Primeros seres vivos orbitan la Luna
Zond 5
La Zond 5 fue la quinta misión del programa espacial Zond de la Unión Soviética y es considerada la precursora de los vuelos lunares tripulados, principalmente porque fue la primera sonda en dar una vuelta en torno a la Luna y regresar a la Tierra. Se trataba de una nave tipo Soyuz 7K-L1.
La sonda de la misión fue lanzada desde una plataforma para hacer investigaciones científicas durante un vuelo lunar y regresar. El lanzamiento tuvo lugar el 14 de septiembre de 1968 desde el Cosmódromo de Baikonur.
El 18 de septiembre, la nave espacial dio una vuelta alrededor de la Luna. La mayor aproximación a la superficie selenita fue de 1.950 kilómetros.
A lo largo del vuelo fueron obtenidas fotografías de alta calidad de la Tierra a una distancia de 90.000 kilómetros. Fueron incluidas en la nave varias tortugas, moscas del vino, lombrices, plantas, semillas y bacterias. El 21 de septiembre de 1968, la cápsula de reentrada ingresó en la atmósfera terrestre, abriendo unos paracaídas a 7 kilómetros de altura. La cápsula cayó en el Océano Índico y fue recuperada en el mismo día.
Primera nave en rodear la Luna, con animales, regresar a la Tierra y recogerlos vivos. La nave espacial fue un precursor de la nave espacial tripulada.
Nombres: Zond 5; Soyuz 7K-L1 s / n 9
Tipo de misión: Sobrevuelo lunar; Prueba de nave espacial
Operador: OKB-1
SATCAT no.: 03394
Duración de la misión: 6.7 días
Propiedades de naves espaciales
Fabricante: OKB-1
Lanzamiento de masa: 5,375 kilogramos (11,850 lb)
Inicio de la misión
Fecha de lanzamiento: 14 de septiembre de 1968, 21:42 UTC
Sitio de lanzamiento: Baikonur 81/23
Fin de la misión
Recuperado por: Naves soviéticas Borovichy y Vasiliy Golovin
Fecha de aterrizaje: 21 de septiembre de 1968
Lugar de aterrizaje 32 ° 38’S 65 ° 33 ‘E; océano Indio
Parámetros orbitales
Sistema de referencia: Geocéntrico
Régimen: Tierra baja
Semieje mayor: 6,613 kilómetros (4,109 mi)
Excentricidad: 0.00604
Perigeo: 202 kilómetros (126 mi)
Apogeo: 282 kilómetros (175 mi)
Inclinación: 51.83 °
Período: 89.29 minutos
Época: 13 de septiembre de 1968
Sobrevuelo de la Luna
Enfoque más cercano: 18 de septiembre de 1968
Distancia: 1,950 km (1,210 mi)
El vuelo de la Luna
Después del éxito parcial de Zond 4 en marzo de 1968, se lanzó un seguimiento el 22 de abril. Sin embargo, el lanzamiento falló cuando el LES envió un comando de aborto erróneo a T + 260 segundos y cerró la segunda etapa del amplificador Proton. El cohete de escape disparó y sacó el módulo de descenso a un lugar seguro. En julio, se estaba preparando otro 7K-L1 para el lanzamiento cuando la etapa del Bloque D explotó en la plataforma, matando a tres personas, pero dejando el refuerzo Proton y la nave espacial con un daño menor.
Zond 5 se lanzó el 14 de septiembre y se convirtió en la primera nave espacial en rodear la Luna y volver a aterrizar en la Tierra. El 18 de septiembre, la nave espacial voló alrededor de la Luna. La distancia más cercana fue de 1.950 km. Se tomaron fotografías de alta calidad de la Tierra a una distancia de 90,000 km. En el vuelo se incluyó una carga biológica de dos tortugas rusas, moscas del vino, gusanos de la harina, plantas, semillas, bacterias y otros seres vivos.[1]
El 21 de septiembre, la cápsula de reingreso ingresó a la atmósfera de la Tierra, pero no pudo realizar un reingreso por omisión debido a un fallo del sistema de guía.[2] [3] Se suponía que aterrizaría en Kazajstán, pero en su lugar Zond 5 se derramó en el Océano Índico y fue recuperado con éxito por los barcos de recuperación de la URSS, Borovichy y Vasiliy Golovin.[4] [5] [6]
Aunque la reentrada balística hubiera sido mala para los ocupantes humanos, no pareció afectar a los especímenes biológicos, todos los cuales estaban vivos y bien cuando el módulo de descenso finalmente se abrió cuatro días después del aterrizaje. Se anunció que las tortugas habían perdido alrededor del 10 por ciento de su peso corporal, pero se mantuvieron activas y no mostraron pérdida de apetito. Esta nave espacial fue planeada como un precursor de una nave espacial lunar tripulada.
