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Mapa de la Cottoniana

Biblioteca Cotton

País: Reino Unido

Tipo: colección y colección de manuscritos

Ubicación: ciudad de Westminster

Coordenadas: 51°31′46″N 0°07′37″O

Página web oficial

Los Evangelios de Lindisfarne son tan solo uno de los tesoros coleccionados por Sir Robert Bruce Cotton.

La Biblioteca Cotton o Cottoniana (Cotton Library o Cottonian Library) fue una colección privada de Sir Robert Bruce Cotton M. P. (15711631), anticuario y bibliófilo, que incluía libros, manuscritos, monedas y medallas. La utilizaron los principales eruditos de la época, entre los que se encontraban Francis Bacon, Walter Raleigh y James Ussher. Richard James ejerció como su bibliotecario.1

A la biblioteca de Sir Robert se agregaron más tarde numerosos libros y artefactos procedentes de la disolución de los monasterios, colección conocida como la Biblioteca del Rey o Biblioteca Regia (King’s Library o Regius Library), y formó la base de lo que hoy es la Biblioteca Británica. El conjunto se convirtió en el mayor recurso único conocido de literatura en inglés antiguo e inglés medio. Varios trabajos muy conocidos, como Beowulf, el poema Perla y los Evangelios de Lindisfarne, sobreviven hoy solo gracias a la biblioteca de Sir Robert.

Historia

Formación de la colección

A principios del siglo XVII hasta los registros oficiales del Estado y los papeles importantes se conservaban pobremente, y a menudo eran retenidos en manos privadas, desatendidos o destruidos por los funcionarios. Sir Robert recopiló y almacenó cien volúmenes de papeles oficiales, lo que en la práctica estableció un precedente en el derecho inglés. En 1622, la casa de Sir Robert estaba con su biblioteca justo al norte del Parlamento. Strype se refiere así a la mansión Cotton: «en el pasaje que va de Westminster Hall al patio del Palacio Viejo, un poco más allá de las escaleras que suben a la capilla de San Esteban, hoy el Parlamento [es decir, en el presente la Cámara de los Comunes], está la casa de la antigua y noble familia Cotton, donde se conserva una muy estimable biblioteca de volúmenes manuscritos, tomados tanto del país como del extranjero». Sir Christopher Wren describió la casa en su época como «en una condición muy ruinosa».2​ La biblioteca era un recurso valioso y el lugar de reunión tanto de anticuarios y eruditos como de políticos, incluyendo a los líderes de la oposición, como Pym, Selden, Wentworth o Sir Edward Coke.

Una prueba de tal importancia era muy valiosa en aquel tiempo, en el que la política del reino se dirimía históricamente entre el rey y el Parlamento. Sir Robert supo que su biblioteca era de vital interés público y, aunque permitió libremente su consulta, le hizo objeto de hostilidad por parte del Gobierno. El 3 de noviembre de 1629 fue arrestado por difundir un panfleto tachado de sedicioso (en realidad había sido escrito quince años antes por Robert Dudley) y la biblioteca fue clausurada con ese pretexto. Cotton fue liberado el 15 de noviembre, y se le levantaron los cargos al siguiente mayo, pero la biblioteca permaneció clausurada hasta la muerte de Sir Robert; siendo restaurada a su hijo y heredero Sir Thomas Cotton, en 1633. La narración moderna más prolija, aunque incompleta, de estos hechos es la proporcionada por D. S. Berkowitz en 1988.3

Donación de la biblioteca

El nieto de Sir Robert, Sir John Cotton, donó la biblioteca a la nación de Gran Bretaña. Su historia temprana se resume en el texto introductorio de las Actas del Parlamento 12 y 13 Gul. III c.7 de 1700/1, que establecen mediante estatutos un régimen fiduciario para la Biblioteca Cottoniana:4

Sir Robert Cotton, más tarde Barón de Connington en el Condado de Huntingdon, a su propio oneroso cargo y expensas y con la ayuda de los anticuarios más eruditos de su tiempo, coleccionó y adquirió los más útiles manuscritos, libros, pergaminos [registros] y otros escritos en muchos idiomas de gran uso y servicio para el conocimiento y preservación de nuestra identidad, tanto religiosa como civil. Estos manuscritos y otros escritos fueron recopilados tanto de ultramar como de varios coleccionistas privados de esas antigüedades en este reino, [y] son generalmente estimados hoy como la mejor colección de su clase en el mundo. Y como sea que la mencionada biblioteca ha sido conservada con el mayor cuidado y diligencia por Sir Thomas Cotton, hijo del mencionado Sir Robert y por Sir John Cotton de Westminster, nieto vivo del mencionado Sir Robert, y ha sido muy aumentada e incrementada por ellos y alojada en un lugar muy adecuado en la antigua mansión del mencionado Sir John en Westminster, muy conveniente para ese propósito. Y como sea que el mencionado Sir John Cotton, siguiendo los deseos e intenciones de sus mencionados padre y abuelo, está contento y deseoso de que las mencionadas mansión y biblioteca continúen en su familia y nombre y no sean vendidas o dispuestas de otra manera ni malversadas, y que la mencionada biblioteca deba ser mantenida y conservada con el nombre de Biblioteca Cottoniana para el público uso y beneficio […]

A partir de estos estatutos, se nombraron fiduciarios para la biblioteca, que la trasladaron desde la ruinosa Cotton House. Primero fue a Essex House, en el Strand, pero temiendo el riesgo de un incendio fue de nuevo trasladada a Ashburnham House, un poco al oeste del Palacio de Westminster.

El incendio de Ashburnham House

El Génesis Cotton resultó prácticamente destruido por el incendio de Ashburnham House.

El 23 de octubre de 1731 se produjo un incendio en Ashburnham House, en el que se perdieron numerosos manuscritos, mientras que otros papeles resultaron chamuscados o dañados por el agua. En total se perdió o dañó la cuarta parte de la colección.5​ El bibliotecario, Dr. Bentley, escapó de las llamas con el valiosísimo Codex Alexandrinus bajo el brazo, una escena presenciada y más tarde descrita a Lady Charlotte Sundon por Robert Freind, director de la Westminster School.6​ El portavoz Onslow, como uno de los fiduciarios estatutarios de la biblioteca, dirigió y supervisó personalmente un notable programa de restauración para los medios de su tiempo. El informe publicado de su trabajo resulta de importancia fundamental en la bibliografía sobre la biblioteca.7​ Afortutadamente, se habían hecho copias de algunos de los manuscritos perdidos (aunque no de todos), y muchos de los dañados pudieron ser restaurados de forma satisfactoria en el siglo XIX.

Clasificación

Sir Robert Cotton organizó su biblioteca mediante una referencia a la estantería, estante y posición de un determinado volumen. Cada estantería de la biblioteca estaba coronada por el busto de un césar de la Antigua Roma, por lo que su notación se componía de:

  • el nombre de un césar para la estantería;
  • una letra mayúscula para el estante, comenzando por la A para el estante superior de cada estantería;
  • un número romano para el volumen entre los contenidos en el estante.

De ese modo, los dos manuscritos más famosos de la biblioteca se denominan, por ejemplo, «Cotton Vitellius A.xv» y «Cotton Nero A.x». Para el día a día de Sir Robert eso significaba «bajo el busto de Vitelio, en el estante superior, el decimoquinto volumen», para el Liber Monstrorum del manuscrito de Beowulf; o «ve al busto de Nerón, estante superior, décimo tomo» para el manuscrito que contenía todos los trabajos del poeta Pearl. En la Biblioteca Británica aún se catalogan esos valiosos tomos por las referencias de Cotton.

De este esquema de clasificación se apartaba ligeramente la estantería dedicada al emperador Augusto, que estaba dedicada a planos y otros elementos de gran formato.

Mappa Mundi anglosajón, 1025-1050

Dibujante: Anónimo

Media: pigmentos sobre papel vitela

Fecha: 1025

El ‘mapa del mundo anglosajón’ contiene la representación más antigua conocida y relativamente realista de las Islas Británicas. Fue creado, probablemente en Canterbury, entre 1025 y 1050, pero probablemente se base en última instancia en un modelo que data de la época romana. Esto mostraba las provincias del imperio romano, de las cuales ‘Britannia’ (Inglaterra) era una. El mapa fue revisado y actualizado alrededor del año 800 y nuevamente alrededor del año 1000. Se agregó nueva información, pero en cada etapa ocurrieron errores y malentendidos en el proceso de copiado.

Como la mayoría de los primeros mapas, este tiene el Este en la parte superior. Sin embargo, las Islas Británicas (abajo a la izquierda) son inmediatamente reconocibles y se muestran las Orkneys, Scillies, Channel Islands y las islas de Man y Wight. La forma tortuosa de Escocia está particularmente bien dibujada. Londres, la capital sajona de Winchester y Dublín se indican con símbolos de ciudades de estilo romano. El tamaño de la península de Cornualles es exagerado, lo que probablemente refleja la importancia de sus minas de cobre y estaño en el mundo antiguo. Lo más tentador de todo es lo que parecen ser dos figuras luchadoras en la península. ¿Podrían referirse al conflicto entre los sajones y los nativos británicos en los siglos posteriores a la partida de los romanos a principios del siglo V, que dio origen a la leyenda del Rey Arturo?

El mapa de Cottoniana se sale de la tradición cartográfica medieval

Basado en el viaje del Arzobispo Sigeric de Canterbury desde Roma, se pensó que el Mapa de Cottoniana fue dibujado por primera vez alrededor del año 992-994. Después de un análisis más profundo del mapa del mundo, se decidió que en realidad fue ilustrado más cerca de 1025-1050. Curiosamente, este mapa se sale de las líneas de la cartografía medieval tradicional. Jerusalén no está en el centro del mundo, el Jardín del Edén no se encuentra en ninguna parte, y el este está en la cima en lugar del norte.

TÍTULO: El Mapa Cottoniana o Anglosajón

FECHA: ca. 995 dC

AUTOR: del Periegsis de Prisciano

DESCRIPCIÓN: La Cotton Tiberius es el ricamente iluminada del siglo XI manuscrito en el algodón colección de los británicos Biblioteca y contiene uno de la mas antigua y mas excelentes mapas del mundo. Llamado Cottoniana o Mapa anglosajón, data de 995-1050, justo antes la conquista normanda y no parece pertenecer a cualquiera de los identificables “familias” de la edad media mapas, como lo describe MC

Se dice que este mapa es el último de una larga tradición de mapamundis circulares que se trabajaron sin interrupción desde la antigüedad clásica, diseñados para mostrar todas las tierras contenidas entre las fronteras del imperio Romano. No ha quedado ningún original de estos mapas anteriores al Cottonian, pero sí conocemos la descripción precisa del “Orbis Terrarum” que dibujó Marcus Vipsanius Agrippa, con mucho más valor simbólico que geográfico, y que fue el inspirador de todos ellos. Este Mapamundi Anglosajón, aparte de ser el último mapa romano, también es el primero de la escuela anglonormanda cuyo máximo exponente serán los grandes discarios del siglo XIII.

Oriente. “Hic abundant leones”. Y en la esquina de la derecha el arca de Noé.


Los espacios en blanco de los antiguos mapas romanos estaban ocupados por dragones, serpientes o leones. Era una manera de indicar espacios desconocidos ante los que había que extremar precauciones. El mapamundi anglosajón de Cotton, también los tiene. Arriba a la izquierda, en la parte de Oriente que se acerca al norte -observemos que se trata de un mapa orientado y Oriente se ubica en la parte superior-, detrás del mar Caspio y de los montes caucásicos, avisa: “Hic abundant leones”. En África, entre Cartago y Mauritania, lo que hay son serpientes: “Zugis regio ipsa est in Affrica, est enim fertilis, sed ulterior bestiis et serpentibus plena” (También la región de Zugis está en África. Es muy fértil, pero después está llena de bestias serpientes”.

El mapa está centrado en el Mediterráneo occidental, nombra las cuatro grandes civilizaciones de la antigüedad: Babilonia, Media, Macedonia y Roma, la zona de Palestina aparece dividida entre las tribus de Israel y no se dibuja el paraíso en el extremo de Oriente.

Africa. “…bestiis et serpentibus plena””. Y en el extremo sur, la Antípoda y en ella, cinocéfalos (hombres con cabeza de perro).

Aunque los contornos de la parte occidental de Europa se comprimen para ajustarlos al espacio disponible, los perfiles están trazados con realismo y son reconocibles. No faltan detalles míticos, por ejemplo, la entrada del Mediterráneo por el estrecho de Gibraltar está flanqueada por la torres de Hércules. Las costas de Inglaterra aparecen especialmente bien trabajadas. Es el más antiguo de los mapas medievales en los que las costas de Inglaterra, lugar donde se elaboró el mapa, aparecen reconocibles y ajustadas a su forma real, aunque a medida que se va acercando al norte las formas se diluyen y acaba deshaciéndose en un rosario de islas. También queda descolgada la península escandinava. Evidentemente los pormenores del extremo norte no eran demasiado conocidos.

Extremo occidental del mundo. Inglaterra, España, las columnas de Hércules y el norte de África.

El disco de Vladikavkaz

Disco de Vladikavkaz

El disco de Vladikavkaz es un fragmento de un disco de arcilla1​ descubierto en 1992 en la ciudad de Vladikavkaz, en Osetia del Norte-Alania, República de Osetia del Norte-Alania, al sur de la Rusia europea, en el que se grabaron símbolos, posiblemente de una lengua antigua o desconocida.23

Descubrimiento

El disco fue descubierto en 1992 en el sótano de una casa de Vladikavkaz. En realidad, se trata de un fragmento de disco, que fue llevado al museo de la República de Osetia del Norte por su anónimo descubridor. Hecho de arcilla pura, de color marrón claro, la marca de una tabla era todavía visible en el reverso. La forma discoidal se pone de manifiesto por la curvatura del borde del fragmento, que permite restituir un diámetro de 10 cm. El grosor del objeto es de 1,1 cm en el centro, pero se reduce a medida que se acerca al borde hasta 0,5 cm. El fragmento restante mide 5 cm de borde a centro.4

Los campos están atravesados por líneas verticales y, por tanto, divididos en sectores en los que se han dibujado de tres a cinco signos. Se supone que se trata de una escritura jeroglífica y, que si así fuera, los sectores se corresponderían con palabras.

