medio ambiente (flora y fauna). Se produjeron daños también en la agricultura, ganadería, suelos contaminados, construcción, comercios, etc. En total, más de 300 millones de francos suizos ha tenido que abonar Roche en concepto de compensaciones al Estado Italiano por el accidente.

En la actualidad, todavía se están pagando indemnizaciones y las consecuencias no han desaparecido del todo.

Análisis de las causas del accidente

La causa primera del accidente fue una reacción incontrolada exotérmica en el reactor, probablemente debido a haberlo dejado desde la tarde anterior sin refrigeración y sin agitación. También pudo influir el hecho de que, probablemente, la reacción no se hubiera terminado del todo cuando se cerró la refrigeración y se paró el agitador, por lo que pudo continuar durante toda la noche.

El informe oficial aduce cuatro causas principales:

  1. Interrupción del ciclo de producción. El hecho de dejar una mezcla sin terminar una reacción durante todo un fin de semana sin ningún tipo de medida de seguridad, es un hecho que aumenta el riesgo innecesariamente.
  2. Método de destilación. En el método utilizado por la patente original de Guivaudan, la carga era acidificada antes de la destilación. En el proceso de Icmesa, el orden de estas dos etapas fue invertido. Esto permitía un contacto más largo e intenso entre el etilenglicol y el hidróxido de sodio.
  3. El sistema de alivio de presión que conduce directamente a la atmósfera. El único sistema de control de presión era mediante un disco de ruptura que conducía directamente a la atmósfera. La presión del disco de ruptura era demasiado elevada para un proceso a presión atmosférica, lo que favoreció la emisión de grandes cantidades de dioxinas.
  4. Fallos en los sistemas de recogida/destrucción de las sustancias venteadas. Tampoco existía un sistema para neutralizar o destruir las sustancias tóxicas venteadas. El sistema de venteo con disco de ruptura, según los fabricantes debería haber estado conectado a un sistema de neutralización, torre de lavado, depósito pulmón o cualquier otro que impidiera la emisión directa a la atmósfera de sustancias altamente tóxicas.

Lecciones aprendidas

  1. Controles públicos de las instalaciones que presenten riesgos de accidentes graves.

Una de las principales consecuencias del accidente de Seveso fue la toma de conciencia por parte de las autoridades italianas y europeas para intentar controlar los riesgos de este tipo de instalaciones. Como consecuencia de ello, se promulgó la primera Directiva Europea relativa al control de los riesgos de accidentes graves en determinadas actividades industriales, la Directiva 82/501/CEE.

  1. Localización de los establecimientos que presenten riesgos de accidentes graves.

La elección correcta de los emplazamientos y, en concreto, la planificación territorial para evitar mayores riesgos en el entorno inmediato de este tipo de establecimientos, es otra de las conclusiones importantes. Este aspecto de la planificación territorial, se ha tenido muy en cuenta en la nueva legislación sobre accidentes graves, el Real Decreto 1254/99.

  1. Adquisición de compañías que operan con procesos peligrosos.

Fue un problema que requirió poca atención, aunque la cadena de responsabilidades se transmitió hasta el último propietario, Hoffmann La Roche que ha sido el responsable final.

  1. Utilización de sustancias extremadamente tóxicas.

El hecho de que se utilicen sustancias extremadamente tóxicas como la TCDD, implica que los análisis de seguridad deben ser realizados y actualizados constantemente. En la nueva reglamentación se pone especial énfasis en las sustancias tóxicas y muy tóxicas.

  1. Riesgos debidos a reacciones incontroladas.

La compañía creía que tenía perfectamente identificadas todas las reacciones que se podrían producir en el proceso de producción. Sin embargo, los riesgos de reacciones exotérmicas, deben ser analizados muy concienzudamente. En particular, es muy importante identificar completamente todas las características de una reacción exotérmica en las condiciones de operación y las sustancias intermedias o indeseadas que se pueden generar.

  1. Diseños seguros en plantas químicas de proceso.

El diseño del disco de ruptura para ese tipo de reactor y esa reacción concreta, era claramente inseguro.

  1. Planificación de las emergencias.

En el informe del accidente se menciona como una causa que agravó las consecuencias el hecho de que no hubiera una comunicación directa a las autoridades para que organizaran un sistema de emergencias. Las primeras medidas para protección a la población se tomaron a los 4 días.

El desastre de Seveso es el único que no produjo consecuencias desastrosas identificables.

El accidente tuvo consecuencias traumáticas en las poblaciones locales expuestas. Por el pánico, los habitantes huyeron abandonando a animales y mascotas que murieron de hambre. Sin embargo, los efectos de salud han sido difíciles de determinar. El efecto adverso más claro fue el cloracné (un tipo de acné producido por el contacto con compuestos aromáticos), con 193 casos.

Esta catástrofe dio lugar a nuevas reglamentaciones sobre seguridad industrial. En particular, fue el catalizador de la “Directiva Seveso” de la Comunidad Europea (originada en 1982 y luego modificada en 1996 y 2005), que busca mejorar la seguridad de sitios que manejan grandes cantidades de productos químicos peligrosos.

El desastre químico de Seveso, el Chernobyl italiano que obligó a sacrificar a 80 mil animales

En 1976, en Seveso, el pueblito alpino italiano, ocurrió el primer accidente industrial de la era moderna

El accidente tuvo tal magnitud que fue catalogado en 2010 por la revista Time como uno de los 10 desastres industriales más graves de la historia. Y fue, un antes y un después, para la legislación ambiental europea.

Aunque la explosión, causada por un error humano, ocurrió el 10 de julio, las evacuaciones comenzaron dos semanas después.

“Prohibido el acceso. Zona infectada”. El pueblo más cercano fue evacuado a las dos semanas del trágico accidente

“Los efectos registrados se manifestaron en las primeras semanas tras el accidente, principalmente. Aunque no se registraron muertes se detectaron: 193 casos de cloracné, de ellos 15 muy graves. Neuropatías y algunos problemas enzimáticos reversibles, que no dejaron secuelas. 26 mujeres embarazadas optaron por el aborto, pero 447 tuvieron hijos sin ningún tipo de secuelas. Murieron 3300 animales, principalmente aves y conejos. Hasta 1978 se sacrificaron más de 80.000 animales.

Seveso fue una de las localidades afectadas, pero no la única. Otras comunidades vecinas afectadas fueron Meda (19.000), Desio (33.000), Cesano Maderno (34.000) y, en menor medida, Barlassina (6.000) y Bovisio-Masciago (11.000).

El accidente fue catalogado en 2010 por la revista Time como uno de los 10 desastres industriales más graves de la historia. Además, fue un “desastre de información” por la falta de datos para la población

Los trabajos de descontaminación se prolongaron por años. Entre 1981 y 1984 se cavaron dos vertederos en la Zona A y la descontaminación se terminó casi una década después, en diciembre de 1985.

Los residuos de la limpieza de la planta eran una mezcla de ropa de protección y residuos químicos de la planta. Estos residuos se envasaron en bidones diseñados para el almacenamiento de residuos nucleares. Se acordó que los residuos se eliminarían de forma legal. Para ello, en la primavera de 1982, se contrató a la empresa Mannesmann Italiana para que eliminara los productos químicos contaminados de la zona A.

Más de nueve años después de la catástrofe, el Grupo Roche emitió un comunicado público en el que informaba de que todos los residuos tóxicos, que consistían en 42 barriles (se añadió uno a principios de ese año), habían sido incinerados en Suiza. Según New Scientist, se pensó que el alto contenido de cloro de los residuos podría causar daños en el incinerador de alta temperatura utilizado por Roche, pero Roche declaró que quemaría los residuos en el incinerador y lo repararía después si se dañaba.

En 1984 comenzaron los trabajos para reforestar la Zona A, transformándola en un parque urbano – el “Bosque de los Robles” – que fue abierto al público en 1996. En el 2004 se inauguró la “Ruta de la Memoria en el Bosque de los Robles”, con once paneles que cuentan la historia del desastre y el origen del bosque. Se trata del resultado de un trabajo complejo de escritura colectiva por parte de la comunidad afectada, para la memoria del desastre.

