Este Mundo, a veces insólito
Calendario
marzo 2024
L M X J V S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031

Prehistoria

Castro de Ulaca

Castro de Ulaca

Coordenadas: 40°31′47″N 4°53′08″O

Bien de interés cultural. Patrimonio histórico de España

 Localización

País: España

Comunidad: Castilla y León

Provincia: Ávila

Localidad: Solosancho

 Datos generales

Categoría: Zona arqueológica de Ulaca

Construcción: siglo VI a. C.-siglo II a. C.

Estilo: Edad de los MetalesCultura de La Tène

Castro de Ulaca es un yacimiento arqueológico de origen vetón, situado en Villaviciosa (Solosancho), en la provincia de Ávila (España).

Se encuentra ubicado en las primeras estribaciones de la Sierra de la Paramera, en su vertiente norte, sobre un promontorio elevado sobre el terreno circundante unos 250 metros, con una cota máxima de 1508 m s. n. m., dominando perfectamente el valle de Amblés y dando vista al Pico Zapatero. El castro está encajado entre el arroyo de los Portillos y el río Picuezo, cuyos cursos sirven de protección natural.

En 1931, Ulaca se declara Conjunto Histórico-Artístico. En 1986 Bien de Interés Cultural (B.I.C), que es la máxima figura de protección que la ley otorga a un elemento histórico. En el año 1994 se delimita la Zona Arqueológica de Ulaca, amparada por la Ley de Patrimonio Histórico Español, quedando cualquier proyecto de restauración sujeto a lo que dicten las Comisiones Territoriales de Patrimonio Cultural.

Descripción

Altar de los sacrificios

 En el recinto destacan “el altar” una gran mole de granito, con talud por sus tres lados. En uno de sus lados, dos escalinatas conducen a una superficie plana con varios huecos de distinto tamaño. El “horno” cavidad de forma cúbica practicada en un bloque de granito abierto al exterior por medio de un arco de medio punto. Parece relacionarse como una posible sauna.

Sauna de Ulaca.

Puerta oeste de la muralla restaurada.

Ulaca es el más grande de los castros vetones[cita requerida] y cuenta con restos arqueológicos poco comunes como un altar y una sauna de iniciación, construidos en granito. Se halla situado en un promontorio elevado, de difícil acceso desde el que se divisa todo el Valle de Amblés en la provincia de Ávila.

Existen restos que abarcan desde la época calcolítica hasta la Edad Media, aunque serán los vetones los que dejen especial huella.

Cuenta, como elementos más destacados, la muralla de más de 3 km de longitud, levantada tardíamente a comienzos de la 2.ª Edad de Hierro (s. III – II a. C.), sauna ritual o “fragua”, iglesia o torreón y el perfectamente conservado altar de los sacrificios.

El Altar de los Sacrificios

El altar de los sacrificios es una construcción a cielo abierto, realizada sobre grandes bloques graníticos que afloran en el sector noroeste.

El monumento, en buen estado de conservación, consta de una gran estancia rectangular tallada en granito, en uno de cuyos lados existe una gran peña en la que dos escaleras de 9 gradas, labradas también en la roca, conducen a una plataforma en la que se encuentran dos cavidades de forma más o menos circular y comunicadas entre sí. La más occidental de ellas vertía en una tercera que permitía a su vez que los líquidos derramados en las libaciones corrieran hacia la parte baja de la peña a través de un canal. Su funcionalidad cultual, en la que habría que tener presente la práctica de sacrificios animales e incluso humanos, se ha establecido a partir del estudio comparativo con otras construcciones parejas, entre las que destaca el santuario portugués de Panoias, donde se documenta epigráficamente la existencia de tales sacrificios, aunque Correia1​ lo pone en duda por el hiato cronológico entre ambos yacimientos. Ulaca estuvo ocupado sobre todo entre el siglo VII y siglo I a. C.., mientras que la actividad litúrgica atestiguada epigráficamente en Panóias, se fecha durante el siglo III d. C. Metodológicamente, no se puede suponer el mismo tipo de utilización documentado en Panóias, en el ámbito de los cultos mistéricos orientales, para las cavidades existentes en otros sitios claramente anteriores, como es el caso de Ulaca. Incluso tipológicamente existen importantes diferencias entre ambos yacimientos: si en Panóias las varias escaleras talladas, muy distintas de las de Ulaca, dan acceso no a simples cubetas, sino a edificios cultuales cuyos cimientos se distinguen claramente, en Ulaca, los peldaños tallados dan acceso a un conjunto de oquedades naturales, conectadas mediante un amplio canal abierto en la roca.

La Sauna

La Fragua-horno o sauna se localiza en el centro del yacimiento, a menos de 200 m de la estructura anterior. Está formada por una especie de semihipogeo, tallado parcialmente sobre un gran canchal granítico y por muros de piedra en la parte norte y acaso también en los lados este y oeste. Hace tiempo que se identificó como horno o fragua, pero recientemente le confieren un uso termal, comparándola con las saunas o pedras formosas de la cultura castreña del noroeste. Su sentido sería ritual, conectado con ceremonias iniciáticas guerreras sugeridas en algunas referencias clásicas.2

El Oppidum

El oppidum de Ulaca llega a las 60 hectáreas frente a las 15 ha del Castro de Cogotas y las 38 de la Castro de la Mesa de Miranda. Una superficie enorme, no toda destinada a habitación, pero que supone una aglomeración de primera magnitud, que debió de jugar el papel de centro comarcal, en línea con la reordenación territorial que supone la aparición de estos grandes oppida, en fechas situables en el siglo III a. C., en que parece que fue fundado este gran castro abulense.

Por otra parte, tanto o más que la superficie, da cuenta de su papel organizativo y político la posesión en su interior de un gran edificio de aparejo monumental con función de atalaya o de otro uso público desconocido, y espacios sacros e instalaciones para usos rituales o ceremoniales que, como en el caso de los centros urbanos del mundo ibérico y de las demás civilizaciones, son ingredientes habituales en los centros principales por el papel aglutinador que desde ellos se ejerce en el plano ritual y religioso.3

Las casas

Las casas presentan plantas cuadradas y rectangulares con gruesos muros de piedra. Hay plantas sencillas con dos o tres estancias, de unos 40-80 m², y otras más complejas con más departamentos y mayor superficie, de hasta 250 m². Las jambas de las puertas están bien marcadas por grandes lajas de granito. Las cubiertas debieron ser de piorno, como lo hacían los chozos de pastor y las tinadas para las ovejas hasta hace poco tiempo. La falta de excavaciones -solamente se excavaron dos casas en los años 1970 que se han restaurado- impide precisar la organización interna, que en cualquier caso dispondría de hogares, bancos adosados a las paredes, zonas de almacenamiento y áreas de descanso. Desconocemos si además de estructuras domésticas había otras sólo de almacenaje o con otras funciones.

Casas excavadas en la década de los 70 en el Castro de Ulaca

El total de estructuras dentro del recinto amurallado es de algo más de 250, que se elevaría hasta alrededor de las 300, si se suman las casas fuera de las murallas al noreste del recinto. La existencia de casas extramuros permite suponer, además, que el recinto amurallado no implica una situación de peligro e inestabilidad permanente. Pero parece que en este sector hubo también murallas muy perdidas hoy. En los momentos de conflicto, la población podría refugiarse dentro del poblado, ya que existía espacio libre suficiente para todos. Sabemos que otros oppida vettones tenían arrabales o barrios extramuros como Las Cogotas y Salmantica, en este último caso referido al año 220 a. C. en la toma de la ciudad por Aníbal.