Comparación con el Disco de Festo

El disco de Vladikavkaz se compara a menudo con el disco de Festo, que está dividido en cuatro campos concéntricos, intersecados por líneas verticales, con sectores que contienen signos jeroglíficos.5​ A diferencia del disco de Festo, que está grabado en ambas caras con sellos o moldes para cada signo y un punzón en las separaciones, el disco de Vladikavkaz está grabado a mano en una sola cara con un punzón. Para la investigadora Efi Polighianaki no hay duda de que se utilizó el mismo sistema gráfico para ambos discos. Si la autenticidad del disco de Festo se ha cuestionado la aparición del disco de Vladikavkaz ha vuelto a darle verosimilitud y complejidad por la distancia entre Creta y Vladikavkaz.

Desaparación del disco de Vladikavkaz

La autenticidad del disco se ha cuestionado sobre todo porque el disco desapareció en 2001 y los estudios del disco sólo pueden hacerse a partir de fotografías.

Marco G. Corsini

En diciembre de 1992 durante la limpieza del sótano de una casa de finales del siglo XIX un Vladikavkaz en Osetia del Norte se descubrió un fragmento de un disco de terracota de color marrón claro (el diámetro original se estima en 10 cm; grosor en el centro 1,1 cm; grosor en el borde 0,5) grabado en un lado de las marcas correspondientes en su mayoría a los homólogos los del disco de Phaistos. Mi primera impresión es que el fragmento, procedente de la cantera de los ladrillos y del material con el que se hicieron los cimientos de la casa, pasó desapercibido (obviamente) para los albañiles que lo dejaron entre los escombros del propio edificio. Averiguar de qué cantera o de qué otro lugar proviene el material de construcción de esta casa podría significar identificar el sitio, la zona sepulcral, donde se podrían guardar otros objetos similares junto con el ajuar funerario de una o más tumbas de jefes nómadas. El descubridor del fragmento Vladikavkaz lo entregó al museo de la República de Osetia del Norte. Posteriormente, el disco ha perdido sus huellas y quizás reaparezca un día u otro en una colección privada. El disco Vladikavkaz tiene algunas diferencias con el disco Phaistos. Además de las ya citadas (grabadas a mano y en una sola cara) no aparece escrita en espiral sino en anillos concéntricos. En cuanto a los signos, los hay diferentes respecto al silabario festio, pero esto es lógico, dado que el silabario debía rondar los 70-80 signos, y podemos reconstruir el silabario festio (incluidos los signos impresos y luego cancelados que no entrar en el texto definitivo) hasta más de 60 signos, la gran mayoría descubiertos por el escritor. Pero enseguida advierto que en el estado de cosas no logro identificar un solo signo de los que conozco entre los diferentes presentes en el registro de V. Sería deseable tener una foto que permitiera mejorar todos los detalles. Es evidente la mayor antigüedad del disco Vladikavkaz, cuyos signos se acercan gráficamente a los arquetipos de los jeroglíficos cretenses.

De Ossetia y sus alrededores n°9, Paris, 2001, por V.A. Kouznetsov traducido del ruso por Iaroslav Lebedynsky.

“Según la información disponible, en una casa situada en Vladikavkaz, se hizo en diciembre de 1992 una limpieza del sótano. Esta casa de ladrillos de dos pisos fue probablemente construida a fines del siglo XIX. Entre los detritus retirados del sótanos fue descubierto un fragmento de disco de terracota, cubierto sobre una cara con signos desconocidos. El descubridor anónimo del objeto lo llevó al museo de la República de Ossetia del Norte.

El disco de Vladkikavaz está hecho de arcilla pura de color marrón claro, la marca de una plancha es visible al reverso. La forma discoidal es reconocible por la curva del borde subsistente, que permite restituir un diámetro de 10 cm. El espesor al centro es de 1,1 cm, el disco se adelgaza hacia el borde donde no mide más que 0.5 cm de espesor; las fracturas muestran una pátina clara y dan la impresión de ser antiguas. El fragmento subsistente mide 5 cm del borde al centro, siendo de 5,2 cm la longitud del borde.

En la arcilla, han sido trazados antes de la cocción tres círculos concéntricos que dividen la superficie del disco en cuatro campos anulares. Los campos están recortados, por pequeños trazos verticales, en sectores al interior de los cuales han sido trazados de 3 a 4 signos. Se puede suponer que se trata de símbolos jeroglíficos y que lo sectores corresponden a palabras o a grupo de palabras. No parece dudoso que estamos frente a una escritura antigua.

En una primera ojeada, es evidente que el más próximo elemento de comparación es ofrecido por el célebre “disco de Festos” en Creta. Este último se encuentra igualmente dividido en cuatro campos concéntricos, separado por trazos verticales en sectores que contienen signos jeroglíficos. El disco de Festos fue encontrado en 1908 por Arthur Evans como resultado de las excavaciones de un palacio, en compañía de cerámicas del período Minoico Medio III y de una tablilla cuadrada con una inscripción en Linear A, datadas del siglo XVII. A.C. El disco de Festos se distingue así del fragmento descrito aquí por un diámetro notablemente más importante y por el empleo de matrices para imprimir los signos. Por otro lado, la inscripción en ese caso ocupa las dos caras,  mientras que el disco de Vladikavkaz está cubierto de signos solamente de un lado.

El fragmento de Vladikavkaz es tan inesperado y sorprendente que se puede incurrir en la falta de preguntar por su autenticidad; su proveniencia local está excluida. ¿No podría tratarse de una falsificación, del siglo XIX por ejemplo? Esta pregunta esencial deberá ser inevitablemente examinada. Bien que sea difícil admitir en los falsificadores el nivel de conocimiento necesario de la escritura creto-minoica, subsiste un lugar para la duda.

La similitud con el disco de Festos es innegable. Efi Polygiannaki compara los dos y concluye que un mismo sistema de escritura ha sido empleado en las dos inscripciones, con la diferencia que la del disco de Festos es “tipográfica”, mientras que la de Vladikavkaz es “manuscrita”.Por ese hecho, los signos que se repiten están escritos con ligeras variantes.

Si el fragmento encontrado en Vladikavkaz proviene del Cáucaso septentrional o de la costa norte del mar Negro (cosa que ignoramos), puede constituir una prueba real de los lazos directos entre el mundo póntico -principalmente sus partes septentrionales y nororientales -y la civilización creto-micénica- Pero otra explicación, al menos tan verosímil, de su presencia en el sótano de una casa de habitación en Vladikavkaz es posible: un coleccionista o anticuario local pudo vivir ahí, y el objeto le pudo haber llegado por cualquier clase de vías complejas e intermediarias. El fragmento de disco, objeto incomprensible e inútil, habrá podido ser lanzado con otros detritus en el sótano, antes de comenzar una vida nueva en 1992. Desgraciadamente, esta idea no ha podido ser verificada.”

https://www2.uned.es/geo-1-historia-antigua-universal/GRECIA/disco_festos.htm

Se deduce que hay (de momento) serias dudas sobre este disco.

Mapamundi de Al-Masudi

Mapamundi de Al-Masudi

Al-Masudi

Nombre en árabe: المسعودي

Nacimiento: c. 896; Bagdad (califato abasí)

Fallecimiento: Septiembre de 956; El Cairo (Egipto)

Religión: Islam

Educación

Alumno de: Niftawayh

Ocupación: Geógrafo, historiador y escritor

Área: Historia

Abu ul-Hasan ‘Ali ibn al-Husayn ibn ‘Ali al-Masʿūdī (en árabe, أَبُو ٱلْحَسَن عَلِيّ ٱبْن ٱلْحُسَيْن ٱبْن عَلِيّ ٱلْمَسْعُودِيّ‎, Bagdad, 896Fustat, 956) fue un historiador y geógrafo, conocido como el «Heródoto de los árabes».1​ Fue uno de los primeros en reunir las disciplinas de la historia y de la geografía científica en una obra de gran alcance, su Murūj adh-dhahab wa-maʿādin al-jauhar que en su momento era una historia del mundo conocido. Escribió Las praderas de oro y Libro de advertencia y revisión, crónicas que reflejan las inquietudes de su época.

Biografía

El atlas del mundo de Al-Mas’udi (invertido en el eje norte-sur) también incluye un continente al oeste del Viejo Mundo.

Debido a la escasez de las fuentes, es poco lo que se sabe sobre la vida de al-Masʿūdī. A pesar de la gran producción escrita, su figura fue completamente ignorada por la mayoría de los biógrafos contemporáneos a su época. Incluso en Kitāb al-Fihrist de Ibn an-Nadīm, uno de los diccionarios más completos de la cultura letrada árabe, la información sobre al-Masʿūdī se reduce a una serie de breves menciones.2​ Debido a lo anterior, la única manera de arrojar la luz sobre la vida de al-Masʿūdī, es a través de sus propias obras.

La fecha exacta de nacimiento de Al-Masʿūdī se desconoce, pero la mayoría de los investigadores la sitúan entre 893 y 896 (279-283 AH). Era originario de Bagdad, la capital del Califato abbasí. Su nisba podría indicar la descendencia de ʿAbdallāh ibn Masʿūd, uno de los primeros conversos musulmanes y también uno de los compañeros más cercanos de Mahoma. La juventud del futuro viajero pasó en su ciudad natal. A pesar de no contar con evidencias directas, Charles Pellat a partir de sus obras deduce que durante la etapa formativa al-Masʿūdī tuvo la oportunidad de asistir a clases impartidas por varios maestros importantes de la época como Wakīʿ (m. 306/918), al-Faḍl b. al-Ḥubāb (m. 305/917) y Abū ʿAlī al-Djubbaʾī. Durante esta etapa también pudo haber conocido a aṭ-Ṭabarī (m. 310/923), Ibn Durayd (m. 321/934), al-Ashʿarī (d. 324/935), entre otros.2

En el período entre 912 y 915 al-Masʿūdī abandona Bagdad para emprender un largo viaje. Según so obra Murūj adh-dhahab en 915 visitó una serie de ciudades de Persia, de donde se dirigió a la India, atravesando Sind. De allí, posiblemente recorrió Ceilán y una parte de China. Esta etapa del viaje de al-Masʿūdī que corresponde a los territorios fuera del mundo islámico ha generado muchas dudas entre la comunidad académica.3​ Su veracidad ha sido cuestionada, ya que no se cuenta con las evidencias contundentes de su estancia en Asia Oriental, mientras que sus descripciones de dicha región están basadas en otras fuentes. Por ejemplo, según Paul Lunde y Caroline Stone, una gran parte fue tomada de Ak̲h̲bār al-Ṣīn wa’l-Hind de Abū Zayd al-Sīrāfī, a quién al-Masʿūdī encontró durante su recorrido.4​ En cualquiera de los casos, en 917 después de pasar por Yemen y Omán, regresó a Irak. Después de pasar cuatro años en su tierra natal, en 921 al-Masʿūdī emprendió un nuevo viaje a Siria. Cinco años más tarde, encontramos nuevamente al viajero visitando Jerusalén, Nazareth, entre otras ciudades de Palestina. En 927 hay un nuevo registro de su presencia en Damasco, Raqqa y Harran.

La última etapa de sus andanzas fue marcada por el paso por Armenia y la orilla del mar Caspio. Al final de su viaje al-Masʿūdī se establece en Fustat, la capital de la Dinastía ijshidí que de iure se encontraba bajo la soberanía de los Califas de Bagdad, pero de facto representaba una entidad política autónoma. Tras su llegada a Fustat, al-Masʿūdī ya no volverá a Bagdad, sumergida en los disturbios relacionados con el debilitamiento del poder central abbasí y el ascenso de los Búyidas. Precisamente en Fustat al-Masʿūdī completó una gran parte de sus trabajos, incluyendo las únicas dos obras que llegaron hasta nosotros y continuó trabajando hasta su muerte en 956.

Obra

al-Masʿūdī fue reconocido por su contribución al género de la geografía histórica. De los 36 tratados conocidos hasta nuestros días llegaron solo dos: Kitāb at-Tanbīh wa-’l-ishrāf (Libro de advertencia y revisión) y Murūj adh-dhahab wa-maʿādin al-jauhar (Los prados de oro y las minas de gemas). Su opus magna de treinta volúmenes intitulada Aḵbār az-zamān (Noticias/historia del tiempo) se ha perdido, igual que su apéndice al-Kitāb al-awsaṭ (El libro medio). El resumen abreviado de Aḵbār az-zamān con el que contamos en la actualidad se ha conservado bajo el título Murūj adh-dhahab wa-maʿādin al-ǧauhar (Los prados de oro y las minas de gemas). La segunda obra que llegó hasta la actualidad, Kitāb at-Tanbīh wa-’l-ishrāf,5​ fue escrita poco tiempo antes de la muerte de al-Masʿūdī y contiene correcciones y aclaraciones de sus libros previos.6

Los prados de oro y las minas de gemas (Murūj adh-dhahab wa-maʿādin al-jauhar)

El estudio sistemático de Murūj adh-dhahab fue inaugurado en el siglo XIX por Silvestre de Sacy y retomado por especialistas como Ernest Renan. Entre 1861 y 1877 Barbier de Meynard y Pavet de Courteille elaboraron la primera traducción del texto completo al francés, lo que dio un impulso a su estudio. Murūǧ aḏ-ḏahab obtuvo una alta valoración entre la comunidad académica. Uno de los mayores expertos del siglo XX en literatura árabe, H.A.R Gibb: “no hay trabajo más maravilloso escrito en árabe.”6

El libro consta de dos partes. La primera reúne la descripción de las partes conocidas del mundo con la clásica división en siente climas con constantes digresiones de carácter proto-antropológico, propios para la literatura geográfica descriptiva árabe. La segunda parte ocupa aproximadamente dos tercios de la totalidad de la obra y está dedicada específicamente a la historia árabe-musulmana desde Mahoma hasta el reinado del Califa abbasí Abū ʾl-Qāsim al-Faḍl ibn al-Muqtadir (m. 974).7​ En este sentido, Murūǧ aḏ-ḏahab es uno de los trabajos más ilustrativos de la vida cultural y política del Califato abbasí.

