Maximino el Tracio
Gaius Julius Verus Maximinus llamado Maximino el Tracio, Emperador Romano. Nació aproximadamente en el año 173, como hijo de un campesino godo y su esposa de origen alano, en Moesia o Tracia, de ahí el sobrenombre de tracio. Algunas investigaciones apuntan a un nacimiento más tardío: hacia el año 183 o incluso después. Su nombre recuerda al de Gaius Julius Maximinus, gobernador de la provincia de Dacia en 208 y bajo cuyo mandato pudo haber conseguido la ciudadanía romana.
Maximino es descrito por fuentes antiguas (ninguna de las cuales, excepto la Historia Romana de Herodiano, fue contemporánea de Maximino) como el primer emperador de origen bárbaro y el primero que nunca puso el pie en la ciudad de Roma. Fue el primero de los emperadores-soldado del siglo tercero. Su reinado se considera con frecuencia como el principio de la crisis del siglo tercero.
De acuerdo con las fuentes de la época, Maximino padecía gigantismo y alcanzaba los 2,59 metros de altura, lo que le convierte en el emperador romano más alto de la historia.
Maximino revisa la política complaciente de Alejandro Severo hacia los cristianos y los declara de nuevo enemigos del pueblo. Les perseguía y los obispos de Roma Pontiano además de su sucesor Antero mueren probablemente como mártires durante su mandato.
Dice Herodiano que tenía el carácter de una bestia salvaje y que era un hombre cruel y sin escrúpulos. Supuestamente, las madres rezaban en los templos con sus niños para que Maximino, que pasó su reinado guerreando en tierras bárbaras, nunca pisara la ciudad eterna.
Máximo, como se le conocería al gigante, había hecho grandes avances dentro del ejército romano. El emperador lo había hecho parte de su guardia personal al perseguirlo a pie mientras Severo galopaba en su caballo, y derribar a seis legionarios al terminar la carrera. Le regaló un collar de oro y lo requirió para que cuidara personalmente de él.
Como era un soldado fuerte y valiente, además de tener gran capacidad de liderazgo, rápidamente se hizo comandante y gobernador de provincias. Cuando Marco Aurelio Severo Alejandro, hijo de Septimio, se hizo emperador, lo nombró tribuno con cargo de senador y comandante supremo de las legiones romanas, dándole la función de adiestrar a los soldados. Herodiano, diría que el nuevo comandante era grande en estatura y de aspecto terrorífico. El historiador Julio Capitolino, que el comandante usaba como anillo el brazalete de su esposa Cecilia Paulina, y que su calzado era 30, 5 centímetros más largo que de los hombres corrientes. Podía arrancar el diente a un caballo de un puñetazo. Solía comer 20 kilo de carne y beber 27 litros de vino al día.
En 238 mientras Máximo estaba en una campaña en Sirmio con el ejército, algunos terratenientes de la provincia africana, cansados de los impuestos elevados se rebelaron. Usando la revuelta como excusa, el senado destituyó al emperador y puso en su lugar a Gordiano. Cuando Máximo se enteró, se enfureció y azotó paredes y sirviente, y bebió tanto que quedó dormido. Al despertarse reunió sus tropas y partió hacía Roma, pero llegando a Aquilea sus tropas ya estaban divididas. Un cuerpo de la guardia pretoriana decidió asesinarlo.
Cuando los asesinos entraron en la tienda, Máximo los estaba esperando. Se había enterado de los planes y había mandado lejos a su hijo para protegerlo. Con la espada en la mano y de pie frente a sus asesinos, ninguno osó dar el primer paso, conscientes de su gran fuerza. De un momento a otro, uno de los conspiradores entró a la tienda con el cuerpo del hijo de Máximo atravesado por una lanza. Ante terrible visión, el gigante soltó la espada y cayó de rodillas llorando. Ahí se le abalanzaron y le dieron muerte.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.