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Aterrizaje en el lado oculto de la Luna

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Aterrizaje en el lado oculto de la Luna

Chang’e 4

Chang’e 4 (chino simplificado: 嫦娥四号) es una misión de exploración lunar de nacionalidad china, lanzada el 7 de diciembre de 2018, que incorpora un orbitador, un módulo de aterrizador robótico y un rover (Yutu-2). Es el segundo módulo lunar y explorador lunar de China. Se construyó como copia de seguridad de la Chang’e 3, como Chang’e 2 fue igualmente para Chang’e 1. Tras el exitoso aterrizaje de la misión Chang’e 3, la configuración de Chang’e 4 va equipada para cumplir nuevos objetivos científicos. Al igual que sus predecesores, la nave espacial lleva el nombre de la diosa de la luna china.

Misión

La misión estaba programada para ser lanzada en el año 2015 formando parte de la segunda fase del Programa Chino de Exploración Lunar12​ pero por tener objetivos tan ajustados y el retraso en el diseño de la misión hubo que aplazarla, finalmente fue lanzada el 7 de diciembre de 2018 mediante un cohete Larga Marcha 3B.

El plan es hacer que Chang’e 4 aterrice en la cara oculta de la Luna,3​ la Administración Espacial Nacional China (CNSA) lanzó, el 21 de mayo de 2018, el satélite de retransmisión de comunicaciones Queqiao al punto L2 Queqiao (Puente de las Urracas), el nombre de un antiguo cuento popular chino, como una estación de retransmisión de comunicaciones para retransmitir las señales entre el módulo de aterrizaje/rover y la estación de la Tierra.4​ El módulo de aterrizaje y el róver aterrizarán a principios de 2019. Será el primer aterrizaje en el lado más alejado de la Luna, región de la Luna que aún está sin explorar conocida como Cuenca Aitken,5​ que es una gran cuenca ubicada en el hemisferio sur del extremo que se extiende desde el Polo Sur hasta el cráter Aitken.6La misión Chang’e 4 de China se ha convertido también en pionera en el primer mini experimento de biosfera en la Luna.

El Programa Chino de Exploración Lunar ha comenzado a recibir inversiones privadas tanto de empresas como de particulares por primera vez, medida destinada a acelerar la innovación aeroespacial, reducir costos de producción y promover relaciones entre militares y civiles.7​ Después de Chang’e 4, China seguirá con misiones lunares robóticas que se construirán con la intención de realizar misiones para enviar humanos en un plazo aproximado de 15 años.89

Lugar de aterrizaje

El lugar de aterrizaje propuesto es el cráter Von Kármán10​ (de 180 km de diámetro) en la Cuenca Aitken en el lado oculto de la Luna. Se cree que el cráter es consecuencia del impacto más antiguo en la Luna. En cuanto a su composición, contiene aproximadamente 10% de óxido de hierro (FeO) y 4-5 partes por millón de torio,10​ que puede ser utilizado en lugar del uranio como combustible nuclear en reactores de torio.

Carga útil

Mientras que el orbitador facilitará las retransmisiones de comunicación,11​ el módulo de aterrizaje y el rover llevarán experimentos científicos para estudiar la geofísica en la zona de aterrizaje, con una capacidad de análisis químico muy limitada.12910​ Además, Chang’e 4 también transportará material internacional originaria de Suecia, Alemania, los Países Bajos y Arabia Saudita.13

Rover

  • Cámara panorámica
  • Georradar
  • Espectrómetro infrarrojo
  • Active Source Hammer (ASH) para experimentos sísmicos de fuente activa
  • Energetic neutral atom: Analizador pequeño avanzado para neutrales (ASAN), proporcionado por el Instituto Sueco de Física Espacial (IRF). Revelará cómo el viento solar interactúa con la superficie lunar y quizás incluso el proceso detrás de la formación del agua lunar.14

Aterrizador

  • Analizador de Polvo Lunar (LDA)
  • Analizador de campo eléctrico (EFA)
  • Paquete de observación de campo magnético y plasma (PMFOP)
  • Sismómetro Lunar (LS), para estructura interna
  • Interferómetro de radio VLF (VRI), un radiotelescopio para observaciones astronómicas9
  • Neutron dosimeter: proyecto Lunar Lander Neutron Dosimetry (LND) desarrollado por la Universidad de Kiel en Alemania.14

