Castro Viladonga
El Castro de Viladonga está situado en el Noroeste de la Terra Chá lucense, muy cerca de Castro de Rei y a 23 km de la ciudad de Lugo (España).
Desde el núcleo de Castro de Rei se toma dirección Pol, y a 5,2 Km. se toma la carretera N-640 a la derecha en dirección a Lugo. A 1 Km. se toma desvío a la derecha señalizado, y a los 300 metros se toma desvío a la izquierda señalizado. A los 300 mts. nos encontramos con el recurso a mano derecha.
Castro romanizado de ocupación continuada en época tardorromana (ss. III-IV d.C.), que consta de varias murallas y fosos, dos antecastros o áreas de expansión y una gran corona central o acrópolis interior circular (10.000 m2 de superficie), donde se disponen en barrios (unidades familiares) los diferentes restos de construcciones circulares (más antiguas) y cuadrangulares (influencia de la romanización), muros sueltos, y señales de hogares o surcos hechos en las rocas. También puede observarse una casa más alargada que sería el lugar de reunión social y culto religioso. La aparición casual en 1911 de un torques de oro llevó a que entre 1971-78 el arqueólogo Chamoso Lamas realizase sucesivas campañas de excavación, que se prolongaron durante los años 80 y hasta hoy. El abundante material encontrado indució a la creación de un museo arqueológico.
Se empezó a excavar en 1971 y continúan en él, de forma periódica, los trabajos arqueológicos tanto de excavación como de limpieza y consolidación.
El yacimiento es un verdadero modelo formal de castro característico del Noroeste, con varias murallas y fosos que albergan dos antecastros o aterrazamientos y una amplia acrópolis o corona central. En este recinto principal es donde se encuentran la mayoría de las construcciones descubiertas hasta ahora: viviendas, corrales y almacenes, algún edificio de uso social o comunal, etc., agrupadas todas ellas formando conjuntos o barrios que se articulan en torno a dos calles principales y una ronda paralela a la muralla principal.
Las estructuras defensivas y de habitación, y los abundantísimos materiales que continuamente proporciona el yacimiento (y que se exponen selectivamente en el Museo monográfico que sitúa a cierta distancia de los yacimientos), evidencian para el Castro de Viladonga un asentamiento u ocupación duradero e importante sobre todo entre los siglos II y V d.C., haciendo de él un sitio clave para conocer, estudiar y comprender la evolución del mundo de los castros en la etapa galaico-romana.
Entre los hallazgos producidos en las excavaciones pueden destacarse, a la hora de definir cultural y cronológicamente el yacimiento, los siguientes: otro torque de oro similar al aparecido en 1911, cuentas de collar y otros adornos diversos, un anillo de oro y otros de bronce, hierro y azabache, una arracada o pendiente de oro, dos áureos del augusto Arcadio (entre numerosas monedas como antoninianos, semisses e folles), así como diversas muestras de apliques, broches, fíbulas e febillas, pasarriendas y otros arreos de caballería, compases y balanzas, herramientas y armas de piedra, hierro y bronce, dos tableros de juego en pizarra y una gran cantidad de cerámica de tradición castreña, común romana e terra sigillata, así como innumerables elementos constructivos y abundantísimos molinos manuales, sobre todo de tipo circular.
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