EsasCosas

Este Mundo, a veces insólito

Calendario

enero 2025
L M X J V S D
 12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031  

Castillo de Bellver (petrolero)

Castillo de Bellver (petrolero)

Coordenadas: 33°31′S 17°06′E

Historial

Astillero: Astillero de Puerto Real, Navantia, Puerto RealEspaña

Tipo: superpetrolero

Operador: Elcano

Asignado: 1978

Baja: 6 de agosto de 1983

Destino: Hundido tras incendiarse

Características generales

Desplazamiento: 271 000 t en peso muerto

Eslora: 334 m

Manga: 55 m

Puntal: 27 m

El Castillo de Bellver fue un superpetrolero propiedad de la empresa estatal española Elcano, construido en los astilleros de Puerto Real (CádizEspaña), en 1978. El 6 de agosto de 1983 sufrió un incendio a 70 km de Ciudad del Cabo, en la Bahía de Saldanha, Sudáfrica, cuando transportaba 252.000 toneladas de crudo, partiéndose en dos y provocando uno de los mayores derrames de petróleo.1​ La corrosión del casco provocó el 25 de junio de 1994 un nuevo derrame desde los tanques del petrolero hundido.2

El superpetrolero español Castillo de Bellver

El Castillo de Bellver era el más grande —en tamaño y capacidad— de los cinco petroleros que poseía la empresa estatal española Elcano del Instituto Nacional de Industria (INI). Tenía un peso muerto de 271 000 t. El superpetrolero tenía una eslora total de 334 m, una manga de 55 m y un puntal de 27 m.

Fue construido en 1978 en los astilleros de Puerto Real, en Cádiz, con un coste de 2700 millones de pesetas.

El petróleo que transportaba cuando ocurrío su incendio y posterior hundimiento era propiedad de la empresa nacional española ENPETROL (Empresa Nacional de Petróleos).3​ La empresa estatal española Elcano sufrió la pérdida de otros dos buques en el Atlántico: el Castillo de Montjuic (granelero) en 1963 y el Elcano (petrolero) en 1972.4

El petrolero “Castillo de Bellver”, en toda su eslora visto por la banda de estribor

Derrame de petróleo en Sudáfrica

El Castillo de Bellver había cargado crudo el 20 de julio de 1983 en dos puertos de los Emiratos Árabes (137 500 t en Jebeldhana y 112 500 t en Zirju Island) y hacía el camino de vuelta por la ruta de El Cabo hacia Cartagena (España) para hacer la entrega del crudo a la empresa propietaria, Enpetrol, prevista para el 21 de agosto.5

El 6 de agosto de 1983 el petrolero Castillo de Bellver, con una carga de 252.000 toneladas de petróleo crudo ligero (tipo Murban y Upper Zakum), se incendió a unos 70 km al noroeste de Ciudad del Cabo (Sudáfrica).4

El incendio provocó la deriva del barco partiéndose, partió en dos y provocando el derrame de petróleo. La sección de popa -con unas 100 000 t de petróleo en los tanques- se hundió en aguas profundas, a unas 24 mni de la costa. La sección de proa fue remolcada lejos de la costa provocando su hundimiento con cargas explosivas controladas. Según la ITOF (The International Tanker Owners Pollution Federation Limited – Federación internacional de propietarios de petroleros contaminantes) aproximadamente 50 000 o 60 000 t se quemaron en el incendio. Inicialmente la marea negra se acercaba hacia la costa, pero un cambio de viento dirigió la mancha hacia alta mar -dirección noroeste- penetrando en la corriente de Benguela.6

En el incendio, fallecieron tres de sus tripulantes7

El paso del tiempo provocó la corrosión del casco del petrolero hundido en el fondo del mar lo que provocó un nuevo escape en el buque el 25 junio de 1994. El petrolero aún contenía unas 100 000 t de crudo en sus tanques.8

Cuantía del derrame

La cifra del derrame, ya que se hundió con toda la carga, se considera en 252.000 toneladas. Según la ITOF a pesar del enorme derrame de petróleo (252 000 t totales) y considerando que se hundió la popa del barco con 100 000 t y se quemaron unas de 50 000 a 60 000 t todavía quedarían unas 100 000 t de vertido directo además de las 100 000 t supuestamente contenidas y no vertidas, en los depósitos de popa.6

La corrosión del petrolero, provocó un nuevo escape en el buque el 25 de junio de 19942

Lluvia negra

Es reseñable la “lluvia negra” -gotitas de petróleo en el aire- que cayeron durante las primeras 24 horas después del incidente en los cultivos de trigo y tierras de pastoreo de ovejas en dirección este desde donde se produjo el accidente. El impacto tanto en los caladeros ricos y las poblaciones de peces de la zona también se consideró insignificante.6

Los petroleros «Castillo de Tamarit» y «Castillo de Salvatierra», en fase de construcción y armamento a flote

En enero de 1977 la Empresa Nacional Elcano recibió instrucciones del Instituto Nacional de Industria (INI), para hacerse cargo del cuarto petrolero de la serie de 270.000 TPM, cuyo contrato había sido rescindido por sus armadores originales, una sociedad formada por Ybarra y Marítima del Norte. El precio se fijó en 2.700 millones de pesetas y el buque se encontraba a flote e inacabado en la factoría de Astilleros Españoles, Puerto Real, Cádiz, por lo que se reactivaron los trabajos para su armamento final. Entonces entró de nuevo en el dique seco donde permaneció hasta pasado el verano, fase en la que, entre otros trabajos, le fue instalada la hélice, la pala del timón y también fue pintado su nombre en amuras y el espejo de popa. Inscrito en la matrícula naval de Cádiz, fue puesto de nuevo a flote para obras de remate hasta la celebración el 14 de diciembre siguiente de las pruebas de mar y entrega oficial.

El 28 de enero de 1978 entró en servicio bautizado con el nombre de “Castillo de Bellver” y fletado en time chárter a Enpetrol. Su primer viaje lo hizo a la terminal de Fateh Dubai, bajo el mando del capitán Luis M. Escondrillas Damborenea y el jefe de máquinas Antonio Sos Valenciano, ambos veteranos y experimentados oficiales de la flota de Elcano.

Con algunas variaciones en el diseño de la superestructura, las características del nuevo buque eran análogas a las de sus predecesores «Castillo de Salvatierra» y «Castillo de Tamarit». Clasificado por el Lloyd’s Register of Shipping con la máxima anotación +100A1, cumplía con todos los reglamentos en el momento de su entrega y las recomendaciones IMCO para petroleros. Eran buques de una sola cubierta sin castillo, dos mamparos longitudinales y superestructura de seis cubiertas de alojamiento y puente de mando. La chimenea, exenta, alcanzaba aproximadamente la misma altura del palo de señales, situado sobre el techo del puente.

Los tres buques disponían de alojamiento para 45 tripulantes en camarotes individuales con baño incorporado, así como un camarote y sala anexa para el armador y dos camarotes dobles para alumnos en prácticas, equipados con tomas de radio y televisión. Todos los espacios públicos y privados estaban dotados de aire acondicionado; salones y espacios de descanso ofrecían un amplio estándar de habilitación, incluyendo biblioteca, gimnasio, cine y enfermería-hospital. A popa disponía de un piscina y a proa, a la banda de estribor de la cubierta principal, una zona señalizada para helipuerto.

Siete meses después de su entrega, en agosto de 1978 se produjo un incidente de importancia cuando el buque se encontraba descargando en la terminal de Escombreras. Una sobrepresión en un tanque al lastrar provocó grietas en la cubierta cuando todavía quedaban por descargar unas 30.000 toneladas de crudo. Entonces hubo suerte y no se produjeron víctimas, aunque el petrolero permaneció varios meses fuera de servicio mientras reparaba amarrado en la factoría de AESA en Cádiz.

Cinco años después, a mediados de 1983 se produjo la pérdida total del buque a consecuencia de un grave accidente que acaparó un gran interés informativo y tuvo una amplia repercusión en los medios profesionales. En el siguiente enlace, el lector encontrará más detalles:  El infierno del petrolero “Castillo de Bellver”, 35 años después.

De 138.320 toneladas brutas, 104.430 toneladas netas y 271.488 toneladas de peso muerto, medía 334 m de eslora total –315 m de eslora entre perpendiculares–, 55 m de manga, 27 m de puntal y 20,42 m de calado máximo. Disponía de una capacidad de carga de 315.268 metros cúbicos en 20 tanques y estaba propulsado por dos turbinas de vapor General Electric MST-14 –fabricadas, bajo licencia, en los talleres de AESA en Bilbao–, que tomaban vapor de dos calderas Combustion Engineering V2M8-7  –fabricadas, bajo licencia, en la Fábrica San Carlos, Cádiz–, diseño de automación de la firma italiana Termokimik y desarrollaba una potencia de 36.000 caballos sobre un eje, que le permitía mantener una velocidad de 15,7 nudos. Como equipo novedoso, el generador de emergencia estaba accionado por una turbina de gas Kongsberg. Código IMO 7386477.

 

 

 

 

 

 

Cubierta principal a la altura del manifold, donde comenzó el incendio que acabó con su existencia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Vista de la cubierta principal desde proa

 

 

Ksy Giik

Ksy Giik

Khaklov y el primihomo asiaticus

El hombre salvaje de Asia central o Ksy-gyik es un supuesto homínido primitivo que Vitalij Chachłow registró en Dzungarie. El zoólogo diplomático recibió la primera información sobre la criatura capturada durante su expedición realizada entre 1911 y 1914. Sobre la base de descripciones detalladas, se cree que el Primihomo asiaticus es un nomen dubium en los problemas zoológicos. Investigaciones posteriores en la ecorregión de Zaisans podrían revelar su estado biológico. Información proporcionada por Tomasz Pietrzak.

Vitali Jajlov en 1956

“El ejemplar, que era macho debido a la presencia de órganos genitales masculinos, estaba cubierto de pelo rojizo tirando a marrón. Se mantenía erguido y medía aproximadamente  lo que una persona adulta cualquiera. Los brazos eran largos y llegaban  casi a la altura de las rodillas. Los hombros eran poderosos y el pecho  se encorvaba un poco hacia adentro. Por encima de los ojos se proyectaba una abultada cresta de hueso, lo que acentuaba el hundimiento de éstos. La mandíbula era masiva y apenas presentaba barbilla. La nariz no era muy grande, pero ancha y abultada.

La piel del cuerpo, especialmente en las articulaciones, era callosa y rugosa. Las piernas estaban ligeramente dobladas hacia dentro a la altura de las rodillas. Los dedos de los pies eran gruesos, destacando el dedo gordo, plano, ancho y muy separado del resto. Las manos eran similares a las de una persona, con dedos carnosos.

En la parte posterior del cuello había una protuberancia peluda, como una pequeña giba musculosa, añadiendo al ser una tosca apariencia”. Así describían las notas del zoólogo y anatomista ruso Vitaly Khaklov al extraño ser capturado al sur de Kazajistán, en las montañas fronterizas entre ese país, Kirguistán y China. Entre 1908 y 1915 viajó por la región de Dzungaria, ubicada entre las montañas del Altái (Rusia) y las Tien Shan (Kirguistán). Allí los pastores, cazadores y agricultores locales le contarían historias relacionadas con el Ksy Giik, como acostumbraban a llamarle. Esta criatura bípeda, fornida y muy peluda era reconocida como un elemento más de la fauna local, aun- que estaban de acuerdo en que era en cierto modo “humana”. El Ksy Giik de Khaklov habitaría en la región del paso de Torugart, ubicado en la provincia de Naryn, cercano a la frontera con China hoy. En invierno migraría al sur, buscando zonas favorables para su supervivencia, mientras que en verano remontaría al norte, buscando regiones despobladas. Dependiendo de la época del año podía ser observa- do en glaciares y terreno alpino, pastos de altura –jailoos–, o valles, ríos, lagos y zonas de menor altitud. Las ilustraciones y textos del cuaderno de campo de Khaklov nos muestran una criatura homínida de primitivos rasgos, de hábitos omnívoros, casi solitaria y capaz de dormir al raso adoptando una curiosa postura. Los pobladores locales le explicarían que así lo hacen los camellos de la región, arrodillándose bocabajo y colocando los codos en el suelo. Las manos descansan en la nuca, mientras la cabeza, que permanece hincada en el pecho, entra en contacto con el suelo sólo  con la frente. Las zonas que tocan el sustrato están fuertemente reforzadas por placas de engrosada piel callosa. Esta manera de descansar podría estar relacionada con una técnica de camuflaje, para pasar desapercibido en campo abierto y conservar calor corporal a la vez. Los hábitos del Primihomo asiaticus eran registrados así en los archivos de la Academia de las Ciencias Rusas en 1914.

La posición de dormir reportada del Ksy-gyik.

 

 

 

 

 

Rostro y cráneo de perfil del Ksy-Gyik (Khakhlov, 1914)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Terremoto de Mesina de 1908

Terremoto de Mesina de 1908

Un terremoto se produjo el 28 de diciembre de 1908 en Sicilia y Calabria, en el sur de Italia, con una magnitud de momento de 7,1 y una intensidad máxima de Mercalli de XI (extrema). El epicentro se produjo en el estrecho de Messina, que separa Sicilia del continente italiano. Las ciudades de Messina y Reggio Calabria quedaron casi completamente destruidas y murieron entre 75.000 y 82.000 personas. Fue el terremoto más destructivo que jamás haya azotado Europa.[cita necesaria]

Hora UTC: 1908-12-28 04:20:27

 Evento ISC: 16958009

USGS- ANSS: Comcat

Fecha local: 28 de diciembre de 1908

Hora local: 5:20:27 am

Duración: 37 seg

Magnitud: 7,1 Mw[1]

Profundidad: 5 a 6 millas (8 a 10 km)

Epicentro: 38,15°N 15,68°E Estrecho de Mesina

Falla: Posiblemente una falla normal ciega subyacente al Estrecho de Messina; o según los hallazgos de 2019, la falla Messina-Taormina que corre frente a la costa de Sicilia a lo largo de todo el Estrecho[2]

Tipo: deslizamiento por inmersión

Zonas afectadas: Sicilia y Calabria, Reino de Italia

Daño total: Olas de tsunami, incendios, deslizamientos de tierra; Messina y Reggio Calabria casi destruidas

Máx. intensidad: XI ( Extremo ) [3]

Tsunami: Hasta 12 m (39 pies)

Derrumbes:

Réplicas: 293

Damnificados: 75.000–82.000[3]

Causa del terremoto

Según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia, el terremoto fue causado por una gran falla normal ciega, de ángulo bajo y con inclinación SE, que se encuentra principalmente en alta mar en el Estrecho de Messina, entre placas.[4] Su proyección superior cruza la superficie de la Tierra en el lado occidental, siciliano, del Estrecho.[5] En 2019, investigadores de Birkbeck, Universidad de Londres, descubrieron la falla activa responsable del terremoto. El estudio, dirigido por Marco Meschis, identificó la falla como la falla Messina-Taormina previamente cartografiada pero poco estudiada, que se encuentra frente a la costa de Sicilia y corre a lo largo del Estrecho de Messina. El equipo utilizó datos de 1907-1908 para examinar el patrón de levantamientos y hundimientos observados en el área de Messina y Calabria, que tenían un gran parecido con los resultantes de otros terremotos poderosos desencadenados por fallas normales. Después de comparar la dirección y el tamaño de los movimientos en fallas conocidas con los movimientos superficiales observados en Messina y Calabria, los investigadores identificaron la probable falla activa que causó el catastrófico terremoto, así como la dirección y el tamaño de los movimientos.[2]

Italia se encuentra a lo largo de la zona límite de la placa continental africana, y esta placa empuja contra el fondo del mar debajo de Europa a un ritmo de 25 milímetros (1 pulgada) por año. Esto provoca un desplazamiento vertical, que puede provocar terremotos.[6] El terremoto fue registrado por 110 estaciones sismográficas en todo el mundo.[7] y fue uno de los primeros en ser grabado por instrumentos.

