Este Mundo, a veces insólito

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Oopart

Estatua de Traveston

Más restos “egipcios” que se han encontrado en Australia: en Traveston, un obrero llamado Doug George encontró una roca en forma de estatuilla mientras trabajaba cerca del puente, dicha estatua también tiene forma del dios Thot.traveston

Estegosaurio de Angkor Wat

Angkor Wat es un templo de Angkor en Camboya. Uno de los más grandes de la Tierra, construido para el rey Suryavarman II en el siglo 12. Se ha convertido en un símbolo de Camboya, que figura en su bandera nacional, y es la principal atracción del país para los visitantes.ankor1

Junto a la entrada principal del templo de Ta Prohmhay hay una columna en los que se puede apreciar la forma de un dinosaurio, más precisamente un estegosaurio.

Naturalmente éste diseño carece completamankor2ente de sentido en aquella época ya que es imposible imaginar que durante el siglo XII los dinosaurios existieron en las selvas de Camboya. Incluso pensar que la civilización de jemer poseía algún tipo de conocimiento sobre los dinosaurios, y en particular sobre éste tipo de saurio que pobló los continentes de América del Norte y Europa durante el Jurásico, parece realmente imposible de creer.

Lo curioso de ésta figura es que en la misma columna, se encuentran inmortalizados los distintos animales de la fauna de Camboya y fácilmente identificables a los ojos del observador.

Entre las teorías que intentan explicar racionalmente éste suceso, existen dos posturas contundentes. La primera de ellas indica que en realidad se trata de un reptil, en particular un cocodrilo. La otra y posiblemente la más acertada, es que sería un hipopótamo con su lomo cubierto de hojas.

Las figuras de Acámbaro.

Cerca de Guanajuato, México, con supuestas pinturas de dinosaurios. En 1923, Waldemar Julsrud, comerciante de origen alemán, y el padre Fray José María Martínez descubrieron el emplazamiento arqueológico de Chupicuaro, de la época preclásica, que contenía vasos, tazones y figurinas de la cultura india más antigua conocida, llamada con el nombre del sitio, de una antigüedad de hasta 1.000 años antes de J.C. (anterior a los indios Tarascos, la cultura india más antigua conocida en aquella época).

Este descubrimiento “clásico” no suscitó ninguna polémica en cuanto a su paternidad disputada por un coleccionista rival.acambaro1

Unos años más tarde, en julio de 1944, Waldemar Julsrud, de 69 años de edad hizo un descubrimiento en Acámbaro, pequeña ciudad mejicana situada a menos de 300 kms al noroeste de Méjico, en la provincia de Guanajuato.

Mientras se paseaba a caballo a lo largo de una zanja cerca de la colina del toro, con uno de sus empleados, un granjero llamado Odilon Tinajero, su atención fue atraída por un trozo de cerámica que salía del suelo. Era una figurita de terracota de un estilo que desconocía.

Mandó a su empleado cavar y llevarle todas las piezas similares que podría encontrar. Unos días más tarde, Tinajero se presentó con una carretilla llena de estos artefactos. Julsrud se quedó estupefacto por el estilo y la diversidad de las figuritas. Hizo un trato con su empleado: él le pagaría 1 peso por cada figurita entera; y nada por las estropeadas que, sin embargo tendría que entregarle ( y que conservó ).

Su objetivo era evitar que su granjero las fabricara (de todos modos no hubiera tenido suficiente tiempo ni maña y el precio pagado era demasiado bajo) e incitarle a excacambaro3avar con mucha precaución.

Las figuritas fueron descubiertas por grupos de entre 20 y 40 en el interior de pozos a una profundidad variable de 1,20  metros hasta 1,80.

No eran pozos funerarios, puesto que sólo se encontraron 6 calaveras durante las excavaciones. Según la hipótesis de Julsrud, parece que habían sido sepultadas deprisa para evitar su saqueo por los primeros colonos españoles.

