Anj
El Anj (ˁnḫ) (☥) es un jeroglífico egipcio que significa “vida”, un símbolo muy utilizado en la iconografía de esta cultura. También se la denomina cruz ansada (cruz con la parte superior en forma de óvalo, lazo, asa o ansa), crux ansata en latín, la “llave de la vida” o la “cruz egipcia”.
Se puede encontrar ocasionalmente su trasliteración inglesa, Ankh; alemana, Anch o francesa, Ânkh; todas las cuales se pronuncian /’anx/.
En Antiguo Egipto se relacionó con los dioses, necher, que eran representados portando dicho símbolo, indicando sus competencias sobre la vida y la muerte, su inmanencia y condición de eternos; relacionado con los hombres, significa la búsqueda de la inmortalidad, razón por la cual es utilizada para describir la vida o la idea de vida después de la muerte, entendida como inmortalidad, al principio sólo digna del faraón y, después del Imperio Nuevo, de todos los egipcios al evolucionar sus creencias, tal como se describe en el Libro de los Muertos. El anj se relacionó, como símbolo de renacimiento, con la diosa Isis y con su esposo Osiris, ya que cuando fue asesinado por su hermano, su esposa lo resucitó mediante la ayuda de Anubis.
Otra hipótesis presupone que la “T” de la parte inferior del “anj” representaría, estilizados, los atributos sexuales masculinos, mientras que el asa representaría el útero o el pubis de la mujer, como reconciliación de los opuestos; podría simbolizar la reproducción y la unión sexual. Hathor, la diosa de la alegría de vivir y de la muerte, daba vida con ella. En muchos aspectos se corresponde con las diosas Inanna, Ishtar, Astarté, Afrodita y Venus.
Jeroglífico de anillo con sello.
Varios faraones incluyeron este jeroglífico en su titulatura, nombre, o formando parte de sus epítetos, como el célebre Tutanjamón (Tut-anj-Amón) “Imagen viviente de Amón”.
Aunque se desconoce el origen del símbolo anj, si se observa la evolución de la escritura jeroglífica egipcia, es probable que el “anj” tuviera relación con el signo jeroglífico del anillo con sello. En el Antiguo Egipto, el jeroglífico del sello es posible precedente de los cartuchos, que se utilizaron para enmarcar y «proteger» el nombre de los faraones, al encerrar los signos de su nombre dentro de él. Por otro lado, se puede comparar el ‘anj’ con un plantador (de ahí el significado de “vida”). El asa recibe el nombre de asidero, la línea que se observa bajo este, es en realidad un círculo que actuaba como tope con la tierra y la parte baja del plantador es el cartucho donde iba la semilla para plantarla.
Desde el siglo II d. C., con la difusión del cristianismo en el Valle del Nilo, se produjeron sincretismos: uno de ellos fue la adopción por parte de los cristianos egipcios (después llamados coptos) del símbolo “anj” como una modalidad de cruz cristiana.
Las misiones de monjes cristianos que desde el siglo III partieron desde Egipto difundieron, muy probablemente, el antiguo símbolo hacia lugares distantes. Así se habrían originado la cruz irlandesa, por una parte, y la cruz armenia por la otra, ambas con un círculo en el centro.
En el primer milenio a. C. aparece representado un símbolo que guarda semejanza: el neocananeo (cartaginés) para Tanit; muchas veces el símbolo de la principal diosa cartaginesa es muy similar al del anj. En el caso del origen del símbolo de Tanit, éste parece representar, esquemáticamente, a la deidad femenina vestida con los brazos abiertos “en cruz”, siendo el círculo sobre la “T” una estilización de su cabeza.
El hecho de que en la mitología Egipcia el dios Jnum, alfarero, moldee al hombre y grave el Anj en la frente para darle vida lo relaciona con el Golem y con El Símbolo (Oth) de la cábala hebrea, un símbolo, una letra, en teoría existente en el pasado y perdido que permitía dar la vida.
Un signo muy similar, con el lazo rellenado, se ha encontrado en Perú siendo utilizado en la Cultura Mochica.
Un símbolo similar (♀) se utilizaba para representar a la diosa romana Venus. Este símbolo, llamado “espejo de Venus”, parece estar más relacionado con el útero.
En astrología el mismo símbolo se emplea para representar el planeta Venus, en biología para hacer referencia al sexo femenino, y en alquimia para el cobre.
El anj se ha relacionado con las criaturas inmortales por excelencia, los vampiros, tanto en la literatura como en la cinematografía, en mangas y animes o en juegos de rol.
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