La comunidad de Seveso hoy mantiene la cantidad de habitantes, unos 18000. En su sitio web, en el apartado de la historia no aparece el accidente industrial ni sus consecuencias. “Actualmente el territorio municipal, situado a una altitud de 211 metros sobre el nivel del mar, tiene una superficie de 7,34 km2 con una población de unos 18.500 habitantes. Situado cerca del Statale dei Giovi, que conecta Como con Milán, está bien comunicado por la autopista Milán-Meda y los ferrocarriles del norte de Milán. Su economía está tradicionalmente ligada al mercado del mueble; otros sectores especialmente activos en Seveso son el de la mecánica, los materiales de construcción y el comercial. Hoy Seveso también ofrece oportunidades para el tiempo libre con la presencia de polideportivos, entre ellos el de la Meseta, el polideportivo, la pista de atletismo, la piscina y una sala de cine.”

Muralla de Jáibar

Muralla de Jáibar

Descubren una inmensa fortificación de hace 4.000 años que rodeaba el oasis de Jáibar en el noroeste de Arabia

Guillermo Carvajal10 Ene, 2024

Los oasis del desierto de Arabia del Norte estaban habitados por poblaciones sedentarias en los milenios IV y III antes de Cristo. Un equipo de científicos del CNRS y de la Royal Commission for AlUla (RCU) acaba de descubrir una fortificación que rodea el oasis de Jáibar, uno de los más extensos conocidos de este periodo.

Este nuevo oasis amurallado es, junto con  el de Tayma, uno de los dos mayores de Arabia Saudí. Aunque ya se habían documentado varios oasis amurallados que seremontan a la Edad del Bronce, este importante descubrimiento arroja nueva luz sobre la ocupación humana en el noroeste de Arabia y permite comprender mejor la complejidad social local durante el periodo preislámico.

Cruzando los estudios de campo y los datos de teledetección con los estudios arquitectónicos, el equipo estimó las dimensiones originales de las fortificaciones en 14,5 kilómetros de longitud, entre 1,70 y 2,40 metros de grosor y aproximadamente 5 metros de altura.

Mapa de situación del oasis amurallado de Jáibar (Khaybar, círculo rojo y blanco) y otros yacimientos importantes del noroeste de Arabia | foto G. Charloux, ESRI

Conservado hoy en día en algo menos de la mitad de su longitud original (41%, 5,9 km y 74 bastiones), este colosal edificio encerraba un territorio rural y sedentario de cerca de 1.100 hectáreas. La fecha de construcción de la fortificación se estima entre 2250 y 1950 a.C., sobre la base de la datación por radiocarbono de muestras recogidas durante las excavaciones.

Vista reconstruida de la parte norte del oasis amurallado de Jáibar hacia el año 2000 a.C. | foto Khaybar LDAP, M. Bussy & G. Charloux / CNRS / Royal Commision for AlUla Publicado enArqueología

Si bien el estudio confirma que el oasis de Jáibar pertenecía claramente a una red de oasis amurallados del noroeste de Arabia, (como el de Tayma, donde recientemente se ha descubierto una antigua ciudad) el descubrimiento de esta muralla también plantea interrogantes sobre el motivo de su construcción, así como sobre la naturaleza de las poblaciones que la edificaron, en particular sobre sus relaciones con poblaciones ajenas al oasis.

Los investigadores plantean tres razones principales para explicar la construcción de estas monumentales fortalezas en un entorno de oasis:

La primera, y la más evidente, era la necesidad de protección física contra grupos móviles de poblaciones procedentes del desierto, que potencialmente podían llevar a cabo incursiones en los asentamientos de los oasis. Este era un peligro bien conocido para las poblaciones sedentarias durante las épocas preislámica e islámica, pero no documentado en contextos de la Edad del Bronce en Arabia del Norte hasta ahora.

 

Vistas aéreas del basamento de piedra seca de la muralla exterior | foto Khaybar LDAP, G. Charloux / CNRS / Royal Commission for AlUla

La segunda razón, más específica, se refiere a la lucha diaria contra la erosión natural, en particular el aterramiento, la salinización de los suelos agrícolas y las destrucciones violentas por inundaciones repentinas en los uadis.

La última razón fue la voluntad de inscribir una marca de control en el paisaje y demarcar ostentosamente el territorio del oasis. De este modo, este territorio específico se identificaba con una autoridad local, con el fin de impresionar a los visitantes y a los grupos del desierto. Se trataba de delimitar un espacio vital, un asentamiento rural, y separarlo de una zona desértica. La construcción monumental de la muralla en la Edad del Bronce reforzaba así la cohesión del grupo, al tiempo que actuaba como marcador territorial y definía la identidad social.

Concluyen que las murallas de Jáibar fueron construidas probablemente por poblaciones indígenas a medida que se asentaban y demarcaban ostentosamente el territorio de su oasis. Estas murallas duraron varios siglos antes de ser desmanteladas o sustituidas por estructuras más recientes.

Jáibar

Casas abandonadas en el oasis de Jáibar.

Jáibar o Jáybar1​ (del árabe: خيبر) es un oasis ubicado a unos 95 kilómetros al norte de Medina en Arabia Saudita. Fue habitado por judíos antes de la aparición del Islam, y fue conquistado por Mahoma en 629 d. C.

Este descubrimiento arqueológico, cuyos resultados se publican en la revista Journal of Archaeological Science: Reports, abre la vía a importantes avances en la comprensión del pasado prehistórico, preislámico e islámico del noroeste de la Península Arábiga.

Vista de las murallas y un bastión durante la excavación, mirando al oeste | foto Khaybar LDAP K. Guadagnini / CNRS / Royal Commission for AlUla

Añade información sobre la ocupación humana durante la época preislámica y qué tipo de relación tenían las sociedades de dentro de las murallas con las del arrabal

Al norte de Medina

El equipo de científicos del CNRS y el RCU ha revelado que estas fortificaciones estaban ubicadas al norte de la ciudad de Medina, en la región de Hijaz a la Arabia Saudí. Esta fortificación defensiva valla el oasis de Jáibar, un hecho por el cual lo convierte en uno de los oasis amurallados más grandes de Arabia Saudí junto con el de Tayma, según informa el CNRS.

Según han podido averiguar los científicos del CNRS y el RCU, las dimensiones de esta fortificación estaban datadas de 14,5 kilómetros de longitud, entre 1,70 y 2,40 metros de grosor y aproximadamente cinco metros de altura. A pesar de estas dimensiones, hoy en día no se ha conservado, prácticamente, ni la mitad de su longitud original (los científicos estiman que queda el 41%, 5,9 kilómetros y 74 baluartes). El alcance de esta fortificación permitía amurallar un territorio rural y sedentario que se extendía hasta las, casi, 1.100 hectáreas.

El alcance de la fortificación del oasis de Jáibar| CNRS/Royal Comission for AlUla

Tifón Nina (1975)

Tifón Nina (1975)

El tifón Nina, conocido en Filipinas como tifón Bebeng, fue un ciclón tropical mortal que provocó el colapso de la presa Banqiao en la provincia china de Henan, China, en agosto de 1975. Se formó el 30 de julio y se intensificó gradualmente a medida que avanzaba generalmente hacia el oeste. El 2 de agosto, Nina alcanzó su máxima intensidad y un día después el tifón azotó Taiwán. Se debilitó antes de llegar a la costa del sureste de China y luego avanzó lentamente a través del centro de China. Allí, cayeron fuertes lluvias que provocaron la rotura de varias presas, incluida la presa de Banqiao. Es el tifón más mortífero del Pacífico y mató a 229.000 personas. Las inundaciones mataron a 26.000 personas, 100.000 personas murieron por hambrunas y enfermedades posteriores, y 230.000 personas murieron por las consecuencias de la falla de la presa Banqiao en 1975.

Tifón Nina (Bebeng)

Tifón Nina el 2 de agosto

Historia meteorológica

Formado: 30 de julio de 1975

remanente bajo: 6 de agosto

Disipado: 8 de agosto de 1975

Tifón violento: 10 minutos sostenidos (JMA)

Vientos más fuertes: 250 kilómetros por hora (155 mph)

Presión más baja: 900 hPa (mbar); 26,58  pulgadas Hg

Súper tifón equivalente a categoría 4: 1 minuto sostenido (SSHWS / JTWC)

Vientos más fuertes: 250 kilómetros por hora (155 mph)

Presión más baja: 916 hPa ( mbar ); 27,05  pulgadas Hg

Efectos generales

Muertes: 26.000 directos, ≥203.000 indirectos (≥229.000 en total)

Daño: 1.200 millones de dólares

Zonas afectadas: Taiwán, China oriental y central; IBTrACS

Historia meteorológica

Mapa que traza la trayectoria y la intensidad de la tormenta, según la escala Saffir-Simpson

Llave del mapa

Una línea de vaguada bien definida que se extendía hacia el sureste hasta el Mar de Filipinas generó una perturbación el 29 de julio. Después de su estado inicial como perturbación, la Depresión Tropical 04W fue designada y se movió hacia el suroeste durante 36 horas mientras la estructura del sistema comenzaba a organizarse. El 31 de julio, la depresión disminuyó su velocidad y comenzó a intensificarse rápidamente, convirtiéndose en tormenta tropical y recibió el nombre de “Nina”. Posteriormente comenzó a girar hacia el noroeste. Una cresta subtropical impidió que Nina girara más al norte y comenzó a desplazarse hacia el oeste-noroeste justo antes de alcanzar la intensidad del tifón.

