Ojo de Horus
El ojo de Horus Udyat de fayenza.
El Ojo de Horus, o Udyat “el que está completo”, fue un símbolo de características mágicas, protectoras, purificadoras, sanadoras, símbolo solar que encarnaba el orden, lo imperturbado, el estado perfecto. El Udyat es un símbolo de estabilidad cósmico-estatal.
Horus era hijo de Osiris, el dios que fue asesinado por su propio hermano Seth. Horus mantuvo una serie de encarnizados combates contra Seth, para vengar a su padre. En el transcurso de estas luchas los contendientes sufrieron múltiples heridas y algunas pérdidas vitales, como la mutilación del ojo izquierdo de Horus. Pero, gracias a la intervención de Thot, el ojo de Horus fue sustituido por el Udyat, para que el dios pudiera recuperar la vista. Este ojo era especial y estaba dotado de cualidades mágicas.
El Ojo de Horus, o Udyat, se utilizó por primera vez como amuleto mágico cuando Horus lo empleó para devolver la vida a Osiris.
Gozó de gran popularidad en el Antiguo Egipto, siendo considerado un amuleto de los más poderosos: potenciaba la vista, protegía y remediaba las enfermedades oculares, contrarrestaba los efectos del “mal de ojo” y, además, protegía a los difuntos. Como talismán simboliza la salud, la prosperidad, la indestructibilidad del cuerpo y la capacidad de renacer. Incluso en la actualidad se sigue utilizando como amuleto por personas que practican diversas religiones en todo el mundo.
El Ojo de Horus o Udyat se representaba como un ojo humano decorado con formas que recordaban los ojos del halcón. Generalmente se lo representaba como un ojo derecho, porque en la mitología se dice que el sol era el ojo derecho y la luna era el ojo izquierdo del Dios del Cielo, confiriéndole al derecho mucho más poder. El Udyat “el que está completo”, fue un símbolo de características mágicas, protectoras, purificadoras, sanadoras, símbolo solar que encarnaba el orden, lo imperturbado, el estado perfecto. Se dice que potenciaba la capacidad de visión y ciertas cosas que el ojo humano no podía ver. Además tenía la habilidad de ofrecer al poseedor una opinión justa y acertada de la realidad.
Ojo que todo lo ve
Ojo de la Providencia u Ojo que todo lo ve es un símbolo interpretado como la vigilancia de Dios sobre la humanidad, es también relacionado con el ojo de horus el Dios del Sol y la luz en el antiguo Egipto.
Ojo de la divina providencia u Ojo de Horus (Dios del antiguo Egipto representante del bien), hijo del Dios Osiris (Representante del aire y de la tierra) y la diosa Isis, nacido en secreto para protegerlo y evitarle una muerte en manos de su hermano Seth quien asesinó a su padre para evitar que tuviese más descendencia y poder tomar el trono real. Horus creció en secreto y más tarde retó a Seth buscando la venganza de su padre asesinado, fue una pelea sanguinaria que terminó hasta que los dioses intervinieron y entregaron el trono a Horus, quién perdió su ojo derecho en esta batalla. Mientras tanto a Seth se le encomendó la tarea de sustituir el ojo dañado de Horus. Horus decidió honrar a su padre entregando el ojo de halcón recuperado a su padre, y se cubrió con una serpiente. Desde entonces la serpiente es un emblema de los faraones egipcios.
Ojo de la Providencia, Sello de los Estados Unidos
Ojo de la Providencia, Catedral de Aquisgrán
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 con el símbolo del “Ojo que todo lo ve”.
La historia de este Ojo de Horus y su influjo en el occidente contemporáneo podría comenzar para nosotros con el diseño del billete de un dólar estadounidense, que se ha querido vincular en numerosas ocasiones, con mayor o menor fundamento, con la masonería especulativa. Nos cuentan los artífices anónimos de wikipedia que Annuit Cœptis es “uno de los dos lemas (el otro es Novus Ordo Seclorum) del Gran sello de los Estados Unidos, figurando desde 1935 en el reverso del dólar estadounidense. El lema proviene del latín annuo (aprobar, justificar, asentir) y de cœpio (comenzar, emprender)”. Algunos ensayan otra traducción “nuestra empresa será coronada con éxito,” lo que concuerda perfectamente con el simbolismo de la imagen de la pirámide truncada representada en el dólar, con el ojo en forma de piramidion, descendiendo sobre ella.
En 1782, el Congreso designó al artista del diseño William Barton de Filadelfia, para que hiciera una propuesta para el sello nacional. Para el reverso, Barton sugirió una pirámide de trece capas bajo el Ojo de la Providencia. A la luz del hecho de que la cifra “13″ estaba incluida en ambos lados del sello, Charles Thomson corrigió el lema de Barton con una frase de 13 letras. El lema en el frente del sello (E Pluribus Unum) tenía ya 13 letras. Thomson sugirió una frase alternativa a “Deo Favente” pero con trece letras: Annuit Coeptis.