Parece común la existencia en todas las viviendas de zócalos de piedra de 80-100 cm de grosor y doble paramento. Apenas hay vestigios de adobe o tapial para el recrecimiento de las paredes y la abundancia de granito podría ser consistente con la idea de alzados de piedra hasta la cubierta. La prolongación de los muros hacia el exterior permite aventurar la idea de que algunas tuviesen un porche o zaguán; aunque no habría que descartar que se tratase de pequeños corrales anexos a la vivienda. La mayoría de las casas abren sus puertas hacia el este, hacia la salida del sol. Nada se nos ha conservado de las cubiertas pero, dada la disposición del terreno, lo más lógico es que vertieran aguas por delante de la fachada en dirección a las vaguadas, siguiendo la pendiente.

Las canteras

Un elemento excepcional y espectacular al mismo tiempo, desconocido en otros oppida célticos, son las canteras de granito en el interior del hábitat. Quedan visibles las huellas de la cuñas y los bloques cortados en distinto grado de elaboración. Las canteras se sitúan en los sectores oeste y suroeste de la ciudad. En ambos casos se buscaron grandes planchas de granito y se aprovecharon siguiendo las vetas y las fracturas naturales. El proceso de trabajo se debió iniciar marcando con cortafríos y mazos, pequeñas ranuras a intervalos regulares, 28 y 36 cm, después se introducían cuñas para romper la línea marcada y así obtener bloques más o menos grandes, entre 60 y 120 cm de longitud y aún mayores. Con perchas y palancas de madera se moverían los bloques de primera extracción para posteriormente ser objeto de nuevos cortes y conseguir bloques más pequeños. Todo este proceso de trabajo ha quedado congelado en las canteras. Se pueden medir los esparcimientos entre las ranuras para cuñas marcadas y nunca utilizadas, los bloques de primera extracción sin trocear, los bloques semielaborados y por último incluso algunos terminados y no transportados. Este detalle hace pensar en que todo el trabajo de cantería se desarrollaba en estos lugares. Como se ha señalado recientemente4​ las canteras de Ulaca confieren un aspecto mágico al lugar, parece como si el tiempo detenido pudiera ver en algún momento el retorno de las gentes de Ulaca para terminar los trabajos abandonados a medio hacer.

La cantera oeste debió utilizarse para la obtención de material constructivo para las viviendas de los alrededores, y de hecho la dimensiones de los bloques se asemejan a los de las casas más cercanas. La cantera del ángulo suroeste, muy próxima a la muralla, parece que estuvo más relacionada con la elaboración de grandes sillares para la construcción del cierre defensivo. La gran escala de los trabajos de cantería -por encima del nivel doméstico de cada hogar-, la posible existencia de especialistas, el empleo de medidas modulares y las posibilidad de reconstruir casi íntegramente el proceso de trabajo, confieren a las canteras de Ulaca un gran interés.56

Datación

La fecha del poblado puede datarse del s. VI al II a. C., cuando una de las incursiones de Aníbal en los pueblos del centro peninsular supuso el incendio de la ciudad, aunque este hecho no está confirmado. Se calcula que en la época de mayor esplendor pudo estar habitada hasta por mil personas, distribuidos jerárquicamente en unas 250 – 300 viviendas, ocupando una superficie de 60 hectáreas.

Sus restos son numerosos, desde objetos cerámicos hasta aperos de labranza, instrumental ganadero, alfarero, etc., muchos de los cuales fueron expoliados en épocas pasadas; incluso hay restos de molinos de piedra y de varias canteras.

Las defensas

Una potente muralla de granito rodeó el asentamiento con un perímetro de más de 3.000 m y una anchura mínima de 2 m, aunque en algunas partes no está conservada y hace difícil su restitución. La muralla se adapta bien a la morfología del terreno y es de gran aparejo en lienzos y torreones y sobre todo en las puertas. Aprovecha siempre que puede las afloraciones de granito que emergen del suelo, integrándolas en su estructura y se interrumpe cuando la topografía del terreno la hace innecesaria. Sigue en gran medida el borde de la meseta sin perder altura para mantener siempre posiciones defensivas inequívocas. La aspereza del terreno y los fuertes escarpes que rodean a la ciudad no exigen mucha contundencia en las obras de fortificación. En cualquier caso la línea continua de muralla en todo el sector norte tuvo que presentar un imponente aspecto, vista desde el valle. En ese sentido las murallas actuarían como un elemento de prestigio visual y símbolo de la pujanza de la comunidad que se resguardaba tras ellas. Además del papel defensivo la muralla servía para delimitar al grupo social, a la comunidad que vivía dentro. Salvo algunos puntos con poca visibilidad, desde dentro del oppidum sus habitantes verían siempre los muros protectores y delimitadores.

La técnica constructiva de la muralla es de dos paramentos con bloques grandes y las caras planas vistas al exterior, cogidos en seco, mientras que el interior se rellena de piedras más pequeñas. En algunos puntos, especialmente al mediodía, sólo se llegó a marcar la cimentación de la muralla, por otro lado casi innecesaria debido a los fuertes cortados que protegen ese sector. En algunos puntos, la muralla parece reforzarse con dos o tres paramentos. La posibilidad de un remate de las murallas con empalizada de madera, especialmente en las zonas de las entradas, está sostenida por el episodio del incendio de las murallas de Pallantia en el año 74 a.C. tras el asedio de la ciudad por Pompeyo, según nos relata Apiano. Parece que sólo un tipo de remate así podría permitir que se incendiaran las murallas. Pero ciertamente no tenemos pruebas arqueológicas de que éste fuera el tipo de remate de la parte superior de las murallas del ámbito vettón.

Se pueden identificar al menos nueve interrupciones de la muralla que por sus dimensiones y características bien podrían ser otras tantas puertas de entrada. Algunas se reconocen bien y han sido consolidadas recientemente, pero otras resultan muy problemáticas.

Las puertas mejor conservadas y más complejas son la del Noroeste y la del Noreste. La puerta del Noroeste –por donde se accede al oppidum– estuvo además protegida por varias líneas de muralla que la anteceden. Mientras que la puerta del Noreste –por donde se sale siguiendo el itinerario de visita– es una puerta en esviaje: los dos tramos de muralla adoptan una posición paralela, dejando un espacio libre entre ambos para pasar. De ella salía un camino, parece que enlosado, como el del segundo recinto de Las Cogotas, hoy medio oculto por los derrumbes de la propia muralla. Por las laderas todavía se ven las rampas por donde discurrían éste y otros caminos que llevaban al llano. Las huellas de ruedas de carro son visibles en algunos puntos.

La gran superficie de Ulaca queda claramente puesta de manifiesto en la comparación de su recinto amurallado con la Ávila medieval. Sencillamente las más de 60 ha del oppidum vettón superan ampliamente la superficie de la ciudad de Ávila. Los cálculos de población son difíciles y complicados pero a partir de otros poblados en los que contamos con cementerios, como Las Cogotas y La Mesa de Miranda, se ha podido determinar un valor de entre 15 y 20 habitantes por ha. Según esas estimaciones la población de Ulaca oscilaría entre 1.050 y 1.400 habitantes, lo que se ajustaría bastante bien a las 250 estructuras reconocidas. Todo ello no debió ser obstáculo para que en momentos de inestabilidad y peligro pudiera refugiarse tras sus murallas una población que podría doblar esas cifras. Desde luego los espacios libres lo permitirían sin muchas complicaciones.

