Este Mundo, a veces insólito

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Sociedad

Huellas de calzado en Pershing

La huella de un calzado de cuero fue encontrada en 1927 en la caliza triásica del cañón Fisher, en el condado de Pershing (Nevada), por Alfred E. Knapp. Según las microfotografías de la huella, el cuero estaba cosido a mano con un cabo más fino que el normalmente utilizado por los zapateros en 1927. La caliza triásica suele datarse entre hace 180 y 225 millones de años. (Brad Steiger, Mysteries of Time and Space, pág. 18)

Huellas en Rockcastle

En 1938 el doctor Wilbur Burroughs, director del departamento de geología del Berea College, de Kentucky, anunció que había descubierto diez huellas de pies humanoides en la arenisca carbonífera de una granja propiedad de O. Finnell, en las alturas de la parte norte del condado de Rockcastle. Las huellas tenían 24 centímetros de largo y 15 a lo ancho de los dedos, y la longitud de la zancada era de 25 centímetros. No había señales de cola ni de patas delanteras.

 Ni las fotomicrografías ni la fotografía infrarroja revelaron señales de tallado o marcado artificial en las huellas o a su alrededor, y el examen microscópico de los granos de arena indicó que los situados dentro de las huellas habían sufrido una presión. Esto, que sería el resultado natural de una huella hecha por el peso de un pie humano, era imposible de reproducir artificialmente.

 Se calculó en unos 250 millones de arios la antigüedad de la roca en la que se encontraron las huellas, que fueron destruidas de modo vandálico en años recientes. (Brad Steiger, Mysteries of Time and Space, págs. 6-7

Huellas de sandalias en Managua

En 1884, Earl Flint, representando el museo de Peabody y la universidad de Harvard, descubrió en una cantera cerca de Managua (Nicaragua), a orillas del lago Gilva, a 60 centímetros de profundidad, huellas de homínidos, unas con sandalias, otras indicando el uso de un bastón. Las mayores medían 40 centímetros de largo. Su antigüedad se estima a 200.000 años.

Huellas en Glenn Rose

En Glenn Rose (Texas), humanos y dinosaurios han dejado huellas adyacentes; otra relación “imposible”, dado que los dinosaurios desaparecieron unos 60 millones de años antes de la fecha en que se cree que apareció el hombre.ros

Huellas en Mount Vernon

Diez pisadas halladas a algunos kilómetros de Mount Vernon, en 1931, por el doctor Wilbur Burroughs del departamento de geología del Berea College de Kentuky (USA) fueron datadas en 250 millones de años. El estudio con microfotografías muestra que quién o quienes las hicieron eran bípedos quvermone caminaban erguidos.

Huellas en San Luis

Un par de huellas de pie humano adornaban un bloque de caliza situado en la orilla occidental del río Missisipi, en San Luis. En 1816 ó 1817, el bloque fue arrancado por un tal George Rappe y llevado al pueblo de Harmony (hoy New Harmony), en Indiana.san luis

 Las huellas tenían 26 centímetros de largo y 10 de ancho en los dedos, y estaban separadas 15.5 centímetros en los talones y 34 en los dedos, informó Henry R.Schoolcraft.

 El etnólogo Henry R. Schoolcraft dibujó las huellas humanas encontradas en la caliza de San Luis para ilustrar su informe, publicado en 1822.

 Los dedos están muy separados, y el pie plano, como suele ocurrir en los que acostumbran andar descalzos. A pesar de ello, las huellas resultan
sorprendentemente naturales, y muestran todas las impresiones musculares y la curva del talón y los dedos con una precisión y fidelidad que he sido incapaz de reproducir con exactitud en el presente dibujo…

 Todas las apariencias llevan a la conclusión de que estas impresiones fueron hechas en una época en que la roca estaba lo bastante blanda para recibirlas por presión, y que las huellas son naturales y auténticas.

 En el complejo devenir geológico, esa caliza se endureció hace unos 270 millones de años. Se dice que roca y huellas mostraban los mismos indicios de desgaste y antigüedad.(The A merican Journal of Science and A rts, 1:5: 223-31, 1822