Pero ¿existe realmente una filiación de la masonería con el Ojo de la Providencia? O mejor aún, ¿cuál es el significado de este símbolo en la masonería? A propósito del Ojo de la Providencia, René Guénon ha escrito que es “uno de los símbolos comunes al Cristianismo y a la Masonería es el triángulo en el cual está inscrito el Tetragrama hebreo, o a veces solamente un yod, primera letra del Tetragrama, (…) como una abreviatura de él, y que por lo demás, en virtud de su significación principial, constituye de por sí un nombre divino, e incluso el primero de todos según ciertas tradiciones. A veces, también el yod mismo está reemplazado por un ojo, generalmente designado como “el Ojo que lo ve todo”; la semejanza de forma entre el yod y el ojo puede, en efecto, prestarse a una asimilación (…) “
Ojo de la Providencia en una capilla abandonada en Uluch, Yucatán
Si la “piedra que baja de los cielos” (¿lapis exillis?…) representa al avatar del Nuevo Eón, como algunos sugieren (2), quizá es tiempo de adivinar la identidad de este último. Eso es lo que parecen conocer muy bien ciertos creyentes exacerbados del islam chií, o quienes se presentan como tales, al afirmar que el Ojo de la Providencia no es sino el del Dajjal, el impostor, que vendría a corresponder en las creencias islámicas chiitas al anticristo o el falso profeta del cristianismo. Los que defienden la tesis de esta identificación se basan en estos versos del profeta, en los que se definen los rasgos del temible Dajjal, una figura mitológica del islamismo chiíta relacionada con el fin de los días, análoga al anticristo, de la que ser encuentran diferentes menciones desde los siglos VIII y IX de nuestra era especialmente en los hadith, no existiendo ninguna referencia directa en el Corán.
Cruz de tau
La Cruz de tau, también llamada cruz de San Antonio, cruz de Santa Tecla, o por simplificación, tau, es una figura emblemática en forma de T y que habitualmente se representa con los extremos de sus brazos ampliados. Es un símbolo empleado por la Orden franciscana como signo distintivo de los miembros de sus diferentes organizaciones.
La Tau corresponde a la última letra del alfabeto hebreo y a la decimonovena del alfabeto griego, aunque también fue un símbolo utilizado en otras culturas como la Egipcia (el símbolo de la vida eterna o cruz ansada: el anj). Fue el santo egipcio San Antón (Antonio Abad) quien primero la usó como distintivo cristiano y por ello es llamada más propiamente como cruz de San Antón. Con color azul sobre el pecho de un hábito negro, era el uniforme distintivo de los miembros de la Orden de San Antonio. Símbolo del dios Matras de los Persas y de Aryans de la India. Para ellos, Mathras era el ángel de luz, o la luz celestial. Es usado por modernos masones como símbolo de la T cuadrada.
Su uso en el franciscanismo se remonta al mismo Francisco de Asís, quien la usaba como su firma y sello personal. Durante la época de Francisco y a partir del IV Concilio de Letrán, convocado por el Papa Inocencio III, la Tau era un símbolo muy utilizado por la Iglesia Católica en general, como signo de conversión y señal de la cruz.
Se le relacionaba con el libro de Ezequiel (9,3-6), en el cual Yahveh mandaba a su enviado a marcar con una Tau en la frente a los justos de Jerusalén, mientras que en el libro del Apocalipsis (7, 2-4), se asocia a la Tau como el símbolo que tienen en la frente los siervos y salvos de Dios.
Otros pasajes bíblicos hacen referencia a la Tau, por ejemplo era el símbolo con el que los israelitas marcaban los dinteles de sus puertas en la celebración de la Pascua y representa a la vara que Moisés convirtió en serpiente.
Eneagrama
En geometría, un eneagrama (del griego εννεα, ennea, «nueve», y γράμμα, gramma, «trazo») es una estrella de nueve puntas. Es llamado en ocasiones nonagrama.
Un eneagrama regular (un polígono estrellado de nueve lados) es construido utilizando los mismos puntos que un eneágono regular pero conectado en pasos fijos. Tiene dos formas, representadas por un símbolo de Schläfli como {9/2} y {9/4}, conectando cada segundo y cuarto puntos respectivamente.
Existe también una figura estrellada, {9/3} o 3{3}, hecha a partir de los puntos de un eneágono regular pero conectados como un compuesto de tres triángulos equiláteros. (Si los triángulos están entrelazados de manera alternada, resulta en un enlace Brunniano.) Esta figura estrellada es conocida en ocasiones como la estrella de Goliat, siendo {6/2} o 2{3} la estrella de David.
El Eneagrama de la Personalidad, normalmente conocido simplemente como Eneagrama, es una aplicación del Eneagrama del Cuarto Camino. El sistema del Eneagrama describe nueve tipos de personalidad distintos y sus interrelaciones, asociadas a esta figura.