El Estrecho de Messina forma parte del accidente tectónico regional conocido como Arco de Calabria, un área de levantamiento diferencial derivado de la dinámica de las unidades tectónicas del Jónico y del Tirreno del Sur, dos de los bloques de microplacas de la litosfera reconocidos en la porción italiana altamente fragmentada de el contacto África-Eurasia.[8] Algunos de los terremotos más fuertes de los últimos siglos ocurrieron en el Arco de Calabria, como los terremotos de Calabria de 1783 y 1905, así como el más catastrófico terremoto de Messina de 1908.[8]

Los registros indican que se produjo una actividad sísmica considerable en las zonas alrededor del Estrecho de Messina varios meses antes del 28 de diciembre; aumentó en intensidad a partir del 1 de noviembre. El 10 de diciembre, un terremoto de magnitud 4 provocó daños en algunos edificios en Novara di Sicilia y Montalbano Elicona, ambos en la provincia de Messina.[9]

Un total de 293 réplicas tuvieron lugar entre el 28 de diciembre de 1908 y el 11 de marzo de 1909.[10]

En 2008 se propuso que el tsunami concurrente no fue generado por el terremoto, sino por un gran deslizamiento de tierra submarino que provocó. La fuente probable del tsunami se encontraba frente a Giardini Naxos (40 km al sur de Messina), en la costa siciliana, donde un gran deslizamiento de tierra submarino con una escarpa en la cabecera era visible en un mapa batimétrico del fondo marino del Jónico.[11]

Terremoto

Sismograma del terremoto de Messina

El puerto de Messina en c.1900, antes del terremoto y el tsunami.

El lunes 28 de diciembre de 1908, a las 5:20:27[12] se produjo un terremoto de 7,1 en la escala de magnitud de momento.[13] Su epicentro estuvo en el Estrecho de Messina, que separa la concurrida ciudad portuaria de Messina en Sicilia y Reggio Calabria en el continente italiano. Su epicentro preciso se ha localizado en la zona norte del Mar Jónico, cerca de la sección más estrecha del Estrecho, la ubicación de Messina.[11] Tenía una profundidad de alrededor de 9 km (5,5 millas).[1]

El terremoto casi arrasó Messina. Al menos el 91% de las estructuras de Messina quedaron destruidas o dañadas irreparablemente y 75.000 personas murieron en la ciudad y los suburbios.[14] [15] Reggio Calabria y otras localidades de Calabria también sufrieron graves daños, con unas 25.000 personas muertas.[14] El centro histórico de Reggio fue casi completamente erradicado. El número de víctimas se basa en los datos del censo de 1901 y 1911. Fue el terremoto más destructivo que jamás haya azotado Europa.[16] [cita completa necesaria] [17] El suelo tembló durante 37 segundos,[7] y el daño fue generalizado, con la destrucción sentida en un área de 4.300 km 2 (1.700 millas cuadradas).[10]

En Calabria, el suelo tembló violentamente desde Scilla hasta el sur de Reggio[10], provocando deslizamientos de tierra adentro en la zona de Reggio y a lo largo del acantilado desde Scilla hasta Bagnara. En la comuna calabresa de Palmi, en la costa del Tirreno, se produjo una devastación casi total que dejó 600 muertos. También se produjeron daños a lo largo de la costa oriental de Sicilia, pero fuera de Messina, no fue tan afectada como Calabria. El área mesoseismal estaba confinada cerca de la costa a lo largo de un cinturón de 1 a 4 km de ancho que sacudió y destruyó Mesina y las aldeas circundantes.[cita necesaria] Catania, la ciudad más grande del este de Sicilia, no sufrió daños notables.[10]

Un joven médico que escapó con vida relató más tarde que “el profundo silencio fue roto por un ruido extraordinario, como el estallido de mil bombas, seguido de una lluvia torrencial”. Luego escuchó un “silbido siniestro” que comparó con “mil hierros al rojo vivo silbando en el agua”.[18] Otros sobrevivientes informaron que hubo tres movimientos separados y diferentes durante el sismo principal de 37 segundos: el primero sacudió hacia adelante y hacia atrás, el segundo empujó violentamente hacia arriba, y el tercero se movió en un movimiento circular. La mayoría de los relatos coinciden en que fue el segundo movimiento ascendente el que provocó la destrucción generalizada en Messina; el ruido que lo acompañaba se describió como “exactamente parecido al que hace un tren rápido en un túnel”.[19]

El elevado número de muertos se debió al hecho de que la mayoría de las personas dormían y fueron asesinadas directamente o enterradas vivas en sus camas, mientras sus casas se derrumbaban encima de ellos.[20] Miles de personas quedaron atrapadas bajo los escombros y sufrieron horribles heridas de las cuales muchos morirían.[21] Una semana antes del terremoto, en toda la comuna de Messina se contabilizaban 160.000 habitantes.[22] El 28 de diciembre, Mesina estaba aún más concurrida de lo habitual, debido al número de visitantes que pernoctaban en las zonas periféricas que habían llegado a la ciudad para ver una representación de la ópera Aida de Giuseppe Verdi, que se había representado la noche anterior en el teatro Vittorio Emanuele II.[23][24]

Tsunami

El devastado paseo marítimo de Reggio Calabria

Unos diez minutos después del terremoto, el mar a ambos lados del Estrecho se retiró repentinamente cuando un tsunami de 12 metros (39 pies) arrasó y tres olas golpearon las costas cercanas. Su impacto más fuerte se produjo a lo largo de la costa de Calabria e inundó Reggio Calabria cuando el mar se había retirado 70 metros de la orilla. Todo el paseo marítimo de Reggio quedó destruido y las personas que allí se habían reunido murieron. La cercana Villa San Giovanni también resultó gravemente afectada. A lo largo de la costa entre Lazzaro y Pellaro fueron arrasadas casas y un puente ferroviario.[25]

En Messina, el tsunami también causó más devastación y muertes; Muchos de los supervivientes del terremoto habían huido a la relativa seguridad del paseo marítimo para escapar de sus casas que se derrumbaban.[26] La segunda y tercera olas del tsunami, que llegaron en rápida sucesión y más altas que la primera,[25] atravesaron el puerto, destrozaron los barcos atracados en el muelle y rompieron partes el malecón. Después de arrasar el puerto y tres calles de la ciudad, más allá del puerto, las olas arrastraron a personas, barcos anclados en el puerto, barcos de pesca y transbordadores, y causaron daños adicionales a los edificios de la zona que habían quedado en pie después del terremoto.[27]

Los barcos que aún estaban amarrados a sus amarres chocaron entre sí pero no sufrieron daños importantes. Posteriormente, el puerto de Messina se llenó de restos flotantes y cadáveres de personas y animales ahogados.[28] Las ciudades y pueblos a lo largo de la costa oriental de Sicilia fueron asaltados por altas olas que causaron muertes y daños a barcos y propiedades. Dos horas más tarde, el tsunami azotó Malta, invadiendo el puerto de Marsamxett y dañando propiedades en Msida.[29] Unas 2.000 personas murieron a causa del tsunami en Messina, en la costa oriental de Sicilia, y en Reggio Calabria y sus alrededores costeros.[14]

Escala de destrucción

Los cuerpos de las víctimas yacen fuera de la Palazzata, gravemente dañada y parcialmente destruida, en Corso Vittorio Emanuele, frente al puerto de Messina.

Messina perdió casi la mitad de su población y todo el centro histórico de la ciudad quedó devastado, incluida su catedral normanda, que había resistido terremotos anteriores como el severo de 1783; sólo quedaron en pie los muros perimetrales y los ábsides.[23]

La costa de Messina quedó irrevocablemente alterada ya que grandes secciones de la costa se habían hundido varios metros en el mar.[20] Casas, iglesias, palacios y monumentos, cuarteles militares: edificios comerciales, municipales y públicos se habían derrumbado por completo o sufrieron graves daños. Muchas estructuras eran cascarones agrietados, sin techo, sin ventanas y en pie precariamente.[23][página necesaria] El internado Maurolico en Corso Cavour fue pulverizado, enterrando a los estudiantes. Un total de 348 trabajadores ferroviarios murieron cuando las dos estaciones se derrumbaron.

El consulado estadounidense frente al puerto quedó reducido a un montón de escombros:[30] el consulado británico sufrió pocos daños exteriores con su bandera aún ondeando, pero el interior quedó completamente destrozado.[31] El cónsul estadounidense Arthur S. Cheney y su esposa Laura murieron.[32] El cónsul francés y sus hijos también perdieron la vida, aunque su esposa escapó.[27] Ethel Ogston, esposa del vicecónsul británico, murió instantáneamente después de ser golpeada por la caída de un balcón mientras intentaba escapar por las calles con su marido, Alfred, y su hija, quienes sobrevivieron.[33] El ex vicecónsul estadounidense y corresponsal de Associated Press en Messina , Joseph Pierce, y su familia murieron aplastados cuando su casa dañada en Via Porta Real Basso, cerca del puerto, fue derribada por la fuerza de las olas creadas por el tsunami.[34]

Entre los italianos que murieron se encuentran el escultor Gregorio Zappalà, el fiscal jefe (Procuratore Generale) de Messina Crescenzo Grillo, Giacomo Macrì, ex rector de la Universidad de Messina, los políticos Nicola Petrina, Nicolò Fulci y Giovanni Noè; así como patriotas locales de la unificación italiana, miembros de la nobleza, académicos y literatos. El historiador socialista Gaetano Salvemini sobrevivió pero perdió a su esposa, cinco hijos y su hermana. El questore (jefe de policía) Paolo Caruso murió en su oficina, asesinado por una viga caída.[35] El sacerdote anglicano y pionero del fútbol Charles Bousfield Huleatt junto con su familia y otros jugadores del Messina Football Club murieron. El compositor Riccardo Casalaina y su esposa murieron juntos en su cama. El tenor Angelo Gamba, que había actuado en el escenario de Aida la noche anterior al terremoto, también perdió la vida junto con su mujer y sus dos hijos en el derrumbe del Hotel Europa.[36] La soprano húngara Paola Koraleck (que cantó el papel de Aida) estaba despierta cuando se produjo el terremoto. Saltó desde una ventana del dañado Hotel Trinacria y se rompió ambos brazos en la caída.[37]

El terremoto destruyó la sección comercial del Corso Vittorio Emanuele de Messina que bordeaba el paseo marítimo y que incluía la elegante “Palazzata”. Se trataba de una larga secuencia de grandes edificios que daban al puerto en forma de hoz.[38] La “Palazzata” fue construida originalmente en estilo barroco en el siglo XVII y fue principalmente obra de Simone Gullí. La mayoría de los edificios barrocos fueron destruidos en el terremoto de 1783 y fueron reconstruidos en estilo neoclásico a principios del siglo XIX. Fue la imponente “Palazzata” neoclásica, con algunos edificios barrocos supervivientes, la que fue destruida casi por completo en 1908. El temblor fue especialmente intenso en la zona del puerto, provocando el desplazamiento permanente de los adoquines de piedra en una “ola” como patrón”.[10] Los daños fueron mayores en el antiguo centro histórico y en las secciones bajas y niveladas del centro y norte de la ciudad debido al suelo arenoso blando; fue menos severo en la parte montañosa occidental ya que las estructuras se construyeron en un terreno más firme, como el Fuerte Gonzaga, que resultó ileso y permanece hasta la fecha.[39] El área entre la Plaza de la Catedral y el Hospital Cívico del siglo XVI frente al Torrente Portalegni fue arrasada; La adyacente Via Porta Imperiale resultó especialmente afectada por ambos lados. La zona de Torrente Bocetta también sufrió graves daños.[22]

La Real Cittadella del siglo XVII, que custodiaba el puerto, quedó parcialmente destruida. En las calles se abrieron enormes grietas y fisuras que, junto con los montículos de escombros y la mampostería que caía, obstaculizaron a los supervivientes que habían huido de sus casas arrasadas en busca de seguridad.[40] Dos de las vías principales, Via Garibaldi y Corso Cavour, quedaron intransitables por los montículos de escombros y escombros de 5 metros (16 pies) de altura.[10][41] Las familias se habían separado y un aguacero torrencial que había comenzado sólo minutos antes del terremoto aumentó la confusión, impidiendo la visibilidad junto con la oscuridad y las espesas nubes de polvo.[40] Los grandes tanques de gas en el extremo norte de la ciudad explotaron, sepultando a los supervivientes vivos y a los ya muertos.[40] Se produjeron incendios provocados por tuberías de gas rotas, lo que aumentó el caos y la destrucción. El suelo continuó temblando con repetidas réplicas que provocaron que las estructuras restantes se derrumbaran sobre las ruinas de los edificios demolidos, matando e hiriendo a los rescatistas y a los que habían sobrevivido al terremoto principal.[42]

Los supervivientes describieron haber visto cuerpos horriblemente desfigurados y personas heridas gravemente mutiladas que gritaban pidiendo ayuda. El zapatero Francesco Missiani y su familia se encontraron con dos niñas moribundas que habían sufrido terribles heridas en la cabeza y el pecho. En las calles aparecieron procesiones de supervivientes desnudos que portaban imágenes de santos.[43] La gente buscaba con las manos desnudas entre los escombros a sus seres queridos atrapados. Los rescatistas en el lugar lograron salvar a algunas personas que se aferraban precariamente a los pisos superiores abiertos, ventanas y balcones tambaleantes utilizando cuerdas para ponerlos a salvo.[44] Escenas similares de destrucción se reprodujeron en Reggio Calabria. Su centro histórico fue erradicado y el monumental Castillo Aragonés, uno de los pocos edificios que sobrevivió al terremoto de 1783, resultó gravemente dañado. Con excepción de una mansión, todas las estructuras de su calle principal, Corso Garibaldi, fueron destruidas, incluida la Catedral, los edificios municipales y los palacios. En Reggio sólo quedaron en pie unas 50 casas.[39][45]

Los hospitales civiles y militares de Messina y el hospital cívico de Reggio Calabria estaban en ruinas y casi todos los médicos y enfermeras habían muerto. Los heridos en las dos ciudades no tuvieron asistencia médica ni medicamentos hasta que llegó ayuda exterior y se instalaron tiendas de campaña en los hospitales.[46] Se cortaron líneas telegráficas y se destrozaron las líneas ferroviarias, lo que hizo imposible la comunicación. La mayoría de los funcionarios de Messina murieron o resultaron gravemente heridos, junto con casi toda la fuerza policial[47] y los soldados de la guarnición que perecieron cuando sus respectivos cuarteles se derrumbaron.[48] ​​Muchos oficiales de la guarnición sobrevivieron y su alojamiento fue más sustancial.[49] Los prisioneros que habían escapado de la muerte cuando cayó la prisión comenzaron a saquear propiedades e incluso a robar a los cadáveres sus joyas.[50] En Reggio se estima que 1.800 presos murieron cuando la prisión fue destruida.[51] Los campesinos de las aldeas rurales cercanas se unieron a los saqueadores. Pronto se enviaron tropas a Messina y el general Feira Di Cossatto declaró la ley marcial.[35]

Via Santa Maria delle Trombe, típica calle residencial de la populosa zona cercana a Via Monasteri, unos años antes del terremoto que destruyó las casas y destruyó la iglesia homónima.