Más de 33.500 objetos de ceracambaro2ámica (en su mayoría), piedra, jade y obsidiana fueron encontrados. Todos son únicos, ninguno ha sido duplicado. Su tamaño varía desde unos centímetros hasta menos de un metro. Varios tipos de arcillas fueron utilizados (su examen daría una indicación valiosa de su procedencia), y todos fueron fabricados por el método del “fuego abierto” (entonces la fabricación de objetos falsificados no habría sido inadvertida por el humo y las grandes cantidades de leña – rara y cara en esta región – necesarias).

A pesar de su gran diversidad, se pueden clasificar, según su estilo, por centenares incluso por millares, como procedentes de culturas diferentes.

Las figuras de Acámbaro son una colección de más de 32.000 piezas descubiertas en el municipio de Acámbaro, México por Waldemar Julsrud, que representan figuras que algunos afirma que son dinosaurios, animales extintos y culturas del viejo continente. En 1969, las figuras fueron fechadas en el Museum’s Applied Science Center for Archaeology (MASCA) utilizando una técnica que apenas estaba en desarrollo, la termoluminiscencia. Los resultados preliminares dieron 2,500 A.C. Sin embargo, en 1972 se repito el fechado y se concluyo que las piezas eran falsificaciones recientes. Según el laboratorio, el fechado de 1969 fue debido a un fenómeno de quimioluminiscencia, debido a su fabricación tan reciente, y que en 1969 no se sabía que podía ocurrir.

Evidencias de fraudeacambaro4

Las circunstancias de la excavación de las figuras son motivo de sospecha. Julsrud afirma que pagó a los campesinos por cada figura que les entregaron, por lo que es plausible que éstos fabricaran las estatuillas y las hiciesen pasar por auténticas reliquias.

En 1952, el arqueólogo Charles DiPeso, afiliado a la “Amerind Foundation” de Arizona, visito la zona, estudio la colección y observo a los excavadores durante su trabajo.

Según DiPeso, la superficie de las figuras evidenciaban que eran de fabricación reciente. No mostraban las características habituales de elementos que han permanecido enterrados durante miles de años. Si hubiesen sido auténticas reliquias estarían arañadas y rotas como el resto de artefactos encontrados en esa área de México. La estratigrafía de las piezas indicaba que habían sido enterradas con tierra de distintas etapas arqueológicas.

DiPeso además informo que conoció a una familia local que le índico que habían estado fabricando y vendiendo las piezas a Julsrud a peso cada una desde 1944, inspirándose en las películas que veían en el cine local.

Artefactos fuera de lugar

Estas figuras se han vuelto un caso emblemático de los llamados “artefactos fuera de lugar”. Por un lado, grupos creacionistas las han usado para afirmar que seres humanos convivieron con dinosaurios y por lo tanto la tierra tiene menos de 6.000 años. Otros autores como Charles Hapgood y Cremo las han usado para afirmar la existencia de civilizaciones con decenas de miles de años de antigüedad. En ambos casos se afirma que la ciencia oficial esta ocultando las pruebas.

En contraste, la arqueología moderna las considera un fraude.

Figuras de arcilla en Idaho

Figuras de arcilla. Idaho, Estados Unidos. En 1889, una pequeña estatuilla de barro que representaba a un ser humano fue hallada en Nampa, Idaho. La figura fue encontrada en un pozo minero a 100 metros de profundidad en una capa arcillosa sedimentada hace varios millones de años. La estatuilla estaba hecha del mismo material que las bolas de arcilla mencionadas anteriormente. Medía algo menos de cuatro centímetros de altura y representa a una figura femenina tan perfecta como las mejores esculturas de la Grecia clásica. Encontrada en capas del Plioceno y Pleistoceno (Entre 7 millones y 400.000 años).