Nina experimentó un desarrollo explosivo en las últimas horas del 1 de agosto. El reconocimiento aéreo informó una caída de presión de 65 hPa, que aumentó de apenas 65 a 130 nudos (75 a 150 mph; 120 a 241 km/h) al día siguiente. Durante ese período, alcanzó su intensidad máxima de 135 nudos (155 mph; 250 km/h). El tifón comenzó a debilitarse a medida que se acercaba a Taiwán y tocó tierra cerca de la ciudad costera de Hualien como una tormenta de categoría 3 con vientos de 100 nudos (120 mph; 190 km/h).[1]

La tormenta comenzó a debilitarse a medida que atravesaba la cordillera central de la isla, evitando las zonas más pobladas de la pared del ojo. Entró en el estrecho de Formosa como un tifón débil y tocó tierra cerca de Jinjiang , Fujian.[2] Después de moverse hacia el noroeste y cruzar Jiangxi, giró hacia el norte en la noche del 5 de agosto cerca de Changde, Hunan. Un día después, la tormenta pasó sobre Xinyang, Henan, y luego fue bloqueada por un frente frío cerca de Zhumadian, Henan, durante tres días.[3] El sistema estacionario de tormentas provocó fuertes lluvias, provocando el infame colapso de la presa Banqiao. La tormenta se movió hacia el suroeste el 8 de agosto y se disipó poco después.[4]

Impacto

Taiwán

Al tocar tierra en Taiwán, la tormenta trajo vientos de 185 km/h (115 mph) a lugares cercanos al ojo de la tormenta.[9] También se midieron ráfagas de viento de hasta 222 km/h (138 mph).[10] Las fuertes lluvias generalizadas, que alcanzaron un máximo de alrededor de 700 mm (28 pulgadas),[11] de la tormenta provocaron inundaciones mortales y deslizamientos de tierra que mataron a 29 personas e hirieron a otras 168. Informes de la isla indican que 3.000 viviendas resultaron dañadas o destruidas por el tifón.[9] Sólo en la ciudad de Hualien, cuatro personas murieron, 561 viviendas fueron destruidas y 1.831 viviendas más sufrieron daños.[12] En toda la isla, los vuelos nacionales, los trenes y los servicios de autobús fueron suspendidos debido a la tormenta; sin embargo, el aeropuerto Songshan de Taipei permaneció abierto para vuelos internacionales.[13]

China

Ver también: Falla de la presa Banqiao en 1975

Debido a la interacción con las montañas de Taiwán, Nina se debilitó hasta convertirse en tormenta tropical antes de tocar tierra en China. La tormenta atravesó la costa con vientos de 110 km/h (70 mph); sin embargo, se produjeron pocos daños cerca del lugar donde el sistema tocó tierra.[9] Más hacia el interior, los restos de la tormenta produjeron lluvias torrenciales generalizadas, con más de 400 mm (16 pulgadas) cayendo en un área de 19.410 km 2 (7.490 millas cuadradas). Las precipitaciones más intensas se registraron a lo largo de la presa Banqiao, donde cayeron 1.631 mm (64,2 pulgadas), de los cuales 830 mm (33 pulgadas) cayeron en un lapso de seis horas.[14] Estas lluvias provocaron el colapso de la presa de Banqiao, que sufrió inundaciones cada 2000 años. En total, 62 represas fallaron durante el desastre, lo que provocó grandes lagos temporales y daños por valor de 1.200 millones de dólares (1975 USD, 6.860 millones de dólares en 2023).[15] Las inundaciones mataron a 26.000 personas, mientras que otras 100.000 personas murieron a causa del hambre y las enfermedades posteriores. El número total de muertos por el evento se estimó en 230.000.[16] [17]

Para saber más:

https://www.aguasresiduales.info/revista/blog/la-presa-de-banqiao-el-mayor-desastre-de-una-infraestructura-en-la-historia

El desastre de la presa de Banqiao y Shimantan

abril 22, 2016

En la provincia de Henan (China) se construyeron la presa de Banqiao y la presa de Shimantan, ubicadas en el río Ru y el río Hong respectivamente.

Debido a su situación, en el área climática que separa el norte y el sur de China, el río Huai, ha sufrido severos cambios de tiempo desde tiempo inmemorial. Hasta el siglo 12 d.C. el río Huai corría libremente hasta el mar. Pero poco a poco, el río amarillo cambió su curso bloqueando la entrada del río Huai en el mar. Este cambio, propició que la pendiente de las laderas en la parte baja y media del río se hicieran graduales, de forma que los ríos y afluentes se hicieron menos efectivos desde el punto de vista del drenaje de avenidas.

La presa de Banqiao

La construcción de la presa de Banqiao empezó en 1951 y terminó en junio de 1952. Inicialmente fue diseñada para que pasaran 1742 m3/s de agua a través de sus compuertas y aliviaderos. La capacidad de almacenaje era de 492 millones de m3 de los cuales 375 millones de m3 se dejaban reservados para el control de avenidas.

Sin embargo, debido a los bajos estándares de calidad chinos, enseguida aparecieron defectos en el diseño y la construcción de la presa. Las grietas empezaron a formarse tanto en la presa como en las compuertas.

Debido a estos defectos, en 1954, se pidió ayuda a los ingenieros soviéticos, y, al igual que pasó con Shimantan, se reforzó la presa. Al diseño de los ingenieros soviéticos se le denominó “presa de hierro”, ya que consideraban la presa irrompible.

Finalmente, tras la participación soviética la presa se diseñó de la siguiente forma:

Uso principal: Protección de las áreas aguas abajo frente a las avenidas.

Cuerpo de la presa: Avenida de 100 años (Máximo Nivel del Embalse)

Aliviaderos: Avenida de 1000 años (Máximo Nivel del embalse en Crecidas).

Avenida de diseño: 330 Millones de m3/s de escorrentía, provocada por 530 mm de lluvia durante 3 días, que crearía un pico de flujo de entrada al embalse de 5083 m3/s.

Capacidad: Para poder acometer esto se estimó que había que recrecer la presa 3 m en altura, alcanzando una cota de coronación de + 116.34 m y construir un aliviadero auxiliar.

Máxima capacidad de desagüe: 1742 m3/s contando los sistemas de evacuación originales y las compuertas deslizantes.

Capacidad de almacenaje: 492 Millones de m3.

Capacidad reservada al almacenaje en avenidas: 375 millones de m3.

La presa de Shimantan

Tras la remodelación de la presa, basada en las técnicas soviéticas, la presa se diseñó de la siguiente manera:

Uso principal: Protección de las áreas aguas abajo frente a las avenidas.

Cuerpo de la presa: Avenida de 50 años (MNE).

Aliviaderos: Avenida de 500 años (MNC).

Avenida de diseño: 88 Millones de m3/s de escorrentía, provocada por 480 mm de lluvia durante 3 días, que crearía un pico de flujo de entrada al embalse de 1,675 m3/s.

Capacidad: Para poder acometer esto se estimó que había que recrecer la presa 3,5 m en altura, alcanzando una cota de coronación de + 109,7 m y construir un aliviadero auxiliar.

Capacidad de almacenaje: 94,4 Millones de m3.

Capacidad reservada al almacenaje en avenidas: 70,4 millones de m3.

El accidente

El desastre de agosto de 1975 fue resultado de un tifón, oficialmente designado “Número 7503” pero llamado popularmente Nina, que provocó tres inundaciones sucesivas, superando con creces las peores previsiones para la zona.

El 5 de agosto de 1975 comenzó la primera tormenta contabilizando un total de 448.1 mm. Super en un 40% la lluvia diaria récord de en la región. El 6 de agosto las lluvias duran 16 horas. El agua del embalse de Banqiao alcanza los 112.91 m de cota, situándose 2 m por encima de la capacidad máxima de cálculo (MNE). El 7 de agosto se produce el tercer episodio de lluvias continuadas, esta vez duran 13 horas. Las pequeñas presas de Queshan, Mijarng y otras zonas, contabilizando un total de 7 presas, colapsan. A esa misma hora los trabajos en Shimantan y Banqiao ya eran frenéticos.