Pisadas humanas en Laetoli

Pisadas humanas de Laetoli, Tanzania. En 1979, Mary Leakey, la esposa de Louis Leakey, uno de los antropólogos más importantes del siglo XX, encontró unas laetolihuellas humanas sobre ceniza volcánica en Laetoli (Tanzania). Las pisadas tenían una antigüedad aproximada de 3,6 millones de años y pertenecían a tres individuos. El hallazgo fue examinado por expertos en huellas, antropólogos y otros especialistas que aportaron sus conclusiones documentales al National Geographic y otras revistas científicas. La observación de las imágenes de huellas revela que apenas difieren de las de un ser humano moderno. Sin embargo, es sorprendente que a pesar de que este hallazgo sugiera la existencia del hombre hace millones de años, los científicos han concluido que pertenecen al Australopithecus, pese a que las características de este homínido de hace 4 millones de años no encajaban con las citadas huellas. Mary Leakey, por su parte, dice que las pisadas podrían pertenecer a un simio cuyos pies guardarían un gran parecido con los del ser humano. Si se hubiera tratado de un hallazgo aislado, la hipótesis oficial tendría sentido, pero la existencia de utensilios artificiales localizados también en el periodo precámbrico, contradice su versión. Por tanto, la existencia de objetos que necesitan a un ser inteligente para ser fabricados refuerza la hipótesis de Cremo y Thomson: las pisadas de Laetoli son humanas y se remontan a cientos de millones de años.

Huellas humanas gigantes

Huellas gigantescas, aparentemente de un ser humano, fueron encontradas por un trampero en la zona de los llanos de Alkali y Great White Sands (Nuevo México), en 1931. Un año más tarde, un grupo de cuatro personas, entre ellas O. Fred Arthur, supervisor del Lincoln National Forest, procedió a investigar las huellas, llevando como guía al trampero Ellis Wright.alkali

 Encontraron trece huellas que cruzaban lo que queda de una antigua depresión desértica en las estribaciones orientales de los montes San Andrés. A pesar del gran tamaño de las huellas, los investigadores se convencieron de que habían sido hechas por humanos, “porque la impresión era perfecta e incluso estaba claramente marcado el arco”. Las huellas, de forma ovalada, tenían de 40 a 55 centímetros de largo y de 20 a 30 de ancho, con una distancia aproximadamente de metro y medio entre ellas, y una separación de 60 centímetros a lo ancho.

 El lugar fue visitado de nuevo en 1972, 1974 y 1981, y se encontraron más huellas. La primera vez que fueron estudiadas se anotó que estaban a una profundidad de 63 milímetros. ¡Pero en 1974 (42 años después) ya estaban a una profundidad de 25 a 39 milímetros!

 El peso de aquel ser, al compactar el suelo, había preservado las huellas, mientras que a su alrededor la superficie era erosionada por el viento y la lluvia. En 1981 las huellas sobresalían como pedestales, varios centímetros por encima del suelo del desierto. No cabe duda de que las huellas pertenecen a criaturas vivientes. Se ha sugerido que fueron hechas a mediados del siglo pasado por los camellos del ejército de los Estados Unidos. Una opinión más aceptada es que tienen al menos diez mil años de antigüedad y pertenecen a un camello o mamut nativo ya extinguido.

 Pero la separación entre ellas parece sugerir una criatura de dos patas. Las misteriosas huellas han sido protegidas para su posterior estudio por los arqueólogos.

(Informe del Ejército de los Estados Unidos, 1981)

Huellas humanos y dinosaurios

En el río Paluxy, en Texas, existe una cama de piedra caliza que recoge las 134 huellas de algún dinosaurio que camino por allí hace unos 120 o 130 millones de años. Lo impresionante de estas huellas descubiertas en 1908 es que junpaluxy2to a ellas se encontraron otras de ¡un antecesor de los seres humanos!paluxy1

 Una de las huellas del río Paluxy (izq.) es medida por el geólogo Jack W alper, quien la atribuye a un dinosaurio bípedo que arrastraba las patas al caminar.

 Huellas de dinosaurio junto a huellas humanas se encuentran en el lecho del río Paluxy, cerca de Glen Rose (Texas). También se admite que hay en ello no poco de fraude. La autenticidad de las huellas de dinosaurio que hay en diversos lugares del curso del río Paluxy no ha sido discutida durante más de 50 años. No obstante, el descubrimiento de huellas de aspecto humano en el mismo estrato rocoso -en uno de los casos una huella humana coincide parcialmente con la de un dinosaurio de tres dedos- es inaceptable para la paleontología ortodoxa, dada su creencia de que esos gigantescos reptiles se extinguieron unos sesenta millones de años antes de la aparición del hombre.

Pero la suposición de fraude se basa en algo más que en el simple deseo de verse libres de una prueba molesta. El rechazo de las huellas humanas de Glen Rose se basa en la admisión de que durante la Depresión algunas personas del lugar hicieron dinero gpaluxy3rabando huellas humanas y vendiéndolas junto con las apaluxy4uténticas de dinosaurio. El procedimiento que utilizaban -que incluía el envejecimiento con ácido de la piedra esculpida- fue descrito por el sobrino de uno de los “artistas”. A quienes desean acabar de una vez con esta rara historia, les bastan esas confesiones para dar el caso por cerrado.