Figuras de aleación cobre

El 1870, un caluroso mes de Agosto, en Lawn Ridge, en Peoria, estado de Illinois, J.W. Moffit encontró algo increíble. Era una pieza extraña que estudio el profesor A. Winchell. Era de una aleación de cobre desconocida en la época. Estaba corroída, era redonda con aristas y uniforme en su espesor… El dibujo parecía una cara femenina coronada… Y parecía que ciertos detalles había sido grabados al ácido… En la otra cara representaba a un animal con orejas largas y puntiagudas, estaba acompañado por un caballo y una leyenda en una escritura desconocida… Estaba a 30 metros de profundidad y su edad se estimó entre los 100000 y los 150000 años.

La Fuente Magna

La Fuente Magna, encontrada en Bolivia. Denominada como la “piedra roseta de las Américas”, esta fuente encontrada muy cerca de las orillas del lago Titicaca y considerada inicialmente como una burda falsificación, ha atraído cada vez más la atención de distintos investigadores que en gran número, han defendido su autenticidad. La clave para la polémica estriba princimagna1palmente en la presencia de escritos en dos lenguas que absolutamente nada tienen que ver con el punto geográfico de su localización, como son la escritura cuneiforme sumeria y la semítica. Del mismo modo tanto los grabados como el estilo que acompañan a los textos están en perfecta consonancia con las tradiciones mesopotámicas. Solo falta determinar qué hacían los sumerios en América hace más de 5.000 años.

Fuente Magna, conomagna2cido también como Vaso Fuente. Fue descubierto en Bolivia por un campesino en un terreno privado que se dice que perteneció a la familia Manjon, situado en Chúa, a unos 80 kilómetros de La Paz, en las cercanías del lago Titicaca. Se afirma que algunas partes del vaso estarían escritas en caracteres cuneiformes sumerios, protosumerios y semitas mesopotámicos. Es una pieza grande, semejante a un vaso para libaciones, utilizado probablemente durante ceremonias religiosas. Fue encontrado en 1950 por un agricultor cerca de la localidad de Chua, cerca al lago Titicaca. Actualmente se encuentra en un pequeño museo de la calle Jaén, La Paz, en Bolivia: Museo de metales preciosos “Museo de Oro”.magna3

En la parte externa, el vaso contiene algunos bajorrelieves zoomorfos (de origen tihuanacoide), mientras que en el interior, además de una figura zoomorfa o antropomorfa (según la interpretación), hay incisos dos tipos de escritura diferentes, un alfabeto antiguo, proto-sumerio, y el quellca, idioma de la antigua Pukara, civilización precursora de Tiwanaku.En 1960, el arqueólogo boliviano Max Portugal Zamora efectuó algunos pequeños trabajos de restauración en el vaso de piedra e intentó descifrar sin éxito la misteriosa escritura que está tallada en la parte interior.magna4

Entre varios estudiosos debemos destacar la apertura y amplitud del investigador norteamericano Clyde Ahmed Winters PhD. quien tiene amplia experiencia en escrituras y lenguas antiguas, que a centrado sus estudios en encontrar relación de pueblos africanos en la América precolombina.

Fue uno de los pocos estudiosos que se animaron a descifrar esos signos. El Dr. Winters nos hizo llegar la suya que dice: “Acérquense en el futuro a una persona dotada de gran protección en el nombre de la gran Nía. Este oráculo sirve a las personas que quieren alcanzar la pureza y reforzar su carácter. La Divina Nía difundirá pureza, serenidad, carácter. Usa este talismán (la Fuente Magna), para hacer germinar en ti sabiduría y serenidad. Utilizando el santuario adecuado, el santo ungüento, el sabio jura emprender el justo camino para alcanzar la pureza y el carácter. Oh sacerdote, encuentra la luz única para todos los que desean una vida noble.”magna5magna6

Según los textos antiguos, Ni-ash (Nammu o Nía) era la diosa que dio a luz al Cielo y a la Tierra, en los tiempos de los sumerios. El bajorrelieve que hay en la parte interior del vaso, que puede evocar una rana (símbolo de fertilidad), según algunos investigadores es justamente la representación de Nía, la diosa de los Sumerios.

