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Ciudad

Terremoto de San Francisco

Terremoto de San Francisco de 1906

Terremoto de San Francisco de 1906

Coordenadas: 37°45′N 122°33′O

7,9 en potencia de Magnitud de Momento (MW)

Parámetros

Fecha y hora: 18 de abril de 1906

Profundidad: 5km (3 mi)

Duración: 4 minutos

Consecuencias

Mercalli: XI (Extremo)

Shindo: AMJ 7

Víctimas: 10 000 muertos

El gran terremoto e incendio de San Francisco de 1906 fue un poderoso sismo que sacudió principalmente a la ciudad de San Francisco (Estados Unidos) la mañana del 18 de abril de 1906. El terremoto fue de una magnitud de 7,9 grados1​ y su epicentro estuvo según los expertos del Servicio Geológico de los Estados Unidos, sobre la costa de Daly City y al suroeste de San Francisco.

Los temblores principales empezaron a las 05:12 de la mañana a lo largo de la falla de San Andrés. Se dejó sentir sobre la costa del Pacífico desde Oregón hasta Los Ángeles y hacia el interior se sintió hasta Nevada. Después de eso se produjo un incendio que junto al sismo se considera la catástrofe más importante de los Estados Unidos.

En un principio se dio la cifra de 478 fallecidos, pero en la actualidad se sabe que el desastre fue más catastrófico, y que las autoridades de la época lo subestimaron, sobre todo en las zonas de habitantes chinos. Las cifras aproximadas arrojan al menos 10 000 muertos, la mayor parte de los cuales fueron dentro de la ciudad de San Francisco, pero hubo 189 fallecidos en otras zonas de la Bahía de San Francisco. Algunos de los principales lugares que también estuvieron muy afectados por el sismo fueron Santa Rosa, San José y en el área de Redwood City y Universidad de Stanford.

Se calcula que entre 225 000 y 300 000 personas perdieron sus casas de un total de 400 000 habitantes. La mitad se refugió al otro lado de la Bahía de Oakland. Los periódicos de la época informaron de cómo el Parque de Golden Gate, el barrio de Panhandle y las playas de entre Ingleside y North Beach estuvieron recubiertas por tiendas improvisadas. Hubo más muertos y daños por el gran incendio que se desató después, que por el sismo en sí, muy similar al gran terremoto de Kanto que destruyó Tokio y Yokohama, Japón el 1 de septiembre de 1923.

Después del terremoto, un ingeniero llamado Hermann Schussler exploró la falla de San Andrés, que corta a través de la montaña de la cordillera de la costa. En 1908, testificó ante una corte de Distrito Norteamericana de San Francisco acerca de lo que vio.

«La característica más notable fue que las montañas del este se acercaron cuatro pies y medio a las montañas del oeste», explicó Schussler ante la corte. «Si San Francisco hubiera estado en o cerca de la falla no habría quedado nada de ella» concluyó.

Después del terremoto y de los fuegos, más de quinientas manzanas de la ciudad de San Francisco estaban en ruinas. Más de la mitad de la población de la ciudad quedó sin hogar. La gente vivía en tiendas de campaña y otros albergues, y cocinaban al aire libre. Con todo, a pesar de la devastación, no llevó mucho tiempo que la gente comenzara a recoger los escombros.

«San Francisco está comenzando a levantarse de sus cenizas nuevamente», escribió Samuel Fortier, profesor de UC Berkeley, una semana después del terremoto y de los fuegos. «No hay falta de confianza», añadió. «El valor de la gente es simplemente notable. Los miles de personas que han perdido casi todo lo que poseían están maravillosamente alegres, y raramente se oyen lamentos».

Fotografía aérea de San Francisco devastada, tomada el 28 de mayo de 1906, tras el terremoto por George R. Lawrence

Intensidad

Intensidades: MMI

Lugares

San Francisco Santa Rosa: XI (Extremo)

 Sebastopol, San Bruno: X (Extremo)

San José, Point Arena:  IX (Violento)

Eureka, Salinas: VIII (Severo)

Truckee, Parkfield: VII (Muy fuerte)

Willows, Fresno: VI (Fuerte)

Chico, Paso Robles: V (Moderado)

Dunsmuir, Bakersfield: IV (Ligero)

Santa Mónica, Indio: III (Débil)

U.S. Earthquake Intensity Database, NGDC

En la cultura popular

Incendio de la ciudad

  • En la película de 1936 titulada San Francisco, dirigida por W.S. Van Dyke e interpretado por Clark Gable y Jeanette MacDonald, se relata este terremoto.
  • En la película de 1938 titulada The Sisters (Las Hermanas), Louise, el personaje de Bette Davis, vive el terremoto en su casa mientras espera a su esposo Frank (personificado por Errol Flynn).
  • En la serie de televisión Charmed (Embrujadas), la mansión Halliwell fue destruida en 1906 por este terremoto y luego reconstruida por los bisabuelos de las tres hermanas Halliwell.
  • También en la serie Charmed (Embrujadas), se sitúa a la mansión Halliwell en la calle Prescott en el número 1329 de San Francisco, pero la casa original, se encuentra en Los Ángeles, en concreto en Carroll Avenue en el número 1329.
  • En la serie de televisión Witches of East End, una vida pasada de Freya murió en este terremoto.
  • En la película Winchester se muestra una escena de cómo se destruye la Mansión Winchester por este terremoto.
  • En la serie de TV Un paso al más allá (1963), en el capítulo «Terremoto» («Earthquake»), se muestra los estragos del sismo que destruyó la ciudad de San Francisco y que, según la historia, fue vivida un día antes por un simple botones de hotel.

El terremoto de San Francisco, 1906

En la mañana del 18 de abril de 1906, un terremoto masivo sacudió a San Francisco, California. Aunque el terremoto duró menos de un minuto, su impacto inmediato fue desastroso. El sismo también causó varios incendios a través de la ciudad que permanecieron fuera de control por tres días y destruyeron cerca de 500 cuadras de la ciudad.

Aun con el apoyo inmediato de la grande población militar de San Francisco, la ciudad estaba devastada. Se estima que el terremoto y los incendios mataron alrededor de 3,000 personas y dejó sin hogar al menos 400,000 residentes. Aunque recibían ayuda del país y del mundo, los sobrevivientes enfrentaron semanas llenas de dificultades y penurias.

El Congreso respondió al desastre de varias maneras. La Cámara y los Comités de Apropiaciones del Senado promulgaron varias asignaciones de emergencia para que la ciudad pudiera pagar por los alimentos, agua, tiendas de campaña, mantas y equipos médicos en las semanas siguientes del terremoto y los incendios. También apropiaron fondos para reconstruir mucho de los edificios públicos que fueron dañados o destruidos.

Otras respuestas del Congreso incluyeron el Comité de Reclamaciones (House Claims Committe) quienes fueron responsables de manejar los reclamos de propietarios que buscaban ser reembolsados por sus propiedades destruidas. Por ejemplo, el comité recibió varias reclamaciones de propietarios de salones y licorerías, quienes suministros de alcholes fueron destruidos por oficiales quienes querían minimizar la propagación de incendios y el riesgo de violencia de la muchedumbre. En los días siguiendo el terremoto, oficiales destruyeron un estimado de $30,000 en licores.

El Comité de los Edificios Públicos y Terrenos (Public Buildings and Ground) reportaron los daños a los edificios en San Francisco, Oakland, y San José, y estimaron los costos de reparación. El Senado también aprobó una resolución pidiendo al Secretario de Guerra que le dieran una copia del informe sobre el terremoto y los incendios. El informe sobre los esfuerzos y las fotografías, preparadas por el ejército de los Estados Unidos, ahora se encuentran en los registros del Comité del Senado e Impresión (Senate Committee on Printing).

Cazadores de recuerdos. Estos en las etapas tempranas causaron considerables problemas para autoridades militares. RG 46, Registros del Senado de los Estados Unidos, Archivos Nacionales.

 

 

 

Fuego parcialmente bajo control – tercer día. RG 46, Registro del Senado de los Estados Unidos, Archivos Nacionales.

 

 

 

 

 

 

 

Efecto del terremoto en casas construidas en suelo flojo o hecho.”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“Vista de la torre arruinada del municipio. Daño causado solo por el terremoto.”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Vía férrea – enseñando el desplazamiento de suelo hecho.” RG. 46, Registro del Senado de los Estados Unidos, Archivos Nacionales.

 

 

 

 

 

 

 

 

“Más ayuda militar – cuarto día.” RG 46, Registro del Senado de los Estados Unidos, Archivos Nacionales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“Una fila típica para el pan en las etapas tempranas de distribución de ayuda.”

 

 

 

 

 

 

 

Edificios destruidos y fuegos a lo largo de la calle California en San Francisco, después del terremoto de 1906.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Qué es la temida falla de San Andrés (y por qué preocupa tanto)

La de San Andrés es una de las fallas más estudiadas del planeta ya que en su práctica totalidad se encuentra sobre la superficie terrestre.

Fue la causante del terremoto de magnitud de 7,8 que destruyó gran parte de San Francisco en 1906, provocando la muerte de más de 3.000 personas.

La falla de San Andrés atraviesa California y se extiende a lo largo de 1.300 kilómetros.

A los científicos les preocupa específicamente la sección sur de la falla pues, según estimaciones, lleva demasiado tiempo sin descargar cantidades grandes de energía.

Estudios geológicos muestran que en los últimos 1.500 a 1.400 años, terremotos grandes han ocurrido con una periodicidad de unos 150 años en la sección sur de la falla.

Falla de San Andrés. Fotografía tomada de la web buscada con Google

El terremoto de San Francisco de 1906

Todos los años, el Departamento de Bomberos de San Francisco celebra una ceremonia que tiene lugar a las 5:12 de la mañana. El motivo es recordar el terremoto y posterior incendio que asolaron la ciudad el 18 de abril de 1906. Los expertos creen que el seísmo alcanzó una magnitud de 8,2 en la escala de Richter, escala que alcanza hasta el 9 pero no está cerrada. El epicentro tuvo lugar en Daly City, a 5,31 kilómetros al sur de San Francisco, y se sintió a más de 500 kilómetros.

En 1906, San Francisco es la novena ciudad en importancia de los Estados Unidos y tiene 400.000 habitantes, de los cuales sólo la mitad eran nativos. Una parte se halla sobre colinas que alcanzan unos 285 metros de altitud. La ciudad se encuentra en el estado de California, que dispone de grandes recursos naturales: oro, sal, hierro, plata… San Francisco tenía muchos teatros y su Ópera recibía a los artistas más célebres.

Pero no todo era perfecto… En California está situada la falla de San Andrés, de 970 kilómetros, más o menos. Va desde Oregón, al norte, hasta el desierto de Mojave, al sureste de California. Se encuentra entre la placa de Norteamérica y la del Pacífico: ahí las dos placas tratan de deslizarse una encima de la otra; cuanto más tiempo se obstruyan entre sí, más fuerte será el terremoto que tenga lugar.

Y llegó el fatídico día. Para relatar los primeros momentos, queremos incluir un fragmento del testimonio del gran tenor italiano Enrico Caruso, que se encontraba en la ciudad para representar el papel de Don José en la ópera Carmen de Bizet: «me encontraba en el Hotel Palace, donde tenía una habitación en el quinto piso. […] Me desperté alrededor de las 5, sentía que mi cama se balanceaba. Me levanté, fui a la ventana y miré fuera. Vi los edificios derribándose, y oía los gritos de hombres, mujeres y niños. Permanecí sin moverme unos cuarenta segundos. […] El yeso del techo cayó como una gran ducha, cubriendo todo el mobiliario…» Dicen que Caruso no volvió a San Francisco en su vida.

San Francisco asolada por el terremoto de 1906. Fotografía tomada de la web buscada con Google

En realidad no fue un solo terremoto, nunca es uno solo, sino que empieza uno y luego viene una réplica, o las que sean, que son las que rematan la faena. Pero peor que el terremoto, fue el incendio que vino después: hay muchas teorías sobre esto, pero lo más probable es que, al romperse los edificios, se rompieron también los conductos de gas lo que originó un incendio que tardó tres días en extinguirse por completo, pues también se rompieron los conductos del agua. La mayor parte de los edificios eran de madera. También se perdió la comunicación telefónica. Los almacenes de la bahía, el barrio chino y la zona de negocios quedaron destrozados, al igual que su Ayuntamiento, que hacía no mucho terminó de construirse. También se vieron afectadas otras ciudades de la bahía de San Francisco, como Santa Rosa y San José.

Como suele hacerse en Estados Unidos cuando se descontrola una situación de caos, el ejército tuvo que tomar cartas en el asunto. Se ordenó la ley marcial, disparándose a los saqueadores que quisieran aprovecharse. Para apagar el fuego, como no había agua, se dinamitaron algunos edificios para hacer de cortafuegos y, de esta manera, salvar el oeste de la ciudad. Algunos propietarios incendiaron su casa porque el seguro no les cubría sólo por el terremoto.

Nubarrones de humo provocado por el incendio posterior al seísmo. Fotografía tomada de la web buscada con Google

Se cree que hubo más 3000 víctimas mortales sólo en San Francisco, sin contar las del resto de la bahía, pero no se puede saber con exactitud porque las autoridades no pusieron mucho interés en contabilizar a la población de origen oriental. Y hubo más muertos por el fuego que por el terremoto. La mitad de la población se quedó sin casa, se perdieron unos 28000 edificios, el 80% de la ciudad. Esta gente se acopló en su mayoría como pudo en tiendas de campañas instaladas en el parque del Golden Gate.

La ciudad no tardó en reconstruirse, en el mismo sitio, encima de la falla de San Andrés. Para conjurar el peligro, se empleó un nuevo sistema en la construcción, a base de cemento y acero. Se desterraron los vehículos tirados por animales y se introdujeron el tranvía y el automóvil, desapareciendo las cuadras donde se almacenaba la paja que servía de alimento a las caballerías.

La Exposición Universal de San Francisco de 1915 mostró al mundo una ciudad que resurgió de sus cenizas, pero que continúa conviviendo con el peligro.

Aguada Fénix

Aguada Fénix

Coordenadas: 17°48′N 91°09′O

Localización geográfica

 Zona arqueológica de Aguada Fénix

Localización administrativa

País: México

División: Tabasco

Municipio: Balancán

Localidad: Balancán

Historia

Época: Período Preclásico

Cultura: Maya

Construcción: año 3000 al 800 a. C.?

Constructor: Mayas de Tabasco

Ocupantes: Mayas

Hallazgos y descubrimiento

Arqueológicos: Cerámica, vasijas, huesos de animales, hachas de jade.

Paleontológicos: Entierros humanos

Otros materiales: Plataformas de tierra y arcilla

Descubrimiento: 2017 (Takeshi Inomata)

Excavaciones: 2017, 2018, 2019

Arqueólogos: Takeshi Inomata

Gestión: Instituto Nacional de Antropología e Historia

Vista aérea de Aguada Fénix

Aguada Fénix es un yacimiento arqueológico de la cultura maya localizado en el municipio de Balancán en el estado mexicano de Tabasco. Fue descubierto en el año 2017 y es considerado el lugar que albergó la ciudad maya más antigua encontrada hasta la fecha, ya que los estudios de radiocarbono indican que esta ciudad maya fue construida en el año 1,000 a. C., colocándola antes de Ceibal y Cuello.

Asimismo, en Aguada Fénix, se localizó la construcción monumental maya más antigua y más grande jamás encontrada, consistente en una enorme plataforma de arcilla de cerca de 1400 m de largo, 400 m de ancho y 15 m de altura.1

Actualmente el sitio se encuentra en etapa de exploración e investigación por lo que se encuentra cerrado al público.

Descubrimiento

El descubrimiento de esta importante y antigua población maya fue realizado por el antropólogo Takeshi Inomata, profesor de la Universidad de Arizona y líder del equipo de científicos en el año 2017 quienes exploraban la zona donde se han encontrado otras construcciones mayas, cuando localizaron la parte sur de la plataforma.1

La detección de esta estructura fue posible gracias a la utilización de una nueva tecnología llamada Light Detection and Ranging (Lidar) que, a través de láser, permite obtener un mapa preciso de los sitios rápidamente, lo que permitió detectar la enorme plataforma, que al ser tan grande vista desde la superficie parece una parte del paisaje natural.1

En el sitio se han detectado 7 etapas constructivas principales, cinco de las cuales fueron realizadas entre los años 1,000 y 800 a. C.2

Objetos descubiertos

Excavaciones realizadas en algunas partes de la estructura revelaron varios objetos que habían pertenecido a la civilización y que habían estado ocultos por siglos. Entre ellos, localizaron varios objetos decorativos y de carácter religioso o funcional, desde vasijas de barro, hachas de jade, hasta piedras talladas con formas de animales.1

Ofrendas y entierros

Hasta el momento, en Aguada Fénix se han encontrado cuatro ofrendas. Una de ellas es el entierro de un individuo, del que no se sabe sexo ni edad debido a la mala conservación del esqueleto, y que fue colocado de rodillas.2

Descripción del sitio

En Aguada Fénix, se han descubierto 21 centros ceremoniales todos con orientación norte-sur y en forma rectangular. La plataforma principal tiene una configuración llamada Patrón Formativo Medio del Usumacinta, conformado por una estructura de forma rectangular delimitada por montículos en sus cuatro costados, con un montículo en forma de “E” al centro y una plataforma oriental alargada de la cual salen 9 calzadas hacia diversos puntos de la ciudad. Se han detectado también versiones más pequeñas del complejo, que miden menos de 400 metros de longitud.2

Período de construcción

Las investigaciones realizadas con pruebas de radiocarbono indicaron que esta ciudad maya fue construida entre los años 1000 y 800 antes de Cristo, lo que la coloca como la edificación maya más antigua de la que se tiene registro, siendo una de las primeras pruebas que demuestran el paso que dio la civilización maya del nomadismo a un estilo de vida sedentario, y marca el inicio de la construcción de las ciudades-estado mayas.1

La construcción antigua más grande del mundo

La estructura principal es una meseta artificial de entre 10 y 15 metros de altura y de 1400 metros de largo por 400 de ancho, lo que le da un volumen de 3,8 millones de metros cúbicos, superior al de la Pirámide de La Danta, en El Mirador, Guatemala que tiene un volumen de 2,8 millones de metros cúbicos y a la Gran Pirámide de Guiza en Egipto la cual tiene un volumen de 2,6 millones de metros cúbicos,1​ lo que convierte a esta plataforma en la construcción antigua más grande del mundo.3

La estructura construida con arcilla, algo inusual entre los mayas, tiene nueve calzadas que salen desde la plataforma, y se piensa que pudo haber servido para la práctica comunitaria de rituales.1​ Se cree que los rituales posiblemente involucraron procesiones en las calzadas y la reunión de una gran cantidad de personas en la plaza rectangular. Era un lugar de reunión para la comunidad, lo que probablemente los motivó a construirlo.4

Abandono

Por motivos todavía desconocidos, el sitio fue abandonado por sus habitantes alrededor del año 750 a. C., y no se volvió a construir nada sobre el terreno, por lo que con el paso del tiempo fue cubierto por la selva, y posteriormente, desde mediados del siglo XX el área se usó para actividad ganadera.1

Importancia del descubrimiento

La importancia de Aguada Fénix radica en que siempre se creyó que la civilización maya se había desarrollado mucho tiempo después que los olmecas, sin embargo, ahora en Aguada Fénix se demuestra que prácticamente fueron culturas contemporáneas.12

Igualmente, gracias a las investigaciones, se sabe que este sitio arqueológico corresponde a un momento de cambio grande para la sociedad maya. Ya que antes de su construcción, los mayas eran nómadas y no usaba la cerámica. Vivían de la caza, de la pesca, y del cultivo del maíz. Sin embargo, a partir de la construcción de Aguada Fénix, se demuestra que empezaron a usar la cerámica y se volvieron sedentarios.5

El descubrimiento del sitio de Aguada Fénix cambia la teoría que se tenía sobre el desarrollo de la civilización maya y el desarrollo de la sociedad humana en general.

Ahora, el Lidar saca a la luz este importante centro de reunión junto al río Usumacinta, en la frontera entre México y Guatemala.

De hecho, el rastreo ha permitido descubrir un total de 21 centros ceremoniales en la zona.

La meseta principal de Aguada Fénix fue levantada a través del relleno de arcilla y tierra, así como restos de cerámicas, y se calcula que alcanzó este tamaño (en concreto, 1.413 metros de largo por 399 de ancho) hacia el año 800 antes de Cristo, según revelan las dataciones mediante carbono 14 de algunos restos arqueológicos localizados sobre el terreno. Aguada Fénix tiene lo que parecen “alas cuadradas unidas a los lados este y oeste de esta meseta le da una forma general estrecha y cruciforme”, dice el estudio.

Figuras halladas en el yacimiento de Aguada Fénix, México.

El área central domina otros cinco complejos menores, múltiples estructuras rectangulares y depósitos artificiales, y limita al este con humedales del sistema fluvial del río Usumacinta.

Además, nueve calzadas se extienden desde la meseta. Las vías norte y sur están conectadas con ella por grandes rampas. La calzada tiene una longitud de 6,3 km, con complejos menores a ambos lados. Al oeste aparece otra gran meseta de 390 por 270 metros y entre 15 y 18 de altura respecto a su alrededor; se ubica 1,7 kilómetros al oeste de la meseta principal.

Construcción faraónica

En la construcción participaron probablemente “miles de personas”, opina Inomata, pero posiblemente después de construirse la inmensa plataforma se reunían allí “únicamente para usos rituales, y luego volvían a sus lugares de residencia”.

Hacia el año 1.000 aC, la población maya combinaba en su alimentación la caza y la pesca con el cultivo de maíz a pequeña escala. “No eran completamente sedentarios y no usaban cerámica. Alrededor del 1000 A.C. o un poco antes comenzaron a utilizarla y a desarrollar asentamientos sedentarios. Creo que esto implicó un gran cambio en la forma en que la gente interactuaba entre sí. A medida que se asentaban y hacían más agricultura de maíz, tuvieron que negociar nuevos conceptos de uso o derechos de propiedad de tierras y propiedades. En este momento, el gran proyecto de colaboración de la construcción dio una nueva identidad de una comunidad. Probablemente [Aguada Fénix] era el monumento para todos. Más tarde, los grandes edificios mayas fueron principalmente para los gobernantes y las élites”, analiza el antropólogo.

