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Árbol de Navidad

Tiene sus orígenes en la antigua creencia germana de que un árbol gigantesco sostenía el mundo y que en sus ramas estaban sostenidas las estrellas, la luna y el sol (lo que explica la costumbre de poner a los árboles luces). Era también símbolo de la vida, por no perder en invierno su verde follaje cuando casi toda la naturaleza parece muerta. En algunas casas en los países nórdicos durante el invierto se cortaban algunas ramas y se le decoraba con pan, fruta y adornos brillantes para alegrar la vida de los habitantes de la casa mientras transcurría el invierno.

El árbol en sí tiene varios significados religiosos ya que ha sido utilizado como símbolo de la unión del cielo y la tierra: ahonda sus raíces en la tierra y se levanta hasta el cielo; por eso en muchas religiones, sobre todo en las orientales, el árbol es un signo de encuentro con lo sagrado, del encuentro del hombre con la divinidad y de la divinidad con el hombre. En Mesoamérica el árbol guarda un significado místico, inclusive tenían el ahuehuete como árbol sagrado. Las tribus nórdicas europeas y americanas algunos grupos como los druidas, tenían árboles sagrados alrededor de los cuales se reunían para ritualmente entrar en comunión con Dios.

Se cuenta que un misionero inglés en Alemania, en el siglo VII, comprendiendo que era imposible arrancar de raíz esta tradición pagana, la adoptó dándole un sentido cristiano, haciendo que el árbol adornado fuera también un símbolo del nacimiento de Cristo. Algunos otros hablan que Martín Lutero fue quien introdujo esta costumbre al adornar con manzanas un árbol para tratar de explicar los dones que los hombres recibieron con el nacimiento de Jesucristo.

Los primeros documentos que nos hablan de la costumbre de colocar en Navidad árboles de abeto o de pino en las casas son del s. XVII y menciona a la región de Alsacia, tierra que se encuentra como Alemania y Francia. En los países nórdicos, en el s XVI, se empiezan a reunir las familias en torno a un árbol de Navidad. El día 24 los niños eran llevados a pasear o de día de campo, mientras los adultos colocaban y decoraban con dulces y juguetes el árbol; a su regreso los niños eran sorprendidos con el árbol y así daba inicio la celebración de la fiesta de Navidad. Esta costumbre cobra fuerza y se extiende como moda cuando la Reina Victoria de Inglaterra para celebrar la Navidad hace colocar un árbol en el palacio decorándolo con velitas que hacen relucir una serie de bellos y finos adornos.

Significado del Árbol de Navidad

Para los hombres los árboles tienen un significado muy especial en todas la culturas encontramos que el árbol tiene cierto significado antropológico, místico y poético. Se le tiene cierta reverencia por los beneficios que aporta al hombre. Para algunas culturas el árbol tiene un significado místico ya que representa el medio la unión del cielo y la tierra: ahonda sus raíces en la tierra y se levanta hasta el cielo; por eso en muchas religiones, sobre todo en las orientales, el árbol es un signo de encuentro con lo sagrado, del encuentro del hombre con la divinidad y de la divinidad con el hombre. Es muy común el que los árboles estén relacionados con la fecundidad, el crecimiento, la sabiduría y la longevidad. En Mesoamérica el ahuehuete es considerado sagrado. Las tribus nórdicas europeas y americanas como los druidas, tenían árboles sagrados alrededor de los cuales se reunían para ritualmente entrar en comunión con Dios.

Dios se ha valido de la forma en que los hombres ven a los árboles para dar a conocer su plan de salvación particularmente cuando se trata del misterio de la encarnación del hijo de Dios para salvar al hombre. En primer lugar se asocia al árbol de Navidad con el árbol de la vida, que lucía en medio en medio del Jardín del Edén y después de la caída desaparece; la fruta y las decoraciones nos recuerdan las gracias y dones que el hombre tenía cuando vivía en el Paraíso en completa amistad Dios. Por el nacimiento de Cristo, los hombres renacen y tienen acceso a la plenitud de la vida. El árbol de Navidad representa el haber recobrado dichos dones gracias al sacrificio de Jesucristo.

Los adornos del árbol y las luces que se encienden representan el nuevo estado paradisíaco que el amor de Cristo nos prepara. En la Biblia, el árbol aparece como un símbolo de la Vida, árbol que Dios coloca en medio del Paraíso como fuente de la inmortalidad (Gen 2, 9,3,22). Pero el árbol puede también simbolizar la falsa sabiduría, la soberbia y la muerte cuando el hombre se aparta de Dios (Gen 2, 16-ss) seducido por la apariencia engañosa de este árbol y comiendo su fruto (gen 3, 2-6).