Khirokitia

Khirokitia

Reconstrucción de las estructuras circulares.

Coordenadas: 34 ° 47′48. 21″N 33 ° 20′37. 39″E

País: Chipre

Región: Europa y América del Norte

Khirokitia es un yacimiento arqueológico en la isla de Chipre en el mar Mediterráneo, que data del Neolítico. También se le llama Khoirokoitía (en griego Χοιροκοιτία, Joirokoitía), Chirokitia y Jirokitia.

En 1998 la Unesco lo inscribió como Patrimonio de la Humanidad.1

En este sitio —y en cerca de otros 20 en la isla— está representado el periodo Neolítico acerámico (sin alfarería ni cerámica de ningún tipo).

El sitio fue descubierto en 1934 por el Dr. Porphyrios Dikaios (director del Departamento de Antigüedades de Chipre) y su asistente Joan du Plat Taylor, quienes llevaron a cabo seis excavaciones entre 1934 y 1946.2

A principios de los años setenta se realizaron más excavaciones, que tuvieron que ser interrumpidas por la invasión turca de la isla. En 1977, un equipo francés —dirigido por Alain Le Brun— continuó la excavación.3

El asentamiento de Khirokitia se encuentra en la ladera de una colina en el valle del río Maroni a 6 km de la costa sur de la isla.

Estuvo habitado entre el VII y el VI milenio a. C.

Los métodos de subsistencia practicados por los habitantes neolíticos incluían la recolección (agricultura) y la ganadería.

Es una aldea cerrada, aislada del mundo exterior, separada de la ribera del río por un fuerte muro de piedras de 2,50 m de espesor y 3,00 m en su punto más alto preservado hasta la actualidad. El acceso a la aldea probablemente se lograba a través de puertas en la pared.

Las casas dentro del perímetro del muro consisten en estructuras circulares juntas entre sí (llamadas tholos). La parte baja de estas casas generalmente es de piedra y alcanza proporciones enormes debido al constante agregado de más capas de piedras. Su diámetro externo varía entre 2,30 m y 9,20 m mientras que el diámetro interno es de sólo 1,40 m a 4,80 m. Recientemente se encontró una casa cuyo techo plano había caído en el interior, lo que indicó que no todos los techos tenían forma de cúpula, como se pensó originalmente.

Los edificios circulares del asentamiento neolítico se extienden sobre las laderas de una colina, rodeados por el meandro de un río. El poblado, cuya extensión máxima puede estimarse en 3 h, es un espacio cerrado, rodeado por un impresionante recinto amurallado cuyo contorno ha sido modificado en varias ocasiones. Su economía se basa en la agricultura y el pastoreo de ovejas y cabras, combinado con la recolección de plantas silvestres y la caza del gamo.

La riqueza y la diversidad de los datos culturales, ambientales y antropológicos permiten múltiples enfoques que permiten conocer el resultado, en la segunda mitad del 7 el mil. aC, de un proceso de colonización que se inició a principios del s. el mil. BC Esta documentación, basada en una secuencia estratigráfica larga y consistente, constituye un punto de referencia para seguir la elaboración del Neolítico Acerámico Tardío de Chipre, la llamada “Cultura Khirokitia” e investigar los cambios y continuidades en el medio ambiente, las estrategias de subsistencia, técnicas artesanales y organización de actividades, prácticas arquitectónicas, organización social y rituales.

Las divisiones internas de cada choza dependían del uso que se le daba. Tabiques bajos, plataformas de trabajo, descanso o depósito. Tenían hornos, presumiblemente para cocinar y calentarse, bancos para sentarse y ventanas. En muchos casos hay evidencia de columnas para sostener un piso superior. Se cree que las cabañas eran como habitaciones, varias de las cuales estaban agrupadas alrededor de un patio abierto, y juntas formaban una sola casa.

Se cree que la población de la aldea estuvo entre 300 y 600 habitantes. Las personas tenían una estatura bastante corta: 1,61 m (hombres) y 1,51 m (mujeres). La mortalidad infantil era altísima, y la esperanza de vida era de cerca de 22 años de edad. Los muertos se enterraban acurrucados, directamente debajo de los pisos de las casas. Como curiosidad, tenían la costumbre de aplanar artificialmente la parte occipital del cráneo en la infancia, sobre todo en las mujeres, lo que les daba una braquicefalia bastante acentuada.En algunos casos se les dejaban provisiones, por lo que se cree que dentro de sus propias casas tenían algún tipo de culto a los antepasados.

Esta es la más antigua cultura conocida de Chipre, consistía en una sociedad desarrollada y bien organizada que se dedicaba principalmente a recolectar, cazar y criar ganado. La agricultura se basaba en el cultivo de cereales. También recolectaban frutos de los árboles que crecían silvestres en el área circundante, como nueces de pistacho, higos, aceitunas y damascos. Las cuatro especies animales cuyos restos se han encontrado en este sitio son venados, ovejas, cabras y cerdos.

La aldea de Khirokitia fue abandonada repentinamente por causas desconocidas alrededor del año 6000 a. C., y parece que toda la isla quedó deshabitada durante 1500 años, hasta que apareció el siguiente grupo documentado, los sotira.

Nombre de la aldea

Según la opinión dominante el nombre de la aldea es un compuesto de la palabra “Khiros” (cerdo / cerdo) y la palabra “Kiti”, así sugiriendo una zona donde se crían cerdos. Otras fuentes afirman que el nombre original era “Sidirokitida”, por lo tanto una zona de hierro fue encontrado. También se dice que podría haberse originado de la palabra “Khirogetia”, que implica la práctica de la quiromancia. De acuerdo con todo a otra opinión, pudo haber originado de algún nombre como “Ierokitida” (lugar sagrado). Aún más imaginativos opiniones afirman que el nombre venía de las palabras “giros” y “oikia” debido a que las chozas prehistóricas son redondas. Además, cuenta la tradición que el nombre se deriva de la frase “Chere Kitia” expresado utilizado por la Reina “Rigena” para abordar una cierta amiga suya de Kition. Se alegó también que quizá el nombre se origina de la planta Annona cherimola, que se encuentra cultivado en Chipre bajo el nombre más simple “Cheromolia”, aunque esto se considera muy poco probable. En cualquier caso, en mapas antiguos el pueblo está marcado como sea Cherochetica o como Chierochitia.[12]

Reconstrucción de las estructuras circulares.

 

Unidades IA y XIIA.

 

 

 

Unidades IA y XIIA.

 

 

 

Unidades XLV y XLVII.

 

 

 

 

Tholos de Choirokoitia (Dibujo: Juergen E. Walkowitz)

 

 

 

 

 

Restos del yacimiento arqueológico chipriota./Ophelia2

En el interior de las viviendas de Khirokitia todavía permanecen utensilios que usaban sus pobladores./Kritzolina

Y todavía no se ha descubierto lo mucho que permanece enterrado aquí, como ocurre en Atapuerca y La Sima de los Huesos. La inmensa mayoría del yacimiento está sin excavar. Los arqueólogos se frotan las manos ante el panorama que se les presenta.

Esqueleto en roca de Guadalupe

Esqueleto en roca de Guadalupe

Esqueleto de homínido moderno incrustado en roca encontrado en la costa de Guadalupe; de al menos 28 millones de años.