El USS McMorris estaba siguiendo a las naves de recuperación soviéticas, recogiendo información de inteligencia.[7] Las fotografías tomadas por McMorris del módulo de descenso flotando en el océano despertaron preocupación en la NASA de que los soviéticos estaban planeando un vuelo circumlunar tripulado pronto, especialmente dado que Estados Unidos había estado rastreando Zond 5 durante todo su vuelo, y era un catalizador por la decisión de lanzar el Apolo 8 a la Luna en diciembre en lugar de su misión originalmente planeada de probar el módulo lunar en la órbita alta de la Tierra.
La cápsula de retorno Zond 5 está en exhibición en el museo RKK Energiya , en Rusia. [8]
La rara historia de las tortugas que llegaron a la luna y volvieron para contarlo
Tras los aplausos, silbidos y el tintineo de botellas de vodka con el que había arrancado la noche, el silencio se extiende ahora por el centro de control de Eupatoria como una fría ventisca. Los ingenieros soviéticos, de pie, dispersos frente a los monitores, casi pueden sentir su tacto gélido y húmedo en la piel. Todas las miradas se centran en la misma persona: Vasili Mishin, el diseñador jefe llegado de Baikonur para supervisar el lanzamiento de la nave Soyud de la misión Zond 5.
Sentado frente a las computadoras, Mishin no aparta sus penetrantes ojos de las luces intermitentes del panel. La Soyud que poco antes había despegado de forma exitosa rumbo a la Luna (con un cohete Protón) desde el Cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, está teniendo problemas. Y serios. A cada carraspeo de Mishin el silencio en la sala de Eupatoria se hace más y más denso.
Aunque, al igual que el resto de sus camaradas, Mishin había celebrado el despegue de la nave Soyud por todo lo alto, ahora bajo sus espesas y enmarañadas cejas sus pupilas brillan con una expresión concentrada. La historia le recuerda como “el perdedor en la carrera a la Luna“, pera esa noche da en el clavo. Ante la mirada expectante de sus colegas (y la tutela lejana pero apelmazante de los líderes de Moscú, inmersos por entonces en la carrera espacial con EE UU) Mishin da unas indicaciones precisas y la nave 7K-L1 solventa su primera incidencia.
Los gerifaltes de Moscú respiran aliviados. El ceño de Mishin se destensa. Y en el centro de control de Eupatoria vuelven a descorcharse botellas de vodka. La celebración continúa.
La Zond 5 en el momento de ser rescatada. (NASA)
Es la noche del 14 al 15 de septiembre de 1968. A cientos de metros por encima de la cabeza de Mishin y los ingenieros de Eupatoria, la 7k-L1 se eleva imparable hacia la Luna. El periplo de la Zond 5 pasará a la historia por ser la primera sonda en dar una vuelta en torno al satélite y regresar a la Tierra. Una odisea no exenta de dificultades. El problema que la nave registraba poco después de levantar el vuelo desde Kazajistán no sería el único de su accidentado periplo.
Zond y sus peculiares tripulantes
Zond 5 no llama la atención sin embargo por las incidencias que encadenó desde su despegue. Lo hace por la curiosa tripulación que viajaba a bordo. La misma que habría perecido en el espacio si Mishin y el resto del equipo de Eupatoria no hiciesen gala de su sangre fría.
Con el objetivo de comprobar si los viajes alrededor de la Luna podrían entrañar algún problema para los astronautas, los soviéticos introdujeron en la cápsula de Zond 5 moscas de la fruta, gusanos, plantas, semillas, bacterias y… Dos tortugas, dos ejemplares de Testudo horsfieldii. En el asiento del piloto viajaba además un maniquí que emulaba a un astronauta soviético: medía 1,75 metros de altura y pesaba 70 kilos. Los técnicos espaciales le habían insertado sensores para controlar los niveles de radiación a los que se exponía.