Además, el módulo de aterrizaje lleva un contenedor con semillas y huevos de insectos para probar si las plantas y los insectos pueden eclosionar y crecer de manera conjunta.9​ El experimento incluye semillas de patata y Arabidopsis thaliana, así como huevos de gusanos de seda. Si los huevos eclosionan, las larvas producirían dióxido de carbono, mientras que las plantas germinadas liberarían oxígeno mediante la fotosíntesis. Se espera que, juntos, las plantas y los gusanos de seda puedan establecer una sinergia simple dentro del contenedor.9​ En el año 1982, la tripulación de la estación espacial soviética Saliut 7 consiguió hacer crecer un poco de Arabidopsis, convirtiéndose así en las primeras plantas en florecer y producir semillas en el espacio. Tuvieron una vida de 40 días.15

En esta fotografía facilitada por la Agencia de Noticias Xinhua, un cohete chino despega con la sonda lunar Chang’e 4 desde el Centro de Lanzamiento de Satélites Xichang en la provincia de Sichuan, suroeste de China. (AP)

El cohete Gran Marcha 3B que transporta la sonda lunar despegó a las 2:23 de la mañana del Centro de Lanzamiento de Satélites Xichang, en la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, dijo la agencia de noticias estatal Xinhua.

China lanza la sonda Chang’e 4 rumbo a la cara oculta de la Luna

China ha lanzado la primera sonda que aterrizará en la cara oculta de la Luna. El 7 de diciembre de 2018 a las 18:23 UTC despegó la Cháng’é 4 desde la rampa LC-2 del centro de Xichang a bordo de un cohete Larga Marcha CZ-3B/G3Z (o CZ-3B/GIII, una variante del CZ-3B con una tercera etapa criogénica modificada para misiones de espacio profundo que ya fue empleado en el lanzamiento de la Cháng’é 3 en diciembre de 2013). Si todo va bien, la misión Cháng’é 4 se convertirá en la segunda sonda china que aterriza en la superficie lunar después de la Chang’e 3. También es la octava nave lunar china tras las Cháng’é 1, Cháng’é 2, Cháng’é 3, Cháng’é 5-T1, Quèqiáo, Lonngjiang 1 y Longjiang 2. La órbita inicial de transferencia es de 200 x 420.000 kilómetros. Está previsto que la Cháng’é 4 entre en órbita lunar el 11 de diciembre.

La Cháng’é 4 (CE-4 o 嫦娥四号) y su rover aterrizarán en el cráter Von Kármán de la zona de la cuenca Aitken, situada a 45,5º de latitud sur y 178º de longitud este, en la cara oculta de nuestro satélite el próximo 3 de enero de 2019. Se trata de una nave de unas 3.780 kg con un diseño idéntico a la de la sonda Cháng’é 3 y lleva un pequeño rover de 140 kg idéntico al Yùtù de la Chang’e 3. La sonda Cháng’é 4 fue construida originalmente como reserva de la Cháng’é 3. En principio la sonda debía despegar en 2015, pero fue retrasada repetidas veces hasta el punto de que se rumoreó que había sido cancelada. El éxito de la Chang’e 3, que logró casi todos sus objetivos al primer intento, convirtió a la misión de la Cháng’é 4 en un tanto superflua. Además, China quería concentrarse en la Cháng’é 5, una misión de retorno de muestras mucho más ambiciosa que debía despegar en 2018. Finalmente, en 2015 China confirmó que lanzaría la Cháng’é 4 después de la Cháng’é 5 a la cara oculta de la Luna.