Los equipos de rescate buscaron entre las ruinas durante semanas y familias enteras seguían siendo rescatadas con vida días después del terremoto, pero miles de personas permanecieron enterradas bajo los escombros y sus cuerpos nunca se recuperaron.[23] Los edificios en Messina no habían sido construidos para resistir terremotos, ya que se construyeron con piedras pequeñas y mortero aplicado descuidadamente con pesados ​​techos de tejas, cornisas ornamentales, vigas transversales sin soporte y cimientos vulnerables sobre suelo blando. Muchos tenían cuatro o cinco pisos.[52] Las zonas más pobladas de la ciudad se concentraban en y alrededor de Via dei Monasteri (hoy Via XXIV Maggio), Via Casa Pia y Via Porta Imperiale; todos los cuales estaban ubicados en el centro histórico de la ciudad.[53] Además de los edificios mal construidos, la destrucción generalizada en Messina y Reggio Calabria se debió a que el movimiento telúrico se había producido tan cerca de la superficie.[1]

Los esfuerzos de ayuda

Escombros bloqueando Vía Cardines. En ese momento era una de las calles principales de Messina.

La noticia del desastre fue comunicada al Primer Ministro Giovanni Giolitti por torpederos italianos que partieron de Messina a Nicotera, donde las líneas telegráficas todavía estaban en funcionamiento, pero no se logró hasta la medianoche del final del día. Las líneas ferroviarias de la zona quedaron destruidas, a menudo junto con las estaciones de ferrocarril.[15] El Papa Pío X llenó el Palacio Apostólico de refugiados.[54]

La marina y el ejército italianos respondieron y comenzaron a buscar, tratar a los heridos, proporcionar comida y agua y evacuar a los refugiados (como lo hacían todos los barcos). Giolitti impuso la ley marcial bajo la dirección del general Francesco Mazza y todos los saqueadores debían ser fusilados, que se extendió a los supervivientes que buscaban comida y buscaban entre los escombros a familiares atrapados. El rey Víctor Manuel III y la reina Elena llegaron dos días después del terremoto para ayudar a las víctimas y supervivientes.[15]

Respuesta internacional

Marineros rusos del acorazado “Slava” excavando entre los escombros para los supervivientes en Via Idria, cerca del hospital cívico en ruinas

El desastre fue noticia en todo el mundo y se lanzaron esfuerzos de ayuda internacional. Con la ayuda de la Cruz Roja y marineros de las flotas rusa y británica, se aceleró la búsqueda y limpieza. Se ordenó a los acorazados rusos Tsesarevich y Slava y a los cruceros Admiral Makarov y Bogatyr, al acorazado británico Exmouth y a los cruceros Euryalus, Minerva y Sutlej que prestaran ayuda; El SS Afonwen estaba en el puerto de Messina durante el terremoto (anclado a 45 brazas (80 m) de agua, pero sólo había 30 brazas (55 m) cuando navegaba lleno de refugiados). Los acorazados franceses Justice y Vérité y tres destructores de torpederos recibieron la orden de dirigirse a Messina. Dos acorazados de la Gran Flota Blanca de la Marina de los EE. UU., USS Connecticut y USS Illinois, junto con los buques de suministro USS  Celtic y USS  Culgoa también prestaron socorro. Los buques de suministro estadounidenses, incluido el USS Yankton, reforzado con personal médico adicional y suministros de la flota de acorazados, entregaron suministros para ayudar a los refugiados y permanecieron en la estación brindando asistencia médica.[55] Los barcos de otras naciones también respondieron.[15]

Conmemoración

Posteriormente, el rey de Italia otorgó una medalla conmemorativa por la asistencia en el terremoto de 1908, acuñada en oro, plata y bronce.[56][57]

Varias calles de Messina llevan el nombre de marineros rusos, incluido Largo dei Marinai Russi.[58] En 2012, se instaló en la ciudad un monumento a los marineros rusos, diseñado por Pietro Kufferle en 1911, y se inauguró un busto del emperador Nicolás II en Taormina;[59] En 2013 se instaló un busto del almirante Fyodor Ushakov[60]

Secuelas

Reconstrucción

Iglesia de la Santissima Annunziata dei Catalani, construida en el siglo XII, una de las pocas estructuras que sobrevivió al terremoto

Cuando comenzó la reconstrucción de Messina en 1909, las autoridades exigieron una arquitectura capaz de resistir terremotos de magnitud variable. Inicialmente, se adoptó un plan para demoler las estructuras restantes de Messina y transferir la ciudad y su puerto a otra parte de Sicilia, pero las fuertes protestas de los Messinesi llevaron a descartar esta sugerencia.[22]

Algunas estructuras sobrevivieron al terremoto: incluyeron la iglesia medieval con cúpula de la Santissima Annunziata dei Catalani, la iglesia gótica de Santa Maria Alemanna, la iglesia bizantina de San Tommaso Apostolo il Vecchio, el faro de San Ranieri, el Forte del Santissimo Salvatore y el Palazzo Calapaj del siglo XVIII. d’Alcontres, la Fuente de Neptuno de Giovanni Montorsoli[61] y la hilandería de Barbera (luego convertida en museo para albergar los tesoros artísticos rescatados de las ruinas). La Real Cittadella, el castillo Mategriffon, el teatro Vittorio Emanuele y los Monti di Pieta permanecieron en pie, pero sufrieron daños considerables. La iglesia de Ringo [it] del siglo XVI en el barrio de pescadores del mismo nombre a lo largo de la riviera norte de Messina resistió el impacto y sobrevive hasta la fecha. En el antiguo barrio de Tirone sobrevivieron la “Scalinata Santa Barbara”, grandes secciones del Muro Carlo V y varias casas de los siglos XVIII y XIX; Además, varias casas en Via Fata Morgana y Via Giordano Bruno permanecieron en pie y hoy están en uso. Aunque algunas de las viviendas (conocidas como le mignini en dialecto local) ubicadas en el barrio pobre de Aviñón también se mantuvieron relativamente intactas, desde entonces han sido demolidas.[62] En Reggio Calabria, el Palazzo Nesci fue una de las pocas estructuras del siglo XIX que resistió el terremoto.[cita necesaria]

Sección de casas del siglo XVIII existentes en el casco antiguo de Tirone que resistieron el terremoto

La nueva ciudad de Messina fue construida sobre los escombros de la ciudad vieja siguiendo el plan de un diseño moderno de una “ciudad regularmente cortada como un tablero de ajedrez” con edificios de tamaño y altura uniformes tal como lo presentó en 1911 el arquitecto Luigi Borzì  [it] (1853-1919). Esto requirió la demolición de edificios que eran rescatables pero que no se ajustaban al nuevo plan urbano. Estos incluían la Palazzata, la iglesia barroca de San Gregorio situada sobre Via Monasteri y la Chiesa delle Anime del Purgatorio del siglo XVIII ubicada en Via Cardines y Largo Purgatorio. Esta última iglesia sufrió graves daños, principalmente en la sección absidal, y fue reparable. Fue demolido para ampliar la Via Garibaldi en dirección sur.[62]

La Chiesa delle Anime del Purgatorio, muy dañada pero recuperable, vista desde Via Garilbaldi. Posteriormente fue demolido para adaptarse al nuevo trazado urbano.

Reubicación

A raíz del terremoto, muchos de los residentes sin hogar de Messina y Calabria fueron reubicados en varias partes de Sicilia y otras regiones de la Italia continental. Otros, incluida la mayoría de los supervivientes del empobrecido barrio de Aviñón en Messina, recurrieron a la emigración a Estados Unidos. En 1909, el carguero Florida que transportaba a 850 emigrantes de Nápoles chocó en medio de la niebla con el RMS Republic. Tres personas a bordo del Florida murieron en la colisión. Los pasajeros entraron en pánico y el capitán tuvo que disparar al aire para calmarlos. El barco finalmente fue rescatado y llegó a Nueva York.[63]

Efectos en la sociedad

Supervivientes del terremoto de Messina, alrededor de 1909

El desastre afectó a la economía local y Messina se enfrentó a una despoblación temporal después de que tantos supervivientes sin hogar buscaran refugio en otros lugares, en particular Catania y Palermo, donde un gran número encontró trabajo como artesanos. Se ha estimado que sólo quedaron 19.000 y sólo 2.000 en el antiguo centro de la ciudad.[22] Sin embargo, pronto hubo una gran afluencia de inmigrantes, en su mayoría de localidades cercanas de Sicilia y Calabria, que eran necesarios como trabajadores necesarios para la reconstrucción. Según el censo de 1911, la población de Messina había aumentado a 127.000 habitantes. Entre ellos se encontraban muchos mesineses que habían regresado a su ciudad natal. Los hombres superaron notablemente en número a las mujeres, lo que resultó en una disminución de los matrimonios.[22]

Todavía en 2021, las familias todavía vivían en barracas de madera en las zonas conocidas como Baraccopoli, construidas en 1909 para proporcionar alojamiento temporal a los supervivientes sin hogar.[64]

Debido a su escasez de edificios históricos debido al catastrófico terremoto de 1908, así como al bombardeo aliado de 1943 durante la Segunda Guerra Mundial, Messina ha sido llamada “la ciudad sin memoria”.[65]

Galería

Bersaglieri cavando en las ruinas después del terremoto de Messina, diciembre de 1908

La iglesia destruida de San Rocco en Palmi, Calabria

Las ruinas de la iglesia de San Juan de Malta. La Prefectura de Messina fue construida en su sitio

¿Qué cuentan las crónicas históricas sobre el terremoto de Messina de 1908?

Después del terremoto que asoló Messina el 28 de diciembre, los sicilianos y calabreses fueron rescatados inmediatamente por barcos rusos y británicos que se encontraban en Siracusa y Augusta, mientras que la ayuda italiana llegó la mañana del 29 de diciembre. El retraso se debió a que los vapores partieron de Nápoles ya última hora de la tarde, inmediatamente después de que llegara al Gobierno la verdadera noticia de la catástrofe.

Los periódicos escribieron:

“A estas alturas no hay duda de que, si la ayuda hubiera llegado a Reggio, tantas víctimas no habrían tenido que lamentar”.

 «Se ha establecido que Reggio estuvo casi completamente abandonado durante dos días. El primero en acudir a su rescate el día 28 llegó a pie a Lazzaro, junto con el general Mazzitelli y unos pocos cientos de soldados. […]. Este equipo tuvo un comportamiento admirable y brindó ayuda a los miles de heridos que yacían en la estación. […] Tan pronto como llegaron fueron rodeados por una multitud de personas hambrientas y el pan que traían literalmente les fue arrebatado de las manos. Así que tuvieron que pasar hambre hasta el día 30 cuando comenzó la llegada de los barcos”.

El futuro Premio Nobel de Literatura Salvatore Quasimodo se trasladó a Messina tres días después del terremoto y posteriormente recordó la experiencia en el poema Al Padre:

“Donde en el agua púrpura
era Messina, entre hilos rotos
y escombros vas por las vías
y comercia con tu gorra de gallo
isleño. El terremoto hierve
Hace dos días que es diciembre de huracanes
y mar envenenado”.

(Salvatore Quasimodo, Al padre)

Juan López de Velasco

Juan López de Velasco

Juan López de Velasco

Información personal

Nacimiento: c. 1530; Vinuesa (Reino de Castilla, Corona de Castilla)

Fallecimiento: 1598; Vinuesa (Reino de Castilla, Corona de Castilla)

Ocupación: Cronista y cosmógrafo

Juan López de Velasco (Vinuesa (Soria), c. 1530ib., Madrid 1598) fue un cosmógrafo e historiador español del reinado de Felipe II.

Fue cronista mayor de Indias en la segunda mitad del siglo, durante el reinado de Felipe II, desde que sucedió en el cargo a fray Antonio de Guevara y hereda los papeles de Alonso de Santa Cruz, que había sido cosmógrafo mayor, reuniendo ambos cargos.1

Intervino en la realización de las Relaciones topográficas de Felipe II, previamente encargadas a Juan Páez de Castro y Ambrosio de Morales.

En 1577 desarrolló un trabajo —«La instrucción y memoria de las relaciones que se han de hacer para la descripción de las Indias»— de relevamiento y organización —por pedido del rey— de datos sistematizados recogidos basándose en 51 preguntas que se realizaban para poder reunir toda una serie de información social, económica, geográfica, cultural, etc. de todos y cada uno de los pueblos, poblados, aldeas y/o ciudades que componían los dominios de Felipe II (1554-1598).

Vida

Juan López de Velasco fue un geógrafo, cosmógrafo e historiador de la corte de Felipe II (1527-1598). No se han encontrado datos biográficos del periodo que dista entre su nacimiento en Vinuesa (Soria) en 1530 y el momento en el que se traslada a Madrid, en 1565. Permaneció en la ciudad hasta su muerte, en 1598, donde desempeñó distintos cargos en la corte. Ejerció como cronista mayor de las Indias y tuvo un puesto en la secretaría.

Hacia 1565 trabajó en el Consejo de Indias, recopilando información; en 1571 fue nombrado cosmógrafo cronista de este Consejo, bajo la dirección de Juan de Ovando y Godoy, compilando entonces el llamado «Código Ovandino», con la legislación sobre Indias. Habiendo fallecido en 1572 Alonso de Santa Cruz, López de Velasco fue nombrado Cosmógrafo del Rey en sustitución suya.

En 1573 le fue encomendada la censura de párrafos de algunas obras prohibidas por la Inquisición, con el fin de permitir su circulación corregida. Así adaptó el «Lazarillo de Tormes», la «Propaladia» de Torres Naharro, y las obras de Cristóbal Castillejo, cuidando de causar el menor daño posible.

En 1574 pasó a la Secretaría de Hacienda. Observó los eclipses de 27 de febrero y 26 de septiembre de 1577 y el de 15 de septiembre de 1578, empleando un instrumento de su invención.