El Eneagrama es entendido y enseñado, principalmente, como una tipología de personalidad, el Eneagrama de la Personalidad también se enseña como método para desarrollar estados superiores del ser, la esencia e iluminación. Cada tipo de personalidad asociada al Eneagrama representa un mapa de características que denotan patrones de pensamiento, sentimiento y comportamiento. Uno de los propósitos del Eneagrama es aprender sobre el tipo de uno mismo y los patrones y hábitos asociados a ese tipo con el fin de autocomprenderse y autodesarrollarse.
Los partidarios de esta teoría creen que cada tipo de personalidad del Eneagrama está basado en un patrón de a dónde se dirige la atención. Creen que aprendiendo sobre el tipo de cosas a las que uno atiende y dedica energía habitualmente, uno puede observarse a sí mismo de forma más precisa y desarrollar más conocimiento sobre uno mismo, y que mejorando dicho conocimiento con la ayuda del Eneagrama, uno puede ejercer mayor elección sobre el propio comportamiento en lugar de entrar en patrones de pensamiento, emoción y comportamiento de forma automática, rutinaria e inconsciente.
En las décadas recientes, el término Eneatipo ha sido utilizado en algunas de las principales publicaciones de la materia (abreviando “Tipo de personalidad del Eneagrama”). Este término está siendo aplicado en varias áreas que incluyen psicoterapia, negocios, coaching, desarrollo organizacional, artes, etc.
Don Richard Riso mantiene que la figura del eneagrama tuvo origen alrededor del 2500 a. C.
El símbolo del Eneagrama del Cuarto Camino fue llevado a la atención del mundo moderno por George Gurdjieff, el originador de una escuela de trabajo espiritual cerca de París en los años 1930s. Aunque Gurdjieff utilizó este eneagrama para describir las posibilidades de desarrollo humano, su concepto del diagrama estaba relacionado con la comunicación de conocimiento ancestral y el proceso de “auto-trabajo” a través del cual individuos adquieren conocimiento sobre su propia naturaleza, más que con la categorización de tipos de personalidad.
Oscar Ichazo asignó descripciones a cada una de las nueve posiciones del Eneagrama, que él llamó Eneagrama de Fijación del Ego y fue el origen de lo que hoy conocemos como Eneagrama de la Personalidad.
A partir de los años 1960s, Ichazo impartió un programa de trabajo de desarrollo personal que llamó “Protoanálisis” que utilizó, entre muchas otras ideas y símbolos, el Eneagrama.
Ichazo fundó en la localidad de Arica el Arica Institute, originalmente situado en Chile. La Arica School ofrece formación en todo el mundo sobre varios aspectos del trabajo de Ichazo.
Los nueve tipos
De acuerdo a la teoría del Eneagrama de la Personalidad, los puntos del eneagrama indican cierto número de formas en las que los nueve tipos de personalidad humana (“Eneatipos”) están conectados psicológicamente.
Es habitual referirse a las personas de cada Eneatipo por el número del punto del Eneagrama (Unos, Doses, Treses, Cuatros, etc.) que indica su espacio psicológica y lugar de conexión a otros tipos. A menudo también se les dan nombres que sugieran alguna de sus características más distintivas.
A continuación, descripciones breves de los nueve Eneatipos:
• ENEATIPO 1: Son personas que reprimen su ira, pues no la consideran una cualidad perfecta. Buscan la perfección y hablan en términos de bien / mal. En su estado más sano, son tolerantes y muy éticos.
• ENEATIPO 2: Son personas que fingen humildad para tapar un profundo orgullo. Es el tipo de personalidad que requiere sentirse necesitada. Dan fingiendo no esperar, pero precisan agradecimiento. En su estado más sano, son realmente altruistas.
• ENEATIPO 3: Son máscara pura. Se desarrollan en función de brillar para el resto de personas. Una profunda vanidad. Están muy identificados con su trabajo, y suelen conseguir lo que se proponen, brillando en ello. En su estado más sano, son sinceros y muy productivos.
• ENEATIPO 4: Su compulsión más profunda es la envidia. Están muy pendientes de los demás, y creen que nunca tendrán aquello de lo que carecen. Enganchados al pasado. En su estado más sano, son muy empáticos y creativos.
• ENEATIPO 5: Científicos de gran profundidad, son muy ascetas. Los observadores por antonomasia. se caracterizan por la avaricia, porque no saldrán de su escondite hasta estar bien seguros de que tendrán suficiente energía. Muy autosuficientes. En su estado más sano, son desapegados y generosos.
• ENEATIPO 6: Su fijación es el miedo. Suelen imaginar siempre los peores escenarios. Buscan la autoridad y al tiempo huyen de ella. Fingidores de autoconfianza, que oculta un profundo miedo por lo que les pudiera pasar. En su estado más sano, son valientes y muy buenos compañeros.
• ENEATIPO 7: Huyen del presente, planificando futuros, y lo hacen constantemente. La gula de experiencias en la vida. Como no se quieren perder nada, no profundizan tampoco en nada. Máscara de alegría, evitan el dolor en todas sus formas. En su estado más sano, son muy animadores, capaces de disfrutar el presente como nadie.