Inicio de las prospecciones arqueológicas

En el lugar se han hecho por ahora unas pocas prospecciones arqueológicas, con una profundidad de hasta 7’5 metros, en las que se descubrió “un denso depósito de cerámica, huesos y conchas que cubrían que parece ser anterior a la construcción de la meseta”, explica el artículo que hoy se publica.

El equipo tiene el objetivo ahora de profundizar “en el área alrededor de la plataforma para investigar cómo vivía la gente durante este período”, detalla Inomata, para quien el lugar, hoy dedicado al pasto de la ganadería, podría ser atractivo para el turismo en el futuro, “pero puede no parecer tan impresionante como las altas pirámides para los no arqueólogos”.

Aguada Fénix guarda ciertas similitudes con el centro olmeca de San Lorenzo, de cronología similar y situado a unos 330 kilómetros de distancia. Pero en el centro maya no parece que existieran las desigualdades sociales que sí había en el imperio olmeca.

Aguada Fénix y otros complejos ceremoniales del mismo período sugieren la importancia “del trabajo comunal” en el desarrollo inicial de la civilización maya, dicen los investigadores.

Figuras halladas en el yacimiento de Aguada Fénix, México.

“En los sitios olmecas de San Lorenzo y La Venta hay una escultura de piedra de cabeza colosal que representa a gobernantes y enormes tronos de piedra. No hay tales cosas en Aguada Fénix. Creemos que aquí no había gobernantes como esos sitios olmecas” explica Inomata.

“Aguada Fénix es más similar a otros sitios mayas posteriores en términos de cerámica, etc. Pero Aguada Fénix y la región olmeca deben haber tenido contacto directo entre sí. En lugar de tener una influencia directa de la zona olmeca, había patrones más complejos de interacción entre varias regiones. La civilización Maya probablemente se desarrolló a través de estas comunicaciones”, añade el investigador.

Tradicionalmente, los arqueólogos pensaban que la cultura maya estaba organizada en una desigualdad social, en la que las élites organizaban los grandes proyectos de construcción. “Pero Aguada Fénix muestra que las grandes construcciones se hicieron en ausencia de una élite poderosa. Aunque probablemente hubo algunos líderes que jugaron papeles centrales en la planificación y organización de tales trabajos, el factor principal fue la participación voluntaria de la gente en tales construcciones. Esto nos dice el potencial de la colaboración humana que no necesariamente requiere un gobierno centralizado”, concluye Inomata en entrevista con La Vanguardia. “No es como las pirámides posteriores que simbolizaron el poder de los gobernantes. Aguada Fénix fue posiblemente más bien el símbolo del logro comunitario”.

Aguada Fénix – una vista desde el noreste a la plataforma principal MFU con el Grupo E en el centro y una cuadrícula rectangular de edificios secundarios (Alfonsobouchot bajo CC BY-SA 4.0)

La principal plataforma MFU en Aguada Fénix es el edificio maya más antiguo y masivo. La plataforma es de 1413 m de largo y 399 m de ancho. A una altura de unos 15 m, destronó la famosa pirámide de La Danta en El Mirador (Petón, Guatemala), considerada hasta la fecha como la pirámide maya más grande (72 m de altura) y la estructura sur más masiva de Mesoaméricas (con un volumen de 2.600.000 m3 le da a Tlachihualtepetl una gran pirámide de Cholula, que 3es la pirámide más masiva de las tierras de 4.450 m). El volumen de la plataforma en Aguada F?nix, incluyendo los recursos disponibles, se estimó en 3 200 000-4,40.000 m 33. Su diseño requirió entre 10 y 13 millones de días de trabajo.

El edificio maya más antiguo

Las huellas humanas más antiguas, descubiertas bajo la plataforma central MFU en Aguada Fenix, fueron lanzadas alrededor de 1200 a.C. al final de la era pre-polérica temprana. Sin embargo, la construcción de la plataforma comenzó un poco más tarde, alrededor de 1100-1050 BC. Cerca de 1000 a.C. la plataforma tenía 6 m de altura. La estructura terminó 800-750 a.C., por lo que tomó 250-350 años. Desde el período central, las víctimas de rehenes también provienen del eje central del Grupo E, cerca de la plataforma oriental. Los depósitos NR3, NR4, NR7, NR8 y NR9 que datan de 850 a.C. contenían piedra verde, incluyendo jadeit y cerámica.

Esquema de complejos de MFU en Aguada Fenix (izgato) y Buenavista (derecha)
(Figura. P.A. Trze-niowski CC BY-NC)

Los pilares del Universo

En depósitos NR7-9 también fechados por 850 a.C., los artefactos fueron dispuestos en forma de quinkunk, un símbolo que denota el eje del universo y cuatro direcciones cardinales. El depósito NR10, fechado 900 B.C., contenía artefactos de arcilla pintados de rojo, pero imitando la forma de ejes votivos de piedra verde (por ejemplo, jade, malachite, serpentina), dispuestos en forma de un quinkunksu. El más interesante, hasta ahora, ha sido el depósito No. 11, fechado 900 a.C. En los quinquitos de las conchas, allí se colocó un tinte: azul, verde y amarillo. Más tarde Maya, colores similares simbolizaban los lados del mundo. Gente de Aguada Fenix, de acuerdo. 900 d.C., por lo tanto, sabían de los quinkunks de piedra verde, así como de lo que tal forma simboliza, pero en ese momento no tenían acceso a minerales como jade.

Sitios ceremoniales descubiertos en Aguada Fénix revelan vínculos entre las culturas mayas y olmecas

El descubrimiento de 500 sitios ceremoniales en Tabasco y Veracruz, es uno de los principales hallazgos arqueológicos de los últimos años.  El sitio Aguada Fénix que se localiza en Tabasco arroja nuevas y relevantes interpretaciones sobre el estilo de vida de las antiguas sociedades que habitaron Mesoamérica.

Kuhikugu

Kuhikugu

Kuhikugu es un sitio arqueológico ubicado en Brasil, en la cabecera del río Xingu, en la selva amazónica. El área alrededor de Kuhikugu se encuentra hoy en parte del Parque Nacional Xingu. Kuhikugu fue descubierto por primera vez por el antropólogo Michael Heckenberger, que trabajó junto con el pueblo local Kuikuro, que son probablemente descendientes de los habitantes originales de Kuhikugu.[1]

Mapa de Kuhikugu

Complejo arqueológico e historia.

En sentido amplio, el nombre se refiere a un complejo arqueológico que incluye veinte ciudades y pueblos, repartidos en un área de alrededor de 7.700 millas cuadradas (20.000 km2), donde alguna vez vivieron cerca de 50.000 personas. Kuhikugu probablemente estuvo habitado desde hace unos 1.500 años hasta hace tan solo 400 años, cuando las personas que vivían allí probablemente murieron a causa de enfermedades traídas por los europeos. Aunque es probable que los europeos no la transmitieran directamente a los habitantes de Kuhikugu, sí transmitieron enfermedades directamente a socios comerciales de otras áreas. Cuando los europeos llegaron a esta zona, la civilización ya se estaba desmoronando.[2] Los primeros conquistadores que exploraron esta área probablemente vieron los últimos momentos de estas ciudades, y sus registros brindan una idea de cómo habrían sido estos lugares. Y cuando los europeos regresaron algún tiempo después, las ciudades y pueblos ya estaban consumidos por la selva tropical. Los indígenas ahora vivían en tribus alejadas de las ruinas, y la memoria de esa civilización se recordaba a través de la tradición oral.

Lo que distingue a las personas que habrían habitado Kuhikugu de otras civilizaciones sudamericanas son sus monumentos horizontales. A diferencia de los pueblos aztecas y mayas que construyeron pirámides, estos pueblos construyeron largos monumentos en el suelo para sus dioses. Presumiblemente, esto se debe a que sería imposible mantener una pirámide grande en una selva tropical y quedaría eclipsada por los árboles circundantes. La ingeniería era lo suficientemente sofisticada para puentes que cruzaban grandes secciones de río y fosos con fines defensivos. Además, la tierra negra que rodea la zona indica actividad agrícola a gran escala[1] [3]

Asentamiento X11

Estrictamente hablando, Kuhikugu es el asentamiento X11 de este complejo, ubicado cerca de Porto dos Meinacos en la orilla oriental del lago Kuhikugu (ahora Lagoa Dourada) a 12°33′30″S 53°6′40″W. Allí, así como en otros antiguos asentamientos del complejo Kuhikugu, las imágenes de satélite revelan que aún hoy el bosque difiere de las áreas prístinas circundantes, y la exploración terrestre revela que esto es un efecto del antrosol (cf. terra preta), conocido al Kuikuro como egepe. Directamente al norte del sitio X11 hay una aldea Kuikuro, cuyo pequeño tamaño proporciona una comparación interesante con la gran área de egepe que indica el asentamiento prehistórico.[4]

Se construyeron grandes zanjas defensivas y empalizadas alrededor de algunas de las comunidades de Kuhikugu.[1] [4] También existen grandes plazas en algunas de las ciudades de la región, algunas de alrededor de 490 pies (150 m) de ancho.[1] [4] Muchas de las comunidades en Kuhikugu estaban conectadas, con caminos que unían algunos ríos a lo largo de sus caminos y con canales para canoas que corrían a lo largo de algunos de los caminos. Los sitios X35 y X34 son comunidades importantes conectadas por dos de estos caminos. El sitio X11 tiene un total de 4 suburbios que se conectan a través de un río o una carretera, y todos parecen tener una relación constante entre sí.[4]

Es posible que existieran campos de mandioca (yuca) alrededor de las comunidades de Kuhikugu, lo que sugiere que la gente allí eran agricultores.[4] [5] Las presas y estanques que parecen haber sido construidos en el área también sugieren que los habitantes de Kuhikugu pueden haber estado involucrados en la piscicultura, que todavía practican algunos de sus descendientes Kuikuro de hoy en día.

La ciudad perdida de Z

Existe la posibilidad de que las leyendas sobre Kuhikugu hayan convencido al explorador británico, el teniente coronel Percy Fawcett, de emprender su expedición a la “Ciudad Z“. Fawcett afirmó haber descubierto una gran cantidad de fragmentos de cerámica en el Amazonas mientras realizaba trabajo de campo, y los sitios de Kuhikugu podrían haber tenido potencialmente una gran cantidad de cerámica en la superficie. Hay más de 20 sitios que abarca Kuhikugu, cada uno de los cuales podría haber albergado a más de 5.000 personas, y la planificación urbana sofisticada y las estructuras restantes podrían haber sido lo que Fawcett estaba buscando. Todos los sitios siguen un diseño similar, lo que significa que cualquiera de los sitios podría haber influido en Fawcett para buscar la Ciudad Perdida de ‘Z’.[3]

source : http://www.sciences-faits-histoires.com/blog/archeologie/bresil-kuhikugu-ou-site-x11-la-cite-z.html

Kuhikugu, ciudad perdida de Amazonia

Actualmente se acepta que el Amazonas ha sido el hogar de civilizaciones urbanas comparables en tamaño a las ciudades medianas de Europa Occidental. En los años 90, Hecklenberger revivió el mito de las ciudades perdidas de la Amazonia al estudiar los sitios arqueológicos del Alto Xingu, Brasil, entre ellos el famoso X11: Kuhikugu (M. Hecklenberger, pour la science n°388, 2010).

Sin embargo, el Amazonas ha transmitido durante mucho tiempo en la imaginación occidental moderna el Eros de la naturaleza original, virgen e inocente, luchando contra los thanatos de la modernidad destructiva. Las tribus, a diferencia de otras civilizaciones del sur o de Mesoamérica, no dejaron ninguna construcción duradera allí. Durante mucho tiempo se redujeron a los primitivos pueblos cazadores-recolectores que vivían en la Edad de Piedra y se conformaban con lo que la naturaleza estaba dispuesta a darles. En 1982, Pierre Gourou, en su obra seminal «Tierras de Buena Esperanza», contrastó las altas densidades del Delta del Mekong con las muy bajas densidades de la cuenca del Orinoco. Justificó esto por la ausencia o el dominio de las «técnicas de enmarcado». ¿Cómo podemos entonces concebir civilizaciones amazónicas pasadas que sean diferentes de las actuales? Esta visión cambiará gradualmente a partir de la década de 1970. Los investigadores redescubrieron entonces los escritos de los primeros exploradores. Michael Heckenberger cita los relatos de Gaspar de Carvajal, quien escribió en 1542 que «más de 200 piraguas, cada una de las cuales transportaba de 20 a 30 indios y unos 40, surgieron de las islas amazónicas que él pensaba que estaban deshabitadas». Casi dos siglos más tarde, el brasileño Antonio Pires de Campos se aventura cerca del Río Tapajos, al oeste de Xingu, y también evoca muchos pueblos bien conectados entre sí por amplios caminos. Estas observaciones serán corroboradas por R. Carneiro y especialmente por M. Heckenberger, «El alto Xingu es la única zona de la Amazonia brasileña que muestra claramente la continuidad de la ocupación indígena desde la prehistoria hasta la actualidad». Hacia el 1400 d.C., si no antes, las aldeas prehistóricas habían alcanzado proporciones impresionantes (20 a 50 hectáreas). Esto los hace entre los más grandes en cualquier área de tierras bajas de América del Sur en tiempos prehistóricos. Comprendían una variedad de estructuras, incluyendo calzadas lineales a lo largo de los márgenes de los caminos principales, patios centrales y zanjas profundas. Sin duda, esto habría ido acompañado de estructuras sobre el terreno como empalizadas, puentes y puertas de entrada. Se estima que tales aldeas podrían albergar alrededor de mil personas y que más de diez mil indios probablemente vivían al oeste del río Culuene en la región del alto Xingu. (povos indigenas brasil). Heckenberger cartografiará con la precisión de un agrimensor zanjas amplias y profundas y caminos anchos como las actuales autopistas, empalizadas que protegen pueblos, territorios explotados más o menos intensamente, numerosos pueblos unidos entre sí por una red de caminos muy sofisticada. Luego toma conciencia de un alto grado de integración regional. Los espacios ocupados se organizaron sobre cerca de 250 km², incluyendo 50 km² para conjuntos urbanos en el sentido estricto del término. Más recientemente, las excavaciones llevadas a cabo por el equipo anglo-brasileño de Jonas Gregorio de Souza revelarán un continuo de ciudades interconectadas de la civilización arahuaca en más de 400.000 km².

«Al mismo tiempo, regiones como la del sudoeste de la Amazonia albergaban una de las mayores diversidades de familias lingüísticas de la Amazonia, y la naturaleza multiétnica/multilingüística de los sistemas regionales queda ejemplificada por el Alto Xingu34». Se ha formulado la hipótesis de que el cinturón de arahuacos y otros grupos a lo largo del SRA constituye un sistema formativo suprarregional que estuvo presente desde finales de la época precolombina. De ser cierto, esta conexión sugeriría una distribución ininterrumpida de los movimientos de tierra a lo largo de 1800 Km. de este a oeste en el SRA y un impacto humano precolombino más intenso en los bosques de esta región que el anteriormente postulado «Los constructores de tierra precolombinos se asentaron a lo largo de todo el borde sur del Amazonas».

 Se trata de una visión que demuestra la imposibilidad para las civilizaciones amazónicas de desarrollar intercambios complejos entre ellas y de cultivar intensamente un terruño amazónico latinoamericano y estable que se encuentra en estado puro. Lo que se considera en el mejor de los casos como «bons sauvages» es un modelo para la salvaguarda del planeta, ¿lo sigue siendo?

Hecklenberger compara en efecto las ciudades del Alto Xingu con las ciudades-jardín que podrían ser el modelo más conciliador de urbanización duradera y de protección de la biodiversidad. Pero las reservas indias parecen ser muy frágiles en cuanto a la deforestación amazónica, la soja OGM y las tierras extensas.

(Este texto está ampliamente basado en el artículo de M. Hecklenberger en la revista Pour la science n°388, 2010)

La civilización Kuhikugu

En 2008, la prestigiosa revista científica Scientific American publicó un artículo redactado por David Biello (editor asociado) bajo el título Antigua amazonía realmente altamente Urbanizada, en la cual resumía las investigaciones del antropólogo Michael Heckenberger —publicadas, a su vez, en Science— en donde exponía las conclusiones de años de investigación que demostraban que en el estado brasileño de Mato Grosso, especialmente en proximidades del Alto Xingú , se habrían descubierto 28 «ciudades», pueblos y aldeas que habrían sostenido una población de unas 50.000 personas.

No se trataba de «Z», ni de templos y viviendas de piedra, sino de espacios urbanos donde lógicamente se había aprovechado al máximo los recursos naturales del lugar: árboles y tierra.

Lo hallado fueron evidencias de zanjas, circulares en la mayoría de los casos, cuadrangulares en otros, de unos tres metros que supieron tener de profundidad y diez de ancho, redescubiertas porque la lamentable deforestación habría dejado al descubierto, observable en ocasiones desde aeronaves y en otras desde tierra, de las evidencias de esas construcciones. Estamos ante grandes conglomerados sedentarios, construidos entre el año 400 y 1.400 de nuestra era, rodeados por esas zanjas y empalizadas de madera.

A su vez, estos pueblos estaban comunicados entre sí por canales navegables, rectilíneos, donde canoas llevaban y traían mercaderías (volveremos enseguida sobre este detalle), y caminos que cortaban la selva también de manera rectilínea. De estos «caminos» supe ver evidencias en lo profundo del Paraguay hace ya años, y me comentaban los lugareños que «los antiguos» procedían de la siguiente forma: talaban la selva en sentido y ancho de donde querían establecer la vía de comunicación. Dado que la vegetación, en esas latitudes, tarda pocas semanas en hacer desaparecer todo vestigio de haber sido destazada en algún momento, lo que hacía era sembrar, en esos espacios despejados, un tipo de pastizal llamado «paja brava», que crece hasta unos 50 o 60 centímetros de altura. Grueso, áspero, literalmente mata todo brote, toda extensión de la vegetación selvática que tratara de ganar el espacio anterior, con lo cual décadas y hasta siglos después era posible seguir observando evidencias de donde pasaban estas «carreteras en la selva».

La «cultura Kuhikugu» (nombre que se ha dado a este todavía tan poco conocido horizonte cultural tomando el nombre de los relatos orales de los «kuikuros», etnia local que ya merecerá toda nuestra atención, y que se consideran herederos de esos ancestrales pobladores) compartía la particularidad que todas las aldeas y ciudadelas tenían una carretera principal que corría de noreste a suroeste a lo largo del eje del Solsticio de Verano y se disponían a un promedio de cinco kilómetros unas de otras. Y, finalmente, se supone que desaparecieron sus habitantes exterminados por las enfermedades que se extendieron por el subcontinente más rápidamente que los feroces y salvajes conquistadores, al punto que luego la selva recuperó sus espacios naturales.

Estos espacios descritos quizás no serán suficientes, a ojos del lector crítico, para justificar el sueño de Fawcett; sin embargo, es apenas la parte emergente de una trama muy cerrada y extensa de historias civilizatorias sobre las que apenas —acudo a la metáfora blavatskyana— estamos levantando un extremo de velo.

 Porque si nos dirigimos un poco más al oeste, más precisamente en buena parte del estado de Beni en Bolivia y algo de Rondónia en Brasil, encontramos los llamados «Llanos de Mojos». Los «Moxos» (o los «Musus», como los encontramos denominados en escritos ya del siglo XVI) son asiento de otro misterio ya conocido de más antaño pero hasta ahora desconsiderado: las «lomas». ¿Qué son las mismas? Pues montículos absolutamente artificiales. Muchos, de tierra acarreada y apisonada; otros muchos, de ladrillos y bloques de adobe cubiertos de tierra. ¿Dimensiones?: algunos, los más grandes, llegan a los 20 metros de altura, por cien o ciento cincuenta metros de lado. Más aún: sobre esas plataformas en muchos casos se levantan terrazas, muros, empalizadas y verdaderas pirámides truncadas. ¿Ubicación?: unos 20 cerca de la ciudad de Trinidad; unos 380 alrededor de la población llamada Casarabe (llamada así porque entre fines del siglo XVIII y principios del XIX comenzaron a radicarse muchos inmigrantes de origen libanés y sirio, con lo cual se le llamaba coloquialmente la «casa árabe», que devino en el toponímico de referencia), y en toda la región mencionada… ¡se estiman unos 20.000!

En un interesantísimo estudio disponible en Internet, bajo el título A la sombra de los Andes. Arquitectura monumental en los Llanos de Mojos, los arqueólogos Carla Jaimes Betancourt y Heiko Prümers desarrollan un completo estudio sobre estos «montículos», señalando, muy acertadamente, que si estuvieran en Perú serían reconocidos como «huacas» o «pirámides truncadas» (esto, para contrarrestar la tendencia descalificadora con que la mirada de los lugareños —y también las autoridades zonales— contemplan estas ruinas). Pero además de su revalorización, estos profesionales ilustran sobre aspectos apasionantes. En efecto, aquí también tenemos Caminos Elevados, terraplenados, que comunican entre sí los montículos.

Ahora bien; en temporada de lluvias, toda esta enorme extensión —que cubriría dos veces la superficie de Suiza— se inunda. Los montículos, entonces, emergen como «islas» en el mar, siempre comunicados por los caminos elevados. Esa concepción visual, de sitios culturales unidos por caminos artificiales en medio de un enorme lago poco profundo, ¿a dónde nos remite?

A la Huey Tenochtitlán, con sus «chinampas» o islas artificiales, y los pueblos aledaños (hoy, absorbidos por el crecimiento de la urbe) como Xochimilco o Tlatelolco.

 Los Llanos de los Mojos quedaban en el camino, desde tiempos ancestrales, del «Gran Paititi», el reinado extraño que ya los conquistadores supieron buscar por esas latitudes. En Santa Cruz encontramos Samaipata, a la que algunos estudios le adjudican autoría a los poco conocidos Mojocoyas, y que yo creo la avanzada occidental de la civilización de Kuhikugu. Que, por cierto, no es la Kuhikugu decadente de las aldeas con empalizadas descritas párrafos antes: la «civilización de los Mojos» surge alrededor del 500 a.C, extendiéndose, según algunos autores, hasta el 1.000 d.C.

Interesante fenómeno: tomando ambos horizontes señalados, cuanto más atrás vamos en el tiempo más avanzada es la cultura.