Pero los problemas de desarrollo del cohete lanzador de la Cháng’é 5, el Larga Marcha CZ-5, obligaron a posponer la misión Cháng’é 5 a 2019, por lo que al final la Cháng’é 4 despegaría antes. La Cháng’é 4 incorpora varios instrumentos, entre ellos el detector de neutrones alemán LND (Lunar Lander Neutrons and Dosimetry) construido por la agencia espacial alemana (DLR), un pequeño experimento de «astrobiología» y otro de radioastronomía. El experimento astrobiológico, de 3 kg, lleva gusanos de seda, además de semillas de patatas y arabidopsis, una planta muy común en los ensayos espaciales, incluido un experimento en la estación espacial china Tiangong 2. Las semillas deberán germinar dentro de un contenedor presurizado de 18 x 16 centímetros y 3 kilogramos. El experimento, desarrollado por 28 universidades chinas, incorpora su propias reservas de aire, agua y nutrientes, además de una cámara.

Sonda Chang’e 4 para estudiar la cara oculta de la Luna. La Chang’e 4 antes del lanzamiento (Xinhua). La Chang’e 4 en l aLuna (Xinhua). La Chang’e 4 durante las pruebas de la cámara de vacío (Xinhua).

El experimento de radioastronomía LFS (Low Frequency Spectrometer) usará cinco antenas desplegables para observar el cielo en las frecuencias de 0,1 a 40 megahertzios. Estas frecuencias tan bajas son la parte menos explorada del espectro electromagnético por culpa de las interferencias con las señales de radio artificiales, pero la Cháng’é 4 será capaz de estudiar la bóveda celeste usando toda la masa de la Luna como escudo. Las observaciones se llevarán a cabo conjuntamente con el satélite repetidor Quèqiáo, dotado de un instrumento similar. La sonda lleva también la cámara inferior LCAM (Landing Camera) para filmar el alunizaje y la cámara panorámica a color TCAM (Terrain Camera) similares a las de la Chang’e 3.

El rover de 140 kg (月球车) no ha recibido todavía ningún nombre oficial a pesar de que China organizó un concurso para bautizarlo. Es posible que en los próximos días sepamos cuál es el nombre del que debe convertirse en el cuarto rover automático que recorre la Luna y el primero que se moverá por la cara oculta. El rover lleva una cámara panorámica PCAM (Panoramic Camera), el radar LPR (Lunar Penetrating Radar) para estudiar el subsuelo, el espectrómetro infrarrojo VNIS (Near-Infrared Imaging Spectrometer) y el detector de átomos neutros ASAN (Advanced Small Analyser for Neutrals) fabricado en Suecia. El rover de la Cháng’é 4 no incorpora un espectrómetro de rayos X mediante partículas alfa (APXS) como el que llevaba el rover Yùtù de la Cháng’é 3.

Experimento de astrobiología a bordo de la Chang’e 4 (Xinhua). El rover de la Cháng’é 4 (Xinhua). El rover de la Chang’e 4 antes del lanzamiento (Xinhua).

Para garantizar las comunicaciones con la Cháng’é 4 con la Tierra, China lanzó el 20 de mayo el satélite repetidor Quèqiáo  (“鹊桥”号中继星), también conocido como  LRS ([Chang’e 4] Lunar Relay Satellite) o 嫦娥四号中继星 / Cháng’é 4 hào Zhōngjì Xīng). Quèqiáo tiene una masa de 425 kg y fue lanzado mediante un cohete Larga Marcha CZ-4B desde Xichang. Actualmente está situado en una órbita de halo —con un diámetro de 13.000 kilómetros) alrededor del punto de Lagrange L2 del sistema Tierra-Luna (EML-2), entre 64.500 y 80.000 kilómetros sobre la cara oculta de nuestro satélite. Quèqiáo usa la plataforma CAST-100 e incluye una antena desplegable de 4,2 metros de diámetro que transmitirá datos hacia y desde la Chang’e 4 en cuatro canales en banda X a 256 kbps y un canal en banda S a 2 MBps hacia la Tierra. Dispone de varios motores con un empuje total de 130 newton alimentados por un tanque con 100 kg de hidrazina. La precisión en el apuntado de la antena será de 0,06º y su vida útil se espera que estima en cinco años. Quèqiáo lleva además un retrorreflector láser de 17 cm de diámetro para medir su posición precisa con respecto a la Tierra. Por cierto, Quèqiáo significa en mandarín el «puente de urracas» y es un elemento de la leyenda china que ve en la Vía Láctea un puente formado por aves —urracas— que cada año une a los amantes representados por las estrellas Vega y Altair (se trata de leyenda una leyenda muy popular en Asia que sirve como excusa para celebrar varios festivales anuales, siendo el Tanabata japonés el más conocido).