Pero Cristo vino no únicamente a los hombres, vino como cabeza de una nueva creación, renovando todo lo que estaba caído. La presencia de Cristo responde al anhelo de la creación para ser liberada de la esclavitud y de la destrucción; mientras tanto se queja y sufre, tal como una mujer en sus dolores de parto tal como nos lo describe San Pablo en la epístola a los Romanos. Por eso el árbol de Navidad representa esa naturaleza restaurada y engalanada para recibir a su redentor; el árbol perennemente verde quiere saludar en nombre de la naturaleza renovada a su Señor “Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino. Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo” (salmo 5).

El árbol de Navidad también representa ese árbol que nace y que con el tiempo madurará en un gran árbol del cual saldrá la cruz que tal como nos recuerda la liturgia del Viernes Santo: “Cruz amable y redentora, árbol noble y espléndido, ningún árbol fue tan rico ni en frutos ni en flor”. Podemos decir que de alguna manera el árbol de Navidad nos recuerda la redención. Las luces representan la luz de Cristo en nuestra vida. y la estrella que en algunas ocasiones se coloca en la punta representa a la estrella de Belén que anuncia la redención a la humanidad.

El Arbol de Jesé

Árbol de Jesé, representa el árbol genealógico de Cristo. Este tema iconográfico tiene sus raíces en el Antiguo Testamento, en la profecía de Isaías 11:1-2 “Una rama saldrá del tronco de Jesé, una flor surgirá de sus raíces. Sobre el reposará el espíritu de Yave…” Jesé era el padre del Rey David y según las profecías el Mesías procedería de la Casa de David. La genealogía de Cristo nos aparece en la Biblia en Mateo 1:1-17 y en Lucas 3:23-38; en ambas genealogías, los evangelistas tratan de conectar a Jesús con David por la profecía mesiánica, pero en ambos se hace la conexión a través de José, el cual solo era “padre putativo*” pero la ley judía acepta este hecho como de pleno derecho genealógico y conexión a la familia del progenitor adoptivo. Jesús mismo en el Apocalipsis de San Juan dice (Ap 22,16) “Yo soy la raíz y retoño de David” incluyéndose dentro de los descendientes de David. Por otro lado, la tradición con arbol j1los Padres de la Iglesia y los teólogos medievales, identifican la genealogía de Jesé con la Virgen Maria, y este hecho viene dado por la forma de interpretar la traducción de la Biblia de San Jerónimo; San Jerónimo nos dice “et egredietur virga de radices Jesse, et flos de radice egredietur” (y una vara saldrá de la raíz de Jese, y una flor de la raíz de éste saldrá) Virga puede ser traducido tanto como vara como virgen. Así se identificó la vara-rama como la Virgen y la flor como Jesús.

En las representaciones más primitivas Cristo siempre aparece en majestad rodeado de siete palomas, que representan los siete dones del Espíritu Santo: sabiduría, inteligencia, prudencia, fuerza, piedad, conocimiento y temor de Dios; como podemos verlo en el Arbol de Jesé de St. Denis . A veces aparece Jesús Crucificado coronando el árbol, y esta vertiente iconográfica de este mismo tema procede de una tradición medieval por la cual el árbol muerto de la vida, solo volverá a ser verde otra vez con Cristo atado a el como un injerto que lo revive con su sangre: esto hace una clara referencia a la resurrección de los muertos y a la eucaristía, en donde la carne y sangre de Cristo se convierte en alimento espiritual, pan de vida.

Posteriormente y a medida que se desarrolla el culto mariano la Virgen sustituye a Cristo, primero con la Virgen con el niño en brazos (Virgen=rama, Jesús=flor) y luego con la Virgen sola, convirtiéndose a partir del XVI en un tema mariano, estando estrechamente unido a la doctrina de la Inmaculada Concepción de la Virgen.

Jesé apararbol j2ece casi siempre acostado, aunque también se le ve sentado o de pie, siendo en estos casos en muchas ocasiones por cuestiones del espacio en donde ha de estar localizada la obra. El tronco suele salir de su costado, del estómago (como este árbol en Vielle-Louron), aunque también puede salir del corazón (mirar este libro de horas francés), de su boca o de la cabeza. Jesé se representa anciano y tocado con el gorro puntiagudo de los hebreos o con corona, aunque esta representación o es anacrónica (porque jamás fue rey) o en vez de representar a Jesé a quien muestra es al Rey David.

El número de antepasados representados suele ser muy variable, aunque lo mas normal es que se represente a doce, y en ellos no solo se representan a los antepasados consanguíneos, sino también a los profetas.