Estos esqueletos son restos humanos encontrados en una isla de las Antillas, pero con la peculiaridad de que fueron hallados en un estrato con una datación geológica de al menos 28 millones de años, es decir de la época del Mioceno, mucho antes de que los seres humanos modernos aparecieran en la isla. Para muchos investigadores la datación no es correcta, pero el debate sigue abierto.

Una de las muestras extraídas de las costas de Guadalupe, cerca de la aldea de Moule, fue una losa de piedra de unas dos toneladas de peso que fue enviada al Museo Británico en 1812, donde fue expuesta al público, pero con la llegada de la teoría de Darwin, la losa quedó relegada al sótano. Una de las cosas a favor es que estos restos han sido estudiados de forma científica y pueden seguir observándose hoy en el Museo Británico.

El problema es que estos esqueletos no encajan con la teoría de la evolución, pues es imposible encontrar seres humanos modernos hace 28 millones de años. Sólo el estudio geológico o arqueológico podrá demostrar si realmente el estrato donde se encontraron los esqueletos pudiera no ser del Mioceno, cosa que no se ha logrado hasta ahora.

Al ser contraria a la teoría de la evolución, la comunidad científica rechaza la veracidad de estos restos, y prefiere pensar que la datación no es correcta, sin embargo, no existe ningún estudio que desmienta la datación inicial.

La “Mujer de Guadalupe” es un descubrimiento bien autenticado que ha estado en el Museo Británico durante más de medio siglo. En 1812, en la costa de la isla caribeña francesa de Guadalupe, se encontró un esqueleto completamente humano, completo en todos los aspectos excepto en los pies y la cabeza. Pertenecía a una mujer de aproximadamente 5 pies y 2 pulgadas de alto.

Lo que lo hace de gran importancia es el hecho de que este esqueleto se encontró en el interior de una piedra caliza extremadamente dura y muy antigua, que formaba parte de una formación de más de una milla [1.609 km] de longitud. La datación geológica moderna sitúa a esta formación en 28 millones de años, ¡es decir, 25 millones de años antes de la aparición del hombre moderno en la Tierra!

Dado que una fecha de este tipo para una persona normal no se ajusta a la teoría evolutiva, no encontrará a “Mujer Guadalupe” mencionada en los libros de texto de Hominid. Hacer eso sería refutar la datación evolutiva de las formaciones rocosas.

Cuando el bloque de piedra caliza de dos toneladas, que contenía Guadalupe Woman, se exhibió por primera vez en el Museo Británico en 1812, se mostró como una prueba del diluvio del Génesis. Pero eso fue 20 años antes que Lyell y casi 50 años antes que Darwin. En 1881, la exhibición fue llevada silenciosamente al sótano y permanece allí hasta el día de hoy.

Evidentemente no se conocen todos los procesos naturales, o se trata de un fraude, una manipulación intencionada, etc.

Dedo humano fosilizado en Canadá

Dedo humano fosilizado en Canadá

En un estrato de 110 millones de años.

Similar al encontrado en Texas?

Dedo humano fósil de entre 100 y 110 millones de años hallado en una isla del Ártico de Canadá; la imagen inferior es su radiografía

Este fósil, identificado como DM93-083, pertenece a una colección personal y fue hallado en la Isla Axel Heiberg, en el ártico Canadiense. Está datado en unos 100 a 110 millones de años atrás, época que corresponde al Cretáceo. Debajo de la foto se ve una imagen radiográfica, en la que se observan los huesos, que al tener menor densidad que la parte petrificada del exterior se ven en tono mucho más oscuro.

Según algunas fuentes:

Para que el dedo fuese estudiado debidamente se tuvo que cortar con una sierra de diamante. En su interior se podían apreciar los distintivos círculos concéntricos.

El escaneo reveló la presencia de huesos, articulaciones y tendones en el interior del dedo. Esto se podía constatar por las diferencias de tonalidades entre claras y oscuras que se presentaron en las radiografías.

Fraude

El Cráneo de Tafilalet

El Cráneo de Tafilalet

En otra evidencia encontramos (un cráneo con antigüedad de 360 millones de años)

Un cráneo de 360 millones de años fue hallado en Marruecos en estratos del periodo Devónico; por los estudios científicos realizados con Tomografía Computarizada, se comprobó que corresponde a un ser del género Homo adulto (dientes gastados), aunque su tamaño es solamente de 18.5 cm de circunferencia, siendo que la de los humanos actuales son de alrededor de 25 cm.

El pequeño tamaño del cráneo, descubierto por un paleontólogo aficionado joven en julio de 2007, cerca de Erfoud en una zona famosa por sus fósiles y goniatites Orthoceras ha sido autenticado por los científicos.

“Es un cráneo real y no un artefacto “, aseguró el Dr. Abdelkader Alaoui, radiólogo y director del hospital Mulay Ali Cherif, después de realizar una TC (tomografía computarizada de rayos X).

El cráneo, cuyo tamaño no excede en su circunferencia más de 18.4 cm, fue descubierta en una parcela del Devónico, lo que da una idea acerca de su edad que podría datar de 360 millones de años.

“Los resultados son fascinantes y estoy realmente sorprendido por la plasticidad biológica ” del cráneo, dijo el Dr. Alawi, subrayando que la información numérica (densidad) del escáner son consistentes con los valores de la densidad ósea.

“Creo que este cráneo todavía esconde algunas sorpresas”, dijo, refiriéndose a la fosilización posible del cerebro. Las imágenes del escáner, revelando una estructura arquitectónica peculiar y una muy baja densidad, una oportunidad razonable de encontrar un cerebro fosilizado.

Mohamed Zarou había avanzado en el anuncio de su descubrimiento, es el cráneo fosilizado del género Homo. A juzgar por los dientes gastados de la vejez, es sin duda un adulto, argumentó.

El cráneo tiene las características del género Homo, como lo demuestra la posición del agujero magno (centrado), la mandíbula (corto, parabólicas), el ángulo de la sínfisis (obtuso, se coloca detrás), en la frente (alta y redondeada , como detrás del cráneo) y la fórmula dental (estimado en 32 dientes, inserta verticalmente)”, dijo.

Pedido por MAP (Agencia de Noticias Árabe), sobre el proceso utilizado hasta la fecha de la datación de la muestra, el Sr. Zarou explicó que se ha basado en un método de datación tiempo orgánico, agregando que el mismo método fue adoptado en el famoso cráneo de Sahelanthropus tchadensis (6-7 millones de años) y también se encontró en el suelo, sin ninguna conexión geológica.

Interesado en el tema, el Sr. Eddahby WHL, un ingeniero de investigación en geología aplicada y miembro del Grupo de Investigación en Geología Aplicada (Grga), Facultad de Ciencias y Técnicas de Errachidia , dijo que unos estudios de la estratigrafía del sitio y uno detallado de la fauna asociada a ellos se darán a conocer pronto.

El Sr. Eddahby sin embargo, subrayó la necesidad de vincular los estudios sobre el cráneo en cuestión a las excavaciones en los sitios Sijilmassa

Ya podían haber sido más cuidadosos en la traducción; como es que la medida de la circunferencia craneal, de los humanos actuales es de 25 cm?, no será el diámetro?, o es que todos somos unos monstruos mega-craneanos.

Conclusión: seguramente erróneo.

Balkanatolia

Balkanatolia

El mundo es muy antiguo, existieron varios supercontinentes, entre otros: Gondwana al oeste y Laurasia al norte. Antes de él estuvo Pannotia (centrada en el Polo sur), pero es que antes de él estuvo Rodinia, del que se conoce su existencia gracias a pruebas de paleomagnetismo que permiten obtener la paleolatitud de los fragmentos, (aunque no su longitud). Un único continente que vivió hace 1.100 millones de años.