Su Ortographía fue una de las múltiples aportaciones al género en los siglos XVI y XVII. Su trabajo fue exhaustivo y no se limitó a la mera descripción teórica: en el prólogo incluyó observaciones de lingüística general y en el epílogo apuntó una serie de instrucciones para los maestros de leer y escribir, dado que señaló a estos como los principales responsables de la situación de la ortografía española. El cuerpo teórico se divide en dos apartados: uno dedicado a las grafías y los sonidos del español y otro relativo a la puntuación. En él, concretamente en los argumentos etimológicos, se observa su enfoque tradicional; si bien, no desdeña las propuestas de los reformadores ortográficos. Una segunda obra filológica es el Vocabulario etimológico de la lengua española, una obra perdida de la que solo se han encontrado referencias. Como geógrafo, recopiló una Geografía y descripción universal de las Indias, publicada por primera vez en el Boletín de la Sociedad Geográfica de Madrid, en 1895. Se le atribuye, además, un manuscrito titulado Memorial presentado al Rey Felipe II sobre algunos vicios introducidos en la lengua y escritura castellana, y medios tomados para su reforma examinando a los maestros de primeras letras del lenguaje castellano y su escritura (1587).

Obra

  • Ortographía y pronunciación castellana, Felipe de Junta, Burgos, 1582.
  • Vocabulario etimológico de la lengua española, Antonio Gracián y López de Velasco, s. l., 158?
  • Geografía y descripción universal de las Indias, 1574.

Mapas

Fue comisionado por el rey para redactar la «Instrucción para la observación del eclipse de la Luna y cantidad de las sombras», con el fin de formar una estadística de los que ocurriesen en los dominios de España. Con las observaciones así recopiladas se determinaron las longitudes de muchos puntos importantes. Es autor del Mapa de la División de las Indias (1575) y de un trazado sobre «Navegación de España a las Indias Orientales». Concluyó una  «Geografía de las Indias», comenzada por santa Cruz, pero Felipe II prohibió su publicación y mandó que las seis copias manuscritas se guardaran en un armario bajo llave, al que sólo los miembros del Consejo de Indias tuvieran acceso.

Mapa de España y Portugal de Juan López. IGN.

El Atlas

Partidario de la enseñanza en lengua vulgar, escribió en 1582 un trazado de «Ortografía y pronunciación castellana», donde trata también etimológicas.

En 1558, se supone que participó en la redacción de la encuesta de las  «Relaciones Topográficas», destinadas no sólo a Castilla, sino también a las Indias. En 1591 se le nombró Secretario del Rey, conservando el puesto de Cosmógrafo.

Se le supone encargado de los trabajos de Esquivel, por lo que pudiera ser el autor del « Atlas del Escorial», sea éste obra de aquel o de Santa Cruz

Es autor del Mapa de la División de las Indias, publicado en 1575, y de un trazado sobre Navegación de España a las Indias Orientales.

Aquel año, concluyó una Geografía General de las Indias, comenzada por Santa Cruz, y revisada por Juan Bautista Gesio. Dado el alto nivel de confidencialidad Felipe II prohibió su publicación quedando el acceso a unas pocas copias por miembros del Consejo de Indias.

Mapa del Pacífico de Juan López de Velasco. De la Geografía de Las Indias.

Al-Natah

Al-Natah

Han encontrado una ciudad perdida, tiene 4.000 años y se escondía en un sorprendente oasis.

Increíble: encuentran un oasis que permaneció oculto en el desierto durante siglos

Fue hallado por un equipo de científicos del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia y de expertos de Arabia Saudita. ¿Qué extensión tiene y de qué antigüedad data?

Un equipo de científicos del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), junto a expertos de Arabia Saudita, acaba de protagonizar un hallazgo arqueológico sin precedentes al encontrar un antiguo oasis de 4.000 años de antigüedad en Khaybar, al noroeste de Arabia Saudita. La pequeña ciudad principal, al-Natah, se estima que fue fundada en 2400 a.C. y ocupaba apenas tan solo 2.6 hectárea de extensión a lo largo de las cuales vivían alrededor de 500 personas, quienes desarrollaron una civilización avanzada en medio del desierto.

Oasis. Tan antiguo como pequeño 

Los investigadores identificaron unas 50 estructuras que, según afirmaron, funcionaron como viviendas, además de un muro protector de casi 5 metros de altura y 14.5 kilómetros de extensión, que rodeaba la ciudad, en tanto que, para poder llevar a cabo este hallazgo, usaron imágenes satelitales, fotografías aéreas y prospecciones sistemáticas que les permitieron estudiar el terreno con gran precisión.

El equipo también empleó un sistema de mapeo detallado y software de diseño asistido por computadora, con el fin de registrar con exactitud las ubicaciones y características de las edificaciones. Asimismo, utilizaron fotogrametría, lo que les permitió crear modelos tridimensionales de las estructuras, aportando detalles fundamentales para el análisis de la antigua urbe.

Finalmente, los científicos también se valieron de técnicas de datación, como el análisis de radiocarbono, para precisar la antigüedad de los restos. También emplearon un Sistema de Información Geográfica (SIG) para procesar los datos y estudiar el área. Estos métodos han permitido una comprensión profunda de este oasis perdido y su importancia en la historia de las civilizaciones del desierto.

Pese a que, con el paso de los siglos, son muchísimas las ciudades y restos de antiguas civilizaciones que la humanidad ha encontrado, todavía siguen encontrándose grandes sorpresas en los lugares no tan explorados y con territorios de gran extensión. Arabia Saudí, de hecho, es uno de los países de mayor tamaño en Oriente Medio, y ha sido en este país donde se han encontrado las ruinas de Al-Natah, una antigua ciudad que estuvo en funcionamiento hace más de 4 milenios.

Este descubrimiento se ha publicado en la revista científica Plos One, y ha tenido lugar mientras se investigaba el ya mencionado oasis de Tayma, ubicado en Arabia Saudí al norte de Khaybar. Entre lo más llamativo de esta ciudad es que, con el trabajo de campo recabado por los arqueólogos, la civilización que habitó dicho espacio data de la edad de Bronce, hace más de 4.000 años, según el registro de los arqueólogos.

Uno de los motivos por los que no se había descubierto antes una ciudad de este tamaño estaba en el hecho de que se consideraba poco probable que existieran civilizaciones amplias en lugares tan áridos y desérticos, a pesar incluso del oasis en la que estaba Al-Natah, puesto que se sabe que la población de estos territorios era principalmente nómada. Sin embargo, poco a poco todos los secretos salen a la luz, y ahora esta ciudad perdida podrá responder a muchas preguntas de las civilizaciones del pasado en los territorios de Oriente Medio.

Las fascinantes ruinas del pasado

Pese a que, a simple vista, unas ruinas no pueden decir mucho a muchas personas de a pie, todo lo que se puede recopilar de ellas permite descubrir muchos secretos sobre cómo convivían las sociedades en el pasado, especialmente en espacios mayoritariamente de nómadas. Son innumerables las civilizaciones que se han extendido por el mundo con el paso de los siglos, pero gracias a sus edificios, objetos, obras, e incluso escrituras (en el caso de las civilizaciones que ya conocían la escritura) han sido cruciales para que podamos descubrir cómo fue el mundo antes de nosotros.

Taima (Oasis)

País: Arabia Saudita Coordenadas: 27°37′34″N 38°32′51″E

Historia

Tipo: Oasis, Yacimiento arqueológico y Asentamiento

Taima o Teima (en árabe تيماء; 27°37′30″ N, 38°32′30″ E) fue una antigua ciudad situada al noroeste de la actual Arabia, emplazada en medio de un vasto oasis históricamente habitado y rodeada de un muro de piedra y barro sobre una colina, que controlaba las rutas comerciales que atraviesan el desierto entre Yathrib (Medina) y Dumah. Hoy es un sitio arqueológico de 500 hectáreas de la provincia de Tabuk, en las proximidades de la actual Talma, a 400 km de Medina y a 830 metros sobre el nivel del mar.

Su condición de gran oasis hizo el lugar óptimo para su ocupación, datándose sus primeros restos durante el segundo milenio (Edad del Bronce final). Estuvo gobernada por pequeñas fuerzas locales hasta la llegada de los asirios en el siglo IX a.C., a los que debieron tributo.

Se conservan documentos que la acreditan en tiempos antiguos como colonia judía, provista de multitud de pozos y edificaciones. Así mismo se menciona en varios pasajes bíblicos con el nombre de Tema (hijo de Ismael). En el Libro de Jeremías (23, 25) el profeta se pronuncia en su contra, y aparece también en fuentes asirias y babilónicas.

Charles Huber descubrió en el año 1883 la llamada Estela de Teima, que lista a los dioses adorados en la ciudad en el siglo VI a.C.1

Este nuevo hallazgo, que revela un asentamiento de aproximadamente 1,5 hectáreas, rodeado por murallas protectoras y una necrópolis con indicios de jerarquía social, permite a los investigadores explorar de forma inédita el proceso de urbanización en esta región.

Charloux y sus colegas señalan que al-Natah es representativo de una “baja urbanización” o etapa intermedia, un paso entre el nomadismo y los asentamientos urbanos complejos observados en otras zonas antiguas de Oriente Medio. Con alrededor de 500 habitantes, al-Natah contaba con una organización espacial que incluía un distrito central, áreas residenciales y un cementerio, lo que muestra un modelo de asentamiento compacto y defensivo.

Este tipo de asentamientos fortificados era común en el norte de Arabia durante la Edad del Bronce temprano y medio, cuando otras regiones ya mostraban mayores niveles de complejidad social y arquitectónica.

El hallazgo de al-Natah no solo es significativo por su propia arquitectura, sino porque podría formar parte de una red más amplia de pequeños pueblos fortificados en la región. Los arqueólogos esperan que futuras excavaciones ayuden a determinar cómo evolucionaron estos asentamientos y qué factores impulsaron su transición hacia un estilo de vida urbano.

La presencia de estructuras defensivas, rampas y la división en sectores sugiere que los habitantes de al-Natah ya respondían a la necesidad de proteger sus recursos y mantener una cierta organización interna.

Hasta hace 15 años, cuando los arqueólogos descubrieron murallas de la Edad de Bronce en el oasis de Tayma, al norte de Khaybar. Este “primer descubrimiento esencial” llevó a los científicos a examinar más de cerca estos oasis, explicó Charloux.

Las rocas volcánicas negras llamadas basalto ocultaban tan bien las paredes de al-Natah que “protegían el yacimiento de excavaciones ilegales”, explicó Charloux. No obstante, la observación del yacimiento desde arriba reveló posibles caminos y los cimientos de casas, lo que sugería dónde tenían que excavar los arqueólogos.

Descubrieron cimientos “lo bastante fuertes como para soportar fácilmente al menos viviendas de una o dos plantas”, dijo, subrayando que quedaba mucho trabajo por hacer para comprender el yacimiento.

Mapa que muestra la ubicación del sitio de al-Natah en el oasis de Khaybar (Charloux, PLOS ONE)

Proceso de urbanismo

Pero sus hallazgos preliminares dibujan una ciudad de 2,6 hectáreas con unas 50 casas encaramadas a una colina, dotada de una muralla propia. Las tumbas de una necrópolis contenían armas de metal, como hachas y puñales, y piedras como el ágata, lo que indica una sociedad relativamente avanzada para ser tan antigua.

El tamaño de las murallas -que podían alcanzar unos cinco metros de altura- sugiere que al-Natah era la sede de algún tipo de autoridad local poderosa. Según el estudio, estos descubrimientos revelan un proceso de “urbanismo lento” durante la transición entre la vida nómada y la más sedentaria de las aldeas.

Por ejemplo, los oasis fortificados podrían haber estado en contacto entre sí en una zona todavía poblada en gran parte por grupos nómadas de pastores. Estos intercambios podrían incluso haber sentado las bases de la “ruta del incienso”, que permitía el comercio de especias, incienso y mirra desde el sur de Arabia hasta el Mediterráneo.

 

Vista aérea del asentamiento amurallado. Crédito: AFALULA-RCU-CNRS

Al-Natah seguía siendo pequeña en comparación con las ciudades de Mesopotamia o Egipto de la época.

Reconstrucción del asentamiento de la Edad del Bronce de al-Natah en Arabia Saudita. Crédito: AFALULA-RCU-CNRS

La foto muestra los contornos de dos viviendas de la Edad de Bronce en la antigua ciudad al-Natah, que estuvieron ocultas durante mucho tiempo por el oasis amurallado de Khaybar, cerca de la ciudad occidental saudí de al-Ula. Imagen: CNRS, AFALULA, RCU/AFP

Una unidad cuatripartita (sondeo 8) durante la excavación (izquierda, mirando al norte) y una vivienda tripartita con una plataforma añadida (?) en su lado más pequeño (mirando al noroeste) en el sitio de al-Natah.(PLOS ONE)

La ruta del incienso

Esta hipótesis es apoyada por hallazgos como las piedras preciosas y las armas de metal encontradas en el sitio, que reflejan intercambios de bienes y conocimientos más allá de los límites de la comunidad.

Imagen actual del el oasis amurallado de Khaybar. Imagen: CNRS, AFALULA, RCU/AFP

Uno de los aspectos más interesantes es la posibilidad de que al-Natah haya jugado un papel en los inicios de la “ruta del incienso”, una red de comercio que conectaba el sur de Arabia con el Mediterráneo.

Esta ruta fue esencial en la antigüedad para el intercambio de bienes valiosos como especias, incienso y mirra, productos altamente apreciados en civilizaciones como las de Egipto, Mesopotamia y Roma. La existencia de asentamientos fortificados en lugares estratégicos como al-Natah sugiere que estos podrían haber servido como puntos de descanso y comercio para caravanas que transitaban por la región.

El arqueólogo Charloux explicó que estos oasis fortificados no solo proporcionaban seguridad en un entorno mayormente desértico, sino que también habrían facilitado interacciones entre comunidades aún predominantemente nómadas y aquellos grupos que ya comenzaban a establecerse. “Podrían haber estado en contacto entre sí”, comentó Charloux, lo que refuerza la idea de un incipiente sistema de intercambio que eventualmente facilitaría la expansión de rutas comerciales de mayor escala.

Este patrón de urbanismo disperso y conectado subraya que en el noroeste de Arabia existía un modelo diferente de desarrollo urbano. A diferencia de las grandes ciudades-estado de Mesopotamia o Egipto, los asentamientos como al-Natah muestran un enfoque más adaptado al contexto geográfico y social de la región. Aunque menos grandiosos, estos núcleos fortificados desempeñaron un papel clave en la formación de las primeras estructuras económicas y políticas que influirían en las culturas posteriores.

Sitio de Al-Natah en el Oasis de Khaybar

 

 

 

 

 

Un mapa del sitio de al-Natah (en la foto) muestra dónde se encontraban las viviendas, tumbas y necrópolis de los antiguos residentes dentro de la ciudad. Características arquitectónicas identificadas en la superficie PLOS ONE

Restos arquitectónicos encontrados en Arabia Saudita sugieren la existencia de una ciudad compleja y organizada en pleno desierto hace más de cuatro mileniosAFALULA-RCU-CNRS

Características urbanísticas de Al-Natah

El sitio de al-Natah ocupa aproximadamente 2,5 hectáreas y está organizado con una clara división funcional:

Murallas y torres de defensa:

El asentamiento estaba protegido por una gruesa muralla que llegaba a tener hasta 6 metros de ancho en ciertos puntos, y contaba con torres estratégicamente posicionadas, lo que muestra la importancia de la defensa en este asentamiento.