Contribución

En las descripciones geográficas, la metodología de al-Masʿūdī no se compara con la rigurosidad “científica” de autores como al-Bīrūnī. Sobre todo era un literato, un adīb, lo que lo acerca a autores como al-Jāḥiẓ o ibn al-Faqih, pero con un sesgo más serio y el estilo narrativo más disciplinado.

El legado de al-Masʿūdī enriqueció el género de la literatura geográfica descriptiva. Su imparcialidad en cuestiones étnicas y religiosas, su erudición y el alcance de sus intereses lo convierten en un autor de suma importancia tanto para el estudio de los asuntos internos del Califato, como para el análisis de la visión que tenía un representante de esta cultura del mundo circundante.

Nacimiento, viajes y producción literaria

Más información: Los prados de oro

Poco se sabe de sus medios y financiación de sus extensos viajes dentro y más allá de las tierras del Islam, y se ha especulado que, como muchos viajeros, pudo haber estado involucrado en el comercio.[6]

Hacia el final de Los prados de oro, al-Mas’udi escribió:

La información que hemos recopilado aquí es el fruto de largos años de investigación y dolorosos esfuerzos de nuestros viajes y jornadas por Oriente y Occidente, y de las diversas naciones que se encuentran más allá de las regiones del Islam. El autor de esta obra se compara a un hombre que, habiendo encontrado perlas de todo tipo y color, las junta en un collar y las convierte en un adorno que su poseedor guarda con gran esmero. Mi objetivo ha sido rastrear las tierras y las historias de muchos pueblos, y no tengo otro.[7]

Entorno intelectual de al-Mas’udi

Al-Mas’udi vivió en una época en que los libros estaban disponibles y eran baratos. Ciudades importantes como Bagdad tenían grandes bibliotecas públicas y muchas personas, como as-Suli, un amigo de Mas’udi, tenían bibliotecas privadas, que a menudo contenían miles de volúmenes. A principios de la era abasí, los prisioneros chinos llevaron el arte de la fabricación de papel al mundo islámico después de la batalla de Talas y la mayoría de los pueblos y ciudades grandes tenían fábricas de papel. El material de escritura barato disponible contribuyó a la animada vida intelectual.[9] Al-Mas’udi a menudo remite a los lectores a sus otros libros, suponiendo que estén disponibles. La alta alfabetización y el vigor del mundo islámico con su rica herencia cultural de filosofía griega, literatura persa, matemáticas indias, contrastaba con la de Europa, cuando el autor de la Crónica anglosajona estaba escribiendo. Estaba familiarizado con la obra médica de Galeno, con la astronomía ptolemaica, con la obra geográfica de Marino y con los estudios de los geógrafos y astrónomos islámicos.

En Los prados de oro, al-Mas’udi escribió su famosa condena de la revelación sobre la razón:

Las ciencias fueron apoyadas financieramente, honradas en todas partes, universalmente perseguidas; eran como edificios altos sostenidos por fuertes cimientos. Entonces apareció la religión cristiana en Bizancio y los centros de aprendizaje fueron eliminados, sus vestigios borrados y el edificio del saber griego fue destruido. Todo lo que los antiguos griegos habían sacado a la luz se desvaneció, y los descubrimientos de los antiguos se alteraron hasta quedar irreconocibles.

Al-Mas’udi incluyó la historia de las antiguas civilizaciones que habían ocupado la tierra sobre la que más tarde se extendió el Islam. Menciona a los asirios, babilonios, egipcios y persas entre otros. También es el único historiador árabe que se refiere (aunque indirectamente) al reino de Urartu, cuando habla de las guerras entre los asirios (dirigidos por la legendaria reina Semíramis) y los armenios (dirigidos por Ara la Hermosa).[12]

Al-Mas’udi estaba al tanto de la influencia de la antigua Babilonia en Persia. Tuvo acceso a una gran cantidad de traducciones de eruditos como ibn al-Muqaffa del persa medio al árabe. En sus viajes, también consultó personalmente a eruditos persas y sacerdotes zoroastrianos . Así tuvo acceso a mucho material, fáctico y mítico. Al igual que otros historiadores árabes, no tenía claro la dinastía aqueménida, aunque sabía de Kurush (Ciro el Grande). Fue mucho más claro sobre las dinastías más recientes y su estimación del tiempo entre Alejandro Magno y Ardashir se describe con mucha más precisión que en al-Tabari.

Sus amplios intereses incluían a los griegos y los romanos. Una vez más, al igual que otros historiadores árabes, no tenía claro la Grecia anterior a la dinastía macedonia que produjo a Alejandro Magno. Él es consciente de que hubo reyes antes de esto, pero no tiene claro sus nombres y reinados. Tampoco parece estar familiarizado con aspectos adicionales de la vida política griega como las instituciones democráticas atenienses. Lo mismo vale para la Roma anterior a César . Sin embargo, es el primer autor árabe existente que menciona el mito fundador romano de Rómulo y Remo.

En opinión de al-Mas’udi, la mayor contribución de los griegos fue la filosofía. Era consciente de la progresión de la filosofía griega desde los presocráticos en adelante.

También estaba muy interesado en los acontecimientos anteriores de la península arábiga. Reconoció que Arabia tenía una larga y rica historia. También era muy consciente de la mezcla de hechos interesantes en tiempos preislámicos, en mitos y detalles controvertidos de tribus competidoras e incluso se refirió a la similitud entre parte de este material y las contribuciones legendarias y narrativas de algunos persas medios e indios, libros a las Mil y Una Noches.[cita requerida]

Viajes en tierras más allá del Islam

En el año 933 Al-Masudi menciona a los marineros musulmanes, que llaman a las islas Comores: “Las Islas del Perfume” y cantan las olas que rompen rítmicamente a lo largo de amplias playas de arena perlada, las brisas ligeras perfumadas con vainilla e ylang-ylang, un componente en muchos perfumes.[13]

Ahmad Shboul señala que al-Mas’udi se distingue de sus contemporáneos por el alcance de su interés y la cobertura de las tierras y pueblos no islámicos de su época. Otros autores, incluso los cristianos que escribieron en árabe en el califato, tenían menos que decir sobre el Imperio bizantino que al-Mas’udi. También describió la geografía de muchas tierras más allá del califato abasí, así como las costumbres y creencias religiosas de muchos pueblos.[cita requerida]

Sus habituales consultas a los viajeros y la extensa lectura de escritores anteriores se complementaron en el caso de la India con sus experiencias personales en la parte occidental del subcontinente. Demuestra una comprensión profunda del cambio histórico, rastreando las condiciones actuales hasta el desarrollo de eventos a lo largo de generaciones y siglos. Percibió la importancia de las relaciones interestatales y de la interacción de musulmanes e hindúes en los diversos estados del subcontinente.[cita requerida]

Describió a los gobernantes anteriores en China, subrayó la importancia de la revuelta de Huang Chao a finales de la dinastía Tang y mencionó, aunque menos detalladamente que para la India, las creencias chinas. Su breve retrato del sudeste asiático destaca por su grado de precisión y claridad. Inspeccionó las vastas áreas habitadas por pueblos túrquicos, comentando lo que había sido la amplia autoridad de Khaqan, aunque este ya no era el caso en la época de al-Mas’udi. Transmitió la gran diversidad de pueblos túrquicos, incluida la distinción entre turcos sedentarios y nómadas. Habló de la importancia de los jázaros y proporcionó mucho material nuevo sobre ellos.[cita necesaria]

Su relato de la Rus es una importante fuente temprana para el estudio de la historia rusa y la historia de Ucrania. Nuevamente, si bien puede haber leído a autores árabes anteriores como Ibn Khordadbeh, Ibn al-Faqih, ibn Rustah e Ibn Fadlan, al-Mas’udi presentó la mayor parte de su material basado en sus observaciones personales y contactos realizados durante el viaje. Informó al lector árabe que los rus eran más que unos pocos comerciantes. Eran una colección diversa y variada de pueblos. Señaló su actitud independiente, la ausencia de una autoridad central fuerte entre ellos y su paganismo. Estaba muy bien informado sobre el comercio de la Rus con los bizantinos y sobre la competencia de la Rus en la navegación de buques mercantes y buques de guerra. Era consciente de que el Mar Negro y el Mar Caspio son dos cuerpos de agua separados.[cita requerida]

Al-Mas’udi también estaba muy bien informado sobre los asuntos bizantinos, incluso sobre los acontecimientos políticos internos y el desarrollo de los golpes palaciegos. Él registró el efecto de la migración hacia el oeste de varias tribus sobre los bizantinos, especialmente los búlgaros invasores. Habló de las relaciones bizantinas con Europa occidental. Y, por supuesto, estaba muy interesado en las relaciones bizantino-islámicas.[cita requerida]

Un ejemplo de la influencia de Al-Mas’udi en el conocimiento musulmán del mundo bizantino es que el uso del nombre Estambul (en lugar de Constantinopla) se remonta a sus escritos durante el año 947, siglos antes del eventual uso otomano de este término. Escribe que los griegos (es decir, los bizantinos del siglo X) la llaman “la Ciudad” (bulin en la escritura árabe, que carece de la letra p: en griego polin); “y cuando quieren expresar que es la capital del Imperio por su grandeza dicen Istan Bulin. No la llaman Constantinopla. Son sólo los árabes quienes la designan así”.[14] Una analogía actual sería el uso de las frases “Voy al centro de la ciudad” o “Voy a la ciudad” por parte de quienes viven cerca de Chicago o Londres, respectivamente.[cita requerida]

Tiene algún conocimiento de otros pueblos del este y oeste de Europa, incluso de la lejana Gran Bretaña y la Inglaterra anglosajona. Lo nombra, aunque es incompleto al respecto. Conoce París como la capital de los francos. Obtuvo una copia de una lista de gobernantes francos desde Clodoveo hasta su época.[cita requerida] Hace varias referencias a personajes interpretados como vikingos, descritos por él como majus, que llegaron a Al-Andalus desde el norte.[15]

El interés global de Al-Mas’udi incluía África. Era muy consciente de los pueblos de la parte oriental del continente (mencionando detalles interesantes de los Zanj, por ejemplo). Conoce menos África occidental, aunque nombra estados contemporáneos como Zagawa, Kawkaw y Ghana. Describió las relaciones de los estados africanos entre sí y con el Islam. Proporcionó material sobre las culturas y creencias de los africanos no islámicos.[cita requerida]

En general, sus obras sobrevivientes revelan una mente intensamente curiosa, un universalista que adquiere ansiosamente un trasfondo tan extenso del mundo entero como sea posible. La variedad geográfica de su material y el alcance de su espíritu siempre inquisitivo es verdaderamente impresionante.[cita requerida]

Recepción

Ernest Renan comparó a al-Masudi con el geógrafo griego Pausanias del siglo II d. C., mientras que otros lo compararon con el escritor romano Plinio el Viejo . Incluso antes de que el trabajo de al-Masudi estuviera disponible en idiomas europeos, los orientalistas [cita requerida] lo compararon con Heródoto, el antiguo historiador griego llamado “El padre de la historia”.

Influencias religiosas

Algunos de los primeros comentaristas de al-Masudi indican la influencia de los antagonismos religiosos. El erudito sunita Ibn Hajar escribió: “Los libros [de al-Mas’udi] son ​​imprecisos porque era un chiíta, un muʿtazili“.[17] Adh-Dhahabi[18] y Taj al-Din al-Subki creían que él defendía la doctrina herética de Mu’tazili.[19] Las indicaciones de la teología chiita se citan a continuación:

Su descripción de Sistán (Irán)

“… es la tierra de los vientos y la arena. Allí el viento mueve los molinos y hace subir el agua de los arroyos, con lo cual se riegan los jardines. No hay en el mundo, y sólo Dios lo sabe, ningún lugar donde se haga un uso más frecuente de los vientos”. (947 dC)[21]

Mapamundi de Beato de Liébana

Mapamundi de Beato de Liébana

Mapamundi de Beato de Liébana conservado en el manuscrito de Saint Severn. El mapa se encara hacia el este y no hacia el norte, en contraste con lo usual en cartografía moderna. Se dice por tanto que el mapa está orientado.

El Mapamundi de Beato de Liébana (776) es una de las principales obras cartográficas de la Alta Edad Media. Fue elaborado por el monje lebaniego del mismo nombre, basándose en las descripciones aportadas por San Isidoro de Sevilla, Ptolomeo y las Sagradas Escrituras. Aunque el manuscrito original se ha perdido, aún quedan algunas copias de una fidelidad bastante grande respecto al original.

El mapa se reproduce en el prólogo del segundo libro de los Comentarios al Apocalipsis de Beato de Liébana. La función principal del mapa no es la de representar cartográficamente el mundo, sino la de servir de ilustración a la diáspora primigenia de los apóstoles.

Se conocen como «Los Beatos» los manuscritos de los siglos X al XIII, más o menos abundantemente ilustrados, donde se copian el Apocalipsis de San Juan y los Comentarios sobre este texto redactados en el siglo VIII por el Beato de Liébana. Escribió los Comentarios al Apocalipsis de San Juan (Commentarium in Apocalypsin), en el año 776. En esta versión pretende hacer frente a la crisis por la que pasaba la Iglesia en aquellos años e intenta demostrar que está en posesión de la traditio sobre la llegada y predicación del Apóstol Santiago en España. Para ello se basa en ciertos escritos del libro Breviario de los Apóstoles.

El mapamundi es uno de los conocidos como mapas T en O también llamados Orbis Terrarun. En estas piezas la O representa la concepción esférica del mundo mientras que la T son las masas de agua que dividen la tierra. Este tipo de mapas fue muy frecuente en la Edad Media aunque cabe destacar que la mayoría de los eruditos de la época ya sabían de la concepción esférica de la Tierra y no plana como se representa en este tipo de mapas.

En la Edad Moderna y sobre todo tras el descubrimiento del continente americano este tipo de mapas cayeron en desuso ya que no hacían posible la incorporación de las nuevas tierras descubiertas.