De modo que tenemos esta cultura, que tanta sintonía tiene con ciertas particularidades mexicas, por remota que esta última parezca. Es más; se ha descubierto que junto a los caminos terraplenados y elevados discurrían canales por donde, en tiempos de sequía, sin duda grandes canoas continuaban llevando y trayendo mercaderías (además de servir de administrador de sistemas de riesgo). Insisto: esta descripción visual es absolutamente coincidente con lo que los «nahuas» habrían hecho en esos mismos tiempos en el Ánahuac, el México prehispánico.

Y aquí comienza a asomar un «secreto tolteca» anticipado en el título: en Rondónia y Mato Grosso —y esto ya lo señala Fawcett— existía una etnia (literalmente exterminada, aunque algunos descendientes se hayan mestizado completamente) que se llamaban a sí mismo «nahuas».

Recordemos que los «nahuas» han sido la etnia troncal de donde salen distintos «horizontes culturales» o pueblos, que conocemos como zapotecas, olmecas, totonacas, mixtecas, otomíes, etc y etc., en el Ánahuac prehispánico. Ánahuac que, justamente, significa «tierra de nahuas».

Que una «tribu» en el Amazonas se identifique con el mismo nombre, cuando menos, llama poderosamente la atención. Pero aún debemos señalar que todos estos pueblos amazónicos tenían dialectos y lenguas de origen Arawak. Es Fawcett quien, por esta correspondencia lingüística, supone que los «arawaks» (que hemos conocido como «caribes», los «araucas», los «araucanos» del sur de Chile y los «antis» de Perú (de donde surge el toponímico «Andes») pertenecen a la misma raza original.

Hoy sabemos que los «caribes» se extendieron por Sudamérica, dando origen a ramas como los Tupíes, los Tapuyas y los Carijós. De hecho, los Tupíes originan los guaraníes, de presencia dominante en el escenario sudamericano precolombino.

Fuertes en el NE brasileño, se supone que cierta rama de los caribes es responsable de lo que hoy conocemos como «Stonehenge del Solsticio de Verano»: una extraña construcción megalítica en cercanías de Rego Grande, en el estado de Amapá, donde un conjunto de moles de granito de autores desconocidos y formas extrañas que remiten a reminiscencias lovecraftianas desconcierta a propios y extraños. Se le llama de esa particular forma porque en una de las rocas existe un orificio por donde, en el solsticio de verano, atraviesa el sol a mediodía creando un círculo sobre otra piedra a alguna distancia.

Por ciertos restos hallados al pie de estos monolitos (fuegos, quizás rituales, encendidos en los puntos donde fueron instalados) se estima su erección aproximadamente en el 3.000 a.C. Sin duda no tiene relación con la cultura Kuhikugu por su antigüedad, pero demuestra que a lo largo y a lo ancho de lo que hoy llamamos Brasil hubo numerosos pueblos, aún desconocidos, en un período temporal dilatadísimo.

En la desembocadura del Amazonas sobre el Atlántico se encuentra (ya la mencionamos) la Isla de Marajó. En la misma se han encontrado «montículos» en un todo afines a los de los Llanos de los Mojos, aunque si se mira un mapa llama la atención la enorme distancia entre un área y otra. Empero, la identidad de construcciones da a suponer que de alguna manera —quizás ocupando el río Amazonas como vía de comunicación— grupos que se influyeron mutuamente migraron por ese conducto.

Del río Amazonas, mientras tanto, hay un par de cosas que debemos comentar. Por ejemplo, que su nombre autóctono original no era, obviamente, el de Amazonas, sino «Solimoes», y es aquí donde Fawcett se pregunta si en ese nombre no vemos la presencia del nombre de Salomón, y lo vincula con las famosas «minas» de donde fluía el oro y la plasta que este rey hebreo, especulando si, quizás, no habrían navegado en tiempos remotos a través del Atlántico y, por este río, llegado a casi sus fuentes en territorio peruano donde el oro y la plata —especialmente la segunda— abunda.

Sabemos que se le llamó «amazonas» por las historias de mujeres guerreras que vivirían en sus márgenes. Pues bien, sépase que las mismas efectivamente existieron y no se trata de un fábula de los conquistadores. Estas mujeres eran llamadas «Aikembenanas» por los otros pueblos y ya es una certeza etnográfica su existencia.

El secreto tolteca

Si bien Fawcett no había dedicado años a explorar las culturas antiguas del México prehispánico, es un hecho —sencillo de demostrar— que cuando menos, en teoría, lo había estudiado profundamente. No solamente se trata aquí de esa hilación de conocidos y amigos que pudieron hacerle llegar hallazgos de Maler y otros, voy a citar algunas referencias no menores.

Por ejemplo, en su libro ya citado, al hablar de los Toltecas los llama «sabios artistas». Puede parecer un detalle menor, y no lo es: aún hoy, son (somos) un número reducido los que conocemos algo del idioma náhuatl original donde la palabra tolteca se traduce, efectivamente, como «sabio artista»; mucho menos común hubiera sido ese conocimiento a fines del siglo XIX o principios del XX salvo que se esté profundamente empapado de estudios sobre el particular.

Fawcett con

struye su propia teoría. Según la misma, en tiempos remotísimos lo que hoy llamamos Brasil era apenas una de varias islas que ocupaban el Hemisferio Sur. Grandes cataclismos hicieron que el océano se hundiera en ciertos puntos y se elevara en otros (no podemos obviar aquí ver la influencia teosófica, con la presencia intensa de Mu y Lemuria). Tierras que emergieron se habrían fusionado con esa «isla» y formó lo que hoy conocemos como Sudamérica. Al mismo tiempo, otra isla se hundía en el Atlántico. Atlántida. De la misma escapa una casta de sabios artistas, sacerdotes y educadores, los primitivos toltecas —Fawcett mismo dice que emplea ese término a falta de uno mejor— quienes luego de permanecer durante siglos en México extendieron su influencia hacia el Sur. Aislados los grupos (si por guerras, hambrunas, cataclismos; vaya a saberse) un grupo de toltecas «degenerados» se transforma en los «caribes» que conocemos como tales.

Permítaseme hacer aquí una digresión: hace años señalé que hubo una corriente civilizatoria que se inició en la Atlántida y, cruzado a través de décadas hacia Occidente y Oriente, cruzó el Atlántico y llegó a América, siguiendo a un líder (o las enseñanzas y directivas de ese líder) que habría pasado a la historia y la leyenda con el nombre de «Kar», «K’ar» o «K’a’r’» (según las pronunciaciones). Señalé en su momento el «rastro toponímico» que dejaba su nombre a través de la geográfica, y en esa ocasión algunos críticos me atacaron diciendo que se trataba de una tontería pues, según ese razonamiento, una «car-nicería» indicaría el paso de Kar por allí. Sin embargo, no necesito discutir mucho: todos ustedes saben que muchísimos toponímicos se crean usando como raíz adjetivos calificativos del lugar y nombres propios. El pensamiento de Fawcett, entonces, ratifica ésta mi teoría.

Bien, sigamos. El explorador señala en su libro esa presencia «nahua» ya mencionada en proximidades del Alto Xingú. Cerca, también, se encuentra otro grupo cultural, los «Maxubis», con quienes conviviera un tiempo, llamándole poderosamente la atención el ritual de, todos los amaneceres, formar toda la aldea mirando al naciente Sol, elevar sus manos en esa dirección y cantar al unísono un himno de salutación al mismo (costumbre que se encontraba hasta épocas muy recientes entre los mexicas). Estos «toltecas», incluso y siempre según la mirada de Fawcett, habrían llegado a ser los fundadores de Tiwanaku.

Podría decirse que era una teoría demasiado simplista ese «difusionismo excesivo» que proponía el inglés. Por cierto, llega a señalar que veía como posible que una rama de los Tupíes hubiera migrado a través del Pacífico hasta la Polinesia, ocupando en el camino Rapa Nui (Isla de Pascua).

Puede parecer excesivamente simplista este «difusionismo», pero en puridad no podría negarse puntualmente el extraordinario parecido que tienen las tallas en madera de los «fueguinos» (en puridad, los selk’nam, onas y yámanas) con los moais de la Isla de Pascua. Puede verse como exagerado ese difusionismo. Pero quien, como un servidor, ha tenido la oportunidad de estar frente a los moais y contemplar directamente las tallas onas conservadas en museos, no puede negar su extraordinario parecido.

Permitan ustedes que yo agregue, a las ideas de Fawcett, un elemento menor pero sugestivo. He hablado ya de los «kuikuros», el grupo tribal (hoy, de unos 500 individuos) que en los Altos del Xingú son los herederos (dicen serlo) de la cultura Kuhgikugu. Muchos de ellos ya están integrados a la civilización occidental, y de los que permanecen viviendo en sus aldeas originales supongo lo hacen por la interesante conveniencia del turismo. Con un altísimo cociente intelectual uniformemente distribuido entre ellos (es hasta simpático verles totalmente inmersos en su ambiente folklórico… pero sin dejar de revisar —algunos, claro— periódicamente sus celulares, aceptando sin ambagues que cuidar sus raíces no va en detrimento de estar enterados de lo que pasa en el mundo vía redes sociales), una de sus costumbres es conservar vestimentas rituales que emplean en ceremonias ancestrales. En ese ajuar se ocupan sólo cuatro colores: negro, rojo, amarillo y blanco. Los cuatro colores, precisamente, que identifican desde siempre a los «cuatro rumbos» del pensamiento mexica, a las nahui mitl, las «cuatro flechas» simbólicas. Son los colores de los «rezos» que se cuelgan ceremonialmente en el «Árbol de Rezos», los colores de las «cuatro puertas» de la ceremonia del Temazcal Guerrero…

Nixtun Ch’ich’

Nixtun Ch’ich’

Nixtun-Chʼichʼ es un sitio arqueológico maya itzá en el departamento de Petén, Guatemala. Tiene una trama urbana con calles y avenidas bastante ordenadas que datan de hace unos 2500 años. Esta es una de las primeras redes urbanas de América y probablemente surgió cuando los antiguos mayas desarrollaron formas más complejas de organización política. Probablemente era un medio para regular y quizás dominar a los habitantes. Sin embargo, el sistema de cuadrícula de Nixtun-Chʼichʼ no tuvo éxito y no se ve en ciudades mayas posteriores.

Ubicación: Central,  Petén

Región: Guatemala

Historia

Fundado: Período Preclásico

Abandonado: 1734

Culturas: maya

Ubicación

Nixtun-Chʼichʼ se encuentra en el borde occidental del lago Petén Itzá. Limita con el lago al sur y al este; por colinas kársticas al norte; y terreno irregular al oeste. El área del sitio es relativamente plana, pero fue construida sobre una cresta baja que se extiende de este a oeste. Los sitios mayas generalmente están dispersos, pero Nixtun-Chʼichʼ se trazó con una cuadrícula urbana. También incluye un eje urbano compuesto por una hilera de más de 15 edificios que se extiende de este a oeste. El eje y la grilla fueron establecidos en el período Preclásico Medio (800-400 a.C.). El sitio también cuenta con importantes construcciones en el Período Preclásico Tardío (400 a. C.-200 d. C.), después del cual el sitio parece haber sufrido un declive, una tendencia que se observa en muchos sitios en el centro de Petén. El sitio también estuvo ocupado desde el Clásico Tardío hasta el período Colonial (600-1734 d.C.).

Misión de San Jerónimo, Petén, Guatemala

Un anzuelo encontrado en Nixtun Chʼichʼ

 

Cuenta de vidrio encontrada en Nixtun Chʼichʼ

 

 

Un tiesto de olivo encontrado en Nixtun Chʼichʼ

 

 

Período Preclásico

Durante las temporadas 1995, 2006-2008 y 2013-2014 en Nixtun-Ch’ich, Proyecto Itza encontró construcciones del período Preclásico (ca.1000 a.C.-200 d.C.) en casi todas las unidades de prueba excavadas. Estaba claro que las construcciones más importantes del sitio, ocurrió antes del año 200 d.C. En 2013-2014, Proyecto Itza volvió a mapear el sitio y descubrió que contenía una red urbana . En 2015, Proyecto Itza comenzó a investigar intensamente las ocupaciones del período Preclásico junto con su trabajo sobre el período Posclásico.

Período posclásico tardío y colonial

Se han encontrado asentamientos de los períodos Posclásico y Colonial en Nixtun-Chʼichʼ en el Sector QQ ( período Posclásico Medio a Tardío), el Sector WW (período Posclásico Medio a Tardío), el Sector XX (período de Contacto o Colonial) y el Sector ZZ (período Colonial).

Arqueología Subacuática

En 2015, Proyecto Itza inició un programa de arqueología subacuática en el lago Petén Itzá y comenzó a tomar muestras en 2018. El objetivo de este trabajo es discernir depósitos en el lago dejados como ofrendas o arrojados accidentalmente al lago como resultado del comercio. Proyecto Itza ha identificado varias áreas que “parecen” puertos en Nixtun-Chʼichʼ y probaremos esta hipótesis mediante muestreo submarino.

Documental Nixtun Ch’ich’

En 2017, Proyecto Itza comenzó a filmar un documental sobre el desarrollo de la planificación urbana y el estado en Nixtun-Chʼichʼ.

Se descubre que una ciudad maya de 2.600 años de antigüedad tiene un diseño de cuadrícula único

Imagen de portada: Vista aérea de la ciudad (foto de Timothy Pugh)

Una ciudad maya amurallada de hace 2.600 años estaba dispuesta en una cuadrícula que sugiere que el gobernante que supervisó el diseño era una persona particularmente poderosa. La ciudad, Nixtun-Ch’ich’ en Petén, Guatemala, está siendo protegida de los saqueadores por los ganaderos propietarios de las tierras en las que se sitúa la antigua ciudad.

La ciudad tiene pirámides de cima plana y otras estructuras grandes que estaban orientadas en un eje este-oeste que se desviaba sólo un 3 por ciento del verdadero este, dice un artículo en Live Science. Es la única ciudad maya diseñada en forma de cuadrícula. Otra antigua ciudad mexicana, Teotihuacán de los aztecas, estaba dispuesta en forma de cuadrícula, pero se trataba de una civilización diferente.

“Es una organización vertical”, dijo a WordsSideKick.com el arqueólogo Timothy Pugh del Queens College de Nueva York. “Algún tipo de gobernante muy, muy poderoso tuvo que organizar esto”.

Pugh presentó recientemente la investigación de su equipo en la reunión anual de la Sociedad de Arqueología Estadounidense.

Live Science informó:

Tienes alrededor de 15 edificios en línea recta exacta; esa es el área ceremonial principal’, dijo [Pugh]. Estos 15 edificios incluían pirámides de cima plana que se habrían elevado hasta casi 100 pies (30 metros) de altura. Los visitantes habrían subido una serie de escalones para llegar a la estructura del templo en la cima de cada una de estas pirámides. Al final del camino ceremonial, en el extremo oriental de la ciudad, hay una estructura o grupo “tríadico”, que consta de pirámides y edificios que se construyeron uno frente al otro en una. Estructuras como este grupo triádico (el nombre proviene de las tres pirámides o edificios principales del grupo) se han encontrado en otras ciudades mayas tempranas. Las áreas residenciales de la ciudad se construyeron al norte y al sur de la ruta ceremonial y también se incluyeron en el diseño de cuadrícula de la ciudad, dijo Pugh.

Al orientar los edificios de este a oeste, es posible que los diseñadores intentaran ayudar a las personas a seguir los movimientos del sol en el cielo, algo que posiblemente fuera importante para su religión.

Algunos de los edificios de la ciudad estaban cubiertos de un yeso blanco brillante, y los investigadores suponen que la ciudad era de un blanco brillante. El edificio estaba rodeado por un muro de piedras y tierra, lo que indicaba que las personas que vivieron allí, aproximadamente entre el 600 y el 300 a. C., estaban preocupadas por la defensa. Este es el mismo período en el que se construyeron por primera vez ciudades en la región, en lo que hoy es Petén, Guatemala.

Pugh dijo que los europeos que vivían en ciudades cuadriculadas no estaban contentos con el diseño. Especuló que tal vez la gente de Nixtun-Ch’ich’ podría haber estado igualmente disgustada. Otras ciudades mayas también tenían calles anchas, pero no estaban organizadas en cuadrícula.

Las personas que ahora viven en las cercanías de la ciudad conocen las ruinas desde hace años, dice Live Science. Pugh dijo que está agradecido de que los ganaderos lo estén protegiendo. Los ganaderos también han estado plantando un tipo de pasto que crece rápidamente y por lo tanto disminuye la erosión de lo que queda de los edificios antiguos de la ciudad.

La ciudad probablemente estaba aislada políticamente de otras ciudades mayas y era una entidad en sí misma, de acuerdo con la norma maya. Los mayas tenían una forma de escritura con glifos, un sistema de calendario, agricultura, arquitectura sofisticada y el panteón y la religión que acompañan a toda civilización conocida. Las enfermedades traídas al Nuevo Mundo por los conquistadores españoles tuvieron un efecto devastador en los mayas y mataron a muchos. Pero hay millones de mayas, sus descendientes, que viven hoy en México y en otros lugares.

Hubo cazadores-recolectores en Centroamérica durante miles de años antes de que surgiera la civilización maya, pero los científicos no están seguros de qué pueblos del mundo habitaron por primera vez el Nuevo Mundo.

Pugh comenzó su investigación en Nixtun-Ch’ich’ en 1995 y se centró en los restos del pueblo maya mucho después de que la ciudad fuera abandonada. Mientras tanto, él y sus colegas han estado cartografiando y excavando la ciudad.

Relieve de un príncipe maya; Los investigadores especulan que un gobernante poderoso supervisó el diseño de la ciudad de Nixtun-Ch’ich’. (Foto de Wolfgang Sauber/Wikimedia Commons)

Jeroglíficos mayas que representan signos diurnos (Wikimedia Commons)

Mounds City

Mounds City

Tremper Mound y Earthworks

Coordenas : 38o48o05oN 83o00o35-W

Tremper Mound y Obras

Una foto de 2003 de Tremper Mound

Ubicación: West Portsmouth, Ohio, Condado de Scioto, Ohio, EE.UU.

Región: Condado de Scioto, Ohio

Historia

Fundada: 100 a.C.

Abandonado: 500 d.C.

Culturas: La tradición Hopewell

Notas del sitio

Fechas de excavación: 1915

Arqueólogos: William C. Molinos Sociedad Histórica de Ohio

Arquitectura

Estilos arquitectónicos: obras de tierra

Detalles arquitectónicos: Número de monumentos: 1

Tremper Mound y Earthworks: UU. Registro Nacional de Lugares Históricos

NRHP referencia No.: 72001041[1]:

Añadido a NRHP: 6 de diciembre de 1972[1]; Organismo responsable: privado

El Tremper Mound and Works es un cerramiento de tierra Hopewell (100 a.C. a 500 CE) y un gran montón de forma irregular. El sitio se encuentra en el condado de Scioto, Ohio, a unas cinco millas al noroeste de Portsmouth, Ohio, en la segunda llanura de inundación, con vistas al Scioto River. Fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos en 1972.

Descripción

Las obras de Tremper incluyen un gran recinto de tierra en forma de un óvalo aplanado. Con una medición de 480 pies (150 m) por 407 pies (124 m), el óvalo fue introducido a través de una abertura en la parte suroeste del recinto. En el centro del óvalo hay un gran montículo de forma irregular. Creído por algunos como un montaje de la efigie construido en la forma de un animal, aunque nunca ha habido ninguna prueba concluyente de esto.[2]

El sitio fue inspeccionado en la década de 1840 por Charles Whittlesey para E. G. Squier y E. H. Davis, y un grabado fue incluido en su libro Monumentos Antiguos del Valle del Mississippi.[3] El sitio fue excavado por William C. Mills de la Sociedad Histórica de Ohio en 1915. Descubrió numerosos postmoldos en la base del montaje, revelando el contorno de una estructura de madera de 200 pies (61 m) de largo por 100 pies (30 m) de ancho. El patrón mostró que había habido un gran edificio con varias cámaras más pequeñas en su extremo oriental.[2]

El sitio es de propiedad privada y una vez fue una granja de trabajo.[4]

Pipas

Figura de pájaro de Tremper Mounds

Otro descubrimiento significativo hecho en Tremper fueron más de 500 objetos que habían sido rotos deliberadamente y dejados en una de las cámaras orientales. Los objetos incluían 136 tubos humeantes hechos de catlinita o tubería. Noventa eran tubos de efigie esculpidos en las formas de animales, especialmente osos, lobos, perros, castores, cougaras, nutrias, tortugas, grúas, búhos, garzas y halcones.[2]

Se había pensado que el material utilizado para fabricar las tuberías había sido extraído de los afloramientos de piedras de Ohio a través del río Scioto desde Tremper, pero nuevas pruebas han demostrado que la mayoría de las tuberías estaban hechas de tuberías Sterling desde el noroeste de Illinois. Muchas de las tuberías Tremper están en exhibidas en el Centro Histórico de Ohio en Columbus, Ohio.[2]

Este es un mapa del sitio Tremper Mound. Fue publicado en 1848 por Squire y Davis en “Monumentos antiguos del valle del Mississippi”. El sitio Tremper Mound consiste en un montículo de forma irregular de aproximadamente ocho a nueve pies de altura y mide alrededor de 120 pies de ancho y 250 pies de largo. El montículo está rodeado por un terraplén ligeramente ovalado que mide 400 por 500 pies.

ACERCA DEL SITIO

Hay 23 montículos y un muro bajo que lo rodea; cada uno cubre los restos de un edificio funerario. Algunos tenían colecciones espectaculares, como pipas en forma de efigie o mantas relucientes de mica. Este lugar es único entre los sitios sobrevivientes de la era Hopewell y puede reflejar un período de tiempo en el que la construcción de montículos comenzaba a verse aumentada por ideas más grandes y grandiosas sobre la forma geométrica y el recinto envolvente. Aquí la gente creó un monumento cultural colectivo a una escala mucho mayor, un posible prototipo para las figuras geométricas más precisas y complejas que vendrían.