Áreas residenciales y centralizadas:

Las viviendas se construyeron según un diseño estandarizado, adaptado a la topografía del lugar. Cada unidad habitacional incluía varios corredores angostos para almacenamiento y habitabilidad, accesibles por calles y callejones que recorrían el área residencial.

Necrópolis y arquitectura funeraria:

El centro del asentamiento albergaba una necrópolis con tumbas de gran tamaño, incluyendo tumbas “de torre escalonada”, únicas en su tipo en Arabia, lo que refleja una organización social con distintos niveles de estatus y complejidad.

Un Centro Estratégico de Comercio y Producción

Los restos arqueológicos en al-Natah indican que el sitio formaba parte de una red de intercambio regional. Se encontraron fragmentos de vasijas de cerámica provenientes de otras áreas, así como evidencias de producción metalúrgica local, lo que sugiere que el oasis estaba conectado a rutas comerciales y podía haber tenido un rol político o económico central en la región.

Modificaciones en el paisaje funerario: un indicador de cambio social

Uno de los aspectos más fascinantes del descubrimiento de al-Natah es cómo refleja una evolución en las prácticas funerarias de la región. Durante el tercer milenio a.C., la región estaba marcada por avenidas funerarias, caminos delimitados por tumbas, que conectaban diversas comunidades del desierto. Sin embargo, con el tiempo, la necrópolis de al-Natah fue consolidándose cerca del asentamiento, lo cual podría estar vinculado a un proceso de sedentarización y urbanización. La ubicación de estas tumbas y la riqueza de los objetos encontrados, como armas de metal y adornos de piedras semipreciosas, indican una creciente diferenciación social y una estructura comunitaria avanzada.

Vida y economía en el oasis de Khaybar

El análisis de herramientas, restos de alimentos y fragmentos de cerámica sugiere que los habitantes de al-Natah practicaban la agricultura y ganadería, aprovechando los recursos naturales del oasis para cultivar cereales y criar ganado. La disponibilidad de agua mediante pozos y acuíferos naturales hacía posible un suministro estable de alimentos. La cerámica encontrada, sencilla y utilitaria, refuerza la idea de una sociedad organizada y autosuficiente con una economía basada en la agricultura y el comercio.

La urbanización amurallada de Khaybar en la Edad de BroncePLOS ONE

La ciudad fue abandonada entre el 1500 a. C. y el 1300 a. C. por razones desconocidas, pero los investigadores especularon que podrían haber abandonado la zona para volver a la vida nómada, debido a enfermedades o al deterioro del clima.

El área residencial de la ciudad. Crédito: AFALULA-RCU-CNRS

Desastre de Portmán

Desastre de Portmán

España – Murcia

Historia olvidada de la mayor catástrofe ambiental del Mediterráneo

Los ecosistemas no tienen voz, pero sí tienen derecho a ser preservados: la degradación de la bahía de Portmán, en el litoral murciano, es considerada como una de las mayores catástrofes ecológicas de Europa.

Una de las playas más bonitas del Mediterráneo transformada en un vertedero de residuos químicos. Se estima que unos 60 millones de toneladas de residuos químicos minerales fueron arrojadas al mar entre 1957 y 1990. Hablamos de Portmán, una localidad costera en el municipio de La Unión, en la Región de Murcia. Donde antes había mar, ahora no hay más que un ecosistema roto, desolado y a la espera de ser regenerado. Fue el escenario de la primera campaña de Greenpeace contra la degradación del litoral español y fue el símbolo de una nueva conciencia ambiental: el mar no es un vertedero.

Las encadenadas Zoa y María Teresa: 38 años del desastre ecológico de la bahía de Portmán

Antes del desastre: La Concha del Mediterráneo

Los romanos llegaron a la bahía en el siglo I d.C. y la bautizaron como «Portus Magnus» en honor al uso que le dieron a su majestuosa playa como puerto. Pronto se divisó su potencial al estar enclavada entre las minas de hierro y el mar Mediterráneo. Llegaron ramales de la Vía Augusta, se produjeron los primeros asentamientos y se conectó con Roma a través de rutas marítimas. Fue ocupada y renombrada por los musulmanes, reconquistada por los cristianos y tuvo una agitada vida en la Edad Moderna a consecuencia de la amenaza berberisca que llegaba por mar y por el uso que se le dio a la bahía para el estacionamiento de buques.

En el siglo XIX, la industrialización aumentó la demanda de minerales, lo cual, unido a la pérdida de las colonias y a la llegada de inmigrantes de otras regiones de España, desencadenó el desarrollo de La Unión como polo minero y como municipio independiente de Cartagena. Tras una I Guerra Mundial en la que las empresas explotaron la mina de manera monopolística, hubo una crisis en el sector que provocó la destrucción de puestos de trabajo. La situación no mejoró en las décadas de 1930 y 1940.

Año 1957: La basura, al mar

Esta fue la filosofía seguida por la empresa que explotó las minas durante la segunda mitad del siglo XX. El origen del ocaso del ecosistema llegó en 1945 con la reanudación de la minería a cielo abierto y en 1957 con la creación del lavadero Roberto. La principal protagonista durante este periodo fue la empresa Peñarroya. Esta empresa reactivó un sector en decadencia y creó nuevos puestos de trabajo en una localidad que había tenido problemas económicos durante décadas. Sin embargo, Peñarroya no tuvo en cuenta criterios ambientales y optó por arrojar los residuos del lavadero de flotación directamente al mar. Las instituciones públicas le denegaron los permisos para realizar los vertidos por su alta toxicidad y por los perjuicios que se generarían en el sector pesquero hasta en dos ocasiones, pero Peñarroya consiguió influir en el regulador para que cambiara de opinión y estableció el lavadero de flotación más grande de Europa.

Entre 1957 y 1990, Peñarroya vertió 7.000 toneladas diarias de residuos compuestos por una mezcla de tierra, zinc, cadmio, restos reactivos y plomo. Las consecuencias fueron escalofriantes: el lodo fue ganándole terreno al mar paulatinamente en un ecosistema en el que las arenas de Portmán se tiñeron de negro.

Según los propios habitantes de Portmán, cada mes había que desplazar la tubería que depositaba los estériles porque ya se habían comido el mar y se tuvieron que establecer subsidios para los pescadores. El Ayuntamiento de La Unión intentó frenar los vertidos en las décadas de 1960 y 1970 para no comprometer el valor turístico de la zona, pero las autoridades nacionales se negaron, pues la explotación minera generaba buena parte de la producción de plata y de hierro de España. Greenpeace realizó una campaña en Portmán para bloquear el dragado de vertidos en 1986, teniendo que hacer frente a la oposición de unos vecinos que no querían perder sus puestos de trabajo.

Finalmente, debido a la pérdida de rentabilidad del negocio y a la presión social, Peñarroya vendió sus derechos de explotación y propiedades a Portmán Golf. En 1990 se interrumpieron los vertidos. En total, el lodo ganó 12 kilómetros al mar y 14 metros de profundidad a través de las 60 millones de toneladas de estériles arrojadas desde el lavadero Roberto. Donde antaño encontrábamos un ecosistema con riqueza biológica, ahora la oscuridad de los restos químicos y minerales nos muestran la huella de una actividad económica sin escrúpulos ambientales.

Bahía de Portmán

En el transcurso del tiempo tuvo numerosas modificaciones, constituyendo, una de las más importantes, la de emplear el agua del mar en todo el proceso de tratamiento del mineral, para lo que se instaló una estación de bombeo en la misma playa. En el año 1966 se amplía la capacidad del lavadero y, por tanto, en el plano negativo, los vertidos al mar, que no cesarían hasta 1990, habiéndose producido para entonces, uno de los mayores desastres ecológicos de la costa mediterránea.

Antiguo lavadero Roberto

Los elementos principales con los que contaba el lavadero Roberto en su primera etapa eran la tolva de descarga de los vagones de mineral, la trituración secundaria (ya que venía triturado de la cantera a menos de 200 mm) mediante un sistema de molinos, cribas, cintas hasta un tamaño menor de 17 mm. De ahí pasaba al edificio del lavadero mediante dos cintas transportadoras de 200 m de longitud que descargaban en una gran tolva. A continuación, mediante una batería de molinos de barras y después molinos de bolas, en contacto con el agua de mar, se llevaba a cabo la molienda hasta un tamaño de diámetro menor de 180 μm (González-Ciudad, 2014).

Llegados a este punto, el material pasaba a flotación, donde la pulpa del mineral seguía tres tratamientos (preconcentración, remolienda y diferenciación). Para ello hacían uso de cianuros, xantatos, sulfatos de cobre y otros reactivos que son los que actualmente hacen que la bahía sea una gran balsa de materiales reactivos, ya que parte de ellos están a la intemperie y varias reacciones están sucediendo (Oyarzun et al., 2013).

Una vez que los minerales recuperables se habían separado, junto con los restos de sustancias utilizadas en el proceso de flotación diferencial (600 kg/día de cianuro sódico; ácido sulfúrico, xantatos, sulfato de cobre, etc.) eran vertidos al mar a través de dos tuberías de más de 2 km de longitud, que recorrían todo el perfil de la bahía original atravesando el Monte de Punta Galera (figura 1). El vertido fue autorizado por la Administración con fecha de 18 de febrero de 1959. La concesión estaba condicionada a que no afectara las características fundamentales y naturales de la bahía, e incluía la obligación de dragarla para recuperar los calados naturales que se viesen afectados (Baños Páez, 2012). En más de treinta años se han vertido al mar 60 millones de toneladas de estériles de minería lo que ha provocado la colmatación y el aterramiento de 75 hectáreas de la bahía de Portmán (figura 2), además de sepultar buena parte de la plataforma marina frente a las costas de la bahía (Pérez-Espinosa, 2014).

Los vertidos modificaron profundamente la dinámica litoral, debido al finísimo material en suspensión, que interfería con la dinámica normal del plancton y de los peces (César et al., 2009; Martínez Gómez et al., 2012).

Materiales de la bahía

Los materiales que constituyen hoy día los suelos de la bahía de Portmán están formados por: contaminación primaria por ser una zona de vertido directo de estériles de lavadero de flotación mineral y drenajes de ramblas con pH ácidos y alta carga metálica soluble, contaminación secundaria (aportes de sedimentos mineros por la acción de la dinámica litoral) y contaminación terciaria (escorrentías y aguas de otras ramblas y ramblizos que desembocan en la bahía y aportan materiales de atenuación natural) (Martínez Sánchez y Pérez Sirvent, 2013). Concretamente, los materiales más representativos son aquéllos que tienen su origen en la actividad del lavadero Roberto (González-Ciudad, 2014).

Situación actual: miedo al olvido mientras la historia se repite

En la actualidad, la bahía de Portmán sigue siendo un ecosistema roto. El impacto ha sido biológico y ambiental, pero también personal. Si bien la empresa Peñarroya generó puestos de trabajo y soportó la economía de un gran número de familias en el corto plazo, en el largo plazo ha generado un perjuicio socioeconómico y una deuda ambiental sin precedentes. Muchas familias que anteriormente vivían del sector y trabajaban en el lavadero ahora luchan por la regeneración de la bahía y por la reactivación económica de un territorio con pocas alternativas laborales.

Acción de Greenpeace en la bahía de Portmán en 1986. Foto: Greenpeace.

Durante las últimas décadas, los vecinos de Portmán y las organizaciones ambientales han ejercido presión a los distintos gobiernos autonómicos y nacionales. El movimiento se ha organizado a través de plataformas que recogen la voz de un mensaje común: regenerar la bahía. Sin embargo, lo cierto es que han pasado 30 años de inacción, planes no implementados y proyectos frenados por cambios de gobierno y por la dificultad técnica de la situación. La catástrofe ya no forma parte de la agenda mediática nacional, no por su gravedad, sino porque su estado deplorable se ha normalizado. Pese a todo, los vecinos siguen exigiendo la recuperación del patrimonio natural a través de nuevos planes a largo plazo.

Lo que está claro es que la explotación económica de los recursos naturales del territorio no tuvo en cuenta consideraciones ambientales y provocó un desastre ecológico sin precedentes que aún no ha sido solucionado. La regeneración de Portmán debería ser una prioridad y un referente nacional en la toma de decisiones en materia de sostenibilidad. Desafortunadamente, no parece haber sido un referente ni siquiera en la propia Región de Murcia, puesto que la historia se está repitiendo a muy pocos kilómetros, en el Mar Menor.

“Lo que se permitió en aquellos tiempos ahora es impensable. Para poder sacar un tanto por ciento pequeño del material se desperdiciaba más del 90% del mineral que se extraía de la sierra. La consecuencia fue un desastre […] La riqueza salió y en Portmán quedó la pobreza. Lo que está debajo de esa arena negra sigue siendo material tóxico”, denuncia Daniel Portero, presidente de la Liga de vecinos de Portmán, Murcia.

En los años 70 el Ayuntamiento de La Unión denunció a los tribunales franquistas el desastre medioambiental que se estaba produciendo. Sin embargo, la dictadura defendió que “se trataba de una instalación del máximo interés para la economía de la nación” y que era nulo el valor turístico de la bahía de Portmán. El pueblo quedó condenado a ser una zona de sacrificio.

El desastre de Portmán sigue envenenando a sus habitantes

Cuando se observa el puerto colmatado, toda la zona llena por los sedimentos es patente; no sólo por su color, rojo y ocre, sino porque no crece prácticamente nada en su superficie. La cantidad de restos nocivos para cualquier ser vivo es tal que pocas especies pueden soportarlo. El impacto ambiental fue tan fuerte que este terreno es empleado por diversas entidades como campo de estudio para la biorremediación (recuperación de zonas contaminadas mediante plantas y microorganismos). Las universidades como la de Murcia, la de Barcelona o la Complutense llevan a cabo en esta tierra un sinfín de experimentos con la intención de determinar cuán peligrosa es su presencia y como solucionarlo, no sólo por la bahía de Portmán, sino por otros desastres existentes en el mundo.

“Peligrosos para la salud”

Un reciente estudio de la Universidad Complutense, sin embargo, ha puesto de manifiesto lo que en sí parece más que obvio: los restos de la bahía de Portmán son peligrosos para la salud. Eso sí, este trabajo ha conseguido identificar y cuantificar los restos de la bahía, señalando de forma concreta cual es el verdadero peligro al que se exponen los habitantes de la zona y la fauna que lo habita. Según el estudio, la bahía de Portmán es actualmente uno de los puntos más contaminantes que existe en la península. La presencia de cadmio, plomo y arsénico está muy por encima de los niveles admitidos como normales. Especialmente este último resulta peligroso por su conocido efecto cancerígeno.