La cosmovisión europea altomedieval

Según las descripciones del Génesis que Beato tomaba por base, la Tierra era plana y sobre ella se elevaba la bóveda celeste en la que se movían el Sol, la Luna y toda una serie de luminarias menores como los planetas y las estrellas. Se consideraba que existían dos tipos de masas de agua: las aguas superiores, que eran contenidas por la bóveda celeste y que usualmente caían a la tierra en forma de lluvia, y las aguas inferiores, que eran las que nutrían los arroyos, los ríos y las grandes masas de agua salada.1

Esta imagen de El Jardín de las Delicias representa la cosmovisión hebrea recogida en el libro del Génesis. La tierra es un disco rodeado de dos masas acuosas: las aguas superiores, que ocasionalmente caen a la tierra en forma de lluvia cuando YHVH abre las compuertas del cielo, y las aguas inferiores, formadas por los mares, los lagos y el Océano. En las profundidades de la esfera del cosmos se halla el sheol, morada de los muertos hasta la llegada del Juicio Final.

En este Mapamundi, el orbe se representa como un disco circular rodeado por las aguas del Océano. La tierra se divide en tres continentes: Asia (semicírculo superior), África (cuadrante inferior derecho) y Europa (cuadrante inferior izquierdo), que corresponden respectivamente a los descendientes de los tres hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet. Las masas continentales son separadas por corrientes de agua o mares interiores como el mar Mediterráneo (Europa-África), el río Nilo (África-Asia) y el Bósforo y el mar Egeo (Europa-Asia). En el centro del mundo se sitúa Jerusalén, la ciudad sagrada del judaísmo y la cristiandad, donde Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo Isaac y donde tuvieron lugar los sucesos de la Pasión y Resurrección de Cristo. La concepción de Jerusalén como umbilicum mundi era bastante usual en la espiritualidad cristiana medieval: en la Divina Comedia, Dante inicia su viaje a los infiernos desde el subsuelo de esta ciudad.

Descripción de los continentes

Asia

En esta ilustración de Las muy ricas horas del duque de Berry se representa la expulsión de Adán y Eva del Paraíso Terrenal. Durante la Edad Media se creía que el Jardín del Edén se situaba en el extremo oriental del mundo, y que era posible, en teoría alcanzar aquel lugar. Colón lo intentó.

En el extremo oriental de Asia se halla el Jardín del Edén, territorio paradisíaco donde no hace frío ni calor y donde crecen árboles y maderas de todo tipo. En su centro se halla el Árbol de la Vida y junto a él una fuente de donde manan los cuatro ríos del Paraíso: Tigris, Éufrates, Pisón y Guijón. La entrada al Paraíso se halla protegida por un querubín que blande una espada de fuego. En la costa meridional del continente asiático se sitúa la India, enorme territorio atravesado por tres ríos de nombre Indo, Ganges e Hipane. Es abundante en hombres de color oscuro, elefantes, rinocerontes, especias y piedras preciosas como los rubíes, las esmeraldas o los diamantes.

Sus tierras están bendecidas por el viento del oeste, Favonio, y por ello dan dos cosechas al año. Allí se sitúan los montes del Oro, cuyo acceso está vedado a los humanos por grifos y dragones. Frente a la costa india se sitúan las islas de Taprobane (Ceilán), abundante en gemas y elefantes, Chrysa y Argyre, fecundas en oro y en plata respectivamente, y por último Tyle, cuyos árboles jamás pierden sus hojas (se ha especulado con que se trate de alguna isla de Indonesia).

Al oeste de la India se encuentra Partia, región que se extiende entre los ríos Indo y Tigris. Se divide en cinco provincias diferentes: Aracusia, la Partia propiamente dicha, llamada así por los partos, bravos guerreros que, procedentes de Escitia, fundaron un imperio que trató de igual a igual a Roma, Asiria, llamada así por Asur, el hijo de Sem, famosa por haber inventado la púrpura y todo tipo de perfumes y ungüentos; en ella se situaba Nínive, la capital del antiguo imperio de los asirios, y a donde fue a predicar inútilmente el profeta Jonás; Media, que se divide en dos partes, la Media Mayor y la Media Menor; y por último Persia, cuna del rey Ciro, el ungido de Dios, región donde surgió por primera vez la ciencia mágica, introducida por Nebroth el gigante, tras la confusión de las lenguas surgida en Babel.

Mesopotamia es la región situada entre los ríos Tigris y Éufrates. En ella se encuentran las regiones de Babilonia y Caldea. Babilonia fue la antigua conquistadora del reino de Judá y el lugar donde se exilió el pueblo judío. En esa ciudad tuvieron lugar las revelaciones del profeta Ezequiel, que tanta influencia tuvieron en la génesis de la Crónica Profética. De Caldea (sur de Mesopotamia) suponían las crónicas asturianas que procedían las hordas que invadieron España y fueron derrotadas por Pelayo en Covadonga. Entre las ciudades más importantes de esta región pueden citarse Ur, cuna del patriarca Abraham, así como Erech (Uruk), que fue fundada por Nimrod.

La tradición judeocristiana hace a Ur de Caldea patria del patriarca Abraham. Las Crónicas Albeldense y Rotense, cuando narran la invasión islámica de España, realizan una sutil distinción étnica entre los invasoras: Los bereberes (como Tarik) son descritos con el nombre de moros, mientras que a los árabes (la etnia de Muza ibn Nusair) se les denomina caldeos. Y es que en aquellos tiempos se consideraba que era Caldea y no Arabia la patria original de los sarracenos.

Al sur del río Éufrates y del sinus Persicum (golfo Pérsico) se situaba Arabia, región desértica cuya parte meridional (actual Yemen) recibía el nombre de Arabia Felix, la Arabia Feliz. Era una tierra rica, fértil, donde abundaban las piedras preciosas, la mirra y el incienso. En ella vivía el fabuloso ave fénix, que tras morir rodeado de fuego volvía a renacer de sus cenizas.

En la frontera noroccidental de Arabia, ya en territorios del imperio romano, se extendía la provincia de Siria, cuyos límites eran los montes Tauro y Cáucaso por el norte, el Éufrates por el Este, el mar Mediterráneo y Egipto a Occidente, y Arabia en el sur. Siria tenía tres provincias diferentes: Comagena, Fenicia y Palestina. El territorio de Fenicia llegaba desde el Mar Mediterráneo hasta el Monte Líbano y el Mar de Tiberiades. En ella se encontraban las famosas ciudades de Sidón y Tiro. En esta última predicaron tanto el profeta Elías como Jesucristo. Más al Sur se situaba Palestina, que a su vez se subdividía en cuatro provincias diferentes: Galilea, en la que se enclavaban Nazareth, el Mar de Tiberiades, donde trabajaban como pescadores buena parte de los apóstoles, y el monte Tabor, lugar donde tuvo lugar la Transfiguración.

El río Tigris tenía un tipo de agua agridulce. Es el río en que se encuentra la civilización sumeria, cerca del río Éufrates.

Se entiende como Beatos no sólo aquellos difuntos que la Iglesia Católica, a través del Papa, ha certificado y elevado sus virtudes hacia el camino de la canonización, sino que también son aquellos códices manuscritos medievales, que fueron realizados como copias al Explanatio in Apocalypsin o Comentario del Apocalipsis de San Juan, escrito por el Beato de Liébana en el año 776 a.C.

El mapamundi del Beato de Liébana es el más importante, y el prototipo de otros muchos mapas de Beatos, como el del Beato de Navarra, el del Beato de Saint Server, Beato del Burgo de Osma, etc…, todos inspirados en los denominados: mapas T en O también llamados Orbis Terrarun, cuyo precursor fue San Isidoro de Sevilla. Unos de otros suelen copias, con ligeras modificaciones, por lo que suelen ser prácticamente iguales.

Mapa de T en O

Mapa de T en O

San Isidoro de Sevilla, patrón de topógrafos y geodestas

San Isidoro de Sevilla, patrón de los topógrafos (fuente WikiMedia)

San Isidoro de Sevilla nació en Cartagena en el año 556 y falleció en Sevilla el año 636. Mientras que su padre era un hispano-romano de elevada condición social, su madre era una visigoda emparentada con la realeza. Cuando Cartagena fue tomada por los bizantinos, la familia de Isidoro tuvo que huir de la misma debido a que estos apoyaban al rey godo Agila I frente a Atanagildo (aliado de los bizantinos).

En su familia destacan sus hermanos Leandro (a quien Isidoro sucedió como Arzobispo de Sevilla), Fulgencio (quien llegó a ser obispo de Cartagena y Écija) y Florentina (de quien se dice que llegó a ser abadesa de más de cuarenta conventos). Los cuatro hermanos fueron canonizados y actualmente son los santos patrones de la diócesis de Cartagena, motivo por el cual se los conoce como los Cuatro Santos de Cartagena.

La época en la que vivió San Isidoro es la marcada por el final de la Edad Antigua, representada por la cultura romana, y el inicio de la Edad Media, representada por las nuevas nacionalidades de origen germano. El santo se propuso recomponer las debilitadas estructuras culturales de Hispania para contrarrestar las influencias culturales de los bárbaros. Propició el desarrollo de las artes liberales, del Derecho y de las ciencias, y en el Cuarto Concilio Nacional de Toledo, iniciado el 5 de diciembre del 633, estableció las bases de un decreto que impuso una política educativa obligatoria para todos los obispos del reino.

Su obra más conocida se llama Etimologías (627-630), la cual es un tratado en el cual se recoge todo el conocimiento de su tiempo (teología, historia, literatura, arte, derecho, gramática, cosmología, ciencias naturales…). Esta obra hizo posible la conservación de la cultura romana y su transmisión a la España visigoda y fue la base de la educación universitaria durante la Edad Media y el Renacimiento (los tres primeros volúmenes hacen referencia a los saberes englobados en el Trivium -gramática, retórica y dialéctica- y en el Quadrivium -aritmética, geometría, astronomía y música-).

Es en esta obra donde aparece por primera vez el mapa de T en O, también conocido como Orbis Terrarum, mapamundi de gran difusión en la Edad Media caracterizado por su gran contenido teológico.

Mapamundi de T en O realizado por Isidoro de Sevilla en Etimologías (fuente WikiMedia)

En estos mapas la O representa el mundo de forma circular (forma geométrica perfecta) rodeado por el océano. La T representa la articulación del espacio interior y la cruz, representando su eje vertical al Mar Mediterráneo (que separa Europa y África) y su eje horizontal, de derecha a izquierda, el Río Nilo, el Mar Negro y el río Don (que separan Europa y África). El mundo habitable (denominado Oikumene) está abarcado por Asia en la parte superior del mapa (el mapa está orientado al Este), Europa en el cuadrante inferior izquierdo y África en el cuadrante inferior derecho. Cada continente aparece marcado por cada uno de los descendientes de Noé: Sem (Asia), Jafet (Europa) y Cam (África).

Jerusalén ocupa el centro del mapa, el ombligo del mundo.

Debido a esta obra, se considera a San Isidoro santo patrón de topógrafos, cartógrafos y geodesias.

Reproducción facsímil en fotografía del Mapamundi que acompaña a las Etimologías de San Isidoro, en el manuscrito del códice de San Millán de la Cogolla, del año 946, conservado en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia (Códice 25/2).

Fecha aproximada por la de otras fotografías de Madrid con el sello oval estampado al dorso: “Hauser y Menet. Ballesta, 30. Madrid” (véanse en el Archivo de la Nobleza).

Fotografía de un mapamundi, en color sepia de varias tonalidades, a mayor tamaño que el original.

Sumario: Fotografía de un mapamundi de T en O, conservado en el manuscrito Etymologiarum libri XX, de San Isidoro de Sevilla, del códice del monasterio de San Millán de la Cogolla del año 946.

Ámbito geográfico: Mapa del mundo conocido en 946

El mapa de T en O

Este tipo de mapamundi es más una representación simbólica que cartográfica y representa una visión simplificada del mundo físico. Incluye distintos contenidos teológicos y simbólicos: La T es la cruz, y la O es el orbe, el mundo conocido —«Oikumene»— que a su vez está rodeado por agua, el mar océano. Todo ello en una representación circular, la forma geométrica perfecta.

El este se coloca en la parte superior del mapa y eso hace que el Paraíso Terrenal, situado en Asia y el territorio perfecto, esté localizado en la parte alta del mapa. El centro es normalmente Jerusalén, la ciudad santa del Cristianismo y umbelicus mundi, el ombligo del mundo. Los continentes pueden aparecer como los dominios de los hijos de Noé: Sem (Asia), Cam (África) y Jafet (Europa). El tamaño de Asia es similar al de Europa y África juntas. La T está formada por el Mediterráneo o por el Mediterráneo, el Nilo y el Don (antiguamente llamado el Tanais).

El mapa de T en O se consideraba una proyección aceptable de las partes habitadas del planeta puesto que Aristóteles había divido el planeta en zonas climáticas, con un clima gélido en los polos, una zona mortal de clima tórrido en el ecuador y unas zonas de temperatura suave y tierra habitable entre ambas. El desconocido hemisferio sur se consideraba deshabitado o inalcanzable por lo que no había gran interés en incluirlo en una representación del mundo, el Orbis Terrarum (las dos mismas iniciales del mapa).

El primero que dibuja este tipo de mapas es Isidoro de Sevilla que en sus Etimologías —una especie de enciclopedia de la época— tiene un capítulo XIV dedicado a «de terra et partibus», «de la Tierra y sus partes» donde hace esta representación geográfica del mundo.

Orbis a rotunditate circuli dictus, quia sicut rota est […] Undique enim Oceanus circumfluens eius in circulo ambit fines. Divisus est autem trifarie: e quibus una pars Asia, altera Europa, tertia Africa nuncupatur.

Las ideas de Isidoro no eran originales y se basaban en textos antiguos en particular del romano Plinio. Posteriormente recibe las aportaciones del inglés Bede (673-735) y el alemán Rabanus Maurus (776-856). Con el paso de los siglos los mapas de T en O se van haciendo más complejos, incorporan la figura de Jesucristo u otros personajes históricos o legendarios y van incluyendo localizaciones de lugares bíblicos como el Paraíso Terrenal, seres mitológicos o términos geográficos reales, como ciudades, ríos o montañas.