La representación del Árbol de Jesé también derivó en otras representaciones iconográficas; como ya hemos dicho en una representación mariana, y dentro del tema mariano, como genealogía de la Virgen se representa a veces a la Virgen con Santa Ana. Las órdenes religiosas también utilizaron este tema iconográfico en sus representaciones, pero en vez de ser Jesé la raíz del mismo, es el fundador de la orden el que apareciendo tumbado le sale de las entrañas el árbol, y en cada rama aparecen santos de la orden o los miembros mas destacados de la comunidad; como el “Stammbaum” de los dominicos en el Instituto Staedel de Frankfurt por Hans Holbein el viejo, o los árboles de Jesé pintados en los claustros sudamericanos como el de los Franciscanos en Zinacantepec. En la imagen de la izquierda podéis ver el árbol de la reforma de Villacreces; al ser un tema franciscano, tiene coronando al mismo una imagen de la inmaculada, el de Holbein no he podido localizarlo, pero al ser un tema dominico dudo que el árbol esté coronado por una Inmaculada Concepción de Maria, pues estaban en contra del dogma. (Si alguien localiza ese cuadro, me gustaría poder verlo).

El árbol de Jesé también esta relacionado con la celebración del Adviento, por el cual en un árbol de navidad le van poniendo durante esta estación adornos relacionados con la Parusía y se leen pasajes de la Biblia etc.

Esta representación en concreto del árbol de Jesé es un icono griego del XVII, muchos de vosotros lo habéis atribuido a Cimabue, lo cual tiene cierto sentido, y aunque entre la realización de esta obra y el tiempo de Cimabue hay 4 siglos de diferencia, la razón es que la pintura tradicional ortodoxa esta estancada estilísticamente en los modelos iconográficos bizantinos. Estos iconos hoy en día siguen estas pautas estilísticas; es muy difícil identificar el periodo en concreto de los mismos (tantos siglos pintando sin prácticamente evolucionar…), a menos que seas un verdadero experto en la materia. Mas información sobre esta obra en concreto la podéis encontrar aquí, una página parte del magnífico website del Ministerio de Cultura Griego.

También hay que citar:

[…] gran arco central, presidido por Santiago Apóstol, muestra el Árbol de Jesé (genealogía de Cristo), los Evangelistas, justos y ángeles, sobre los que se hayan diestramente […]

De: https://viajecaminodesantiago.com/portico-gloria/Mas representaciones del Árbol de Jesé las podéis encontrar en estas páginas: un pequeño estudio comparativo iconográfico, en inglés; otro estudio The Jesee Tree, también en inglés, una Galería del Árbol de Jesé (inglés), y esta pequeña colección de imágenes en francés.

Detalle del “Árbol de Jesé”, en el Pórtico de La Gloria, en la catedral de Santiago de Compostela (Santiago de Compostela, España). Como casi todas las esculturas antiguas y similares, en su origen estaban policromadas.

 

 

 

 

 

Jardín de las Hespérides

Hespérides, Jardín de las
Copyright: F. Diez de Velasco, en prensa en Enciclopedia Canaria, vol. VII

Emplazamiento imaginario que la mitología griega localizaba en el lugar donde el sol se pone, en los límites del Océano. Las Hespérides (las “Vespertinas” o “las Occidentales”) eran hijas de la Noche según Hesíodo y moraban en un hermoso jardín de árboles de frutos de oro que vigilaba una enorme serpiente (en griego drákon) y entre sus vecinos se contaban Atlas y también las Gorgonas. Estesícoro, al narrar el robo de los bueyes de Gerión por Heracles, dice que las Hespérides “tenían su casa de oro en la hermosa isla de los dioses”. Esta caracterización sobrenatural y bienaventurada del lugar tiene quizá su exponente más claro en Eurípides, que en el Hipólito, ubica el jardín en los límites cósmicos, allí donde acaban las rutas del mar y se halla el límite del cielo: se trata de “una tierra maravillosa donde las fuentes destilan ambrosía” (el alimento de los dioses).

El episodio principal que se desarrolla en el jardín lo protagoniza Heracles. En su último trabajo, el héroe tiene que apoderarse de las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides. Dos versiones literarias principales diferentes narran la hazaña. La que transmite Ferécides cuenta que Heracles no roba personalmente las manzanas, sino que tras un viaje que le llevara desde el extremo Oriente a los límites de Occidente consigue que sea Atlas el que se haga con los frutos mientras él sostiene la bóveda del firmamento. La versión que conocemos por Paniasis no habla de Atlas y es el propio Heracles el que, penetrando en el jardín y tras dar muerte a la serpiente guardiana, consigue los frutos de oro. La iconografía ilustra versiones diferentes que quizá tuvieran una testificación literaria que se ha perdido. Así en buen número de vasos (algunos significativamente encontrados en la cirenaica, territorio colonizado por los griegos en el norte de África) Heracles se adentra en un jardín en el que cualquier signo de violencia ha desaparecido: las Hespérides reciben al héroe, le ayudan a recolectar las manzanas, entretienen a la serpiente, incluso Eros revolotea marcando que Heracles ha vencido la prueba con las armas del amor. Los últimos trabajos de Heracles cobran un nuevo significado simbólico gracias a esta caracterización del jardín que ilustra de modo tan claro la iconografía, tras el extremo occidente (episodio de Gerión) y el Inframundo (descenso para capturar a Cerbero) el jardín es el paso definitivo en la progresiva penetración en la alteridad que transforma a Heracles de hombre en dios (y que culmina en su apoteosis); el Jardín de las Hespérides se figura como lugar de delicias, antesala del bienaventurado reino de los dioses. No es de extrañar que los griegos africanos de Cirene, desde antiguo, defendiesen que en su tierra se localizaba el jardín: en una moneda fechable en el 500 a. e. ya figuraron a Heracles ante una Hespéride de un modo que la violencia no se contemplaba o también nombraron Euespérides a la ciudad que fundaron en la parte más occidental de su territorio a comienzos del siglo VI a.e.; la cirenaica, zona marginal en la expansión griega se convertía así gracias al mito en el punto más cercano al reino de los dioses, en un lugar bienaventurado.