Los metales pesados son agentes muy persistentes y difíciles de tratar. Además, son letales para los seres vivos. Muy pocas especies son capaces de asimilar y “deshacerse” de estos “venenos” sin sufrir daños. Entre ellos algunas plantas y bacterias. Pero volviendo a las tierras contaminantes, tal y como indica el estudio, el problema proviene, en gran medida, de la lluvia. Cuando llueve, el agua arrastra parte de las sales contaminantes, haciéndolas aflorar de nuevo. Finalmente, estas acumulaciones pueden ser arrastradas hasta el mar u otras fuentes de agua. Como decíamos, los metales pesados son letales, así que su presencia en los afloramientos es materia de extrema preocupación.

Los metales pesados son agentes muy persistentes y difíciles de tratar. Además, son letales para los seres vivos. En la zona viven más de 20.000 personas. El análisis realizado por la Complutense muestra que los niveles de exposición diaria, especialmente en los niños, son mucho más altos de lo que deberían ser. Aunque es un análisis de riesgos, que muestran el peligro potencial, y no un análisis que muestre una afección directa, los investigadores han dejado claro a las autoridades que deberían ponerse medidas inmediatas para prevenir un problema sanitario muy grave.

Desde los años 90 ya no hay actividad minera en Portmán pero los residuos acumulados continúan allí. Ahora, muestras de estos han llegado hasta el Sincrotrón ALBA, en Cerdanyola del Vallès, para ser analizados. La historia empieza a bordo del buque oceanográfico Ángeles Alvariño, desde donde el Grupo de Investigación Consolidado en Geociencias Marinas de la Universidad de Barcelona tomó muestras de los sedimentos y residuos mineros que hay bajo el mar. “Hasta ahora se han hecho estudios básicamente de la parte emergida de los residuos de Portmán” comenta Marc Cerdà, estudiante de doctorado del Departamento de Dinámica de la Tierra y del Océano y miembro del grupo de investigación. “Nosotros extraemos material perforando el fondo marino con tubos de hasta 4m y obtenemos muestras de sedimentos en columnas“. El análisis de estos sedimentos confirma que contienen arsénico proveniente de los minerales de la mina, como la arsenopirita, y que se encuentra en diferentes estados de oxidación. Es decir, que este arsénico ha experimentado transformaciones químicas como la oxidación, que pueden afectar a su movilización y liberación por disolución en la columna de agua. Los investigadores se preguntaron en qué grado se daban estos procesos, ya que “hasta ahora no se sabía casi nada de esto” explica Josep Roqué, profesor del Departamento de Mineralogía, Petrología y Geología Aplicada de la UB. “A nosotros nos interesa caracterizar estos residuos mineros acuradamente para reconstruir los procesos geoquímicos de alteración de los minerales portadores de arsénico y a partir de ahí, definir la disponibilidad en el ecosistema marino de este elemento tóxico” añade.

Bajo la luz del sincrotrón

Para conocer exactamente los procesos geoquímicos que tienen lugar en los residuos de Portmán, muestras de estos sedimentos fueron primero caracterizados de forma no destructiva en el laboratorio CORELAB de la UB. Después, han sido analizadas en el Sincrotrón ALBA, en la línea de luz CLAESS. Su técnica es la espectroscopia de rayos X, es decir, se ilumina con luz de sincrotrón la muestra y, detectando la energía que emite y absorbe, se puede deducir qué elementos químicos la forman y en qué estado de oxidación se encuentran.

Las muestras de los sedimentos, que contienen arsénico, han sido preparadas bajo un protocolo especialmente diseñado con los científicos de CLAESS, quienes apoyan a los investigadores de los centros de investigación que vienen a usar el sincrotrón. El análisis en condiciones controladas de los sedimentos permite estudiarlos tal y como se encuentran en la bahía y por tanto, obtener unos resultados fieles. “CLAESS permite tomar medidas en condiciones controladas, sin exponer las muestras a la atmósfera para evitar el riesgo de oxidación. Si justamente queremos saber el estado de oxidación de los elementos in situ no nos podemos permitir alterarlos durante su análisis “, explica Carlo Marini, científico de la línea. Además, CLAESS también permite detectar los elementos químicos en las muestras aunque su concentración sea muy baja. “Es la primera vez que analizamos un problema así con estas herramientas tan potentes y estamos obteniendo información inédita que no se conocía de Portmán“, remarcan.

A la izquierda, testigos de los sedimentos extraídos de bajo el agua desde el buque oceanográfico. Derecha: colocación de los soportes -diseñados específicamente e impresos en tecnología 3D en el mismo ALBA – con las muestras en la línea de luz CLAESS para ser analizadas con la luz de sincrotrón. En la fotografía, Carlo Marini, científico del sincrotrón; el catedrático Miquel Canals Artigas y Andrea Baza, estudiante de doctorado de la UB.

Los investigadores esperan encontrar por primera vez pistas valiosas para conocer la distribución, movilidad y disponibilidad del arsénico en el ecosistema marino y, por tanto, para evaluar sus efectos potenciales sobre el medio natural y la biodiversidad de la costa litoral en Murcia. Según Miquel Canals, jefe del Grupo de Investigación, “Portmán es un caso de estudio excepcional sobre el que aún tenemos más preguntas que respuestas a pesar de haber avanzado muchísimo en el conocimiento de su estabilidad, estructura y composición; todos ellos aspectos cruciales para planificar las tareas de remediación y, hasta donde se pueda, de rehabilitación de la bahía”.

Este proyecto se ha llevado a cabo conjuntamente desde los Departamentos de Dinámica de la Tierra y del Océano y de Mineralogía, Petrología y Geología Aplicada de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la UB. El equipo de trabajo del proyecto ha sido formado por Josep Roqué Rosell, Miquel Canals Artigas, Anna Sánchez Vidal, Jaime Frigola Ferrer, David Amblàs Novellas, Marc Cerdà Domènech y Andrea Baza Varas; con la colaboración del Museu de Ciències Naturals de Barcelona a través de su conservador Marc Campeny y no menos importante, la colaboración también del profesor Joan Carles Melgarejo, del Departamento de Mineralogía, Petrología y Geología Aplicada de la UB.

Caracterización de materiales

Aunque tras el cese de los vertidos se ha podido alcanzar un cierto estado de equilibrio (Martínez Sánchez y Pérez Sirvent, 2008), los sedimentos están sometidos a la dinámica marina, especialmente los más próximos a la línea de mar, y a los efectos de las lluvias, escorrentías y otros vertidos. Esto implica una heterogeneidad muy alta en los sedimentos. La granulometría define el origen del sedimento; la textura fina corresponde a estériles sin lavar y la textura gruesa a estéril lavado depositado por la acción del agua del mar, lo que ha llevado consigo una granoselección, dando como resultado un enriquecimiento en partículas gruesas.

Proyecto de recuperación de la bahía de Portmán

Según consta en la página web del Ministerio de Agricultura, Agua y Medio Ambiente (http://www.magrama.gob.es), en el proyecto definitivo se pretende un retranqueo de 250 m respecto a la línea de playa actual y un dragado, secado y transporte a la corta minera San José de 185.000 m3 de estériles. El secado del material dragado se realizará en unos recintos de 40 Ha construidos sobre la plataforma de la bahía. Se creará un frente de playa con arenas negras y aportación de 150.000 m3 de arena de cantera para conseguir un diámetro medio de 50 mm. Se instalará una cinta transportadora carenada de la bahía a la corta San José de 2.700 m de longitud. La corta está siendo acondicionada mediante estabilización y saneo de taludes, impermeabilización del vaso (con 550.000 m3 de material arcilloso), y con mejora de accesos. Se construirá una balsa de lixiviados drenados y se procederá al sellado y restauración ambiental del vertedero.

Consideraciones finales

En su situación preoperacional, es un punto singular de contaminación por EPTs en el Mediterráneo. Hasta ahora se han tomado medidas muy interesantes de consenso en la recuperación ambiental de la bahía. Se podría decir que a partir de un problema contaminante, en el que las soluciones planteadas sólo contemplaban el traslado de los sedimentos con un coste de recuperación inasequible, se ha obtenido una solución ecoeficiente que incorpora la valorización de residuos calizos y un tratamiento in situ que cumple con los requisitos exigidos en el principio de máxima precaución ambiental. A partir de ahora puede ser un ejemplo en la solución de problemas contaminantes.

El Centro Experimental en Suelos Contaminados de Portmán, en el que se han desarrollado la mayoría de estas experiencias, ha sido un laboratorio de investigación y un centro de encuentro, intercambio y difusión del conocimiento, que puede ser la base en la organización de programas de formación y foros de debate. Será el centro de control y seguimiento de la ejecución de las obras y monitorización del proyecto de recuperación de la bahía de Portmán. Puede constituirse en un futuro como referente en el Mediterráneo, de investigación, análisis y desarrollo de tecnologías innovadoras de recuperación de suelos y aguas.

Sería conveniente extrapolar los resultados obtenidos de las experiencias desarrolladas en el proyecto piloto y aplicar medidas similares para la recuperación de la Sierra Minera.

Mapamundi de Domingos Teixeira

Mapamundi de Domingos Teixeira

Mapa Mundi de Domingos Teixeira (1573)

El Mapa Mundi de Domingos Teixeira, fue hecho por este cartógrafo portugués poco antes de ser súbdito de Felipe II, al convertirse este en rey de Portugal en la Batalla de Alcántara (1580).

Está hecho y pintado a mano sobre una pieza de pergamino y se conserva en la Biblioteca Nacional de Francia.

Ficha técnica

  • Fecha: 1573
  • Autor: Domingos Teixeira (portugués).
  • Escuela cartográfica: Portuguesa.
  • Breve descripción: Mapa Mundi.
  • Localización Física: Bibliothèque National de France

Descripción

Es uno de los primeros mapamundis completo, mostrando las rutas de las especias, tanto la portuguesa de Vasco da Gama con sus posesiones como la española de Hernando de Magallanes (muestra la tierra magallánica aún no circunnavegada por Diego Ramírez de Arellano que la bautizó como Isla de Xátiva).

Se puede observar el alcance del meridiano de Tordesillas, tanto por el lado de América (Brasil) como por el lado de Filipinas, que atendiendo a derecho serían de Portugal, ya que están en “su” hemisferio.

La cuestión es que el mapamundi de Teixeira de 1573 dibujaba una geografía lleno de senyeras o escudetes similares, pero variados. Esto da lugar a que el aparato independentista catalán se apropie de este echo y elucubre y diga cosas como: el Tratado de Tordesillas lo firmó Cataluña y Portugal; España y Castilla no tenían rey propiamente dicho; todos los descubrimientos fueron hechos por Cataluña y por tanto propiedad de esta; luego Castilla manipuló la Historia para que no fuera así; Cristóbal Colón era Catalán, etc…

Los historiadores comentan que el razonamiento de las senyeras es:

…muchas banderitas con barras, solo unas pocas podrían considerarse propiamente catalanas, pues a la mayoría le faltan palos, o le sobran, o estos están situados en diagonal. 
Resulta evidente que la distribución de banderitas que hace Teixeira tiene carácter principalmente ornamental y es surrealista y ridículo atribuirles precisión en la delimitación de países o la atribución de descubrimientos

De: https://blogcatedranaval.com/2020/10/20/la-vision-del-mundo-en-1573/

“Quien domina el mar, domina todas las cosas” (Temístocles)

La visión del mundo en 1573

20/10/2020 por Celia Chaín-Navarro

Hay portulanos y antiquísimos mapas que han llegado hasta nosotros. Aparte de su estética, que es indudable, son fuentes inequívocas de una época, de su forma de interpretar el territorio y también de dividir el mundo conocido. Este es el caso de un planisferio levantado por un cartógrafo portugués, Domingos Teixeira. Un planisferio es, como es fácil de suponer, la representación de la esfera terrestre completa (en el momento de su levantamiento, claro).

Realizado en plena efervescencia descubridora, ofrece la visión que había del mundo en el año 1573. América ya era conocida en el viejo continente, se sabía dónde estaba China y algunas de las naciones del sureste asiático, incluso se nombra a Japón, aunque no se le representa. Sin embargo, un continente quedaba todavía por incluir en este mapamundi, era Australia (pero faltaban decenios por llegar hasta esta Terra Australis).

Muestra además el meridiano de Tordesillas, el que dividió el mundo entre dos naciones de la Península Ibérica, entonces a la cabeza de las exploraciones mundiales, dejando la parte Este para la corona lusa y lo que estaba al Oeste para Castilla. Esta partición supuso que casi toda América, con excepción de una parte de Brasil, podía llegar a ser hispana.

Aparecen también las rutas índicas y pacíficas, y añade un gran número de escudos heráldicos que perfilan la propiedad de todas las costas oceánicas, predominando la armas de Portugal, las barras de Aragón, así como los leones y torres de Castilla. Solo siete años después estas tres enseñas se reunirían en una misma corona.

También podemos hallar en letras grandes los nombres que en esa época asignaron a los accidentes geográficos, como es el caso del Estrecho de Fernando de Magallanes, en la punta sur del continente americano. En este caso, era un cartógrafo portugués el que con orgullo destacaba el nombre de otro compatriota suyo (a pesar de que terminó siendo considerado un traidor al emigrar y ponerse a las órdenes del monarca español).

Teixeira dibujó todos los océanos y mares conocidos, como el Mediterráneo, el Atlántico y las dos zonas polares.

Siguió ciertas tradiciones de las escuelas cartográficas previas (como dibujar el supuesto reino del preste Juan), pero dejó atrás otras, como por ejemplo no pintar el mar Rojo de ese color, tal y como se puede apreciar en la figura siguiente.

Son destacables, como ocurre en otros portulanos, las magníficas rosas de los vientos que añade.

Igualmente, las embarcaciones que dibuja en algunos de los océanos.

Teixeira no quiso dejar de representar reinos muy alejados de su patria, como ocurre con la actual Rusia (Moscovia) o Turquía (Truquia).

Un detalle reservado para el final es que, aunque habían pasado muchos años, el uxer, la nave que A. Cresques añadió en uno de los primeros portulanos conocidos, se dibuja en este planisferio. Curiosamente lleva la bandera de Portugal de ese momento histórico y en las velas luce la insignia de la Órden de los Caballeros de Cristo, la heredera de los templarios.

Este es, por lo tanto, un magnífico ejemplo pintado a mano sobre pergamino de las cartas portulanas de esa época histórica, enriquecidas con naves, escudos y rosas de los vientos. También se añade información política del momento como la división de las tierras descubiertas (Tratado de Tordesillas). El planisferio está depositado en la Biblioteca Nacional de Francia y se puede consultar una versión digitalizada en Gallica.

Etowah Indian Mounds

Etowah Indian Mounds

Coordenas : 34o7o30.47o 84-48-27.59-W

  1. Registro Nacional de Lugares Históricos

  1. Marca Histórico Nacional

La concepción de Artista de Etowah

EE.UU.: Georgia

Ciudad más cercana: Cartersville, GA

NRHP referencia No.: 66000272

Designado NHL: 19 de julio de 1964[2]

Etowah Indian Mounds (9BR1) es un 2sitio arqueológico de 54 acres (220.000 m 2) en el condado de Bartow, Georgia, al sur de Cartersville. Construido y ocupado en tres fases, a partir de 1000 o 1550 d.C., el sitio prehistórico se encuentra en la orilla norte del río Etowah.