Representación impresa del mapa de T en O por Günther Zainer, Augsburgo, 1472, ilustrando la primera página del capítulo XIV de las Etimologías de Isidoro de Sevilla, donde los continentes aparecen como dominios de los hijos de Noé: Sem (Sem), Iafeth (Jafet) y Cham (Cam). El Mar Mediterráneo aparece muy esquemáticamente representado como una cruz Tau: el sector horizontal es llamado en latín «río Maremagnum» o «río Mar Grandioso» y el sector vertical es llamado Mediterráneo; los límites perfectamente circulares de tal mapa son el en esa época casi desconocido «río» o, en el caso de este “mapa” mar Océano -más allá del mismo se solía hipotetizar al Caos-. En otros mapas medievales muy similares al de la imagen aquí expuesta; sobre la T era frecuente dibujar, en lo que se suponía el centro de Asia al Paraíso Terrenal o Edén.

Por mapa de T en O, o mapa Orbis Terrarum, se conoce a un tipo de mapamundi, realizado en la Edad Media, caracterizado por su alta carga teológica. Las tierras emergidas y el océano que las rodea tienen forma circular, la «O», mientras que los mares que las dividen forman una «T» inscrita.

Los mapas de T en O irían ganando complejidad con el paso del tiempo. Un ejemplo son los mapamundis de los Beatos, siendo el más famoso el Mapa Mundi de Beato de Liébana, originados en los Comentarios al Apocalipsis de San Juan, del siglo VIII, que contienen numerosas ilustraciones acompañando al texto. El diseño pasa en ellos a ser oval o elíptico, representándose las tierras conocidas en torno al Mediterráneo. En algunas miniaturas a partir del siglo XIII el propio mundo, en su forma circular, aparece como el cuerpo de Jesucristo que en ocasiones se encuentra sentado sobre él, como creador, principio y fin del mundo que gobierna desde el trono en que se convierte el propio orbe. En el mapamundi del Salterio de la abadía de Westminster Cristo aparece sobre el mundo, bendiciéndolo con la mano derecha y llevando en la izquierda otro pequeño orbe con la división en T. También en ocasiones se introduce el paraíso terrenal, localizado al oriente, en Asia, como puede verse en los mapamundis de Ebstorf y Hereford, ambos de hacia 1300, y las antipodas, más allá del océano y habitadas por seres fantásticos.

Mapa provenzal de San Isidoro

Mapa de T en O, con escritura árabe del folio 116v del Códice toledano.

Este tipo de mapas tuvo una influencia básica en los llamados: mapas de los Beatos.

Carta de Paulo Orosio

Carta de Paulo Orosio

Nacimiento:c. 385; Braga (Portugal)

Fallecimiento: c. 418

Religión: Iglesia católica

Ocupación: Historiador, escritor, teólogo y sacerdote católico

Paulo Orosio (en latín, Paulus Orosius) (¿Braga, provincia de Gallaecia?, c. 383-¿?, c. 420) fue un sacerdote, historiador y teólogo hispano, posiblemente natural de Bracara Augusta (lo que hoy se conoce como Braga, Portugal).1​ Aunque hay algunos interrogantes sobre su biografía, como la fecha exacta de nacimiento, se sabe que fue una figura de gran prestigio desde el punto de vista cultural, dado que tuvo contacto con las grandes personalidades de su época, como Agustín de Hipona o Jerónimo de Estridón. Para relacionarse con ellos viajó por ciudades de la costa meridional del mar Mediterráneo, como Hipona o Alejandría.

Dichos viajes determinaron su vida y su producción intelectual. Con san Agustín no solo conversó sobre temas teológicos, sino que pudo colaborar con él en la elaboración de la obra La ciudad de Dios.2​ Además, este lo eligió en 415 para viajar a Palestina e intercambiar información con otros autores, lo que también le permitió participar en un concilio en Jerusalén y, de vuelta, portar las reliquias de san Esteban. Finalmente, su fecha de fallecimiento tampoco se sabe con exactitud, aunque, en cualquier caso, no parece posterior a 423.3

A lo largo de su vida escribió tres obras, de entre las cuales sobresale la llamada Historiæ adversus paganos. Se trata de uno de los libros con más repercusión de la historiografía en el paso de la Edad Antigua a la Edad Media, así como de la hispana de todos los tiempos. Además, es el escrito en el que el autor pone de manifiesto su metodología histórica. Es básicamente una narración histórica desde los primeros tiempos hasta el momento en el que vive, aunque dando un papel preeminente a los pueblos paganos.4

Paulo Orosio fue una figura altamente influyente tanto desde el punto de vista divulgativo (Historiæ adversus paganos fue una de las principales obras utilizadas hasta el Renacimiento para estudiar la Antigüedad) como historiográfico (su metodología histórica tuvo gran repercusión en historiadores posteriores).56

Fuentes para su estudio

A pesar de que su obra ha tenido una gran repercusión, su biografía está cargada de interrogantes que impiden reconstruirla con precisión y seguridad. Dichos interrogantes, por la escasez de fuentes, son especialmente pronunciados en su nacimiento y su fallecimiento.7​ No obstante, se trata de un autor ampliamente estudiado y por tanto existen diversos estudios que proponen fechas para ambos sucesos.

Las principales referencias para la biografía de Orosio provienen de los escritos de Genadio de Marsella y Braulio de Zaragoza, aunque no hay que olvidarse de sus propias obras.7​ Además, Orosio es mencionado en algunas cartas de san Agustín.

Primeros años

A pesar de la escasez de fuentes al respecto, si se da por buena la fecha de nacimiento del apartado anterior —o, al menos, la horquilla de diez años entre 375 y 385— habría que enmarcar a Paulo Orosio en un momento de auge cultural junto a Hidacio, los Avitos o el propio Orosio.15​ También hay que tener presente que el priscilianismo estaba en pleno desarrollo.

Las teorías clásicas plantean que Paulo Orosio podría pertenecer a una familia de buena posición social,16​ lo cual le permitió acceder a una buena formación. Esta se desarrolló en términos cristianos, aunque Orosio, aceptando que nació en Braga, tuvo siempre un fuerte conocimiento de la cultura rural del momento.

La historiografía contemporánea señala que desde la juventud de Orosio se tenía la imagen de que era locuaz y erudito,17​ aludiendo a afirmaciones tanto de san Agustín como del papa Gelasio I. En cualquier caso, todo lo referente a la juventud del autor no son más que hipótesis y conjeturas, pues, como ya se ha dicho, junto a su desaparición, es la época peor conocida de su biografía.

Viaje a África

Mapa esquemático con todos los viajes de Paulo Orosio.18

En principio, es seguro que Paulo Orosio vivió en Gallaecia (Hispania noroccidental) hasta 409, pero a partir de ahí, y hasta 415, no hay ninguna fecha segura. La cronología tradicional, o al menos la más extendida,19​ plantea la sucesión de hechos que se desgranará en los siguientes párrafos.

Al parecer, Orosio tuvo que salir de Braga a raíz de las invasiones germanas. La fecha en que esto se produjo no está clara, pero lo que no se pone en duda es que salió de allí abruptamente. Incluso, el propio Orosio afirma que fue perseguido hasta la misma playa en la que embarcó.20

De entre todas las fechas planteadas para la salida de Braga, que van desde 409 hasta 414, lo más operativo es quedarse con las dos más aceptadas:

  • 410: sostenida por G. Fainck. Así, Orosio tendría un margen de cinco años para colaborar con san Agustín antes de su viaje a Palestina.
  • 414: la más aceptada. La propia obra de Orosio, Commonitorium, que data de 414, habla de su llegada, su encuentro con san Agustín, etcétera.

Lo cierto es que una vez Orosio salió de la península ibérica tenía claro que su destino era Hipona, para encontrarse con el mayor intelectual de la época: san Agustín. Desde su llegada, Orosio pasaría a formar parte del equipo que trabajaba junto a Agustín de Hipona, por lo que es posible que el autor colaborase en la elaboración de La ciudad de Dios o que al menos conociese la obra.2

En 415, san Agustín encargó a Orosio una tarea que solo podía realizar alguien de su más profunda confianza: viajar a Palestina para encontrarse con Jerónimo de Estridón, otro escritor con el que las relaciones no eran precisamente buenas.

Viajes a Palestina

El viaje a Palestina respondía a un doble motivo: el interés de Orosio, que quería tratar con Jerónimo de Estridón diferentes temas teológicos —en especial el relacionado con el origen del alma— y el interés de san Agustín, que le mandaba para estrechar lazos con dicho intelectual y para recabar información sobre la herejía pelagianista.21

De hecho, en 415, una vez instalado en Belén junto a Jerónimo, Paulo Orosio se entrevistó con el propio Pelagio por mandato de san Agustín. Además de recabar información sobre el pelagianismo, Orosio participó en 415 en un concilio en Jerusalén, en el cual Orosio mantuvo un enfrentamiento con Juan II —obispo de Jerusalén—, que le acusó de hereje ante todo el cónclave. Para defenderse, Orosio escribió su segunda obra, Liber apologeticus, en la cual rechazaba dicha afirmación de manera tajante.22

Lo primero que hizo Orosio al encontrarse con Jerónimo fue entregarle la correspondencia que traía para él de parte de san Agustín, lo que implicaba que el viaje estaba concebido desde el primer momento como de ida y vuelta, pues también debía entregar la correspondencia de Jerónimo a san Agustín a su vuelta. En paralelo a esto, a fines de 415 aparecieron las reliquias de san Esteban, y parte de estas fueron encomendadas a Orosio para que las trasladase hasta Braga.23​ Eso marcaría tanto el inicio de su viaje de regreso como, desde el punto de vista actual, de una nueva época de su vida carente de fuentes para su estudio.

Últimos años

Dado que las reliquias de san Esteban aparecieron el 26 de diciembre de 415, Orosio no pudo partir con anterioridad a esta fecha. Aunque su idea era ir a Braga, tenía que pasar a la fuerza por Hipona —de hecho llevaba escritos de Jerónimo para san Agustín—, y también hay constancia de que pasó por Jerusalén y por Alejandría, aunque esto último no se sabe si lo hizo a la ida, a la vuelta o en ambas ocasiones.24

Durante su segunda estancia en Hipona, mantuvo una larga entrevista con san Agustín, en la que le entregó la correspondencia que portaba de parte de Jerónimo y le informó del encuentro que tuvo con Pelagio.25​ Durante este reencuentro con san Agustín se gestó la gran obra de Paulo Orosio, las Historiæ adversus paganos. Sin embargo, surgen problemas a la hora de datar tanto la elaboración como la finalización del libro, para lo cual hay opiniones de diversos tipos:

  • La hipótesis tradicional dice que el libro se llevó a cabo entre 416 y 417.26​ La fecha se apoya en que en el Liber apologeticus aún no dice nada de su labor como historiador, y que en el prólogo habla del libro XI de la Ciudad de Dios de san Agustín, el cual no se publica hasta 416. Para justificar que Orosio escribiese siete libros en tan poco tiempo, se dice que pudo usar resúmenes.
  • Una hipótesis más moderna, sostenida por Torres Rodríguez, dice que Orosio paró por segunda vez en Hipona un tiempo muy breve, para intentar volver a Hispania, cosa que no consiguió, y escribir el libro en una tercera estancia en Hipona, lo cual explicaría que en sus Historias se hable de sucesos ocurridos en Hispania en 417.
  • Una tercera teoría ya clásica, sostenida por T. von Mörner y G. Fainck, habla de que se realizó un trabajo previo por parte de Orosio antes de viajar a Palestina. De hecho, esta idea ha sido reactivada por M. P. Annaud-Lindet en fechas más recientes, aunque con la variante de que Orosio habría escrito durante su regreso desde Palestina.

Desaparición

Tras la publicación de las Historias, no hay apenas información sobre Paulo Orosio. Se sabe que estuvo en Menorca, pero se desconoce la fecha en que falleció. Esta ausencia de referencias a Orosio pudo deberse a un distanciamiento con san Agustín, el cual no hace ninguna referencia clara a las Historias de Orosio una vez publicadas. Genadio de Marsella indica que el autor vivió, al menos, hasta el fin del mandato del emperador Flavio Honorio, que se prolongó hasta 423, pero no hay ninguna noticia de Orosio desde 417, y parece poco probable que un autor tan activo estuviese seis años sin dar noticias.3

Existen más posibilidades, desde una posible muerte repentina hasta una suerte de leyenda que habla de que Orosio finalmente llegó a Hispania, fundó un monasterio cerca del Cabo de Palos y terminó allí sus ideas, algo que hoy por hoy parece poco probable.3

Obras

Historiae adversus paganos, 1561

  • Consultatio sive commonitorium ad Augustinum de errore Priscillianistarum et Origenistarum, en Migne, J. Patrología latina. París, 1844-1864, vol. 31, cols. 1212-1216. 1884
  • Historia contra los paganos. Barcelona: Biblioteca Universitaria, 1983. 1983
  • Historiarum adversis paganos. Leipzig, 1889. 1889
  • Historiarum adversus paganos libri VII, en Migne, J. Patrología latina. París, 1844-1864, vol. 31, cols. 663-1174. 1844
  • Liber apologeticus contra pelagianos de arbitrii libertate, en Migne, J. Patrología latina. París, 1844-1864, vol. 31, cols. 1173-1212. 1844
  • Ratio orthographiae, en Migne, J. Patrología latina. París, 1844-1864, vol. 31, cols 661, s. 1844
  • Seven books of History against the Pagans. Nueva York: [s.n.], 1936. 1936
  • Variae dedicationes, en Migne, J. Patrología latina. París, 1844-1864, vol. 31, cols. 643-654 1884.

Commonitorium y Liber apologeticus

El Commonitorium y las Historias responden, al menos en origen, a la influencia directa que san Agustín ejerció sobre Orosio.27

Aunque el escrito más importante de Paulo Orosio fueron las Historiæ adversus paganos, también hay que tener en cuenta las otras dos obras que se conservan del autor, conocidas generalmente como Commonitorium y Liber apologeticus.28

El nombre completo del primer libro es Consultatio sive commonitorium ad Augustinum de errore Priscillianistarum et Origenistarum (en español: Consulta o advertencias de Agustín acerca del error de los priscilianistas y de los origenistas).27

Importancia de la geografía

Paulo Orosio concede, y esto también es digno de ser destacado, una gran importancia a la Geografía para su labor como historiador.58​ La muestra de esto es la descripción geográfica del mundo que hace Orosio en el segundo capítulo del primero de los siete libros que componen las Historias.58

Colofón de un incunable de las Historiæ adversus paganos de Paulo Orosio, uno de los libros más copiados del Medievo.6

A pesar de que la descripción geográfica cuenta con algunas imprecisiones, como las referidas al empleo excesivo del sustantivo «Cáucaso» para referirse a otras cordilleras al margen de esta,59​ es destacable que se incluya un capítulo geográfico. Esto ha conferido valor, en la historiografía moderna, a la obra de Orosio, gracias a autores como Lucien Febvre o Fernand Braudel.

