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Archivo diario: 10 enero, 2024

La carta de Colón

La carta de Colón

Mapa atribuido a Cristóbal Colón

La carta de Colón

Autor: Colón, Cristóbal, 1451-1506

Fecha: 1492

Descripción

Este mapa, en pergamino, anónimo y sin fecha, se conserva en la BnF (GE. AA 562), que lo adquirió en 1848. Mide 82 x 41 cm. No era un mapa desconocido, pero no había recibido atención hasta que Charles de La Roncière, en 1924, expuso la teoría de que había sido hecho por Colón (o bajo su dirección), que lo presentó a la corona española en las negociaciones de Santa Fe en 1491 y que lo llevó consigo en su primer viaje. Desde entonces se le llamado “Mapa Colombino”, pero sin creerlo, porque esta teoría ha sido rechazada.. La carta yuxtapone un mapamundi cosmográfico con un mapa portulano de navegación. En la parte izquierda del pergamino contiene una representación circular del mundo que tiene como centro a Jerusalén rodeada de círculos celestiales, lo que simboliza el concepto geocéntrico del universo; una nota en latín indica que, a pesar de ser dibujado sobre un plano, el mapamundi debe considerarse esférico. En la parte derecha contiene una representación portulana del Mediterráneo complementada con un trazo del Atlántico que se extiende desde Escandinavia hasta la desembocadura del río Congo. Igualmente indica con nomenclatura los últimos descubrimientos portugueses a lo largo de la costa africana, incluye al este el Mar Mediterráneo y el Mar Rojo, al oeste indica una serie de islas (algunas imaginarias) desde el Ártico hasta el golfo de Guinea. La bandera española sobre Granada sugiere que el mapa fue elaborado después de 1492, fecha en que la ciudad musulmana es conquistada por los Reyes Católicos.

Los mapas de Cristóbal Colón

Colón adquirió gran parte de su formación con la lectura de los clásicos, de manera que seguramente sabría desde entonces que Eratóstenes había defendido la posibilidad de alcanzar las Indias desde Hispania, navegando siempre hacia el Oeste y por el mismo paralelo.

Cristóbal Colón fue un prolífico y acreditado cartógrafo que ejerció como tal antes y después de iniciar su viaje al extremo oriente. Sin embargo se conservan pocos mapas que puedan serle atribuidos con muy poca incertidumbre. El primer ejemplo digno de mención es el croquis que se conserva en el archivo de los duques de Alba y que representa el litoral septentrional de La Española (Haití y República Dominicana). El dibujo, que debió realizarse entre 1492 y 1493, contiene topónimos tan esclarecedores como Nativida, el cual alude a la primera colonia fundada por Colón, y Civao, referido a la isla Cipango (Japón) citada por Marco Polo; últimamente se le atribuye también a su hermano Bartolomé. La importancia de este documento, descubierto en el año 1894, para la historia de la cartografía es capital al tratarse del primer mapa europeo del nuevo mundo; su formato es de 56 x 39 cm. El siguiente ejemplo es menos relevante por tratarse de los mapas imaginarios que ilustraron las sucesivas ediciones de la carta que dirigió a los reyes católicos el 15 de febrero de 1493, con el fin de representar las islas allí mencionadas. La carta, que conmocionó al viejo mundo, daba cuenta de sus descubrimientos y de la existencia de una serie de islas que bautizó con los nombres de San Salvador, Santa María de Concepción, Fernandina, Isabela y Juana; aunque no es seguro que los mapas fuesen dibujados por Colón si es probable que fuesen supervisados por él mismo.

Muchas menos dudas ofrecen otros mapas indudablemente atribuidos a nuestro protagonista, ya que figuraban en las márgenes de la carta que escribió al rey Fernando desde Jamaica el día 7 de julio de 1503, relatando su cuarto viaje; una copia de la misma fue llevada a Roma por Bartolomé Colón con la intención de que el papa intercediera ante el rey para que le encargase a su hermano la colonización y evangelización de aquellas costas tropicales. Todos ellos fueron copiados por el italiano Alessandro Zorzi, siendo estos ejemplares los únicos que se conservan en la Biblioteca Nacional de Florencia, en forma de tres láminas de 100 x 165 mm.