Etowah Indian Mounds Historic Site es un Marca Histórico Nacional designado, administrado por el Departamento de Recursos Naturales de Georgia. Es considerado “el sitio de la cultura misisicheria más intacto en el sudeste”, según los Parques Estatales de Georgia y Sitios Históricos.[3] Tanto el histórico Muscogee Creek como los pueblos Cherokee, que cada uno ocupó esta área en diferentes momentos, sostienen que el sitio es sagrado.

Historia

Este sitio fue excavado profesionalmente a partir de principios del siglo XX. Se han realizado estudios adicionales a medida que se han acumulado más evidencias y conocimientos sobre la sucesión de culturas en esta área, ayudados por la tecnología moderna como la datación de radiocarbono y los magnetómetros.

Estudios finales del siglo XX mostraron que los montículos fueron construidos y ocupados por pueblos indígenas prehistóricos de la cultura Mississippian Sur (una variación regional de la cultura misisiquisa)[4] del este de América del Norte. Eran antepasados del histórico idioma Muskogean – personas que hablaban Muscogee Creek que más tarde emergió en esta área.[5]

Etowah es una palabra Muskogee derivada de italwa, que significa “ciudad”. Desde 1000 o 1550 CE, durante la era de la cultura misisiida, Etowah fue ocupado por una serie de jefas de ciclo (véase la confederación Coosa) a lo largo de cinco siglos y medio.[6] La expedición Hernando de Soto se encontró con un asentamiento llamado Itaba entre Coosa y Ulibahali, que probablemente era Etowah.[7] El histórico arroyo Muscogee se formó en esta región y ocupó esta zona. Más tarde fueron expulsados por los Cherokee, que emigraron del este de Georgia y Tennessee para evadir la presión europeo-estado-única.

En el siglo XIX, los colonos europeos-estadounes creyeron erróneamente que los montículos habían sido construidos por la histórica Cherokee, que ocupaba la región en ese momento. Pero muchos investigadores creen ahora que debido a que la tribu Iroquoiani roqueta-parlante no llegó a esta parte de Georgia hasta finales del siglo XVIII, no podrían haber construido los montados. Las obras de tierra han sido fechadas en períodos muy anteriores.[8]

En el siglo XXI, la Nación Muscogee (Creek), reconocida federalmente, ahora con sede en Oklahoma, y la Banda de Poarch de los Indios de Arroyo de Alabama consideran que Italwa es su ciudad ancestral más importante. Los Cherokee también lo revoan.

Cronología

Sitio

Tykeon Wilkes utilizó cambios en los estilos cerámicos en múltiples sitios en el valle del río Etowah para determinar las líneas de tiempo para la región. La cerámica encontrada en Etowah y otros sitios regionales han sido reconstruidas y permiten colocar Etowah en las siguientes secuencias.[9] La ciudad fue ocupada en tres fases arqueológicas distintas: c. 1000 o 1200 CE, c. 1250-1375 CE, y c. 1375-1550 CE. Estaba en su apogeo desde c. 1325-1375 CE.[10][9]

Descripción

Sitio

Montículos (Enlade A)

Mound B, visto de Mound A

Etowah tiene tres montículos de plataforma principal y tres montículos menores. El Temple Mound, Mound A, mide 63 pies (19 m) de altura, más alto que un edificio de seis pisos, y cubre 3 acres (12.000 m 22) en su base. En el mapa en tierra de 2005-2008, los magnetómetros revelaron nueva información y datos, mostrando que el sitio era mucho más complejo de lo que se había creído anteriormente.[10]

El equipo de estudio ha identificado un total de 140 edificios en el lugar. Además, se descubrió que Mound A tenía cuatro estructuras principales y un patio durante la altura del poder de la comunidad.[10] Mound B mipo de 25 pies (7.6 m) de altura; Mound C, que se eleva 10 pies (3.0 m), es el único que ha sido completamente excavado. Los magnetómetros permitieron a los arqueólogos determinar la ubicación de los templos de tronco y paja, que originalmente se construyeron en las cumbres de los montículos. Junto a los montículos hay una plaza elevada, de nivel, ceremonial, que fue construida para ser utilizada para ceremonias, juegos de stickball y chunkey, y como un bazar para los bienes comerciales.

Montículo C

Al visitar los Etowah Mounds, los huéspedes pueden ver los “pozos de préstamo” (que los arqueólogos en algún momento pensaron que eran fosos), donde los trabajadores cavaron tierra para construir los tres grandes montículos en el centro del parque.

La cerámica mayor encontrada en el sitio sugiere que había un pueblo anterior (c. 200 a.C. 600 CE) asociado con la cultura Swift Creek. Esta ocupación anterior del período Middle Woodland en Etowah puede haber estado relacionada con el importante centro de Swift Creek de Leake Mounds, aproximadamente a dos millas río abajo (oeste) de Etowah.

La guerra era común; muchos arqueólogos creen que la gente de Etowah luchó por la hegemonía sobre la cuenca del río Alabama con las de Moundville, un sitio de Mississippian en la actual Alabama. La ciudad estaba protegida por un sofisticado sistema de fortificación semicircular. Una banda exterior formada por huertos de árboles de nuez impidió que los ejércitos enemigos dispararan masas de flechas en llamas a la ciudad. Un foso de 9 pies (2,7 m) a 10 pies (3.0 m) de profundo foso bloqueó el contacto directo por el enemigo con los muros palacosados. También funcionó como un sistema de drenaje durante grandes inundaciones, comunes durante siglos, desde este período y hasta el siglo XX. Los trabajadores formaron la empalizada estableciendo troncos verticales de 12 pies (3.7 m) de altura en una zorza de aproximadamente 12 pulgadas (300 mm) en el centro. Se llenan de vuelta alrededor de las maderas para formar un dique. Las torres de la guardia para los arqueros estaban espaciadas a unos 24 m de distancia.

Artefactos

Ilustración de una placa Rogan (Catálogo No. A91117, Departamento de Antropología, NMNH, Smithsonian), un bailarín de halcón de cobre repeso encontrado en Etowah, pero que se cree que fue fabricado en Cahokia en el siglo 13[11]

Los artefactos descubiertos en enterramiento dentro del sitio de Etowah indican que sus residentes desarrollaron una cultura artística y técnicamente avanzada. Numerosas herramientas de cobre, armas y placas ornamentales de cobre acompañaron los entierros de los miembros de la clase élite de Etowah. Donde la proximidad a las fibras textiles protegidas de cobre de la degeneración, los arqueólogos también encontraron tela de colores brillantes con patrones ornamentados. Estos eran los restos de la ropa de las élites sociales.

Numerosas figuras de barro y diez estatuas de piedra misisipiz., han sido encontradas a través de los años en las cercanías de Etowah. Muchas son estatuas emparejadas, que retratan a un hombre sentado con las piernas cruzadas y a una mujer arrodillada. Las figuras femeninas llevan faldas envolventes y los machos suelen retratar sin ropa visible, aunque ambos suelen tener elaborados peinados. Se cree que la pareja representa a los ancestros de linaje. Las estatuas individuales de mujeres jóvenes también las muestran arrodilladas, pero con características adicionales como los órganos sexuales visibles, que no son visibles en las estatuas emparejadas. Se cree que esta figura femenina representa una diosa de la Madre de la Tierra.[12] El pájaro, mano en el ojo, cruzada solar, y otros símbolos asociados con el Complejo Ceremonial Suroriental aparecen en muchos artefactos encontrados en Etowah.

Comercio

El río Etowah es un afluente de los ríos Coosa y Alabama, y forma la frontera entre el borde sur de la Cordillera y el Valle Apalaches y la meseta del Piamonte. El comercio y el tributo trajeron conchas de whelk del Golfo de México .; cobre, mica y pedernada de la Meseta de Cumberland; y “galena, grafito, y una variedad de ocres para proporcionar pigmento para pintar edificios, cuerpos y obras de arte; piedra verde y mármol para proporcionar material crudo para herramientas, armas y objetos rituales” del Piamonte.[13] El locido suelo del lecho del río podría ser fácilmente labrado con palos de excavación y piedra y azadas de conchas. Su fertilidad se renueva anualmente por las inundaciones del río. Libre de heladas la mayor parte del año, la tierra produjo ricas cosechas de maíz, frijoles y calabaza, cultivos tradicionales de los pueblos indígenas.

Hábitat

Los árboles de castaño, nuez, hickory y persimmon que crecieron en bosques de montaña proporcionaron nueces y fruta tanto para la gente de Etowah como para el ciervo de cola blanca, pavo salvaje y caza más pequeño. Otras plantas que fueron recolectadas incluyen ortiga picante y morera de papel. Un acebo nativo fue recogido cuyas hojas y tallos se prepararon en la bebida negra absorbida en ceremonias de purificación ritual. La caña de río creció en densas matorrales y se convirtió en ejes de flecha, pedaña para los techos, y divisiones para tejer cestas, bancos y esteras para paredes y pisos.

Los bancos de río abundaban en mejillones de agua dulce y tortugas. Los Mississippians construyeron comodistas de roca en forma de v para bolígrafo y canalizar bagres, tambor y gar, que atraparon en cestas de Rivercane.[14] Los investigadores han encontrado restos de más de 100 raros de roca a lo largo del río Etowah. Uno ha sido restaurado en los terrenos del sitio histórico.[15]

Post-contacto

La investigación arqueológica sobre el tema no es concluyente, pero el sitio de Etowah puede ser el mismo que un pueblo de un nombre similar visitado por el conquistador español Hernando de Soto en 1540. Los cronistas de la Expedición de Soto no mencionaron grandes montículos en su historial de visitar un pueblo llamado Itaba, aunque historiador Dr. Marvin T. Smith sugiere que los montículos que probablemente estaban crecidos y no mantenidos en el momento de la expedición pueden simplemente no haber atraído la atención de los exploradores españoles.[7] Itaba significa “límido” o cruce de senderos en la lengua de Alabama. El nombre en inglés de los montículos, Etowah, se derivaba de un nombre arcaico de lugar Muscogee, Italwa. Italwa probablemente se refirió originalmente al símbolo de la cruz solar. En el idioma moderno Muskogee significa “ciudad”.[16]

Hasta que se publicaron estudios de finales del siglo XX, la mayoría de los europeos-estadounidenses en Georgia creían que Etowah había sido construido por la conocida Cherokee histórica. Pero, los Cherokee no llegaron a esta parte de Georgia hasta finales del siglo XVIII, dos o siete siglos después de la construcción de los montados.[8] La mayoría de los estudiosos creen que el complejo de montículos fue construido probablemente por gente de la cultura misisippiana del sur. Se consideran ancestrales del Muscogee histórico, conocido desde hace mucho tiempo como el pueblo Creek.[8] La mayoría de los pueblos de la Confederación del Arroyo fueron trasladados al Territorio Indio en la década de 1830.

Desde entonces, los descendientes de Creek han formado dos tribus reconocidas federalmente: la más grande es la Nación Muscogee (Creek) en Oklahoma ; la Banda de Poarch de los Indios de Arroyo en Alabama es la única tribu reconocida federalmente en el estado. Ambos consideran que Italwa, o Etowah, es su ciudad ancestral más importante. El título oficial del jefe principal de la Nación Creek es Italwa Mikko (la palabra Muskogee para jefe es miko). Un nuevo modelo a gran escala de Italwa está en exhibición permanente en la rotonda del Capitolio Muskogee (Creek) en Okmulgee, Oklahoma.

Historia de la excavación y los estudios

Efigies de mármol de la montadora Etowah C, c. 1250-1375: mujer arrodillada a la izquierda, y hombre a la derecha[17]

El misionero Elias Cornelius visitó el sitio en 1817 y lo describió en su revista publicada por Bela Bates Edwards en 1833. Se dio cuenta de que un montario debía tener más de doscientos años, debido al tamaño de árboles que crecía en ella, pero tenía poca idea de su historia real.[18] Cyrus Thomas y John P. Rogan probó el sitio en 1883 para la Smithsonian Institution, que estaba llevando a cabo una encuesta de sitios de montículos reconocidos.

La primera investigación arqueológica bien documentada en el sitio no comenzó hasta el invierno de 1925, dirigida por Warren K. Moorehead. Sus excavaciones en Mound C en el sitio revelaron una rica variedad de artículos de entierro de la cultura misisipise. Estos artefactos, junto con las colecciones de Cahokia, el sitio de Moundville, Lake Jackson Mounds y Spiro Mounds, comprenderían la mayoría de los materiales que los arqueólogos utilizaron para definir el Complejo Cermonial del Sureste (SECC). La excavación profesional de este enorme montículo funerario contribuyó con un gran impulso de investigación al estudio de los artefactos y pueblos de Mississippian. Aumudió enormemente la comprensión de las obras de arte nativas americanas previas al contacto.

Arthur R. Kelly, presidente fundador del Departamento de Antropología de la Universidad de Georgia, también llevó a cabo excavaciones y estudios profesionales en Etowah Mounds, antes de los proyectos de control de inundaciones previstos en la zona. En 1947, el gobierno construyó la presa Allatoona aguas arriba para el control de inundaciones. El sitio de Etowah fue designado como un Marca Histórico Nacional en 1964.

El museo Etowah Indian Mounds exhibe artefactos encontrados en el sitio, incluyendo cerámica de cultura misisippiana, ejes monolíticos de piedra, estatua de piedra de Mississippian, joyas de cobre,

Terremoto de Kangra de 1905

Terremoto de Kangra de 1905

El terremoto de Kangra de 1905 ocurrió en el valle de Kangra y la región de Kangra de la provincia de Punjab (hoy Himachal Pradesh) en India el 4 de abril de 1905. El terremoto midió 7,8 en la escala de magnitud de onda superficial y mató a más de 20.000 personas. Aparte de esto, la mayoría de los edificios en las ciudades de Kangra, Mcleodganj y Dharamshala fueron destruidos.[7] [8] [9]

Terremoto de Kangra de 1905

Hora UTC: 1905-04-04 00:50:00

Evento ISC: 16957848

USGS- ANSS: Comcat

Fecha local: 4 de abril de 1905

Hora local: Temprano en la mañana

Magnitud: 7,8 ms [1]

Epicentro: 33,0°N 76,0°E [2]

Falla: Empuje principal del Himalaya

Zonas afectadas: India colonial

Máx. Intensidad: IX (Destructivo) [3] X (Extremo) [4] [5]

Damnificados: >20.000 [2] [1] [6]

Fondo

El epicentro calculado del terremoto se encuentra dentro de la zona de empujes a lo largo del frente del Himalaya formada por la continua colisión de la placa india con la placa euroasiática.[10] El subempuje del subcontinente indio debajo del Tíbet a lo largo de un límite convergente de 2.500 km de largo conocido como el Empuje Principal del Himalaya ha resultado en el levantamiento de la Placa Euroasiática predominante, creando así una larga cadena montañosa paralela a la zona convergente.[11]

Características del terremoto

El terremoto de magnitud 7,8-7,9 sacudió el Himalaya occidental en el estado de Himachal Pradesh a una profundidad estimada de 6 km a lo largo de una falla de empuje muy poco profunda, probablemente en el destacamento principal del empuje del Himalaya. El área de ruptura se calcula en 280 km × 80 km.[12] La ruptura no llegó a la superficie, por lo que se considera un terremoto de empuje ciego.[12] Un estudio más reciente en 2005 estimó la zona de ruptura en 110 km × 55 km sin salir a la superficie.[13]

Daño

El terremoto alcanzó su intensidad Rossi-Forel máxima de X en Kangra. A unos 150 kilómetros de esta zona hacia el sureste se registró una zona de mayor intensidad hasta alcanzar VIII. Esta intensidad inusualmente alta lejos del terremoto en la llanura indogangética incluyó las ciudades de Dehradun y Saharanpur. Se sintió VII en localidades como Kasauli, Bilaspur, Chamba y Lahore.[14]

Se informó que el terremoto derribó hasta 100.000 edificios. Se estima que murieron al menos 20.000 personas y también se perdieron 53.000 animales domésticos. También hubo daños importantes a la red de acueductos de las laderas que alimentaban de agua a la zona afectada. El coste total de recuperación de los efectos del terremoto se calculó en 2,9 millones (1905) de rupias.[1]

Kangra

Kangra (del hindi: काँगड़ा) es una ciudad y un consejo municipal del Kangra en el estado de Himachal Pradesh al sur del Himalaya. Es el lugar donde se encuentran los templos Masrur, conocidos como Pirámides Himalayan. La palabra Kangra es la unión de las palabras Kaann («oreja») y gaddha (crea/molde).