Science Alert‘ acaba de publicar el descubrimiento de un continente que existió hace unos 40 millones de años y fue hogar de una fauna muy exótica. Podría, además, haber allanado el camino para que los mamíferos asiáticos colonizaran el sur de Europa. Este continente olvidado fue Balkanatolia. Hace 34 millones de años descendió el nivel del mar y se formó un puente entre Europa y Asia, se convirtió en una puerta de entrada entre los dos, aunque todavía no se conoce cuándo y cómo llegó la primera ola de mamíferos asiáticos al sureste de Europa, fue bastante dramático, pues la aparición de los asiáticos llevó a una extinción repentina de los nativos en lo que se conoce como Grande Coupure o extinción masiva del Eoceno-Oligoceno, una época en la que la fauna cambió mucho y se formaron algunas de las cordilleras más altas de la actualidad, como los Alpes y el Himalaya.

Recientes hallazgos de fósiles en los Balcanes apuntan a una región peculiar que podría haber permitido a los mamíferos asiáticos colonizar el sureste de Europa entre cinco y diez millones de años antes de que ocurriera el Grande Coupure. Para ello, las investigaciones se centraron en los sitios fósiles de la zona que cubre la actual península de los Balcanes y Anatolia. El equipo reconstruyó los cambios paleogeográficas que ocurrieron en la región, la cual tiene “una historia compleja de ahogamiento episódico y resurgimiento”.

Fue una región peculiar que podría haber permitido a los mamíferos asiáticos colonizar el sureste de Europa entre cinco y diez millones de años antes de que ocurriera el Grande Coupure

Y lo que descubrieron es que Balkanatolia sirvió como trampolín para que los animales se trasladaran de Asia a Europa occidental, con la transformación de la antigua masa de tierra de un continente independiente a un puente terrestre, y la posterior invasión de mamíferos asiáticos, coincidiendo con algunos ‘cambios dramáticos paleográficos’. Hace más de 50 millones de años Balkanatolia era un archipiélago aislado separado de sus continentes vecinos, pero una serie de acontecimientos como el crecimiento de las capas de hielo antárticas lo conectaron con Europa occidental.

Los investigadores descubrieron fragmentos de una mandíbula perteneciente a un animal similar a un rinoceronte en Turquía, con una edad aproximada de 38 millones de años. Este fósil es, sin duda, el más antiguo descubierto en Anatolia hasta la fecha y contrasta la idea de que los animales aventureros atravesaron desde Asia a Europa a través de Balkanatolia como ruta de expansión meridional, aunque la idea sigue siendo debatida porque solo se basa en fósiles de mamíferos y se necesita una imagen más completa.

Muchos de los cambios geológicos que dieron lugar a Balkanatolia aún no se han entendido por completo, y es importante señalar que esta revisión es solo la interpretación de un equipo del registro fósil, que a veces puede ser escaso y fragmentado. Pese a todo ello, brinda una oportunidad única para documentar la evolución y la desaparición de la tierra en otro tiempo. Vivimos en un mundo muy antiguo y todavía queda mucho por conocer y explorar, sin duda.

Balkanatolia, hace 50 millones de años Alexis Licht & Grégoire Métais. CNRS.

Un equipo de paleontólogos y geólogos franceses, estadounidenses y turcos ha constatado la existencia de un continente olvidado, que hoy abarca los actuales Balcanes y Anatolia.

Bautizado como Balkanatolia, este continente era el hogar de una colección única de animales, a diferencia de los que se encuentran en Europa y Asia, escriben los investigadores en su nuevo estudio.

Pero una combinación de la caída del nivel del mar, con la expansión de las plataformas de hielo antárticas y los movimientos tectónicos, vincularon a Balkanatolia con Europa occidental hace de 40 a 34 millones de años, permitió que mamíferos procedentes de Asia colonizaran Europa.

Específicamente, los roedores y ungulados asiáticos hicieron la transición a Europa a través de Balkanatolia, según los fósiles encontrados. Los resultados de esta investigación se han publicado en Earth Science Reviews.

La Gran Ruptura

Durante millones de años a lo largo del Eoceno (hace 55 a 34 millones de años), Europa occidental y Asia oriental formaron dos masas de tierra distintas, con faunas de mamíferos muy diferentes.

Los bosques europeos fueron el hogar de fauna endémica con, por ejemplo, los paleotéridos (un grupo extinto lejanamente emparentados con los caballos actuales, pero más parecidos a nuestros tapires), mientras que Asia estaba poblada por faunas más cosmopolitas, incluidas las familias de mamíferos que se encuentran hoy en estos dos continentes.

Hace unos 34 millones de años, Europa occidental fue colonizada por especies asiáticas, lo que provocó una importante renovación de la fauna vertebrada y la extinción de sus mamíferos endémicos: un evento brutal denominado la “Gran Ruptura”.

Sorprendentemente, los fósiles encontrados en los Balcanes indican la presencia de mamíferos asiáticos en el sur de Europa mucho antes de la Gran Ruptura, lo que sugiere que la colonización fue prolongada.

Paradoja aclarada

Un equipo liderado por investigadores del CNRS de Francia ha aclarado a esta paradoja revisando descubrimientos paleontológicos anteriores, algunos que datan del siglo XIX, y reevaluando en ocasiones su datación a la luz de los datos geológicos actuales.

Este examen revela que, durante gran parte del Eoceno, la región correspondiente a los actuales Balcanes y Anatolia estuvo dotada de una fauna terrestre homogénea, pero distinta a la de Europa y Asia oriental.

Esta fauna exótica incluía, por ejemplo, marsupiales con afinidades sudamericanas y embritópodos (grandes mamíferos herbívoros parecidos a los hipopótamos) que antiguamente se encontraban en África.

Balkanatolia en la actualidad. Alexis Licht & Grégoire Métais. CNRS.

El equipo también descubrió en Turquía una nueva localidad fosilífera (Büyükteflek), fechada entre 35 y 38 millones de años, que revela mamíferos con afinidades claramente asiáticas, la más antigua conocida hasta la fecha en Anatolia.

Durante millones de años durante la época del Eoceno (hace 55 a 34 millones de años), Europa occidental y Asia oriental formaron dos distintas masas de tierra con faunas de mamíferos muy diferentes: Los bosques europeos albergaban fauna endémica como los paleoterios (un grupo extinto relacionado lejanamente con los caballos actuales, pero más parecido a los actuales tapires), mientras que Asia estaba poblada por una fauna más diversa, incluidas las familias de mamíferos que hoy se encuentran en ambos continentes.

Esta fauna exótica incluía, por ejemplo, marsupiales de afinidad sudamericana y embritópodos (grandes mamíferos herbívoros parecidos a los hipopótamos) que antes se encontraban en África. Por lo tanto, la región debe haber formado una sola masa de tierra, separada de los continentes vecinos.

El equipo también descubrió un nuevo depósito de fósiles en Turquía (Büyükteflek) que data de hace 38 a 35 millones de años, que produjo mamíferos cuya afinidad era claramente asiática, y son los primeros descubiertos en Anatolia hasta ahora. Encontraron fragmentos de mandíbulas pertenecientes a Brontotheres, animales parecidos a grandes rinocerontes que se extinguieron a finales del Eoceno.