• ENEATIPO 8: Imparten justicia (a su modo). Su fijación es la lujuria o el exceso; tienen mucha autoconfianza, van por la vida necesitando ser fuertes y prevalecer sobre las circunstancias. Fuerte personalidad, y defensores de ” los suyos ” (El líder, el padrino). En su estado más sano, son protectores, ayudando al otro de forma magnánima.
• ENEATIPO 9: El pacificador. Les frena la pereza. Se funden con el entorno y les cuesta mucho expresar sus necesidades. Entienden todas las opciones y es muy difícil discutir con ellos, pues evitan como pueden el conflicto. En su estado más sano, son muy buenos mediadores, calmando los extremismos.
Algunos de sus practicantes afirman que el Eneagrama se trata de una antiquísima teoría, nacida hace más de 2000 años en Afganistán y Babilonia pasando por los griegos Pitágoras y los primeros cristianos, siendo transmitida por la tradición oral sufí.
Escuadra
La francmasonería o masonería se define a sí misma como una institución discreta de carácter iniciático, no religiosa, filantrópica, simbólica y filosófica fundada en un sentimiento de fraternidad. Tiene como objetivo la búsqueda de la verdad a través de la razón y fomentar el desarrollo intelectual y moral del ser humano, además del progreso social. Los masones se organizan en estructuras de base denominadas logias, que a su vez pueden estar agrupadas en una organización de ámbito superior normalmente denominada “Gran Logia”, “Gran Oriente” o “Gran Priorato”.
Aparecida en Europa entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, la masonería moderna o “especulativa” ha sido descrita a menudo como un sistema particular de moral ilustrada por símbolos. Se presenta a sí misma como una herramienta de formación, con un método particular que, basado en el simbolismo de la construcción, permite a sus miembros desarrollar su capacidad de escucha, de reflexión y de diálogo, para transmitir estos valores a su entorno.
Simbología francmasónica se refiere al estudio del significado de los símbolos francmasónicos y de los mensajes que encierran basados, fundamentalmente, en los instrumentos de la albañilería tradicional.
Los símbolos otorgan a los miembros de la francmasonería un lenguaje particular, con expresiones que solo los francmasones pueden comprenderlas a plenitud. Constituyen mecanismos educativos que permiten el conocimiento de las doctrinas masónicas, por lo que suele decirse que éstas no están escritas sino contenidas en los símbolos, lo que les confiere la posibilidad de su permanencia y actualidad.
Estos símbolos tienen un doble sistema de decodificación: uno está basado en la tradición y le da a cada uno de los símbolos y al conjunto de los mismos, determinados significados que constituyen una suma de mensajes-enseñanza tradicionales; el otro es la libre especulación filosófica, basada en el ejercicio de la racionalidad y la libertad humanas para la interpretación de los símbolos.
No es necesario decir que la Escuadra que tenemos en mente no es un Cubo, que tiene sus caras y ángulos iguales y fue considerado por los griegos como imagen de la perfección. Tampoco es la escuadra del carpintero, uno de cuyos brazos es mayor que el otro y con incisiones para medir. Es una Escuadra más pequeña, plana, sin marcas y con ambos brazos iguales, una sencilla escuadra de trazo utilizada para probar la exactitud de los ángulos y la precisión con la que se cortan las piedras. A partir de que esta escuadra fue usada para comprobar que los ángulos están bien, se convirtió naturalmente en el emblema de la exactitud, integridad y la pertinencia.
La escuadra es una herramienta con la que podemos trazar ángulos rectos, es inamovible, y por lo tanto es una herramienta de referencia para conocer si una representación respeta sus proporciones.
La explicación principal de este símbolo es la disciplina. La escuadra nos guía en la rectitud de nuestras acciones cotidianas, y no en vano es ésta la primera enseñanza que debe interpretar un Aprendiz de Masonería (1er grado simbólico).
El primer grado simbólico de la Masonería, el de Aprendiz, se representa por una escuadra y un compás, donde la escuadra está situada sobre el compás, éste último abierto a 45º.
Principiaremos pues, por buscar el origen, la etimología, así como la versión histórica que se atribuye a la ESCUADRA, y veremos que es una palabra que viene del latín “EX’QUADRARE”, o sea, la mitad de un cuadro cuya raíz es “QUADRUS”, y significa CUADRADO PERFECTO, aún cuando dentro del uso profano, se le destina a diferentes medios de trabajo, ya sea como instrumento de Dibujo, como guía en las operaciones geométricas, como factor indispensable para el alineamiento angular de las obras de Arte y de Arquitectura y en general, su aplicación es muy vasta dentro de las actividades que diariamente desarrolla el HOMBRE.
La ESCUADRA, como Símbolo Masónico es tan antiguo como la misma Masonería, pero su uso en las Artes Gráficas se remonta hasta la Edad Media, puesto que fue adoptada desde entonces, por nuestros Hermanos Albañiles organizados en Potencia Especulativa por aquella época.