La caracterización maravillosa e insular que tiene en algunos relatos griegos (aunque no en todos) el Jardín de las Hespérides y su relación de proximidad con Atlas llevó a que, tras la inclusión de las Islas Canarias en la órbita europea a partir de la Baja Edad Media, se especulase con diferentes ubicaciones para el jardín en el archipiélago. Núñez de la Peña es un ejemplo extremo de este afán de identificación: pensaba que el valle de la Orotava, Ta-oro que en su etimología particular traducía como “de tanto oro” porque producía unas magníficas manzanas de color dorado, era el Jardín de las Hespérides cercado de dragos (el drákon griego), presidido por un Teide convertido en Atlas. Ya Viera criticó esta ubicación, aunque tantos otros (Viana, Cairasco, Pérez del Cristo) creían encontrar en las Canarias indicios suficientes para defender que había sido el Jardín de las Hespérides. El mito griego, gracias a estos autores mantiene entre nosotros una fascinación a la que tampoco es ajena la significativa carga simbólica de los elementos que combina (el árbol, la manzana, la serpiente, el héroe y las mujeres de estirpe divina); no es de extrañar que otros autores hermanasen el episodio con el relato bíblico del Jardín de Edén.

Bibliografía:
M. Martínez, Canarias en la mitología, La Laguna, Centro de la Cultura Popular Canaria, 1992, cap. 7; F. Diez de Velasco, Lenguajes de la Religión, Madrid, Trotta, 1998, cap. 4 (“El Jardín de las Hespérides: mito y símbolo”).

Árbol mítico del Japón

Según una antigua leyenda-cuento, en el Paraíso hay un árbol que tiene las raíces de plata, el tronco de oro, y por frutas joyas de piedras preciosas, unos dicen que crece en una isla o jardín llamado Tuba.

La historia de la Princesa Kaguya

Hace mucho tiempo vivía un anciano cuyo delicado sustento dependía de la cantidad de bambú que cortaba en el bosque día tras día. En una ocasión, mientras trabajaba en su labor habitual, encontró un extraño brote que resplandecía milagrosamente y, para su sorpresa, lo que encontró cuando lo cortó de un solo golpe fue el rostro de una bellísima niña de apenas diez centímetros. Asombrado y emocionado, se la llevó de vuelta a casa y se la mostró a su mujer, con la que no había podido tener hijos. Felices de su suerte, decidieron criarla con ellos para que acompañara sus grises días de soledad y la llamaron Kaguya (輝夜 “luz brillante”) en referencia a su belleza. Desde aquel afortunado día, cada vez que el cortador de bambú sesgaba los brotes del bosque encontraba numerosas monedas de oro, lo que le convirtió pronto en un hombre muy rico que pudo facilitar a su hija una educación digna de una princesa.

La pequeña creció extrañamente rápido hasta convertirse en una joven de extraordinaria hermosura que inflamaba los corazones de todos aquellos que la miraban. Pronto, su fama se extendió por todos los rincones del reino y numerosos aspirantes a su amor acudieron a su hogar para suplicar su mano, pero ella rechazaba a todos una y otra vez. Al final, cinco pretendientes de noble cuna fueron los únicos lo suficientemente obstinados como para soportar la espera e insistir continuamente a su anciano padre. Sin embargo, aunque él mismo deseaba un buen partido para su adorada hija, no podía más que explicarles que él nada podía hacer, pues Kaguya era dueña de sus propias decisiones y no aceptaría casarse con nadie cuyo corazón le resultara desconocido. Al final, tras muchas reprimendas e insistencias, ella acordó con su padre que aceptaría a aquél que demostrara poseer un corazón de gran pureza. Para ello, establecería cinco pruebas que cada uno de ellos debería cumplir.

Al primero de los aspirantes le encomendó la búsqueda de un cuenco de piedra que había sido propiedad de Buda y que se hallaba en la India. Al segundo, le encargó una rama de un místico árbol con raíces de plata, tronco de oro y frutos de jade. Al tercero, un abrigo hecho con la legendaria piel del ratón de fuego, mientras que el cuarto tendría que traer la joya irisada que se escondía en la cabeza de un dragón. Finalmente, el quinto debería contentarla con una preciosa concha que las golondrinas atesoraban. Estas misiones resultaban imposibles y peligrosas, por lo que los cinco pretendientes partieron desanimados.