Mound City se concedió por primera vez a un propietario blanco en 1798; y en menos de 40 años pasó cerca del concurrido canal de Ohio y Erie. Cuando Squier y Davis inspeccionaron el sitio en 1846, el bosque aún conservaba la mayoría de los montículos. Pero pronto se despejó la tierra para la agricultura. Los arados pasaban por encima de los muros y de la mayoría de los montículos, año tras año. En 1917, el gobierno federal compró el terreno para Camp Sherman, un campo de entrenamiento de la Primera Guerra Mundial. El ejército estaba recortando todos los montículos para construir cuarteles cuando Henry Shetrone, de la Sociedad Histórica de Ohio, intervino y pidió que se salvara el montículo central. En 1923, el sitio se convirtió en Monumento Nacional y tres años más tarde, la Sociedad Histórica de Ohio restauró los montículos. Desde 1992, Mound City ha sido el centro del Parque Histórico Nacional de la Cultura Hopewell.

El enorme Camp Sherman cubría Mound City y gran parte de la tierra circundante a principios del siglo XX.

Para sus constructores, esta elaborada necrópolis debe haber sido un lugar de memoria reverente, como la Abadía de Westminster en Gran Bretaña o los monumentos conmemorativos a lo largo del Mall en Washington, DC. Todos estos montículos cubren los pisos y los huecos para postes de los edificios ceremoniales. Los patrones muestran una variedad de diseños, aunque la mayoría de las veces son rectángulos con esquinas redondeadas.

En el interior, los fuegos ardían en cuencas de arcilla poco profundas. Las ceremonias incluían la cremación de los muertos y ritualmente mataban (rompían o quemaban) los objetos para dejárselos con ellos. Las cenizas y los restos fueron barridos y colocados cuidadosamente en el suelo del edificio o en plataformas bajas de tierra. En una ceremonia final, cada edificio fue derribado o quemado y se construyó un montículo sobre sus restos y contenido.

Los descubrimientos bajo los muros sugieren que la gente vivía y celebraba rituales aquí mucho antes de que se construyeran la mayoría de estos montículos. Durante el siglo I d. C. se construyeron algunas casas ceremoniales; sus fogones y puertas tenían una variedad de orientaciones. Algunos de ellos probablemente ya estaban amontonados cuando comenzó la segunda fase, a principios del siglo II. Se erigieron tres edificios centrales, creando un nuevo foco ritual. Se construyeron al menos otros siete edificios que apuntan hacia este enfoque. Y se agregó el muro bajo para encerrar las cosas, fortaleciendo la formalidad del sitio y su sentido de propósito común. Se asemeja a la forma de un edificio individual; y sus dos puertas definen un eje. Esta centralización y cerramiento de todo el sitio puede reflejar una creciente organización y clasificación social entre la gente. A principios del siglo III, el montículo estaba completo.

Plano de Mound City que muestra la orientación de las estructuras del submontículo y el predominio de las características centrales.

El Montículo Central era el más alto aquí: 19 pies cuando se midió por primera vez en la década de 1840. El edificio debajo era complejo. Se accedía a una habitación hundida por una rampa. Cuando esta habitación dejó de utilizarse, los constructores dejaron sólo una zona hueca poco profunda, cuyo revestimiento de arcilla se había cocido de rojo por muchos fuegos. Algún tiempo después, dejando una serie de postes en su lugar, llenaron la habitación y construyeron una nueva pila de arcilla exactamente encima de la antigua. Sobre un nuevo piso, de arcilla y arena encharcadas, erigieron un edificio y dispusieron diez entierros cremados sobre plataformas de tierra sustentadas por troncos y techadas con corteza.

Tres elaborados entierros en el Montículo Central probablemente correspondían a líderes o ancianos respetados. Los objetos que les quedaban probablemente significaban muchas cosas, incluido el trabajo especial de una persona en la vida, su estatus y sus conexiones con la comunidad y con fuerzas poderosas de la naturaleza. El hongo amanita, conocido por sus cualidades venenosas y alucinógenas, se representa como una efigie de cobre y puede

Debajo de otro montículo, una bolsa grande (colocada junto a una palangana de arcilla) estaba llena de cenizas, cuentas, algunos artículos de cobre y alrededor de 200 tubos en forma de efigie tallada, todos rotos intencionalmente. Los cuencos para pipa representan una variedad de animales, tallados con precisión y gran arte. Varios mostraban cabezas humanas. Otro depósito de tuberías casi idénticas se encontró en Tremper Mound, 40 millas al sur de Mound City a lo largo del río Scioto.

Los animales que se muestran en las pipas de Mound City son figuras tradicionales de las historias de Eastern Woodland, criaturas con voluntad y poder propios.

Cerca de la entrada occidental había dos montículos, inusualmente juntos. Aquí hubo una vez dos edificios: uno más antiguo y otro más nuevo y más pequeño, conectados por una galería. En el interior había varios pozos y palanganas de arcilla, lo que sugiere que pudo haber sido el lugar de preparación para los rituales y depósitos más formales de al lado. El edificio más grande albergaba entierros elaborados. En una plataforma baja, cuatro personas fueron enterradas en lo que William Mills llamó “un esplendor de mica”, junto con muchos objetos preciosos. Otros cuatro entierros en plataformas estaban marcados de manera similar por objetos preciosos, ahora en el Centro de Visitantes: placas de buitre de dos cabezas, un inusual tocado de animal de cobre con orejas móviles, astas de ciervo de cobre y un torso humano de mica, tal vez la parafernalia de representaciones rituales, míticas recreaciones. Este “edificio doble” pudo haber sido modelo para otras versiones más grandes en

En su día, Mound City era mucho más que una “necrópolis” silenciosa o una “ciudad de los muertos”. Aquí sucedieron muchas cosas, incluidos varios proyectos de construcción hasta que se construyó el muro final. Y tal vez muchas fiestas y festivales: las capas más bajas de tierra depositadas en el muro contienen grandes cantidades de carbón y huesos de ciervo. Arqueólogo del sitio Bret Ruby:

Era un lugar mucho más activo; se utilizaba para una gran variedad de funciones, incluidos los banquetes. Otro punto que esto muestra sobre Mound City es que el muro del terraplén fue probablemente una de las últimas cosas construidas. Lo que vemos hoy es su forma final, esencialmente después de su abandono. Así que es importante pensar en esto como un lugar que creció con el tiempo, tal vez hasta cuatro siglos, lo cual es un lapso de tiempo increíblemente largo, muchas generaciones.

La sociedad Hopewell se benefició de la fertilidad de los ecosistemas de la región, pero también practicó una agricultura bien desarrollada. La arqueóloga Ruby explica:

La gente de Hopewell eran agricultores y participaban en la transición entre un estilo de vida de caza y recolección a un estilo de vida agrícola, incluida la domesticación de plantas aceitosas y almidonadas. Estaban limpiando terreno, plantando y cosechando cultivos: agricultores plenamente comprometidos. Habría habido importantes aberturas en el bosque, provocadas por la tala de terrenos para la agricultura. Se están mudando, limpiando parcelas, usándolas durante un período de años y luego limpiando otras parcelas. Entonces es un movimiento cambiante a través del paisaje. Se abren nuevas parcelas, se abandonan antiguas parcelas y se las reclama a la naturaleza.

Hopeton Earthworks, al otro lado del río desde Mound City, se puede visitar como parte del Parque Histórico Nacional de la Cultura Hopewell.

La forma general de Mound City es un cuadrado con esquinas redondeadas que se asemeja a las casas debajo de sus montículos. Hasta hace poco parecía único entre los movimientos de tierra. Pero el arqueólogo Jarrod Burks ha descubierto varios movimientos de tierra ahora invisibles que fueron dibujados como círculos por exploradores del siglo XIX, pero que la teledetección moderna ha demostrado que son cuadrados con esquinas redondeadas:

Quizás todos estos mapas antiguos, digamos, Squier y Davis u otras publicaciones que muestran un círculo: parece que un número significativo de estos círculos no son círculos, en realidad son cuadrados con esquinas redondeadas. Esto es significativo porque especialmente Mound City parece aparecer de la nada, cuando en realidad eso no es cierto: parece haber muchos otros movimientos de tierra con estas formas, estos cuadrados con esquinas redondeadas.

El mapa de Mound City de Squier y Davis también muestra un círculo enorme, justo al sur. Sus restos yacen en los campos a lo largo de la Ruta 104. Ahora muy degradados, sus restos fantasmales todavía son visibles en antiguas fotografías aéreas. Cuando la carretera se amplió recientemente, los arqueólogos investigaron: la zanja exterior tenía originalmente doce pies de profundidad y estaba cuidadosamente revestida con una capa de arcilla de un pie de espesor para contener las pendientes y el agua. Los entierros asociados en el montículo central sugieren que esta obra monumental estuvo aquí antes que Mound City.

Es probable que Shriver (círculo) y Mound City (cuadrado) se convirtieran en prototipos de un nuevo diseño híbrido en Hopeton Earthworks (justo al otro lado del río) y, a su vez, condujeran a toda la experimentación y perfección geométrica que se encuentra en Paint Valley y en Newark. y en otros lugares durante la era Hopewell.

Hopeton y High Bank son dos importantes movimientos de tierra geométricos que permanecen (aunque degradados) en el área inmediata de Chillicothe, ahora bajo la protección del Parque Histórico Nacional de la Cultura Hopewell. Hopeton ahora está abierto a los visitantes, mientras que High Bank sigue siendo una reserva de investigación.

El círculo y el octágono vinculados en High Bank se parecen notablemente a otro par en Newark, Ohio. Los arqueólogos todavía están investigando, pero parece que las formas están conectadas de manera similar con eventos astronómicos. El eje transversal del octágono señala la salida de la luna más al norte. Y una de las paredes del octágono señala el amanecer del solsticio de verano. Entre ellos, estas dos alineaciones determinan la orientación y la forma del octágono. Más misteriosos son los muros y círculos que se extienden hacia el suroeste.

Si bien Newark y High Bank están separados por aproximadamente 70 millas, fueron diseñados utilizando principios similares. Sus círculos comparten el mismo diámetro y cada uno armoniza con su octágono: en High Bank, los puntos en el centro de los ocho lados del octágono se pueden unir para formar un círculo de igual diámetro. Ray Hively y Robert Horn han demostrado que High Bank, al igual que Newark, codifica las ocho paradas lunares, además de los cuatro solsticios, mientras que los ejes de los dos diseños están separados exactamente 90 grados. Los constructores no pudieron simplemente replicar el diseño de Newark debido a la diferencia de latitud, por lo que tuvieron que crear aquí otro instrumento igualmente complejo y sutil.

High Bank Earthworks se centra en una línea axial que también conecta otros dos movimientos de tierra gigantes a lo largo de una distancia de varios kilómetros.

Directamente al otro lado del río Scioto desde Mound City se encuentran los movimientos de tierra de Hopeton: un gran cuadrado, con un círculo ligeramente superpuesto. Dos círculos más pequeños marcan las puertas de entrada a la plaza de diferentes maneras; y largas paredes paralelas conducen a la orilla de un antiguo cauce del río. Los antiguos muros alguna vez tuvieron tres metros de altura, pero los agricultores los han arado e incluso demolido con topadoras, por lo que sólo quedan débiles rastros. Sin embargo, en fotografías aéreas antiguas o con nuevos sensores magnéticos, las líneas antiguas todavía cobran vida.

El Dr. Mark Lynott explica sus descubrimientos dentro del muro de Hopeton, durante el verano de 2002:

Estamos cerca del centro del muro aquí, y esto muestra muy claramente una sección de cómo está construido el muro. En la base tenemos un subsuelo amarillo donde se había quitado la capa superior del suelo. Y entonces llegó el Hopewell y puso aquí esta sección negra de arcilla esterilizada. Tiene un poco de material quemado pero ningún artefacto. Y luego encima agregaron esta arcilla roja, algo más arcillosa; y esto es altamente magnético, y eso es lo que funcionó tan bien con nuestros magnetómetros.

El Dr. Lynott continúa:

Esto se debe, a su manera, a la organización del pueblo Hopewell, tan espectacular como las pirámides mayas, como las pirámides egipcias, porque estos pueblos no son sociedades agrícolas; no están organizados de esa manera. Son un grupo de personas mucho más igualitario; Son mucho más móviles y aun así lograron construir aquí algunos monumentos de tierra espectaculares. Y lo que es increíble es que eso no encaja con los modelos antropológicos tradicionales de organización y logros sociales.

Después de la década de 1930, la agricultura mecanizada aceleró rápidamente la destrucción de muchos de los gigantescos movimientos de tierra geométricos como Hopeton. Podemos rastrear este proceso comparando fotografías aéreas: en 1938, las paredes todavía se veían claramente, incluso los largos paralelos que bajaban hacia el río. Pero en 1985 ya no se ve nada. Las paredes han sido aplanadas hasta adquirir formas bajas y anchas, y apenas son visibles, ya sea desde el aire o a la altura de los ojos.

Una fotografía aérea de 1938 muestra los contornos claros del círculo y el cuadrado de Hopeton, similares en tamaño a Shriver Circle y Mound City, respectivamente.

Plataformas pipas tabaco

La tubería de la plataforma fue conocida como la tubería de “Monitor” por George A. West, que los describió inicialmente en 1939, por su parecido con el barco de la Guerra Civil con ese nombre. Estas tuberías fueron introducidas por la cultura Hopewell alrededor de 1200 B.C. Su uso comenzó a menguar en algún momento durante el período de Middle Woodland alrededor de 500 d.C. D.R. Gehlbach señaló que estas tuberías se utilizaron en ceremonias funerarias y fueron enterradas con individuos de alto estatus. Muchos estaban adornados con efigies animales y de aves, incluyendo osos, lobos, perros, castores, cougars, nutrias, tortugas, grúas, búhos, garzas y halcones (abajo). Debido a que estas tuberías son muy deseables, a menudo son objeto de reproducción. La tubería de la imagen anterior (arriba izquierda) fue recuperada del sitio Hopewell en el condado de Scioto, Ohio y está hecha de Feurt Ohio tanpio. La gran mayoría de estas tuberías también se encuentran en Ohio y sus alrededores. La tubería superior derecha es una tubería de efigie de la tubería de la Tremper Mound, también ubicada en el condado de Scioto, Ohio. Este sitio produjo unas 136 pipas humeantes hechas de tubería Sterling o catlinita del noroeste de Illinois. C.B. Moore recuperó un ejemplo de una tubería de plataforma de un montaje bajo (menos de 3 pies de altura) en la granja Markham cerca de Tiptonville, Tennessee. La tubería estaba hecha de piedra arcillosa y estaba muy rota. La cerámica del entierro fue descrita como “coron” y “llain” y no fue ilustrada. Gordon Willey ilustró un ejemplo de este tipo del sitio de Gaston en Carolina del Norte, afirmando que la tubería pertenecía a la tradición Hopewellian Woodland, fase de Vincent (periodo del montaje II). Una de esas tuberías, similar en forma a la que se ve en la parte superior izquierda, también fue recuperada en un contexto mortuorio del sitio Tunacunnhee en el noroeste de Georgia. El resto de tuberías (abajo) también son del Tremper Mound en Ohio.

 

 

 

ILLUSTRACION DE 1848 “ANCIENT MONUMENTOS DEL MISSISSIPPI VALLEY” EARLY MAP DE CIUDAD MOUND SITE DESDE SQUIRE y DAVIS HOPEWELL SITE ROSS COUNTY, OHIO

Paquimé

Paquimé

Patrimonio de la Humanidad de la Unesco

Coordenadas: 30°21′58.67″N 107°56′50.74″O

Zona arqueológica de Paquimé.

Localización

País: México

Datos generales

Tipo: Cultural

Identificación

Región: América Latina y el Caribe

Inscripción: 1998 (XXII sesión)

Paquimé es una zona arqueológica de la Cultura de Paquimé, está localizada aproximadamente a 260 km al noroeste de la ciudad de Chihuahua, México, a medio kilómetro del poblado de Casas Grandes y a 5 kilómetros de la ciudad de Nuevo Casas Grandes. Esta zona arqueológica fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998.1

Cultura

Fue un asentamiento prehispánico que influyó en el noroeste de la Sierra Madre Occidental; la mayor parte del oeste de Chihuahua y algunas áreas de los estados de Sonora, Arizona, Utah, Colorado y México. Los investigadores calculan que la población probablemente llegó a tener unos 3500 habitantes, pero se desconocen su filiación lingüística y étnica.

El sitio es famoso por sus construcciones de adobe y sus puertas en forma de “T”. De su extensión total solo una fracción está cercada y una menor excavada. Sus edificios tienen rasgos de la cultura de Oasis-América y demuestra la destreza de los arquitectos prehispánicos de la región.

En el oeste de esta población hay una hilera de estructuras construidas con relleno y piedra que probablemente estuvieron cubiertas con cal pintada; esos fueron los centros ceremoniales.

Algunos investigadores sostienen que Paquimé tuvo un desarrollo cultural autóctono de la cultura Dulce de Oasis-América. Otros afirman que fue el resultado de la invasión de una élite del altiplano mexicano o México central.

Así se generó un puesto de comercio foráneo dedicado a la producción de plumas de guacamayas, al intercambio de conchas, cerámica, cobre, etcétera.

Los objetos que más distinguen a Paquimé son justamente sus vasijas de barro; a las que se les denomina Olla. Esto, porque más que un artículo de uso simple, como sería un jarro, son ceremoniales o decorativas y por ende sería más apropiado llamarles jarrones. En México, es más usual llamar jarro a una vasija para agua u otra bebida.

Los pobladores de Paquimé dejaron como legado miles de vasijas decoradas en las que plasmaron sus propios rostros, las formas de sus cuerpos, la decoración de los mismos, los animales de su entorno y muchas otras figuras más.

Paquimé alcanzó su máximo desarrollo en entre 1060 y 1340. Durante esa época se construyeron viviendas de varios pisos, las cuales contaba con servicios de drenaje y calefacción. También se edificaron lugares especiales para adorar a sus dioses y acueductos para abastecerse de agua.

Hacia 1340, la ciudad de Paquimé inició una etapa de debilitamiento y fue abandonada por sus habitantes. Se desconoce el motivo por el cual la población emigró hacia otros lugares.

Historia

Cerámica de la Cultura Paquime, Galería Norte de México, Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México.

 

 

 

 

 

Olla, de la cultura Casas Grandes. Forma parte de la colección del Museo de Stanford (Estados Unidos).

 

 

Olla con forma humana, de la cultura Casas Grandes. Forma parte de la colección del Museo de Stanford (Estados Unidos).

 

 

 

 

 

 

 

 

Cerámica de la Cultura Paquime, Galería Norte de México, Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México.

 

Alrededor del año 700 se dio inicio la cultura Paquimé en la región con la introducción de la agricultura y construcción de pequeñas casas de adobe semi subterráneas construidas a la orilla de los ríos Piedras Verdes, San Pedro y San Miguel, dichos ríos forman al unirse el río Casas Grandes.

Charles Di Peso, arqueólogo que ha estudiado la zona, ha propuesto seis etapas que muestran el desarrollo de la cultura.

I.- Horizonte precerámico. Se ignora su inicio y concluyó entre los siglos I y II.

II.- Período de la cerámica sin decoración. Concluyó alrededor del siglo VIII.

III.- Período viejo. Concluyó alrededor del siglo XI. El período viejo se subdivide en: a) Fase Convento. b) Fase Pilón. c) Fase Perros Bravos.

IV.- Período medio. Terminó en el siglo XIV. El período se subdivide en: a) Fase Buena Fe. b) Fase Paquimé. c) Fase Diablo.

V.- Período tardío. De 1340 a 1660. El período se subdivide en: a) Fase Robles. b) Fase de los primeros contactos esporádicos con los españoles.

VI.- Período de los españoles. De 1660 a 1821.

Durante el período viejo se establecieron las primeras aldeas y sus pobladores practicaban la agricultura de temporal además que aprovechaban los escurrimientos de agua de la sierra.

Durante las fases Convento y Pilón inició la construcción de casas circulares construidas por la excavación de un círculo a la profundidad de menos de un metro que servía de base, el área de tales viviendas era de 10 m² aproximadamente y la puerta redondeada, en el centro de la aldea se erigía una vivienda comunitaria de mayor tamaño que las casas familiares.

Durante la fase Perros Bravos aumentó el tamaño de las viviendas, se empezaron a construir pegadas unas a otras y su base dejó de ser circular para adoptar la forma cuadrada. La cerámica decorada se hizo presente en este período, además aparecen pedazos de concha, collares, cuentecitas de turquesa y cobre trabajado.

Durante el período medio se transformó la organización social y el aspecto de la ciudad. Durante la fase Buena Fe las casas son de un solo piso, las puertas tienen la forma de T y los techos son de viga.

Durante la fase Paquimé la población alcanza su mayor esplendor, las relaciones comerciales con otras poblaciones aumentan y se construyen montículos ceremoniales. La población está atravesada por un sistema de acequias que le proporcionan agua, se construyó un juego de pelota y dio inicio la construcción de casas de varios pisos, algunas construcciones alcanzaron hasta cuatro niveles.

Durante la fase Diablo el asentamiento fue abandonado parcialmente e inició la decadencia a causa del hostigamiento de los pueblos enemigos, para 1340 la población sucumbe al asedio enemigo y muchos de sus habitantes fueron asesinados, eso se concluye por la cantidad de restos humanos que en posturas grotescas fueron encontrados.

Contexto político del norte de México alrededor de 1350. Presencia de 3 familias lingüísticas alrededor de los 3 reinos determinados por la arqueología. El mapa de las posiciones de 1519 prácticamente permite determinar los grupos que controlaban estas 3 entidades.

Epílogo

Después que Paquimé fue abandonada, pueblos originarios nómadas ocuparon el sitio. Una incipiente cultura del desierto había muerto.

En 1562, el explorador español Francisco de Ibarra señaló que había visitado regiones no exploradas y pobladas por nativos bien vestidos, que vivían en casas de adobe, se dedicaban a la agricultura y contaban con canales de riego y les sobraban alimentos. En 1566 regresó de nuevo a la región y llegó hasta Paquimé o Casas Grandes, población habitada para ese entonces por los nativos sumas, quienes no practicaban la agricultura y vivían de la caza y de la recolección de frutas y raíces.