Los hombres en Banqiao trabajaban con el agua hasta la cintura, tratando de reparar las grietas que empezaban a mostrarse en Banqiao.

El 8 de agosto de 1975 a mediodía en la presa de Shimantan el agua subía 40 cm sobre la cota de coronación. Alrededor de la 1 de la tarde la presa de Banqiao se rompe liberando 600 millones de metros cúbicos de agua. Durante las siguientes 5 horas una columna de agua de 6 metros de altura y 12 km de ancho circula a una velocidad de 50 km/h arrasando todo lo que encuentra a su paso.

Media hora después del colapso de Banqiao la presa de Shimantan corre la misma suerte y colapsa, liberando un total de 25.300 m3/s. Las áreas de reserva para el de control de avenidas de Nihewa y Laowangpo no pueden contener los 720 millones de m3  de agua liberada de los embalses ya que su capacidad proyectada era de 426 millones de m3. Al río Fenquan se vierten un total de 100 millones de m3 de agua provenientes de ambas áreas.

Debido a décadas de negligencia en el mantenimiento de obras de drenaje y protección contra avenidas, el agua no encuentra salida. Se crea un inmenso lago de 300 x 150 km2 que cubre pueblos y ciudades.

En la tarde del 9 de agosto, las aguas alcanzan el área de Fuyang en la provincia de Anhui. Las presas y diques del río Quan colapsan sumergiendo totalmente la sede del condado de Linquan.

Al finalizar el día se contabilizó la rotura de un total de 62 presas en la región. Esta reacción en cadena aportó otros seis billones de metros cúbicos a la riada.

La visión de las aguas estancadas confirmó los peores temores de Chen Xing: el área había sido tan intensamente cultivada que los ríos habían perdido su cauce natural y no tenían capacidad para drenar el lago que se había formado.

Diagrama del flujo de agua tras la destrucción de la presa de Banqiao

Como resultado el agua estaba estancada sobre Bantai, que había reducido sus compuertas de 9 a 7.

La única solución era dinamitar algunas presas y áreas con el fin de desbloquear la salida del agua hacía el mar.

Esta vez, sin embargo, Chen Xing sí fue escuchado, y el 13 de agosto, y con la aprobación del viceprimer ministro y el ministro de recursos del agua, la señora Qian Zhengying, se tomó la decisión de dinamitar alguno de los mayores embalses supervivientes.

Se dinamitaron dos días después, incluyendo el área de desviación de riadas de Bantai. La puesta en libertad de las aguas estancadas provocó otra terrible riada aguas abajo del río Huai en la provincia de Anhui.

Consecuencias del accidente

De acuerdo con el primer ministro de recursos de agua y energía eléctrica, la señora Qian Zhengyng, el desastre inundó 29 condados y municipios, 1.140.000 hectáreas, de las cuales 740.000 fueron severamente dañadas, afectó a 5.900.000 edificios muchos de los cuales se derrumbaron y provocó 26.000 muertos.

Además se destruyeron 102 kilómetros de vía de tren, bloqueando todo paso en tren durante 18 días, y durante 45 días se paralizaron los cargamentos marítimos. Las pérdidas económicas superaron el billón de yuanes.

Como suele ocurrir en estos casos, las consecuencias de la riada fueron, si puede decirse, peor que la propia inundación. Las aguas provenientes de la rotura de los embalses, combinadas con las aguas de lluvia retenidas en zonas locales, formaron un enorme lago que cubrió numerosos pueblos y ciudades pequeñas.

Supervivientes tratando de abandonar el área inundada por la rotura de la presa de Banqiao y Shimantan

Debido a que durante décadas los servicios de drenaje y evacuación de aguas de estas zonas no se habían mantenido convenientemente, el agua no tenía hacia dónde ir, quedando estancada.

Todas las redes de transporte quedaron cortadas al igual que las comunicaciones, y el ejército encontraba muy difícil poder auxiliar a los supervivientes con comida, mantas o agua. Muchos de los supervivientes no fueron atendidos hasta dos semanas después.

En estas condiciones las epidemias y las enfermedades por beber agua contaminada se propagaron con gran rapidez y la hambruna se apoderó de la zona.

Desastre provocado por la presa de Banqiao y Shimantan

Por estas razones las muertes totales se contabilizaron en cientos de miles. A pesar de que las cifras oficiales chinas hablan de un total, contabilizando las muertes debidas a la rotura de los embalses, de 85.600 personas,  hoy en día se considera bastante optimista porque, aunque la cifra real es desconocida, los números proporcionados en otros estudios son muy superiores.

Autor: Ana Rocío Fernández, alumna del Máster en Diseño, Construcción y Explotación de Obras Hidráulicas

Gran terremoto de Kantō 1923

Gran terremoto de Kantō 1923

El gran terremoto de Kantō (関東大地震, Kantō dai-jishin; Kantō ō-jishin)[11][12] golpeó la llanura de Kantō en la principal isla japonesa de Honshū a las 11:58:44 JST (02:58:44 UTC) el sábado 1 de septiembre de 1923. Diversos relatos indican que la duración del terremoto fue de entre cuatro y diez minutos.[13] Extensas tormentas de fuego e incluso un remolino de fuego se sumaron al número de muertos.

1923 Gran terremoto de Kantō: 関東大地震; 関東大震災

El Ryōunkaku en ruinas en Asakusa, que luego fue demolido

Hora UTC: 1923-09-01 02:58:35

Evento: ISC; 911526

USGS- ANSS; Comcat

Fecha local: 1 de septiembre de 1923

Hora local: 11:58:32 JST (UTC+09:00)

Duración: 4 minutos[1] 48 segundos[2]

Magnitud: 7,9–8,2 Mw[3 [4][5]

Profundidad: 23 kilómetros (14 millas)

Epicentro: 35°19,6′N 139°8,3′E [6]

Falla: Comedero Sagami

Tipo: megaempuje

Zonas afectadas: Japón

Máx. intensidad: XI (Extremo) (estimado)

Aceleración máxima: ~ 0,41 g (est) ~ 400 gal (est)

Tsunami: Hasta 12 m (39 pies) en Atami, Shizuoka, Tōkai[7]

Derrumbes:

Réplicas: 6 de 7,0 M o superior[8]

Damnificados: 105.385–142.800 muertes [9][10]

El terremoto tuvo una magnitud de 7,9 en la escala de magnitud de momento (Mw) ,[14] y se centró en las profundidades de la isla Izu Ōshima en la bahía de Sagami. La causa fue una ruptura de parte del límite convergente donde la placa del Mar de Filipinas se está subduciendo debajo de la placa de Okhotsk a lo largo de la línea de la depresión de Sagami.[15]

Inmediatamente después del terremoto, comenzó la masacre de Kantō. Surgieron rumores de que los coreanos étnicos en Japón habían envenenado pozos o estaban planeando atacar ciudades. En respuesta, la policía japonesa y bandas de vigilantes armados mataron a civiles de etnia coreana y a cualquiera que sospecharan que era coreano. Las estimaciones del número de muertos varían, y la mayoría de fuentes externas citan entre 6.000 y 10.000.[16][17][18]

Desde 1960, el gobierno japonés ha designado el 1 de septiembre como Día de Prevención de Desastres (防災の, Bōsai no hi), o un día para recordar y prepararse para grandes desastres naturales, incluidos tsunamis y tifones.[19] En torno a esa fecha se centran simulacros, así como eventos de promoción del conocimiento, así como ceremonias de premiación a personas de mérito.[20]

Terremoto

El capitán del SS Dongola informó que, mientras estaba anclado en el puerto interior de Yokohama:

A las 11.55 el barco comenzó a temblar y vibrar violentamente y al mirar hacia la orilla se vio que se estaba produciendo un terrible terremoto, los edificios se derrumbaban en todas direcciones y en unos minutos no se veía nada más que nubes de polvo. Cuando estos fueron retirados se pudo ver el fuego comenzando en muchas direcciones y en media hora toda la ciudad estaba en llamas.[21]

Este terremoto devastó Tokio, la ciudad portuaria de Yokohama y las prefecturas circundantes de Chiba, Kanagawa y Shizuoka, y causó daños generalizados en toda la región de Kantō. La fuerza del terremoto fue tan grande que en Kamakura, a más de 60 kilómetros del epicentro, desplazó la estatua del Gran Buda, que pesa alrededor de 121 toneladas, casi 60 centímetros.[22]

Las víctimas estimadas ascendieron a unas 142.800 muertes, incluidas unas 40.000 que desaparecieron y se dieron por muertas.[cita necesaria] Según el informe concluyente de la empresa constructora japonesa Kajima Kobori Research de septiembre de 2004, se confirmaron 105.385 muertes en el terremoto de 1923.[23][24][13]

Los daños causados ​​por este desastre natural fueron uno de los mayores sufridos por el Japón imperial. En 1960, en el 37º aniversario del terremoto, el gobierno declaró el 1 de septiembre como “Día de Prevención de Desastres” anual.