Escala Wiegel

Por último, Wiegel en 1970, combinó las escalas de Inamura e Lida con lo cual logró identificar y diferenciar con mayor claridad la magnitud de un tsunami.

Escala de grados de tsunami según Inamura e Iida; transcrita por Wiegel
Grado tsunami m Altura de la ola H (metros) Altura máxima de inundación R (metros) Descripción de los daños.
0 1 – 2 1 – 1.15 No produce daños.
1 2 – 5 2 – 3 Casas inundadas y botes destruidos son arrastrados.
2 5 – 10 4 – 6 Hombres, barcos y casas son barridos.
3 10 – 20 8 – 12 Daños extendidos a lo largo de 400km de la costa.
4 > 30 16 – 24 Daños extendidos sobre más de 500km a lo largo de la línea costera.

Así, la ola (H) corresponde a la diferencia de nivel entre la cresta y el valle. Mientras que la altura máxima de inundación (R), corresponde al lugar de la costa donde los efectos del maremoto son mayores.

olas

Clases de escalas

Escala local

Porción pequeña del planeta, con una extensión de entre algunos cientos de km2 hasta unas decenas de m2, como un centro de trabajo o una vivienda, que se ve afectada por los efectos de un impacto sobre cualquiera de sus esferas físicas, o que experimenta un fenómeno de origen natural o artificial. También se denomina microescala.

Escala regional

Parte de la Tierra, que engloba una extensa porción de un continente, país o países, y que está afectada por los efectos de un impacto sobre cualquiera de sus esferas físicas, o que experimenta un fenómeno de origen natural o artificial. También se denomina mesoescala.

Escala global

Conjunto total o prácticamente total del planeta, que se ve afectado por los efectos de un impacto sobre cualquiera de sus esferas físicas, o que experimenta un fenómeno de origen natural o artificial. También se denomina escala terrestre y macroescala.

Tipos de volcanes

Los volcanes se pueden clasificar según el tipo de lava, de emplazamiento tectónico, tamaño, localización geográfica, actividad, morfología, número de erupciones… A este respecto, existe disparidad de opinión entre científicos, vulcanólogos, geólogos y organismos.

Con respecto a la frecuencia de su actividad eruptiva los volcanes pueden ser:

Activos.
Extintos.
Durmientes.

Por el tipo de erupción volcánica pueden ser:

Hawaiano o efusivo.
Estromboliano o mixto.
Vulcaniano.
Pliniano o vesubiano.
Freato-magmático o surtseyano.
Peleano.
Erupciones submarinas.
Maar.
Avalanchas de origen volcánico.
Erupciones fisurales.

Por su forma pueden ser:

Conos basálticos
Conos de ceniza.
Volcanes en escudo
Estratovolcanes

Con respecto a la frecuencia de su actividad eruptiva:

La salida de productos gaseosos, líquidos y sólidos lanzados por las explosiones constituye los paroxismos o erupciones del volcán. Los volcanes se pueden clasificar de diferentes maneras. Con respecto a la frecuencia de su actividad eruptiva los volcanes pueden ser: activos, extintos o durmientes.

Volcanes activos
Son aquellos que entran en actividad eruptiva. La mayoría de los volcanes ocasionalmente entran en actividad y permanecen en reposo la mayor parte del tiempo. Para bienestar de la humanidad solamente unos pocos están en erupción continua. El período de actividad eruptiva puede durar desde una hora hasta varios años. Este ha sido el caso del volcán de Pacaya, o el Irazú. No se ha descubierto aún un método seguro para predecir las erupciones.

Volcanes durmientes
Los volcanes durmientes son aquellos que mantienen ciertos signos de actividad como lo son las aguas termales y han entrado en actividad esporádicamente. Dentro de esta categoría suelen incluirse las fumarolas y los volcanes con largos períodos en inactividad entre erupción. Un volcán se considera durmiente si su última erupción fue en los últimos 25.000 años.

Volcanes extintos
Los volcanes extintos son aquellos que estuvieron en actividad durante períodos muy lejanos y no muestran indicios de que puedan reactivarse en el futuro. Son muy frecuentes, aunque la inactividad que las describe puede reactivarse nuevamente en muy raras ocasiones, estos volcanes generalmente han dejado de mostrar actividad desde hace muchos siglos antes de ser considerados extintos.
La actividad eruptiva es casi siempre intermitente, ya que los períodos de paroxismo alternan con otros de descanso, durante los cuales el volcán parece extinguido (Vesubio, Teide, Teneguía, Fuji, etc.). Consiste en el desplazamiento de las rocas ígneas o en estado de fusión, desde el interior de la corteza terrestre hacia el exterior. Estos materiales salen a la superficie terrestre como si fueran ríos de rocas fundidas, conformando un volcán activo, al impulso de los gases.