Tercer continente euroasiático

Toda esta información permite esbozar la historia de este tercer continente euroasiático, encajado entre Europa, África y Asia.

Los investigadores han concluido que Balkanatolia debía estar formada por una única masa de tierra, separada de los continentes vecinos, y hogar de una fauna única.

Añaden que, probablemente, la gran glaciación que se produjo hace unos 34 millones de años, que también propició la formación del manto de hielo antártico y el descenso del nivel del mar, conectó Balkanatolia con Europa Occidental, dando lugar tiempo después a la citada “Gran ruptura”.

Este evento ha servido como criterio para definir el límite entre el Eoceno y el Oligoceno, y está caracterizado por las grandes extinciones y por la especiación alopátrida (causada básicamente por la presencia de una barrera geográfica) de especies primitivas aisladas, destacan los investigadores.

Sin embargo, aunque esta teoría parece apuntar más a un hecho que a una suposición, los investigadores han señalado que “la conexión pasada entre esas masas de tierra individuales de los Balcanes y la existencia de esta ruta de expansión meridional siguen siendo objeto de debate“.

Referencia

Los hallazgos se publican en el volumen de marzo de 2022 de Earth Science Reviews: Balkanatolia: The insular mammalian biogeographic province that partly paved the way to the Grande Coupure

Imagen: Sitio excavado en Turquía (Büyükteflek). Crédito: Alexis Licht y Grégoire Métais

Muela superior de un mamífero brontoterio de origen asiático: una especie de gran rinoceronte extinto a finales del Eoceno. [Alexis Licht & Grégoire Métais – CNRS] “Probablemente había varias provincias biogeográficas. Pero teníamos una fauna cercana a la que conocemos hoy: rinocerontes, primates antropoides, roedores. Una fauna bastante cosmopolita, con muchos taxones cercanos a los que conocemos hoy. ‘hui’, es decir, organismos vivos que comparten ciertas características bien definidas [ndlr. dérivé de taxonomie ou taxinomie, du grec τάξις signant classement, ordre].

Cambios climáticos

Grégoire Métais especifica que en ese momento, Asia, una región inmensa, estaba separada de Europa por un mar epicontinental poco profundo que se extendía desde Ucrania hasta Finlandia.

La transición Eoceno-Oligoceno está marcada por una combinación de factores, como cambios climáticos importantes.

El establecimiento de la Corriente Circumpolar Antártica tuvo un efecto importante en la circulación oceánica global y el clima, pero es poco probable que sea la causa de la glaciación del Oligoceno. [Florent Hodel et al., 2021 – CNRS] Estos pueden haber jugado un papel en la desaparición de los animales Balkanatolic: “Es un período frío. Hay una instalación de casquetes polares en los polos y la apertura del Estrecho de Drake [entre les océans Pacifique et Atlantique]: la Antártida ya no está conectada con América del Sur, lo que provoca la formación de una corriente oceánica circumpolar que cambiará profundamente la Tierra. Tenemos un clima generalmente más frío, hábitats más fragmentados y quizás los mamíferos asiáticos quizás estaban más adaptados a este tipo de ambiente.

La fauna de Balkanatolia aún es muy poco conocida: se revela gracias a algunos sitios en Europa del Este, incluido un sitio particular en Anatolia, señala el investigador. Con la oleada de mamíferos asiáticos, los de Balkanatolia no tuvieron descendencia: “En Europa occidental, hay muy pocos, si no ninguno, descendientes actuales de esta fauna que existió en el Eoceno, antes del Gran Corte en Europa”.

Grégoire Métais está encantado de hacer muchos más descubrimientos sobre la historia de esta región con su equipo formado por científicos de Estados Unidos, Francia, Holanda y Turquía: “Es solo el comienzo de una aventura”, concluye.

Harhoog

Harhoog

El Harhoog es un dolmen, una tumba megalítica rectangular de la cultura Funnelbeaker, ubicada cerca de Keitum en la isla de Sylt en Schleswig-Holstein, Alemania.[1] Descubierto en 1925, se trasladó al sitio actual en 1954 cuando se desarrolló un nuevo aeropuerto.

Región: Alemania; Keitum, Sylt

 

Coordenadas: 54.8907 ° N 8.3826 ° E

 

Tipo: Tumba megalítica

Períodos: Neolítico

Las cámaras funerarias megalíticas de Harhoog se ubicaron originalmente cerca de las llanuras de barro entre Keitum y Tinnum. Las piedras fueron trasladadas al área cerca del Tipkenhoog en la costa cerca de Keitum en 1954,[2] cuando el aeropuerto de Sylt estaba en desarrollo.[3]

Las tumbas en Harhoog datan del Neolítico y pertenecían a antiguos asentamientos de la cultura Funnelbeaker de la isla, probablemente alrededor del año 3000 antes de Cristo. Hubo una vez aproximadamente 600 de ellos, pero hoy solo existe la mitad de ellos.[4]

Las tumbas megalíticas están construidas con grandes losas de piedra en bruto (una o más) que están dispuestas en diferentes patrones. El dolmen Harhoog es un dolmen extendido, según la clasificación de seis categorías de Ernst Sprockhoff; los otros cinco tipos son dolmen simple, gran dolmen, tumba de paso, largas carretillas (sin cámara funeraria) y cista.

Harhhog fue descubierto en 1925 durante las excavaciones de tierra para la construcción de Hindenburgdamm, pero solo fue inspeccionado arqueológicamente en 1936.[3] : 148

Diseño de los dólmenes de Harhoog con tumbas paralelas y transversales

Las cámaras contienen secciones paralelas y transversales.

Círculo de Vinoř

Círculo de Vinoř

Descubren una estructura de 7.000 años cerca de Praga

Vinoř (en alemán Winor) es un antiguo pueblo, desde 1974 un distrito de la ciudad y territorio catastral de Praga, desde el 24 de noviembre de 1990 bajo el nombre de Praga-Vinoř también un distrito de la ciudad. Está ubicado en el noreste de la ciudad capital de Praga, en la parte noreste distrito de Praga 9, a lo largo de la calle Mladoboleslavská que conduce hacia Brandýs nad Labem. Tiene una superficie de 599,92 ha .

El círculo de Vinoř es más antiguo que Stonehenge y las pirámides de Egipto y ahora ha quedado al descubierto todo el complejo

Pablo Javier Piacente

Una vista aérea de la rotonda Vinoř cerca de Praga, que muestra tres entradas separadas. Crédito: Instituto de Arqueología de la Academia Checa de Ciencias.

Arqueólogos que realizan excavaciones cerca de Praga han descubierto los restos de una estructura de la Edad de Piedra, que es más antigua que Stonehenge e incluso que las pirámides egipcias: se trata de un enigmático complejo conocido como círculo de Vinoř. Hace casi 7.000 años, durante el Neolítico tardío o Nueva Edad de Piedra, una comunidad agrícola local pudo haberse reunido en este edificio circular, aunque aún se desconoce su verdadero propósito.

Investigadores del Instituto de Arqueología de la Academia Checa de Ciencias han identificado cerca de la ciudad de Praga una misteriosa estructura, llamada círculo de Vinoř, con una antigüedad de 7.000 años. El círculo excavado posee alrededor de 55 metros de diámetro: sería obra de la cultura Stroked Pottery, que floreció entre los años 4.900 a. C. y 4.400 a. C.