En opinión de Winters, esos signos hasta podrían considerarse “presumerios” es decir, más antiguos que la lengua mas antigua del mundo.

El Hierro de Wolfsegg o Cubo Salzburgo

El Hierro de Wolfsegg (o Cubo Salzburgo) es un pequeño trozo de hierro encontrado dentro de un bloque de carbón en el pueblo de Wolfsegg Austria. Fue supuestamente hallado por un minero de nombre Reidl, mientras se desempeñaba en una fundición de en Schondorf, Austria. La rotura de un trozo de lignito, proveniente de un yacimiento de Wolfsegg de 60 millones de años de antigüedad, dejó al descubierto un cuerpo de naturaleza férrea con características poco convencionales.hierro

Este objeto es interesante porque su origen es un misterio. A veces se ha aducido como prueba de que allí existieron, en épocas prehistóricas, civilizaciones que sobrepasaron al género humano moderno en el desarrollo tecnológico. En el año 1885 el Doctor Gurlt descubrió un cubo. El hijo del propietario de la fundición lo donó al Museo ‘Heimathaus’ en Vöcklabruck, pero en 1910 el objeto desapareció misteriosamente. Años más tarde reapareció y desde 1950 hasta 1958 se expuso en el museo nacional de Oberosterreichisehes de Linz (Austria) donde se conserva también el molde; pero según Peter Kolosimo, el original salió de Austria, y hoy se puede ver en el Museo Salisbury, en el Reino Unido.

Un informe que apareció en el diario científico Nature (volumen 35, 11, noviembre de 1886, pag 36) describe el objeto como “casi un cubo”, “con una incisión profunda”.

El hierro mide 67 mm de alto, 67 mm ancho, y 47 mm en la parte más gruesa. Pesa 785 g, y su peso específico es 7,75.

Es posible que el objeto sea un meteorito de hierro, considerando su composición y la superficie característicamente picada. No está claro, de todos modos, cómo un meteorito obtendría esta forma peculiar.

El Hierro de Wolfsegg fue examinado en 1966 en el Museo de Historia Natural de Viena. La opinión final del Doctor Kurat del Museo y el comité del Geologisches Bundesanstalt en Viena es que el objeto es simplemente hierro fundido artificial. Una de las hipótesis más aceptadas a partir de 1966, propuso al Hierro de Wolfsegg como parte de una antigua herramienta minera. Podría ser que tales objetos de hierro fueran usados como lastre en maquinaria primitiva de explotación minera. Sin embargo, allí no aparece ninguna prueba de que tales bloques de hierro fueran fabricados para la minería. Ante los argumentos críticos, señalando que las melladuras podrían ser las características de un meteorito corriente, en 1966-67 fue analizado por el Museo Naturhistorisches, en Viena, usando una técnica de microanálisis por rayos catódicos; pero en la muestra de hierro no se halló ningún rastro del níquel, cromo o cobalto, propios de meteoritos, descartando este origen.

Por otra parte, la carencia de azufre mostró que tampoco era pirita, u “oro de los tontos”, llamado así por su parecido a este metal, pero conteniendo un 45.4% de hierro.  La opinión final del Doctor Kurat del Museo y el comité del Geologisches Bundesanstalt en Viena fue que el objeto era simplemente hierro fundido artificial. Una de las hipótesis más aceptadas a partir de 1966, propuso al Hierro de Wolfsegg como parte de una antigua herramienta minera.