EL penúltimo testimonio cartográfico de Colón aparece en el mapamundi que realizó el almirante turco Piri Reis en el año 1513, un portulano del que solo se conserva un fragmento de 63 x 90 cm en el Museo Topkapi Saray de Estambul. En dicho fragmento figura un texto sumamente esclarecedor ya que el autor reconoce que esa parte del mapa (la zona caribeña) la copió de un mapa de Colón. La afirmación de Piri Reis está muy bien documentada puesto que fue su tío Kemal Reis el que se lo proporcionó, tras habérselo requisado a un esclavo español que había sido tripulante de un barco que capturó la flota turca, por él comandada, en el año 1501 y en las proximidades de Valencia; el mapa permaneció en el anonimato hasta que fue descubierto en dicho museo, durante el año 1929, por Gustav Adolf Diessmann.

EL último documento cartográfico atribuido a Cristóbal Colón es conocido en la bibliografía especializada como ‘El Mapa de Colón’, desde que en el año 1924 así lo hiciera el historiador francés Charles Marie de la Ronciére. Sin embargo, se trata en realidad de dos mapas perfectamente diferenciados, dibujados sobre un mismo pergamino, y separados por una nítida línea dorada. El mapa de la izquierda es una carta celeste en la que aparece representado el modelo geocéntrico de Tolomeo, es decir las nueve esferas clásicas sobre las que se situaban los planetas: la Luna, Mercurio, Venus, el Sol, Marte, Júpiter y Saturno; la octava esfera era la de las estrellas (también llamada de las fijas) y la nona la mansión de los bienaventurados, aunque el autor la dejase en blanco. Todas ellas rodeaban a la Tierra, representada mediante un planisferio del viejo mundo cuyo centro correspondía a Jerusalén; aunque el autor anotase en el dibujo que la representación plana debía ser considerada esférica. La influencia religiosa se hace aún más evidente cuando se observa la imagen del paraíso terrenal, rodeado entre montañas, en el borde más oriental de la Tierra.

EL segundo mapa es un portulano limitado por cuatro rosas de los vientos, de las que parten las correspondientes líneas de navegación, apareciendo representada la cuenca mediterránea y el litoral atlántico, desde Escandinavia hasta la desembocadura del río Congo. Una de sus características más destacables, en este contexto, es la localización de las ciudades importantes del interior; el hecho de que figuren Granada y Santafé con los pendones de Castilla y León permite pensar que es posterior al 2 de enero de 1492. Dado que no aparecen representados los descubrimientos posteriores a esa fecha, no sería extraño que el dibujo se realizase dentro de los primeros meses de ese mismo año, después de la toma de Granada y antes de que diese comienzo la primera travesía de Colón. Asimismo debe reseñarse que en uno y otro mapa aparecen textos que guardan estrecha relación con las apostillas que aparecen en los libros usados por Cristóbal Colón, en una de las cuales se remite al lector a cuatro mapas que contenían esferas, una costumbre poco habitual en aquella época. Hay pues sobradas razones para suponer que él fue el cartógrafo responsable, aunque todavía falte la prueba definitiva que confirme tal suposición.

Croquis de la isla Española (Haití y República Dominicana) y una imagen de satélite de la misma zona

Mapa realizado por los hermanos Colón luego del último viaje de Cristóbal y antes de morir (1506). Centroamérica aparece al sur de China y al este de Indochina, de la cual la separaría solo un mar, el Magnus Sinus (Océano Pacífico). Las relatos indígenas sobre reinos muy ricos, lo llevarían a pensar en China, al norte, -aunque en realidad se tratara de México-, y Catticara, al sur de Indochina, mencionada en los mapas antiguos,- tal vez Perú o Colombia-. Costa Rica aparece con el nombre de Cariai. Aurea Chersonesus son las Molucas o Especiería, Malasia e Indonesia.

 

 

Mapa atribuido a Bartolomé Colón, hermano de Cristóbal y miembro del cuarto viaje del Almirante. Se observan los accidentes costeros descubiertos en Centroamérica, junto a nombres continentales de Asia. Colón nunca se percató de que la costa Caribe del Istmo era la tierra firme de un “nuevo” continente.

 

Mapa en la BnF (GE. AA 562). Ilustraciones en Hispania