Una peculiar arca de Noé… Con un Noé de trapo y plástico a los mandos.
Los científicos con las tortugas en sus manos.
Como cuenta Brian Harvey en Soviet and Russian Lunar Exploration, las tortugas tuvieron que encarar un viaje digno de Hollywood. De camino a la Luna, parte del mecanismo se contaminó y quedó inutilizable. Durante su regreso a la Tierra otra incidencia impidió que la operación se desarrollase según lo previsto. El trabajo que habían realizado los soviéticos dejaba mucho que desear: el sensor para localizar la Tierra estaba mal montado y la óptica de los sensores estelares quedó bloqueada por el aislante térmico.
En su regreso, los quelonios tuvieron que soportar un tremendo vaivén. El violento descenso hizo que el escudo exterior de la nave (que pesaba cerca de 5.400 kilos) alcanzase altísimas temperaturas.
La cápsula aterrizó en el Océano Índico el 21 de septiembre, sobre las siete de la tarde. Sus grandes paracaídas se desplegaron para amortiguar la caída y las balizas marcaron su ubicación, a no mucha distancia del buque Borovichy, que la extrajo del agua a la mañana siguiente. De allí se trasladó al navío de carga Viasili Golovin rumbo a Bombay, donde se embarcó en un avión Antonov que la llevó de vuelta a la URSS. Cuando comprobaron el interior de la nave, los técnicos se encontraron con los ojos acuosos de la pareja de intrépidas tortugas que habían volado en torno a la Luna.
Llegaron antes que todos nosotros. (Schorle/Wikipedia)
Aunque su estado de salud era bueno, el aspecto de las tortugas parecía el de dos recién llegados de la guerra: habían perdido el 10% de su peso corporal, estaban famélicas (no probaban bocado desde días antes del despegue, cuando las introdujeron en la cápsula) y para colmo se dice que una de ellas se había lastimado un ojo. Balance nada malo si se tiene en cuenta el periplo estelar que habían superado.
Su regreso triunfal tras dar una vuelta histórica a la Luna no les sirvió sin embargo para salvar la vida. Lo que no había obrado el violento amerizaje en el Océano Índico, lo hicieron poco después los científicos de la URSS. Tras su primer examen las sacrificaron para practicarles la autopsia y estudiarlas a fondo. El viaje que se había saldadocon éxito. Zond 5 había estado a unos 1.950 kilómetros de la Luna y realizó un viaje circunlunar histórico. Para la posteridad dejó además impresionantes imágenes.
El legado de las tortugas espaciales
Las maniobras de la misión Zond 5 generaron expectación incluso fuera de las fronteras soviéticas. En el Observatorio Jodrell Bank, en Manchester, el célebre radioastrónomo Sir Bernard Lovell siguió la pista a la nave. El centro inglés haría saltar las alarmas al interceptar un mensaje con una voz humana que tenía su origen en el ingenio soviético. ¿Había conseguido la URSS hacer un viaje alrededor de la Luna pilotado por un astronauta?
En realidad, lo que escuchaban era una grabación para probar transmisiones en el espacio. Entre las voces que percibían en Manchester estaba de hecho la del veterano cosmonauta ruso Valeri Bykovsky.
En las páginas del libro Animals in Space, Colin Burgess y Chris Dubbs apuntan que la voz se detectó la noche del 19 al 20 de septiembre, mientras la nave con la pareja de quelonios emprendía su accidentado regreso a la Tierra. “Ahora se cree que las voces eran en realidad las de los cosmonautas involucrados en el programa de aterrizaje lunar. Se habían ubicado en estaciones de seguimiento soviéticas y transmitían informes a través de Zond 5 para practicar sus roles como parte de un equipo lunar real”, comentan Burgess y Dubbs.
Los de la Zond 5 no fueron los únicos tripulantes con concha que protagonizaron un viaje espacial. La Zond 6, en 1968, portaba también lo que la NASA define como una “carga biológica”. Los animales que la formaban sin embargo corrieron peor suerte: la cápsula en la que viajaban se despresurizó y se estrelló en su regreso a la Tierra. Los quelonios volvieron a subirse a la Zond 8, años después. Y estarían presentes también entre el pasaje de la Soyuz 20, que despegó en 1975 y mantuvo a los reptiles en el espacio 90 días.
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