Ahora bien, en el sentido Simbólico y Filosófico de la propia Masonería, la ESCUADRA contiene muy bellas lecciones científicas, y muy elevadas enseñanzas Morales, por cuyo motivo se le considera también, como uno de los instrumentos alegóricos indispensables para lograr propagar gráficamente, los conocimientos Masónicos que se imparten en todas las Logias, puesto que sus trabajos deben desarrollarse, bajo la más estricta DISCRECIÓN.
Por esa razón, la ESCUADRA es también uno de los Símbolos más conocidos universalmente, de ahí por qué, desde tiempo inmemorial, las lecciones que contiene, se vienen aplicando en forma PRECISA, CLARA y DEFINIDA, para lograr hacerlas comprender prácticamente, a los Hermanos del Primer Grado, puesto que de una manera sistemática, reciben las luces y conocimientos, que en esa forma les proporciona nuestra Orden; por ese motivo vemos que juntamente con el COMPÁS, forma el Escudo Masónico de la Primera Cámara, o sea el Signo más caracterizado, como el Emblema del DERECHO, de la RAZÓN y de la JUSTICIA; de la misma manera a la ESCUADRA, siempre se le ha considerado, como el Símbolo de la SINCERIDAD, la LEALTAD y la RECTITUD, por cuyo motivo constituye invariablemente, la JOYA que durante los trabajos de las LOGIAS, usan el VENERABLE MAESTRO y los dos VIGILANTES.
La escuadra y el compás.
La escuadra (símbolo de la rectitud) y el compás (símbolo de los límites con los que debe mantenerse cualquier masón respecto a los demás, sobre todo respecto a los demás masones) son quizá los dos símbolos masónicos más conocidos. Aquí aparece también la letra “G”, símbolo de la masonería que representa al Gran Arquitecto del Universo.
Estrella de nueve puntas bahá’ís
De acuerdo al sistema Abjad de Isopsefía, la palabra Bahá tienen una equivalencia numérica de 9, y de ahí viene el frecuente uso del número 9 en símbolos Bahá’ís. Y en realidad, el símbolo de la estrella de las nueve puntas no es algo que esta en las enseñanzas de la religión, sino más bien es la representación de este número, la perfección con la que es visto por sus seguidores, la cual es la perfección de la revelación Bahá’í, la cual constituye la novena en la línea de religiones existentes y a la vez la más completa que el hombre conoce hasta la fecha. Entre las religiones se cuentan: Judaísmo, Cristianismo, Zoroastrismo, Sabianísmo, Hinduismo, Budismo, el Islám, y el Babísmo. No obstante, Shoghi Effendi, quien porta el título de Guardián en la Fe Bahá’í, siente que no es algo que se deba poner en un plano rígido, y que es mejor evitarlo, siendo lo más importante de esto, la palabra el valor numérico de la palabra Bahá.1 5 En si, el la estrella, y por tanto el 9, es asociado con perfección, unidad y Bahá.
Escarabeo
Escarabeo con el nombre de Thutmose III.
El escarabeo fue un amuleto de vida y poder, con forma de escarabajo pelotero (Scarabaeus sacer egipcio), que representaba al Sol naciente, y era símbolo de la resurrección en la mitología egipcia. En vida proporcionaba protección contra el mal, visible o invisible, dando diariamente fuerza y poder. En la muerte, quien lo portaba adquiría la posibilidad de resucitar y alcanzar la vida eterna.
El escarabajo estaba vinculado con el dios Jepri, forma de Ra como Sol naciente, y era el símbolo de la constante transformación de la existencia.
Varias especies de escarabajos peloteros, principalmente el Scarabaeus sacer, gozaron de un estatus sagrado entre los egipcios.
ḫpr
en jeroglífico
Su nombre jeroglífico se translitera como ḫpr (o xpr), y se traduce como “convertir” o “transformar”. El término derivado ḫpru (o xprw) se traduce como “forma”, “transformación”, “suceso”, “modo de ser” o “el autocreado”, dependiendo del contexto. Puede tener significado existencial, ficticio u ontológico.
El escarabajo fue asociado a Jepri, el autocreado, el dios asociado al Sol naciente. Antiguamente se creía que el escarabajo era solamente de género masculino y que se reproducía depositando el semen en una bola de estiércol. La supuesta auto-reproducción del escarabajo lo asemeja a Jepri, que se creó así mismo de la nada. Por otra parte, la bola de estiércol rodada por el escarabajo pelotero se asemeja al Sol. Plutarco escribió:
La raza de escarabajos no tiene ninguna hembra, pero todos los machos expulsan su esperma en una pelotilla redonda de material que ruedan empujándola por el lado opuesto, igual que el sol parece regresar a los cielos en la dirección opuesta a su propio curso, que es de oeste a este.
Los egipcios creyeron que Jepri renovaba el Sol cada día tras su desaparición en el horizonte, llevándole a través del mundo subterráneo, Duat, después del ocaso para renovarle otra vez al día siguiente. Algunas tumbas reales del Imperio Nuevo exhiben una imagen triple del dios del Sol, con el escarabajo como símbolo del Sol de la mañana. El techo astronómico en la tumba de Ramsés VI relata la “muerte” cada noche y el “renacimiento” del Sol como siendo tragado por Nut, diosa del cielo, y reapareciendo de su matriz como Jepri. La imagen del escarabajo asociado a ideas de transformación, renovación y resurrección, es ubicua en el arte religioso y funerario egipcio antiguo.