Repercusión de la obra orosiana

Tomando por cierto el supuesto distanciamiento entre Paulo Orosio y Agustín de Hipona en los tramos finales de la vida del primero, esto no tuvo que producirse en ningún caso a raíz de las Historias, y de hecho no afectó en absoluto a su distribución y repercusión.60

A pesar de todo lo que se ha dicho anteriormente sobre la obra de Orosio, respecto a que en algunas ocasiones ha recibido críticas concretas, esta tuvo éxito prácticamente desde su confección, y hasta el Renacimiento fue tomada como una de las principales obras de la historiografía hispana.5​ Este éxito hizo en buena medida que también se conservaran los otros dos escritos del autor.

Historiæ adversus paganos es una obra citada por todo tipo de autores, desde san Braulio hasta Dante Alighieri. Incluso, el propio Lope de Vega le dio un papel a Paulo Orosio en su obra El cardenal de Belén, lo que da buena cuenta de la longevidad de la fama de Orosio.6​ De hecho, la obra no solo fue citada por doquier, sino que fue uno de los principales libros escolásticos para el estudio de la historia antigua durante toda la Edad Media.6

La obra ha sido ampliamente copiada, y se conservan nada menos que 82 manuscritos y 28 incunables de los primeros tiempos de la imprenta.6​ Después se siguió copiando, e incluso se han conservado ediciones de la obra del siglo XVI en italiano y alemán.6

Respecto a las ediciones más actuales, desde el siglo XIX hay de todo tipo. En el caso de este artículo se ha trabajado sobre la edición de Torres Rodríguez, pero existen otras muchas igualmente válidas, tanto en castellano como en otros idiomas.

Papiro de Artemidoro

Papiro de Artemidoro

Un fragmento del papiro con el texto de Artemidoro.

Franco BattiatoEl Papiro de Artemidoro fue encontrado en el curso de los años 1990 en un montón de varios viejos papiros, reciclados a finales del siglo I para fabricar una máscara funeraria de papel maché.

Ente los elementos de dicho montón se encontraron una cincuentena de trozos de papiros. Con una anchura de 32,5 cm y una longitud de 2,55 m, el papiro está compuesto de dos trozos, entre los que falta una hoja. El resto se compone de un texto de geografía, que se atribuye a Artemidoro de Éfeso, geógrafo griego del finales del siglo II y principio del siglo I a. C., cuya obra es conocida por las citas de otros autores (Estrabón, siglo I; y Esteban de Bizancio, siglo VI).

Historia

El texto encontrado tiene una introducción y el comienzo de una descripción de la península ibérica. La originalidad del papiro es que incluye un mapa. Este mapa, inacabado, representa tal vez la Bética. Se puede suponer que el dibujante no lo terminara porque se dio cuenta de que no estaba copiando en el mapa la parte correspondiente al texto. Esto sucedió a finales del siglo I. El papiro sin embargo no fue desechado. En el reverso, se dibujaron una cuarentena de animales reales y fantásticos. Estos dibujos debieron permitir a los clientes que deseaban que se realizase un fresco o un mosaico, elegir un modelo. La vida del papiro no acabó aquí: en los espacios que quedaban libres en el anverso y en los espacios donde debían figurar los mapas no realizados, se representaron cabezas y otros elementos de anatomía, a título de ejercicios.

Según la fecha de otros documentos encontrados en el montón, el Papiro de Artemidoro habría sido finalmente reciclado en viejos papiros a finales del siglo I.

Veinte siglos atrás, las casas de los ricos se decoraban con pinturas murales y esculturas realizadas por encargo. El cliente examinaba un muestrario y elegía los motivos que deseaba. Durante varias décadas ése es el destino del Pápiro de Artemidoro, el proyecto de obra cartográfica se queda en catálogo comercial. Llega un momento en que el papiro, ajado y con dibujos anticuados, deja de servir en el taller. Hacia mediados o finales del siglo I se envía a otro establecimiento, un servicio de pompas fúnebres, donde se mezcla con otros papiros (cartas y documentos de la administración romana en Egipto), empapado en agua, amasado y transformado en papier maché para rellenar el interior de la máscara mortuoria de una momia. El Papiro de Artemidoro pasa los siguientes 20 siglos en una tumba.

Ya a mediados del siglo XIX se consiguieron deshacer algunas máscaras mortuorias para rescatar pedacitos del papiro original. La máscara que nos ocupa fue descubierta hace unas décadas (se ignora la fecha exacta) y vendida a un anónimo ciudadano alemán, quien decidió destruirla para averiguar qué contenía. La apuesta, arriesgada hasta lo increíble, dio un resultado no menos increíble: las técnicas modernas hicieron aflorar el Papiro de Artemidoro casi íntegro. Un prodigio. Claudio Gallazzi, director del Instituto de Papirología de la Universidad de Milán, y Barbara Kramer, especialista alemana, certifican en 1999 la autenticidad del documento. La Fundación San Paolo, tutora del museo egiptológico de Turín, el más prestigioso del mundo después del museo de El Cairo, se apresura a comprar la pieza y a exponerla.

En 1971 un coleccionista de Hamburgo, Serop Simonian, lo adquirió en circunstancias misteriosas. En 2004 lo compró la fundación Compagnia di San Paolo por 2,75 millones de euros, presentándolo al público dos años después. Ese mismo año de 2006 Claudio Gallazzi (papirólogo de la universidad degli Studi de Milán) y Salvatore Settis publicaron un estudio sobre el mismo en el que explicaron su evolución: en principio habría sido una edición del segundo libro de la Geographoumena de Artemidoro; muy posteriormente el papiro habría sido utilizado en el taller de un artista donde se habrían añadido en el anverso imágenes de animales reales o fantásticos; más tarde, los espacios vacíos del anverso habrían sido rellenados con dibujos de cabezas, de manos y de pies.1

Estuvo expuesto en el Palazzo Bricherasio de Turín hasta mayo de 2006. Después, el papiro se llevó a Milán, para más tarde volver a Turín.

Polémica sobre su autenticidad

Desde septiembre de 2006 ha tenido lugar una amplia discusión sobre la autenticidad de este rollo. Según Luciano Canfora, el autor del papiro sería el falsificador del siglo XIX, Constantin Simonides (1820-1890). La hipótesis de Canfora recibe hoy crédito entre la comunidad científica: Richard Janko, Germaine Aujac, Daniel Delattre, Renzo Tosi, Luigi Lehnus, Maurizio Calvesi, etc. expresaron su opinión que el papiro no puede ser de Artemidoro. Los principales avales de la autenticidad del papiro han recibido aun una contestación convincente y definitiva por parte de Canfora y de sus colaboradores gracias a la profusa bibliografía que han producido desde el inicio de la controversia. El mejor balance final de la discusión es obra de Federico Condello.2

El principal argumento de Canfora para afirmar que el papiro es falso, es que en el texto aparecen ciertos elementos que eran desconocidos en la época de Artemidoro, como por ejemplo, algunos detalles de Iberia. Siguiendo al historiador del arte Mauricio Calvesi, Canfora atribuye las primeras líneas del texto a la Geografía general comparada escrita por Carl Ritter en el siglo XIX. En cuanto a su conclusión de que se trata de una falsificación de Simonides, Canfora destaca que se trató de un notable paleógrafo y calígrafo que ya había intentado vender poemas de Homero o un Evangelio del siglo I, escritos por él mismo.1

Los que defienden la autenticidad del papiro argumentan que según la datación del carbono 14 el papiro fue fabricado entre el final del siglo I a.C. y el principio del siglo I d.C. Añaden que un falsificador del siglo XIX habría tenido muchas dificultades para imitar la escritura de la época porque en el siglo XIX los únicos modelos disponibles eran los papiros de Herculano, cuya grafía es diferente de la del papiro de Artemidoro. Un tercer argumento a favor de su autenticidad sería que en él aparece un signo para indicar los millares, un sampi (una letra que vale 900) con un multiplicador alfabético, cuyo significado no fue comprendido hasta 1907, unos años después de que hubiera muerto Simonides. Un último argumento es que Simonides fabricaba sus falsificaciones para venderlas y en este caso no existe ninguna mención del papiro en la época en que él vivió.1

En 2013 un juez italiano abrió el caso sobre la posible falsedad del papiro y cinco años después, el 10 de diciembre de 2018, otro juez sentenció que efectivamente se trataba de una falsificación, pero que el delito habría prescrito. Una de las pruebas en que se basó fue que se había encontrado zinc en la tinta, que no era utilizado en la época. Los defensores de la autenticidad del papiro, especialmente Salvatore Settis, rechazaron el veredicto alegando que el juez no había tenido en cuenta la edición crítica que se había hecho del mismo. Finalmente el Instituto de Patología del Libro de Roma se encargó de realizar un nuevo examen del papiro, pero sus conclusiones en marzo de 2019 aún no se habían hecho públicas.1

Para ver:

Reproducción del Papiro de Artemidoro en el sitio de la Bibliotheca Augustana (Augsburgo).

Dos visitantes contemplan el Papiro de Artemidoro, expuesto en el palacio Bicherasio de Turín, en febrero de 2005.AFP

El papiro de Artemidoro es falso

La Fiscalía de Turín confirma la falsedad del documento, comprado en 2004 por 2,75 millones de euros

ABCRoma Actualizado: 1/12/2018

El papiro de Artemidoro, considerado durante años un documento histórico de inestimable valor, es falso. Los estudios llevados a cabo por la Fiscalía de Turín contra Serop Simonian concluyen que este comerciante de arte vendió esta falsificación en 2004 «con artificios y engaños» a la Fundación para el Arte de la Compañía San Paolo de Turín por 2,75 millones de euros. El caso, sin embargo, ha sido archivado porque el delito de estafa ha prescrito.

Para la Fiscalía, Simonian presentó el papiro «como una auténtica reliquia y de elevado valor, causando así a la parte perjudicada un daño patrimonial de relevante gravedad».

Aunque el caso haya sido archivado, el Ministerio Público sí considera «ampliamente probada» la falsedad del documento, tras los estudios que por orden del Ministerio de Bienes y Actividades Culturales ha llevado a cabo el Instituto Central para la restauración y la conservación de Patrimonio Archivístico y Bibliográfico.

Aunque las investigaciones aún siguen en curso, «las evidencias preliminares parecen apoyar más la tesis de la falsedad que la de la autenticidad».

La Fiscalía también cita en un comunicado otras evidencias, como la negativa del «prestigioso Museo Getty de Los Ángeles» de comprar el papiro o que el texto y el contenido del contrato de compra no tiene «ninguna certificación seria de autenticidad».

Las pesquisas empezaron en 2013 por la denuncia del profesor Luciano Canfora, que sospechaba que el papiro era falso, aunque la comunidad científica llevaba discutiendo desde 2006 sobre la autenticidad de este documento atribuido al geógrafo griego Artemidoro de Éfeso, que vivió a caballo entre el siglo II y I a.C. y cuyas obras solo se conocen por las referencias de Estrabón o Plinio el Viejo. Se dijo que el manuscrito había sido descubierto en un basurero de Egipto y había sido propiedad de un coleccionista privado. De 250 centímetros de largo por 32 de altura, en él figuraba el que se consideraba hasta ahora como el mapa más antiguo de Hispania.

En 2004 fue entregado sin ningún coste al Museo Egipcio de Turín, pero la dirección del centro rechazó exponerlo debido a «la seria sospecha de que era una falsificación o de que provenía de una exportación ilegal» y lo mantuvo en un almacén durante 6 años.

La Fiscalía ha enviado toda la documentación a la Fundación 1563 para el Arte y la Cultura, la nueva denominación de la Fundación para el Arte de la Compañía San Paolo, para cualquier eventual actuación legal que quiera emprender.

La interpretación del papiro

El tamaño del mapa es de unos 85 cm. de anchura, siendo su altura la misma que la del papiro. Está claro que el mal estado del soporte en algunas zonas ha impedido que haya llegado completo; su tamaño máximo antes de ese deterioro debía de oscilar entre los 99 y los 113 cm. Sin embargo, se trata de un mapa incompleto, puesto que sólo contiene líneas y dibujos, no textos ni colores, sin duda ninguna porque no llegó a ser concluido. Las diferentes líneas que, sin orden aparente, cruzan el mapa han sido interpretadas por los estudiosos del papiro. Así, y tras barajar distintas posibilidades, han reconocido dos grandes ríos que recorren el mapa en toda su anchura, uno más arriba y otro más abajo (tampoco se ha terminado de decidir si el mapa está o no orientado hacia el norte aunque desde Eratóstenes esto era lo habitual). El de la parte superior se bifurca en su parte izquierda en dos brazos que rodean lo que puede ser una isla o una península o un afluente de un río principal. Otra serie de líneas se han interpretado como vías o caminos de las que habría unas veintiséis. Estas rutas no siguen trazados rectos sino, por el contrario, sinuosos y aunque algunas siguen una dirección general de derecha a izquierda, otras cortan las anteriores y van de arriba abajo, mostrando así una red viaria bastante articulada.

El mapa presenta también toda una serie de símbolos, algunos de interpretación más fácil que otros. Los más abundantes son pequeños cuadrados que pueden representar desde mansiones o puntos de reposo a lo largo de las rutas hasta establecimientos rurales o villae. Además de estos cuadros en el mapa aparecen otros dibujos, catorce en total, que parecen representar diversos motivos. Así, nos encontramos con la imagen de una localidad situada entre montañas, zonas montañosas cubiertas de bosques, ciudades amuralladas de diversos tipos, ciudades o asentamientos sin amurallar y monumentos de diverso tipo, uno de ellos en apariencia bastante imponente, alto y rematado por frontones. A veces, y a pesar del pequeño tamaño de las imágenes, hay algunos detalles, como la representación de puertas o ventanas en las murallas así como de tejados en las viviendas; hay ciudades de aspecto más regular, cuadrado, y otras que pueden ser más grandes y dispersas.