El cohete lanzador de la Chnag’e 4. La cofia de la Chang’e 4 (Xinhua).

Satélite retransmisor Queqiao (chinaspaceflight.com). Queqiao antes del lanzamiento con la antena plegada (Xinhua). Situación esquemática del punto EML2 y la órbita de halo de Queqiao. La sonda lunar Chang’e 4 y el satélite retransmisor Queqiao que usará para las comunicaciones (chinaspaeceflight.com).

La Tierra y la cara oculta de la Luna vistos por el satélite Longjiang 2 (Xinhua).

La cara oculta de la Luna y la Tierra vistas por la Chang’e 5-T1 (Xinhua).

La Tierra vista desde la  Luna por la cámara saudí del Longjiang 2 (Xinhua).

Zona de aterrizaje de la Cháng’é 4. Arriba a la izquierda la cuenca Aitken. Abajo, el cráter Von Kármán donde alunizará la sonda (en uno de las regiones que aparecen en rectángulos) (Huang et al.). Reconstrucción del alunizaje de la Chang’ e 4 (Xinhua). La Chang’e 4 sobre la Luna (Xinhua). La Chang’e 3 en la Luna vista desde el rover Yutu (http://moon.bao.ac.cn).

Si todo sale bien, la Cháng’é 4 será un paso adelante fundamental en el ambicioso programa chino de exploración lunar (CLEP) que durante la próxima década debe lanzar una flota de sondas hacia nuestro satélite. En 2019 se lanzará la Cháng’é 5 para traer muestras de la zona de Mons Rümker, en el Oceanus Procellarum. Entre 2020 y 2024 deben despegar  hasta tres Cháng’é adicionales que se posarán en el polo sur de la Luna. Una de ellas, probablemente la Cháng’é 6, traerá muestras de esta zona.

Uno de los mayores desafíos es lograr comunicarse con el robot lunar. Como la cara oscura de la Luna está orientada en sentido opuesto a la Tierra, no hay una “línea de visión” directa para transmitir señales, salvo que se instale un relevo.

Así, China lanzó en mayo un satélite que bautizó Queqiao, posicionado en la órbita lunar para transmitir órdenes y datos intercambiados entre la Tierra y el módulo.

Imagen tomada por la sonda Chang’e 4 durante el proceso de alunizaje. (China National Space Administration/Xinhua News Agency via AP)

El satélite de retransmisión de datos LRS será parecido a las Chang’e 1 y 2 (CNSA).

Sonda de retorno de muestras lunares Chang’e 5.

Llegando a donde ningún occidental ha llegado jamás.

El 14 de diciembre de 2013 China se convirtió en la tercera nación del planeta Tierra que realizó un aterrizaje suave en la superficie lunar cuando la sonda Chang’e 3 (CE-3) se posó en el Mare Imbrium (44,12° norte, 19,51° oeste). Aunque el rover Yutu sucumbió a las pocas semanas del alunizaje, la sonda sigue activa, lo que constituye un logro de primera magnitud para el programa espacial chino. Tras la Chang’e 3 debía haber despegado la Chang’e 4 (CE-5), una sonda gemela de la anterior construida como reserva en caso de que el primer intento de alunizaje no hubiese salido según lo esperado. Originalmente planeada para 2015, la Chang’e 4 ha sido aplazada una y otra vez, hasta el punto de que ha estado a punto de ser cancelada. Sin embargo, las últimas noticias que nos llegan desde China indican que la misión sigue adelante con un objetivo más ambicioso: convertirse en el primer artefacto humano que aterriza en la cara oculta de la Luna.

Vista de la Chang’e-3 en la superficie lunar desde el rover Yutu (http://moon.bao.ac.cn).

Los motivos de la casi cancelación de la Chang’e 4 hay que buscarlos, por un lado, en el tremendo éxito de la Chang’e 3. La Chang’e 3 completó todos los objetivos de la misión al primer intento y, a pesar de que la corta vida útil de Yutu fue un poco decepcionante, ciertamente es casi imposible imaginar una misión similar que lo pueda hacerlo mejor. El segundo motivo tiene que ver con las próximas misiones lunares que China planea lanzar durante los próximos años.