Los escarabeos fueron tallados en variados materiales: esteatita, basalto, granito y en piedras preciosas como lapislázuli, amatista, cornalina, e incluso en metales como el oro. Las excavaciones arqueológicas en Egipto han sacado a la luz imágenes de escarabeos en hueso, marfil, piedra, fayenza egipcia y metales preciosos, fechados desde la sexta dinastía hasta el período romano.
Son generalmente pequeños y están agujereados para permitir engarzarlos en un collar, y en la base llevan una breve inscripción o un cartucho egipcio. En general se usaban como amuletos, y en su reverso llevaban figuras o textos. Algunos tenían escrito el nombre de su propietario y se han utilizaban como sellos, un uso extendido en las ánforas con vino, mercancía de lujo. Los faraones encargaron a veces la fabricación de ejemplares más grandes con largas inscripciones, como el escarabeo conmemorativo de la boda de la reina Tiy. Grandes esculturas de escarabeos se pueden encontrar en los templos de Tebas, en el Serapeum de Alejandría y en otros lugares de Egipto.
El escarabajo tenía una gran importancia en el culto funerario egipcio. Generalmente era tallado en piedra verde y colocado en el pecho de los difuntos, para proteger el corazón y sustituirle durante la momificación. El propósito del “escarabajo del corazón” era asegurarse de que el corazón no testimoniaría contra el difunto en el juicio de los muertos. Otra posibilidad es la sugeridas por las palabras de transformación de los Textos de los Sarcófagos, que afirman que el alma de los difuntos puede transformarse (xpr) en un humano, un dios, o un pájaro y reaparecer en el mundo de los vivos.
Quizás el ejemplo más famoso de tales “escarabajos del corazón” es el de color verde amarillento encontrado entre las provisiones de la tumba de Tutankamón, tallado en un gran trozo de mineral cristalino del desierto libio.
El escarabeo sigue siendo un artículo popular gracias al interés y fascinación moderna hacia el arte y las creencias del Antiguo Egipto. Escarabajos en piedras semipreciosas o en cerámica esmaltada se pueden comprar en la mayoría de las tiendas, mientras que en el templo de Karnak ha tenido que ser protegido un antiguo gran escarabajo, representación de Jepri, para desalentar a los visitantes de la práctica supersticiosa consistente en frotar la basa de la estatua para conseguir suerte; ahora muchos se limitan a dar tres vueltas alrededor de él.
La espiral como símbolo
La espiral es uno de los símbolos más antiguos y se encuentra en todos los continentes, habiendo jugado un papel fundamental en el simbolismo desde su aparición en el arte megalítico.
Parece que en muchos lugares representaba el ciclo “nacimiento-muerte-renacimiento” así como al Sol, que se creía seguía ese mismo ciclo, naciendo cada mañana, muriendo cada noche y renaciendo a la mañana siguiente.
Actualmente, la espiral también es empleada como símbolo para representar el pensamiento cíclico, en diversas propuestas filosóficas, espirituales, estéticas y tecnológicas, por lo que puede hablarse en rigor de cierto espiralismo o concepción espìralista.
Las espirales tuvieron importancia en el simbolismo de diversas culturas. El hombre prehistórico solía dibujar espirales en sus pinturas rupestres, lo que muchos creen que representaba el ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento. El sol también solía ser representado como una espiral (ya que nace todas las mañanas, muere tras el atardecer y renace al día siguiente)
Se entiende por espiral, por otra parte, a la sucesión creciente o indefinida de acontecimientos. En este caso, la noción sigue asociada, en cierta manera, a lo cíclico o a aquello que parece no tener final. Expresiones como “La sociedad ha entrado en un espiral de violencia sin límite” indica que una comunidad vive en medio de conflictos violentos que se suceden unos a otros.
Abundante y variado es en la Naturaleza el movimiento de la espiral: el recorrido de las partículas subatómicas ante las colisiones, la disposición de los componentes del ADN, la simple forma de una concha marina o de nuestros ombligos, los pabellones de las orejas, la caída de las hojas de los árboles, la evolución de las corrientes térmicas o de los ciclones, e incluso hay ciertas anguilas en Brasil que con su forma sinuosa y espiraloide, se hicieron famosas en la mitología nativa, además de por sus sorprendentes descargas.
Entre las culturas aztecas, mayas e incas hay divinidades estrechamente relacionadas con dicho símbolo. Es el caso de Tlaloc, el dios de la lluvia, que era representado saliendo de la boca de un gran caracol espiroide; Tepeyollotli, dios de las cavernas, al que se le observaba soplando un cuerno marino; y la conocida figura del dios Quetzalcoatl, estrechamente relacionado con los caracoles marinos, dado que es el dios de la fecundidad y los vientos.