Por el tipo de erupción volcánica pueden ser:

La temperatura, composición, viscosidad y elementos disueltos de los magmas son los factores fundamentales de los cuales depende el tipo de explosividad y la cantidad de productos volátiles que acompañan a la erupción volcánica.

Hawaiano o efusivo
Sus lavas son bastante fluidas, sin que tengan lugar desprendimientos gaseosos explosivos; estas lavas se desbordan cuando rebasan el cráter y se deslizan con facilidad por la ladera del volcán, formando verdaderas corrientes que recorren grandes distancias. Por esta razón, los volcanes de tipo hawaiano son de pendiente suave. Algunas partículas de lava, al ser arrastradas por el viento, forman hilos cristalinos que los nativos llaman cabellos de la diosa Pelé (diosa del fuego). Son bastante comunes en todo el planeta.

Estromboliano o mixto
Este tipo de volcán recibe el nombre del Stromboli, volcán de las islas Eolias (mar Tirreno), al Norte de Sicilia. Se originan cuando hay alternancia de los materiales en erupción, formándose un cono estratificado en capas de lavas fluidas y materiales sólidos. La lava es fluida, desprendiendo gases abundantes y violentos, con proyecciones de escorias, bombas y lapilli. Debido a que los gases pueden desprenderse con facilidad, no se producen pulverizaciones o cenizas. Cuando la lava rebosa por los bordes del cráter, desciende por sus laderas y barrancos, pero no alcanza tanta extensión como en las erupciones de tipo hawaiano.

Vulcaniano
Del nombre del volcán Vulcano en las islas Eolias. Se desprenden grandes cantidades de gases de un magma poco fluido, que se consolida con rapidez; por ello las explosiones son muy fuertes y pulverizan la lava, produciendo mucha ceniza, lanzada al aire acompañadas de otros materiales fragmentarios. Cuando la lava sale al exterior se solidifica rápidamente, pero los gases que se desprenden rompen y resquebrajan su superficie, que por ello resulta áspera y muy irregular, formándose lavas de tipo Aa. Los conos de estos volcanes son de pendiente muy inclinada.

Pliniano o vesubiano
Nombrado así en honor a Plinio el Joven, difiere del vulcaniano en que la presión de los gases es muy fuerte y produce explosiones muy violentas. Forma nubes ardientes que, al enfriarse, producen precipitaciones de cenizas, que pueden llegar a sepultar ciudades, como ocurrió con Pompeya y Herculano y el volcán Vesubio. Se caracteriza por alternar erupciones de piroclastos con erupciones de coladas lávicas, dando lugar a una superposición en estratos que hace que este tipo de volcanes alcance grandes dimensiones. Otros volcanes de tipo pliniano son el Teide, el Popocatépetl y el Fujiyama.

Freato-magmático o surtseyano
Los volcanes de tipo freato-magmático se encuentran en aguas someras, o presentan un lago en el interior del cráter, o en ocasiones forman atolones. Sus explosiones son extraordinariamente violentas ya que a la energía propia del volcán se le suma la expansión del vapor de agua súbitamente calentado. Normalmente no presentan emisiones lávicas ni extrusiones de rocas. Algunas de las mayores explosiones freáticas son las del Krakatoa, el Kilauea y la Isla de Surtsey.

Peleano
De los volcanes de las Antillas es célebre la Montaña Pelada, ubicada en la isla Martinica, por su erupción de 1902, que destruyó su capital, Saint-Pierre. La lava es extremadamente viscosa y se consolida con gran rapidez, llegando a tapar por completo el cráter formando un pitón o aguja; la enorme presión de los gases, sin salida, provoca una enorme explosión que levanta el pitón, o bien destroza la parte superior de la ladera. Así ocurrió el 8 de mayo de 1902, cuando las paredes del volcán cedieron a tan enorme empuje, abriéndose un conducto por el que salieron con extraordinaria fuerza los gases acumulados a elevada temperatura y que, mezclados con cenizas, formaron la nube ardiente que ocasionó 28.000 víctimas.

Erupciones submarinas
En el fondo oceánico se producen erupciones volcánicas cuyas lavas, si llegan a la superficie, pueden formar islas volcánicas. Las erupciones suelen ser de corta duración en la mayoría de los casos, debido al equilibrio isostático de las lavas al enfriarse, entrando en contacto con el agua, y por la erosión marina. Algunas islas actuales como las Cícladas (Grecia), tienen este origen.

Maar
Los volcanes de tipo maar se encuentran en aguas someras, o presentan un lago en el interior de un cráter. Sus explosiones son extraordinariamente violentas ya que a la energía propia del volcán se le suma la expansión del vapor de agua súbitamente calentado, son explosiones freáticas. Normalmente no presentan emisiones lávicas ni extrusiones de rocas.