Un problema aún no resuelto es saber a qué parte del mundo conocido se refiere el mapa; el hecho de que aparezca inserto dentro del libro dedicado a Iberia ha hecho sugerir a los comentaristas que el mismo puede representar una parte de ella; no obstante, aunque se han avanzado bastantes interpretaciones ninguna de ellas es definitiva dada la ausencia de referencias precisas en el dibujo aunque los editores del papiro parecen inclinarse por considerarlo una representación de la Hispania Citerior.

En cualquier caso no se trataba de un mapa viario, como será la posterior tabula Peutingeriana ni tampoco del tipo de mapa que creará Claudio Tolomeo sino tal vez de algo intermedio entre el mapa del mundo conocido de Eratóstenes y los mapas que se habían popularizando en época helenística de zonas y territorios más concretos, aunque sometido a las limitaciones físicas del rollo de papiro en el que está realizado, lo que acentuaría las deformaciones necesarias para inscribir en ese espacio la imagen de un territorio. En todo caso, lo que conocemos del mapa de Artemidoro indica que debía de contener bastantes detalles y que sería un complemento espléndido a su obra geográfica. Es también objeto de discusión si el diseño del mapa pudo corresponder al propio Artemidoro o, por el contrario, a algún cartógrafo que, con los datos del autor, pudo trazar el mapa. Sí puede haber ocurrido también que en el momento en el que se realiza el ejemplar que poseemos (s. I d.C.) el cartógrafo no se haya limitado a copiar el mapa presente en la edición de la obra de Artemidoro empleada para hacer la copia, sino que lo habría actualizado para adaptarlo a los conocimientos del momento.

Por la época en la que se produjo y se copió o modificó el mapa (entre fines del s. II a.C. y primeros decenios del s. I d.C.) nos muestra, a pesar de su estado incompleto, la popularización de una cartografía descriptiva, que presentaba datos de un territorio dado, favorecidos por el control político que ejercía Roma, pero sin las preocupaciones de una representación exacta de las partes de la tierra ni de la ubicación correcta de los lugares dentro de ella; nuestro mapa parece hallarse lejos de las preocupaciones matemáticas que había manifestado Eratóstenes y que siglos después desarrollaría Tolomeo. Se trata, más bien, de un refuerzo visual del texto geográfico en el que la representación de los lugares junto con algunos elementos topográficos (ríos, caminos, montañas, monumentos, etc.) servía para ilustrar el país al lector. Estamos lejos de la cartografía científica, pero también de los mapas viarios que Roma empleará con gran profusión y su novedad hace que aún subsistan muchas dudas sobre este, por el momento, único documento cartográfico conservado del mundo grecorromano.

 

Mundo de Homero

Mundo de Homero

Mapa de Homero

Homero, quien para los griegos era el padre de la Geografía, mostraba un mundo circular rodeado por un solo océano gigantesco, en la famosísima descripción del escudo de Aquiles.

Conocer un territorio es dibujarlo, representarlo, traducirlo a unas coordenadas precisas. Conocer el mundo es definir sus límites. En la representación cartográfica se aúna el trazado escueto de caminos, ríos y ciudades, con la visión ideológica y la concepción del universo.

En la Antigüedad, en la narración de Homero (700 a.C.), el Océano marca los límites de las tierras conocidas, concebidas como un disco circular con Grecia en su centro, y es también el mar el que desdibuja los contornos de los reinos y ciudades míticas.

Pero los caminos del mar están abiertos, y fenicios y griegos transforman la vaguedad y la bruma de los primeros mapas en puertos florecientes, dársenas bañadas por el sol y ciudades a la medida del hombre.

Mapa del mundo según las narraciones de Homero. Fuente: https://commons.wikimedia.org/

Existen varias interpretaciones o reconstrucciones, según autor y época, algunas de ellas son:

Rökstenen

“Rökstenen”

Rune Stone at Rök Church, Östergötland, Sweden…

Coordenadas: 58°17′42″N 14°46′32″E

Rök Runestone

Country: Sweden

Region: Östergötland

City/Village: Rök

Produced: 800

Runemaster: Varinn

El Røk Runestone (sueco: Rökstenen; Ög 136) es uno de los runestones más famosos, ofreciendo la inscripción rúnica más larga conocida en piedra. Ahora se puede ver al lado de la iglesia en Rök (entre Mjölby y Ödeshög, cerca de la E4 y Lago Vättern y Tåkern), Östergötland, Suecia. Se considera la primera pieza de la literatura escrita sueca y por lo tanto, marca el comienzo de la historia de la literatura sueca. [1] [2]

El nombre de “Piedra de Rök” es una tautología: la piedra se nombra después de la aldea, “Rök”, pero el pueblo es nombrado probablemente después de la piedra, “Tanque” o “Rök” significa “en forma de bolo pila/piedra” en nórdico antiguo.

La famosa piedra rúnica de la iglesia Rök en Östergötland es muy antigua. Se remonta a la primera mitad del siglo IX. No se sabe donde se hizo desde el principio, pero probablemente no estaba lejos de su ubicación actual. Cuando se construyó la antigua iglesia Rök, la piedra fue instalada en la pared de un almacén adyacente. No es una cosa muy inusual en esos días. Cuando la antigua iglesia y el almacén fueron demolidos en 1843, se descubrió que la piedra tenía runas por todos lados, incluso en la parte superior. La piedra fue instalada en la nueva iglesia pero fue removida en 1862 y levantada fuera de la iglesia. La piedra es muy grande. Tiene 2,5 m de altura sobre el suelo y 1,4 m de ancho.

Las runas, más de 750 de ellas, son de diferentes tipos. El principal alfabeto rúnico utilizado consiste en las llamadas runas de ramas cortas (en sueco “kortkvisttyp”). También hay runas del Viejo Futhark y runas cifradas. El código se realiza por desplazamiento, por códigos numéricos o mediante runas de cifrado.

La mayoría de los expertos rúnicos están de acuerdo en la lectura de las runas, pero la interpretación del texto y su significado aún está en discusión.

En la piedra rúnica de Rök, la Junta Nacional de Patrimonio de Suecia ha colocado un panel de información.

Algunas partes de la inscripción están dañadas, pero la mayor parte permanece legible. Hace una referencia histórica al rey ostrogoda (efectivamente, emperador del imperio romano occidental) Teodorico el grande. Contiene el más extant pre-Cristiano runic inscripción – personajes alrededor 760, y es un virtuoso despliegue de maestría de grabado de expresión rúnica. La inscripción está parcialmente codificada de dos maneras; por desplazamiento y mediante el uso de runas de cifrado especial. La inscripción es intencionalmente difícil de leer, uso de Kenningars de la manera del nórdico antiguo poesía skaldic, demostrando comando de grabados de alfabetos diferentes y estilos (incluyendo el código) de escritura. La oscuridad quizás puede incluso ser parte de un ritual mágico.

Recientemente, se ha propuesto que la inscripción no tiene nada que ver con la grabación de sagas heroicas y que contiene acertijos La inscripción se encripta parcialmente de dos maneras; Por el desplazamiento y el uso de runas de cifrado especiales. La inscripción es intencionalmente desafiante para leer, usando los kennings a la manera de la poesía skaldic de los viejos nórdicos, y demostrando el comando del carver de alfabetos y de estilos de escritura diferentes. La oscuridad tal vez incluso puede ser parte de un ritual mágico. Referente sólo a la fabricación de la piedra misma. [3] [4]

Inscripción

El frente de la piedra, el comienzo de la inscripción se lee inclinando la cabeza hacia la izquierda

Esta es una transliteración de las runas:

Popa Uamuþ truco Runaʀ Þaʀ no Uarin Fþi Fþiʀ popa Facion Sunu Skum | | Mukmini que Huariaʀ Ulrubaʀ Uaʀin Tuaʀ Þaʀ Suaþ Tulfa Sinum Uaʀin | | Numnaʀ T Ulrubu Baþaʀ Somon o Umisum | | Monum ‘piel que Skum ONRT Huaʀ Niu Altum s Urþi Fiaru Miʀ Hreþkutum Alca que Miʀ s aburrido Skaʀ Rayþ | | Þiurikʀ son Þurmuþi Stiliʀ Flutna Strontu Hraþmaraʀ Sitiʀ i Kruʀ O planta Sinum Skialti aburrido Failaþʀ puede Mrika que Skum Tutlfta Huar Histʀ C Kunaʀ UIT | | Uituoki en kunukaʀ Tuaeʀ Tikiʀ Suaþ o Escribir “que podría Þritounta Huariʀ Tuaeʀ Tikiʀ Kunukaʀ satén T Siulunti Fiakura Uintur por lo Fiakurum Nbnum Burnʀ Fiakurum Bruþrm ‘Ualkaʀ Fim Ra = Þulfs | | Suniʀ Hreþulfaʀ Fim Rukulfs | | Suniʀ Hoyslʀ Fim Hruþs Suniʀ Kumutaʀ Fim (b) Irnaʀ Suniʀ * —) en el (los daños – patatas – (a) a (e) -ésimo Anhuaʀ … … … þ Fatiʀ Phra Sagvan | | Mogmeni (TH) Anuncio Hoaʀ Igoldaga Oʀi Goldin D Gunaʀ Hosli Skum | | Mukmini UAIM si buril | | Niþʀ Troki Uilin esto que Knuo Knti | | Iatun uilin es que (e) (e) (t) Akum | | Mukmini Thür CB Uioari UL Niruþʀ

Translación

La piedra se encuentra debajo de una azotea y está situada cerca de la iglesia en la que fue descubierta.

La siguiente es una traducción del texto: la mayoría de los investigadores están de acuerdo en cómo se han descifrado las runas, pero la interpretación del texto y el significado siguen siendo objeto de debate. La primera parte está escrita en ljóðaháttr metro, y la parte sobre Theoderic está escrita en el medidor fornyrðislag. (Ver el verso allitatorio para una explicación de estos metros.)

In memory of Vémóðr/Vámóðr stand these runes.

And Varinn coloured them, the father, in memory of his dead son.

I say the folktale / to the young men, which the two war-booties were, which twelve times were taken as war-booty, both together from various men.

I say this second, who nine generations ago lost his life with the Hreidgoths; and died with them for his guilt.

Þjóðríkr the bold,
chief of sea-warriors,
ruled over the shores of the Hreiðsea.
Now he sits armed
on his Goth(ic horse),
his shield strapped,
the prince of the Mærings.

I say this the twelfth, where the horse of Gunnr sees fodder on the battlefield, where twenty kings lie.

This I say as thirteenth, which twenty kings sat on Sjólund for four winters, of four names, born of four brothers: five Valkis, sons of Hráðulfr, five Hreiðulfrs, sons of Rugulfr, five Háisl, sons of Hôrðr, five Gunnmundrs/Kynmundrs, sons of Bjôrn.

Now I say the tales in full. Someone …

I say the folktale / to the young men, which of the line of Ingold was repaid by a wife’s sacrifice.

I say the folktale / to the young men, to whom is born a relative, to a valiant man. It is Vélinn. He could crush a giant. It is Vélinn … [Nit]

I say the folktale / to the young men: Þórr. Sibbi of Vé, nonagenarian, begot (a son).

Theodoric Strophe

El strophe de Teodorico se escribe en tres filas en la piedra con una versión del futhark más joven. Interpretación

Aparte del mencionado Theodoric, Gunnr y el dios nórdico Thor, el pueblo y las criaturas mitológicas mencionadas son desconocidos para nosotros. Se han sugerido algunas interpretaciones:

Es probable que las dos botas de guerra sean dos armas preciosas, como una espada y un escudo o un casco. Varias historias como estas existen en viejos poemas germánicos.

Los Hreidgoths mencionados son un nombre poético para los Ostrogoths, apareciendo en otras fuentes. A qué mar el nombre Hreiðsea referido es desconocido. Teniendo en cuenta la ubicación de los ostrogodos en la época de Theoderic, debe ser un nombre para el Mediterráneo.

La parte sobre Theodoric (que murió en 526 A.D.) se refiere probablemente a la estatua de él que se sienta en su caballo en Rávena, que fue movida en 801 A.D. a Aquisgrán por Carlomagno. Esta estatua era muy famosa y retrató a Teodorico con su escudo colgando sobre su hombro izquierdo, y su lanza extendida en su mano derecha. El Mærings es un nombre para la familia de Theodoric. Según el viejo poema de Deor inglés del siglo X, Theodoric gobernó el “castillo de los Mærings” (Ravenna) durante treinta años. Las palabras sobre Theodoric pueden estar relacionadas con la declaración anterior, por lo que la piedra está hablando de la muerte de Theodoric: murió aproximadamente nueve generaciones antes de que la piedra fue tallada, y la iglesia lo consideró un emperador cruel y atea, por lo que algunos han dicho Que murió por su culpa. La persona muerta también puede ser alguien más.

Gunnr, cuyo “caballo ve forraje en el campo de batalla” es presumiblemente una valquiria (anteriormente conocida de la mitología nórdica), y su “caballo” es un lobo. Este tipo de licencia poética se conoce como kenning en la vieja tradición de la poesía nórdica.

La historia de los veinte reyes dice que los veinte eran cuatro grupos de cinco hermanos cada uno, y en cada uno de estos cuatro grupos, todos los hermanos compartían los mismos nombres, y sus padres eran cuatro hermanos (4 × 5 = 20). Esta pieza de la mitología parece haber sido de conocimiento común en el momento, pero se ha perdido totalmente. El Sjólund es similar al nombre dado a Roslagen por Snorri Sturluson pero ha sido interpretado a menudo como Sjælland (hoy una parte de Dinamarca).

Comenzando con la parte de Ingold, el texto se vuelve cada vez más difícil de leer. Mientras que la primera parte está escrita en las 16 runas de ramas cortas comunes en el fuþark más joven, Varinn aquí cambia a usar el más viejo 24-tipo elder fuþark y runas de la cifra. Se ha supuesto que esto es intencional, y que las filas que siguen este punto se refieren a las leyendas relacionadas específicamente con Varinn y su tribu.