Francisco de Ibarra escribió:

Está muy poblado de casas de mucha grandeza, altura e fortaleza, de seis a siete sobrados, torreadas o cercadas de fuerte a manera de fuertes para amparo y defensa de los enemigos (…) Tiene grandes y hermosos patios, losados de hermosas, lindas y grandes piedras a manera de jaspe; e piedras de navajas sostenían los grandes y hermosos pilares de gruesa madera, traída de lejos; las paredes bellas enjalbegadas e pintadas de muchos colores, matices e pinturas de su edificio, compuesto a manera de tapias, aunque tejida e revuelta con piedra e piedra más durable e fuerte que la tabla.

Había gruesas e anchas canales del río a los pueblos con que solían llevar agua a sus casas. Tienen grandes y anchas estufas en lo bajo de las casas y edificios para ampara del frío que es allí mucho, porque nieva mucha parte del año e vienen los nortes en extremo fríos de hacia los llanos e de las sierras a donde nieva más de ordinario. Halláronse trazas de metales que los naturales debían de beneficiar e piedras de amolar (…) Hallamos caminos empedrados.

Esta gran casería e congregación de casas no está junta sino dividida en espacio de ocho leguas río abajo (…) Estaban estas casas la mayor parte de ellas caídas, gastadas de las aguas e desbaratadas, porque demostraba cantidad de años que las dejaron y despoblaron sus dueños, aunque había cerca de ellas gente silvestre, rústica y advenediza que dejaban de habitar en casas de tanta grandeza por asistir a morar en bohíos de paja como silvestres animales al sol, aire y frío. Son cazadores, comen todo género de caza e sabandijas silvestres e bellotas; andan desnudos; ellas traen faldellines de cuero de venado adobado, y algunos de las vacas (cíbolos).2

Cerámica Mata Ortiz y Paquimé

A partir de los años 1970 se inició un movimiento artístico basado en estas ollas de barro, la cerámica de Mata Ortiz. Elaborada originalmente por el artesano de la localidad de Mata Ortiz (nombre de un pueblito vecino a Paquimé) Juan Quezada Celado, y descubierta para el mundo por el antropólogo estadounidense Spencer MacCallum. Habiendo iniciado como réplicas de las vasijas u ollas de Paquimé, esta cerámica ha alcanzado a ser la más grande manifestación de arte en barro en México. Ahora, en muchos museos del mundo, se exhiben estas piezas, iniciando con el Museo de Las Culturas del Norte, dentro del sitio arqueológico de Paquimé, operado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Casas Grandes, plano de la ciudad con dos líneas paralelas a 38º. Dibujo: Georgina Parada, a partir del levantamiento y la digitalización de estructuras arquitectónicas realizadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia y del plano publicado en Di Peso, Rinaldo y Fenner, Casas Grandes (vid. supra n. 1), vol. 5, fig. 85.

Mapa Zona Arqueológica de Paquimé, Chihuahua, Mexico

El origen de la cultura Paquimé (superárea cultural mesoamericana) tuvo lugar unos 2 mil años después de la separación de las culturas Mesoaméricanas y Aridoaméricanas. Algunos de los pueblos aridoamericanos empezaron a practicar el cultivo en la zona desértica del norte de México y el sur de los Estados Unidos, en un proceso fue gradual y dilatado. Así, : hacia el año 600 d. C. (periodo que coincide con la época del ocaso teotihuacano), algunos grupos aridoaméricanos recién habían adquirido las técnicas agrícolas, aunque otros –que tempranamente ocuparon el territorio luego poblado por los Hohokam, en el desierto de Sonora— practicaron la irrigación mucho antes, en el periodo que media entre los SS. IX y V AC.1

Epílogo

A la llegada de los primeros europeos, las cuevas aún estaban habitadas por el grupo original, por lo que los españoles pudieron recabar información acerca de su forma de vida, los aborígenes se autonombraban Jovas, y con ese nombre se referían a un grupo o familia más amplio. Esa etnia se considera en la actualidad extinta.

Zona arqueológica Paquimé.

El éxito de este pueblo se refleja en sus obras para controlar el agua y a la vez retener el suelo mediante la construcción de trincheras y terrazas.  Estos sistemas se extendieron desde las montañas hasta los valles del río Casas Grandes. En Paquimé el sistema hidráulico es uno de las instalaciones más importantes del complejo residencial. Construyeron  aljibes, canales, acequias, drenajes y laguna de oxidación de desechos, que atravesaban las Casas a través de muros y pasillos ara el manejo del agua en la Ciudad.

El pueblo de Casas Grandes se extendió por todo el noroeste de Chihuahua. Sus límites fueron hacia el Este las Dunas de Samalayuca y la región de Villa Ahumada, Hacia el Sur, La región Babícora, Hacia el Oeste las Casas en los Acantilados de la Sierra Madre Occidental y Hacia el Norte la región de Janos, Carretas y Ascensión.

En Paquimé se conjugan elementos culturales provenientes de Mesoamérica  y elementos culturales de los pueblos del desierto. Esto quedó plasmado con los montículos ceremoniales que aquí se encuentran; El juego de Pelota es un símbolo de la fertilidad. La serpiente y la guacamaya también. El simbolismo que Paquimé encierra tiene que ver con la reproducción de la vida, la fertilidad, el florecimiento y  la muerte. Paquimé es el Centro Ceremonial de la Cultura Casas Grandes.

Distribuidos de acuerdo a la historia de quienes les dieron vida se encontraron cerca de 24 toneladas de materiales arqueológicos. Entre algunos de estos podemos mencionar objetos de concha, turquesa, cerámica, madera, cestería, plumería, piedras, tierras, cobre, pigmentos, pieles, fibras, cultivos, granos, textiles, adornos personales, fetiches, instrumentos de trabajo, instrumentos musicales, guacamayas, guajolotes, representaciones mágicas en arte mural y rupestre, detalles y acabados arquitectónicos, restos óseos, enterramientos y ofrendas. Son algunos de los muchos objetos que se exhiben en el museo de sitio.

Desde 1936 el Instituto Nacional de Antropología e Historia ha orientado sus esfuerzos a la investigación, conservación y divulgación del bien. De 1956 a 1962 el Arqlgo. Charles Di Peso excavó 2/3 de las casas. El Arqlgo. Eduardo Contreras inició entonces el proyecto de conservación de los vestigios. En 1985 el Arqlgo. Ben Brown continúo con esa labor. Hoy en día al proyecto de investigaciones arqueológicas y de conservación del sitio las dirige el Arqlgo. Eduardo Gamboa Carrera.

Actualmente se pueden observar los muros expuestos a la intemperie de la construcción de un masivo arquitectónico de uso habitacional hecho de barro, empleando moldes de madera, ascendían en hileras formando muros que después cubrían con vigas y tierra apisonado. Al método usado para llevar a cabo la conservación de los vestigios de Las Casas Grandes lo denominamos “Aplanados de Sacrificio”; que consiste en recubrir los elementos originales mediante una capa del mismo material, tierra batida. Este procedimiento permite encapsular los muros y mantener la apariencia de originalidad que requieren los criterios de restauración demandado por los acuerdos internacionales en cartas respaldadas por la UNESCO.

A un costado de esta zona se encuentra el Museo de las Culturas del Norte, un recinto que alberga una de las más bellas colecciones arqueológicas del norte de México recuperada durante las excavaciones en este sitio con proyectos de investigación. Entre algunos de los objetos que se exhiben se pueden mencionar piezas de cerámica de tipos polícromos y en especial vasijas antropomorfas y zoomorfas, madera, cestería, lítica, piedras semi-preciosas, textiles, objetos suntuarios, restos óseos, maquetas didácticas del sitio y su arquitectura, dioramas, materias primas (concha, minerales etc.)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Casas Grandes o Paquimé fue una importante ciudad precolombina que floreció debido a sus extensas redes comerciales entre c. 1150/1200 – 1450 EC en el noroeste del actual Chihuahua, México. Paquimé es uno de los sitios arqueológicos más grandes e importantes de la región de Oasisamérica, y la ciudad jugó un papel clave en la transmisión de bienes y conocimiento entre las culturas del suroeste del desierto precolombino y aquellas de Mesoamérica. La construcción de Paquimé se atribuye ampliamente a personas que demostraron las marcadas características de la cultura mogollón, que existió desde el c. 200 – 1450 EC en lo que es el sur de Nuevo México y Arizona, así como el norte de México, pero continúa un animado debate académico sobre las etnias exactas y los orígenes de los pueblos que vivieron y fundaron Paquimé. Aunque solo el 20% del sitio ha sido excavado y examinado, la UNESCO designó a Paquimé como Patrimonio de la Humanidad en 1998 EC.

Paquimé se encuentra en lo que hoy es el estado mexicano de Chihuahua. Bendecida en términos de hidrología, Paquimé se ubica entre muchos ríos: el río Bavispe y el río Yaqui se encuentran al oeste de la Sierra Madre, y el río Bravo y río Carmen al este. La ciudad está a 56 km al sur de la ciudad de Janos y 240 km al noroeste de la ciudad de Chihuahua. La zona arqueológica de Paquimé abarca 146 hectáreas, y la ciudad cubrió más de 750,000 m2 en su apogeo (27 veces más grandes que Pueblo Bonito en el Cañón del Chaco). La periferia de Paquimé incluía aproximadamente 10,000 habitantes adicionales. Cercas de Paquimé existían alrededor de 350 asentamientos de diversos tamaños, pero eruditos y arqueólogos creen que la zona de influencia política de Paquimé solo se extendía unos 30 kilómetros del centro de la ciudad.

La ciudad incluye montículos de plataforma, vastas plazas para uso público y mercantil, corrales especializados para la cría de guacamayos y pavos, y dos campos, para el juego de pelota, en forma de I construidos en un estilo similar a aquellos encontrados en Mesoamérica. También hay montículos de efigie y montículos ceremoniales en Paquimé. Un montículo ceremonial tiene la forma de serpiente emplumada, el cual podría haber estado dedicado al dios mesoamericano Quetzalcóatl. Otro montículo tiene forma de pavo o alguna especie de ave. También se pueden encontrar un baño de sudor, patios privados, cementerios y varios espacios de almacenamiento ceremonial a través de Paquimé. El sitio tiene puertas en forma de T y columnatas cuadradas al igual que los sitios anasazi en el Cañón del Chaco. Sin embargo, a diferencia de otros sitios en el desierto, Paquimé no tiene kivas (cámaras ceremoniales subterráneas).

 

Mehrgarh

Mehrgarh

Mehrgarh es un sitio arqueológico neolítico (fechado c.  7000 a. C. – c.  2500/2000 a. C.) situado en la llanura de Kacchi de Baluchistán en Pakistán.[1] Está situado cerca del paso de Bolan, al oeste del río Indo y entre las actuales ciudades paquistaníes de Quetta, Kalat y Sibi. El sitio fue descubierto en 1974 por la Misión Arqueológica Francesa[2] dirigida por los arqueólogos franceses Jean-François Jarrige., y su esposa, Catalina Jarrige. Mehrgarh fue excavado continuamente entre 1974 y 1986,[3] y nuevamente desde 1997 hasta 2000.[4] Se ha encontrado material arqueológico en seis montículos y se han recolectado alrededor de 32.000 artefactos del sitio. El asentamiento más antiguo en Mehrgarh, ubicado en la esquina noreste del sitio de 495 acres (2,00 km 2), fue una pequeña aldea agrícola que data de entre el 7000 a. C. y el 5500 a. C.

Ruinas de casas en Mehrgarh, Baluchistán

El sitio arqueológico de Mehrgarh consta de una serie de montañosos arqueológicos bajos en la llanura de Kachi, cerca de la desembocadura del paso de Bolan. Situados junto a la orilla oeste del río Bolan, se encuentran a unos 30 kilómetros de la ciudad de Sibi. Cubrimiento de una superficie de unas 250 hectáreas, la mayoría de los yacimientos arqueológicos están sepultados bajo las acumulaciones de aluvión, aunque en otras áreas se pueden ver erosionando en la superficie. Actualmente los restos excavados expuestos en el lugar comprenden un complejo de grandes estructuras de ladrillo de barro compartimentado. Construido en ladrillos de barro plano-convexos formados a mano, la función de estas unidades subdivisadas todavía es incierta, pero se cree que muchas eran para almacenamiento en lugar de residencial. Los montañosos, MR3 y MR1 también contienen cementerios formales, partes de las cuales han sido excavadas.

Nombre alternativo: Mehrgahr, Merhgarh, Merhgahr

Ubicación: Baluchistán, Pakistán

Región: Asia del Sur

Coordenadas: 29°23′N 67°37′E

Historia

Fundado: C.  7000 a. C.; Hace 9023 años

Abandonado: C.  2600 a. C.

Periodos: Neolítico

Notas del sitio

Fechas de excavación: 1974–1986, 1997–2000

Arqueólogos: Jean-François Jarrige, Catherine Jarrige

Seguido por: Período Harappa temprano

Historia

Mehrgarh es el sitio más antiguo conocido en el sur de Asia que muestra evidencia de agricultura y pastoreo.[5] [6] [nota 1] Fue influenciado por la cultura neolítica del Cercano Oriente,[16] con similitudes entre “variedades de trigo domesticadas, fases tempranas de agricultura, cerámica, otros artefactos arqueológicos, algunas plantas domesticadas y animales de rebaño”.[17] [nota 2] Según Asko Parpola, la cultura migró al valle del Indo y se convirtió en la civilización del valle del Indo de la Edad del Bronce.[18]

Situado en la misma zona que Mohenjo-Daro y Harappa, menos extensa que estas, pero mucho más antigua, forma la base de la denominada Cultura del Indo.

Jean-François Jarrige aboga por un origen independiente de Mehrgarh. Jarrige señala “la suposición de que la economía agrícola se introdujo plenamente desde el Cercano Oriente hasta el sur de Asia”[19] [nota 2] y las similitudes entre los sitios neolíticos del este de Mesopotamia y el oeste del valle del Indo, que son evidencia de un “continuo cultural” entre esos sitios. Sin embargo, dada la originalidad de Mehrgarh, Jarrige concluye que Mehrgarh tiene un trasfondo local anterior” y no es un “‘remanso’ de la cultura neolítica del Cercano Oriente”.]

Ubicación dentro de la provincia paquistaní de Baluchistán

Lukács y Hemphill sugieren un desarrollo local inicial de Mehrgarh, con continuidad en el desarrollo cultural pero con un cambio poblacional.[35] Según Lukács y Hemphill, si bien existe una fuerte continuidad entre las culturas neolítica y calcolítica de Mehrgarh, la evidencia dental muestra que la población calcolítica no descendió de la población neolítica de Mehrgarh,[36] lo que “sugiere niveles moderados de flujo de genes.”[36] Escribieron que “los descendientes directos de los habitantes neolíticos de Mehrgarh se encuentran al sur y al este de Mehrgarh, Pakistán, en el noroeste de la India y en el borde occidental delDeccan Plateau“, con el Neolítico Mehrgarh mostrando mayor afinidad con el Calcolítico Inamgaon, al sur de Mehrgarh, que con el Calcolítico Mehrgarh.[36] [nota 3]

Ubicación del sitio de Mehrgarh.

Gallego Romero et al. (2011) afirman que su investigación sobre la tolerancia a la lactosa en la India sugiere que “la contribución genética de Eurasia occidental identificada por Reich et al. (2009) refleja principalmente el flujo de genes de Pakistán, Irán y Medio Oriente“.[39] Gallego Romero señala que los indios que son tolerantes a la lactosa muestran un patrón genético con respecto a esta tolerancia que es “característico de la mutación europea común”.[40] Según Romero, esto sugiere que “la mutación de tolerancia a la lactosa más común realizó una migración bidireccional desde el Medio Oriente hace menos de 10.000 años. Si bien la mutación se extendió por Europa, otro explorador debe haber llevado la mutación hacia el este, a la India, probablemente viajando a lo largo de la costa del Golfo Pérsico donde se han encontrado otros focos de la misma mutación”.[40] Señalan además que “[l]a evidencia más antigua de pastoreo de ganado en el sur de Asia proviene del sitio de Mehrgarh en el valle del río Indo y data de 7.000 años antes”.[39] [nota 4]

Periodos de ocupación

Los arqueólogos dividen la ocupación del lugar en ocho períodos.

Período I de Mehrgarh (antes del 7000 a. C.-5500 a. C.)

El Período Mehrgarh I (antes del 7000 a. C. – 5500 a. C.)[nota 5] fue neolítico y cerámico (sin el uso de cerámica). La agricultura más antigua de la zona fue desarrollada por pueblos seminómadas que utilizaban plantas como el trigo y la cebada y animales como ovejas, cabras y ganado vacuno. El asentamiento se estableció con edificios de adobe sin cocer y la mayoría de ellos tenían cuatro subdivisiones internas. Se han encontrado numerosos entierros, muchos de ellos con bienes elaborados como cestas, herramientas de piedra y hueso, cuentas, brazaletes, colgantes y, ocasionalmente, sacrificios de animales, y quedan más bienes en los entierros de hombres. Adornos; Se han encontrado conchas de mar, piedra caliza, turquesa, lapislázuli y arenisca, además de sencillas figuritas de mujeres y animales. Las conchas marinas de costas lejanas y el lapislázuli de lugares tan lejanos como el actual Badakshan muestran un buen contacto con esas áreas. Se descubrió un hacha de piedra molida en un entierro y se obtuvieron varias más de la superficie. Estas hachas de piedra molida son las más antiguas procedentes de un contexto estratificado del sur de Asia.

Los períodos I, II y III se consideran contemporáneos de otro sitio llamado Kili Gul Mohammad.[43] La fase neolítica cerámica en la región originalmente se había llamado la ‘fase Kili Gul Muhammad’. Si bien el sitio de Kili Gul Muhammad en sí probablemente comenzó c.  5500 aC , los descubrimientos posteriores permiten ahora definir las fechas del 7000-5000 aC para esta fase neolítica cerámica.[44]

En 2001, los arqueólogos que estudiaban los restos de nueve hombres de Mehrgarh descubrieron que la gente de esta civilización sabía protoodontología. En abril de 2006, se anunció en la revista científica Nature que la evidencia más antigua (y la primera del Neolítico temprano) de la perforación de dientes humanos in vivo ( es decir,en una persona viva) fue encontrado en Mehrgarh. Según los autores, sus descubrimientos apuntan a una tradición de protoodontología en las primeras culturas agrícolas de esa región. “Aquí describimos once coronas molares perforadas de nueve adultos descubiertas en un cementerio neolítico en Pakistán que data de hace entre 7.500 y 9.000 años. Estos hallazgos proporcionan evidencia de una larga tradición de un tipo de protoodontología en la cultura agrícola temprana”.[45]

Período II de Mehrgarh (5500 a. C. – 4800 a. C.) y Período III (4800 a. C. – 3500 a. C.)

El Período Mehrgarh II (5500 a. C.4800 a. C.) y el Período Merhgarh III (4800 a. C.3500 a. C.) fueron neolíticos cerámicos, con alfarería, y posteriormente calcolíticos. El Período II está en el sitio MR4 y el Período III está en MR2.[46] Se han encontrado muchas pruebas de actividad manufacturera y se utilizaron técnicas más avanzadas. Se produjeron cuentas de loza vidriada y las figurillas de terracota se hicieron más detalladas. Las figuras de mujeres estaban decoradas con pintura y tenían diversos peinados y adornos. En el Período II se encontraron dos entierros flexionados con un color ocre rojo., cubierta sobre el cuerpo. La cantidad de bienes funerarios disminuyó con el tiempo, limitándose a adornos y quedando más bienes en los entierros de mujeres. Los primeros sellos de botones se fabricaron en terracota y hueso y tenían diseños geométricos. Las tecnologías incluían perforadoras para piedra y cobre, hornos de corriente ascendente , grandes hornos de pozo y crisoles para fundir cobre . Hay más evidencia de comercio a larga distancia en el Período II: importante como indicación de esto es el descubrimiento de varias cuentas de lapislázuli, una vez más de Badakshan. Los períodos Mehrgarh II y III también son contemporáneos de una expansión de las poblaciones asentadas de las tierras fronterizas en el borde occidental del sur de Asia, incluido el establecimiento de asentamientos como Rana Ghundai, Sheri Khan Tarakai, Sarai Kala, Jalilpur y Ghaligai.[46]

El período III no fue muy explorado, pero se encontró que la fase Togau ( c.  4000 -3500 a. C.) era parte de este nivel, cubriendo alrededor de 100 hectáreas en las áreas MR.2, MR.4, MR.5 y MR.6. , que abarca ruinas, cementerios y vertederos, pero el arqueólogo Jean-François Jarrige concluyó que “una extensión tan amplia no se debió a una ocupación contemporánea, sino más bien al desplazamiento y la superposición parcial en el tiempo de varias aldeas o grupos de asentamientos a lo largo de varios años” siglos.”[47]

Fase Togau

A principios de Mehrgarh III, apareció cerámica Togau en el sitio. La cerámica Togau fue definida por primera vez por Beatrice de Cardi en 1948. Togau es un gran montículo en el valle Chhappar de Sarawan, 12 kilómetros al noroeste de Kalat en Baluchistán. Este tipo de cerámica se encuentra ampliamente en Baluchistán y el este de Afganistán, en sitios como Mundigak, Sheri Khan Tarakai y Periano Ghundai. Según Possehl, hasta la fecha está documentado en 84 sitios. Anjira es un sitio antiguo contemporáneo cerca de Togau.[48]

La cerámica Togau está decorada con diseños geométricos y ya se hacía con un torno de alfarero.

La época del Período III de Mehrgarh, durante la segunda mitad del IV milenio a. C., se caracteriza por importantes novedades. Hay un gran aumento en el número de asentamientos en el valle de Quetta, la región de Surab, la llanura de Kachhi y otras partes de la zona. La cerámica Kili Ghul Mohammad (II-III) es similar a Togau Ware.[49]

Mehrgarh Períodos IV, V y VI (3500 a. C.-3000 a. C.)

El período IV fue del 3500 al 3250 a. C. El período V fue del 3250 al 3000 a. C. y el período VI fue alrededor del 3000 a. C.[50] El sitio que contiene los Períodos IV a VII se designa como MR1.[46]

Período VII de Mehrgarh (2600 a. C.-2000 a. C.)