Historia

Históricamente conocida como Nagarkot2​ o Trigarta, la ciudad de Kangra fue fundada por Katoch Kshatriya Rajputs de Chandervanshi. Los rajás Katoch tuvieron residencia en Kangra, construyeron fuertes templos en lavish.

Otro nombre antiguo de la ciudad es Bhimagar, presuntamente fundada por Raja Bhim, hermano más joven del emperador Kurú Yudhishthira de Indraprastha (hoy Delhi).3

El templo de Deví Vajreshwari fue uno de los más viejos y ricos de la India del norte, y fue destruido junto con el fuerte y la ciudad por el terremoto de Kangra el 4 de abril de 1905, muriendo 1335 personas.2

Área debajo de Kangra Bhawan después del terremoto

Abraham Ortelius

Abraham Ortelius

Abraham Ortelius

Retrato de Orteluis por Pedro Pablo Rubens

Nombre en neerlandés: Abraham Ortell

Apodo: Ortelius

Nacimiento: 14 de abril de 1527jul.; Amberes (Países Bajos de los Habsburgo)

Fallecimiento: 28 de junio de 1598; Amberes (Países Bajos Españoles)

Ocupación: Cartógrafo, historiador y grabador

Obras notables: Theatrum Orbis Terrarum

Firma

 

Abraham Ortelius (Amberes, 14 de abril de 1527ibidem, 28 de junio de 1598), también escrito como Oertel, Orthellius o Wortels, fue un geógrafo y cartógrafo flamenco, conocido como el Ptolomeo del siglo XVI. Junto con Mercator, es el padre de la cartografía flamenca. Su obra más conocida es el Theatrum Orbis Terrarum, considerado el primer atlas moderno. Su primera versión contenía 70 mapas: 56 de zonas de Europa, 10 de Asia y África, y uno de cada continente.

La familia Ortelius era originaria de Augsburgo, teniendo que asentarse en las Diecisiete Provincias al haber sido acusados de protestantes. Tras estudiar griego, latín y matemáticas, Orthelius se estableció en su ciudad natal como librero y cartógrafo.

En 1575, fue nombrado geógrafo de Felipe II, siguiendo la recomendación de Benito Arias Montano, un cargo que le permitió acceso a los conocimientos acumulados por los exploradores españoles y portugueses.

Obra

Theatrum Orbis Terrarum planisferio de 1570

Ortelius realizó una selección de los mejores mapas disponibles en la época, que redibujó con un formato uniforme para la edición de su obra, y estableció un orden lógico de los mapas: mapamundi, Europa, Asia, África y Nuevo Mundo. También incluyó una lista con los nombres de los autores de los mapas originales. Este atlas tuvo un gran éxito, sobre todo por su tamaño y formato. Fue editado en diversos idiomas, y no cesó de actualizarse y mejorarse hasta 1612. Es considerado el primer atlas moderno, y en la actualidad aún se siguen utilizando la clasificación y estructura de este.

El Theatrum Orbis Terrarum inspiró la obra en seis volúmenes titulada Civitates orbis terrarum, editada por Georg Braun e ilustrada por Frans Hogenberg con asistencia del propio Ortelius.

  • Theatrum Orbis Terrarum (1570), Gillis Coppens van Dienst, Amberes
  • Parergon et Nomenclator Ptolemaicus (1579), impr. Christophe Plantin, Amberes
  • Itinerarium per nonnullas Galliæ Belgicæ partes (1584), impr. Christophe Plantin, Amberes
  • Synonymia Geographica (1596)

El mapamundi colosal de 60 láminas

Hubo un tiempo en el que el mundo era algo tan desconocido como temido. Tan solo quienes viajaban sabían que siempre había algo más allá de donde alcanzaba la vista al mirar al mar. Sin embargo, con demasiada frecuencia, los barcos que partían de un puerto nunca regresaban. Ahora tenemos el mundo a nuestro alcance a vista de celular y de GPS, pero hace casi 500 años, para acertar con la configuración de un territorio había que estudiar mucho y arriesgar más al no existir vistas aéreas, ser muy difíciles y lentas las comunicaciones y ni tan siquiera estar descubierta la compañera de la latitud: la longitud.

En el siglo XVI, un erudito como Abraham Ortelius, que era matemático, geógrafo, cartógrafo y cosmógrafo de origen flamenco y hablaba varios idiomas, se encargó de paliar la escasez de conocimiento sobre el globo terráqueo al ofrecer una nueva visión del mundo, distinta a la de Ptolomeo, y además ser el primero en asumir la hipótesis de la deriva continental. El considerado padre de la cartografía moderna y creador del primer atlas mundial, recopiló la información existente en aquella época, nombró las fuentes de cada mapa que utilizó y llegó a convertirse en el geógrafo oficial de Felipe II.

Abraham Ortelius, también escrito como Oertel, Orthellius o Wortels, nació en Amberes (Bélgica) el 14 de abril 1527 y fue criado por su tío después de la muerte de su padre junto a sus dos hermanas, Anne y Elisabeth. La familia Ortelius era originaria de Augsburgo, pero al ser acusada de protestante estuvo en continuo movimiento por miedo a la persecución.

Tras estudiar griego, latín y matemáticas, el pequeño Abraham Ortelius se estableció en su ciudad natal. Aprendió el oficio de grabador, trabajó en lo que se conocía como iluminador de mapas y en 1554 se dedicó a la venta de mapas, libros, monedas y antigüedades. Fue precisamente el mundo del comercio lo que le permitió realizar viajes extensos por toda Europa y establecer contactos con la comunidad internacional de académicos interesados en la exploración del mundo y la cartografía, especialmente con los ingleses Richard Hakluyt y John Dee. De ellos Ortelius obtuvo materiales cartográficos y gran información, al igual que hizo de su admirado colega flamenco Gerhardus Mercator, también geógrafo y quien se cree que inspiró su pasión por la creación de mapas.

Abraham Ortelius comenzó a dibujar diversos mapas en la década de 1560. Entre ellos destacan los de Egipto, Asia, Tierra Santa y el Imperio Romano. La recopilación que hacía de ellos en sus viajes le servía para repintarlos sobre lino, colorearlos y añadirles información, lo cual le fue reportando ganancias y le permitió seguir viajando.

El incipiente cartógrafo tuvo además la suerte de haber nacido en un país comerciante y exportador, con tres de los puertos marítimos más importantes del mundo y rodeado de agua, por lo que quizá Abraham Ortelius también pensó en abrir nuevas rutas marítimas y comerciales para generar riqueza con su afición convertida en profesión.

El mapa que inspiró a Cristóbal Colón

Si el descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492 fue uno de los acontecimientos más grandiosos e inesperados de la historia de la humanidad por su propósito inicial, no lo fue menos el descubrimiento del Pacífico por Vasco Núñez de Balboa el 25 de septiembre de 1513, ya que con este hallazgo se completaba el mapa del mundo.

A finales del siglo XVI la información geográfica producida por los últimos descubrimientos había dejado obsoletas muchas de las observaciones que existían en la época, así que era el momento para que el mapa impreso se pusiera al día, y ésa fue la tarea facilitada por el trabajo de Abraham Ortelius y Mercator.

El 20 de mayo de 1570 Abraham Ortelius publicó ‘Theatrum Orbis Terrarum’, 70 mapas en 53 hojas. La obra contenía un mapa mundial y mapas de los continentes de África y Asia, así como de Europa, que fue el área más estudiada. Fue una obra que no tuvo rival en su género en toda Europa entre la primera edición de 1570 y la última, fechada en 1612, con un total de 31 ediciones en 7 lenguas diferentes: holandés (1571), alemán (1572), francés (1572), español (1588), inglés (1606) e italiano (1608). Además, vieron la luz cinco suplementos, que tituló ‘Additamenta’, entre 1573 y 1597. En 1624, ‘Theatrum’ había pasado por 40 ediciones y había crecido a 166 mapas, apareciendo incluso en latín.

Mapa de Atlas Theatrum Orbis Terrarum de Abraham Ortelius. Año 1570.

La colección merece llamarse atlas debido a su formato de publicación uniforme, a la selección crítica del material existente y a la mención de los autores cuyos mapas se utilizaron (87 en total). Por eso, aunque a Abraham Ortelius se le conozca como “el Ptolomeo del siglo XVI”, en realidad fue muy disminuida la influencia de la geografía de éste.

Además de este interesante ‘Catalogus auctorum’ por ser la primera vez que se recogían las fuentes, a continuación Abraham Ortelius realizó un también útil ‘Index tabularum’, así como el ‘Nomenclator’ que cierra la serie de mapas y brinda las equivalencias latinas para los topónimos modernos. Los mapas están representados por barcos en medio del mar y algunos monstruos marinos como aún se consideraba en aquella época.

Sin embargo, se dice que el primer Atlas moderno fue el del mismo Mercator, amigo íntimo de Ortelius, solo que retrasó su edición, precisamente por amistad, para que resaltara el ‘Theatrum Orbis Terrarum’. Como reconocimiento a este hecho, Ortelius, por su parte, tomó los mapas de mayor relevancia de Mercator.

Dos milenios de mapas

Según los estándares modernos, las páginas del considerado primer atlas de Abraham Ortelius están llenas de errores, aunque muchos fueron corregidos en las 25 ediciones posteriores publicadas antes de su muerte, pero si por algo también destaca el ‘Theatrum’, aparte de por ser pionero en la cartografía, es por ser la primera evidencia de que alguien consideró la deriva continental, la teoría de que los continentes alguna vez estuvieron unidos antes de separarse.

En los mapas de Abraham Ortelius tanto Europa como el sudeste asiático recibieron la versión más exacta de lo que existía hasta ese momento, mientras que las líneas generales de Sudamérica quedaron mal retratadas y también recibió críticas por sus mapas de España.

En 1575 Abraham Ortelius fue nombrado geógrafo oficial de Felipe II gracias a la recomendación del humanista español Benito Arias Montano, un cargo que le permitió acceder a los conocimientos acumulados por los exploradores portugueses y españoles, y de esta manera pudo seguir publicando estudios de geografía y relatos de viajes.

Abraham Ortelius es conocido también gracias a su correspondencia con prominentes científicos y humanistas de toda Europa, una práctica que arrojó mucha información sobre los grandes pensadores de su tiempo.

A lo largo de su vida publicó también un ‘Epitome’ en 1577, que fue traducido muy pronto al francés, latín, italiano, inglés y alemán. También compuso un ‘Thesaurus geographicus’ y, poco antes de morir, el ‘Parergon’, con 38 mapas e imágenes del mundo antiguo a las que se unen varias reproducciones de monedas, otra de las aficiones que cultivó durante toda su vida.

Abraham Ortelius murió en 1598 y la noticia llenó de luto público Amberes, donde ya era ampliamente reconocido por su aportación a la cartografía. En la actualidad, los mapas originales de quien nos abrió a la globalidad del mundo, son objetos muy valorados entres los coleccionistas y museos.

El primer atlas de la historia: Theatrum Orbis Terrarum

El primer atlas moderno del mundo fue publicado en 1570, obra de Abraham Ortelius. Se le considera la primera colección sistemática de mapas de tamaño y estilo uniforme. Es Theatrum Orbis Terrarum que viene a significar ‘Teatro del mundo’.

Porque ese era el objetivo precisamente del atlas: representar el mundo, como si de un teatro se tratase. Y tanto conocimiento y tan antiguo tiene su precio. No en vano, se saca a subasta una edición de 1579 que puede llegar alcanzar las 60.000 libras.

Portada del Atlas en una edición de 1606

Abraham Ortelius, nacido en Amberes, fue también conocido como el «Ptolomeo del siglo XVI». Junto a Gerardus Mercator fue el padre de la cartografía flamenca. Su familia era originaria de Augsburgo y se tuvieron que asentar en las Diecisiete Provincias por haber sido acusados de protestantes.

Tras estudiar griego, latín y matemáticas se estableció en su ciudad natal como librero y cartógrafo. En 1575, Ortelius fue nombrado geógrafo de Felipe II, un cargo que le permitió acceso a los conocimientos acumulados por los exploradores portugueses y españoles.

De hecho, se dice que Felipe II siempre tenía a mano su propio ejemplar del Theatrum Orbis Terrarum, tal vez buscando nuevos lugares que conquistar. Quizás para conocer mejor sus extensos dominios, islas y regiones enteras que le pertenecían pero que jamás pudo conocer en persona.

Incómodos pergaminos individuales

Hasta la publicación de Theatrum Orbis Terrarum, los nuevos descubrimientos de los españoles y los portugueses habían sido plasmados en forma de pergaminos individuales. Estaban decorados con bordes ornamentados e incluían elaborados escudos y blasones.

Pero no eran prácticos. Incómodos de utilizar, debían ser desenrollados y enrollados cada vez. Algunos descubrimientos portugueses se habían documentado en mapas manuscritos cosidos en tomos, pero no era un atlas en sí mismo ya que o no tenían texto o no lo integraban con la imagen, como cabía esperar de un atlas.

Europa en el Atlas de Ortelius. 1572.

Un compendio de mapas de otros autores

Lo cierto es que el atlas prácticamente no contenía mapas elaborados por Ortelius, sino 53 mapas de otros autores, en los que se indicaba la fuente. El atlas de Ortelius reflejaba todos los mapas en el mismo estilo y las placas de cobre para su realización tenían el mismo tamaño (los folios eran de aproximadamente 35 x 50 cm).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

América en el Atlas de Ortelius, de acuerdo a las primeras representaciones. 1598.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La península Ibérica representada en el atlas de Abraham Ortelius. 1572.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

África y la Península Arábiga en el Atlas de Ortelius.

 

 

 

 

 

 

China en el atlas de Ortelius