En el mundo actual, tan proclive al sentido lúdico, el ser humano sigue practicando múltiples juegos de esparcimiento, de los cuales suele desconocer su raíz oculta. Ejemplo de ello es el conocido «juego de la Oca», el cual posee una disposición universal y espiralada, y que bien podríamos definir como un «juego de teatralización» de la vida misma.
Entre los indios de Zuni el primer día del año se celebraba con danzas-espirales que aseguraban la permanecía del ser a través de las fluctuaciones del cambio. Para los mayas, el solsticio de invierno era el momento cero de su cosmología y la espiral el símbolo de dicho instante.
Nuestro punto de partida es un símbolo: la espiral. En la tradición hindú está relacionada con el día y la noche de Brahma: El manvántara y el Pralaya. Se trata de fases correspondientes al ciclo de la existencia. El Universo «despierta» y «duerme» cíclicamente, aunque estas fases nos sean imperceptibles, por transcurrir nuestra vida dentro de micropartículas de una de ellas.
En el Hinduísmo la espiral está simbolizada en la tríada de las deidades, Brahma, Vishu y Shiva, Vhisnu es el Cosmos, la suprema armonía de los dos opuestos evolutivos. Brahma es el supremo creador, y Shiva es la destrucción de las formas gastadas, que devora las cosas. Vishnu, surgiendo del mar de leche primordial y navegando en la serpiente Ananta de mil cabezas conserva las cosas en su óptimo nivel expansivo.
Para numerosos pueblos de África negra la espiral simboliza la dinámica de la vida, el movimiento de las almas en la Creación. El glifo solar de las tribus de los Dogón y los Banbara es a este respecto altamente revelador. Está hecho de una vasija de barro rodeada por una espiral de cobre rojo que le da tres vueltas. Ésta simboliza el verbo original, la primera palabra del dios Amma, la semilla de la divinidad.
Entre los pueblos germanos, una espiral rodea el ojo de la figura del caballo, el cual, subido sobre un carro de naturaleza solar, simboliza la fuente de toda luz.
También ha sido utilizada la forma espiral para esquematizar el símbolo del laberinto. Éste nos abre una puerta hacia una dimensión interior. Recordemos tan solo el caso egipcio del Laberinto en Abydos llamado «el caracol». Era un templo circular en cuyos pasillos se celebraban las ceremonias relativas a los antiguos Misterios y a la evolución del neófito, como se hacía también en Newgrange, Irlanda, donde había una gran piedra en la entrada con el símbolo de la espiral.
En el sistema jeroglífico del Egipto antiguo, la espiral designaba las formas cósmicas en movimiento, la relación entre la unidad y la multiplicidad manifestadas. También los primeros habitantes de Europa las dejaron grabadas en cuevas y piedras: muchos menhires y dólmenes lucen espirales, atribuídas más tarde a la cultura celta debido a que ésta las solía utilizar para adornar sus utensilios y joyas rituales.
En la mitología griega se distinguía entre la espiral creadora o dextrógira, atributo de la diosa Atenea, y la destructora o levógira, torbellino hacia la izquierda atributo de Poseidón. Para este pueblo, el umbral entre el mundo de los hombres y el de los dioses estaba simbolizado por el monte Helicón, residencia de las musas y cuya cima estaba siempre envuelta en nubes, que representaban la frontera entre la Tierra y el Cielo. La subida simbólica por las laderas del Helicón se hacía rodeándolo con un movimiento en espiral, cuyo diámetro se iba reduciendo a medida que uno se acercaba a la cima. Esta ascensión espiralada que permitía llegar así, poco a poco, al punto más alto, significaba haber logrado conquistar el propio centro o síntesis, acceder a la unidad de lo divino en uno mismo (el entusiasmo de lo dionisíaco) desde la multiplicidad del mundo terrestre.
Mal´ta (Irkutskaya Oblast, Rusia) es un yacimiento siberiano sito en las cercanías del lago Baikal, en el cual se ha documentado una importante colección de representaciones paleolíticas muebles (18.000-15.000 B.P.). Además, el registro arqueológico ha aportado una placa de marfil que el arqueólogo soviético Boris Frolov interpretó como un calendario lunar. Se trata de una placa rectangular en marfil de mamut en la que mediante la incisión de orificios se ha dibujado una espiral central con siete espiras crecientes. El conjunto se cierra con dos grupos de espirales menores en los laterales de la placa.
En la espiral central se observan 243 orificios, mientras la suma del resto de las espirales denota otros 122 orificios. Un fácil cálculo de los orificios totales nos da la suma de 365, exactamente la duración de un año. Por otro lado en la zona siberiana de Mal´ta la duración del invierno se prolonga justamente durante 243 días, por 122 del verano. Un aspecto importante a considerar y que refuerza la consistencia de la interpretación calendárica de la placa de Mal´ta es el ciclo de gestación del reno, básico en la dieta de la zona por su importante aportación calórica que ayuda a combatir las bajas temperaturas, siendo 243 días.