En algún momento entre 2600 a. C. y 2000 a. C., la ciudad parece haber sido abandonada en gran medida en favor de la ciudad más grande y fortificada de Nausharo, a cinco millas de distancia, cuando la civilización del valle del Indo se encontraba en sus etapas intermedias de desarrollo. El historiador Michael Wood sugiere que esto ocurrió alrededor del 2500 a.C.[51]

El arqueólogo Massimo Vidale considera que una serie de semicolumnas encontradas en una estructura en Mehrgarh, fechadas alrededor del 2500 a. C. por la misión francesa allí, es muy similar a las semicolumnas encontradas en el Período IV en Shahr-e Sukhteh . [52] : min.12:10 

Período VIII de Mehrgarh

El último período se encuentra en el cementerio de Sibri, a unos 8 kilómetros de Mehrgarh.[46]

Estilo de vida y tecnología

Los primeros residentes de Mehrgarh vivían en casas de adobe, almacenaban su grano en graneros, fabricaban herramientas con mineral de cobre local y recubrían sus grandes cestas con betún. Cultivaban cebada de seis hileras , trigo escanda y escanda , azufaifa y dátiles, y pastoreaban ovejas, cabras y ganado vacuno. Los residentes del período posterior (5500 a. C. a 2600 a. C.) pusieron mucho esfuerzo en la artesanía, incluida la talla de pedernal, el curtido, la producción de cuentas y el trabajo del metal.[53] Mehrgarh es probablemente el centro agrícola más antiguo conocido en el sur de Asia.[54]

El ejemplo más antiguo conocido de la técnica de la cera perdida proviene de un amuleto de cobre con forma de rueda de 6.000 años de antigüedad encontrado en Mehrgarh. El amuleto estaba hecho de cobre puro, una innovación inusual que luego fue abandonada.[55]

Artefactos

Diosa Madre sentada, 3000-2500 a.C. Mehrgarh.[56]

Figuras humanas

Las figurillas de cerámica más antiguas del sur de Asia se encontraron en Mehrgarh. Ocurren en todas las fases del asentamiento y prevalecían incluso antes de que apareciera la cerámica. Las primeras figuras son bastante simples y no muestran características complejas. Sin embargo, su sofisticación crece con el tiempo, y hacia el 4000 a.C. comienzan a mostrar sus característicos peinados y sus típicos pechos prominentes . Todas las figurillas hasta esta época eran femeninas. Las figurillas masculinas aparecen sólo a partir del período VII y gradualmente se vuelven más numerosas. Muchas de las figuras femeninas sostienen bebés y fueron interpretadas como representaciones de la “diosa madre”. Sin embargo, debido a algunas dificultades para identificar de manera concluyente estas figuras con la “diosa madre”,[57] [58] [59]

Cerámica

Cerámica pintada de Mehrgarh. 3000-2500 a.C.[60]

La evidencia de cerámica comienza a partir del Período II. En el período III, los hallazgos se vuelven mucho más abundantes a medida que se introduce el torno de alfarero, y muestran diseños más complejos y también motivos animales.[46] Las características figuras femeninas aparecen a partir del Período IV y los hallazgos muestran diseños más intrincados y sofisticación. Los diseños de hojas de pipal se utilizan en la decoración del Período VI.[61] Se utilizaron algunas técnicas de cocción sofisticadas desde los Períodos VI y VII y se ha encontrado un área reservada para la industria alfarera en el montículo MR1. Sin embargo, en el Período VIII, la calidad y complejidad de los diseños parecen haber sufrido debido a la producción en masa y al creciente interés en las vasijas de bronce y cobre.[50]

Entierros

Hay dos tipos de entierros en el sitio de Mehrgarh. Había entierros individuales en los que un solo individuo estaba encerrado en estrechos muros de adobe y entierros colectivos con delgadas paredes de adobe dentro de los cuales se descubrieron esqueletos de seis individuos diferentes. Los cuerpos en los entierros colectivos se mantenían en posición flexionada y se colocaban de este a oeste. Se encontraron huesos de niños en grandes tinajas o entierros en urnas (4000 ~ 3300 a. C.).[62]

Metalurgia

Los hallazgos de metales datan del Período IIB, con algunos objetos de cobre . [46] [61]

Identifican el amuleto metálico más antiguo confeccionado con un molde

Científicos utilizaron una técnica de fotoluminiscencia. Y determinaron que el objeto fue confeccionado con un molde de arcilla, a partir de una figura de cera.

El amuleto de Mehrgarh, el primero realizado con moldes de cera.

Un amuleto de 6.000 años de antigüedad ha sido identificado como el objeto metálico más antiguo conocido hasta ahora confeccionado con un molde de arcilla, a partir de una figura de cera, según un estudio que publica hoy la revista Nature. (15/11/2016)

Científicos del sincrotrón nacional francés Soleil han utilizado una técnica de fotoluminiscencia para estudiar microestructuras invisibles para los microscopios convencionales en el amuleto, encontrado en Mehrgarh (Pakistán).

Para desentrañar los secretos de su fabricación, los investigadores analizaron el espectro lumínico que refleja la pieza metálica.

A partir de esos datos determinaron que el amuleto está compuesto por dos tipos de óxidos de cobre, que han sufrido dos procesos de corrosión paralelos.

El análisis desvela que el objeto es el ejemplo más temprano del que se tiene constancia de la llamada “fundición a la cera perdida”, una técnica para elaborar figuras de metal idénticas a partir de un molde.

Para obtener ese molde, se daba forma primero a una figura con  cera de abeja, que se rodeaba más tarde con arcilla.

El amuleto de Mehrgarh, el primero realizado con moldes de cera.

Al introducir el objeto en un horno, la cera del interior se fundía y la arcilla se podía rellenar con metal fundido, que al solidificarse constituía una réplica exacta de la figura inicial de cera.

El análisis en el sincrotrón francés confirma que el amuleto de Mehrgarh se fabricó en una sola pieza y demuestra que se hizo a partir de cobre fundido sobre un molde de arcilla.

Durante ese proceso, el cobre absorbió una pequeña cantidad de oxígeno, cuyos rastros han permitido a los investigadores desentrañar el proceso.

Los investigadores subrayan en su trabajo que la misma técnica de luminiscencia puede ser una herramienta útil en campos como la geofísica, la ingeniería y las ciencias medioambientales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Terremoto de Lisboa

Terremoto de Lisboa de 1755

Coordenadas: 36°N 11°O

8.7-9.0 en potencia de Magnitud de Momento (MW)

Epicentro y tiempo de llegada del tsunami

Parámetros

Fecha y hora: 1 de noviembre de 1755 (09:30-09:45)

Tipo: Terremoto submarino originado en la falla Azores-Gibraltar

Profundidad: 58 km

 Consecuencias

Zonas afectadas: Portugal, España, Marruecos

Mercalli: XI (Extremo)

Víctimas: Más de 100 000 muertos, 90 000 solo en Lisboa, más de 5000 en España, más de 10 000 en Marruecos.

El terremoto de Lisboa de 1755, también llamado Gran Terremoto de Lisboa, tuvo lugar entre las 09:30 y las 09:40 horas del 1 de noviembre de 1755,12​ se caracterizó por su gran duración, dividida en varias fases y por su violencia, causando la muerte de entre 60 000 y 100 000 personas.34​ Los sismólogos estiman que la magnitud del terremoto de Lisboa habría sido de entre un 8.7 a 9.0 en la escala de magnitud de momento, con su epicentro en algún lugar desconocido en algún punto del océano Atlántico a menos de 300 km de Lisboa.5

El terremoto fue sucedido por un tsunami y un incendio que causaron la casi destrucción total de Lisboa.678​ Este gran temblor acentuó las tensiones políticas en Portugal e interrumpió abruptamente las ambiciones imperiales de este país durante el siglo XVIII.8

Es el primer terremoto cuyos efectos sobre un área grande fueron estudiados científicamente, por lo que marcó las bases de la sismología moderna. Además, el acontecimiento fue discutido extensamente por los filósofos ilustrados europeos, inspirando grandes debates especialmente en el campo de la teodicea.98

El terremoto

Lisboa ya había sido devastada anteriormente por otro desastre natural, el terremoto del 26 de enero de 1531, de una magnitud en torno a 8 en la escala de magnitud de momento. El de 1755 tuvo lugar la mañana del día de Todos los Santos, festivo nacional en Portugal y otros países católicos.3​ Los informes contemporáneos indican que el terremoto duró entre tres minutos y medio y seis minutos, produciendo grietas gigantescas de cinco metros de ancho que se abrieron en el centro de la ciudad.3​ Los supervivientes, huidos en pos de seguridad al espacio abierto que constituían los muelles pudieron observar cómo el agua empezó a retroceder, revelando el lecho del mar cubierto de restos de carga caída al mar y los viejos naufragios. Cuarenta minutos después del terremoto, tres olas de entre 6 y 20 metros engulleron el puerto y la zona del centro,10​ subiendo aguas arriba por el río Tajo.7​ En las áreas no afectadas por el maremoto, los incendios surgieron rápidamente, iniciados en su mayor parte por las velas encendidas en recuerdo a los difuntos en las iglesias, y las llamas asolaron la ciudad durante cinco días.118

De una población lisboeta de 275.000 habitantes,12​ unas 90.000 personas murieron. Otras 10.000 murieron en Marruecos, mientras que en Ayamonte (Huelva, España) murieron más de 1.000 personas, y se registraron víctimas y daños de consideración en más puntos del sur de España y de toda la península ibérica.13

Aunque generalmente se le llama terremoto de Lisboa y fue en España y Portugal donde la sacudida alcanzó su mayor violencia, sus efectos se extendieron por la mayor parte de Europa, África y América. Se sintió en Groenlandia, las Antillas, Madeira, Noruega, Suecia, el Reino Unido e Irlanda. La conmoción fue casi tan violenta en África como en Europa. Gran parte de Argel fue destruida y, a corta distancia de Marruecos, una ciudad de ocho a diez mil habitantes desapareció. Una ola formidable barrió las costas de España y África, sumergiendo ciudades y causando inmensa desolación.14

Efectos

En Portugal

 

El Marqués de Pombal mostrando la reconstrucción de Lisboa por Louis-Michel van Loo, 1766.

Ruinas del Convento do Carmo en Lisboa.

Epicentro estimado del terremoto.

Daños materiales

A causa de ser la festividad de Todos los Santos había numerosas lamparillas encendidas y eso provocó un voraz incendio ulterior. El ochenta y cinco por ciento (85 %) de los edificios de Lisboa resultaron destruidos, incluyendo palacios y famosas bibliotecas, así como la mayoría de los ejemplos de la arquitectura manuelina, distintiva del siglo XVI portugués.15​ Varios edificios que habían sufrido pocos daños a causa del terremoto fueron destruidos posteriormente por el fuego. El recién estrenado Teatro de la Ópera (inaugurado solamente seis meses antes), resultó destruido por el fuego hasta sus cimientos. El Palacio Real, situado junto al río Tajo donde hoy se encuentra el Terreiro do Paço, fue destruido por los efectos sucesivos del terremoto y el maremoto, al igual que el Teatro Real do Paço da Ribeira, situado frente al palacio. Dentro de este, la biblioteca real que constaba de unos 70 000 volúmenes, así como de centenares de obras de arte, incluyendo pinturas de Tiziano, Rubens y Correggio, resultó destruida.

Los archivos reales desaparecieron junto con los detallados expedientes históricos que describían las exploraciones de Vasco da Gama y otros exploradores tempranos portugueses. El seísmo también destruyó importantes iglesias de Lisboa, como la catedral de Santa María, las basílicas de São Paulo, Santa Catarina, São Vicente de Fora, y la iglesia de la Misericordia. El Hospital Real de Todos los Santos (el hospital público más grande de la época) fue consumido también por el fuego y centenares de pacientes murieron carbonizados. La tumba del héroe nacional Nuno Álvares Pereira se perdió también. Los visitantes de Lisboa pueden todavía caminar entre las ruinas del Convento do Carmo, que fueron preservadas para recordar a los lisboetas la destrucción causada por el temblor.8

Reacción del Gobierno

En Portugal reinaba José I, que accedió al trono portugués a los 35 años de edad, tras la muerte de su padre, y casi de inmediato dejó el poder en manos de Sebastião José de Carvalho e Melo, hoy conocido como marqués de Pombal. Este último ocupó el puesto de primer ministro, siendo el favorito del rey, pero la aristocracia lo desdeñaba como el advenedizo hijo de un hacendado rural. Por su parte, el primer ministro sentía aversión por los viejos nobles, a los que consideraba corruptos e incapaces de tomar acciones prácticas. Antes del 1 de noviembre de 1755 había una lucha constante para conseguir el poder y el favor real, pero más tarde, la respuesta competente del marqués de Pombal, cercenó con eficacia el poder de las viejas facciones aristocráticas. La oposición y el resentimiento silenciosos hacia el rey José I comenzaron a manifestarse, lo que culminaría con un intento de magnicidio en la persona del rey, y la eliminación del poderoso duque de Aveiro y de la familia Távora.

Debido a un golpe de suerte, la familia real portuguesa escapó ilesa de la catástrofe que supuso el terremoto del 1 de noviembre de 1755. El rey José I y la corte habían salido de la ciudad, después de asistir a misa al amanecer, satisfaciendo el deseo de una de las hijas del rey de pasar el día de la fiesta de Todos los Santos lejos de Lisboa. Después de la catástrofe, José desarrolló un gran miedo a vivir bajo techo, y la corte fue acomodada en un enorme complejo de tiendas y pabellones en las colinas de Ajuda, entonces en las cercanías de Lisboa. La claustrofobia del rey no disminuyó nunca y, por eso, hasta después de su muerte, su hija María I no comenzó a construir el Palacio de Ajuda, que se encuentra en el sitio del viejo campo de tiendas.

Al igual que el rey, el primer ministro Carvalho e Melo, marqués de Pombal, sobrevivió al temblor. Se cuenta que respondió a quien le preguntó qué hacer: «Cuidar de los vivos, enterrar a los muertos». Con el pragmatismo que caracterizó todas sus acciones, el primer ministro comenzó inmediatamente a organizar la recuperación y la reconstrucción.16

El primer ministro envió bomberos al interior de la ciudad para extinguir los incendios, y a grupos organizados para enterrar los millares de cadáveres. Había poco tiempo para disponer de los cadáveres antes de que las epidemias se extendieran. Contrariamente a la costumbre y contra los deseos de la Iglesia, muchos cadáveres fueron cargados en barcazas y tirados al mar, más allá de la boca del Tajo. Para prevenir los desórdenes en la ciudad en ruinas, y, sobre todo, para impedir los saqueos, se levantaron patíbulos en puntos elevados alrededor de la ciudad y al menos 34 saqueadores fueron ejecutados. El ejército fue movilizado para que rodeara la ciudad e impidiese que los hombres sanos huyeran, de modo que pudieran ser obligados a despejar las ruinas.

No mucho después de la crisis inicial, el primer ministro y el rey rápidamente contrataron arquitectos e ingenieros, y en menos de un año, Lisboa estaba ya libre de escombros y comenzando la reconstrucción. El rey estaba ansioso de tener una ciudad nueva y perfectamente ordenada. Manzanas grandes y calles rectilíneas, amplias avenidas fueron los lemas de la nueva Lisboa.

Los edificios pombalinos están entre las primeras construcciones resistentes a los terremotos en el mundo. Se construyeron pequeños modelos de madera para hacer pruebas, y los seísmos fueron simulados por las tropas que marchaban alrededor de ellos. La nueva zona céntrica de Lisboa, conocida hoy como Baixa Pombalina, es una de las atracciones turísticas más conocidas de la ciudad. Secciones de otras ciudades portuguesas, como Vila Real de Santo António en el Algarve, se reconstruyeron también siguiendo los principios pombalinos.

El nacimiento de la sismología

El terremoto de 1755 contribuyó enormemente en el nacimiento de la sismología moderna, al haberse convocado un equipo importante de científicos y especialistas en torno al evento; sobre todo gracias al marqués de Pombal. Su respuesta no se limitó a los aspectos prácticos de la reconstrucción. El marqués ordenó que una detallada encuesta fuese enviada a todas las parroquias del país con respecto al terremoto y a sus efectos. Las preguntas incluyeron:

  1. ¿Cuánto tiempo duró el terremoto?
  2. ¿Cuántas réplicas se sintieron?
  3. ¿Qué daños fueron causados?
  4. ¿Se comportaron los animales de modo extraño? (esta pregunta se adelantó a los estudios de sismología chinos durante la década de 1960)
  5. ¿Qué sucedió en los pozos y albercas?

Las respuestas a estas preguntas y otras todavía se encuentran archivadas en la Torre de Tombo, el archivo histórico nacional. Estudiando y comparando los informes de los sacerdotes, los científicos modernos pudieron reconstruir el acontecimiento desde una perspectiva científica. El marqués es considerado el precursor de la sismología occidental moderna, ya que fue el primero que trató de conseguir una descripción científica objetiva de las variadas causas y consecuencias de un terremoto.

La hipótesis más aceptada es que el epicentro se situó en la zona de fractura Azores-Gibraltar, al norte del banco Gorringe. Esta zona de fractura, que representa la frontera entre la placa africana y la euroasiática, tiene forma de escalón fracturado a causa de los efectos compresivos que sufre.17​ Analizando los testimonios contemporáneos recogidos por el marqués —especialmente los referidos a los tres maremotos que sufrió la ciudad— se puede concluir que una superficie del fondo marino equivalente a un círculo de 300 km de radio bajó unos 30 m durante el terremoto a causa de la subsidencia de la parte inferior del escalón.

En España

En España, el rey Fernando VI, ante la magnitud del fenómeno y por haberlo vivido en primera persona, una semana más tarde del triste suceso ordenó al gobernador del Supremo Consejo de Castilla la preparación de un informe sobre el terremoto. Para realizar la encuesta se elaboró un cuestionario de ocho preguntas dirigido a las personas de «mayor razón» de las capitales y pueblos de cierta importancia, para que contestaran lo más rápido posible y con sus respuestas tener una idea más acertada de la incidencia del terremoto en el reino.

Las preguntas eran las siguientes:

  1. ¿Se sintió el terremoto?
  2. ¿A qué hora?
  3. ¿Cuánto tiempo duró?
  4. ¿Qué movimientos se observaron en los suelos, paredes, edificios, fuentes y ríos?
  5. ¿Qué ruinas o perjuicios se han ocasionado en las fábricas?
  6. ¿Han resultado muertas o heridas personas o animales?
  7. ¿Ocurrió otra cosa notable?
  8. Antes de él, ¿hubo señales que lo anunciasen?

Se recibieron respuestas de 1273 localidades, advirtiéndose en algunas de ellas carencias importantes de información, exageraciones o imprecisiones. Toda esta documentación se guarda en el Archivo Histórico Nacional.18

Es difícil estimar las pérdidas personales producidas por este movimiento telúrico en el territorio español, algunas fuentes hablan de en torno a las 5300 víctimas, y de unas pérdidas materiales valoradas en 53 157 936 reales de vellón. Sobre este aspecto, algunas de las noticias conocidas son:

  • Andalucía:
  • Las costas de la provincia de Huelva fueron afectadas gravemente por el maremoto posterior. En Ayamonte murieron 1000 personas; en Lepe se produjeron 400 muertes, además de la destrucción del 81 % de su flota pesquera.19
  • En la Ciudad de Huelva, los daños que se produjeron fueron numerosos. El castillo de San Pedro, ubicado en lo alto de uno de los cabezos de la ciudad, donde actualmente se encuentra la Iglesia de San Pedro, cayó en picado. Las murallas prerrománicas que rodeaban esa zona, también quedaron sumidas ante la magnitud del terremoto. Parte de los cabezos de Huelva, como es el Cabezo del Conquero, provocó desprendimientos de tierra que sepultaron las viviendas de los habitantes que vivían en las laderas del mismo.
  • En Cádiz el maremoto alcanzó los 20 metros de altura,20​ frente a los cinco metros que alcanzó en Lisboa. Para poder comparar, en Madeira el mar subió cuatro metros, en Oporto un metro y en Ceuta, Cornualles y Gibraltar el mar subió dos metros.21​ A pesar de ello, las altísimas murallas que rodean a la ciudad, aunque sufrieron graves daños, protegieron a gran parte de la población. De máxima importancia fue la orden dada por el gobernador de cerrar las Puertas de Tierra, para evitar que entrara la ola, evitando así las muertes y destrucción. Con todo, no se pudo evitar que las altas olas rompieran las murallas portuarias y que el mar invadiera el Barrio de la Viña tres veces, falleciendo quince personas ahogadas. No tuvieron la misma suerte los asentamientos al exterior de las Puertas de Tierra de la ciudad de Cádiz, los pueblos de la bahía de Cádiz y el resto de la costa atlántica gaditana que quedaron todos destruidos en su mayoría. Así, Conil de la Frontera se vio afectado con la destrucción parcial de la Torre de Castilnovo, y en Chiclana, Sanlúcar de Barrameda,22Rota, El Puerto de Santa María y Jerez de la Frontera hubo cuantiosas víctimas y desperfectos.
  • En la provincia de Jaén, se produjeron daños en las torres de la catedral de la capital. Estas se agrietaron y la estabilidad del edificio se vio comprometida, lo que obligó a la construcción de la iglesia del Sagrario en 1761 para darle estabilidad a la catedral. También hay constancia de los daños ocasionados en otras localidades de la provincia, como los producidos en el castillo de Alcaudete que, aún habitado en aquella época, tuvo que ser abandonado por los destrozos. En Baeza se derrumbó parte de una pared de la Catedral (por la zona de la Puerta de la Luna), sufriendo igualmente daños la torre del convento de la Merced, el coro del de los Padres Trinitarios Descalzos, una esquina de la torre de Nuestra Señora de la Alcázar, y se agrietó la bóveda de la Capilla Benavides del convento de San Francisco, que hubo de ser desmontada para su reparación (quedando esta intervención sin finalizar debido a la Invasión Napoleónica). Por su parte, en Úbeda se cayeron algunas piedras de la Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares y de la Capilla del Salvador, sufriendo especialmente daños el convento de San Juan de Dios y la iglesia de San Juan (cayendo gran parte de la torre sobre los tejados)23
  • En Sevilla afectó a gran parte del caserío de la ciudad. Según las crónicas de la época, se hundieron unas trescientas casas y causó daños en otras cinco mil. A pesar de todo parece ser que solo causó nueve muertes en la ciudad. La Giralda sufrió pocos daños, solo la caída de algunos remates y adornos; pero las campanas tocaron solas con la fuerza del movimiento de tierra. La fantasía popular dijo ver a las santas patronas de la ciudad, Justa y Rufina, sosteniendo a la torre en el aire para que no sufriera. Desde entonces se suele decir que se las representa en la iconografía sevillana de esta manera, sin embargo esto no es exacto, ya que las santas aparecen sosteniendo la Giralda en cuadros muy anteriores, como el de Miguel de Esquivel.24​ Esto se debe a que la historia de Santa Justa y Rufina sosteniendo la Giralda se remonta al terremoto de Carmona de 1504. En la catedral se desprendieron los remates y barandas de las azoteas, cayendo unos a la calle y otros hacia las cubiertas, con lo que el interior se llenó de polvo, cayendo algunas esquirlas de las bóvedas, causando el pánico en los que asistían a la misa del día de los Difuntos. Como dice la inscripción, se interrumpió la celebración, que se concluyó una vez terminado el seísmo en el lugar donde más adelante se levantaría el Triunfo, monumento que da nombre a la plaza. También la Torre del Oro sufrió tales desperfectos que se llegó a proponer que fuera derribada.
  • En Écija, causó importantes daños en varias de sus doce torres y sus templos.
  • En Utrera, la torre de la iglesia de Santa María de la Mesa quedó totalmente destruida por las vibraciones del seísmo.
  • En Córdoba: El 1 de noviembre de 1755, casi a las 10 de mañana, se produjo el terremoto de Lisboa, que en Córdoba no hubo que lamentar daños personales. Tan solo una niña resultó herida al caérsele encima una imagen de Santa Inés, del convento del mismo nombre. Respecto a los daños materiales, los barrios más afectados fueron el de Santa Marina y San Lorenzo, si bien se da noticia de que apenas quedó casa o templo que no mostrara señales del terremoto. En los citados barrios, las torres de ambas iglesias quedaron seriamente dañadas a tal punto que ordenó el corregidor el desalojo de las casas que estaban en los alrededores, prohibiendo incluso la circulación de carros. En la Catedral algunos muros se resquebrajaron y los cuerpos superiores quedaron tan afectados que se ordenó su demolición para evitar que un desplome pudiera causar un accidente. Del convento de San Francisco se desprendió el altar y la capilla mayor. Uno de los muros del Colegio de Santa Catalina se resquebrajó, cayendo algunos sillares de las paredes. Otros edificios afectados fueron el Conventos de los Terceros, el del Corpus o las Casas del Ayuntamiento.
  • En la ciudad de Cabra derribó parte de su muralla (actualmente puede verse una torre truncada) y parte de la torre del campanario de la Iglesia de la Asunción y Ángeles.25
  • En la ciudad de Aguilar de la Frontera derribó una torre circular del castillo.26
  • En Palma del Río, la Iglesia de la Asunción sufrió el agrietamiento de cuatro arcos de su nave principal.
  • Extremadura:
  • En Coria (Cáceres), el terremoto derrumbó la cubierta de la catedral, sepultando a numerosos fieles que se hallaban congregados en misa en aquel momento.
  • En Plasencia, el terremoto causó la destrucción de las vidrieras policromadas góticas de las Catedral Nueva de Plasencia, daños en la torre sur del Palacio de los Monroy (causa de su posterior demolición en 1913) y una grieta todavía visible en el rosetón de la iglesia de San Nicolás.
  • Reino de León:
  • La torre oeste de la catedral de Astorga (León) sufrió importantes daños y por ello no pudo ser finalizada hasta 1965.
  • En Salamanca sufrieron importantes daños muchos de sus edificios. Entre ellos, la catedral nueva, en la que fueron de tal magnitud que se consideró la posibilidad de derribar su torre ante el peligro de desplome, y se tuvo que desmantelar la cúpula del cimborrio de la misma catedral para volverla a levantar posteriormente. Sufrió también el claustro de la catedral vieja, el Colegio Viejo, que hubo que derruir, el palacio del obispo y especialmente la linterna de la cúpula de la iglesia de la Clerecía, que hoy todavía puede verse seriamente inclinada desde el Patio de Escuelas. La inclinación de la torre de la catedral se palió con el levantamiento de un talud en la cara oeste, que todavía subsiste. Por suerte, no se produjeron en dicha ciudad víctimas fatales. En agradecimiento por la milagrosa salvación del edificio catedralicio, al mediodía de cada 31 de octubre el Mariquelo escala la torre hasta la esfera armilar, llamada La Bola, que la corona.
  • De la provincia de Zamora hay información directa de cinco localidades: Alcañices, Benavente, Puebla de Sanabria, Toro y Zamora, e indirecta de Pedralba de la Pradería, Rábano de Aliste, Ribadelago, San Ciprián, San Martín de Castañeda, Vigo y Villalpando.
  • El informe de Alcañices fue remitido por el alcalde mayor y en él da cuenta que no se habían producido víctimas ni daños materiales. Como fenómeno extraño, la fuente de Rábano de Aliste que rompió con agua de color de barro, después la despedía de color ceniza. También se habían visto la noche anterior señales en el cielo sin especificar nada más.
  • El alcalde mayor de Benavente informó que sobre las 9:45 de la mañana del día uno sobrevino el terremoto que duró de siete a ocho minutos, se «vieron mover todas las habitaciones» y no hubo desgracias en personas ni edificios. Los ríos Esla y Órbigo se salieron de madre cosa de 12 varas y al mediodía se volvió a repetir el temblor por unos dos minutos. Como no podía ser menos por parte del cabildo eclesiástico y del ayuntamiento se hicieron rogativas públicas.
  • El gobernador de Puebla de Sanabria informó que el terremoto se había producido a las 10 de la mañana con una duración de cuatro minutos, sacó las aguas del Tera más de dos varas y derribó el retablo mayor de la iglesia parroquial de Pedralba de la Pradería. A las diez y cuarto se padeció otro temblor más débil y a las nueve de la noche otro parecido en intensidad al primero. El día 15 del mismo mes se había producido otro temblor entre la una y las dos de la madrugada; otro el día 27 a las seis de la mañana y el último el día 29 a las siete de la noche. De extraordinario calificó el gobernador que a pesar del «tiempo muy templado» que hacía, los días 17 y 18 de octubre cayeran sendas nevadas de dos varas que acabaron con árboles y frutos y ocasionaron mucho más daño que el terremoto.
  • El intendente de Toro apenas remitió información alguna.
  • El intendente de Zamora informó el 15 de noviembre que se produjo el terremoto a las diez de la mañana con una duración de seis a siete minutos en los que se movieron los edificios y se alteraron los ánimos de la gente que atropelladamente salió a las calles huyendo de lo que parecía una ruina inminente, a pesar de todo «ni aun lo leve de una tapia se vio caer». También se vieron alteradas las aguas del río Duero. A las 10 de la noche se volvió a repetir otro temblor aunque de una manera más tenue. Como signos premonitorios, un centinela de la plaza observó al amanecer de ese día una línea encendida que se fue desvaneciendo y los religiosos del convento de San Francisco vieron fuego sobre unos molinos cercanos. Además, conocemos el testimonio escrito de don Pedro Losada de Baños, escribano público de la capital zamorana que dejó anotadas en su notaría las impresiones que le produjo dicho fenómeno. No es ciertamente exhaustivo pero es un documento de primera mano, vivido por el propio autor. Según dicho notario, el movimiento se produjo a las 10 de la mañana y duró lo que suelen durar dos credos (dos otres minutos). Aunque varios edificios sufrieron su empuje no hubo que lamentar «desgracias ni quiebra alguna». Fernández Duro tampoco dedicó mucho espacio en sus Memorias Históricas al terremoto, solamente alude a pequeños daños en algunos edificios: la torre de San Ildefonso quedó ladeada, se resintieron una pared del consistorio y la torre de la casa del marqués de Castronuevo y otros pequeños daños que no cita. En agradecimiento el pueblo organizó dos fiestas solemnes celebradas en la catedral y en San Ildefonso aunque no pudieron sacar en procesión los cuerpos de los santos por el elevado presupuesto (30 000 reales) que presentó la cofradía.

Poco más conocemos de los efectos del terremoto en la provincia de Zamora, sabemos que dañó de importancia al templo parroquial de Torregamones ocasionando desperfectos importantes. El propio concejo decidió tomar cartas en el asunto y en reunión mantenida a la salida de la misa del pueblo acordó proveer lo necesario para los reparos de la iglesia pues según los vecinos, estaba «sentida con el motivo de los continuados terremotos universales que se han experimentado». Muchas de las obras que se hicieron en las iglesias parroquiales en los años inmediatamente posteriores al terremoto pudieron deberse a los daños ocasionados por el seísmo. Sin duda alguna, de la consulta de los archivos parroquiales podemos obtener información directa o indirecta de las consecuencias materiales que tuvo el célebre terremoto en los edificios religiosos de nuestra provincia.

En Marruecos

Impactó de manera fuerte a lo largo de la línea costera, ocasionando la muerte a 10 000 personas aproximadamente.28​ El terremoto y el tsunami alteraron la configuración del estuario del Bu Regreg lo que inutilizó el puerto de Salé, hasta entonces importante centro de piratería y principal puerto de Marruecos en el Atlántico. Esto llevaría a la construcción de Esauira.

Los restos de la ciudad romana de Volubilis quedaron destruidos por el terremoto de Mequinez de 1755, que sucedió el 27 de noviembre de ese año. Aunque este terremoto no se considera una réplica del terremoto de Lisboa del 1 de noviembre, puede haber sido un ejemplo de terremoto desencadenado debido a la transferencia de tensiones.29

En el resto del mundo

Las ondas sísmicas causadas por el terremoto fueron sentidas a través de Europa hasta Finlandia y en África del Norte. Maremotos de hasta 20 m de altura barrieron la costa del Norte de África, y golpearon las islas de Antigua, Martinica y Barbados al otro lado del Atlántico.30​ Un maremoto de 3 m golpeó también la costa meridional inglesa.

Implicaciones sociales y filosóficas

El terremoto sacudió mucho más que ciudades y edificios. Lisboa era la capital de un país devotamente católico, con una larga historia de inversiones en la Iglesia y la evangelización de las colonias. Más aún, la catástrofe tuvo lugar un día de fiesta católico, cuando la gente estaba en las iglesias, y destruyó prácticamente casi todos los templos importantes, matando a la gente que estaba en ellos. Para la teología y filosofía del siglo XVIII, esta manifestación de la cólera de Dios era difícil de explicar.9

El terremoto influyó profundamente en muchos pensadores de la Ilustración europea. Muchos filósofos contemporáneos mencionaron o hicieron referencia al seísmo en sus escritos, notablemente Voltaire en Cándido y en su Poème sur le désastre de Lisbonne (Poema sobre el desastre de Lisboa).8

El carácter arbitrario de la supervivencia fue probablemente lo que más marcó a Voltaire, llevándolo a satirizar la idea, defendida por autores como Gottfried Wilhelm Leibniz o Alexander Pope, de que «este es el mejor de los mundos posibles». Como escribió Theodor Adorno, «el terremoto de Lisboa fue suficiente para curar a Voltaire de la teodicea de Leibniz».31​ A finales del siglo XX, siguiendo a Adorno, el movimiento telúrico de 1755 ha sido presentado a veces como análogo al Holocausto, en el sentido de que tan enorme catástrofe tuvo un impacto transformador en la cultura y la filosofía europeas. El concepto de lo sublime, aunque existía antes de 1755, fue desarrollado en filosofía y elevado a su más alta expresión por Immanuel Kant, en parte como resultado de sus intentos para comprender la enormidad del seísmo y del maremoto de Lisboa. Kant publicó tres textos separados sobre el terremoto de Lisboa. El joven Kant, fascinado con el seísmo, recogió toda la información disponible en gacetillas de noticias y la usó para formular una teoría sobre las causas de terremotos. Su teoría, que implicaba cambiar de sitio enormes cavernas subterráneas llenas de gases calientes, fue (aunque errónea en última instancia) una de las primeras tentativas sistemáticas modernas para explicar los terremotos mediante causas naturales, antes que sobrenaturales. Según Walter Benjamin, el delgado libro elaborado por un joven Kant sobre el terremoto «representa probablemente el principio de la geografía científica en Alemania. Y ciertamente el comienzo de la sismología».8

Por otra parte, Werner Hamacher (un pensador posmoderno, entusiasta de Hegel) ha afirmado que las consecuencias del seísmo penetraron en el vocabulario de la filosofía, haciendo inestable e incierta la común metáfora que establecía firmes bases sobre la tierra en las discusiones de los filósofos: «Bajo la impresión ejercida por el terremoto de Lisboa, que tocó la mentalidad europea en una [de] sus épocas más delicadas, la metáfora del suelo y el temblor perdió totalmente su aparente inocencia; ya no se usaron más como figuras del discurso» (263). Hamacher afirma que la certeza fundacional de la filosofía de Descartes comenzó a convulsionarse como consecuencia del terremoto de Lisboa.

La escritora estadounidense Elena G. de White, una de las fundadoras de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, afirmó que este terremoto corresponde al cumplimiento de algunas profecías bíblicas (Apocalipsis 6:12 y Marcos 13:24-26): «En cumplimiento de esta profecía, en 1755 se sintió el más espantoso terremoto que se haya registrado. Aunque generalmente se lo llama el terremoto de Lisboa, se extendió por la mayor parte de Europa, África y América. Se sintió en Groenlandia en las Antillas, en la isla de Madera, en Noruega, en Suecia, en Gran Bretaña e Irlanda. Abarcó por lo menos diez millones de kilómetros cuadrados».32

Los daños del terremoto de Lisboa en el interior de la península ibérica

El terremoto de Lisboa sucede en 1755 y aún no tenemos claro ni su origen -qué falla fue la que se disparó-, aunque sabemos que el epicentro se sitúa en el mar al suroeste del cabo de San Vicente, en Portugal. Ni tampoco su magnitud (probablemente en torno a 9, una de las mayores registradas en los últimos siglos).

Grabado de 1755 que muestra las ruinas de la ciudad de Lisboa en llamas y un maremoto arrollando los barcos del puerto tras el gran terremoto. Autor desconocido. Dominio público. Obtenida de Wikipedia.

Pero sí conocemos la distribución de daños que generó en superficie. Esto es, su intensidad.

En este mapa puedes ver la distribución de intensidades del terremoto de Lisboa, desde la máxima X hasta IV, que afectó a toda la península ibérica.

Salamanca, Segovia, Ávila, Madrid o Toledo quedan dentro de la zona de intensidad V, en la cual ya se producen ciertos daños. Aunque la incidencia en esta zona está muy lejos de la destrucción enorme provocada en Lisboa o en la costa atlántica de la península, por supuesto.

Mapa tomado de Silva y colaboradores (2023).

Grietas en los muros

Sin embargo, este fenómeno natural de proporciones enormes dejó un registro de daños muy característico en la zona central de la península ibérica.

Son visibles en iglesias, palacios, monasterios y murallas construidas con anterioridad a 1755 y muchas veces pasan desapercibidas: las grietas que en ocasiones tienen un calado importante que rompe la continuidad de muros. Muchas de ellas reparadas en su momento.

Mapa de isoistas del terremoto de Lisboa

Khara-Khoto (Ciudad negra)

Khara-Khoto (Ciudad negra)

La ciudad abandonada de Khara-Khoto

Coordenas: 41.-45o54o 101-08-42E

 La ciudad Eji Nai (lengua Tangut, transcrita al chino como 亦集乃 Yijinai) o Khara-Khoto (Ciudad Negra en idioma mongol).1​ fue una ciudad Tangut en la región de Ejin que se encuentra en la prefectura de Alxa, en la parte occidental de Mongolia Interior, cerca del antiguo lago Gashun. Se ha identificado como la ciudad de Etzina o Edzina, que aparece en Los viajes de Marco Polo.

Historia

La ciudad fue fundada en 1032 y se convirtió en un próspero centro del Imperio tangut en el siglo XI. Hay restos de murallas de 9,1 metros de altura y muros exteriores de 3,7 m de espesor.2​ Los muros exteriores miden 421 m de este a oeste y 374 m de norte a sur.3

La fortaleza amurallada fue tomada por primera vez por Genghis Khan en 1226,4​ pero a diferencia de lo que se piensa, la ciudad continuó prosperando bajo el señorío mongol. Durante el reinado de Kublai Khan, la ciudad se amplió, llegando a un tamaño tres veces mayor que durante el Imperio tangut. Togoontemur Khan concentró su preparación para la reconquista de China en Khara-Khoto. La ciudad se encuentra en el cruce de caminos de Karakorum, Xanadú y Kumul.

En Los viajes de Marco Polo, Marco Polo describe una visita a una ciudad llamada Etzina o Edzina,4​ que se ha identificado con Khara-Khoto.56

Al salir de la ciudad de Campichu andas durante doce días, y luego llegas a una ciudad llamada Etzina, que esta hacia el norte, al borde del desierto de arena, y que pertenece a la provincia de Tangut. Las personas son idólatras y tienen un montón de camellos y ganado, y en el país se produce un número enorme de buenos halcones, ambos Sakers y Lanners. Los habitantes viven de sus cultivos y su ganado, ya que no tienen comercio. En esta ciudad se debe preparar para las necesidades de víveres durante cuarenta días, porque al salir de Etzina, se entra en un desierto que se extiende a cuarenta días de viaje hacia el norte, y en el que te encuentras sin vivienda ni lugar de aprovisionamiento.

Marco Polo, Los viajes de Marco Polo, traducido por Henry Yule, 1920

Según una leyenda local de la población Torghut, en 1372 un general mongol llamado Khara Bator2​ (en Mongol: Héroe Negro) estaba rodeado por los ejércitos de la dinastía Ming de China. Estos habían desviado el Río Ejin, la fuente de agua de la ciudad que fluía a las afueras de la fortaleza, dejando a Khara-Khoto sin agua para sus jardines y pozos. A medida que pasaba el tiempo y Khara Bator se daba cuenta de su destino, él asesinó a su familia y luego se suicidó. Después de su suicidio, los soldados de Khara Bator esperaron dentro de la fortaleza hasta que el ejército de los Ming finalmente atacó y mató a los habitantes restantes. Otra versión de la leyenda sostiene que Khara Bator abrió una brecha en la esquina noroeste de la muralla de la ciudad y escapó a través de ella. Los restos de la ciudad tiene efectivamente una brecha por la que un jinete puede pasar.

Después de la derrota, y, además, posiblemente por la falta de agua,4​ la ciudad fue abandonada y dejada en ruinas.

Exploración

Una pintura de seda de Khara-Khoto, ahora situado en Museo del Hermitage, San Petersburgo.

Los Exploradores rusos Grigory Potanin y Vladimir Obruchev habían oído rumores de que en algún lugar aguas abajo del río Ejin una antigua ciudad estaba esperando. Este conocimiento dio impulso al Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia, para lanzar una nueva expedición al Asia Central bajo el mando de Piotr Kozlov.7

Durante la expedición al Asia Central 1907-1909, en 1908, Kozlov hizo el descubrimiento histórico de Khara-Khoto. Con una cena y un regalo de un gramófono a un señor local torghut Beile Dashi, Kozlov obtuvo un permiso para excavar en el sitio, llegando el 1 de mayo de 1908 a las ruinas de Khara-Khoto.7​ Más de 2.000 libros, pergaminos y manuscritos en la lengua tangut fueron descubiertos.8​ Kozlov inicialmente envió diez cajas de manuscritos y objetos budistas a San Petersburgo, volviendo nuevamente en mayo de 1909 para más objetos. Los libros y grabados en madera fueron encontrados en junio, mientras se llevaba a cabo la excavación de una estupa fuera de los muros de la ciudad a unos 400 m (1.300 pies) hacia el oeste.7

Sir Marc Aurel Stein excavó Khara-Khoto durante su tercera expedición a Asia Central6​ en 1917. Los hallazgos de esta investigación fueron incorporados en el capítulo 13 del primer volumen de Stein de Asia íntima.910

Langdon Warner visitó Khara-Khoto en 1925.4

Exploracion

Plano de Khara-Khoto, expedición Aurel Stein

Los exploradores rusos Grigory Potanin y Vladimir Obruchev escucharon rumores de que en algún lugar aguas abajo del río Ejin estaba esperando una antigua ciudad. Este conocimiento dio impulso al Museo Asiático, St. Petersburgo, para lanzar una nueva expedición mongol-esichuan bajo el mando de Pyotr Kuzmich Kozlov.[8]

Mapa de expedición Khara Khoto Kozlov, la mezquita está en la esquina extrema de la izquierda del mapa a las afueras de las murallas de la ciudad, indicado por una forma rectangular con las palabras. En cursiva

Folke Bergman viajó por primera vez a Khara-Khoto en 1927, regresando en 1929 y permaneciendo durante un año y medio en la zona. Hice mapas de Khara-Khoto y la zona del río Ejin, observó atornillas y fortalezas, encontrando un gran número de xilógrafos. Bergman señaló que las visitas de Kozlov y Stein eran superficiales y parte de su documentación publicada era parcialmente incorrecta.[14]

Sven Hedin y Xu Xusheng dirigieron la Expedición Sino-Swedish en las excavaciones arqueológicas del yacimiento entre 1927-31.[5] Después de Hedin, John DeFrancis visitó en 1935.

Otras excavaciones chinas entre 1983 y 1984 de Li Yiyou, Instituto Enmonero Interior de Arqueología, han producido unos 3.000 manuscritos más.[1][1][15] Además de los libros, estas excavaciones desenterraron materiales de construcción, artículos diarios, instrumentos de producción y arte religioso.[16]

Conclusiones

Los hallazgos de Kozlov, unas 3.500 pinturas y otros objetos, están en el Museo del Hermitage, St. Petersburg, mientras los libros y los xilografías están en el Instituto de Estudios Orientales.[5] Estos afortunadamente sobrevivieron al Sitio de Leningrado y algunos de ellos se perdieron hasta su redescubrimiento en 1991,[17] formando la base para la investigación de la lengua Tangut, escrita en escritura de Tangut en años posteriores. Los libros y manuscritos enviados de vuelta a St. Petersburgo por Kozlov fue estudiado por Aleksei Ivanovich Ivanov, quien identificó varios diccionarios de Tangut, incluyendo un glosario chino-Tangut titulado Perla en la Palma (chino: , compilado en 1190.[16]

Además de artefactos escritos, la colección Khara-Khoto en el Museo del Hermitage incluye pinturas sobre seda, principalmente de sujetos budistas en estilo chino y tibetano. Además, también se han encontrado fragmentos de seda murciélago.[18] Un pequeño fragmento de pintura de la pared de barro confirma el uso de cobalto como pigmento en forma de maldad.