Después de la palabra Es Vélinn … sigue la palabra Nit. Esta palabra aún no se ha interpretado, y su significado no está claro.

En la última línea, el tallador invoca al dios Thor y luego dice que Sibbi “del santuario” tiene un hijo a la edad de noventa. Desde Thor se evoca antes de contar acerca de la conexión de Sibbi con el santuario y su potencia en la vejez, puede ser una recomendación de que ser devoto devoto es beneficioso.

Aunque es difícil comprender una parte de la inscripción, su estructura es muy simétrica y fácil de percibir: consta de tres partes de (aproximadamente) la misma longitud, cada una de las cuales contiene dos preguntas y una respuesta más o menos poética a esas preguntas. Como Lars Lönnroth y, después de él, Joseph Harris han argumentado, la forma es muy similar a la llamada “greppaminni”, una especie de juego de acertijos poético presentado por Snorri Sturluson en su Prosa Edda.

Especulación

Ha habido numerosas especulaciones escritas sobre la piedra y su propósito. Los más comunes incluyen:

  • Varinn talló la piedra sólo para honrar a su hijo perdido y la inclusión de pasajes míticos fue un tributo de la fantasía (teoría de Elias Wessén). Hay pruebas sólidas que respaldan este punto de vista, no siendo el menos el hecho de que se hace referencia a Thor; Este uso de una deidad en este contexto es bastante concebible una prefiguración de lo que iba a ser más tarde una práctica común (anterior al cristianismo), donde las tumbas fueron frecuentemente inscritas con dedicaciones rúnicas como þórr vigi, “que Thor te proteja”.
  • Varinn talló la piedra para levantar su tribu a la venganza sobre la muerte de su hijo. La dramática batalla mencionada puede haber sido la causa de la muerte de su hijo. (Teoría de Otto von Friesen)
  • Varinn talló la piedra para preservar los mitos tribales, ya que tenía la función de un thul, el narrador ceremonial de su ætt (clan), y esta tarea de retelling iba a ser transmitida a su hijo. Tal vez temía que las historias se pudieran perder debido a la muerte de su hijo, y por lo tanto trató de preservarlas en una forma corta en la piedra.
  • La piedra era un signo para fortalecer la posición del líder de la tribu (ya que la piedra no podía ser perdida por nadie pasando la tierra). Trata de justificar su posición mostrando una larga línea de poderosos antepasados ​​que sigue.
  • El campo de batalla donde veinte reyes se ha conectado (al menos por Herman Lindkvist) a la batalla de Brávellir, que en la mitología nórdica tuvo lugar no lejos de la ubicación de la piedra Rök unos 50 años antes.
  • Según una teoría propuesta por Åke Ohlmarks, Varinn era el jefe local y como tal también el que realizó sacrificios a los dioses. Luego llegó Ansgar, el primero en traer el cristianismo a Suecia, y la esposa del hijo de Varinn Vémóðr / Vámóðr fue bautizado por él. Por lo tanto, Varinn fue forzado a sacrificar a su propio hijo a los dioses como se indica en el verso: “Digo el cuento popular / a los jóvenes, que de la línea de Ingold fue pagado por el sacrificio de una esposa” (la palabra “husl” puede Ser interpretado tanto “sacrificio” como “bautismo”). En breve: Vémóðr / Vámóðr pagó con su vida por la traición de su esposa a los dioses y Varinn tuvo que matar a su propio hijo. Esa también podría ser la razón por la que Varinn usó la palabra “faigian” (que está a punto de morir) en lugar de “dauðan” (muerto) en la primera línea.

En la cultura popular

  • Una transcripción de la función de las runas en la portada del álbum 1990 de Black Sabbath Tyr. [8]
  • Sueco Viking metal banda King of Asgard lanzado en 2010 la canción “Vämods Tale”. La traducción del runestone de Rök forma las letras de la canción.

Este diagrama de la piedra de roca muestra los siete elementos del texto, incluyendo la primera parte (1) que afirma que la piedra fue inscrita por Varin para su hijo, Vamod. Con la nueva interpretación, el Rök Runestone no lleva un mensaje de honor. En cambio, se trata de cómo la tecnología de la escritura en la antigua Suecia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El prisma de Weld-Blundell

El prisma de Weld-Blundell

Aunque no se trata de una piedra, propiamente dicha, si no de una mezcla de barro, endurecido con otros elementos, se incluye aquí, por su importancia y relevancia, contiene la Lista Real Sumeria.

La Lista Real Sumeria es un documento entre mitológico e histórico dejado por los escribas de Mesopotamia y escrito en sumerio. La escritura sumeria fue de un carácter aglutinante o bien logográfico y que fue incorporando signos con valor fonético, silábico. Es una lengua que expresa la información gramatical mediante la adicción de sufijos o prefijos a una raíz que no suele cambiar y que nos ha legado los primeros documentos Históricos. Estos documentos refleja la sucesión de monarcas y Reyes de los primeros tiempos hasta aproximadamente las conquistas de Hammurabi.

El primer rey mencionado cuya existencia está reflejada en otras inscripciones es Mebaragesi de Kish, contemporáneo de Gilgamesh. El primer gobernante de la lista que es claramente histórico es Lugalzagesi de Uruk del siglo XXIV a. C., quien conquistó Lagash, que a su vez fue conquistada por Sargón de Acadia.

De los muchos artefactos increíbles que han sido recuperados de los sitios en Irak donde florecientes ciudades sumerias se encontraban una vez, pocos han sido más interesante que la Lista de los Reyes sumerios, un antiguo manuscrito grabado originalmente en la lengua sumeria, enumerando reyes de Sumer (antiguo sur de Irak) de sumerios y dinastías vecinas, sus longitudes de los supuestos reinados, y la ubicación de la realeza “oficial”. Lo que hace este artefacto tan único, es el hecho de que en la lista se mezclan gobernantes pre-dinásticos, aparentemente míticos con los gobernantes históricos que se sabe que han existido.

El primer fragmento de este texto raro y único, una tableta cuneiforme de 4.000 años de edad, fue encontrada en el año 1900 por el erudito alemán-estadounidense Hermann Hilprecht en el sitio de la antigua Nippur y se publicó en 1906. Desde el descubrimiento de Hilprecht, al menos otros 18 ejemplares de la lista del rey se han encontrado, la mayoría de ellos datan de la segunda mitad de la dinastía de Isin (c. 2017-1794 aC.). No hay ni siquiera dos de estos documentos que son idénticos. Sin embargo, hay suficiente material común en todas las versiones de la lista para dejar claro, que se derivan de un solo relato, “ideal” de la historia Sumera.

Durante el 3er milenio antes de Cristo, Sumer fue el sitio de al menos doce ciudades-estado independientes: Kish, Erech, Ur, Sippar, Akshak, Larak, Nippur, Adab, Umma, Lagash, Bad-Tibira y Larsa. Cada uno de estos estados comprendía una ciudad amurallada y sus pueblos de los alrededores y de la tierra, y cada uno adoraban su propia deidad, cuyo templo era la estructura central de la ciudad. El poder político perteneció originalmente a los ciudadanos, pero, como la rivalidad entre las diferentes ciudades-estado aumentó, cada uno adoptó la institución de la monarquía.

El listado de los Reyes Sumerios

Entre todos los ejemplares de la Lista de Reyes Sumerios, el prisma de Weld-Blundell en la colección cuneiforme del Museo Ashmolean de Oxford, representa la versión más extensa, así como la copia más completa de la Lista de los Reyes. El prisma de 8 pulgadas de alto, contiene cuatro lados con dos columnas a cada lado. Se cree que originalmente tenía un husillo de madera que va a través de su centro, de modo que pudiera hacerse girar y leer en los cuatro lados. En él se enumeran los gobernantes de las dinastías antediluvianas (“antes del diluvio”) hasta la decimocuarta dinastía de reyes de la dinastía de Isin (ca. 1763-1753 aC).

La lista de los reyes sumerios antediluvianos del Prisma de Weld-Blundell

  • Publicado por Nieve.- el marzo 20, 2014 a las 10:17am

El Prisma de Weld fue escrito en cuneiforme hacia el 2170 a.C. por un escriba que firma como Nur-Ninsubur, a finales de la dinastía Isin. El documento ofrece una lista completa de los Reyes de Sumer desde el comienzo, antes del Diluvio, hasta sus propios días, cuando reinaba Sin-Magir, Rey de Isin (1827 a.C – 1817 a.C) incluyendo además y expresamente a los 10 Reyes Longevos que vivieron antes del Diluvio Universal. Se trata de un prisma excelente, de barro cocido, que fue hallado por la expedición Well-Blundell en el año 1922, en Larsa, hogar del cuarto rey antediluviano, Kichunna, unos pocos kilómetros al norte de Ur, y que posteriormente ha sido depositado en el MuseoAshmolean de Oxford. Se cree que el objeto es anterior en más de un siglo a Abraham, y fue encontrado a poca distancia del hogar del patriarca Hebreo.

La lista comienza así: “Tras descender el Reinado del Cielo, Eridú (lugar donde según la Biblia estuvo el Jardín del Edén) se convirtió en la sede del Reino”. La Lista de los Reyes Sumerios, al igual que la Biblia, habla acerca del Diluvio: “Después de que las aguas cubrieran la tierra y que la Realeza volviera a bajar del Cielo, la Realeza se asentó en Kis”. El objeto de la Lista Real era demostrar precisamente que la monarquía bajó del Cielo, y que había sido elegida una determinada ciudad para que dominara sobre todas las demás.

Beroso (Berossus), el historiador y escriba babilonio del año 300 a.C., basando su historia en archivos del Templo de Marduk, copiados a su vez de inscripciones primitivas, muchas de las cuales han sido descubiertas, nombró a los 10 Reyes Longevos de Sumeria, que reinaron entre 10.000 a 60.000 años cada uno de ellos. “En los días de Xisuthro (Zinsuddu) –dice Beroso– ocurrió el Gran Diluvio”.

Tanto las Tablillas de Nippur como el Prisma de Weld dan los nombres y reinados como siguen:

Ciudades de Sumer y Acad

La lista de los reyes de Eridu es:

  • Alulim de Eridug: 8 sars (28800 años, desde 453.600 al 388.800 año, antes del diluvio)
  • Alalgar de Eridu: 10 sars (36000 años, desde 388.800 al 316.800, antes del diluvio)
  • En-men-lu-ana de Bad-Tibira: 12 sars (43.200 años, desde 316.800 al 244.800, antes del diluvio)
  • En-Men-Gal-Ana de Bad-Tibira: 8 sars (28.800 años, desde 244.800 al 223.200, antes del diluvio)
  • Dumuzi de Bad-Tibira, el pastor: 10 sars (36.000 años, desde 223.200 al 201.600, antes del diluvio)
  • En-Sipad-Zid-Ana de Larak: 8 sars (28.800 años, desde 201.600 al 172.800, antes del diluvio)
  • En-men-dur-ana de Zimbir (Sippar): 5 sars y 5 ners (21.000 años, desde 172.800 al 136.800, antes del diluvio)
  • Ubara-Tutukin (Ubartutu) de Shuruppak: 5 sars y 1 ner (18.600 años, desde 136.800 al 64.800, antes del diluvio)
  • SuKurLam (28.800 años, desde 64.800 al 36.000 antes del diluvio)
  • Zin-Suddu o Ziusudra (desde 36.000 hasta el diluvio)

La lista termina con el texto: “Entonces, el Diluvio destruyó la Tierra”.

(*) Los reinados están medidos en sars – períodos de 3600 años – y en ners – períodos de 600 años.

Como menciona Boulay en su libro “Serpientes y Dragones Voladores”, el término Eridu fue el que probablemente dio nombre a nuestro planeta, considerando que en antiguo alemán, Tierra es Erda; Erthe en inglés medio, Era en griego, Ereds en arameo, y Eretz en hebreo. Parece que todos los caminos filológicos conducen de regreso a la primera ciudad construida en este planeta por nuestros antepasados, Eridu.

 “Entonces, el Diluvio destruyó la Tierra”. Estos son exactamente los mismos reyes que cita el historiador Babilónico Beroso.

Fuentes: http://paleorama.wordpress.com/ y otros

Tablillas con el relato del diluvio universal – Nippur (3000-2000 a C.) y Poema de Gilgamesh

Luego, la Lista Real Sumeria continúa con la segunda dinastía:

“Después de que el diluvio hubiera terminado, y la realeza hubiera descendido del cielo, la realeza pasó a Kish”.

  • Kullassina-bel: 960 años
  • Nangishlishma: 670 años
  • En-tarah-ana: 420 años
  • Babum: 300 años
  • Puannum: 840 años
  • Kalibum: 960 años
  • Kalumum: 840 años
  • Zuqaqip: 900 años
  • Atab: 600 años
  • Mashda: 840 años
  • Arwium: 720 años
  • Etana de Kish: 1500 años
  • Balih: 400 años
  • En-me-nuna: 660 años
  • Melem-Kish: 900 años
  • Barsal-nuna: 1200 años
  • Zamug: 140 años
  • Tizqar: 305 años
  • Ilku: 900 años
  • Iltasadum: 1200 años
  • Mebaragesi (que conquistó Elam): 900 años
  • Agga: 625 años

Podemos encontrar una gran similitud entre la historia de Etana de Kish que fue “el pastor quien ascendió al cielo y consolidó todos los reinos extranjeros”, y Enoc (Janoj) de la Biblia, que “caminó con Dios, después que engendró a Matusalén… trescientos sesenta y cinco años… y desapareció, porque le llevó Dios”.

Por su parte, Mebagaresi de Kish es el gobernante más antiguo de la lista Real Sumeria cuya existencia ha sido confirmada independientemente en otras inscripciones.

Luego la lista continúa con unos cien reyes más cuyos años de vida van disminuyendo progresivamente, al igual que lo hacen los descendientes post diluvianos de la Torá.

Es necesario indicar que el prisma tiene cuatro caras, y en cada cara hay dos columnas en escritura cuneiforme, en total ocho, erróneamente algunas fuentes han reconstruido el prisma con ocho caras.