También conocida como la cultura del Danubio Medio, Stroked Pottery es la sucesora de la cultura de la Cerámica Lineal, identificada a través de un importante centro arqueológico del Neolítico europeo en Europa Central. La influencia de Stroked Pottery se centró en los actuales territorios de Polonia, el este de Alemania y el norte de la República Checa, superponiéndose con las culturas Lengyel, al sur, y Rössen, hacia el oeste.

Construcción en círculos

Según un artículo publicado en Live Science, la antigüedad de las construcciones supera al mítico Stonehenge y a las icónicas Pirámides de Egipto. Los científicos checos indicaron que los antiguos pobladores se organizaban en aldeas agrícolas sedentarias, compuestas por amplias construcciones circulares denominadas Roundels. Al parecer, el conocimiento de la construcción en círculos cruzó las fronteras de varias culturas de la época, ya que existen evidencias de este tipo de construcciones en círculos en diferentes puntos de Europa central.

Como las personas que construyeron los círculos solo tenían herramientas de piedra con las que trabajar, los tamaños de estas residencias circulares son bastante impresionantes, llegando por lo general a alrededor de 60 metros de diámetro, aproximadamente la mitad de la longitud de un campo de fútbol. Sin embargo, se sabe poco sobre las personas que las construyeron y las habitaron, ya que se han encontrado muy pocos entierros que puedan proporcionar más información sobre sus vidas hace siete milenios.

A pesar de esto, la datación por carbono de los restos orgánicos hallados podría confirmar definitivamente la fecha de creación de estas estructuras. Además, se encontraron fragmentos de cerámica, huesos de animales y herramientas de piedra. Se cree que cada uno de estos enormes círculos albergaba de 20 a 30 personas, según un artículo publicado en la web de Radio Praga Internacional y ampliado en otro informe previo.

Centros de comercio o de culto religioso

Hasta la fecha, se han encontrado alrededor de 200 Roundels en toda Europa central, 35 de ellos ubicados en el territorio de la República Checa. El círculo de Vinoř, que se descubrió originalmente en la década de 1980, tiene una planta inusual con tres entradas separadas. Lo que hace única a la nueva investigación es que los arqueólogos han revelado la estructura casi en su totalidad. A pesar de estos hallazgos, aún no está claro para qué se utilizaron estas enigmáticas estructuras circulares.

Según Miroslav Kraus, científico líder de la investigación, una de las teorías indica que podrían haber sido utilizadas como un centro económico o de comercio. También podrían haber funcionado como sede de algún culto religioso, donde se realizaban rituales relacionados con las distintas épocas del año. Vale recordar que los Roundels se construyeron durante la Edad de Piedra, cuando la gente aún no había descubierto el hierro. Las únicas herramientas que podían usar estaban hechas de piedra y huesos de animales.

Los redondeles comenzaron a conocerse y estudiarse hasta hace unas décadas, cuando la fotografía aérea con drones se convirtió en una parte fundamental de las excavaciones arqueológicas.

Hoy se sabe que “los redondeles son la evidencia más antigua de la arquitectura en toda Europa”, dijo Řídký a Radio Praga Internacional.

En 1991, se encontró en Alemania el redondel más antiguo conocido, el cual también corresponde a la cultura de la cerámica de los trazos. A esta estructura se le conoce como Círculo de Goseck.

Dos de las tres entradas que tiene esta construcción se corresponden con la salida y la puesta del sol durante los solsticios de invierno y verano.

Por ello es que se cree que el Círculo de Goseck funcionaba como una especie de observatorio o calendario.

Fotografía: Archaeological Institute of the Academy of Sciences

Dolmen de Alberite

Dolmen de Alberite

Imagen del dolmen.

El dolmen de Alberite es un dolmen que se encuentra en el término municipal de Villamartín, en la provincia de Cádiz. Está situado en la cuenca media del Guadalete, a cuatro kilómetros de la localidad y en el piedemonte de la Sierra de Grazalema.

Ubicado dentro de la necrópolis megalítica Alberite I, fue descubierto en 1993. Es uno de los más antiguos de la península ibérica,1​ pues tiene unos 6000 años.2

Excavación

La excavación del dolmen fue llevada a cabo por un equipo integrado por profesionales del Proyecto de Investigaciones Arqueológicas Guadalete y por el Área de Prehistoria de la Universidad de Cádiz, bajo la dirección de Francisco Giles Pacheco y José Ramos Muñoz.

Consta de una galería de unos 23 metros de longitud segmentada con jambas y con una entrada monumental con dos ortostatos exentos. En algunas de estas enormes piedras se encuentran pinturas esquemáticas en ocre y grabados de armas, lunas, soles e incluso algún antropomorfo. Se encontraron en el interior los restos de dos individuos cuyos huesos fueron descarnados y espolvoreados con ocre. El ajuar de dichos enterramientos incluía útiles de piedra pulimentada, cuentas de collar en piedra, ámbar y conchas, una paleta para el ocre y un gran cristal de cuarzo de unos 20 cm de longitud.

El dolmen de Alberite se descubrió allá por el año 1993 mientras unos jornaleros araban la tierra. Se encuentra en los Llanos de Villamartín y gracias a los restos de unas hogueras en su interior –y mediante la prueba del Carbono 14– se pudo determinar que pertenecían al siglo XLIII a.C.

Se le supone un carácter funerario. Se trata de una estructura de 20 metros de longitud por 2-4 metros de anchura. En su interior se encontraron los cuerpos de un hombre y una mujer inhumados con la cabeza afuera. A su alrededor, hachas, azuelas, gubias, huesos y cuentas de collar, una paleta con restos de ocre y una piedra de cuarzo de 20 cm. que otorgaba prestigio y se le presuponían funciones protectoras.

No es una construcción aislada. Relativamente cerca se encuentran más construcciones de este tipo. Es del mismo tipo, dimensión y fecha que las grandes construcciones megalíticas bretonas del norte continental. Podríamos suponer que ambos pueblos elaboraban monumentos de fundamento espiritual similar en las mismas fechas, entendiendo así que tendrían presupuestos religiosos análogos. Esto implica una relación cultural entre los pueblos europeos. Hay incluso quien sugiere que el propio nombre de Cádiz no proviene del Gadir fenicio. Estos nombrarían a la ciudad que encontraron aquí como ya se la denominaba entre sus habitantes: cathir. Un vocablo que en gaélico significa también “ciudad amurallada”.

 

https://blogdruta.com/2011/10/15/dolmen-de-alberite-villamartin/

El Dolmen esta formado por 35 ortostatos laterales sin contar los que cubrían el megalito, traídos de unas canteras que distan unos 3kms. Posee un corredor de algo mas de 20 mts de longitud con diferentes compartimentos y cámara sepulcral al final del mismo.

Se hallaron objetos en la cámara funeraria, entre el ajuar encontrado a los investigadores les llama la atención un cristal de cuarzo y un collar de cuentas de variscita verde. Ambos objetos de procedencia lejana, por lo que no cabe ningún lugar a dudas de un intercambio comercial con otras zonas de la península.

También cabe destacar entre el ajuar algunas piedras pulimentadas, huesos, conchas, ámbar y una paleta para ocre, machacadores y un cristal de cuarzo de 20 cms de longitud.

El Dolmen de Alberite que por cierto se encuentra rodeado de alguna sepulturas mas, conserva en sus ortostatos la decoración grabada y pintada de antropomorfos, soleiforme, armas y algunos de significado complejo.