Según la curadora de Hermitage Kira Samosyuk, “la mayoría de las pinturas de la colección datan de los siglos XI a XIII, mientras que la mayoría de los fragmentos de porcelana con acristalamiento decorativo cobalto son del siglo XIV. Ninguna pintura es de una fecha posterior a 1378-1387; ningún texto chino más tarde de 1371; no Tangut texto más tarde de 1212. Así parece que la vida de la ciudad cesó en algún momento alrededor de 1380″.[20]

Uno de los rompecabezas de Khara-Khoto es que había un edificio justo fuera de las paredes del castillo. A juzgar por su forma, parece ser una mezquita. Parecía que había musulmanes entre la gente que estaban gobernados por el Tangut. Debido a la creencia politeística de la gente local, los musulmanes construyeron sus mezquitas afuera. Comerciantes de la India y del otro lado del oeste habrían rezado en la mezquita y encontrado alivio después de su arduo viaje a lo largo de la Ruta de la Seda[21]

Imagen de la visita de Aurel Stein. Una tumba (posiblemente una mezquita) en la esquina sureste, vista desde el este, alrededor de 1914.

Khara-Khoto, o ciudad negra en mongol fue fundada en 1032 d.C. como la capital de la dinastía Xia Occidental (1038-1227) y pronto se formó para convertirse en un próspero centro comercial. La ciudad fue capturada por Genghis Kahn en 1226, pero en lugar de destruirla como la Horda de Oro del Khan solía hacerlo a las ciudades capturadas, Khara-Khoto realmente floreció bajo el dominio mongol. Durante el tiempo de Kublai Khan, la ciudad se expandió a tres veces su tamaño original, e incluso fue mencionada por Marco Polo en su viajero por su nombre Tangut de Etzina:

Bajo los mongoles, el pueblo Tangut pudo disfrutar de la existencia pacífica durante casi 150 años, hasta que la dinastía Ming asedió la ciudad en 1372. Nadie sabe exactamente cómo cayó Khara-Khoto, pero la leyenda local afirma que los astutos gobernantes Ming desviaron el río Ejin, la única fuente de agua de la ciudad, que fluyó justo fuera de la fortaleza negando así a las tropas de la ciudad y habitantes del elixir vivificante. Mientras las tropas Ming asfiinaban la ciudad sin necesidad de poner un pie dentro de sus muros, la gente de Khara-Khoto se dio cuenta de que deben tomar una decisión terrible: morir de sed, o enfrentarse a los soldados Ming en combate.

 

 

 

 

 Cuatro de las cinco estupas de la dinastía Yuan ubicadas en la parte superior de la esquina noroeste de las paredes de Kharakhoto.

Ahora todo lo que queda de esta gran ciudad son murallas de 30 pies de altura, unas pocas pagodas de 40 pies de altura, y lo que parece ser una mezquita a las afueras de las murallas de la ciudad, lo que indica que había musulmanes entre la gente que estaba gobernada por el Tangut.

Pilas de ladrillos de barro para trabajos de reparación fuera de la pared sur de Kharakhoto.

Tolmo de Minateda

Tolmo de Minateda

Coordenadas: 38°28′41.37″N 1°36′32.46″O

El Tolmo de Minateda es un yacimiento arqueológico ubicado en Hellín (Albacete, España) excavado desde el año 1988 por un equipo conjunto de la Universidad de Alicante y el Museo Arqueológico de Albacete, dirigido por Lorenzo Abad Casal, Sonia Gutiérrez, Blanca Gamo y Pablo Cánovas,1​ con financiación y autorización de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

El Tolmo es una planicie de aproximadamente 7 hectáreas, que se levanta en un estratégico cruce de caminos entre la zona meridional de la Meseta Central y la costa sureste del mar Mediterráneo; esta ruta seguía la vía romana ComplutumCarthago Nova (ToletumCarthago Spartaria en época medieval).

El Tolmo de Minateda visto desde el este.

Un ramal de este camino pasa por la vaguada que conduce al Tolmo, conocida con el nombre de El Reguerón y que presenta profundos surcos labrados por las ruedas de los carros, ya que durante milenios constituyó el único camino de acceso al cerro. Su posición estratégica del Tolmo permitió que fuera habitado ininterrumpidamente durante más de 3.000 años, desde la Edad del Bronce hasta la ocupación islámica.

Historia

Su eclosión llegó con íberos y romanos. En el año 9 a. C., la ciudad alcanzó rango de municipio, probablemente con el nombre de Ilunum. Sin embargo, a partir de mediados del siglo II declinó poco a poco en beneficio de las villas del valle. La actual Minateda no se recuperó hasta el siglo VI, durante el intento de Justiniano de restaurar el Imperio romano de Occidente.

Tras el restablecimiento del control visigodo, surgió aquí una sede episcopal con el nombre de Eio, cuyos obispos firmaban en las actas conciliares como ilicitanae, qui et eiotanae; esta alusión a Ilici (La Alcudia, Elche) supondría algún tipo de dependencia del entonces poderoso obispo de esta ciudad.2

Tras la llegada de los musulmanes, la ciudad fue una de las que se incluyeron en el pacto firmado en el año 713 entre el comes o dux Teodomiro y el conquistador Abd al-Aziz ibn Musa. Mantuvo su existencia durante casi doscientos años, aunque la iglesia debió perder pronto su carácter religioso. Su lugar lo ocupó un barrio islámico hasta que a finales del siglo IX la ciudad se abandonó de manera definitiva. Desde entonces el lugar se conoció como Madīnat Iyyuh (adaptación árabe de Eio), nombre del que procede la Minateda actual.

La importancia del cerro en la Antigüedad empezó a vislumbrarse en el siglo XIX, pero no ha sido hasta las últimas tres décadas cuando la excavación de sus ruinas se ha intensificado.

Intervenciones arqueológicas

A la entrada del yacimiento las excavaciones han puesto al descubierto tres estructuras defensivas. La más antigua es de los siglos II-I a. C., de forma ataludada y construida con mampostería, aunque en su interior existen vestigios que se remontan a la Edad del Bronce. En época augustea se le revistió de un muro de sillería para conmemorar la concesión a la ciudad del estatuto municipal, seguramente con el nombre de Ilunum. Algunos sillares con inscripción monumental nos han permitido conocer que esta obra se hizo en la segunda mitad del año 9 a. C., bajo los auspicios del emperador Augusto y la intervención más o menos directa de Lucio Domicio Enobarbo, gobernador de la provincia.

En el siglo VI, los restos de ese muro se utilizaron en la construcción de un baluarte adelantado en forma de L, con puerta abovedada flanqueada por dos torres. Debió arruinarse pronto, quizás a causa de un movimiento sísmico. Su ángulo septentrional se desmoronó sobre el camino, inutilizándolo.

En la parte alta del yacimiento se ha excavado un complejo religioso y palacial de época visigoda. El edificio principal es una basílica de tres naves separadas por columnas, con ábside en la cabecera y baptisterio también tripartito a sus pies. Adosado a su lado norte, un edificio de grandes dimensiones y estructura monumental parece tener funciones de representación, administración y residencia. Es posible que se trate del palacio de la sede de Elo o Eio, creada entre los años 589 y 610 para administrar la parte de la diócesis de Ilici que permanecía en manos visigodas, puesto que el resto estaba en poder de Bizancio. Alrededor del complejo se extendía un cementerio con numerosas inhumaciones, enterramientos reservados a las élites laicas y religiosas, que buscaban la protección de las reliquias de la iglesia.

 Acceso al yacimiento

Estructuras defensivas.

Antigua basílica en el Tolmo de Minateda.

Al sur del yacimiento se encuentra un recinto cerrado por una larga muralla, probable «castellum» visigodo, que confirma la estratégica ubicación de El Tolmo y su relación con el camino que le dio sentido.

A finales del siglo XIX, las laderas se fueron poblando de casas semirrupestres que llegaron a conformar una pequeña entidad, hasta su abandono a mediados del siglo XX. Dentro del proyecto de El Tolmo de Minateda se ha iniciado la restauración de las mejor conservadas.

Entrada al Parque Arqueológico

Al norte del cerro son visibles vestigios de monumentos funerarios escalonados de época romana republicana, hechos con sillería o adobe. En su interior se encontraba la urna con las cenizas del difunto, junto con su ajuar. Por encima se documentaban niveles de época imperial, con sepulturas de cremación en urnas depositadas en hoyos abiertos en el suelo. Posteriormente se ubicó en el lugar una necrópolis de inhumación, en uso desde la época tardorromana a la islámica. En el mismo cementerio confluían enterramientos de rito cristiano e islámico, algo raramente atestiguado en otros lugares.

Parque arqueológico

Centro de Interpretación

La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha declaró en su momento El Tolmo de Minateda como uno de sus cinco parques arqueológicos, junto a Segobriga, Alarcos, Carranque y Recopolis. Ello conllevó trabajos de consolidación y mejora de las estructuras, la adecuación de dos circuitos visitables y la construcción de un centro de interpretación. El proyecto se terminó completamente a principios de 2011 y se abrió por fin al público el día 4 de marzo de 2019.

Visita al Tolmo de Minateda

Camino y murallas

 

 

 

 

Lo primero que se aprecia es el camino que conducía a la ciudad, una pista de piedra en la que se observan claramente surcos, debidos al paso de carros con ruedas de hierro hacia finales de la época visigoda.

 

 

 

 

 

El asentamiento fue fortificado desde sus primeros tiempos, construyéndose un muro en la Edad de Bronce y una muralla en la época ibérica. Después, al pasar al dominio romano con el nombre de Ilunum, se levantó otra muralla en la época de Augusto, con una puerta de la que quedan algunos restos que fueron utilizados en la construcción de una posterior muralla visigoda.

 

 

 

 

 

 

 

 

En el mismo lugar donde estuvo la puerta romana, estuvo posteriormente la puerta visigoda, que presumiblemente estuvo flanqueada por dos torres, aunque nada de conserva en la actualidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

También se encontró una inscripción haciendo referencia a los primeros gobernantes romanos del lugar: Titus Martius, Gaius Grattius Grattianus y Vibius Fulvius.

 

 

 

 

 

 

 

 

Complejo religioso visigodo y barrio islámico

Es el núcleo principal del asentamiento. Gran parte del mismo lo ocupan los restos de una basílica, un baptisterio anexo y un palacio episcopal. De entre todos destaca la basílica, cuya planta en forma de cruz se aprecia en su totalidad, sobre todo el ábside en uno de los extremos. En tono a él, existe un cementerio, con varias tumbas excavadas en la roca.

 

 

 

 

 

El baptisterio tiene una piscina bautismal, pero está cubierta, por lo que no se aprecia muy bien.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En el lateral exterior de la basílica, se pueden ver restos de viviendas islámicas, cuando el lugar pasó a llamarse Madînat Iyih, que se construyeron aprovechando los materiales visigodos al dejarse de utilizar los edificios religiosos.

 

 

 

 

 

La acrópolis, castellum o alcázar

Aquí estaba la parte más alta de la ciudad, un último reducto al que podía acudir la población para refugiarse. Fue construido en la época visigoda y también se utilizó en la islámica. Poco se conserva a excepción de algunas oquedades excavadas en la roca, que pudieron servir de aljibes y silos, y algo de la muralla que rodeaba el lugar.

Puerta norte y actividades diarias

Hubo un acceso secundario, la puerta norte, solamente peatonal y de la que actualmente no se conserva nada, y cerca de la cual, se pueden ver restos de elementos utilizados en las actividades diarias de sus habitantes, tales como silos, canteras, las paredes de una posible habitación tallada en piedra…

Necrópolis norte

Por uno de los itinerarios secundarios se llega a los restos de una necrópolis que fue utilizada casi desde el inicio del asentamiento hasta la época islámica.

Casas semirrupestres

Por otros itinerarios secundarios se llega a casas adosadas al tolmo, construidas durante el siglo XIX y utilizadas hasta mediados del siglo XX.

Hay que mencionar que los objetos encontrados en las excavaciones se encuentran en el Museo Comarcal de Hellín y en el Museo Arqueológico de Albacete, así como algunos restos de construcciones, siendo reproducciones lo que se ve en el yacimiento.

Alrededores del Tolmo de Minateda

A unos 2 kilómetros al sur, también formando parte del Parque Arqueológico Tolmo de Minateda, hay un conjunto de 5 abrigos rupestres, entre los que destaca el Abrigo Grande, con hasta 600 figuras humanas y de animales. Este conjunto fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998, como parte del Arte Levantino del Arco Mediterráneo. La visita ha de ser necesariamente guiada, pues el acceso a la cueva es difícil y además se encuentra protegida por una verja cerrada.

Se describe con más detalle la denominada basílica de Eio

BASÍLICA DE EIO (Tolmo de Minateda)

Una inscripción de época romana, que demuestra que se trata de la ciudad de Ilunum, y los significativos restos visigodos que se han excavado, han permitido reconocer en ella la importante sede episcopal visigoda de Eio -ó Elo-, creada a finales del siglo VI para sustituir a la diócesis de Ilici, que estaba en poder de los bizantinos.

Descripción

Hasta ahora se ha completado únicamente la excavación de la zona de la iglesia. Se trata de una basílica de forma tradicional, con tres naves y un único ábside orientado al este. También existe un contracoro opuesto al ábside con un baptisterio adosado, que ocupan los últimos tramos de la nave central y cuatro compartimentos laterales, tres en el costado meridional y uno de acceso a en el primer tramo del septentrional.

La basílica con una longitud de 37,5m es una de las mayores que se conocen del prerrománico español. Su Anchura, de 12,5m en el primer tramo, se va reduciendo ligeramente en las naves laterales hasta 11,5m en el último tramo, siendo fija -de 5m- la de la nave central. Las naves están separadas por dos filas de ocho columnas reutilizadas -aunque en la posición de la cuarta columna del lado sur se utilizó un pilar-, formando ocho tramos a los que se añade el baptisterio, de mayor longitud y diferente estructura. Las columnas se apoyan sobre basas áticas que también provienen de construcciones anteriores y que se sustentan sobre huecos tallados en la roca, cimentados con argamasa. Los tramos estarían cubiertos por arquerías de medio punto de las que se ha encontrado algunas dovelas y una gran parte de uno de los arcos.

Aunque no se sabe si las naves eran de la misma altura o si era más alta la central con ventanas en la parte superior de sus muros, esta opción parece la más probable porque era lo habitual en este tipo de basílicas y además en las excavaciones se han encontrado los restos de varias ventanas monolíticas que probablemente pertenecían a este edificio. La cobertura sería plana a dos aguas la central, soportada sobre los muros laterales y las arquerías de separación entre las naves. El suelo de toda la iglesia, en el que existen varios canales de desagüe, es la propia roca tallada, recubierta de una capa de mortero de cal mezclada con la misma roca machacada, excepto en algunas áreas en las que se ha encontrado un pavimento de tierra arcillosa, se supone que producto de una modificación posterior.

El ábside es exento, en forma de medio punto peraltado, tanto exterior como interiormente, y está formado por un muro doble de sillares reutilizados, con relleno interior, formando una estructura muy sólida que soportaba una cúpula de cuarto de esfera en ladrillo de la que se han encontrado restos in situ. Su acceso se efectuaba mediante un arco de medio punto en ladrillo que apoyaba directamente sobre los muros laterales. El suelo, como la mayor parte de la iglesia es la propia roca, recubierta por una ligera capa de opus signinum. Delante del ábside, ocupando el primer tramo de la nave central, se encuentra el coro, un espacio rectangular con el suelo elevado sobre el resto de la basílica. En él se han encontrado dos fases distintas de construcción, en la primera, a un nivel intermedio entre el suelo del ábside y el de la basílica y que estaba pavimentado con ladrillos, tendría acceso por los tres lados, mientras posteriormente el suelo se elevó a la misma altura que el ábside y se añadieron canceles que cerraban el paso en los costados y dejaban sólo un paso en el frente. También en esta fase se añadieron canceles de separación entre el ábside y el coro.

Mención aparte merece el contracoro situado en el último tramo de la nave central. Se trata de un espacio separado del resto de la iglesia por muros bajos en los que sólo hay dos accesos, uno desde la nave central y otro en su costado meridional. No se sabe si existe desde la construcción inicial aunque se supone que se añadió posteriormente, ni cual fue su uso, ya que aunque se puede relacionar con el doble ábside de las iglesias norteafricanas y con otras basílicas en las que existe un espacio de este tipo para uso funerario, en este caso parece más bien relacionado con la circulación de los catecúmenos en el rito del bautismo. La zona del baptisterio mantiene las tres naves, en este caso separadas por medio de canceles, sin columnas ni arquerías. La pila bautismal, cuatrilobulada, inicialmente ocupaba toda la parte central, pero fue reducida posteriormente mediante varias capas de relleno, quizá debido a la sustitución del bautismo por inmersión. No tenía ningún acceso exterior ni desde el contracoro, sino únicamente desde las naves laterales de la basílica a las del baptisterio, y de éstas con la central.

El edificio tiene adosados cuatro espacios exteriores. El primero, único situado en el costado norte, es un acceso que estaba porticado sobre pilares, con una escalera que ascendía al primer tramo de la nave. Se trataba de una entrada monumental a la basílica desde la pequeña plaza que la separaba del palacio, en la que existían dos bancos de piedra y en la que se han encontrado restos de decoración.

En el costado sur existen otros tres compartimentos, todos ellos construidos en la remodelación posterior de la basílica. Uno está situado enfrente de la entrada monumental del costado norte y es de un tamaño algo mayor, con dos pequeñas puertas, una de acceso desde el exterior, al este y otra, escalonada, hacia la basílica. Se supone que su uso era exclusivamente litúrgico, posiblemente como sacrarium, y en él se encontró una fosa vacía y tapada con ladrillos, una caja cuadrada tallada en el suelo, se supone que para incrustar el pie de una mesa, y un banco adosado al muro occidental. El segundo es semejante al descrito pero sin acceso exterior y con un banco corrido en tres de sus costados. Está situado en el extremo occidental del lado sur, en la zona del baptisterio.

Por último, la basílica tiene otros dos accesos principales en el centro de cada uno de los muros laterales, al estilo de las basílicas de tipo norteafricano. Mientras el situado al norte parece que pudo tener un pequeño pórtico, el del costado sur disponía de un vestíbulo cubierto, elevado sobre el suelo de la iglesia, también con acceso escalonado. En general, los vanos, tanto entre los diversos compartimentos como los de los accesos exteriores, estaban flanqueados por jambas monolíticas, que se conserva in situ en bastantes casos.

Como ya hemos indicado, la mayoría de los materiales utilizados en la construcción de la basílica procedían de edificaciones anteriores, en algunos casos, como las columnas de la nave, de distinta procedencia y medidas, y conformando paramentos de estructuras muy diversas, aunque todo ello quedaba oculto por un enlucido que cubría toda la basílica y que también se utilizaba para ocultar las diferencias en algunas columnas, basas y otros elementos. El resultado final debió ser una obra muy bien planificada, consistente y con una terminación de calidad.

Pero en Eio nos encontramos con el hecho sorprendente de que la basílica fue modificada, parece ser que por motivos litúrgicos, muy poco tiempo después de su terminación. Estos cambios implicaron en su interior la elevación del coro incluyendo el añadido de los canceles, la construcción del contracoro y la modificación del espacio del baptisterio, reduciendo el tamaño de la pila bautismal, mientras que en el exterior se añadieron los tres compartimentos exteriores del costado sur y posiblemente se modificó el compartimento de acceso norte.

Conclusiones

Al analizar estas modificaciones se puede considerar como significativo que en las zonas de la segunda fase hayan aparecido canceles con decoración tallada a dos planos con cruces inscritas en un círculo y círculos entrelazados, todo ello habitual en el arte visigodo, mientras toda la construcción inicial se había mantenido dentro del tipo más clásico de basílica convencional paleocristiana y sin ninguna relación con el arte visigodo, tanto en la decoración como en la forma de los arcos, todos de medio punto, o en el coro abierto en el que no existían las zonas aisladas tan típicas de la liturgia católica visigoda.

Por otro lado, la sede episcopal de Eio aparece mencionada por primera vez en un concilio provincial cartaginense celebrado en Toledo en 610. Este hecho ha llevado a pensar que la basílica se construyó a finales del siglo VI y, por lo tanto, después de la conversión de Recaredo, ya que está totalmente descartada la posibilidad de que se trate de una construcción paleocristiana, entre otros motivos, porque antes de la llegada de los bizantinos esta zona pertenecía al obispado de Ilici (La Alcudia de Elche) y no se justificaba la existencia de una sede de esta importancia en Eio.

Sin embargo, teniendo en cuenta lo extraño que resulta que sufriera una remodelación litúrgica inmediatamente después de su construcción, pensamos que sería interesante plantearnos la posibilidad de que la construcción inicial se hubiera producido unos años antes, en tiempos del rey Leovigildo y, por lo tanto, que se tratara inicialmente de una basílica arriana, lo que justificaría su remodelación para volver a consagrarla como sede católica.

Leovigildo fue un rey guerrero y constructor; luchó contra los suevos, los vascones y los bizantinos y construyó al menos dos nuevas ciudades: Recópolis como futura nueva capital del reino y Victoriacum protegiendo la frontera con los vascos. No sería nada extraño que hubiera creado también Eio como defensa contra los bizantinos, incluyendo la nueva sede episcopal arriana.

Otro detalle a tener en cuenta es que si comparamos la estructura de esta basílica con otras construcciones de esa época, vemos que tiene semejanza con otras iglesias visigodas del siglo VI, como Algezares, Segóbriga o el Germo, todas ellas de tipo basilical con tres naves separadas por columnas, aunque la de Eio es la de estructura más clásica y, por lo tanto, muy diferente a la de Recópolis, en la que empieza a modificarse la planta de las iglesias visigodas ya que en ella las naves laterales se separan con muros de la central, apartándose de la forma basilical, y aparece lo que podríamos considerar una especie de nave de crucero, cuyo desarrollo completo encontraremos en las iglesias cruciformes del siglo VII. Todo ello parece indicar que la basílica de Eio pudo ser algo anterior a la creación de Recópolis.