Durrington Walls
Las excavaciones en Durrington Walls, al sureste de Reino Unido y muy cerca del monumento neolítico, han sacado a la superficie restos de las casas que habitaban de cuando en cuando para asistir a las fiestas rituales y a las ceremonias funerarias que se celebraban allí.
Se trata de la población neolítica más antigua jamás hallada en Reino Unido, según informa la radiotelevisión británica (BBC), que cifra en varios centenares los habitantes del lugar. Data de la época en la que se construyó Stonehenge, entre 2.600 y 2.500 antes de Cristo.
El arqueólogo Mike Parker Pearson, de Sheffield University, ha revelado que en la excavación se han descubierto los restos de camas, armarios y aparadores de madera. Hasta el momento se han desenterrado ocho moradas, aunque ya hay localizadas bastantes más; los científicos estiman que debe haber al menos un centenar de casas, cada una de ellas de unos cinco metros cuadrados, con una chimenea en el centro, suelos de arcilla y paredes de madera.
Los arqueólogos han encontrado porquería sobre esos suelos de arcilla que data de hace casi cinco milenios. “Es el asentamiento más rico, y por rico quiero decir el más sucio, de este periodo en Reino Unido”, ha dicho Pearson. “Nunca habíamos encontrado tanta cerámica y restos de silex y huesos animales”, ha añadido.
Los arqueólogos creen que probablemente este asentamiento no estaba habitado durante todo el año, sino que formaba parte del complejo religioso de Stonehenge y era usado en los ritos funerarios. Era entonces cuando los pobladores del neolítico llegaban de todos los rincones de la región para celebrar el solsticio de invierno, en el que tenían lugar banquetes pantagruélicos.
El 22 de diciembre, este círculo de monolitos (ubicado a 14 kilómetros de Salisbury y a 150 kilómetros de Londres) se convierte en el marco de piedra del solsticio invernal. El sol sale sobre una piedra ubicada en el lado opuesto a la entrada del círculo, indicando a los granjeros que es tiempo de siembra. Los científicos no se han puesto de acuerdo aún sobre si es un enorme calendario astronómico o un altar religioso de culto al sol. Lo que es seguro es que era el mayor cementerio de la época: contenía las cenizas de al menos 250 cremaciones.
Se trata de un enorme Henge (recuerden que se trata de terraplenes circulares con un foso concéntrico en su interior) de 450 metros de diámetro. Dentro y alrededor existían tres estructuras circulares de madera, de las que solo perviven los agujeros donde iban metidos los palos. Dos estaban situadas en el interior, pero una tercera estaba fuera. Este era posterior y es conocido como Woodhenge.
Fuera del Henge se han descubierto viviendas, con dataciones en torno al 2.500 a.C. en torno a una avenida empedrada que conduce al río Avon. Se calcula que podrían haber existido unas trescientas casas, lo que indica una población relativamente elevada.
Además se han encontrado en el interior del Henge otras viviendas con una mayor riqueza y mobiliario, lo que sugiere que dentro del Henge vivían personajes de clases sociales elevadas. Con esto tenemos dos ingredientes necesarios para explicar la construcción del monumento: la existencia de clases sociales diferenciadas implica división del trabajo, obviamente, pero también especialización laboral y existencia de profesionales. Además tenemos población suficiente para ir construyendo, dirigidos por una elite de jefes-sacerdotes y profesionales especializados, tranquilamente el círculo de piedras.
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