 

 

La Chang’e 4 tendrá un diseño similar a la Chang’e 3 (Research in Astronomy and Astrophysics).

China sitúa la ‘Chang’e 4’ en la cara oculta de la Luna

El éxito de la misión supone un paso más en el ambicioso programa espacial del país asiático

Pekín 3 ENE 2019 – 09:33 CET

China ha logrado por primera vez en la historia alunizar una nave en la cara oculta de la Luna. La sonda Chang’e 4, que fue lanzada el 8 de diciembre, tocó el suelo del satélite este jueves a las 10.26 hora local, según informó la Administración Nacional del Espacio de China. El éxito del alunizaje, que no se anunció de forma oficial hasta aproximadamente dos horas después de haberse producido, supone un hito más para el ambicioso programa espacial del país asiático, aún lejos del de Estados Unidos en financiación pero convertido en una prioridad absoluta para las autoridades chinas.

MÁS INFORMACIÓN

La nave no tripulada ya había entrado en órbita lunar elíptica durante el pasado domingo, con el punto más cercano al astro a unos 15 kilómetros de su superficie y el más lejano a unos 100 kilómetros, según informó la Administración Nacional del Espacio de China. Desde entonces se buscó el momento idóneo para posar la sonda en la superficie lunar, porque la parte no visible del astro tiene periodos de día y noche que duran unos 14 días terrestres y se necesitaba la luz solar para que tanto el módulo de aterrizaje como el vehículo móvil de exploración funcionaran como estaba previsto.

Entretanto, los ingenieros verificaron el buen funcionamiento de la sonda y del satélite Queqiao, que sirve de enlace para comunicar este vehículo explorador con la Tierra. El hecho de que la comunicación con la sonda no pueda ser directa —la propia masa de la Luna lo impide— es uno de los principales obstáculos técnicos de la misión. Finalmente la sonda tocó superficie sin problemas en el cráter Von Kárman, de 186 kilómetros de diámetro, situado en la cuenca Aitken (en el Polo Sur), que a su vez es uno de los mayores cráteres de impacto conocidos en el sistema solar y uno de los más antiguos de la Luna. “Se ha abierto un nuevo capítulo en la exploración lunar por parte del hombre”, dijo la agencia espacial china en un comunicado.

El objetivo de la sonda Chang’e 4 es principalmente analizar la composición del terreno y el relieve de la zona, lo que podría dar pistas sobre los orígenes y evolución del satélite. Esa cara lunar, invisible desde la Tierra, es muy distinta de la que sí conocemos. Si la cara vista muestra “mares” llanos de basalto y relativamente pocos cráteres, el otro lado está lleno de éstos y su composición parece diferente. La misión china podría recabar datos sobre la evolución y la geología de esta área desconocida del satélite.

Recreación del vehículo lunar de la sonda ‘Chang’e-4’. Administración Nacional Espacial

La nave china ha completado así un nuevo hito de la exploración espacial.

La primera imagen tomada por la sonda Chang’e 4 en el momento del alunizaje en la cara oculta de la Luna. Administración Nacional del Espacio de China AP

La nave es hermana de la Chang’e 3, que en 2013 aterrizó en la cara visible de la Luna con el explorador lunar Yutu a bordo. La misión se consideró un éxito, aunque Yutu (que significa liebre de jade en mandarín) apenas logró recorrer 110 metros antes de que sus sistemas fallaran sin reparación posible.

En este caso, ha precisado el responsable del programa de exploración lunar chino, Wu Weiren, en una rueda de prensa en agosto, el vehículo espacial se ha diseñado con una “mayor adaptabilidad” a los terrenos abruptos. El artefacto, según Wu, es “el más ligero del mundo de su tipo”, con 140 kilos de peso. Aunque se había anunciado que su nombre se decidiría por votación popular en octubre, hasta el momento no se ha hecho público el apodo con el que se conocerá a este vehículo. Sí se ha dado a conocer que tiene seis ruedas y está dotado de una cámara panorámica, radar y un espectrómetro de imágenes infrarrojas, entre otros equipos.