Daños y muertes

Debido a que el terremoto se produjo cuando la gente estaba cocinando, muchas personas murieron como resultado de los grandes incendios que se produjeron. Los incendios comenzaron inmediatamente después del terremoto.[25] Algunos incendios se convirtieron en tormentas de fuego[26][27][28] que arrasaron las ciudades. Muchas personas murieron cuando sus pies quedaron atrapados en el asfalto derretido. La mayor pérdida de vidas fue causada por un remolino de fuego que envolvió el Rikugun Honjo Hifukusho (anteriormente el Depósito de Ropa del Ejército) en el centro de Tokio, donde fueron incineradas unas 38.000 personas que se habían refugiado allí durante el terremoto. El terremoto rompió las tuberías de agua en toda la ciudad y apagar los incendios tomó casi dos días completos, hasta bien entrada la mañana del 3 de septiembre.[29]

Desolación de Nihonbashi y Kanda vista desde el tejado del edificio Dai-ichi Sogo.

Un fuerte tifón con centro frente a la costa de la península de Noto en la prefectura de Ishikawa trajo fuertes vientos a la bahía de Tokio aproximadamente al mismo tiempo que el terremoto. Estos vientos provocaron que los incendios se propagaran rápidamente.

El Emperador y la Emperatriz se alojaban en Nikko cuando el terremoto azotó Tokio y nunca corrieron ningún peligro.[30] El cónsul general interino estadounidense Max David Kirjassoff y su esposa Alice Josephine Ballantine Kirjassoff murieron en el terremoto.[31] El propio consulado perdió la totalidad de sus registros en los incendios posteriores.[32]

Muchas casas quedaron sepultadas o arrasadas por deslizamientos de tierra en las zonas costeras y montañosas de la prefectura occidental de Kanagawa; unas 800 personas murieron. El derrumbe de la ladera de una montaña en el pueblo de Nebukawa, al oeste de Odawara, empujó al mar a todo el pueblo y a un tren de pasajeros que transportaba a más de 100 pasajeros, junto con la estación de tren.

El RMS Empress of Australia estaba a punto de zarpar del puerto de Yokohama cuando se produjo el terremoto. Sobrevivió por poco y ayudó a rescatar a 2.000 supervivientes. Un transatlántico de P&O, el Dongola, también se encontraba en el puerto en el momento del desastre y rescató a 505 personas, llevándolas a Kobe.[33]

Marunouchi en llamas

Un tsunami con olas de hasta 10 m (33 pies) de altura azotó la costa de la bahía de Sagami, la península de Bōsō, las islas de Izu y la costa este de la península de Izu en cuestión de minutos. El tsunami causó muchas muertes, incluidas unas 100 personas en la playa Yui-ga-hama en Kamakura y unas 50 personas en la calzada de Enoshima. Más de 570.000 viviendas quedaron destruidas, dejando a unos 1,9 millones de personas sin hogar. Los evacuados fueron transportados en barco desde Kantō hasta Kobe en Kansai.[34] Se estima que los daños han superado los mil millones de dólares (o alrededor de 17 mil millones de dólares en la actualidad).[35] Hubo 57 réplicas.

Violencia resultante

Los coreanos étnicos fueron masacrados después del terremoto.

Los coreanos étnicos fueron masacrados después del terremoto.[36][37] El Ministerio del Interior declaró la ley marcial y ordenó a todos los jefes de policía seccionales que hicieran del mantenimiento del orden y la seguridad una máxima prioridad. Se difundió el falso rumor de que los coreanos se aprovechaban del desastre, cometían incendios intencionales, robos y estaban en posesión de bombas.[38] El sentimiento anticoreano se vio acentuado por el miedo al movimiento independentista coreano.[39] En la confusión que siguió al terremoto, se produjeron asesinatos masivos de coreanos a manos de turbas en las zonas urbanas de Tokio y Yokohama, alimentados por rumores de rebelión y sabotaje.[40] El gobierno informó que 231 coreanos fueron asesinados por turbas en Tokio y Yokohama en la primera semana de septiembre.[41] Informes independientes dijeron que el número de muertos fue mucho mayor, oscilando entre 6.000 y 10.000.[16][17][18] Algunos periódicos informaron que los rumores eran ciertos, incluida la acusación de que los coreanos estaban envenenando pozos. Los numerosos incendios y el agua turbia de los pozos, un efecto poco conocido de un gran terremoto, parecían confirmar los rumores de los supervivientes aterrorizados que vivían entre los escombros. Grupos de vigilantes establecieron barricadas en las ciudades y pusieron a prueba a los civiles con un lema para los japoneses supuestamente con acento coreano: deportar, golpear o matar a los que fracasaron. El ejército y la policía colaboraron en los asesinatos de los vigilantes en algunas zonas. De los 3.000 coreanos detenidos en la base del Regimiento de Caballería del Ejército en Narashino, prefectura de Chiba, el 10% fueron asesinados en la base o después de ser liberados en aldeas cercanas.[38] Además, cualquier persona identificada erróneamente como coreana, como los chinos, los ryukyuanos y los hablantes japoneses de algunos dialectos regionales, sufrió la misma suerte. Alrededor de 700 chinos, en su mayoría de Wenzhou, murieron.[42] En 1993 se construyó un monumento que conmemora esto en Wenzhou.[43]

Departamento de Policía Metropolitana ardiendo en Marunouchi, cerca del parque Hibiya

En respuesta, el gobierno pidió al ejército y a la policía japoneses que protegieran a los coreanos; 23.715 coreanos fueron puestos bajo custodia protectora en todo Japón, 12.000 sólo en Tokio.[38][44] Se informa que el jefe de policía de Tsurumi (o Kawasaki según algunas versiones) bebió públicamente el agua del pozo para refutar el rumor de que los coreanos habían estado envenenando los pozos.[cita necesaria] En algunas ciudades, incluso las comisarías de policía a las que habían escapado los coreanos fueron atacadas por turbas, mientras que en otros barrios, los civiles tomaron medidas para protegerlos.[cita necesaria] El ejército distribuyó folletos negando el rumor y advirtiendo a los residentes contra los ataques a los coreanos, pero en muchos casos, la actividad de los vigilantes solo cesó como resultado de las operaciones del ejército contra ellos. En varios casos documentados, soldados y policías participaron en los asesinatos,[45] y en otros casos, las autoridades entregaron grupos de coreanos a vigilantes locales, quienes procedieron a matarlos.[46]

En medio de la violencia colectiva contra los coreanos en la región de Kantō, la policía regional y el ejército imperial utilizaron el pretexto de los disturbios civiles para liquidar a los disidentes políticos.[44] Socialistas como Hirasawa Keishichi  [ja] (平澤計七), anarquistas como Sakae Ōsugi y Noe Itō, y el líder comunal chino, Ō Kiten  [ja] (王希天), fueron secuestrados y asesinados por la policía local y el gobierno imperial. Ejército, quien afirmó que los radicales tenían la intención de utilizar la crisis como una oportunidad para derrocar al gobierno japonés.[44][47]

El director Chongkong Oh realizó dos documentales sobre el pogromo: Hidden Scars: The Massacre of Koreans from the Arakawa River Bank to Shitamachi in Tokyo (1983) y The Disposed-of Koreans: The Great Kanto Earthquake and Camp Narashino (1986). Consisten en gran medida en entrevistas con supervivientes, testigos y perpetradores.[cita necesaria]

Desde entonces, en Japón se ha enfatizado la importancia de obtener y proporcionar información precisa después de los desastres naturales. La literatura sobre preparación para terremotos en el Japón moderno casi siempre indica a los ciudadanos que lleven una radio portátil y la utilicen para escuchar información confiable, y que no se dejen engañar por los rumores en caso de un gran terremoto.