Avalanchas de origen volcánico
Hay volcanes que ocasionan gran número de víctimas, debido a que sus grandes cráteres están durante el periodo de reposo convertidos en lagos o cubiertos de nieve. Al recobrar su actividad, el agua mezclada con cenizas y otros restos, es lanzada formando torrentes y avalanchas de barro, que cuentan con una enorme capacidad destructiva. Un ejemplo fue la erupción del Nevado de Ruiz (Colombia) el 13 de noviembre de 1985. El Nevado del Ruiz es un volcán explosivo, en el que la cumbre del cráter (5.000 msnm) estaba recubierta por un casquete de hielo; al ascender la lava se recalentaron las capas de hielo, formando unas coladas de barro que invadieron el valle del río Lagunilla y sepultaron la ciudad de Armero, con 24.000 muertos y decenas de miles de heridos.

Erupciones fisurales
Se originan en una larga dislocación de la corteza terrestre, que puede ser desde apenas unos metros hasta varios km. La lava que fluye a lo largo de la rotura es fluida y recorre grandes extensiones formando amplias mesetas, con 1 ó más km de espesor y miles de km². Un ejemplo de vulcanismo fisural es la meseta del Decán (India).

Por su forma pueden ser:

Conos basálticos: Son bastante raros.

Conos de ceniza: Se forman en lugares donde las erupciones son de tipo explosivo con abundancia de materiales piroclásticos (cenizas, lapilli, etc…).

Volcanes en escudo: Se forman en lugares donde la lava es expulsada de forma fluida. Su base es muy amplia.

Estratovolcanes: Son volcanes que alternan erupciones explosivas y erupciones tranquilas.

Escala de Turín

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 Escala de Turín.

La Escala de Turín es un método de clasificación del peligro de impacto asociado a los objetos de tipo NEO (Near Earth Objects, objetos cercanos a la Tierra), entre los que se encuentran asteroides y cometas. Fue creada como instrumento de uso de los astrónomos y el público para conocer enseguida la peligrosidad de un eventual impacto contra nuestro planeta, combinando la probabilidad estadística y el potencial derivado de la energía cinética que procede del mismo impacto. La Escala de Palermo es parecida, pero es más técnica y compleja.

La Escala de Turín usa una escala de valores de 0 a 10. Un objeto indicado con el número 0 indica que éste tiene una posibilidad casi nula de colisionar con la Tierra, o con efectos eventualmente comparables a los del polvo espacial normal, es decir, demasiado pequeño como para penetrar la atmósfera y alcanzar intacto la Tierra sin desintegrarse. Un valor de 10 indica una colisión segura, con efectos a gran escala, como sembrar la destrucción total en la Tierra. Sólo se expresan números enteros: no se usan por tanto valores fraccionarios o decimales.

Un objeto recibe un valor de 0 a 10 basándose en su probabilidad de colisión y en su energía cinética, expresada en megatones (1 megatón=1 millón de toneladas de TNT). A título de ejemplo, Little Boy, la bomba atómica que estalló en Hiroshima (Japón), tuvo una potencia de cerca de 13 kilotones de TNT. Por tanto, un megatón de TNT equivale a cerca de 77 bombas como la de Hiroshima.

La Escala de Turín fue creada por el Profesor Richard P. Binzel del departamento de Ciencias Planetarias del Massachusetts Institute of Technology (MIT). La primera versión, llamada “Índice de peligrosidad de los objetos NEO”, fue presentada en una conferencia de las Naciones Unidas en 1995.

Se presentó una versión modificada en junio de 1999 durante una conferencia internacional desarrollada en Turín dedicada a los objetos NEO. Los participantes aprobaron esta nueva versión, y eligieron llamarla “Escala de Turín”, reconociendo el espíritu de cooperación internacional mostrado en la conferencia hacia los esfuerzos globales de comprender el riesgo que entrañan los objetos NEO. En 2005 se presentó una versión ligeramente modificada para permitir comunicar mejor al público el grado de riesgo.

La Escala de Turín actual

La Escala de Turín actual usa una escala de colores: blanco, verde, amarillo, naranja y rojo. Cada color tiene un sentido descriptivo.

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Objetos de alto riesgo

El actual récord de clasificación más alta en la escala lo posee 99942 Apophis, un asteroide de 250 metros de dimensión. El 23 de diciembre de 2004, el programa de la NASA dedicado a los asteroides peligrosos anunció que Apophis (conocido entonces por su nombre provisional 2004 MN4) había sido el primer objeto en alcanzar el nivel 2, nivel que fue aumentado posteriormente a 4[cita requerida]. Actualmente se espera un encuentro cercano a la Tierra el 13 de abril de 2029, aunque no tiene probabilidades considerables de colisión. En aquel momento será suficientemente desviado por la atracción gravitacional de la Tierra haciendo imposible predecir con certeza la trayectoria que llevará posteriormente. Por consiguiente, Apophis conservaba un nivel de 1 (en 2005 y para 2035 y 2036). Nuevas observaciones de la trayectoria de Apofis revelaron que muy probablemente no pasará por la “cerradura”, por lo que el 5 de agosto de 2006, Apofis fue rebajado al nivel 0 de la escala de Turín

Antes de Apophis, ningún NEO ha tenido nunca un valor superior a 1. A finales de 2011, los objetos con un valor más alto en la escala eran dos, todos con valor 1:

Debido a una exagerada cobertura mediática de asteroides como el 2003 QQ47, los astrónomos comenzaron a trabajar en una escala de Turín reformada, y publicada en 2005, a fin de generar menos falsas alarmas susceptibles de reducir la confianza del público en las alertas justificadas. Una alternativa podría ser la escala de Palermo.