La nave espacial, a su vez, cuenta también con cámaras para grabar el alunizaje y las imágenes del terreno, y un espectrómetro de baja frecuencia. La Administración del Espacio de China ya ha publicado las primeras fotografías enviadas por la sonda durante el alunizaje.

La misión, además de analizar los datos de la superficie lunar, también incluirá otros experimentos científicos. Chang’e 4 lleva a bordo huevos de gusano de seda, semillas de patata y de flores para observar la germinación, crecimiento y respiración en las condiciones de baja gravedad en la superficie lunar.

Módulo chino comienza a recorrer lado oscuro de la Luna y envía primeras imágenes

Yutu-2, el robot de la sonda espacial Chang’e 4, se desprendió con éxito de su nave nodriza.

“Conejo de Jade-2” (Yutu-2 en chino) se desprendió de la  sonda espacial china Ghang’e 4, que este jueves había sido la primera nave espacial en aterrizar en el denominado lado oscuro de la Luna.

El vehículo lunar comenzó su recorrido por la desconocida superficie lunar este viernes, según indicó la Administración Espacial Nacional de China (CNSA) la agencia del gigante asiático, que señaló que esta hazaña era  “un gran paso para el pueblo chino”.

El módulo de exploración Yutu-2 circuló por la  superficie lunar a las 14.22 hora GMT, unas 12 horas después del  alunizaje de la sonda Chang’e-4, indicó la agencia.

La CNSA divulgó una foto tomada  por la sonda en la que se ven dos rampas y el vehículo lunar partiendo, pero no  precisó cuán lejos llegó el mismo.

Fotografía tomada por el Chang’e-4 que muestra el rover Yutu-2 en la cara oculta de la luna el 3 de enero de 2019. Los científicos chinos se muestran optimistas tras el éxito del primer alunizaje de la historia en la cara oculta de la Luna. Foto: EFE

Esta es la segunda vez que China envía un módulo para explorar la  superficie lunar después del Yutu en 2013, que permaneció  activo durante 31 meses.

La separación del vehículo de la sonda fue sin contratiempos, dijo Wu  Weiren, miembro del equipo que desarrolló el proyecto.

“Aunque este fue un pequeño paso para el rover (vehículo todoterreno), creo  que es un gran paso para el pueblo chino”, dijo en una entrevista difundida por  el canal CCTV.

Ninguna sonda ni ningún módulo de exploración se había posado nunca antes  en la superficie de la cara oculta de la Luna. 

Uno de los mayores desafíos es lograr comunicarse con el robot lunar. Como  la cara oculta de la Luna está orientada en sentido opuesto a la Tierra, no hay  una “línea de visión” directa para transmitir señales, salvo que se instale un  repetidor.

La foto del módulo fue enviada a través del satélite Queqiao, que fue  lanzado a la órbita lunar en mayo para poder comunicar desde la Tierra con la  sonda y el módulo.

El Chang’e-4 llevará a cabo estudios sobre radiofrecuencias bajas, el  cultivo de tomates en otros planetas y los recursos minerales, entre otras  cosas.C

Maqueta que muestra a Chnag’e 4 (derecha) y el rover Yutu.

La Cháng’é 4 en la cara oculta. Destacan las antenas del experimento de radioastronomía de baja frecuencia (Xinhua).

La primera imagen panorámica de la cara oculta de la Luna

La sonda ‘Chang’e 4’ envía imágenes nunca vistas y fotografía al robot que circulará por la superficie del satélite para estudiar sus características

12 ENE 2019 – 08:28 CET

La sonda china Chang’e-4 sigue enviando imágenes desde la cara oculta de la Luna. Este viernes, la agencia espacial china, la CNSA, publicó una panorámica de 360 grados elaborada a partir de fotografías tomadas por una cámara del módulo de aterrizaje. La misma agencia publicó un intercambio de fotos entre el robot explorador y el módulo de aterrizaje, que se retrataron la una a la otra. Según contaba la agencia de noticias china Xinhua, esas imágenes aparecieron en una gran pantalla del Centro de Control Aeroespacial de Beijing, mostrando la bandera nacional de China en ambas ante el panorama desolado lleno de cráteres en el lado lejano de la Luna.