En 1923 las comunicaciones eran bastante malas y después de la destrucción todavía era más difícil mandar noticias al exterior de lo acontecido. Esto que pongo a continuación es una traducción de las noticias mandadas a un medio de prensa procedente de la región devastada. Con la red de comunicaciones prácticamente destruida se mandaron cerca de 500 mensajes de ayuda utilizando palomas mensajeras a las ciudades cercanas a Tokio.

El 3 de septiembre: “Se informa que 100,000 personas están muertas y 200,000 construcciones destruidas, incluyendo el sector comercial de Tokio y la mayoría de las oficinas de gobierno. Una estación de energía eléctrica se desplomó matando a 600 personas. El arsenal de Tokio explotó. El sistema hidráulico se halla totalmente destruido. Almacenes de alimentos se quemaron hasta los cimientos. Los incendios todavía no están controlados”.

El 4 de septiembre: “Las víctimas aumentan, posiblemente 150,000 muertos. Las estaciones del ferrocarril en ruinas. El túnel más largo de Japón, en Sasako, se derrumbó y sofocó a todos los pasajeros de un tren. El río Sumida se desbordó y cientos de personas se ahogaron. Todos los puentes están caídos. Casi todas las escuelas, hospitales y fábricas, destruidos. Los centros de veraneo en la bahía de Sagami (30 kilómetros al oeste de Tokio), arrasados”.

El 5 de septiembre: “Muchos trenes de pasajeros y de carga se descarrilaron causando una gran pérdida de vidas. Marejadas de casi 12 metros de altura inundaron la bahía de Sagami, causando destrucción masiva; luego se retiraron, descubriendo el fondo del océano. Los tanques de almacenamiento de petróleo en Yokohama explotaron. Unas 40,000 personas perecieron quemadas por un ciclón de fuego en el parque de Tokio. Otras 1,600 personas fueron aplastadas y luego quemadas en el incendio subsecuente cuando la fábrica de hilados y tejidos de algodón Fuji se derrumbó.

La siguiente noticia es del día 6 en la que se informa que Yokohama había sido borrada del mapa así como prefecturas vecinas de Chiba, Kanagawa y Shizuoka.

En Tokio el primer temblor y las continuas y devastadoras réplicas tanto rompieron las tuberías de agua como de las de gas por lo que era prácticamente imposible luchar contra las llamas. En la tierra se abrían enormes grietas que se tragaban personas, coches, tranvías…. y luego se cerraban como mandíbulas sobre su presa. Toda la red eléctrica y telefónica fue destruida y al caer sobre las calles electrocutaban a los supervivientes.

Secuelas

Una vista de la destrucción en Yokohama.

Tras la devastación del terremoto, algunos miembros del gobierno consideraron la posibilidad de trasladar la capital a otra parte.[48] ​​Incluso se discutieron propuestas de emplazamientos para la nueva capital.

Los comentaristas japoneses interpretaron el desastre como un acto de castigo divino para amonestar al pueblo japonés por su estilo de vida egocéntrico, inmoral y extravagante. A largo plazo, la respuesta al desastre fue una fuerte sensación de que a Japón se le había brindado una oportunidad incomparable para reconstruir la ciudad y los valores japoneses. Al reconstruir la ciudad, la nación y el pueblo japonés, el terremoto fomentó una cultura de catástrofe y reconstrucción que amplificó los discursos de degeneración moral y renovación nacional en el Japón de entreguerras, fomentando una cultura de militarismo.[49][50]

Tras el terremoto, Gotō Shinpei organizó un plan de reconstrucción de Tokio con modernas redes de carreteras, trenes y servicios públicos. Se colocaron parques por todo Tokio como lugares de refugio y se construyeron edificios públicos con estándares más estrictos que los privados para alojar a los refugiados. El estallido de la Segunda Guerra Mundial y la posterior destrucción limitaron gravemente los recursos.

Servicio en memoria de los extranjeros fallecidos en el terremoto: la mujer que quema incienso es la esposa del embajador de Italia en Japón. El lugar es Zōjō-ji en el parque Shiba.

Frank Lloyd Wright recibió crédito por diseñar el Hotel Imperial de Tokio para resistir el terremoto, aunque en realidad el edificio resultó dañado, aunque en pie, por el impacto. La destrucción de la embajada de Estados Unidos provocó que el embajador Cyrus Woods trasladara la embajada al hotel.[51] La estructura de Wright resistió las tensiones sísmicas previstas y el hotel permaneció en uso hasta 1968. El diseño innovador utilizado para construir el Hotel Imperial y su fortaleza estructural inspiraron la creación del popular juguete Lincoln Logs.[52]

El inacabado crucero de batalla Amagi estaba en dique seco siendo convertido en un portaaviones en Yokosuka en cumplimiento del Tratado Naval de Washington de 1922. El terremoto dañó el casco del barco sin posibilidad de reparación, lo que llevó a su desguace, y el inacabado acorazado rápido Kaga se convirtió en un portaaviones en su lugar.

Nubes de fuego sobre Kantō

A diferencia de Londres, donde la fiebre tifoidea había ido disminuyendo constantemente desde la década de 1870, la tasa en Tokio se mantuvo alta, más en los distritos residenciales de clase alta del norte y el oeste que en el distrito oriental densamente poblado de clase trabajadora. Una explicación es la disminución de la eliminación de residuos, que se volvió especialmente grave en los distritos del norte y del oeste cuando los métodos tradicionales de eliminación de residuos colapsaron debido a la urbanización. El terremoto de 1923 provocó una morbilidad récord debido a las condiciones insalubres posteriores al terremoto y motivó el establecimiento de medidas antitifoideas y la construcción de infraestructura urbana.[53]

El desastre de Honda Point en la costa oeste de Estados Unidos, en el que siete destructores de la Armada estadounidense encallaron y 23 personas murieron, se ha atribuido a errores de navegación provocados por corrientes inusuales creadas por el terremoto de Japón.[54]

Memoria

Desde 1960, cada 1 de septiembre se designa como Día de Prevención de Desastres para conmemorar el terremoto y recordar a la gente la importancia de la preparación, ya que agosto y septiembre son el pico de la temporada de tifones. Escuelas y organizaciones públicas y privadas organizan simulacros de desastre. Tokio está ubicada cerca de una zona de falla debajo de la península de Izu que, en promedio, causa un gran terremoto aproximadamente una vez cada 70 años,[55] y también está ubicada cerca de Sagami Trough, una gran zona de subducción que tiene potencial para grandes terremotos. Cada año, en esta fecha, las escuelas de todo Japón guardan un momento de silencio en el momento preciso en que se produjo el terremoto en memoria de las vidas perdidas.

Algunos monumentos discretos se encuentran en el parque Yokoamicho, en el distrito de Sumida, en el lugar del espacio abierto en el que se estima que 38.000 personas murieron a causa de un solo remolino de fuego.[55] El parque alberga un salón/museo conmemorativo de estilo budista, una campana conmemorativa donada por budistas taiwaneses, un monumento a las víctimas de los ataques aéreos de Tokio de la Segunda Guerra Mundial y un monumento a las víctimas coreanas de los asesinatos de los vigilantes.

En televisión, cine o animación.

Con el tiempo, fueron numerosas las referencias al desastre, tanto en la literatura, como en la Tv, en el cine y sobre todo en el manga japonés.

Hibiya destruida. Fuente: Archivo Histórico Genaro Estrada, Secretaría de Relaciones Exteriores, México.

Mapa de la ola de destrucción e incendios en Tokio. Fuente: Archivo Histórico Genaro Estrada, Secretaría de Relaciones Exteriores, México.

Enfermedad del aceite tóxico de colza

Enfermedad del aceite tóxico de colza

Distribución geográfica de los afectados por el síndrome en los años 8182:1

Más de 5000 casos: Madrid.      1001 – 5000: León y Valladolid.      501 – 1000: Segovia y Palencia.      101 – 500: Zamora, Salamanca, Ávila, Toledo, Burgos, Soria y Guadalajara.      51 – 100: Cantabria.      11 – 50: Asturias, Orense y Vizcaya.