Estrella de David
La Estrella de David (en hebreo מגן דוד, Magen David, o Mogen Dovid en hebreo askenazí), también llamada escudo de David o sello de Salomón, es uno de los símbolos del judaísmo. Aunque tradicionalmente el distintivo religioso del culto judío fue la menorá, el candelabro ritual de siete brazos, el emblema —compuesto por dos triángulos equiláteros superpuestos, formando una estrella de seis puntas— se empleó frecuentemente para distinguir las comunidades y distritos reservados para los judíos (juderías) a partir de la Edad Media y también en la Segunda Guerra Mundial con los judíos. Con el establecimiento del Estado de Israel, la estrella de David sobre la bandera azul y blanca se convirtió en el símbolo del estado.
El escudo de David no se menciona en la literatura rabínica. No existe una prueba arqueológica de su uso en Tierra Santa en la Antigüedad, incluso después del Rey David Una Estrella de David se ha encontrado recientemente en una tumba judía en Tarento, en el sur de Italia, que se podría fechar en el siglo III. La primera fuente literaria que la menciona, el Eshkol ha-Kofer del caraíta Judá Hadasí (de mediados del siglo XII), dice en el cap. 242: “Siete nombres de ángeles preceden la mezuzá: Miguel, Gabriel, etc… ¡El tetragrammaton te protege! Y de igual modo el signo llamado ‘El Escudo de David’ está emplazado al lado del nombre de cada ángel.” Es, por lo tanto, en esta ocasión un signo sobre amuletos
En papiros mágicos de la antigüedad, pentagramas, junto con estrellas y otros signos, son a menudo encontradas en amuletos que portan los nombres judíos de Dios, y utilizados como protección contra la fiebre y otras enfermedades. Lo más curioso es que sólo aparece el pentagrama y no el hexagrama. En los grandes papiros mágicos de París y Londres hay veintidós signos paralelamente colocados, y un círculo con doce símbolos, pero ningún pentagrama ni hexagrama. El sincretismo de la cultura griega, el judaísmo y las influencias coptas probablemente no originaron el símbolo. Es posible que fuera la Cábala el origen del símbolo, que representaba la disposición de las diez Sefirot. Una copia manuscrita del Tanaj, fechada en 1307 y perteneciente a Reb Yosef bar Yehuda ben Marvas de Toledo, España, estaba decorado con el escudo de David.
Una de las leyendas que circula entre el pueblo judío sobre el maguen David es la siguiente: Escapando el rey David de sus adversarios los filisteos, se escondió en el interior de una cueva. Inmediatamente después de que él entrara, una araña tejió su tela dando a su hilado la forma de “estrella de David”. Esta tela de araña situada a la entrada de la cueva hizo que sus perseguidores pasasen de largo, pensando que si la tela de araña estaba intacta nadie habría pasado por allí en mucho tiempo.. Después del “milagroso” acontecimiento el rey adoptó ese símbolo como emblema de su escudo y el pueblo judío lo utilizó como protección.
¿Es La Estrella de David un Símbolo satánico?
En el hebreo, la Estrella de David es llamada el Escudo de David porque está arreglada de dos escudos triangulares que están uno encima del otro.
En el tiempo de David, alrededor 1000 A.C., esta era una forma común para los escudos militares. La representación más antigua de una Estrella de David todavía existente aparece en un sello del 7o siglo. La Estrella de David en la sinagoga en Capernaúm data del 350 DC. Hay muchas teorías sobre el sentido de la Estrella de David. Por ejemplo, porque un triángulo señala abajo y el otro hacia arriba, unos lo ven como la unión del mundo visible e invisible, es decir, Dios que se acerca a los hombres, y los hombres a Dios.
Otros ven a las seis formas triangulares externas como la representación de los seis días laborables, con el Shabbat (el sábado) – el día de descanso — en el centro. La Estrella de David también es conocida como “la Estrella del Mesías” porque la Biblia dice que una estrella se levantará de Jacob (Números 24:17). Durante los siglos, los judíos han estado esperando por la Estrella del Mesías de la casa de David, que es de dónde el nombre de la Estrella de David vino.
En la religión cultica de los egipcios, la Estrella de David era completamente desconocida. No fue sino hasta 2,500 años después de su inicio que comenzó a ser empleada mal para otros objetivos. En 1600 DC, la Estrella de David vino a estar asociada con grupos ocultos. Los Rosacruces y los Cabalistas (místicos judíos) adoptaron primero el símbolo, y ellos fueron seguidos de los Francmasones (1717) y el Illuminati (1776).
La estrella de David se la suele confundir con el HEXAGRAMA, que es un símbolo satánico la diferencia es que el Hexagrama esta en un circulo.
Estrella de Lakshmi
La estrella de ocho puntas es una forma geométrica usada por varias culturas bajo distintos nombres y significados.
La estrella de Lakshmi en el hinduismo es un polígono formado por dos cuadrados concéntricos con 45 grados de diferencia. Se utiliza para representar el ashta lakshmi, la octava forma o “tipo de riqueza” de la diosa Lakshmī.
Estrella de Lakshmi.
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