Tipos de Maremotos

Por su origen de producción, se clasifican en:tsunami1

Maremoto Tectónico

Para que este se origine el fondo marino debe ser movido en sentido vertical, de modo que una gran masa de agua sea impulsada fuera del equilibrio normal. Debemos de saber que no todos los terremotos que se dan en el mar generan maremotos sino solo aquellos de una magnitud fuerte y de no mucha profundidad. Las zonas más afectadas por este tipo de maremoto es el océano pacifico debido a que en él se encuentra la zona más activa del planeta.

Maremotos por volcanestsunami2

Estos se originan a causa de erupciones submarinas. El proceso de una erupción marina es el mismo que una erupción terrestre lo que conlleva sismos y una gran explosión que es la causa principal del movimiento tectónico y el movimiento de las capas terrestres. El impacto que produce el choque de las capas en forma vertical y a poca profundidad, generan rápidamente la ola gigante que se mueve a una velocidad promedio de 400 km/h.

Maremotos por deslizamiento de tierras

Como ya sabemos dentro del mar existe ciertos relieves de igual manera que la superficie, hay montañas, rocas, planicies etc. Estos deslizamientos de tierra que se dan dentro del mar generan ciertsunami3ta energía que explota como olas, produciéndolas de forma grande.

Maremotos por explosión submarina

Estos se dan por explosiones naturales por la presión que existe o ya sea por secuelas de guerras pasadas creando gigantescas olas. Estas explosiones tienen que tener cierta presión nuclear y atómtsunami4ica para poder crear la fuerza necesaria y formar una ola gigante de tal magnitud que afecta las costas más cercanas.

De acuerdo a la distancia viaje desde su lugar de origen, se clasifican en:

Tsunamis Locales: si el lugar de arribo en la costa está muy cercano o dentro de la zona de generación (delimitada por el área de dislocación del fondo marino) del tsunami, o a menos de una hora de tiempo de viaje desde su origen.
Los tsunamis de origen local son los más peligrosos, debido a estudios efectuados en nuestras costas, la primera ola puede llegar entre 10 a 30 minutos de producido el sismo. Estos datos son básicos para planificar la evacuación, porque es el tiempo que se tiene para evacuar a la población de la zona inundable.

Tsunamis Regionales: si el lugar de arribo en la costa está a no más de 1000 km de distancia de la zona de generación, o a pocas horas de tiempo de viaje desde esa zona.

Tsunamis Lejanos (o Remotos, o Trans-Pacíficos o Tele-tsunamis): si el lugar de arribo está en costas extremo- opuestas a través del Océano Pacífico, a más de 1000 km de distancia de la zona de generación, aproximadamente a medio día o más de tiempo de viaje del tsunami desde esa zona. Ejemplos: el tsunami generado por un sismo en las costas de Chile el 22 de Mayo de 1960 que tardó aproximadamente 13 horas en llegar a Ensenada (México).

Tormentas Eléctricas

Tormentas Eléctricas

Las tormentas eléctricas son uno de los tipos de fenómenos del tiempo más peligrosos y fascinantes. Más de 40 000 tormentas eléctricas ocurren en todo el mundo cada día.
Las tormentas eléctricas se forman cuando aire caliente y húmedo se eleva hasta encontrar aire frío. A medida que este aire húmedo se eleva, el vapor de agua se condensa, formando enormes nubes cumulonimbus.

Hay dos tipos principales de tormentas eléctricas: ordinarias y severas.

Las tormentas eléctricas ordinarias son las tormentas comunes de verano, y normalmente duran alrededor de una hora. La precipitación asociada con estas tormentas incluye lluvia y a veces granizo menor. Con tormentas eléctricas ordinarias, las nubes cumulonimbos pueden crecer hasta 12 km de alto.

Las tormentas eléctricas severas son muy peligrosas. Son capaces de producir granizo del tamaño de pelotas de béisbol, fuertes vientos, intensa lluvia, inundaciones súbitas y tornados. Las tormentas eléctricas severas pueden durar varias horas y crecer hasta 18 km de altura. Varios fenómenos están asociados con estas tormentas severas, incluyendo mangas de viento, micro remolinos, tormentas de superceldas, y las líneas de turbonada.