La sonda Chang’e 4 grabó en vídeo su llegada a la Luna CNSA | ATLAS

Pese a que todavía tiene que llevar a cabo observaciones de radioastronomía o experimentos biológicos, China ha anunciado hoy mismo que la misión Chang’e-4, con la que se realizó el primer alunizaje suave en la cara oculta de la Luna, ha sido un completo éxito.

La sonda Chang’e-4 llegó a nuestro satélite el pasado 3 de enero. Tocó tierra en el sur de la Luna, dentro del cráter Von Karman en la Cuenca de Aitken en el Polo Sur. El robot explorador Yutu-2 comenzó a recorrer la cara oculta de la Luna ese mismo día, aunque después se puso en modo de hibernación para soportar la radiación solar que golpea con fuerza la Luna durante sus días, que duran 13 días terrestres y medio. En esos momentos, la temperatura supera los 100 grados centígrados. El jueves reanudó su trabajo.

Imagen de 360 grados tomada por la sonda china Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna. CNSA

El principal objetivo de la sonda Chang’e 4 es analizar la composición del terreno y el relieve de la zona, lo que podría dar pistas sobre los orígenes y evolución del satélite. Esa cara lunar, invisible desde la Tierra, es muy distinta de la que conocemos. Si la cara vista muestra mares llanos de basalto y relativamente pocos cráteres, el otro lado está lleno de estos y su composición parece diferente. La misión china podría recabar datos sobre la evolución y la geología de esta área desconocida del satélite.

La misión, además de analizar los datos de la superficie lunar, también incluirá otros experimentos científicos. Chang’e 4 lleva a bordo huevos de gusano de seda, semillas de patata y de flores para observar la germinación, crecimiento y respiración en las condiciones de baja gravedad de la superficie lunar.

China consigue que brote la primera planta en La Luna

Una semilla de algodón brota en la Luna, a bordo de la sonda china Chang’e 4 / Foto: Efe

Una semilla de algodón, llevada a la Luna por la sonda china Chang’e 4, ha sido la primera en brotar en el satélite natural de la Tierra, según científicos de un miniexperimento de biosfera a bordo de la misión. Después de realizar el primer aterrizaje en la cara oculta del satélite, la misión Chang’e 4 de China se ha convertido también en pionera en el primer mini experimento de biosfera en la Luna.

La misión nació con el objetivo de realizar tareas de observación astronómica de radio de baja frecuencia, análisis de terreno y relieve, detección de composición mineral y estructura de la superficie lunar poco profunda, así como la medición de la radiación de neutrones y átomos naturales para estudiar el medio ambiente en esta zona del satélite. Para ello, transporta un pequeño vehículo que recorrerá el terreno para grabar, documentar y definir la geología extraterrestre. Pero de todas estas pruebas, quizá, la más intrigante es la biológica: a través de un artefacto mecanizado pretenden cultivar semillas vegetales que quedarán depositadas en un contenedor sellado, un experimento avalado por 28 universidades chinas y que podría abrir la veda al nacimiento de los primeros seres vivos en la Luna.

Las imágenes enviadas por la sonda, que se han difundido en cadenas chinas de televisión, mostraron que un brote de algodón había crecido bien, aunque no se encontraron otras plantas creciendo. Entre las semillas que transportaba la nave se encontraban algodón, colza, patata y arabidopsis, así como huevos de mosca de la fruta y algunas levaduras, para formar una minibiosfera simple, según un equipo liderado por científicos de la Universidad de Chongqing. Las plantas generarían oxígeno y alimento para que otros seres vivos “consuman”. La drosophila melanogasters, como consumidores, y la levadura, como descomponedores, generarían dióxido de carbono al consumir oxígeno para la fotosíntesis de las plantas. Además, la levadura puede descomponer los residuos de plantas y drosophila melanogasters y crecer, y también puede servir como alimento de drosophila melanogasters.

Con este círculo, se forma una mini biosfera compuesta por productores, consumidores y descomponedores. El desarrollo y la preparación del módulo biológico fueron realizados por el Equipo de Investigación de Biología Espacial en la Escuela de Ciencias de la Vida de la Universidad de Chongqing.

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