Ubicación del Dolmen y de algunas posibles estructuras más

Astraliforme

Pero quizás una de las cosas mas importantes que los investigadores han sacado en conclusión, es que hasta ahora se pensaba que los dolmenes fueron erigidos en el periodo Calcolitico, pero por lo descubierto en este yacimiento ahora se saben que pertenecen a época Neolítica, previos a construcciones como el Zigurat de Ur o las mismísimas Pirámides.

Otro tema muy importante descubierto también es que el origen de este megalitismo es de procedencia Atlántica y no Mediterranea como se pensaba hasta hace poco, pues esta ultima suposición ya esta puesta en tela de juicio.

Esta piedra está coloreada en ocre, posiblemente con un mineral altamente contaminante. Formaba parte del techo de la estructura y en ella pueden apreciarse grabada algunas armas, entre ellas extraños bomerang parecidos a los de los aborígenes australianos.

En el año 1992 fue descubierto en el Arroyo de Alberite, Villamartín un Dolmen que se bautizaría con el nombre del mismo Arroyo: Dolmen de Alberite.

…Y junto a él se cuenta que hay cuatro más por descubrir, siendo este un poco menor que el de Antequera, pero que en su conjunto puede formar el complejo megalítico más importante de Europa, por encima del camelo que es “Stonehenge”, con la posibilidad de que éste último no sea del todo auténtico y habiendo denuncias con fotos y otras pruebas de que el conocidísimo yacimiento inglés se trata de un montaje.

El Dolmen de Alberite estuvo expuesto cinco años, desde su descubrimiento a las inclemencias del tiempo y fue objeto de expolios. Su decoración de pinturas y grabados, representando soles, serpientes, armas, de las que algunas semejan extraños bumerang, parecidos a los de los aborígenes australianos y formas humanas se vio afectada. Está datado en unos 6.000 años de antigüedad (4.000 antes de Cristo) y su intervención ha sido muy controvertida, siendo objeto de denuncias por parte de arqueólogos de gran reputación.

Castellar de Meca

Castellar de Meca

Poblado íbero Castellar de Meca

Coordenadas: 38°57′36″N 1°09′18″O

País: España

El poblado ibérico Castellar de Meca, cuya época corresponde al ibérico (siglos V-II a. C.), y también al bronce, romano, islámico, medieval, se localiza en el término municipal de Ayora, en la comarca de El Valle de Ayora-Cofrentes (Provincia de Valencia, España), sobre un largo cerro denominado Mugrón de Meca (Sierra del Mugrón), dentro de la finca denominada “Casas de Meca”.

Está declarado Bien de Interés Cultural desde el 3 de junio de 1931. Identificador otorgado por el Ministerio de Cultura: RI-550000053.1

Historia

Las ruinas del Castellar de Meca aparecen como conocidas en documentos de autores como Escolano, Cavanilles, Pierre Paris, Schulten, y especialmente por Julián Zuazo, entre otros.2​ Este yacimiento muestra evidencias de ocupación desde la edad de Bronce ( siglo VI a.C.), los Íberos ( siglos IVIII a.C.) y los romanos (siglos II I a.C. ) hasta la edad Media (siglo XII).23

Detalle del camino de acceso

Las ruinas se consideran pertenecen a un poblado Ibérico ocupando aproximadamente 15 hectáreas. A simple vista se pueden ver sus antiguas murallas que servían de defensa a esta población, pero además por las características del terreno, estas también forman parte de una fortaleza natural, situándose a unos 1218 metros de altura sobre el nivel del mar en su punto más elevado.4​ Se encuentra en una meseta del monte, con un único acceso, y por el que posiblemente los íberos trazaron un camino, el llamado Camino Hondo (que hoy aún conserva importantes vestigios de las huella dejadas por las ruedas de los carros, y pequeñas cavidades, donde ponían el pie las bestias que transportaban sus cargas), que unía la ciudad- fortaleza con el llano. De esta época íbera son también los restos de casas excavadas en la roca así como los aljibes.3

La ciudad ibérica desapareció con la conquista de los romanos, aunque la influencia ibérica se mantuvo durante un tiempo. En la zona occidental se observan restos de una torre romana, no hay constancia de que hubiera elementos arquitectónicos, aunque sí se hallaron sillares de varios tamaños bien labrados.3

La población fue creciendo y extendiéndose por las laderas, sobre el camino íbero inutilizado, construyéndose habitaciones medievales rectangulares. Se sabe que en el siglo XV la ciudad estaba desierta, lo cual puede deberse al brote de peste negra que sufrió la zona a mediados del siglo XIV.3

Descripción

Camino interior

Depósito

La planta del yacimiento tiene unas 15 Ha, con un extensión de unos 800 m en dirección Este-Oeste. Murallas ciclópeas, numerosas cisternas y casas talladas en la roca. Cerámicas ibéricas, romanas, islámicas. El denominado Camino Hondo, con una pendiente del 30 % constituye una asombrosa obra de ingeniería prerromana. En el último tramo, la roca está excavada 4,30 m. con una anchura de 1,93-2,15 m. Para superar la pendiente se alargó el recorrido y obligó a realizar una cerrada curva para cambiar el sentido del camino hacia el centro de la ciudad. El suelo, sobre roca viva, presenta profundas rodaderas como consecuencia del paso de las ruedas de carro durante 1500 años.

En los laterales se aprecian unas hendiduras en la piedra que presumiblemente servirían para introducir trancas de madera y sujetar así las ruedas evitando el deslizamiento por la pendiente. En la meseta se pueden observar habitaciones excavadas en la roca, escaleras, y numerosos depósitos (más de 100), el mayor llamado “El Trinquete” de 29 x 5 m, con una profundidad estimada de 14 m (más de 2000 m3). No todos los depósitos serían aljibes, ya que algunos pudieron ser utilizados como graneros o almacenes.

Existen restos de muros de difícil datación, ya que el poblado estuvo habitado hasta época medieval (posiblemente hasta los siglos XIII-XIV). Al oeste de la denominada “Cueva del Rey Moro” se encuentra la fuente, con su caño original que ha sufrido una modificación, y en la que se aprecian unas escaleras excavadas de época ibérica, y algo más abajo el aljibe.

Las características del poblado sugieren que éste sería un gran almacén de productos agropecuarios que explicaría el camino de acceso para facilitar su transporte desde el llano. La construcción del camino y de los sistemas de almacenaje requiere de una clase dirigente con capacidad de organizar recursos y gestionarlos de forma eficaz. En épocas de depresión por malas cosechas o crisis, la defensa del lugar y sus recursos excedentarios almacenados en periodos de bonanza sería fundamental.

Vista parcial

Estas clases ibéricas dirigentes y un sistema económico bien organizado serían la base del desarrollo de la cultura ibérica desde el siglo V al III a. C., con su capacidad de crear monumentos funerarios, ricas necrópolis, santuarios y escultura, característicos de la zona. El Castellar de Meca sería un importante centro económico del que únicamente queda su esqueleto impreso en piedra. La excavación científica de la ciudad pondría de manifiesto, sin duda, que estamos ante una de las principales ciudades ibéricas.[cita requerida]

Días de visita

El yacimiento arqueológico es propiedad privada y se puede acceder libremente los días de visita. La visita dura unas 3 horas desde el aparcamiento habilitado por los propietarios, y hay que ascender un desnivel de 170 metros, con algunos tramos peligrosos. Se recomienda mucha precaución. Los días de visita son los domingos de 9 a 14h. La visita no es adecuada para niños pequeños o personas ancianas.

Enlaces externos