El síndrome del aceite tóxico, también conocido como síndrome tóxico o enfermedad de la colza, fue una intoxicación masiva sufrida en España en la primavera de 1981. El primer caso apareció el 1 de mayo de ese año y el 10 de junio se descubrió el motivo que los causaba. La enfermedad afectó a más de 20.000 personas,2​ y causó la muerte de unas 330 personas, según los estudios forenses y análisis clínicos recogidos por la sentencia que condenó a los responsables de la intoxicación.3

En 1989 el Tribunal Supremo de España consideró probada la relación de causalidad entre la ingesta de aceite de colza desnaturalizado y la enfermedad, condenando a los industriales responsables de la distribución y comercialización de este aceite, y al Estado como responsable civil subsidiario.4​ Según la sentencia, el aceite de colza, desnaturalizado para uso industrial, fue desviado conscientemente y por “un desmedido afán de lucro”, al consumo humano.5

Su periodo de latencia es de alrededor de 10 días. La relación entre mujeres y hombres fue de 1,5 a 1, afectando en mayor medida a los grupos etarios de las tercera y cuarta décadas de la vida.

Historia

Esta epidemia tuvo tres fases clínicas diferentes:

  1. La fase aguda con la aparición en los afectados de neumonía atípica, caracterizada por infiltrados intersticiales (que afectan al tejido de sostén y vasos que forman un órgano) alveolares y eosinofilia (aumento del número de eosinófilos en sangre).
  2. En la fase subaguda o intermedia aparecieron tromboembolismos, hipertensión pulmonar, calambres y mialgias (dolores musculares) intensos.
  3. La fase crónica caracterizada por hepatopatía (término general para las enfermedades del hígado), esclerodermia (literalmente, piel dura, enfermedad generalizada del tejido conectivo caracterizada clínicamente por el endurecimiento y la fibrosis de la piel, y por diferentes formas de afectación de algunos órganos internos o vísceras como el corazón, pulmones, riñones y tracto gastrointestinal), hipertensión pulmonar y neuropatía (término general para las afecciones nerviosas).

Existe evidencia científica de la asociación entre el consumo del aceite desnaturalizado y la aparición de la enfermedad, avalada por varios estudios epidemiológicos de tipo caso-control.6

En ocasiones a algunos bienes que además de ser usados como productos alimenticios tienen otros usos alternativos se les añade una sustancia para impedir su destino alimentario, limitándolo al alternativo. Normalmente esta práctica tiene una motivación fiscal. Esto mismo se hace actualmente con el alcohol de farmacia, al cual se le añade una sustancia amargante para impedir su uso de boca, es decir, para la elaboración de bebidas alcohólicas, caso en el que su carga impositiva es muy superior. El aceite causante del síndrome tóxico contaba en su composición con aceite de colza para uso industrial importado de Francia, el cual tenía una tasa aduanera mucho más baja que el importado para consumo humano. A fin de garantizar su uso industrial, ese aceite se desnaturalizaba añadiéndole un colorante -anilina- lo que supuestamente evitaba su uso en alimentación. Los industriales del ramo oleícola, a los que concedió la licencia de importación el Consejo de Ministros, pensaron que destilando el aceite a alta temperatura eliminaban todo rastro del colorante, y podrían venderlo para cocinar, venta que se hizo en muchos casos en mercadillos ambulantes sobre los que las autoridades municipales no ejercieron inspección o control alguno.7​ Desgraciadamente el tratamiento térmico aplicado generaba ciertos residuos químicos a los que se atribuyeron los efectos tóxicos que se observaron en los afectados.

Hubo un precedente similar en Marruecos, donde unos comerciantes locales adquirieron unas partidas de aceite de maquinaria de exceso de existencias del ejército de los EE. UU., que embotellaron y vendieron como aceite comestible bajo la marca Le Cerf, causando muchas muertes.8​ Estos casos tenían en común con los intoxicados en España la presencia de síntomas neurológicos.

La denominación oficial inicial, Neumonía atípica, se debió a la presencia de síntomas respiratorios intensos en los afectados, con imágenes en las radiografías de tórax semejantes a las de algunas neumonías. Estas imágenes resultaron ser equivalentes a las que presentan pacientes tras la ingesta de hidrocarburos, en los que la toxicidad pulmonar se produce en los alvéolos pulmonares.

Un estudio encabezado por el pediatra Juan Casado del Hospital del Niño Jesús en Madrid, puso en evidencia la asociación entre unos tipos de envase que habían sido distribuidos por unas compañías específicas y la anilina contenida en los aceites adulterados. La Administración General de Aduanas había devuelto a su origen un envío marítimo de un aceite procedente de EE. UU., que no se correspondía en su naturaleza con lo declarado. Un cromatógrafo de gases sirvió para detectar la existencia de un compuesto extraño en el aceite, del que sigue sin tenerse una clara idea del mecanismo de su toxicidad. Posteriormente un estudio caso-control estableció una relación dosis-respuesta entre la concentración de un compuesto químico, marcador de la desnaturalización del aceite, (oleil-anilida) y el riesgo de desarrollar la enfermedad. En la actualidad se están realizando, entre otros, estudios de seguimiento clínico y de morbi-mortalidad de los afectados.

Hipótesis alternativas

En octubre de 2011, el forense Luis Frontela afirmó en una entrevista al diario ABC que, al informar al profesor Vetorazi, secretario de la Organización Mundial de la Salud, de que el síndrome tóxico no se debía al aceite de colza, sino a la ingesta de plaguicidas (hipótesis que el referido médico legal sostuvo siempre contra la versión oficial que se derivó del proceso judicial), el secretario le habría contestado que “ya tenían conocimiento de ello”.9

Por otra parte, en su momento, otras fuentes propusieron como origen de la epidemia la caída accidental de algún elemento nocivo procedente de los vuelos de la USAF en Torrejón de Ardoz.10

Componentes del aceite de colza

El aceite de colza se extrae de la planta Brassica napus. Al aceite se le conoce también como “aceite canadiense” o “aceite de canola”. Contiene los siguientes compuestos:

Torres de destilación

Se utilizan técnicas de destilación para eliminar/separar las sustancias tóxicas de otras sustancias. Cada sustancia, tóxica o no, tiene una temperatura individual de evaporación. Las sustancias se evaporan gradualmente a diferentes temperaturas dentro de torres de destilación. De alguna manera, el proceso eliminó la anilina pero no el glucosinolato, o bien se produjo un nuevo compuesto, anilidas de los ácidos grasos, con semejanzas estructurales con los fosfolípidos de las membranas celulares, con un extremo hidrófobo y otro hidrófilo, lo que explicaría que los pacientes que recibieron corticosteroides, que protegen las membranas celulares, evolucionaron más favorablemente. No se descartan fallos de mantenimiento o de gestión.

20 octubre 2021

Según la Organización de Consumidores y Usuarios de España, 5.000 personas murieron y al menos 20.000 quedaron con secuelas de por vida tras consumir aceite industrial que se vendía como apto para el consumo humano.

El llamado “Síndrome de Aceite Tóxico (SAT)” se convirtió en una nueva enfermedad y destrozó la vida de miles de familias en el país.

Cuando el asunto parecía olvidado, una inusual protesta en el emblemático Museo del Prado de Madrid lo ha devuelto a los titulares.

Medios españoles reportaron este martes que seis personas, víctimas del aceite de colza (o canola), entraron al Museo del Prado y en la sala 12 de la pinacoteca, donde están Las Meninas de Velázquez, iniciaron una protesta por lo que califican como “el abandono del Estado”.

Dentro del museo hubo momentos de tensión. Uno de los manifestantes amenazó con “ingerir pastillas” de no ser escuchado por el presidente del gobierno, Pedro Sánchez. Al final la policía lo detuvo a él y a otro hombre.

Seis víctimas del síndrome del aceite tóxico desplegaron una pancarta frente a Las Meninas en el Museo del Prado, Madrid.

El que fue considerado el primer envenenamiento masivo de la historia de España, tuvo su origen en las prácticas de compañías como RAPSA y Raelsa, que importaron, procesaron y comercializaron como aceite de cocina de bajo coste un producto que resultó letal en muchos casos para quienes lo consumieron sin conocer el peligro.

Se vendió clandestinamente y sin control en todo el país, etiquetado en decenas de miles de botellas como el tradicional aceite de oliva español.

De acuerdo con la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), estos aceites de 5 litros “tenían un 60% de aceite de colza desnaturalizado y 40% de aceite de orujo de oliva o grasas animales”.

Los síntomas del síndrome iban desde neumonía atípica hasta pérdida de apetito y dolor de cabeza.

Fuente de las imágenes, Getty Images

La desnaturalización del aceite es un proceso que consiste en añadir productos químicos para utilizarlo industrialmente en pinturas o instrumentos musicales, y no como alimento.