Una posterior investigación, hecha por Hubert Mattlianer en 1973, concluyó que la pieza era resultado de una fundición obtenida mediante la técnica llamada ‘cera perdida’. Un moldeo muy conocido por arqueólogos, pues se trata de un procedimiento escultórico muy antiguo, con el que se lograban figuras metálicas, mediante un molde realizado en cera de abeja. Este molde se cubría de un barro especial, se metía en un horno, y la cera derretida salía por unos orificios preparados en el barro, mientras este se endurecía. Entonces se le inyectaba el metal fundido, que adoptaba la forma del recipiente final.

Con esta técnica se obtuvo ‘el ‘centauro de los Rollos‘, originaria de hallazgos del siglo VI a. C, en el Peloponeso, e importada a España por el Museo Arqueológico Nacional.

Hilo de oro en Escocia

En 1844, en Escocia, junto a los ríos Rutherford y Tweed, se halló a 2´5 metros de profundidad un hilo de oro incrustado en una roca. Se expuso en el periódico local, el “Kelso Chronicle” y se dató en 200000 años de antigüedad.

El Hombre de hierro (Eiserne Mann),

El Hombre de hierro (Eiserne Mann), datado en el siglo XIII. El pilar metálico es una rareza única en el centro de Europa. Esta estela, antiguo pilar de hierro, se encuentra parcialmente enterrada en el bosque nacional alemán de Naturpark Kottenforst. El pilar, con aspecto de lingote áspero, poroso e irregular, mide cerca de un metro y 20 centímetros en su parte visible. Las medidas del ancho de sus caras varían entre los 21 y los 10 centímetros, promediando los 15 centímetros, y en la actualidad se conoce que lhombre1a estructura bajo tierra concluye en un pilar transversal de 1 metro de extensión, otorgándole al monumento una forma de ancla o “T”. El largo total del lingote principal fue determinado en 2,18 metros de longithombre2ud. A pesar de la humedad del ambiente y de la exposición constante a los elementos de la naturaleza, el pilar no muestra rastros de gran corrosión, óxido ni crecimiento de moho; sólo el ennegrecimiento de herrumbre, por el paso del tiempo, lo que plantea un severo desafío a lo que se conoce hasta ahora en la historia oficial sobre los talentos de la metalurgia y particularmente del hierro. El análisis de la composición material demostró que contiene algunas proporciones de carbón, manganeso, fósforo, silicio y sulfuro.

El hombre de hierro o “Eiserne Mann” fue citado por primera vez en un documento que data de 1625 como punto divisorio entre Alfter y Heimerzheim, para demarcar la zona boscosa de los territorios aldeanos. Aunque su edad real es desconocida, presume ser producto de una fundición que operaba en lugar durante la edad media. Sin emhombre3bargo, crónicas del siglo XVII también aducen su origen a una expedición romana allegada a la zona mucho tiempo antes. En definitiva, la edad real del pilar nunca se determinó con certeza.

Si bien la función principal del artefacto se desconoce, diferentes documentos citan al Hombre de Hierro como parte de un sistema de acueductos de la edad media encontrado en las cercanías. Según documentos antiguos, la T metálica habría sido removida de su locación original en al menos dos oportunidades.

El misterioso pilar fue bautizado como “Eiserne Mann” a inicios del siglo XVIII, y un documento de 1727 relata el cambio de posición del pilar hasta su lugar actual, con el propósito de limitar la ruta de caza de Augustsburg, en Brühl, y el terreno del Palacio de Herzogsfreude, en Röttgen.

Aunque los relatos locales le atribuyen desde poderes mágicos hasta un origen extraterreno, el Eiserne Mann prácticamente escapa a la categoría de oopart, ya que tanto las crónicas como los análisis científicos no le atribuyen una historia más antigua que la edad media.

Huella de Parkersburg

Una gran piedra con la impresión perfecta de un pie humano de 36.5 centímetros de largo fue mostrada a los miembros de la Academia de Ciencias de Ohio en 1896. Había sido encontrada unos veinte años antes en una colina situada seis kilómetros al norte de Parkersburg, en Virginia Occidental.(The American Anthropologist, febrero de 1896, pág. 66)