El escándalo provocó un endurecimiento de los estándares de control y seguridad en el país y un mayor control de la importación masiva de aceite desnaturalizado desde Francia, así como de su posterior refinamiento y mezcla con sustancias como la anilina.

38 empresarios del colectivo aceitero fueron procesados. Solo dos, directivos de RAPSA y Raelsa, fueron condenados a 20 y 12 años de cárcel, respectivamente. Las familias recibieron hace casi 20 años unas indemnizaciones que hoy les parecen insuficientes.

El Estado responsable civil subsidiario

El 30 de marzo de 1987 se celebró el primer macrojuicio en España con un total de 1.086 testigos y 180 peritos. En el banquillo 38 aceiteros. La sentencia que tardó más de un año fue polémica. 13 aceiteros fueron condenados por delitos contra la salud (a penas de entre 6 meses y 20 años de cárcel). El tribunal estimó que ninguno de los acusados había cometido delito de homicidio.

Tras recurrir los afectados, en un segundo juicio el Tribunal Supremo declaró en 1997 al Estado como responsable civil subsidiario por “autorizar el uso de la anilina” y por no llevar a cabo “protocolos de actuación que evitaran el desvío del aceite envenenado al consumo humano”. Los afectados tardaron más de dos años en ser indemnizados.

Miembros de la plataforma que lucha por el reconocimiento como víctimas de parte del estado.

Ixtoc I

Ixtoc I

Coordenadas: 19°24′50″N 92°19′50″O

Derrame del Ixtoc I.

Fecha: 3 de junio de 1979

Causa: Reventón

Lugar: Golfo de México, a 965 kilómetros al sur de Texas y 94 kilómetros de Ciudad del Carmen

Ixtoc I fue un pozo exploratorio de petróleo localizado en el golfo de México, a 965 kilómetros al sur de Texas y 94 kilómetros de Ciudad del Carmen. El 3 de junio de 1979, sufrió un reventón y se convirtió en el derrame más grande de la historia hasta entonces.12

Ixtoc-1 es el mayor derrame petrolero del mundo, pero el segundo de la lista si se incluye también a los causados intencionalmente.

La empresa Pemex estaba perforando a una profundidad de 3,63 kilómetros un pozo de petróleo, cuando se perdió la barrena y con ella la circulación de lodo de perforación. Debido a esto, se perdió la estabilidad y hubo una explosión de alta presión la cual provocó el reventón. El petróleo entró en ignición debido a una chispa y la plataforma colapsó.1

Las corrientes llevaron el petróleo a las zonas costeras de Campeche, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas, así como a algunas zonas de Texas.3

Durante los 280 días siguientes al del accidente del Ixtoc-1 (3 de junio de 1979 hasta el 24 de marzo de 1980) se vertió un volumen aproximado de 3,3 millones de barriles de crudo (530 300 toneladas). De esta cantidad se quemó el 50%, se evaporó el 16%, se recolectó el 5,4% y se dispersó el 28%, según informes de Pemex.4​ Pemex contrato a Conair Aviation para esparcir el dispersante químico Corexit 9527 sobre el petróleo derramado. Con un total de 493 misiones aéreas y tratando un total de 2800 km² (1100 millas cuadradas) de crudo.

El 9 de marzo de 1980, después de varios días de inyectar agua de mar por los dos pozos de alivio, se apagó totalmente el fuego del Ixtoc I y el 27 de marzo se selló, concluyendo el 5 de abril los trabajos de taponamiento.1

Se estima que el desastre del Ixtoc-1, erogó 3 millones de pesos diarios para controlar el derrame dando un total de 840 millones de pesos gastados en todo el desastre, movilizando: 200 barcos, 12 aeronaves y 500 hombres.1

Rancho Nuevo, una zona de anidación de tortugas golfinas, fue rescatada y miles de bebés tortugas fueron transportadas por avión hacia una zona segura.3

Once trabajadores murieron. Las áreas costeras de Campeche, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas fueron afectadas, así como áreas en los Estados Unidos. Este evento fue recordado internacionalmente treinta años después, cuando la plataforma BP Deepwater Horizon explotó en las aguas de EE. UU. El 20 de abril de 2010.

Según NOAA (7), “El 3 de junio de 1979, el pozo exploratorio de 2 millas de profundidad, Ixtoc I, explotó en la Bahía de Campeche, a 600 millas al sur de Texas en el Golfo de México. La profundidad del agua en el sitio de los pozos era de unos 50 m (164 pies). El Ixtoc que el SEDCO 135 estaba perforado, era una plataforma semi-sumergible en arrendamiento a Petróleos mexicanos (PEMEX).

Una pérdida de circulación de lodo de perforación provocó que salriera el petróleo y el gas. Soplando del pozo encendido, haciendo que la plataforma se incendiaran, y la compañía de buceo mexicana, Daivaz. La respuesta de Martech incluyó a 50 personas en el sitio, el vehículo operado a distancia TREC y el pionero sumergible I. El TREC intentó encontrar un enfoque seguro para prevenir de reventón (BOP). El enfoque se complicó por la escasa  visibilidad y escombros en el fondo marino, incluidos los restos de Derrick y 3000 metros de tubería de perforación. Los buzos finalmente pudieron alcanzar y activar el BOP, pero la presión del petróleo y el gas hizo que las válvulas comenzaran a romperse. El BOP fue reabierto para evitar destruirlo. Se perforaron dos pozos de alivio para aliviar la presión del pozo para permitir que el personal de respuesta lo limite.

Los expertos noruegos fueron contratados para traer equipos de descremado y brazos de contención, y para comenzar la limpieza del aceite derramado. El Ixtoc I continuó derramando aceite a una velocidad de 10,000 -30,000 barriles por día hasta que finalmente se cerró el 23 de marzo de 1980.

En las etapas iniciales del derrame, aproximadamente 30,000 barriles de petróleo por día fluyeron desde el pozo. Un barril de aceite es equivalente a 159 litros de líquido. En julio de 1979, el bombeo de lodo en el pozo redujo el flujo a 20,000 barriles por día, y a principios de agosto, el bombeo de casi 100,000. Con acero, hierro y bolas de plomo en el pozo redujo el flujo a 10,000 barriles por día. Pemex afirmó que la mitad del aceite liberado se quemó cuando llegó a la superficie, un tercio de la misma se había evaporado, y el resto estaba contenido o disperso.

Se utilizaron dispersantes. Como en tantos otros derrames de petróleo, el gobierno proporcionó botas y espadas para ayudar a recolectar el aceite. Se empleó el trabajo voluntario. Los pescadores creen que las existencias de pescado están agotadas, no son solo por el resultado del derrame de Ixtoc sino por la contaminación causada por la industria petrolera, que hizo de México uno de los 10 principales productores de petróleo del mundo. Una serie de estudios han argumentado que varios factores redujeron considerablemente, entre ellos, las altas temperaturas del mar, que ayudaron al aceite a evaporarse y a las corrientes marinas en el área.

En resumen, el Ixtoc bien perdió la circulación de lodo de perforación que conduce a la explosión. PEMEX, la compañía petrolera estatal de México, fue durante más de nueve meses para detener la fuga, durante el cual casi 3,3 millones de barriles de petróleo habían brotado en el mar. Viajó hasta la costa de Texas.

El fuego y el colapso de la plataforma Ixtoc son similares a lo que sucedió en Deepwater Horizon años después. En 1979, PEMEX intentó varios métodos para contener el aceite similar a los procedimientos más recientemente utilizados por BP. Finalmente lograron detenerlo perforando dos pozos de alivio.

Se creó un grupo de trabajo multinstitucional bajo el nombre del Programa de Coordinación de Estudios Ecológicos en Campeche Sound (PC-EESC). En 1982, el PC-EEI convocó el simposio internacional sobre el derrame de petróleo IXTOC-I en la Ciudad de México en el que se discutieron numerosos temas de investigación. El informe del simposio incluyó un prólogo escrito por el propio CEO de PEMEX en el que concluyó categóricamente, basado en un estudio multidisciplinario de 2 años del sonido Campeche que “… el ecosistema marino no sufrió ningún daño por parte del derrame de petróleo Ixtoc-I”. Con esta terrible declaración, parecía que el capítulo final sobre el derrame de petróleo Ixtoc-I había llegado a su conclusión. No se expresaron intenciones del gobierno mexicano para apoyar un programa de investigación a largo plazo para evaluar los daños ecológicos derivados de uno de los derrames de petróleo más grandes de la historia. Una evaluación académica de las consecuencias biológicas es ofrecida en la fuente, por académicos mexicanos.